Partida Rol por web

Jafreese corre detrás de Jeanine por las escaleras , mientras decía Rápido, llevo las llaves, vamos a por la furgoneta, ¡toma Jae!

Jafreese corre como alma que lleva el diablo

Thomas no encontró gran cosa en aquella habitación, pero había algo que le erizó la espalda, una sensación extraña. En su mente no cesó de pensar una y otra vez en la situación del lugar, tranquilo, muy tranquilo, y para mayor preocupación sin saquear. ¿Qué podría significar todo eso? Compartió la postura del mecánico sobre ello. Aunque no le dio mucho tiempo a más. Una trampa se acercó sin aviso en forma de una desagradable horda de infectados dejando al rubio sin habla.

Los gritos, ladridos, y el miedo empezaron a reinar en las cuatro paredes maltrechas. Había que actuar, ¿pero qué, y cómo? Se preguntó. El grupo se decidió por huir, sin lugar a dudas la opción más inteligente, las improvisadas defensas no aguantarían mucho. Había que largarse de allí cuanto antes, y nuevamente la camioneta se convertiría en su vía de escape. 

Con el machete bien agarrado Thomas siguió al resto de sus compañeros, siendo el último para cubrir la retaguardia. Mientras sus pasos ligeros se dirigieron a aquella dirección pudo escuchar como la madera iba cediendo en varios puntos. - Joder, joder, joder. - Masculló aterrorizado por el camino. - ¿Estamos todos? - Preguntó preocupado a la vez que sus inquietos ojos hicieron un raudo vistazo al llegar. 

Unos cuantos infectados se habían colado en la casa, claramente no se paró a contarlos, tenía mejores cosas que hacer, como huir. Por fortuna los dejó atrás por el momento. - Tenemos que salir, la casa no aguantará mucho más, y ya están entrando. - Comentó alarmado. Se habían metido en una trampa mortal. No cabía duda que aquella noche no había terminado y no les dejaba respirar ni un miserable minuto. 

Jafreese bajó abajo y pudo divisar a todos, salió deprisa al patio trasero y divisó cinco mordedores.

Jae estaba más alante con las llaves que le había pasado, y todos parecían esquivar bien a los caminantes. No iba a ser él quien comenzará las hostilidades así que se aproximó a la furgoneta lo más rápido posible.

Junto al mecánico que se había quedado pasmado Stan corre hacia el vehículo y salta dentro de la parte trasera a toda velocidad.

Ambos cerraron las puertas simultaneamente mientras el docente exclamaba -Vamos, vamos, vamos- hacia la cabina.

-¿Una trampa?- pensó por un instante al recordar las primeras palabras de Zack pero luego descartó la idea inmediatamente -¿Quién usaría mordedores como arma?-.

El mecánico ayuda a subir uno a uno a sus compañeros mientras apresura a los rezagados.

-¡VÁMOS!, ¡VÁMOS! ¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!...- De un vistazo se da cuenta que los mordedores avanzan rápidamente inundando el lugar a medida que son excitados por la presencia de comida.

La puerta junto con las ventanas ceden ante el peso de decenas de cadavéres vivientes el lugar se inunda de la pestilencia que despiden los cuerpos en estado de descomposición, Jafreese es de los últimos en reaccionar por lo que queda rezagado y justo al pasar por el correrdo que da directo al garage un ventanal se quebra en mil pedazos dejando entrar a 5 mordedores obstaculizando el paso al boxeador quién ya casi alcanzaba a sus compañeros los cuáles  se sorprendena ante el ruido y la entrada de aquellos invasores muertos.

Uno de los cuerpos posa sus descarnadas extremidades en los hombros de Jafreese y este siente el hedor de la muerte en su rostro, por la sorpresa que le causa el muerto viviente resbala cayendo de espaldas forcejeando con aquel cadáver mientras los otros 4 se acercan rápidamente para comenzar con el festín ante la mirada atónita de sus compañeros.

Mimi ladra incesante ante tal espectáculo mientras la casa se empieza a llenar de más muertos que vivos, la horda de afuera comienza a agitarse y a concentrarse afuera.

Si el entrenador le viera estaría gritándole por su precipitación y torpeza. Ahora le tocaba pelear con un mordedor.

Lo tenia encima en un momento, observa a sus compañeros y grita ¡Ayuda! .

Por suerte sus entrenamientos le sirven y consigue zafarse, sale corriendo tras la furgoneta y le salen 4, Mierda, exclama, pero el lanzamiento de una jirafa a la cabeza de uno de ellos hace que se giren, lo que aprovecha para hacer valer nuevamente esos kilómetros y kilómetros recorridos y con su potencia pone espacio de por medio y de un salto de cuela dentro de la furgoneta sentándose al lado de Jeanine. ¡Hermana! Eso ha estado cerca, Jae, te debo una.

