Partida Rol por web

 Suspiré decepcionado, al ver que no había encontrado nada, volvimos con los demás, a ver si habían tenido mejor suerte...

Darla volvió contenta. Era la única que había localizado algo. Al llegar, enseñó el salero, pero se lo volvió a guardar. Si tenían que salir corriendo, no quería que lo perdiera por el camino o algo por el estilo.

     Mientras Darla está pensando siente un fuerte dolor de cabeza. Todo a su alrededor desaparece. Parece que el tiempo se ha detenido. Ve delante suyo a otra Darla. Ella está luchando contra un vampiro y con desventaja. La muchacha estira sus brazos y parece que el aire se amontona en la punta de sus dedos y sale directamente en línea recta hacia el enemigo. Nada se ve pero ella sí sabe la dirección de su ataque. El vampiro sufre unos cortes en su camisa, como cinco, y la sangre oscura luego brota de su herida. Sigue vivo pero herido. Darla aprovecha y le lanza una patada de costado con bastante habilidad. La criatura cae de espaldas y la morocha saca una estaca y se la clava en el corazón. Ha sido el final de su enemigo.

    De pronto la habitación vuelve a perfilarse y sus compañeros en ella. Todo ha sido demasiado real... de alguna forma mística la muchacha tiene ahora otro hechizo en su haber. Esta vez: es uno de ataque.

¿Oye y por qué no cogemos unas hojas de papel y un hacemos un abanico? ¿Eso valdría? Yo tengo hojas en mi mochila. Y la tierra en los jardines no? Vamos a los jardines a por la tierra Darla.

Se dio cuenta de que Andrew la había seguido ¿pero no se suponía que él se iba a quedar ahí? No entendía nada

Mel estaba con el teléfono al oído mientras en la cocina se veía un revuelo enorme- -No, no logro que m... ¡Hola!- mientras respondía a Anya, Ángel había tomado la llamada, por lo cual, sorprendida, se tapó el otro oído para aislarse del ruido reinante en el lugar y se apartó un poco del grupo para poder conversar.

-Soy Mel... Melissa, la cazadora- si alguien había estado prestando atención, había notado que la chica se sentía un poco avergonzada cuando había ostentado su título. -Espera un momento, hay mucho lío aquí- mientras hablaba, salió de la cocina al pasillo, para poder tener una conversación tranquila, sin tener que hablar a los gritos o hacer demasiado esfuerzo para escuchar.

-Ahora sí- Mel ya estaba fuera del ambiente bullicioso y podía conversar con Ángel con tranquilidad. -Necesitamos tu ayuda. Hemos descubierto un hechizo que nos permitirá debilitar al Maestro lo suficiente para que pueda acabar con él, pero para ello necesitamos ciertos ingredientes...- por un momento no supo como proseguir, así que juntó coraje y fue directo al grano. -Uno de ellos es sangre de vampiro, tal vez tú...- la chica guardó silencio. La insinuación había sido planteada, ahora todo dependía de la buena voluntad del hombre que se encontraba del otro lado del teléfono.

     Melissa estaba al teléfono. Anya le preguntaba si había habido suerte. Darla estaba feliz por haber conseguido el salero, uno de los ingredientes que se precisaba por el conjuro (aunque por un momento pareció ida, como si su cabeza volara a miles de millas de allí), Cordy tiraba más ideas y Gabriel se sentía decepcionado de no hallar nada pero en vez de quejarse se unió al resto para ver qué habían encontrado.

   El salero era cosa segura, ya sabían que se podía hacer el círculo de sal. Por las dudas cogieron un paquete de sal para desperdigar más de ser necesario. Sobre Andrew... aun eso de ser Vigilante era muy nuevo, pero parecía que algunos iban a darle un poco más de atención y sobre los otros: era cuestión que él creyera ser el líder.

    -¿Qué...? -primeramente dijo Ángel y Melissa pensó que podría haber metido la pata. Pero luego agregó -no hay problema. Puedes venir a mi casa o esperar a que se hagan las ocho. No puedo salir durante el día...

    Era cierto, el vampiro por más fuerte que era y pese a sus años de antigüedad, estaba condenado a temer la luz del sol debido a sus efectos. La Cazadora tenía entonces dos opciones claras: ir a su guarida o esperar a que el sol se ponga. Mientras pensaba la respuesta Mel vio cómo los ojos de muchos del grupo se fijaban en ella.

