Partida Rol por web

Una postal para visitar el infierno

02.02. Gálvez y Díaz.

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09/03/2017, 23:40
Director

El trío entró en el teatro en silencio. El individuo que había abierto la puerta, un muchacho joven con cresta de punky, tampoco dijo nada. Fernando e Isabel miraron alrededor con curiosidad. Pese al aspecto externo el cine por dentro no estaba demasiado hecho polvo. La pintura se caía de las paredes y las telarañas campaban a sus anchas, pero en general seguía siendo una estructura sólida, de los viejos tiempos.

Había un desvencijado mostrador que en otro tiempo pudo ser un puesto de palomitas y refrescos, pero que ahora estaba cubierto por una capa espesa de polvo. El olor a cerrado y humedad impregnaba el ambiente. No había nadie más en aquel hall ni nadie les pidió una entrada. Había unas escaleras a la derecha pero  el punky avanzó hacia la puerta que conducía a la sala principal y la abrió. El interior estaba oscuro en la zona de sillas, pero al fondo, donde se alzaba un escenario delante de la pantalla de proyección, una serie de velas dispuestas sobre numerosos atriles alumbraba un pequeño espacio en el que un único hombre sentado parecía ser el actor principal. Desde la entrada sólo se podía ver que tenía una larga melena y mantenía la cabeza inclinada. Vestía una túnica gris, raída, y parecía esperar. ¿A quién? ¿A ellos? ¿A los asistentes? ¿Estaba vivo siquiera? 

La sensación de amenaza parecía mayor ahora aunque nada fuera especialmente amenazador. ¿Luces apagadas? Lo lógico para una función teatral. ¿El punky? Parecía ignorarlos totalmente y, aunque se pusiera violento, ninguno de los agentes lo podía considerar una verdadera amenaza. ¿Nic? Acababa de entrar en la sala sin esperar a que ellos lo siguiesen. 

Nada era amenazador pero la sensación seguía ahí, anudando el estómago.

Notas de juego

Nic parece dispuesto a sentarse en una de las sillas del fondo.

¿Qué hacéis vosotros?

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10/03/2017, 13:18
Isabel Díaz

Le sudaban las manos, y la boca la tenía seca. Se preguntó si allí se podían pedir bebidas o algo para llevarse al estómago, aunque temía vomitarlo después del puro nerviosismo. Aunque lo llevaba por dentro, no dejaba de pensar que aquello podía ser un nido de víboras.

Arrugó la nariz ante la humedad y los años de historia, y contempló la cresta de aquel muchacho con curiosidad. Al final el más formal iba a ser Nic.

Con el ceño fruncido se fijó en el hombre que al parecer acaparaba la mayoría de la atención, y le dio un pequeño golpe en el brazo a Fernando para que también lo viera. Compartió una mirada de complicidad con él, y siguió andando, manteniendo una corta distancia con Nic.

—¿Ese es Leviatán?— preguntó, murmurando cerca del oído de Nic—. El hombre del escenario— dijo, señalando con el mentón, y quiso aparentar que lo preguntaba como una fan, y no como investigadora que pensaba que estaba ante un posible asesino.

Miró con fingida adoración al hombre, y siguió caminando.

Notas de juego

De momento, Isabel lo sigue ^^ 

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10/03/2017, 21:38
Fernando Gálvez

Fernando entró en el teatro con paso lento. Fingiendo una muestra de sorpresa y emoción exploró toda la estancia con la vista. Queria saber bien que opciones tenia, las salidas de emergencia, si podria usar algo para parapetarse, o el lugar donde tendria una mejor visión o mejor zona de tiro, la gente que habia en la sala, si habia algun tipo de seguridad, si habia gente en los anfiteatros o solo cuatro tipos con pinta de fanáticos... No fue directamente a sentarse y se quedó de pie en la parte de atrás, tratando de no llamar la atención al lado de una columna en una parte más oscura.