Jae hace callar a Mimi y le hace que se quede en la parte delantera de la furgoneta pidiendo que no salga. - Mierda Jafreese! Exclama al ver como uno de los mordedores se le abalanza y cuatro mas se dirigen a el. Jeanine le tenemos que ayudar. Comenta mirándola. - Hagamos que esos cuatro no vayan a por el, Jafreese podrá con el otro pero no con todos.

Jae da unos pasos y mira a Stan y le comenta lo mismo. Utiliza tu lanza para llamar su atención desde la distancia. Cuando vengan hacia aquí les atacamos entre todos.

Aun resoplando por el esfuerzo añade, Toma Jae, que has demostrado la valía al volante - entregándole las llaves.

Paralizada viendo con los demás como Jafreese casi es atrapado por 4 retornados, mi mente no sabe cómo reaccionar. Medio sujeto la escopeta, pero no me atrevo a disparar, no sé si esconderme corriendo en la camioneta o tratar de ayudar. Jae me comenta algo pero la perra no para de ladrar, hasta que la manda callar... entonces Jae le tira una cosa puntiaguda y Jafreese se libra, justo a tiempo para escaparse y subirse de un salto a mi lado. Todos en la camioneta otra vez

-ARRANCA JAE ARRANCA y VÁMONOS DE AQUÍ!! Dios Jafreese eso ha sido un milagro!!! 

 No todos tuvieron tanta suerte, el grandullón de tez oscura fue sorprendido por un infectado impidiendo su huida, aunque gracias a sus dotes en el combate se pudo liberar rápidamente sin aparentes rasguños. No obstante, ya habían entrado, la casa cedió ante la marabunta devoradores de carne cruda. Permitió que el ex-boxeador entrase primero protegiendo así la retaguardia. - ¿Estás bien? - Le preguntó.

Thomas dudó, observó la puerta del garaje con la intención de abrirla manualmente. Finalmente tras un segundo de demora desistió. - Joder, no tengo tiempo para abrirla, joder. - Maldijo Thomas frustrado. Con total seguridad si lo llegase a hacer se vería atrapado entre los devoradores del interior, junto a los del exterior. No le quedó otra que si quería salir lo tendría que hacer a las bravas. Rápidamente se metió dentro del furgón ayudando a Zach que se quedó atrás. - Vamos Zach, estamos todos, sube. - Imploró al susodicho.

Tras él cerró las puertas traseras del vehículo con fuerza para luego dirigirse a Jae con voz de alarma. - Jae, acelera con ganas y tira la verja. Todos agarraos. - Y una vez dicho esto él mismo lo hizo, sujetándose como pudo a lo que tenía para que el golpe fuese más llevadero posible.

Una vez están todos dentro ya Jae arranca la furgoneta y sin pensárselo mucho mas pone la marcha atrás y aprieta a fondo el acelerador destrozando la persiana del garaje. Al salir a fuera Jae sigue marcha atrás a toda velocidad mientras mira por los espejos retrovisores de los lado del coche.

-Vamos, vamos, vamos!!!!! Grita el modelo mientras sigue conduciendo marcha atrás y se van escuchando golpear a los mordedores en las puertas traseras de la furgoneta. - Lo vamos a conseguir, lo vamos a conseguir.

Tras escuchar como unos quince golpes y ver que dejan atrás al grupo de mordedores, Jae da la vuelta a la furgoneta e intenta alejarse lo antes posible de la horda.

Jafreese se estira en la furgoneta, se levanta un poco la camiseta para mirarse donde el zombi se le había agarrado pero por fortuna comprueba que todo está en su sitio y sin un rasguño. Revisa su AK-47 y verifica que el seguro sigue puesto, disparar hubiera sido una tontería, solo habría servido para delatarse y alertar a más mordedores. En el patio su vida había pasado por delante de sus ojos al verse abordado por el mordedor. Todo iba demasiado rápido una vez más. A la pregunta de Thomas asiente con la cabeza, sí, por los pelos, pero sí.

El portón de la furgoneta se cierra con un estrépito y Jae acelera a todo gas marcha atrás, Jafreese se agarra al asiento mientras la puerta salta por los aires, aquello está inundado de zombis. Traga saliva y resopla, una vez más, a la carrera, la furgoneta va imparable triturando zombis y pasándolos por encima.

Con un volantazo, Jae endereza y empieza a alejarse de la horda. Jafreese intenta mirar hacia el fondo de la horda a ver si en verdad es una trampa como había dicho Zach, empiezo a sospechar de él.

Al alejarse del grupo suspira aliviado, ¡uf! Esa ha estado muy cerca, eres un campeón Jae ¿Estáis todos bien? ¿Y ahora donde vamos?, al final, como había deseado Jafreese antes de parar siguen en carretera, con un poco de descanso y las mismas pertenencias, ¿Seguimos al norte?