Partida Rol por web

Stiven se pone en marcha en cuanto le haces la señal.

Esta es la única ciudad que ya estaba construida, fuera no hay nada. En un año nos ha dado tiempo a fundar algunas aldeas por los alrededores y bastantes se han ido a buscarse la vida en las zonas salvajes. En mi opinión nada recomendable con las bestias que hay sueltas. Y también está lo que paso con Muenir, esa rata traicionera y su grupo de foragidos, vamos, que tenemos trabajo para largo y tendido.

Stiven se para de golpe y se gira con cara de preocupación.

Señor, si le molesto con tanta charla digameló, luego me riñen porque no soy capaz de parar de hablar, ¿sabes?, me decían que salí a mi madre, era verdulera y cotilla, y le encantaba hablar, decían que era capaz de dormir hasta a las rocas.

Poco a poco avanzais de nuevo por la multitud donde los escribas siguen registrando a los recien llegados. Una vez dejado estas dependencias, paseais por calles empedradas de la ciudad dejando atrás el bullicio del gentio. Una corriente de agua a vuestra izquierda suena constante y cercana, mientras que a la derecha una murralla interna separa una pequeña parte de la ciudad.

Pasais por la gran puerta de dicha muralla con al menos 10 soldados protegiéndola para al poco llegar al patio de armas de otra puerta aún más grande que la anterior. Esta ya da al exteriorde la ciudad y forma parte de la verdadera muralla de la ciudad. Desde el patio se puede ver un pequeño puente que cruza el rio que divide en dos a la ciudad de Aglate, y en su borde se alza unos barracones donde te dirige Stiven.

Señora, por favor, acompañeme. Dice un joven con cara alegre y una espada corta colgandole del cinturo de su vestimenta.

Espera Stiven, llevale estos papeles a Lekion, puede que le resulten utiles.

El escriba guarda unos papeles, entre ellos el tuyo en un portarollos y se lo da a Stiven.

Lo los pierdas.

Bien, pues ya estamos listos. Por favor, sigame.

Stiven se abre paso por la multitud de seres que han llegado sin más. Salis fuera de las dependencias donde los escribas toman nota de todos los recién llegados. Salis a calles empedradas y edificios solidos de piedra. El rumor de un rio cercano se hace audible al poco de alejaros del bullicio.

Al poco de avanzar, por una callejuela aparece tu zorra, como hace habitualmente, se había ido a investigar lo que le parecía interesante y juntos avanzasteis hasta llegar a unos barracones justo al borde del rio.

- Que curioso, me imagino que la ciudad ya contaría con suministros, sino no se como se van a pasar los primeros inviernos hasta que las cosechas comiencen a producir. En fin, seguro que alguien mas listo y leido que nosotros esta pensando en todo eso.

Bohemundo acompaño al joven a lo largo de la travesía, fijandose en el recorrido que hacian y tratando de recordar el camino recorrido y las posibles vias de salida.

- No te preocupes, hay quien le gusta hablar. Siempre y cuando no se haga en mitad de una partida de batidores delante de un grueso de ejercito, nadie ha muerto por ello.

Bohemundo trató de ser cortés y sonreir, pero aquello pareció una mueca de espanto entre sus barbas. El tipo parecía estar mas acostumbrado a tratar con caballos que con personas.

Si. bueno, la verdad que lo de la comida nos preocupo a los primeros que llegamos, hace ya tiempo ¿sabes?, pero resultó que la caza era muy abundante, y la pesca, además hay un bosque donde se pudo conseguir fruta facilmente, ¿sabes?. Ahora los granjeros están con sus plantas y tienen muchos animales a las afueras y al sur hay una aldea de pescadores a dos o tres horas de camino y traen bastantes peces.

Jalip, el escriba toma nota de tu nombre y de tu profesión, además de algunos datos más sobre tu descripción. Es escueto y te despacha tan rápido como le es posible. Dado que eres un clérigo y además un gnomo titan, te indica que te pondrá bajo las ordenes de Lekion para que sirvas a la ciudad de Aglate y así, puedas obtener la ciudadania en pocas semanas.

