Partida Rol por web

Me paro y miro a mis compañeros de aventura.

-Amigos, creo que son sus habitaciones,busquen sus armas, puede que las necesiten próximamente.

Tras las palabras de Mutombo intenté recordar si a la entrada nos habían indicado cuál era nuestra habitación.  Busqué sin mediar palabra la habitación número 22 Donde se suponía que estaban las cosas de Heimer. Supuse que Yreth sabría a donde me dirigía pues él estaba presente cuando le indicaron la habitación al hombre pero como los demás no lo sabían hable mientras empezaba a buscarla -La habitación de Heimer es la 22...- y continué mi camino buscando dicha habitación.

No sabía si Yreth aún mantenía el contacto mental conmigo así que intenté pensar de manera pausada e intentando formar frases entendibles, mi mente podía ser a veces muy desordenada <A Heimer le indicaron que su habitación era la 22...pero nosotros no sabemos...cual... las nuestras no...se supone que son individuales ¿no? Búsca la tuya... yo iré a buscar a Heimer...>le miré antes de empezar a caminar. Si había roto su contacto mental conmigo no me había dado cuenta así que seguidamente hablé.

Asiente antes las palabras de Mutombo.

Yreth no necesitaba un arma y ni siquiera había traído alguna. Pero si recordaba que Daelire había perdido la suya al intentar entrar. Sin embargo la muchacha no parecía preocupada por sus posesiones.

Observa como la chica se aleja buscando la habitación de Heimer. Ante tal acción frunce el seño, mas no podía evitarlo tendría que seguirla aunque no quisiese. Y eso hizo.

Su mente no había cesado aquella actividad no era la primera vez que estaba tanto tiempo y ni sería la última.

La única que necesita buscar sus cosas eres tu Dae… yo llevo todo conmigo, encima y en la mochila. Olvida a Heimer, lo vi muy capaz de protegerse el solito estará bien. Podemos ocuparnos de él o de camino o en cuanto encontremos tus cosas.

Sintió la mirada de la muchacha antes de girarse y la observo.

<No tienes porqué seguirme...> dije en mi mente mientras observaba de reojo como Yreth me seguía <...sé defenderme ¿sabes?> No paré de caminar pero sentía que él seguí tras de mi siguiéndome. Entonces me paré en seco y me giré para mirarle. -Me pones nerviosa siguiéndome así...- miré por detrás suyo pero los demás no estaban tan cerca para oír que hablé en voz alta pero de todas formas volví a hablar en mi mente mientras le miraba <...Tenemos que estar juntos... ese bicho... esa cosa...sé que es fuerte por eso le busco...tengo...miedo...>tras admitir eso tan vergonzoso le di la espalda y seguí andando <si quieres acompañarme ven... pero camina a mi lado no detrás como un violador>se me escapó una pequeña risa pero seguí andando, sabía que él me alcanzaría pronto.

Al ver que Yreth me empezó a seguir me giré para hablarle pero ya estaba muy lejos y como hablé bajo los demás no me oían, pero si podían ver como movía los labios y que en seguida continué por mi camino.

Si, lo he visto, pero tengo que hacerlo… tras aquellas palabras la muchacha se detiene y frente a ello Yreth también se detiene.

Por un momento el muchacho pensó que se había enfadado, aquel pensamiento le hizo crisparse como un gato. Fue como si un escalofrió recorriese su columna hasta llegar a la base de su cuello. ¿Aquello era miedo? Era posible sobre todo tras haber comprobado como calcinaba a los que se atrevieron a acometer contra ella.

Pero nada más lejos de la verdad, cuando ella se descubre ante él. Sus miedos… su rostro se relaja y antes de que pudiese contestarle ella se voltea dejando en el aire ese comentario gracioso mientras suelta una pequeña risa.

En consecuencia el joven, se queda sin palabras y no puede evitar sonreír.

No te preocupes, nos tenemos el uno al otro…

Dicho aquello vuelve a iniciar la carrera pero esta vez poniéndose a su lado.

Al igual que Daelire, el también se detiene, durante unos segundos ambos permanecen parados uno frente al otro en sumo silencio...

Mas luego ella continúa y no resta un segundo cuando el la sigue pero esta vez corre a su lado.

Cuando se puso a mi lado le miré de reojo mientras andábamos <En la lucha ni siquiera parecías humano... ¿puedo confiar en ti?> pensé con una sonrisa en la boca y dejé pasar las imágenes que tenía de él luchando. Le dejé ver como le observaba, como se volvía intangible y su agilidad de movimientos todo desde mi perspectiva, recordé que sentí escalofríos al verle pero más de admiración que de miedo pero entonces me di cuenta que si veía todo aquello era porque yo le había estado mirando todo el tiempo así que borré de mi mente aquellas imágenes y me reí <seguro eres fuerte... no te quisiera como enemigo...> acabé pensando.

Uri, se encamina detrás de Yreth y Abie sigue sus pasos, al parecer el guerrero tao les había dado seguridad.

"El negrón" continua por el pasillo, buscando la habitación 22.

Llegáis a la habitación de Heimer, encontráis la puerta abierta y un desorden mínimo, por mucho que busquéis, no hay armas.

Yo decido salir e investigar algunas de las habitaciones del pasillo.

Al ver la habitación vacía y medio revuelta decido volver a salir al pasillo y miro en ambas direcciones. <Sé que Heimer ya estuvo aquí... seguramente encontró su arma por lo revuelta que está la habitación...debería buscar mi habitación...>pensé mientras miraba hacia ambos lados del pasillo y luego miraba a mis compañeros. Mutombo se disponía a inspeccionar las habitaciones del pasillo y decidí hacer lo mismo que él por el lado contrario al que se había ido. Me acerqué a una de las puertas e intenté abrirla.