Notas de juego

Tengo previsión 6. Y sentir problemas 9. Me gustaría trazar al menos algun plan mental de escape, y ver que cosas podrían salir mal si se torcieran (como por ejemplo que Nic decidiera que nosotros somos suculenta carnaza). Depende de lo que vea, tomo una decisión u otra.

Pido por tu parte un poquitito de "esfuerzo" para tener una buena descripcion, ya que cuanto mas me meta en escena, mas cosas se me pueden ocurrir. Y de eso pueden salir cosas muy divertidas xDDD

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13/03/2017, 23:23
Director

La estructura interna del Yago era similar a muchos otros cines. Había dos áreas de butacas separadas por un pasillo de unos tres metros. Fernando atinó a contar diez filas en cada área, con al menos una docena de sillas por hilera. Había estado en cines más grandes. La zona correspondiente al escenario se conservaba intacta para la representación teatral y el ojo entrenado del policía vio las dos portezuelas laterales del mismo que daban acceso probablemente a las bambalinas y, desde allí, a los camerinos. Se dejó caer hacia una de las cuatro columnas que sostenían el anfiteatro que tenía sobre su cabeza. Probablemente al mismo se accedería a través de las escaleras que vio al entrar. Miró hacia la zona superior: por los laterales había dos balconadas a cada lado con capacidad para una docena de sillas cada una. Si tuviera que apostar tiradores estarían allí. Pero nada en el ambiente casaba con una estructura militar o el uso de armas. 

Miró de nuevo al tipo quieto en medio del escenario. Aquello era ridículo. Sentía una opresión intensa, sus sentidos apuntaban todos a que allí iba a suceder algo desagradable. Pero le preocupaba no ver señales de ningún tipo. Nadie oculto en las sombras, no había figuras agazapadas en los balcones. Estaba debajo del anfiteatro, por lo que aunque hubiera alguien encima de él no podrían verse mutuamente... ni atacarse.

Las salidas del lugar estaban bien definidas: las dos del escenario y la que tenía a su espalda. 

El punky estaba saliendo en ese momento por ella mientras Nic se sentaba en el lado de la derecha, a dos sillas del pasillo, como si dejase libre ese espacio para que ellos se sentaran al lado.

Las demás butacas estaban todas vacías.

Notas de juego

Si necesitas cualquier dato más me lo pides ;) 

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14/03/2017, 15:30
Isabel Díaz

Isabel caminó en silencio, pero con los labios apretados en una fina línea. Estaba nerviosa, aunque no quisiera reconocerlo, y el estómago se lo sentía raro, como si él también supiera en qué clase de situación se estaban metiendo.

Pero siguió interpretando su papel de incrédula turista, y señalaba con el dedo chorradas para decirle a Fernando idioteces, como “mira, ¡una columna!”, o “una butaca vieja”.

Cuando se acercaron a sus asientos, contempló la serenidad con la que Nic parecía sentarse, como si hiciera aquello todos los días.

Chascó la lengua, algo impaciente, y tomó el asiento de al lado, dando unos golpecitos en la butaca que quedaba más hacia el pasillo para que Fernando se sentara.

-Ale, a disfrutar de la función— dijo Isabel, suspirando, y clavó su mirada en el tipo que estaba allí solo en el escenario, al tiempo que se preguntaba qué demonios iba a pasar. 

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15/03/2017, 13:41
Fernando Gálvez

Fernando no esperaba que fueran a dispararle ni nada, además tenia cierta protección con las butacas. Pero sí que esperaba que en el escenario hicieran algun tipo de cosa horrible como sacrificar a una virgen o aquellas barbaridades que hacian estas personas. No quería meter a Isabel en problemas, pero tampoco podía estarse quieto si pasaba algo similar.

Suspiró. No veia nada peligroso a pesar de que sentía que algo iba mal alli.

Accedió a sentarse mientras que palpaba la pistola en su pecho, cerca del corazón.

