Partida Rol por web

Cordy se quedó agotada, y tuvo que sujetarse a la pared para no caer. Pero no duró mucho, al cabo de unos segundos se puso en pie un poco mejor.

Darla ¿estás....?- y no acabó la pregunta porque obtuvo la respuesta.

Con mucha dificultad, agarró a Darla y empezó a arrastrarla para ponerla en el sofá.

Ayúdame Willow.- dijo al no sentirse capaz de arrastrarla- Creo que se queda a dormir aquí. Llamaré a sus padres y me iré a la cama yo también. Ha sido un día horrible. Buenas noches.

     En diez minutos casi exactos Willow se acercó a la casa de Gabriel. Lo hizo por la puerta de la cocina en donde el chico la estaba esperando.

     -¿El ente ha vuelto?- preguntó, hablando bajo, cuando entró. Luego miró alrededor asegurándose de que la cosa esa se hubiese ido de verdad. -¿Qué te dijo? ¿Dijo alguna cosa?- La pelirroja estaba seria, con sus ojos verdes fijos en los de Gabriel. Sus finos labios, apretados, mostraban una línea de tensión. El ceño se fruncía, parecía que las cosas se habían complicado. Ella sabía que mañana los iba a dejar a su suerte y estaba muy poco convencida de que fueran aptos para el desafío que les esperaba.

 Le hice un gesto de silencio con el dedo sobre mi labio, indicándole que guardara silencio:

 - Es mejor que vayamos a mi habitación a hablar, por favor. si alguno de mis padres baja por cualquier motivo, vamos a tener que pensar una buena explicación por la que estás aquí a estas horas y ya he tenido que dar muchas esta noche... ¿Podrías luego descender levitando por la ventana o algo así?. Recuerda que mi ventana da al patio de atrás y la tapa un árbol, no debería de ser un problema salir sin ser vista...

Mel se quedó contemplando el espacio vacío que el vampiro había dejado. Eran demasiadas cosas por asimilar, pero pensar en Buffy, otra cazadora que seguramente se había visto envuelta en la misma situación que ella y que había sabido salir adelante, le devolvió la esperanza.

Con el cansancio dibujado en el rostro, la chica recorrió los últimos pasos que le quedaban para alcanzar la puerta de entrada. Tenía mucho en lo que pensar, pero seguramente quedaría para el día siguiente, pues lo único que deseaba en aquel momento, era un plato caliente y meterse en la cama a descansar. Sin embargo, antes de cruzar el umbral, decidió hacer caso al consejo que Angel le había dado. Unirse a su vigilante, eso era primordial, así que, antes de dejar todo atras y fingir un día normal para su madre, la chica tomó su móvil y le mandó un mensaje de texto a Fullen para empezar a tender un puente.

"Estoy en casa sana y salva. Perdón por ser tan alocada. Intentaré tomar tus palabras más en cuenta de ahora en más. Hasta mañana"

     La noche pasó lentamente primero. El Vigilante empezó a leer los libros, comenzando por el que él poseía. Tenía que poseer mejor información si quería asistir a su cazadora. En su cabeza se mostraban las palabras de Anya y todo el peso de su tarea en este mundo.

     Buscó más información. Al principio no encontró nada relevante, pero luego entendió que el punto clave era la localización. Eso de lo que Darla había hablado. Cerró el libro del Consejo y se concentró en buscar por internet sobre los archivos de la ciudad. Encontró una página que hablaba del municipio y del sistema de alcantarillas. Debía buscar sobre el acceso del mausoleo, saber las posibles entradas y salidas si es que en algún punto decidía ir con la cazadora y el grupo a investigar la zona.

     De pronto su móvil sonó, era un mensaje de texto de su "alumna". 

     "Estoy en casa sana y salva. Perdón por ser tan alocada. Intentaré tomar tus palabras más en cuenta de ahora en más. Hasta mañana"

    Algo en el corazón del Vigilante se calmó... las aguas estaban turbias pero no tanto. Melissa y él tenían ese vínculo, le darían forma con el tiempo pero existía. Él lo supo y eso fue algo realmente bueno.

     Willow ayudó a Cordy a llevar a la morena a su cuarto. Luego se despidió. Le dio un abrazo a la que estaba despierta y dijo una frase que implicaba muchas cosas.

     -Todos los del grupo son valiosos. No lo olvides. Tú también... ahora quizás no lo comprendas y sientas que estuviste en el lugar equivocado en el momento erróneo. Pero no... no hay casualidades sino causalidades. Saluda a Darla de mi parte.

