Partida Rol por web

Al dia siguiente de haberos reunido con Elenaide, por la mañana, partís hacia las ruinas. Tenéis algunas indicaciones para llegar que os dio Gia, y alguna nota rescatada por Yui del diario del bardo. Las ruinas, al final, están a algo más de un dia  (seguramente para un centauro estén a un dia), pero aunque sea así, buscáis un claro, acampáis y descansáis alí. EL viaje, no tiene mucho misterio, la zona es hermosa, de clima temperado, al salir del pueblo, durante varias horas veis campos de cultvo, pero poco a poco, una floresta poco densa, gana terreno y al final, es lo que forma el terreno, una floresta de diversas tonalidades verdes... que se mezclan entre si.

Apenas unas horas más desde que os levantáis llegáis al roble y la gran piedra que os había dicho Gia... la piedra está a unos 15 metros del roble, y el roble, es grande, muy grande, y si es grande es viejo. Habéis visto pocos de ese estilo...

¿Que hacéis?

"Vamos, THE POWER", le dice Katsu a su caballo. El jamelgo sólo responde a ese nombre: THE POWER. Durante el viaje, he ido tarareando una canción, de hecho

"♪ You got the touch ♪... "
"¡Anda! ¡Ya hemos llegado!"

Katsu admira la roca y el árbol. Se imagina cuantas flechas podría sacar de ahi, el pedazo de casa que se podría haber hecho en el árbol, y cómo debe de saber un pato asado con la madera de ese árbol.
El chico es así de práctico.

Sabe que este tipo de cosas no son su especialidad, así que simplemente registra la zona, en busca de alguna trampa... por si acaso, y le deja a su querida, mucho más inteligente, lista, sabia y astuta, que descifre los misterios de la roca y del árbol

Como era de costumbre, el paso de Yui era más lento. Si bien iba a lomos de su corcél, Sardinilla, dejaba las riendas de este atadas al brazo férreo de Erland, que aunque se movía a paso parsimoníoso, al ser tan enorme, cada una de sus zancadas cubría más camino, por lo que su caballo iba al paso, casi al trote en ocasiones y dependiendo del terreno. Esta extraña forma de avanzar, ideada por la talentosa maga, le servía para aprovechar el tiempo y seguir leyendo sus libros arcanos y demás, mientras llegaban al lugar acordado. No obstante, ya había pasado un rato grande levantada, antes de desayunar, para poner a punto sus conjuros. Debía hacerlo de esa manera, pues cuando Katsu despertaba, era muy improbable que pudiera mantener la concentración con las bromas de éste. Como era de esperar, se olvidaba incluso de ir al baño, así que a mitad de camino, paró para orinar, aunque como era costumbre en ella, se entretenía sin soltar sus libros, desesperando incluso a Sardinilla, que tiraba de sus vestimentas para llamar su atención y continuar.

Al llegar a la gran roca y el roble señalados, Yui bajó del caballo y ordenó a Erland que parase la marcha momentáneamente.

- Espera aquí, Erland. Voy a echar un vistazo a esa roca mientras Katsu hace... Hace... Lo que quiera que un paladín de la justicia haga en estos casos.

Así, la maga tiefling empezó a revisar con ojo analítico aquella enorme roca con runas inscritas en su superficie, aunque no acababa de comprender nada de aquello, continuó estudiándolo.

Yui seguía estrujándose la cabeza y forzando la vista mientras trataba de desentrañar aquellas runas que recorrían la superficie de la roca.

Yui gasta un cuarto de hora para "descifrar" el mensaje. Le lleva tiempo porque hay cosas desgastadas y el mensaje es bastante antiguo. Escrito en una variedad de elfico pero a lo arcano, el mensaje reza lo siguiente:"Aquí yace E...., hijo de ..., gran mago y lanzador de sortilegios... cuidaos de su ira y dejad que descanse, sino pagaréis vuestra osadía a no ser que seas "amigo"".  Lo demás son runas de advertencia, de peligro... no parece muy halagüeño. Y tampoco ayuda que Sardinilla, le este interrumpiendo, que se ha olvidado de atarlo a una rama. 

Katsu inspecciona los alrededores pero no encuentra nada. Pero nada de nada. No hay huellas, no hay restos, todo es maleza y naturaleza en ese sitio.A veces, el chico tiene pocas luces y mira al infinito pero antes de hacerlo, invoca a Gary y pasea un poco por el lugar para ver si hay algo... maligno, pero el resultado es el mismo: nada. Pasa un largo cuarto de hora para ver de que van las runas de la enorme piedra pero está bastante concentrada, el caballo de ella, Sardinilla, no está muy cooperativo y en varias ocasiones molesta a la maga...

Tampoco hay trampas, lo único algun ruido de algún animal, el gorgojeo de algunas aves, un poco de viento que mece las plantas y si pones mucho el oido... algún grillo.

"Esto no está bien, Yui"

"Se supone que son ruinas de los Cenutrios. Que es una tierra sagrada para ellos"
"Y eso significaría que debería de haber aqui una guardia permanente a todas horas. Así que o se esconden de escándalo, o es que la protección es mágica"

Dicho esto, saca su linterna IOUN y, pese a que es de dia, la lleva en la mano para iluminar bien. Va a examinar A CONCIENCIA la zona. Sin duda, aqui deberia de haber huellas, marcas de esos cuasi-humanos. De los asesinos de Villa Alpaca.