Al sentarse quitó el seguro de manera disimulada, esperaba no tener que echar mano de ella, pero asi tendría menos problemas en sacarla si necesitaba hacerlo.

Notas de juego

Estoy más perdido que perdidin. xD

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15/03/2017, 22:22
Leviatán

El tipo del escenario levantó la cabeza cuando Fernando se sentó.

Sin duda aquel tenía que ser el famoso Leviatán. Pasados los cincuenta, su melena encrespada con profusa barba le daban un aspecto de druida urbano. Aquellos ojos saltones parecían capaces de atravesar el alma de sus interlocutores. No se podría decir que fuera fuerte pero sí corpulento. Pero no era su físico lo que lo hacía imponente sino algo intangible, una especie de presencia que parecía ocupar dos veces su espacio vital, como si el mundo tuviera que hacer sitio a su sombra.

- ¿Dónde esta el límite entre los vivos y los muertos? - preguntó con voz atronadora - ¿Quién gobierna los hilos de nuestra vida? 

Contra lo que Fernando esperaba aquello tenía pinta de ser un monólogo apocalíptico. No era, desde luego, su tipo de espectáculo.

- ¿Cuántas veces no hemos sentido una belleza tan intensa que ha llegado a dolernos? ¿Cuántas veces no hemos sentido una inquietud tan grave que la muerte nos habría parecido algo más llevadero que seguir luchando? Pero ¿qué es real? ¿qué no? 

El tipo no se había movido de su posición, seguía medio encorvado. No parecía importarle lo reducido del público.

- Vivimos en el Club de la Mentira. Una Mentira tan bien tejida que ni siquiera conocemos las preguntas que pueden separarla de la verdad. ¿Y si nada de lo que vivimos fuera cierto? ¿Y si nuestras experiencias fueran ilusiones creadas por nuestros carceleros?

En ese momento las puertas del auditorio se abrieron y empezaron a entrar otras personas que se fueron sentado por la sala. Eran media docena pero ninguno tenía aspecto de okupa. Más bien parecía gente normal y corriente que venía a ver un monólogo de estilo cultureta. Una pareja jóven, un señor mayor, un grupo de tres chicos... Al haber tanto espacio en el cine nadie se había sentado cerca del trío inicial. Al actor no parecía importarle la llegada tardía de los nuevos espectadores y seguía con su proclama.

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16/03/2017, 14:05
Isabel Díaz

—Oh, empieza— murmuró Isabel, en cuanto vio cómo se movía el tipo del escenario.

Se quedó con los ojos muy abiertos, y apoyó sus codos en las rodillas, y la cabeza en las manos, ensimismada, no quería perderse absolutamente nada.

Isabel estaba en una encrucijada. No sabía si reír o tomarse totalmente en serio las palabras de aquel tipo melenudo. Era cierto que había tenido momentos muy turbios en su vida, sobre todo después de la tragedia, pero se limitaba a seguir la inercia del mundo. Si éste avanzaba, ella también debía de hacerlo para no quedarse atrás.

Pero, aquel tipo iba mucho más allá, más profundo, más… mágico. Como si hubiera fuerzas en el mundo que sólo unos pocos pudieran controlar.

Hasta que dijo la palabra mágica. “Carceleros”. Fue, en ese momento, cuando Isabel recordó sus estudios de bachillerato, y un punto perdido de la oposición que estudió para la policía. Un nombre le vino a la mente: Platón.

—Este tío es fan de Platón, está claro— susurró Isabel tanto a Nic como a Fernando—. Es el mito de la caverna. ¿Os acordáis?

Se preguntó si Pedro también habría creído todas esas cosas, y estaba buscando una Verdad con mayúscula. También si era cierto que todo lo que veía eran meras sombras de cosas que todavía no estaban a su alcance.

