Partida Rol por web

Como de costumbre, cuando la noche cayó, el grupo se dividió las tareas sin excepción. Montar las tiendas de campaña, reunir leña, encender la fogata y por último hacer la cena. En ocasiones tenían patatas con algo de mantequilla, mientras que otras veces tenían que contentarse con llenar la panza con cecina, queso y pan duro. Sin embargo, en aquella ocasión habían logrado cazar un jabalí. 

Horas después, con el campamento montado y con el crepitar del fuego al caer la grasa del puerco, el grupo se reunió alrededor de la hoguera. Mientras tanto, lejos de la luz ofrecida por las llamas, la noche se extendía fría y húmeda.

En el silencio de la noche, en el que solo el crepitar del fuego rompía esa tranquilidad, Megumin hizo uso de su magia para hacerse con el control a distancia de un pequeño tocón de madera ardiendo que lo sacó de la hoguera y lo fue elevando poco a poco mientras se escuchaban unas vocecitas provenientes de la fogata. (Oratoria: 19)

— ¡OH, NO! ¡Estamos perdidos! ¡Es un dragón ambarino! – mini voz A.

— Ja, ja… Así es, panda de ladrones. – dice Megumin justo antes de poner una pose extravagante.

— Mi nombre es Megumin y soy la mejor archimaga del mundo y la más notable entre los dragones ambarinos por ser portadora de magia explosiva. – Vuelve a su pose “normal” - Vuestras fechorías me han traído aquí… y debo cumplir con mi deber. – dice con cierto toque melodramático. El tocón envuelto en llamas se detiene a un metro del suelo.

— ¡Sabía que esto iba a pasar! ¡¿Por qué tuvimos que hacerlo?! – mini voz B.

— No voy a permitir que unos ladrones tan perversos como vosotros salgáis vivos de aquí… - cada vez las palabras de Megumin parecían más serias.

— ¡NO! ¡El cielo llameante caerá sobre nosotros! ¡HUYAMOS! – mini voz C.

El tocón ardiendo comienza a caer como si un meteorito a escala estuviese entrando a la atmosfera.

— ¡¡NOOO!! – todas las minivoces.

— Vuestra destrucción servirá de ejemplo para que nadie vuelva a robar algo tan sagrado como la ropa interior de una chica…

— ¡AAAH…!

Los gritos comenzaron a apagarse cuando el tocón ardiente “chocó” lentamente contra la hoguera.

Megumin acompañó ese impacto con una amplia apertura de brazos, como si estuviese emulando que había habido una explosión de verdad. Su mirada se centra por un instante en Kylark, como si fuese una historia que le recordase a algo que había pasado en la realidad (Engañar: 21) o en la propia imaginación de Megumin.

La fogata volvió a tomar el mismo aspecto que al inició, ya que el resultado final fue dejar el tocón encima de los demás. La mirada de Megumin volvió al fuego.

Rhogar observó la escena ligeramente divertido.

Esa noche refrescaba y el calor del fuego reconfortaba. Era obvio que Megumin era joven. Muy joven. Pero pese a ello, era una chica divertida que amenizaba el viaje a su manera. Después con un tono más divertido que de reproche dijo:

— Ten cuidado con las brasas. He visto fuegos descontrolarse por menos — se levantó y se desperezó — , creo que voy a dar un paseo.

Con su mirada apasionada en la hoguera dice:

— El fuego y yo somos uno. – vuelve a levantar el tocón ardiendo unos centímetros — Siempre que lo esté controlando con mi magia, jamás pasará na…

Megumin se quedó callada durante un instante en los que cogió aire un par de veces de forma violenta para finalmente estornudar y lanzar por accidente las brasas a su mochila.

— ¡WUAH!

Se levantó de inmediato y corrió para quitar la mochila de esas brasas que ya habían chamuscado parcialmente una pequeña superficie de cuero. Apagó las pequeñas llamas del tocón con un poco de tierra.

— Creía que éramos amigos… - le dice al tocón semi enterrado mientras lo señala. — Mi mochila... - la sacude un poco y la aleja del fuego.

Evitando las posibles miradas de sus compañeros, se acercó a Rhogar y se puso a su lado.

— ¿A dónde vamos? – pregunta mientras se auto invita – Me han entrado ganas de explotar algo. Creo que esta vez me voy a atrever con algo más grande y fuerte, como una roca; siento que mi poder ha aumentado.

Charsa suelta una pequeña y débil carcajada al ver la escena con el leño mientras que estaba sentada junto Kylark y miraba fijamente el fuego.

- Siempre pensando en explotar cosas Megumin-dice mientras que la mira sonriente mientras que se levanta para tomar su cantimplora de agua y algo de comer.

Tras tomarlo de su equipaje se volvió a sentar junto a Kylark mientras que tomaba agua de su cantimplora y ofrece algo de su comida a este.

KYLARK suelta una carcajada sonora y sincera mientras señala sonriendo la mochila ligeramente quemada .Parece que va a decir algo cuando ve que Charsa le tiende un trozo de comida

-Gracias Charsa- Mientras acepta un trozo de pan haciendo que sus manos se rocen ligeramente, poniéndose un poco nervioso ante la mirada inocente de Charsa

-Me preguntaba si cuando tengamos un poco de tiempo libre... ¿Podrías acompañarme a comprar un par de cosas?

te invitare a comer para compensar el tiempo perdido

Mientras kylark baja la mirada ligeramente nervioso

Charsa sonríe algo avergonzada mientras que mira un poco avergonzada al fuego de nuevo.