Stiven, un muchacho alegre con una espada colgada del cinto de sus ropas te lleva por la ciudad hablandote de muchas cosas, entre ellas de que los templos en la ciudad están agrupados todos en una antigua parte de la ciudad donde hay multitud de casas nobles. Allí no es muy bueno ir, dado que por nada puedes buscarte problemas.

La ciudad de Aglate está dividida en dos por un rio que la recorre. La parte rica se encuentra en la parte norte (donde ahora te encuentras) y en la parte sur la plebe y la burguesia.

No muy lejos de la plaza se encuentra un barracon cerca de la puerta oeste de la ciudad. Allí, un guerrero veterano, Lekion está entrenando con unos estafermos.

Stiven os presenta y se marcha de inmediato.

Lekion te observa y evalua. Le agrada tener a un clérigo en el grupo, sobretodo porque en su última escaramuza se toparon con una pareja de buhosos que aniquiló a todo su grupo menos a él. Si hubiesen tenido a un clérigo algunos se podrían haber salvado.

Lekion es serio y no dado a muchas palabras, parece lo contrario a Stiven, como su la llama de su pasión se hubiera acabado y no hubiera nada nuevo que ver.

Kitsu...Kitsu-san siempre fue mi padre. Sin embargo...

Ryosei se dio cuenta de que ahora representaba a su familia aqui, que habia pasado de ser el hijo rebelde menor a un heraldo de su familian y su clan.

Entiendo vuestros motivos y pasare gustoso las pruebas. Como sabeis vengo de lejos y mis habilidades son la guerra y la caza que es lo que siempre me enseñaron.

Dicho esto se acerca a Romualdo. Su cabeza se agacha y con ella baja dice. Por el momento intentare aportar y colaborar con mis conocimientos. Mas debeis saber que o sigo mi propia profecia y los ancestros cuya sangre corre por mis venas me dicen que este viaje no ha sido una coincidencia.

Gracias Etlan-San.

El currito era simpático. Quería haberle dejado anodadado con unas acrobacias, pero se sentía cansada, así cuando empezó a moverse, se limitó a elevarse, girar sobre sí misma despacito y volver abajo. Nada espectacular para ella, pero tal vez sí para alguien que no había visto mucha gente de su tamaño volando.

Otro día, si te portas bien, te haré algo más difícil. 

Por qué exploran tanto, Stiven? Por su inteligencia algo limitada no había caído en que si habían sido transportados allí todos, ese lugar era desconocido, pero el comentario de que a Lekion lo hacían explorar porque era un experto luchador, le dio curiosidad. 

Ya en los barracones, Stiven te deja en presencia de un gnomo y un humano, Lekion. Stiven le comenta algo breve a Lekion y vuelve por donde ha venido dejandoos a los 3 a solas.

Lekion y el gnomo te obsevan claramente evaluándote.

De acuerdo pues. Por el momento, acompañarás a Lekion, un guerrero experimentado. Con él podrás demostrar tu valía como guerrero, una vez cumplido este tramite, estaré encantado que me cuentes más sobre esa profecía que comentas, quiza pueda ayudarte.

Romualdo abre la puerta y sale. Llegas a escuchar como llama a Stiven, un joven con una espada en la cintura de sus vestimentas para que te acompañe hasta Lekion y manda a Jalip para que continue con su trabajo.

Señor, por favor, acompañadme. Le llevaré con Lekion.

Stiven espera a que esteis listos y se abre paso por la multitud de seres mientras te saca de las dependencias. Ya fuera del barullo puedes apreciar las calles empedradas de la ciudad de Aglate, así como sus robustos edificios de piedra. La luz que ves está ligeramente azulada.

No sois como los demás, Señor. se apresura a corregirse. Digo como los otros humanos, debeis de venir de algún reino lejano ¿sabes?, aunque lo más raro que me he encontrado a sido una simpática mujer con alas. Me ha dicho que otro día me llevará a volar con ella. Es muy emocionante.

Es fabuloso eso de volar por el aire. Te tomo la palabra.

Pues porque no conocemos nada y todo fuera es muy abundante. Los animales, las plantas y las bestias. Lekion ya se ha enfrentado contra varias de esas bestias, las últimas fueron más peligrosas, una pareja de osos no se que ¿sabes?, acabaron con todo su grupo menos con él. Es que es duro de pelar y muy curtido ¿sabes?