    Mientras todos seguían con sus acciones la puerta de la cocina se cerró de golpe. No sólo se cerró sino que se combó hacia adentro con una fuerza sobrenatural.

   Una risa malvada, harto conocida, se oyó del otro lado.

   -Zzzzii.... noo ezzztamozzz zzzolozzzz.... Nnnoo... 

   Era la voz del ente, pero el ente no manejaba la materia. Entonces el "no estamos solos" hablaba de él. Tanto Gabriel como Darla sintieron una energía alrededor, sobre todo del otro lado de la puerta de la cocina cerrada. Era magia, era poderosa...

   Y era negra...

 Con cara de fastidio, busque al bicho de las narices:

 - ¡Ese tío me tiene hasta los...!

Fullen se quedó sorprendido ante la alegría de Darla. Estaba claro que esa muchacha tenía muchos pájaros en la cabeza y que para ella la inteligencia brillaba por su ausencia. ¿Acaso era tan dificil encontrar un salero o un paquete de sal en la cocina? ¡Desde luego que no! Así que no había razón para estar ni tan contenta, ni tan orgullosa. Después miró a la otra chica, la que representaría el papel de la humanidad, y escuchó sus palabras. ¿Tierra en los jardínes? ¡Eso ya lo había dicho él! El caso es que ahí nadie le hacía caso, y eso había quedado más que claro. Menos mal que podía confiar en la cazadora.

En vista de que nadie había obedecido sus órdenes y sus recomendaciones, y de que se habían quedado solos en la biblioteca, habían decidido junto con Mel, ir a la cocina para juntarse con el resto. Y bien que hicieron, porque ahora que ya estaban juntos el ente apareció allí.

Andrew se había centrado en buscar tanta información sobre el Maestro, que ahora que aparecía aquel ser frente a ellos, le dejaba claro que aún tenía mucho que aprender. Apenas llevaba tiempo siendo el Vigilante, y su falta de experiencia hacía que no encontrase soluciones ante aquellos contratiempos.

Aunque recordó que en casa de Cordelia ya se habían enfrentado a él. Así que miró a Darla, puesto que ella era la que poseía el paquete de sal y después a Cordelia. ¿Qué te dijo Willow que había que hacer cuando este ser apareciera? ¿Un círculo de sal, verdad? ¡Hagámoslo! Pero hay que hacerlo grande para que podamos movernos bien.

Luego miró al chico, tú ya te has enfrentado más veces a esta cosa, ¿verdad? ¿Has logrado frenarla en algún momento? Sea como sea, dudo que Mel pueda hacer mucho ahora, creo que debemos confiar en vuestros poderes arcanos, y que vuestra magia sea capaz de enfrentarse a la suya.

 - Nada de lo que le lancé le hizo efecto, lo único que sirve contra él parece ser la sal... Tal vez si le arrojamos un poco, eso sirva para hacerle daño... - Le respondí al vigilante.

Andrew revisa su libro, en busca de un hechizo de protección. Encuentra algo llamado "Aguas de Misso". Requiere un vaso de agua, conocimiento del lenguaje Kridoriano, y puede proteger a tres personas. El ritual es básicamente simple: se dice el encantamiento en dicho lenguaje y se vierte el agua sobre la frente de tres personas haciendo el dibujo que se ve en el texto, es como un círculo partido a la mitad. Ese símbolo protege a los elegidos por un tiempo, haciendo que todo el daño sufrido sea menor, sobre todo si se trata de magia.

     El chico se concentra como hizo aquella vez en el hospital, cuando estaba batallando contra el demonio que atacaba a los niños. Todo alrededor desaparece por un momento y sólo queda la puerta metálica que está abollada hacia dentro. Gabriel siente como si algo lo absorviera del otro lado, pero es su vista la que es llevada hacia allí; su cuerpo permanece con sus compañeros. Ve a una mujer de vestiduras negras, parada al lado del ente. Tiene una falda de cuero corta, por arriba de sus rodillas; una chaqueta de cuero con una sudadera debajo que tiene símbolos arcanos. Su cabello es corto y negro. Sus ojos son de un azul eléctrico frío y decidido. Está con ambos brazos estirados hacia el frente, apuntando a la puerta. Sus manos juntas como si tuviesen una pelota entre ellas, aunque nada se ve.

     El ente le habla.

     -Mantenlos encerradoszz... Él te lo commandaa....