Partida Rol por web

El cristal de la puerta de la tienda de antiguedades cede ante los impactos del rifle automático de Martín, uno a uno van cayendo al suelo mojado por la lluvia que no cede, el silencio regresa al lugar, las gotas de lluvia sobre el toldo es lo unico que mantiene viva la zona, Javier ingresa a la tienda y al pasar por encima de los cadáveres putrefactos se da cuenta de que eran los empleados de la tienda por las camisetas estampadas con el nombre de la tienda en la espalda.

Martín baja el rifle y les hace una seña a los demás haciendoles saber que es seguro -al menos por ahora- ingresar, Roy entra detrás de Martín, luego Gwen y Kaitlyn, Roy, y Brianna que se queda en la entrada con la puerta aún cerrada por dentro pero sin cristal.

Desde adentro de la tienda casi no se escucha la lluvia, y el lugar templado les obliga a quitarse los ponchos para poder explorar mejor el lugar.

Al pasar justo por encima de uno de los retornados, al parecer por su ropa trabajaban aquí, noto algo que brilla colgándole del pantalón. Me agacho y veo que son unas llaves al parecer de la tienda de antigüedades. Las recojo y sigo revisando el lugar con cuidado. - Cuando vayáis a abrir una puerta, aseguraos de os cubra alguien. - Le hago un gesto a Kaitlyn con la cabeza para que me cubra mientras me acerco a la puerta del fondo, apuntando entre estanterías. Intento abrirla pero está cerrada. Introduzco lentamente algunas de la llaves y al final una encaja y abre la cerradura. Vuelvo a guardarme las llaves en el bolsillo y entreabro lentamente la puerta para mirar que hay detrás.

-Por aquí podremos llegar a la zona industrial directamente.  Deberíamos asegurar la entrada con el cristal roto para no tener sorpresas en nuestra espalda. ¿Colocamos las vallas tal y como comentaste, Roy? 

Entro a la tienda detrás de Javier, llevo el rifle a la espalda y el machete en la mano, no hay luz eléctrica y el día lluvioso no ayuda mucho a la visibilidad. Enciendo la linterna y la llevo iluminando en mi mano izquierda.

En uno de los estantes encuentro un juego de jeringuillas y agujas antiguo, de metal, de esos que se pueden hervir.

-Perfecto!

Lo meto en mi botiquín pequeño.

Sigo investigando la tienda.

Entro con mis compañeros en la tienda y me dirijo a los baños. Las puertas están cerradas así que saco mi machete y las abro con cuidado...el de chicas vacío pero el de chicos...nada más girar la manivela un retornado irrumpe violentamente en el local!!! Estaba preparado y conservo la sangre fría. Agarro al zombie de la camisa para impedirle que ataque a algún compañero y le clavo el cuchillo en la sien. El zombie se desploma y lo arrastro hasta el exterior, dejándolo en la calle con el resto de retornados.

Vuelvo a entrar en la tienda y veo que Javier ha conseguido abrir la puerta trasera. En la zona de objetos nuevos busco un mechero bunsen:

Bingo!! La verdad es que me será muy útil para montar campamentos y preparar comidas. Junto al mechero encuentro dos cargadores de gas:

Recojo mis hallazgos y los meto en la mochila. Preparo mi fúsil y salgo por la parte de atrás para vigilar la zona.

Como odio las antigüedades. -Milky, quédate con Brianna y no dispares a menos que sea estrictamente necesario, bueno ya sabes que hacer. Voy con la linterna y el K-BAR en mano, es agradable tener una cuchillo, no es mi estilo de cuchillo pero... -Puede que encontremos algunas ballonetas, una katana, yo que se. Iré por el centro hacia el almacén.

Vaya, parece que Brian ya encontró algo... Aun había alguien dentro, eso es raro, ¿como entró, como murió? es algo raro pero Martín ya se encargó de él.

Valdrá la pena entrar aquí, no niego que es un sitio amplio.

Entramos a la tienda de antigüedades, me quedo en la puerta y desde ahí respondo a Javier- Pues.... si nos quedamos aquí a dormir ....ahora mismo me pongo a colocar una valla, pero si nos vamos a mover no tiene caso-.

El hallazgo de Martín nos pone a todos en alerta una vez más -Pero que suerte tiene este tipo sólo a él le salen caminantes- pienso mientras vigilo hacia la calle....

