Partida Rol por web

Por un momento el muchacho pensó que volveria a ser presa del hechizo de Heimer, sin embargo para su sorpesa la muchacha se abalanza sobre el, haciendo sin duda que cayese contra el suelo evitando toda posibilidad de escapar.

¿Pero por que escapar del placer? Yreth se dejo llevar… sin darse cuenta que el hombre ha desaparecido de la sala.

Al ver que ya no estoy bajo ningún hechizo pongo mis manos sobre el pecho de Yreth e intento retirarme, con un poco de suerte conseguiré escapar...

Daelire se detiene e Yreth comienza a ser consiente de por que… sus manos aferran sus muñecas.

-No iras a parar ahora que hemos llegado tan lejos, ¿no?- tira de ella hacia si mismo y luego voltea. Provocando con ello que quedase encima de ella en contacto mientras su miembro quedaba comprimido contra su cuerpo.

Creo una barrera protectora alrededor de mi cuerpo haciendo que me aleje de Yreth, ahora ningún tipo de ataque (y cuando digo ninguno también te incluye a ti, Yreth...)puede alcanzarme -Lo siento amigo...pero mi virginidad no la entrego tan fácil...- digo mientras me alejo sin bajar el escudo protector. -Buenas noches- digo mientras me dispongo a salir por la puerta.

Yreth ve como es repelido nuevamente aunque esta vez no tan violentamente… No podía hacer nada contra la magia. Y no lo intentaría.

Luego que la muchacha se marcha el sigue la misma senda.

Camarero, una jarra de cerveza!

Entro en la sala, miro de reojo a Heimer y me siento al otro lado de la habitación -Camarero, una taza de té rojo por favor- digo cruzando las piernas y poniendo las manos sobre la mesa mientras sigo mirando de reojo a Heimer.

Observo la taberna y procuro evitar pensar mucho en el olor a gente... Bueno, gente obrera. Entonces me percato de la entrada de la joven Daelire. Al menos un poco de estilo para este sitio. Esbozo media sonrisa y despues ladeo la cabeza para seguir observando la taberna.