Partida Rol por web

- ¿No estaban ya allí? - Naiara se extraña. - Vaya, que raro. Yo ya pensé que llegaría muy tarde.

A punto de irse, se da un momento la vuelta y se vuelve a abrazar a ti.

- Le encontré, Ar, ¡y le he matado! - te susurra al oído en tono confidencial.

Te libera del abrazo y vuelve a irse con Valahir en dirección al garaje esbozando una sonrisa.

- Verás cuando Mike se entere, ¡se pondrá furioso!

Antes de iros el kel dor comenta:

- Si te parece les llamo para que nos recojan en el pueblo, aunque hasta ahora no he podido contactar con ellos.

A continuación saca el comunicador, a la espera de que Naiara le dé su conformidad.

- ¿Hay algo que deba saber antes de irnos? Solo así podré ayudar...- pregunta mientras se dirige hacia la moto.

- ¿No estaban ya allí? - Naiara se extraña. - Vaya, que raro. Yo ya pensé que llegaría muy tarde.

A punto de irse, se da un momento la vuelta y se vuelve a abrazar al kel dor, susurrándole unas palabras al oído. A los pocos segundos le libera del abrazo y vuelve a irse contigo en dirección al garaje esbozando una sonrisa.

- Verás cuando Mike se entere, ¡se pondrá furioso!

Ar-Gour suelta una sonora carcajada pensando en la cara que pondrá Mike cuando le cuente su hermana que por fin se han vengado de Shaiden.

Vuelve a intentar ponerse en contacto con su gran amigo Hannawaka, "esto ya empieza a preocuparme, parece que todos los que entran en mi planeta dejan de utilizar las comunicaciones". Recoge una de las motos y como puede la echa al coche.

-¿Me ayudáis por favor? Hay que devolver las motos aunque estén rotas.

Cuando acaba sube a su moto dispuesto a seguir al vehículo en dirección al pueblo.

La verdad es que no entendía muy bien que es lo que sucedía. Pero esperaba que el viaje de regreso me aclarar alguna de mis innumerables dudas. Mike? No se quién es Mike, Naiara, ni por que se va a enfadar. Por favor, me puedes hacer un pequeño resumen de las cosas, para que yo esté un poco al día?

Al final conseguís anclar las dos motos al vehículo repulsor, no sin mucho esfuerzo, y emprendéis el camino de vuelta a Xeghsaz. Naiara y Valahir van en el deslizador mientras tú vas delante con la moto.

Afortunadamente la tormenta se ha desviado, amainando un poco, por lo que los vientos no son tan fuertes como antes y no te cuesta tanto controlar tu vehículo.

Al final conseguís anclar las dos motos al vehículo repulsor, no sin mucho esfuerzo, y emprendéis el camino de vuelta a Xeghsaz. Ar-Gour va en la moto repulsora mientras Naiara y tú le seguís en el deslizador.

Mientras conduces Naiara va respondiendo poco a poco a parte de tus preguntas.

Naiara permanece los primeros minutos del viaje callada mordiéndose el labio inferior, jugueteando con las manos y mirando al infinito. En esos momentos parece realmente joven, muy joven. Puede que ni siquiera cumpla la veintena.

Tras esos primeros instantes de silencio al final se decide a hablar.

- No te he dado las gracias por tu ayuda, Valahir. - comenta con la voz un poco entrecortada. - Vaya, que vergüenza. Ahora es cuando me asaltan los nervios...

La chica cambia un poco de postura tras haber hecho una mueca de dolor.

- Mi nombre es Naiara Sul y soy... bueno, viajo con un grupo de amigos y compañeros por toda la galaxia. En fin, te agradezco que me curarás ahí atrás - añade señalando con un gesto la granja que vais dejando en la lejanía. Después sonríe y sus ojos vuelven a brillar con fuerza. - Ar-Gour es uno de mis compañeros. Este es su planeta, ¿sabes? Y Mike es mi hermano mayor. - puedes escuchar como el tono de su voz cambia, mostrando orgullo - Es cazarrecompensas, ¿lo sabías? Sólo le veo de cuando en cuando debido a sus múltiples ocupaciones - su gesto cambia y se enfurruña levemente. - pero ya debería estar aquí. ¡Viene a buscarme en la Eclipse con los demás!

La verdad es que era un resumen bastante detallado sobre quién era cada quien. Pero había algo que si no le preguntaba reventaba:

-Verás Naiara, hay algo que me gustaría preguntarte antes de nada. Cuando nos conocimos en la tienda, y saliste para disculparte por no poder charlar conmigo. Cuando te fuiste, y como si no quisieras que lo escuchara o si querías que así fuera, dijiste algo sobre la fuerza. Qué opinas sobre eso? Crees en la fuerza?

