Partida Rol por web

El joven detective no pudo reprimir que los ojos se le abrieran como platos. Aquella si era una revelación realmente interesante dadas las circunstancias. Y no es que estuviera especialmente predispuesto a creer en esas gilipolleces ni, mucho menos, a dejar que el caso tomase definitivamente el rumbo de "asunto paranormal"... pero sin duda, era sorprendente. Como también lo era el hecho de que el doctor hubiese soltado esa perla a la primera de cambio. Sin mayores reticencias y a las claras. ¿Sería el doctor Lezama un verdadero aliado o simplemente estaba construyendo una conveniente cortina de humo?

- Permítame una pregunta algo capciosa... - continuó Pardo - ... y, aunque no me crea, le aseguro que es completamente inofensiva. Veamos... el paciente, el señor Cores, fue internado por problemas de ansiedad, ¿cierto? Sus vecinos aseguran que tuvieron que sacarlo de su casa hecho un basilisco... ruego me disculpe por una terminología tan poco acertada. Pero la cuestión es que vino aquí y en sus sesiones él le confesó no sólo que se había producido el robo de una reliquia en la Catedral de Santiago sino que, además, el responsable de aquello era un demonio.

Oscar sacudió la cabeza con incredulidad. Ni siquiera diciéndolo él sonaba menos irrisorio. Y sin embargo...

- ¿Puso el Hospital en conocimiento de la Catedral el hecho delictivo que nos ocupa? Tengo entendido que el secreto profesional puede ser quebrantado cuando se produce un delito. No digo que les informasen de que un demonio les estaba robando cosas. Más bien algo como... "¿han notado alguna brecha en su seguridad interna? Porque tenemos un interno que afirma que les han robado algo valioso".

El investigador fue especialmente cuidadoso a la hora de no personalizar las frases. Usó un conveniente "el Hospital" para que el doctor no se sintiera acusado. Pero, claro, la sospecha una vez nacía no desaparecía fácilmente.

- ¡Pero si ya lo sabían! - contestó un tanto sorprendido por la pregunta el  doctor - El chico fue encontrado en estado de shock por el deán de la Catedral. Fue atendido por los servicios de urgencias. Supongo que si hay una investigación en curso ustedes podrán solicitar ese informe en el hospital. Les adelanto que es un informe muy superficial. De primeras David mostró una recuperación normal y amnesia. Pero luego su comportamiento, según el señor Lustres, fue más errático. Solicitó un baja por depresión y poco después tuvo el ataque del que probablemente le hablaron los vecinos. Pero antes de eso el propio deán se puso en contacto conmigo para que revisase su caso, ya que estaba preocupado por el chico. En la Catedral sabían en todo momento que se había producido un robo pero defendieron la inocencia de David. Eso fue positivo para su recuperación. No sabemos a ciencia cierta que fue lo que sucedió esa noche pero me temo que el muchacho estaba sometido a bastante presión y el robo lo superó. Su cerebro inventó una historia inverosímil bajo la que protegerse de su fracaso. La gente que ha abusado de ciertas drogas en el pasado puede sufrir brotes psicóticos después de algún tiempo. 

Las palabras del medico, poco a poco, se abrieron paso en el cerebro del detective que decidió olvidar las historias demoníacas para centrarse en lo que realmente se podía investigar, y utilizar como prueba de lo que podía haber pasado.

- Perdón, entendí bien?, nos está diciendo que en la catedral sabían del robo? - insistió tratando de asegurarse de que sus oídos no le habían jugado una mala pasada - Es más, que el Sr. Lustres estuvo en contacto con Ud. y le recomendó que lo atendiera a causa de la reacción de su paciente ante, precisamente, ese robo? -

El detective miró a su compañero sin tener claro como reaccionar - Seguramente lo entendimos mal cuando hablamos con él - le comentó en voz baja, pero sin preocuparse sobre si el Doctor lo escuchaba. Luego volvió a dirigirse al facultativo - Al tratarse de un pedido de consulta para un tercero, entiendo que no corresponde el secreto profesional, no? que es posible que existan apuntes o... no se... algo.. de donde se desprendan estas observaciones? -