En momentos miro hacia adentro buscando algo de interés y me llama la atención una cantimplora antigua, muy dura hecha de metal, -nada de las porquerías de plástico que hacen ahora... bueno que hacían...- dejo la vigilancia para tomar la pesada cantimplora y amarrarla a mi cinturón.

Brianna camina junto a Kaitlyn observando las antigüedades empolvadas sobre los anaqueles. -En otros tiempos me encantaba frecuentar este tipo de lugares con...- no termina la frase y se adelanta hasta un enorme cuadro con un indio americano que la mira fijamente.

Debajo encuentra, algunas piedras talladas, collares con plumas enredadas a lo largo de una cordón y más abajo un anaquel con flechas antiguas.

Toma todas las flechas y las cuenta, alcanza a Roy y le dice. -¡Mira lo que encontré Roy, 35 flechas de aunténticos indios americanos... creo que las necesitamos más nosotros que ellos!...- le dice sonriendo, aunque Roy nota que acaba de llorar.

Kaitlyn observa unas cajitas musicales, abre una y se activa una suave melodía de Chaikovsky, El lago de los cisnes, una pequeña bailarina danza encima de un espejo, Kaitlyn la cierra interrumpiendo la melodía y se la guarda en la bolsa delantera de la sudadera que trae puesta.

Luego algo brillante le llama la atención.

Kaitlyn queda deslumbrada por lo hermoso de la espada y la toma entre sus manos, la desenvaina y puede ver el reflejo de sus ojos en la plateada y pulida hoja. -¡Es hermosa!... y me será de gran utilidad... esto es tener estilo hasta en el fin del mundo...- la guarda y se la cuelga a la espalda, la espada tan ligera cómo hermosa. Kaytlin alcanza a Javier con una enorme sonrisa en el rostro.

-Tienes razón. - le comento a Roy. - antes aseguremos la segunda planta. Quizás las escaleras para subir estén en el almacén - señalo hacia la puerta al lado del mostrador, que tiene pegado un cartel de  "solo personal autorizado". Pruebo las llaves hasta que encaja una, y abro la cerradura. Golpeo la puerta para ver si se oye algo moverse, y de repente oímos un sonido del interior, como si una caja se moviera.

      *Un retornado!! espera... y si no es un retornado?...  -pienso 
Con la mano en el pomo de la puerta, miro a los demás, les hago un gesto con la cabeza para que me cubran y espero a que se coloquen apuntando a la puerta en posición segura.... La abro rápidamente quedándome en el lado contrario, ("detrás de la puerta"), por si tengo que cerrarla de golpe. Y entonces ...  

Javier observa un retornado arrastrando los pies y pateando involuntariamente unas cajas de cartón vacias diseminadas por el lugar, el cadáver que alguna vez fué calvo y con barba larga, un anciano quién trae un enorme reloj de oro, una camisa de manga corta con un chaleco tejido y un enorme boquete en el pecho con sangre seca.

Al parecer el dueño de la tienda se encerró de último momento en el almacén de la parte superior de la tienda y al paso de los días decidió suicidarse con un tiro en el corazón, nunca imaginó que retornaría cómo muerto viviente.

El lugar está relativamente vacio hay 8 estantes con cajas de revistas y libros usados, cada estante tiene 5 estribillos con cajas con céramica barata, frente a la puerta de entrada hay dos ventanas que dan directamente a la zona industrial y otras tres justo encima de la fachada a la tienda dominando la entrada principal del pueblo, el lugar es bastante amplio y espacioso, construido con ladrillo rojo justo como lo buscaba Zephyr.

Pobre viejo, lo elimino rápidamente con el K-BAR y lo reviso por llaves puede que tenga alguna combinación de caja fuerte o algo así, tiene un bonito reloj pero eso ya no es algo significativo ahora.

Tras buscar en la zona de antigüedades me dirijo al almacén, previamente le informo a los demás de mi intención por si se animan a acompañarme y proseguir la búsqueda, el sitio es bastante amplio así que puede servir

Roland en teoría las escaleras del almacén dan al piso de arriba, que se usa como almacén. 
Eso entendí yo, si te fijas las ventanas de las que habla están "encima de la entrada" y en la pared contraria (encima de la puerta de emergencia que daba a la zona industrial), estan las otras ventanas que dan a la zona industrial. 