- La escritura está bastante desgastada en la superficie de la Roca, así que no descifro por completo las runas, pero el mensaje dice lo siguiente: "Aquí yace E..., hijo de ..., gran mago y lanzador de sortilegios... Cuidaos de su ira y dejad que descanse, sino pagareis vuestra osadía a no ser que seas "amigo"". - Tras recitarle la frase a Katsu, la joven maga queda pensativa unos segundos, al tiempo que sonríe.

- Soy amigo¹. - Prueba a recitar en élfico frente a la extraña roca, pensando si aquello podía ser la solución a aquel enigmático mensaje, mientras comenta con Katsu De donde le vino la inspiración. - Una vez leí una historia parecida en un libro que hablaba sobre como un mago... Un tal Gandúl, creo recordar, abría una puerta mágica de la misma forma. Espero que mis horas de estudio y lectura hayan servido para algo...

Katsu revisa más a consciencia el sitio pero no encuentra nada especial... pero al final, de la revisión, si que encuentra algo. Un rastro de un único ser, pero es antiguo, quizás tenga meses. Se dirige al enorme roble y allí, talladas hay una especie de runas talladas en la cara del roble que no se veía desde donde habían venido. Parece runas pero serían un equivalente en silvano... aunque un poco rudas. Más allá de eso, no hay nada reseñable pero hacerlo de esta manera, de manera concienzuda, le lleva un rato...

De mientras, Yui sigue un poco más con el "acertijo".  Y si, la pareció fácil. Al decir, "amigo" en élfico, la piedra tiembla un poco pero se abre una grieta por la cual entraría un humanoide. La luz del sol desvela unas escaleras de piedra, del mismo tipo de piedra que la piedra rúnica. Es una escalera de caracol de la que no se ve el fondo porque la luz ilumina los primeros escalones...

Yui se gira hacía Katsu con una sonrisa maléfica.

- Cariñito... Esto está lleno de telarañas... ¿Por qué no vas delante abriendo camino? Además,, entre los pocos trucos de magia que conoces seguro que al menos sabrás hacer algo de luz, ¿Verdad? Yo iré justo detrás de tí.

Aprovechó para atar las riendas de Sardinilla al brazo férreo de Erland. - Cuida bien de que no le pase nada a Sardinilla, Erland. Volveremos cuando exploremos esta cueva. Vigilad que nadie entre tras nosotros.

Katsu se queda mirando un poco lo que ha encontrado y hace memoria. Ha visto algo parecido a eso, pero hace tiempo... ¿que es lo que su memoria se niega a recordarle? Es algo de hace un tiempo, en la guerra de hace cinco años... espera, elfo, elfo, silvano, silvano... ¡claro! Aquel bosque de elfos... cuando era más joven solía hacer bromas y espiar a la gente, y cuando le dijeron que aquella noche no saliera de su habitación y no se acercara al túmulo sagrado, que hizo... lo coherente ¡ir hacia allá! Lo que vio fue a un sacerdote elfo, solo uno, sermoneando algo que no entendio y grabando una rara runa en el túmulo...

Aquel sitio debía ser algo parecido. Un sacerdote o alguien iría en una fecha especial y grababa algo en el arbol. Por eso no habia rastros, allí va poca gente y cada cierto tiempo...

"Yui... que eso es un golpe bajo! ¡Que (aun) no soy un Paladín!"

La chica puede abusar de Katsu, obligarle a cargar con sus libros, hacerle permanecer despierto mientras esta enfrascada en algun estudio, y a él no le importa recoger la cama llena de escamas cada mañana ¡Pero que le recuerden que tras todos estos años, no es un paladín (ordenado) es una puñalada en su corazoncito!

Pobre Katsu.

"Como sea... mira, Mira esta runa" dice señalando una marca, una muy antigua, en un árbol "En su dia, en la Aldea MataPonis, pude ver como los sacerdotes elfos hacian estas runas en noches señaladas"
"No querían que los niños lo viesemos cuando lo hacían, así que como adolescentes curiosos... seguiamos a los adultos"

Katsu elige callar respecto a la noche que siguieron al carpintero, cuando la viuda Luisa quiso que la llevase a su huerta... Que horror.

"Como sea... Tengo que aprender Élfico. Tendría que haberle pedido a Elenaide que me enseñase un poco" dice estrujandose la sesera y tratando de entender que es lo que pone. "¿Sabes que dice aqui, guapa?"

Tras la lectura (O no) de la runa, Katsu, siendo Katsu, no se ha preparado ningun hechizo de luz, así que humildemente enciende una antorcha.

"Venga, cariñín, yo voy delante"

Este es el mapa de lo que veis si bajais las escaleras

Bajais por las escaleras, que son estrechas de una piedra un poco blanquecina  y bajan en forma de caracol.  Las escaleras bajan desde la superficie lo que calculáis son unos 25 metros y veis que en las paredes estan las tipicas sujeta antorchas de metal cada 6 metros pero no hay antorchas. Cuando llegáis al final de las escaleras, no hay puerta de mandera pero si una entrada a una sala , que es de la misma piedra.

La sala, de alto, hace unos cuatro metros y sin salir del dintel de la entrada veis una estatua de piedra, muy cerca de lo que ahora si, es una puerta de madera.  La estatua, tiene forma de humanoide, de humaide robusto pero ya está, no se identifica con nada, no parece ser un mago o un guerrero o una raza. Y poco más podeis ver con la iluminación que tenéis...

Aun, no habéis entrado en la sala...