    La pelirroja se separó y se fue. Era la última vez que la verían al menos hasta que volviese de Oriente. Ahora estaban solas. Pero Cordy debía confiar en ella y en la magia de la morena. La realidad era, que aunque no le gustase admitirlo, se sentía más tranquila durmiendo en la compañía de alguien.

     Willow fue con Gabriel a su cuarto a hablar con tranquilidad. Se río con lo de levitar pero, ya en la habitación, le dijo o más bien recordó, algo importante sobre la magia. -No puedo levitar así en un plis plas, pero no podría usar tampoco un hechizo tras otro. Y tampoco tú. Deberías bajar ese escudo invisible... La cuestión es que la magia viene con un precio. No lo olvides, no debes abusar de ella.

    La chica se sentó en la cama de Gabriel. Suspiró. Luego retomó el discurso. -Mañana me voy, temprano. Así que todo lo que tengas que contarme hazlo ahora y pedirme también. Y no te olvides, no abuses de la magia. Te puede drenar o convertir en algo que no quieres ser. Tú tienes un don natural, eres uno de esos chicos que nacen con ella, pero igual nunca debes usar magia porque sí. ¿Okay?

 Tras cerrar la puerta con pestillo, para asegurarme de que nadie entrara de improviso, escuché con mucho interés lo que me decía, aunque no me gustase lo que tenía que decirme:

 - Te prometo que trataré de no abusar de mi poder, pero... No me gusta la idea de que te vayas, esa cosa va a por ti... Quería que yo me volviera contra ti, quería que te traicionara y te mandara a no sé que abismo a cambio de poder... Te teme y creo que el marcharte es seguirle el juego...

 Me senté a su lado, en la cama, y la miré a los ojos, preocupado:

 - Además, no me fío del Vigilante, me ha dado la sensación de que nos echará a los lobos a cualquiera de nosotros, incluida Melissa, si eso beneficia sus objetivos. Me da la sensación que para él el fin siempre justifican los medios y sería capaz de cualquier cosa para conseguirlo...

 Incluido sacrificar vidas inocentes... Aunque no lo dije en voz alta... Mientras le hablaba, cogí la mano de Willow y empecé a acariciarla con ternura y indefenso como un cachorro, deseando que no se fuera y que se quedara a mi lado siempre...

 - Si finalmente te vas... ¿Con quien aprenderé?. ¿Conoces a alguien de confianza con quien pueda seguir mis lecciones?. ¿Conoces a alguna otra bruja en la ciudad?.

...Fundido en negro... se despiertan abrazados, aún es de noche, Willow dice:

     -Tenías unas preguntas que hacerme. Algo antes de que me vaya, ¿recuerdas? Prefiero que me las digas ahora porque en un rato debo irme a preparar el poco equipaje que llevo. Siempre tienes mi mail si necesitas contactarme, aunque con el tema de Buffy no estaré demasiado en línea.

     Los dedos rosados de Willow acariciaban la mejilla derecha de Gabriel mientras hablaba. Eran dos criaturas hermosas bajo la luz de la luna que se asomaba por la ventana.

 Tratando de recordar, mientras disfrutaba de la caricia, de las preguntas, las repetí:

 - ¿Con quien aprenderé?. ¿Conoces a alguien de confianza con quien pueda seguir mis lecciones?. ¿Conoces a alguna otra bruja en la ciudad?. También está el asunto de que no me fío del vigilante, creo que es capaz de sacrificarnos si con eso logra alcanzar sus objetivos. Además, recuerda lo que me dijo esa criatura, quería que e traicionara, lo que indica que, por cualquier razón, te teme, ¿estás segura que deberías irte si es así?. Recuerda que trató de atacarte antes en el callejón. Tal ves tú seas la única, por cualquier razón, que pueda detenerla...

 Mientras escuchaba su respuesta, acaricié su cadera, disfrutando del contacto de su piel suave y sedosa, mientras le comenté, preocupado:

 - Will... Lo que ha pasado hoy... Aquí... Ahora... Entre nosotros dos... ¿Como afectara a nuestra amistad?. Eres mi mejor amiga y no quiero perderte, pero no se muy bien lo que ha significado esto para ti... Para mí ha sido muy especial... Pero no albergo sentimientos románticos por ti y no quiero herir tus sentimientos...

 No quería que pensara que era un polvo de una noche, pero si se había enamorado de mi tampoco quería engañarla, quería saber a que atenerme y buscar la manera de arreglar esto para salvar nuestra amistad, que para mi lo era todo...

