Partida Rol por web

-Y al parecer me he convertido en un objeto para el cumplimiento de vuestra venganza…- comenta hacia Daelire.- pero te olvidas de una cosa,…- Se acerca a la muchacha y mientras la atrae hacia si para evitar su huida, el rostro del muchacho se acerca a su oido.

-Es posible que me interese otra persona – dice susurrando a su oído.

De repente noto como mis articulaciones dejan de responderme. No soy capaz de ver magia aqui, pero entonces que es esto... Despues me percato de la escena y no puedo evitar sonreir, de alivio y de pura risa. Pobre Daelire... 

-Parece que no te va a salir bien la jugada...

Vuelvo a colocar mi dedo índice en mi sien y hago que una fuerza invisible empuje a Yreth, sin soltar a Heimer avanzo hacia este sin darle la espalda a Yreth -...y quien te ha dicho a ti que fueras a ser tu el que le torturará... a él le van más los hombres tu no podrías torturarle...- digo mirando a ambos. 

-No creas que te libraras, no necesito descanso alguno y la noche puede ser larga…- No aparta la mirada de Daelire, pero aquellas palabras se dirigen a ambos o quizás solo a Heimer.

Sin importar aquello, el rostro de Yreth se ve oculto en el cuello de la muchacha donde los labios de este lo recorren lentamente desendiendo desde el nacimiento de su oreja. Pero entonces una fuerza le expulsa viendose soprendido a pesar de que ya era inevitable pensar en la magia...

De repente mi sonrisa se borra. Parece verdaderamente enfadada. Bueno, en realidad tiene motivos para estarlo. Mis juegos esta vez han conocido limite. La miro a los ojos y esbozo media sonrisa.

-Esta bien, me lo merezco... Adelante, haz conmigo lo que quieras. Aunque te equivocas en algo. Yo... No tengo preferencias.

Mientras se acerca solo me queda un recurso, reunir las energias posibles para romper su poder y deshacerme de su trampa, o dejarme hacer a ver que pasa...

Con el dedo nuevamente sobre mi sien hago que Heimer choque de espalda contra la pared, posteriormente le siento en una silla y transformo el respaldo de la silla en cadenas que le apresan dejando libre solamente su mano izquierda. Estiro ambas manos hacia Heimer y cierro los ojos. Con un simple movimiento de mi mano hago que se mueva la suya por igual. <ahora podré manejarlo a mi voluntad>pensé.  Miro a Heimer de reojo y sonrío maliciosamente mientras hago que su mano agarre con bastante fuerza su miembro. 

Sonrie y se sienta con las piernas cruzadas y se dedica solo a observar, aquello podria ser incluso hasta divertido. Y no intervendria por el momento.

Abro los ojos de par en par y antes de que sepa que esta ocurriendo estoy masturbandome delante de Yreth y Daelire... Pero esto no puede quedar asi... La miro a los ojos y pronuncio.

- Todo lo veras en el espejo de la envidia...

Asi conjuro el cuarto poder de la sub-via del pecado. Si ella hace que yo me toque, ella tambien se tocara. De esa forma en este momento una de sus manos tocan dud labios (no precisamente los de su boca) y parece estar sentada en la nada, haciendo fuerza con las piernas.

Mis acciones se habían vuelto en mi contra. No sabía como demonios estaba sujetándome en el aire pero mi hechizo de control físico seguía en marcha y no podía pararlo por culpa de Heimer... Mi intento de avergonzarle había acabado por provocarme la peor de las vergüenzas que puede sufrir una virgen. No podía detener mi mano y se movía contra mi voluntad, intentaba resistirme pero los intentos fueron inútiles. -No...no vas a conseguir...- no podía articular frases enteras pues mi respiración era demasiado fuerte y se me nublaba la mente. Tras mirar maliciosamente a Heimer miro avergonzada a Yreth que estaba quieto mirando el espectáculo. 

Cominenzo a notar calor, pues no puedo dejar de mover mi mano. Es como un extasis a punto de descontrolarse.

-Si detuvieses.... Esto... Ahh... O sera... Mphhh.. Demasiado tarde... Mmmh...- jadeo entrecortadamentr.

Despues miro alternativamente a Daelire e Yreth. La una hace lo mismo que yo, y el otro solo mira.., no es justo, se merece cooperar. 

-No te gustaria echarnos una mano?

Yreeth se siente tentando de participar.

-Y perderme vuestras caras cuando lleguéis al éxtasis, quizás para la próxima vez… o… no mejor me quedo aquí sentadito- sonrió

- Que te lo has creido...

Repito el conjuro de Lujuria sobre Daelire enfocado a Yreth.

- O todos o ninguno... -sonrio maliciosamente.

Ante la respuesta de Yreth mi cuerpo responde con un escalofrío que recorre todo mi cuerpo. miro de nuevo a Heimer -No...aah...no puedo... pararlo... tu hechizo.... aah...ahh...no me lo permite...- digo sin poder pensar claramente mientras mis músculos se contraen inconscientemente, mis piernas tiemblan y mis ojos apenas se mantienen abiertos. -Re...reti...retiralo...- digo Mirando a Heimer mientras recojo algo de saliva que estaba cayendo por la comisura de mi boca. 

Entonces Heimer vuelve a hechizarme como al principio. No sabía si agradecerle o maldecirle por hacerme lo mismo que al principio. Mi cuerpo pasaba por un momento extraño que nunca había experimentado pero mi mente estaba tan difuminada que no tuve fuerzas para resistirme. Lo único que pude hacer antes de que mi cuerpo chocara con el de Yreth fue mantener el hechizo sobre Heimer moviendo mi mano en Yreth por lo que Heimer no dejó de tocarse.

Faltaba poco, tenia que parar esto y no me quedaba mucho tiempo. Recordaba un viejo sortilegio llamado Transporte Automatico. Eso los mantendria a ellos entretenidos, y a mi a unos 20 metros fuera de esta sala... Uno, dos y...

- Transporte Automático... Llévame lejos...

Entre jadeos todo parecia ir mas deprisa, cuando finalmente soy consciente de donde me encuentro... He atravesado la pared de la sala anterior, el conjuro ha hecho efecto, y mi mano responde s mis designios por fin... La silla es una de las normales, sin cintas ni ataduras...

como lo estaran pasando los tortolitos?