- Si...si claro- dice Charsa mientras se sonroja ligeramente- Cu...cuando quieras podemos ir a comprarlas.

Dice mientras hace un movimiento con los dedos estando claro que estaba algo nerviosa mientras miraba ligeramente a Kylark

Megumin observó esa escena ligeramente incómoda, pero no pudo evitar sentir cierta incomprensión al escuchar las palabras que Charsa le había dedicado con anterioridad.

 — Deberías explorar la magia explosiva conmigo para que veas lo genial y satisfactoria que es. Las explosiones son lo mejor.

Guarda silencio durante unos segundos y su mirada se dirigió hacia Kylark.

 — Y tú deja de amenazar a mi amiga. – dijo fingiendo seriedad – Seguro que le haces cosas de esas que tú haces.

Engañar base:  11; elige 10; Engañar 21 (Si se supera: La frase es realmente ambigua y, ni siquiera Megumin tiene claro a lo que se refiere, pero todo sea por molestarle)

Kyllark mirando a Charsa con una expresión de victoria

-Gracias Charsa intentare portarme bien...-

En ese momento Kylark vuelve su mirada a Megumin mientras le lanza a la cara un trozo de pan que aun no se comió

-Sigues siendo una niña mientras la mira con una sonrisa-

En ese momento Kylark mira a Rhogar con sonrisa picara

-Oye Rhogar ¿no crees que Megumin a la luz de la hoguera esta mas bonita de lo normal?

Se ve en la cara de Kylark las ganas de devolverle la `broma´

Rhogar se acercó al tocón, pronunció una palabra incomprensible, lo tomó con su mano, se acercó al fuego y metiendo la mano en él, lo dejó en el centro de la hoguera.

 — El fuego es mi amigo también  — comentó rodeándose de un aura de misterio.

Después, escuchando las palabras de su compañero, miró a Megumin. Tras unos segundos afirmó:

 — La luz de la hoguera le da un aire fata  — se acerca a ella  — es como sí...  — acaricia su rostro  — no sabría explicar... incluso su nariz parece más delgada y perfilada ¿Verdad?  — dice mientras la acaricia con suavidad con su dedo.

Juego de manos: 10 + 17 = 27.

Se aparta de ella. Y el resto de sus compañeros puede observar como con la ceniza del tocón, ha dejado la cara de Megumin llena de marcas negras.

 — Si que está guapa hoy  — sonríe levemente  —. Creo que había un pequeño arrollo por aquí cerca, vamos allí  — dice comenzando a andar respondiendo a la joven que lo esperaba.

Megumin observó a Rhogar con una clara admiración en su mirada. Esa forma de acercarse a las brasas y meter la mano en el fuego sin quemarse… Sabía que era una clase de truco o algo mágico que le permitía hacer eso, pero quedaba tan misterioso y genial que quedó encantada con esa escena.

Megumin estaba anonadada, aunque cuando un trozo de pan chocó contra su rostro se despertó y buscó de inmediato al culpable con su entrecejo fruncido.

 — ¡Que no me llames así! – gruñe Megumin al escuchar a Kylark llamarla “niña”.

Megumin, haciéndose la interesante y la ofendida al mismo tiempo, contestó de nuevo a las palabras de Kylark.

 — ¿Ah? ¿Me llamas niña y luego dices que soy bonita? No sabía que eras de esa clase de hombres… - suspira con ciertos aires de superioridad - Shikata nai…

Oriental “no hay remedio”

Rhogar comenzó a pronunciar unas palabras que hicieron a Megumin observarle de forma pasiva. Su primer paso hacia ella no causó el más mínimo efecto, pero cuando sus pasos le llevaron frente a ella y este le acarició el rostro… Era imposible no ver lo abrumada que Megumin se sentía.

 — ¡Claro que tengo un aire fata! ¡Mi clan desciende de las dríades! – alzó la voz cuando Rhogar se apartó, molesta, intentado cambiar de tema y que no notasen lo apurada que estaba.

Con su última frase, Rhogar logró sacarle los colores a Megumin e, inmediatamente, miró a Kylark con gran molestia en su rostro, como si le estuviese replicando algo o simplemente estuviese preparada para contestarle si se le ocurría decir una palabra más antes de que se marchara con Rhogar.

Charsa se ríe levemente cuando entiende la palabra pervertido entre líneas en lo que decía Megumin, mientras que esta se enfadaba con Kylark, tras eso bebe un poco de sus cantimplora y comienza a observar de manera fija al fuego algo pensativa y evadiéndose de la realidad. 

Recordando todo lo que había pasado para que ella lograse estar allí y ante el recuerdo de su padre, un gesto triste se dibujo en su cara de manera lenta al recordarlo cada vez mas y mas, mostrándose evidente para el resto.

Tras mirar a la hoguera durante unos instantes, Charsa miro a sus compañeros de manera algo mas seria de como miraba antes, sintiendo como si algo hubiese cambiado y hubiese olvidado por completo su pasado, como si hubiese sido tan fria de olvidar el pasado. Tras eso se quedo mirándoles a todos de forma algo seria y temerosa.

- En algún momento nos encomendaran ir a Askakor-dice Charsa con la voz entrecortada mientras movia sus manos algo nerviosa- No se si estoy preparada para volver allí, podría poneros a todos en peligro.

Tras estas palabras que a Charsa le costo mucho decir estas palabras mirando a sus compañeros de manera fija y  sin apartarles la mirada para que concluyesen que es algo serio y que le cuesta mucho hablar de ello.