Su hilo de pensamiento se cortó cuando entró más gente al teatro. Dio un respingo con la lengua, y miró por encima de su hombro para observar a las personas que entraban. Realmente no había una tribu urbana clara. Parecían personas normales y corrientes, personas que bien podrían ser funcionarios del ayuntamiento, el tipo del banco que te actualiza la cartilla o el kiosquero de la esquina.

Rascándose el puente de la nariz, se giró de nuevo, y se centró en el discurso de Leviatán. No quería perderse detalle. 

Notas de juego

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19/03/2017, 13:23
Fernando Gálvez

Lo que quedaba claro era que habia seguidores de aquella secta en todos lados. Y que eso incluia también a la policía, eso parecía que era muy obvio ahora.

Sin embargo, Fernando no entendía como podía calar semejante berborrea sin sentido.

Miró a Isabel, que parecía escuchar lo que estaba diciendo el tipo. Fernando seguía sin prestar mucha atención al monólogo. Seguía atento a los detalles, a la gente que entraba y seguía esperando que pasara algo que realmente le hiciera tener que dar un paso adelante.

¿Tendrían que comerse toda la patraña aquella? ¿A que estaban esperando realmente? ¿Y si no pasaba nada? ¿Y si lo que pasaba escapaba las posibilidades de respuestas de la pareja de policias?

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05/04/2017, 23:18
Leviatán

- Venís aquí en busca de una Verdad. Pero ¿estáis dispuestos a verla? Casi puedo escuchar vuestras mentes preguntando. ¿Qué buscamos aquí? ¿Es todo esto real?

Se levantó, mirando fijamente al lugar donde se encontraban Isabel y Fernando. Dio un pisotón en el suelo.

- ¡NO! No es real. Es una ilusión, una mentira. Y yo puedo hacer que el velo caiga ante vuestros ojos pero ¿soportaríais esa visión? Veo dudas y doy una última advertencia. Quienes no estén dispuestos a afrontar un viaje de sin retorno que abandonen esta sala. Aquellos que os quedéis recordad las palabras del poeta: abandona toda esperanza tú que entras aquí. Porque desde este punto empezará un recorrido que sólo terminará en las puertas del Infierno... o del Cielo. Pues el engaño es el mismo en las dos direcciones.

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05/04/2017, 23:22
Nicolás Mondoñedo

- Oh joder...

Nic parecía inquieto.

- Lo va a hacer de nuevo... va a rasgar el Tejido de la Realidad... aquí y ahora.

Miraba hacia Leviatán totalmente ensimismado, como una polilla atrapada por la luz de una lámpara incandescente.

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06/04/2017, 12:25
Fernando Gálvez

- ¡Eh! - susurró Fernando dandole un codazo a Nic - Estamos aqui para otra cosa, recuerdas. Me toca un pie lo que rasgue, a no ser que tenga que detenerle por exhibicionista.

Las palabras del tipo no le causaban el mas minimo revuelo a Fernando, que seguía pendiente de lo que pasaba a su alrededor. Esperaba que, en cualquier momento, el hombre tratara de matar a alguien de la sala, al fin y al cabo, eso es lo que hacían en los rituales siniestros ¿no? Sacrificar vírgenes, y esas cosas horribles. Tenía que estar preparado para detenerle.

Notas de juego

El pobre Fernando pensando en el sacrificio de virgenes y verás cuando el tipo este invoque un Shoggoth o alguna cosa de estas horrorosas xD

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06/04/2017, 13:09
Isabel Díaz

Parecía todo un truco de magia. Sólo eso: el prestidigitador que empezaba a arremangarse, enseñar que las cartas no estaban marcadas, y que no había nada raro, para después hacer aparecer un as de color verde, o una carta firmada por a saber quién. 

Pero, no, aquello parecía mucho más serio, e Isabel estaba ensimismada.

-Callad, callad- les dijo a Nic y a Fernando, sin apartar los ojos del escenario-, que va a hacer el truco de magia.