Luis se removió inquieto, preocupado porque el doctor no pudiese demostrar sus palabras - Después de todo, si en la Catedral... - en aras de la prudencia obvio nombrar nuevamente al Dean - ... declaran que no sabían nada del robo podían acusarlo de ocultar información. No creo que sea el caso - Si algo le costaba a Castelo era demostrarse amistoso, pero en este caso lo intentó con todas sus fuerzas - pero lo mejor es asegurarnos que eso no pueda suceder, no cree -

- Claro... - apostilló Pardo exhibiendo una sonrisa de vendedor a domicilio. - La cuestión, doctor Lezama es que, entiéndanos, tenemos dos versiones contradictorias de lo que a ese chico le sucedió y de cómo se relaciona con el asunto del robo. Una la suya y otra la de los responsables de la Catedral. Y, no se ofenda, pero ambos tienen motivos suficientes como para ocultar dicha información; por su parte el secreto profesional y por parte de la Iglesia, bueno... digamos que su hermetismo viene de antiguo. Y, ya se imaginará, ya no sabemos por dónde tirar.

La estrategia poli bueno poli malo no era nada nuevo. No hacía falta ser policía para conocerla ni para aplicarla. La cuestión era que resultaba efectiva en un porcentaje abrumador de ocasiones. Y si a ello le sumas el hecho de hacerle creer al interpelado que, como Policía, vas a ayudarle, casi es un pleno.

- Recapitulando... - adujo antes de permitir que el doctor respondiese a su anterior planteamiento. - Que la Iglesia no solo eran conocedores del robo sino que, además, requirieron de sus servicios para ayudar a Cores. No... no hace falta que nos muestre los archivos de las sesiones. Con saber que existen sería suficiente por si más adelante el juez de instrucción así los solicitase. 

Oscar dirigió una mirada a su compañero. Ahondar en el asunto de quién dice la verdad podría estallarles en la cara pero el globo sonda estaba lanzado. Era cuestión de ver dónde aterrizaba.

- Una pregunta más, doctor... Verá, me parece curioso que alguien cuyo trabajo consiste en verse rodeado de santos e imaginería religiosa pueda verse afectado mentalmente hasta el punto de estar seguro de que ha sido un demonio quien asaltó la sala de conservación. Quiero decir... médicamente, ¿existe la posibilidad de que haya sido influenciado de algún modo? ¿Es creyente hasta el punto de llegar a afirmar algo así? Quiero decir... lo de que Cores estaba sometido a presión, ¿cómo encaja? Se trata de trabajar como vigilante de seguridad en un lugar realmente tranquilo. Los turistas y demás pueden llegar a ser realmente molestos pero, ¿tanto como para que el trabajo provoque ansiedad? Perdóneme mi escepticismo pero no consigo entenderlo.

El psiquiatra parecía realmente sorprendido por las preguntas de los detectives:

- Claro que estaban al tanto del robo. Debe haber algún tipo de malentendido. Y sí, fue el propio deán quien insistió en que el caso del muchacho podría ser peligroso hasta el punto de la autolesión. Cuestión con la que yo estuve totalmente de acuerdo. Los cauces utilizados no fueron los oficiales. El señor Lustres trabajó hace años en este centro como administrador así que bastó con que hiciera un par de llamadas para que actuásemos.

Se quedó un momento callado, como meditando en todo lo que estaba pasando:

- Entiendo. La Catedral no notificó ese robo. Ya.- se encogió de hombros - Eso no es un tema que me ataña. Hubiera denuncia del robo o no el caso es que se actuó de forma correcta con el caso del señor Cores. En el momento que lo internamos aquí tenía un brote psicótico especialmente grave y el tratamiento posterior ha demostrado su efectividad. Estoy seguro de que ahora estará mucho mejor. 

Se volvió hacia Óscar:

- Me consta que el paciente era católico, efectivamente, aunque no un creyente especialmente aplicado. Ya me entiende: es de esos como tantos que cree que hay una entidad superior gobernante y que escoge la creencia católica simplemente por proximidad cultural. Eso fue antes del suceso, claro. Pero como le digo achacaría más el hecho a un brote latente por el consumo de drogas y quizás por la lectura o visionado de ficciones especialmente aterradoras que a sus creencias religiosas.