En cuanto llegó aquel mensaje Fullen comprendió que Anya tenía razón. Las cosas tenían que suceder y tan solo había que dar algo de tiempo. Y apenas habían pasado unas horas cuando el mensaje acababa de llegar.

Buscó un cenicero entre sus cosas y buscó también el paquete de cigarrillos y luego en mechero con el que había hecho arder a Darla. Se encendió un pitillo y aspiró profundamente el humo que salía de allí. Ahora que se sentía en ese estado de relajación total se dispuso a buscar la información necesaria para encontrar la ubicación del enemigo. Pero antes debía contestar al mensaje de su alumna.

Muchas gracias por avisarme. Yo también estoy bien. Mañana nos vemos en la biblioteca a primera hora. No llegues tarde.

Sabía que esas últimas palabras habían sonado con tono de padre. Pero es que aunque tan solo se llevasen un par de lustros de diferencia, había entre ellos un vínculo que más parecía parental que de otra cosa. El caso es que ahora había llegado el momento de investigar todo lo que hiciera falta, así que tomó la taza de café ya preparada que había junto a él y se puso a ello.

     -Gabriel yo sé... sé que esto no es señal de que estamos enamorados. Solo fue... fue muy bueno. No te preocupes. No espero nada de lo que pasó, solo que tu primera vez sea algo que recuerdes con ánimo.

     Willow dijo eso solo sobre ese tema, luego pasó a lo otro. -Hay una bruja aquí, en el secundario. Es Amy Madison. No tiene tanta experiencia como yo pero conoce a un aquelarre en donde puedes practicar si lo necesitas. También ella puede enseñarte hechizos básicos. Recuerda que la magia tiene un precio. Realmente no debes abusar de ella.

    Esas palabras fueron dichas con énfasis. Luego la chica besó los labios del muchacho una vez más y se comenzó a vestir, aceleradamente, pero sin magia de por medio. -Buscala en el colegio mañana, 3ro A. Me debo ir ahora, tengo que salir temprano para el aeropuerto. Esta es nuestra despedida, pero volveré en unos meses. No sé exactamente cuando.

    Willow sonrío y besó una vez más al chico, luego abrió la puerta, lo miró y dijo: -Puedo salir sola. Descansa... mis mejores vibras para ti y para el grupo.

     -Adiós...

 Asentí mientras hablaba, a la vez que admiraba su cuerpo. Lamentaba que no tuviéramos tiempo para otro asalto, pero entendía que ella tuviera prisa y además era mejor no liar las cosas más de lo que estaban:

 - Te aseguro que lo has logrado, recordaré esto con mucho cariño y como algo especial...

 Luego escuché sus instrucciones y sobre lo de la otra bruja con intención, por la cuenta que me traía. Una vez que ella se vistió y se acercó a la puerta, me acerqué a ella y le pregunté preocupado:

 - ¿Y que hay sobre lo que te dije sobre el ente y de que iba a por ti?. ¿Crees que te seguirá fuera de la ciudad. Ten cuidado...

 Una vez escuché su respuesta, nos despedimos y yo cerré la puerta. A continuación me quité el condón con cuidado y hice un nudo para que no de derramara su contenido. A continuación fui a mi cuarto de baño y tiré el condón y el envoltorio, que era biodegradable, al retrete y tiré de la cadena. Tras asegurarme de que todo se había ido por el desagüe, volví a mi cama y me acosté, tapándome con las mantas, disfrutando del olor de Willow que todavía quedaba en las sábanas, quedándome dormido, pensando en el ardiente y hermoso encuentro sexual con mi amiga peliroja...

      Andrew encontró un mapa del terreno subterráneo debajo del Cementerio. Daba una idea de su extensión y de sus entradas. Dos escaleras daban acceso, una seguramente sería a través de la tumba de la que habló Darla. La otra estaba en la otra punta. Desde allí había un conjunto de túneles y pasadizos. Al sur se encontraba un recinto enorme. A Andrew no le cabía mucha duda de que allí estaría el Maestro. 

      Tecleó unas cosas más y descubrió algo que lo dejó impactado: si el recinto sur, el más grande, era el del Maestro, justo daba arriba del suelo de la Biblioteca del colegio de Sunnydale.

      Mañana podría hablar con el grupo, o los que quisieran hacerlo del mismo, sobre esta última información. Ahora era tarde y ya había descubierto un esquema del escondrijo del Maestro.

Con esa nueva información descubierta Fullen se recostó sobre la silla y colocó los pies encima de la mesa. Continuó dando las caladas a su cigarrillos mientras observaba el techo de su apartamento. Sin lugar a dudas merecía una buena mano de pintura, debía decírselo al casero, el humo de sus cigarrillos estaba oscureciendo las paredes.