A Isabel le gustaban los trucos de magia, y así se lo tomó. Aquel tal Leviatán era un actor increíble que era capaz de vender nieve a un esquimal. Su puesta en escena, el tono de sus palabras... Era el mago tras la cortina. 

-Venga, va, magia, magia- murmuró, disfrutando como una niña.

Notas de juego

XDDXDXDXD Me encanta Fernando. El pobre está ahí en tensión, esperando a dar el salto para detener al so loco de Leviatán XDXDXDXD

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06/04/2017, 18:45
Director

Leviatán asintió, como si estuviera dándoles la razón a Fernando e Isabel. Luego comenzó a murmurar unas palabras mientras alzaba sus manos. A un lado del escenario se abrió una de las puertas por la que salió una okupa, una mujer de aspecto quebradizo, que sostenía en sus manos un libro abierto encarado hacia Leviatán.

- El libro... El Clavis Inferna...- murmuró Nic.

Estaba tenso y mantenía sus manos aferradas con tal fuerza a los brazos de su asiento que sus nudillos palidecían más todavía que su rostro. Pero no apartaba la mirada del escenario. Resultaba extraño ver a aquel individuo tan nervioso por una simple representación teatral. Quedaba claro que él se lo creía a pies juntillas, aquella actitud no se podía fingir.

Leviatán dio unos pasos y se quedó frente a la mujer, mirando fijamente el libro mientras su murmullo continuaba ascendiendo. Era una letanía extraña, cargante, que provocaba una inquietud indeterminada. Tanto Isabel como Fernando notaron un cierto mareo en la boca del estómago, como el que se siente cuando algo inevitable y terrible va a suceder. Esa sensación que tiene una persona a punto de ahogarse, cuando contempla el agua que la cubre de forma irremesible mientras sus fuerzas se agotan. Ese momento en que sabe que todo está perdido. 

Pero lo único que estaba pasando era que las luces se atenuaban. Y que Leviatán brillaba. Brillaba como si estuviera hecho de luz. Era un efecto extraño, hipnótico. De pronto para Fernando e Isabel no había nada más en el mundo, nada en el universo, salvo aquel punto de luz brillante que antes había sido un hombre. Eso y la letanía cadenciosa, pesada, abrumadora. 

De pronto todo era oscuridad. 

En algún momento todas las luces se habían apagado y el silencio había sustituido al ruido de la función. Estaban sumidos en la más profunda oscuridad, incapaces de ver apenas sus propias manos. Cada uno de ellos era consciente de la respiración del otro. Y de un sollozo. De la oscuridad donde estaba Nic llegaba ahora el sonido de un sollozo.

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07/04/2017, 13:20
Isabel Díaz

-Empieza, empieza- casi saltaba de la emoción al ver a aquella mujer con un libro.

Miró a Nic al escuchar sus palabras, pero no comentó nada. No quería perderse nada de la función, por lo que sonrió un poco más al tener un dato nuevo de información: Clavis Inferna. Un libro que, quizá, estaba forrado para simular su antigüedad y desgaste, y bien podía ser un libro de Pérez Reverte, como el Club Dumas. 

La detective tragó saliva con dificultad, y frunció el ceño al notar las luces más tenues. Era una puesta en escena impresionante, y no podía creer que aquello pasara desapercibido en la ciudad. Si es que sólo faltaba la mesa, las cartas y el violín invisible. 

Pero, sin saber muy bien por qué, la emoción dio paso a algo raro. Algo malo. Se llevó un momento la mano al estómago, y pensó que volvía a tener acidez. De la emoción, pensó que se había puesto nerviosa, y volvían los frecuentes dolores de estómago para joderle el espectáculo.

No quiso prestarle atención, y se centró en el escenario. Fue cuando emitió un grito ahogado al quedarse todo a oscuras. 

-Pues sí que...- comenzó a murmurar, pero se interrumpió de inmediato al escuchar un ruido cercano a ellos.

Parpadeó un par de veces, sin notar ninguna diferencia si los tenía abiertos y cerrados, y notó un cosquilleo en las orejas cuando prestó más atención al ruido.