La verdad es que estaba bastante nervioso, y mis palabras se agolpaban por querer obtener una respuesta sin ser descubierto. Y menos por unos cazarecompensas.

- Claro que creo en la Fuerza. Mis padres me lo enseñaron desde que era pequeña. - Naiara pone cara de circunstancias. - ¿Por qué lo preguntas? ¿Tú no?

Bien!!!!!!!!!!!!!!!!!!! sabía que no había errado en mis conclusiones. Pensaba mientras intentaba reprimir una sonrisa de sayisfacción.

-Eeehhh....... si Naiara, claro que creo en la fuerza. Las enseñanzas no se olvidan tan facilmente. Y tus acompañantes? creen en la fuerza?

Pregunto queriendo asegurarme de que no había peligro si me descubrían en su nave.

Al comprobar que la tormenta se aleja Ar-Gour se queda más tranquilo. Circulando con precaución deshace el camino que siguió para llegar a la granja y así devolver las dichosas motos a su propietario en Xeghsaz.

Ahora sus sentidos están centrados en la búsqueda de posibles emboscadas o atacantes, ya que todavía resuenan en sus palabras las crípticas respuestas de Naiara y Valahir. El hecho de que han dado por sentado que el peligro ha pasado no le tranquiliza demasiado, bien sabe que el Imperio no se caracteriza por olvidar los ataques sufridos y evidentemente sus compañeros han realizado un ataque a uno de sus "respetados miembros".

Además el no haber recibido contestación de Hannawaka tampoco le tranquiliza demasiado, aunque ésto quizás sea por otros motivos y no tenga nada que ver con la aventura de Naiara.

"Bueno, cada problema en su momento" piensa mientras conduce la moto.

- Bueno, pues... - Naiara vuelve a morderse el labio. - Mike solía creer cuando era más joven. Ahora dudo mucho que lo demuestre si es que no ha renegado ya - su mirada vuelve a ponerse un poco triste. - Supongo que, después de todo, no puedo culparle. El resto no lo sé, pero supongo que Ar-Gour y Hanny por lo menos habrán oído hablar de ella. Que luego crean o no es cosa suya. Koran se reiría de mí si lo supiera así que me suelo callar. Y Kintar... bueno, nadie sabe realmente lo que piensa Kintar.

Naiara vuelve sus ojos verdes hacia ti.

- ¿Por qué lo preguntas? No creo que se vayan a reir de ti si eso es lo que temes... - de pronto se queda callada como si cayera en la cuenta de algo y baja la vista mientras sus mejillas enrojecen por momentos.

-No se que es lo que me ocurre con tu persona, Naiara, pero hay algo que me dice que puedo confiar en ti. Por tu actitud ahora mismo, creo que ya has intuido lo que voy a decirte, pero aún así, me gustaría que las cosas fueran muy claras entre nosotros. Yo fuí un aspirante a ser Caballero Jedi. No terminé mi instrucción por que el imperio mató a todos los maestros Jedi, y desde entonces, recorro la galaxia con dos objetivos. Unoes encontrar un Maestro para mi. El segundo es volver a instaurar la Orden de los Caballeros Jedi. Termino de decir mientras le enseño mi sable de luz para reforzar mi alegato.

Naiara se queda inmóvil por unos instantes. Son sólo dos o tres segundos pero ves como sus verdes ojos es lo único que se mueven. Primero enfocan la vista en Valahir, después su pupila se agranda y finalmente se llenan de lágrimas.

- ¿Un jedi? ¿Eres realmente un jedi? - grita sin que al parecer haya oído nada más que la primera mitad de su disertación.

Y se lanza contra ti estrechándote en un gran abrazo que te hace perder el control del vehículo. Afortunadamente sólo dura un instante y logras aferrar de nuevo los mandos con firmeza.

Naiara se separa de ti casi tan rápido como te abrazó y se pega a la puerta situándose lo más alejada posible de ti. - Lo... lo siento. No era mi intención.

Abrumado por la efusividad de Naiara, una oleada de sensaciones inundan mi persona. Consigo controlar el vehiculo tras la sorpresa inicial. De pronto veo como se separa de mi disculpandose.

-No tienes por que disculparte Naiara. Me alegra verque nos tienes en tanta estima, y para mi es un gran alivio. Puedo preguntar por qué te alegras tanto de saber de nosotros?

Pregunto ya en tono distendido, con una sonrisa en la boca. Me agradaba su persona, y en especial su espontaneidad. Hacía que una situación tensa en principio se desarrollara de manera familiar y agradable.