Luego pensó sobre los últimos comentarios del detective:

- No crea que el trabajo de vigilante es especialmente relajado. Demonios: son ustedes policías. Lo saben bien: aunque no suceda nada su profesión exige que estén siempre alertas. Y los ciclos nocturnos suelen romper los bioritmos habituales provocando una bajada de las defensas mentales. El porcentaje de casos de paranoia o psicosis es extremadamente mayor en profesiones como las suyas que en el resto de la población. Por eso es tan habitual el acoholismo o la automedicación en un gremio como el suyo. 

La explicación de los bioritmos no había convencido para nada al investigador y, sin embargo, asintió mecánicamente. No era comparable vigilar estatuas de madera en un edificio cerrado a cal y canto y protegido por muros de dura roca a la tarea de un policía que se enfrentaba cada noche a todas las miseras de la sociedad - prostitución, proxenetismo, malos tratos, peleas de todo tipo, etc. - No hacía falta que fuesen casos de asesinato especialmente escabrosos como era aquel o a asuntos de drogas, tan comunes en la comunidad gallega, un poli tiene mierda de primero, mierda de segundo y un postre de deliciosa mierda para acabar. Todos los puñeteros días de su vida. 

- En fin... concluyó Óscar para sí mismo más que la conversación en sí. - y decía usted, doctor, que el chico ya está de alta, ¿verdad? ¿Tiene alguna dirección dónde poder localizarle? Ya le dijimos antes que a su anterior domicilio no ha vuelto. ¿Recomendó usted el alta o fue reclamado por alguien de la Catedral? Quiero decir... - Pardo se apresuró a re formular la pregunta para no despertar alertas innecesarias - ... muchas veces, las mutuas de seguros de trabajo insisten en que el enfermo se reincorpore cuanto antes. Se llega incluso a ofrecer pequeñas compensaciones para que tomen el alta voluntaria o incluso para que abandonen el trabajo y que no generen un gasto extra a estas compañías. ¿Algo de esa índole en este caso, doctor?

- Oh, no... al contrario. De la Catedral insistieron en que nos asegurásemos que estaba bien para poder recibir el alta. La verdad es que notamos una mejoría impresionante en la última semana que estuvo aquí, como si hubiera reaccionado repentinamente al tratamiento y la terapia. Decidí darle el alta por propia petición del paciente al ver que no constituía un peligro para sí mismo. Yo daba por hecho que regresaría a su casa en Santiago. Si no está allí a nosotros no nos dejó ninguna otra dirección.

- Una mejora especial la ultima semana... - Castello repitió las palabras mientras intentaba hacer cuentas en su cabeza antes de darse por vencido y preguntar - Perdón, no tengo tan claras las fechas. Cuando es que fue dado de alta? Nos puede informar la fecha? Y pensándolo bien, sería interesante, también, saber cuando fue ingresado. Supongo que tener ese dato bien acotado nos ayudará a conseguir el informe de Urgencias - completó su pedido

Mirando a su compañero, hablando en voz baja, pero sin preocuparse por ser escuchado por el facultativo comentó - Y así también podemos tener idea de cuando es que se realizó ese robo, por lo menos sabremos que fue antes de esa internación -

- Bueno... eso va más allá de las simples preguntas genéricas. Tendré que consultarlo con el departamento legal del sanatorio aunque estoy seguro de que si ustedes traen una orden judicial no habrá problema en entregarles toda la documentación.

Oscar asintió rápidamente a la vez que esbozaba una cálida sonrisa. Y no falsa. No, al menos en esta ocasión. Había errado el tiro completamente con aquel doctor de aspecto siniestro. Su mente empezaba a divagar por derroteros entre los cuales se hacía inevitablemente escala en teorías conspiranóicas acerca de toda una élite en Santiago al cargo del robo de la Cruz, el asesinato de Crespo y, quizá, algunas otras cosas de índole bizarro y pervertido. Pero no... el doctor había sido de gran ayuda y siempre era mejor retirarse del juego cuando uno todavía gana.

- Por supuesto, doctor... le agradecemos enormemente su ayuda y, bueno, si necesitásemos consultar esos archivos por descontado que lo haríamos con la pertinente documentación del juez. Por lo pronto quisiera agradecerle su tiempo. Ha sido de gran ayuda.

El detective tendió una tarjeta de visita al doctor en un acto casi reflejo pero en último instante casi que se arrepintió. La cartulina llegó a manos de Lezama pero Oscar arrugó el gesto y prosiguió a completar con palabras lo que le rondaba por la mente.