Con una sonrisa de oreja a oreja decidió tirar el café que le restaba, ya no lo necesitaría y tan solo ayudaría a desvelarle más. Ahora que ya tenía lo que necesitaba imprimió el mapa y se dispuso para dormir.

Mañana sería otro día, debía hablar con su alumna y lograr encontrar ese vínculo del que hablaba Anya. Después irían a por el Maestro.

     Al otro día todos estaban en el colegio. Cada uno había tenido la noche para calmar sus ideas y analizar todo lo que había acontecido el día anterior. Willow ya estaba lejos y no podría asistir al grupo así que tenían que hacer frente al asunto del Maestro entre todos. 

     Se hallaban en el comedor del colegio. Largas mesas blancas daban lugar a unos 10 estudiantes cada una, y muchas de ellas ya estaban ocupadas. La cocinera estaba sirviendo el plato del día a los chicos que hacían fila para seleccionar su comida. Era un estofado de res con papas que no tenía mala pinta. También habían frutas y gelatina. Y si querías comer otra cosa podías optar por un sandwich de jamón y queso, o de salame y queso, envuelto en su papel transparente que le daba frescura.

     En una mesa estaban sentadas Cordy, Darla y otros chicos, más que nada los atletas. Melissa, Gabriel y algunos chicos desconocidos ocupaban otra. El vigilante se encontraba también allí pero simplemente porque quería coger algo de comida para llevarse a la biblioteca a disfrutar en paz y de paso mirar un momento a Melissa. Había recibido su mensaje de texto la noche anterior.

     Xander, por su parte, estaba en la pared este, sentado solo mirando la ventana. Siendo el payaso por excelencia incluso a Cordy le resultó extraño su acción. Parecía ido, como esos chicos que se fuman medio kilo de hierba en los boliches. Amy Madison pasó a su lado y lo miró. La chica era una porrista del equipo y una bruja, pero esa información solo la conocían Darla y Gabriel, aunque ninguno de ellos supiera que el otro lo hacía. 

Amy se detuvo un momento para ver a Xander y luego buscó con sus ojos a Melissa. Andrew, quién se había servido algo más de café para llevar vio lo mismo que la Cazadora; Amy estaba asustada. Respecto al "payaso", seguía sin moverse, mirando a la ventana, con sus ojos perdidos. De pronto todos en el grupo sintieron que algo había pasado, algo malo. Los otros estudiantes, ajenos a esto, seguían con sus charlas y comiendo, y eso quizás fuese algo bueno.

 Si la experiencia me ha servido de algo, es que algo que puede asustar tanto a una bruja no puede ser nada bueno. Me acerco a Amy y le susurro algo algo...

 - Hola, Amy, ¿verdad?. Soy Gabriel, un amigo de Willow y su aprendiz... Me dijo que podría acudir a ti para seguir mi formación... ¿Le ocurre algo a Xander?. Pareces temer algo de él?. -Le pregunté preocupado.

El nuevo bibliotecario se acercó a Melissa. Había sentido una extraña vibración en aquella chica, no entendía bien lo que sucedía, pero prefirió hablarlo con la cazadora. Debía buscar y encontrar el vínculo del que había hablado Anya. Necesitaba sentirse conectado a ella, por el bien de Sunny Dale y sobre todo de los que le rodeaban.

Andrew no dijo nada, simplemente se quedó la quedó mirando al tiempo que miraba a Amy y al jovencito descarado que se le acercaba. Quería conocer la opinión de Melissa. Quería saber lo que ella pensaba respecto a lo que podía estar sucediendo.

En aquella ciudad nada era casual, todo sucedía por algo. Y eso era una cosa que el vigilante estaba empezando a descubrir.

Darla estaba sentada con la cuchara en la mano jugando con la comida. Cogió un poco y la levantó con cara de asco y la dejó caer.

He visto frikis con mejor aspecto dijo, provocando que su mesa entera se riera. En poco tiempo y al hacerse amiga de Cordelia, se había hecho de las guays del instituto. Ahora los deportistas habían jurado vengarse de Gabriel por lo que la hizo en los pasillos del instituto el día anterio y eso a Darla le hacía mucha gracia.

Mientras continuaba la conversación, notó un cosquilleo en la nuca. Se giró y miró a todos lados. Temía que algo les atacase, pero no era el caso. Vio cómo Amy estaba parada cerca de ese paleto y cómo Melissa y Andrew le observaba con algo parecido a temor. Se acercó a Cordy y empezó a susurrarla al oído.