Lekion se ha juntado con un grupo muy variopinto, seguro que hareis grandes hazañas. Stiven e queda mirandote esperando a que le digas algo con ganas de entablar conversación.

Hay de todo, un soldado, un extranjero, un gnomo, una chica con alas y por supuesto, Lekion.

Mientras Stiven te habla notas que la luz normalmente cálida del sol se encuentra algo más apagada, con un tono ligeramente más azulado.

Ante las palabras sobre su breve vuelo, se dio cuenta de que le apetecía hacerle un vuelo personal. 

Dime, Stiven, te gustaría volar? Si me invitas a una cerveza otro día, te agarraré y te elevaré un poco. No demasiado alto, eh! Sólo unas yardas y un revoloteo. Así tendrás algo que contar a tus amigos. Que conste que no hago esto con todos. Sólo con los que me parece que se lo merecen. Le sonrió con una cara de pilla, aunque simpática.

El joven Stiven le había caído en gracia. Pero sus palabras sobre un mundo inexplorado le parecieron un mar de oportunidades. Los Dioses habían escuchado sus quejas de nena caprichosa de una puñetera vez! Era un lugar nuevo donde demostrar su valía? No exactamente. Era un sitio donde tomar lo que se merecía por derecho propio Es decir, era un mundo que virgen del que servirse a manos llenas. Estaba entusiasmada. No había reparado todavía en que el pastel ya se lo debían estar repartiendo los primeros que llegaron.

Vayaaa, entonces, habrá buenas recompensas, no?

Mujer con alas? en un primer momento Kitsu estuvo a punton de  responder con una groseia al chico pro sus broma pero al salir a la calle y ver con sus ojos a tanta gente distinta decidio callarse. Puede que sea cierto.

Solo soy un hombre, no tengo nada especial que no tengan los demas.

Stiven-san. Cual es el motivo de esta luz azulada? no soy capaz de distinguir bien los colores y eso me preocupa. Es que el sol no es el mismo aqui que en mi patria?

Ryosei sigue a su guia con honesta curiosidad. Sus ojos se fijan a su alrededor en cada detalle.

¡¡OH CIELOS!!, ¡¡VOY A VOLAR!!. Una enorme sonrisa, aún más grande de la habitual en Stiven le cruza la cara. No puede dar brincos según avanza de la emoción.

Ten por supuesto que te invito a esa cerveza. Consigue decir aún emocionado por la noticia. Poco a poco se va serenando y puede seguir con la conversación.

Bueno, hay cosas fuera ¿sabes?, los grandes mercaderes suelen recompensar a aquellos que les dicen donde hay un buen lugar para hacer negocio, ya sabes, buena madera, piedra, carbón, lo que sea, claro que eso es meterse en lios porque si te llevas bien con un mercader de los grandes, caeras mal al resto.

Stiven no puede evitar poner una mueca de cierta satisfacción mientras que estira uno de sus brazos y señala con el indice hacia el cielo despejado.

Allí, una inmensa cúpula de color azul suave envuelve una gigantesca porción de tierra. Según bajas la vista, mires por donde mires, millas y más millas separan donde estás de cualquiera de los bordes.

Es sorprendente ¿sabes?. Todavia nadie que haya salido a ver si llega al borde ha vuelto. Muchos preguntan y piensan cosas. Yo por mi parte pienso que algún dios nos ha metido aquí para jugar con nosotros, como los trileros con los dados ¿sabes?

Después de un breve silencio, Lekion avanza un par de pasos hacia ti para romper el hielo.

Buenos días, señor. Al parecer esa rata de Jalip os considera apto para seguir mi ritmo. Debo advertiros de que tengo la mala suerte de atraer el peligro y que sin duda, os encontrareis en situación de vida o muerte. Claro está que un buen servicio siempre lleva una buena recompensa.

Bohemundo agachó la cabeza con gesto servil y marcial a partes iguales y dijo: - He servido como explorador, infiltrador, punta y forrajero durante algunos años en... Bueno, eso ya da igual. No podría dedicarme a otra cosa por mucho que lo intentase, así que cualquier oferta es bienvenida.