- Es costumbre dar una tarjeta por si recuerda algo más... algo que le llamase la atención o algo en lo que "caiga" más tarde. Pero en su caso, teniendo en cuenta que nos ha ayudado enormemente me gustaría tomarme la libertad contraria, si me lo permite, y tener la posibilidad de llamarle si me hubiera dejado yo algo en el tintero. 

La sonrisa volvió a aflorar.

- Algo para lo que no se requiera una orden judicial, quiero decir... - apuntó.

Por un momento Castelo estuvo a punto de reaccionar como el sabía. Elevando el tono de voz y reclamando incluso lo irreclamable. Sin embargo fue solo un segundo. El viejo policía tenía muy claro donde estaba y lo poco útil que sería reaccionar de esa manera

Tras respirar profundamente dibujó en su rostro su mejor sonrisa de circunstancias, la cual había aterrado a más de un sospechoso, y se levantó de su silla sin extenderle la mano al facultativo

- Vamos - le propuso a Óscar - Supongo que los psiquiatras del departamento podrán darnos una mano con esto - añadió con calma mirando de reojo al médico - Quizás puedan darnos alguna pista sobre los motivos que tenga alguien recién salido de un psiquiátrico para desaparecer... o quizás no haya motivos y debamos buscar su cuerpo en la morgue - añadió, aparentemente sin preocuparse por la reacción de Lezana - Espero que no sea así, sería más sencillo conseguir la orden judicial para obtener el expediente y verificar porque se lo dio de alta, pero no podríamos interrogarlo que es lo más importante - completó con su habitual falta de tacto

El doctor cogió la tarjeta de Pardo y, a su vez, le entregó una de su propio tarjetero.

- Aquí tiene el teléfono de mi consulta privada. Si necesitan contactar conmigo es posible que esté allí o aquí. La verdad es que a mi edad el trabajo pasa de ser una forma de vida a una vida en si mismo.

Acompañó afablemente a los investigadores a la puerta. Antes de abrirla se dirigió a Castelo:

- Espero que encuentren al chico y que esté bien. Se fue con esperanza y créanme, en su caso eso es muy difícil de conseguir. Sé lo duro que es su profesión y que con los años hay que tender a 'cosificar' a los individuos para que no les hagan mella en su propia psique pero David es un buen chico. No lo vean como un caso más. En cuanto a las fechas de entrada y alta: las consultaré y haré que se las envíen por email*

Luís miró al galeno con curiosidad. Lo cierto es que había reaccionado casi instintivamente y no esperaba que sus palabras obtuvieran algún resultado, por lo que el ofrecimiento del loquero de enviarles la información al "meil" ese que le gustaba usar a su compañero fue una verdadera sorpresa.

Con todo, demasiados años en la fuerza lo habían acostumbrado a mantenerse inmutable cuando sucedía lo impensado, como era el caso. Tras un seco movimiento arriba y abajo de su cabeza, demostrando que había escuchado continuó su retirada

El veterano investigador se mantuvo en silencio hasta que salieron de la oficina e incluso de la institución. Mientras se dirigía a su automóvil, siempre pensaba mejor con las manos en el volante, miró a Óscar y le propuso

- Supones que el jefe se animará a citar al Dean a la comisaría? Sino como sospechoso, por lo menos como testigo renuente? Creo que si se tratase de algún pobre infeliz lo haría sin dudarlo, pero quizás, en este caso, por la, eh, posición del Sr. Lustres nos pida más pruebas. Que opinas? Está claro que nos mintió, solo que será dificil probarlo. Y no tengo claro si realmente el robo de esa cruz tiene que ver con el asesinato. Tengo el pálpito que si, pero... -

Óscar negó con la cabeza. No sabía muy bien porqué pero no le parecía que ir con el cuento de que el deán era el cabecilla de una trama extraña de robo de reliquias y asesinato de un periodista iba a ponerle los pelos de punta al Comisario. Una cosa era que fuera un tipo íntegro de quién, a todas luces, se podía confiar, y otra muy distinta era ponerle a un alto cargo de la Policía de Santiago en el brete de que debía detener a un adjunto al ya conocido por todos estamento eclesiástico.