Alguien lloraba. 

Nic lloraba.

-Ey, Nic- dijo Isabel-. ¿Estás bien?- Y sin saber qué decir, añadió-: ¿Te da miedo la oscuridad? 

Luego se sintió un poco tonta por preguntar aquello.

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07/04/2017, 13:29
Fernando Gálvez

Fernando no sabía si gritar -para avisar a Isabel - o si estarse callado. Pensando que podía estar en peligro, optó por lo segundo. Palpó a tientas donde tenía que estar Isabel. No hizo lo mismo con donde debía estar Nic. ¿Un sollozo? ¿Qué quería decir aquello? ¿Acaso le habian descubierto?

De lo que estaba seguro es de que aquella luz habia sido un espectáculo de lo más fantasmagórico y teatral. El truco de las luces, por otro lado, estaba un poco anticuado ya. Quería preguntarle como estaba, pero no le salían las palabras. Algo le decía que aquello no iba bien.

Hizo un plano del teatro en su cabeza. Lo habia estudiado bien, asi que no tenía problemas en recordar con mas o menos detalle la sala. Si tenia que salir de alli corriendo, sabría como hacerlo.

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07/04/2017, 13:35
Isabel Díaz

Cerró los ojos al sentir unas manos tocándola.

-Soy yo, soy yo, para- dijo, riendo, recordando el juego aquel de niños. Algo así de tinieblas, donde tenías que reconocer a la persona que encontrabas sólo tocándola-. Me has dado en la nariz- se quejó, sonriendo, rascándose el puente de la nariz.

Ante la total oscuridad, decidió sacar el móvil, y encender la pantalla para que hiciera un poco de luz, e iluminara.

En cuanto tuvo luz, miró tanto a Fernando como a Nic, preguntándole a este último:

-Ey, ¿estás bien?- dijo, inclinándose para verlo mejor.

Le importó bien poco que pudiera llegar a molestar a los demás espectadores. Quería saber si todo iba bien con Nic.

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10/04/2017, 18:02
Director

Había algo que inquietó a ambos detectives. A su alrededor no estaban las sillas. De hecho había una corriente de aire que hasta ese momento no habían notado. Fernando sintió un leve mareo al darse cuenta de que su conocimiento de la sala no valdría de nada si los habían trasladado. Pero ¿cómo? ¿cuándo? ¿hipnosis? ¿drogas? ¿y los demás espectadores?

De pronto un chispazo generó un mínimo de luz. 

Nic estaba en el suelo, de rodillas, y acababa de encender su mechero. Iluminado por la leve llama del zippo su rostro aparecía sombrío. ¿Era él quien había llorado? Si así había sido ahora su cara no lo reflejaba.

 

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10/04/2017, 18:05
Nicolás Mondoñedo

- Oh, joder, ahora es cuando todo se tuerce de verdad.

Lo dijo intentando usar el mismo tono de voz que usaría alguien a quien se le hubiera pinchado la rueda del coche pero su cara reflejaba una gravedad mayor.

- ¡Leviatán! ¡Hijo de puta! - gritó a la oscuridad.

Durante el breve momento que duró la llama pudieron ver roca alrededor. Estaban en una cueva. El mechero se apagó.

- Si lo mantengo encendido todo el tiempo la piedra saldrá volando por el aire[1].

Notas de juego

[1] De adolescentes nos gustaba mucho explorar casas abandonadas de nuestro entorno y es algo que aprendimos rápidamente. 

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11/04/2017, 17:15
Fernando Gálvez

- ¿Dónde estamos, Nic? - preguntó Fernando sin levantarse del asiento... ¿Porque aun estaba en aquella chapucera silla vieja, verdad? - ¿Por qué parece esto una puñetera cueva?

Fernando sacó el móvil con poca esperanza. Al menos podrían iluminarse, aunque no tuvieran cobertura ni gps.