Observo el reloj de oro y me quedo pensando en lo que han cambiado ahora los valores de las cosas. Tras ver como Roland se hace cargo y apuñala al anciano. Noto la espada de Kaitlyn. La miro impresionado. -¿Sabes usar eso? - Le pregunto con una sonrisa.   *se la ve muy contenta - Yo sé utilizar el arco. Aunque hace muchos años que no lo hago. - voy comentando mientras subimos al piso de arriba, que parece ser un almacén bastante amplio. - Desde aquí  podemos controlar las dos entradas al local... ¿qué os parece si decimos a las chicas se queden aquí arriba? - digo refiriéndome a los que se han quedado en los vehículos - podemos darles la llave de la puerta del almacén, y que la cierren, para que estén más seguros. Y cuando nos vean volver, que abran.

Dicho esto, me coloco en las ventanas que dan a la zona industrial con el AR-15 y uso la mirilla para observar la zona bajo la lluvia.
 

Entro a examinar el almacén del piso superior que han encontrado mis compañeros. Parece un buen sitio para descansar de manera provisional y, como dice Javier, unos cuantos podrían instalarse aquí, vigilando los camiones y los accesos al pueblo mientras el resto nos acercamos a la zona industrial a examinar. Expreso en voz alta mis pensamientos "Los que queráis, podríais ir acomodándoos en el almacén de la planta alta. Colocad vigías en las ventanas y estad atentos a las radios." propongo mientras la gente acaba de examinar el local. "Yo iré con el resto a la zona industrial. Intentaremos encontrar un sitio más grande y mejor protegido. A ver si podemos esconder los camiones, también"

Dicho esto, cargo el fusil al hombro y salgo a la calle por la puerta trasera, esperando al resto que quiera venir.

Sin pensarlo mucho abrazo a Brianna para reconfortarla -no sé porque lloró ni pienso preguntarle- ¡¡Que bien!! esas flechas con un leve recorte quedarían muy bien en mi ballesta-, escucho como se interesa Javier y les comento a los dos -¿Cuantas son? ¿35?, pues podemos repartirlas yo con 10 es suficiente, ustedes pueden buscar un arco .... o yo les podría enseñar a fabricar uno... les digo analizando las posibilidades..

Escucho las propuestas de los demás y en respuesta a lo que dice Martín digo caminando a la salida: -Vale, entonces voy a desmontar una valla del blindado y la montare en la puerta principal de la tienda para nuestra seguridad, -desde este punto nos moveremos fácilmente hacia la zona industrial- me dirijo al blindado y paso a la hummer a informarle a las mujeres de las decisiones que se han tomado (les dedico sonrisas de buen ánimo a las Watson).

-Bien. Te ayudo Roy.  Luego rebuscaré más por la tienda... si hay flechas quizás tenga suerte y encuentre un arco. Aunque con tantas armas ya me veo sobrecargado... pero iría bien contra retornados para ahorrarnos balas.  - entre que Roy va hacia los vehículos y les informa a l@s demás que entren para resguarecerse, yo voy apartando los cadáveres de los retornados caídos sacándolos fuera de la tienda de antigüedades por la entrada principal, vigilando por si alguno deambulante se nos acerca demasiado.  - *Con esta lluvia no nos podrán oír, y mucho menos oler... espero.  .. Dios, estos cuerpos pesan aún más estando mojados.  - Luego me pongo a ayudar a Roy a colocar las vallas mientras la gente va entrando.

Entro con los demás a la tienda, camino entre los estantes mirando con detenimiento lo que hay en ellos, aunque traigo en la mano el cuchillo preparada por cualquier sorpresa que pudiera surgir. En otros tiempos me encantaba visitar estos lugares, buscar pequeños tesoros para mi colección. No puedo evitar dirigirme a la sección de libros, una de mis favoritas. Repaso los volúmenes con la mirada y uno rápidamente capta mi atención, no me lo pienso dos veces y lo tomo. Colmillo Blanco de Jack London primera edición...como le hubiera gustado a papá tenerlo, siempre compartimos el gusto por la lectura...oh Dios como lo extraño.. pero me da gusto que haya partido antes de ver en lo que el mundo se ha convertido.