- No podemos hacer eso. Y no es una cuestión de que el jefe nos crea o no. Es el hecho de que si lo hacemos... si tiramos adelante y detenemos al deán con el visto bueno del comisario, la opinión pública se nos echará encima tan rápido que no veremos nada que no sean flashes. Y los verdaderos culpables culpables volarán rápidamente.

El joven detective volvió a negar. La idea le producía rechazo. Aún con el propio rechazo que él sentía hacia el clero. Era una posibilidad poco práctica, después de todo.

- Y digo verdaderos culpables porque me da que esto tiene más miga. El profesor Pedrera mintió y ahora tiene que estar nervioso. Si alguien va a cometer un error delator va a ser él. Deberíamos tenerlo vigilado. Si al final la cosa se pone fea a él sí podremos detenerle y apretándole las tuercas seguro que nos conduce hacia el deán. Con una confesión sería más fácil.

Pardo rió. Comenzó como un leve siseo pero pronto apareció una carcajada.

- "Apretar las tuercas..." - repitió para citarse a sí mismo. - Creo que cada día me parezco más a ti. Tenemos dos frentes... vigilar a Pedrera y encontrar a David Cores, el vigilante perdido. Si lo hacemos... si lo encontramos y no está en una zanja o en una cuneta, seguro que nos podrá decir muchas cosas.

- No, supongo que tienes razón - consensuó el veterano malhumorado por no poder encerrar a quien creía que era, sino culpable por lo menos partícipe

- Coincido. Al vigilante veo difícil encontrarlo. Esperemos que el loquero te pase el dato al meil - comentó analizando las opciones - Pero a Pedrero deberíamos vigilarlo - Tras una pausa agregó - O podemos volver a centrarnos en el tal NIC. Estoy seguro que nos mintió, aunque no tengo claro en que. Bueno, si lo supiera no necesitaríamos interrogarlo - finalizó encogiéndose de hombros

- Y creo que con NIC tengo más posibilidades de obtener algo. Después de todo es un tahur, probablemente con él pueda utilizar algo más de "diplomacia" que con el profesor - añadió acariciándose el puño derecho con la palma izquierda - Estoy seguro que nos explicará lo que se olvidó de explicarnos antes -

El joven detective forzó una sonrisa de medio lado al oír a su compañero hablar de Nic en aquellos términos. Realmente no le hacía ninguna gracia ese tipo de "procedimientos policiales" pero no podía negar que, a veces, no sólo eran efectivos sino que, más aún, absolutamente imprescindibles. Pertenecían al viejo cuerpo de policía. Algo muy probablemente en vías de extinción. Pero aún habría de servir mientras hubieran también criminales y maleantes de la "vieja escuela". Oferta y demanda... ying y yang contrapuestos y más o menos equilibrados.

- Yo me apostaría a las puertas del despacho de Pedrera. A ver por dónde respira. Igual si le seguimos podemos ver hasta dónde llega el hilo. Quizá es algo entre él y el deán pero ya te digo que tengo en la punta de la nariz que hay mucho más detrás. Más gente...

Óscar tamborileaba distraídamente con sus dedos en la pantalla del smartphone. Lo había abierto para anotar los últimos avances en la investigación y, de paso, repasar algunos datos. Y allí estaba. Como una espina clavada en el ojo. Casi al principio. Un dato sin orden ni lógica de ningún tipo. Algo por comprobar... un cabo suelto.

Leviatán.

- ¿Qué opinas de esto? Ya sé que parece un fantasma del pasado pero seguimos sin saber nada de ese supuesto "sin techo"... - comentó Pardo algo confundido.

- No, seguimos sin saber... - más allá de su habitual modo de resolver los problemas, con los nudillos, Luis tenía años en la fuerza, y sabía reconocer una pista cuando la veía

- Pero probablemente ese Nic nos pueda dar más datos sobre el. Como dije, estoy seguro que mintió cuando hablamos con el. Y si no fue sobre ese Leviatan fue sobre otra cosa - añadió seguro de si mismo

- Pero quizás tienes razón respecto al profesor. Ver hacia donde va, si se junta con el Dean o con alguien más puede ser una pista importante. Solo espero que no haya aprovechado la noche de anoche para reunirse con quien se hay podido reunir - comentó en voz baja - En fin podemos buscar unos emparelados e instalarnos frente a la universidad. En algún momento va a salir -