Sigo caminando, quiero ver si encuentro algo más que pueda serme útil. En la sección de armas algo llama mi atención, me acerco y lo tomo.

Una pistola ballesta, el tamaño y peso son muy prácticos. Me acerco hasta Roy.

-Tal vez me puedas enseñar esto de tirar con flechas, creo que es más fácil con esto que con una ballesta o arco normal, pero igual modificando algunas flechas puede funcionar.- le digo antes de que vaya a reforzar el vidrio roto de la entrada.

Las sobrevivientes que se habían quedado en los vehículos salen a la lluvia después de que Roy les avisa que han encontrado un refugio temporal corren por la calle mojada y esquivan los cuerpos de algunos retornados que están amontonados a mitad de la calle sin voltear a verlos entran en la tienda de antigüedades. -¡Dios que lluvia!... al menos pasaremos la noche más cómodos de lo que pudieramos haber estado en los vehículos...- La Dra. Jackson hace el comentario mientras se sacude el agua de lluvia de su ropa.

Javier les señala la puerta almacén de la planta baja, todas ingresan pasando por entre varias cajas, la tienda es algo sombria por lo nublado del día lluvioso.

Allysa se tropieza con unas cajas que suenan como si tuvieran cristalería dentro, las abre y saca unos tubos cilíndricos de cristal delgado bellamente decorados, de la otra caja saca unos mecheros, al armarlos se dan cuenta que son varios quinques antiguos.

-Alguna vez escuché hablar sobre esto en el colegio, un francés llamado Antoine Quinquet los perfeccionó y le robo la idea a otro tipo, de ahí deriva su nombre quinque... aunque estos al parecer son copias nos servirán... habrá que llenarlos con gasolina...- sugiere Allysa que los va acomodando sobre un viejo comedor antiguo de 8 sillas en medio del descanso de la segunda planta, Emily se sienta sobre un sofá de piel color negro recargado sobre el muro que da a la calle en el descanso, siguen limpiando el segundo piso mientras Roy y Javier colocan una de las vallas que Zephyr sujetó al camión blindado, la colocan con un ingenioso sistema para poder recorrerla facilmente para salir y entrar sin ningún problema.

Rachel se topa con la oficina del  dueño cerrada con llave, sale del almacén de la segunda planta hacia el corredor y trata de observar por el ventanal que da hacia el interior de la pequeña oficina, alcanza a percibir un escritorio antiguo, varias fotografías, diplomas y cuadros colgados de las paredes, un enorme librero con cientos de libros, unos archiveros metalicos, una pequeña computadora sobre el mostrador y varios papeles regados por el lugar.

Rachel regresa con Roy y Javier. -Roy... arriba hay una oficina... creo que era desde donde se manejaba la tienda... otra cosa... me podrías proporcionar una pistola... desde lo que pasó ayer...- A Rachel se le nublan los ojos por las lágrimas contenidas. -¿Quién de ustedes resguarda lo que queda del armamento?...- pregunta Rachel evitando llorar y limpiandose rápidamente los ojos con el dorso de la mano.

Todo a sido un desastre, que egoísta he sido, Rachel está muy mal, olvido que perder a alguien importante es algo difícil, Danna fue difícil y no era tan cercana... quería que lo fuera, por eso me sentí con tanta ira. Me dirijo a Rachel y le hablo lo más sensato que puedo.

-Sabes? Me gustaban mucho los postres, era quien se encargaba de limpiar las refractarias antes de que las desecharan, no podía permitir que se desechara algo tan magnífico, Melany era quien los preparaba y ya me tenía muy consentido, aveces me preguntaba sobre que postre hacer o de que estaba antojado, ella no llevaba mucho tiempo en el restaurante y creo que me alcancé a apegar a ella aunque por una u otra razón nunca pudimos conectar, llegamos a ser muy buenos compañeros, eso es lo que quiero recordar de ella, ese detalle, esa imagen, debemos ser fuertes por los que no están con nosotros, si los encontramos nuevamente, que estén felices por nosotros... había olvidado eso, y me siento con nostalgia y un dolor me llena, pero al mismo tiempo siento que he recuperado algo que había perdido.

Le sonrío a Rachel, no se si sirvió de algo pero espero que si. Emprendo mi camino a revisar el segundo nivel.