Partida Rol por web

Al ver que un cansado pero aun decidido Sadler volvía a la carga contra vosotros decidisteis terminar con esto.

Os bastó una sola mirada para compenetraros y saber lo que teníais que hacer. El primer ataque se dirigió contra Lance, quien con experiencia interpuso su mastodóntica arma entre el y la muerte, sin embargo cuando el capitán estaba apunto de retirar el arma para reunir fuerza en su brazo izquierdo para volver a atacar, el guerrero hizo girar sobre si misma el arma haciendo que el brazo derecho de Edmond se abriera provocando un hueco en su defensa. 

El ataque contra Argalack llegó casi sin fuerza, y viendo lo que su compañero había hecho, éste decidió seguir la estrategia, gracias a su agilidad asestó varios golpes consecutivos sobre la espada corta de su enemigo, parando su trayectoria, hasta que al final lanzó un golpe más fuerte que abrió la defensa por su izquierda.

En ese preciso momento Sadler entendió que estaba perdido.

Los dos golpes de Argalack cayeron con tal rapidez que casi parecieron uno, los dos impactaron sobre el estómago del, hasta ahora, capitán, justo después Argalack hizo muestra de su extraordinaria agilidad para saltar por encima de su enemigo justo a tiempo para no interponerse entre dos docenas de acero y un futuro cadáver que aún no lo sabía.

La carga de Lance fue imparable. Mientras su compañero atacaba aprovechó para coger espacio y preparar la carga, justo cuando el sombra asestó el segundo golpe empezó a correr, sabiendo que justo en el momento necesario éste sabría apartarse del camino, ya que a esa velocidad y con esa masa, ni queriendo podría parar su devastador ataque.

El arma atrevesó por completo al capitán partiéndolo por la mitad. En su cara todavía se podía ver una mueca de incredulidad. Estáis apunto de felicitaros cuando os percatáis de que no hay tiempo, seguís cayendo.

Rápidamente divisáis una palanca más gruesa que las demás y totalmente puesta hacia abajo, y dais por hecho que tiene que ver algo con la altitud. Intentáis levantarla pero no podéis, en un lugar del panel de mandos veis que hay una casilla que se ilumina con un rojo de alarma.

Malfuncionamiento en sala de máquinas principal.

Habéis acabado con Sadler pero otro tipo de muerte os sigue persiguiendo. ¿Podréis evitarlo?

- Lo siento capitán, pero le advertí que no se entrometiera – dijo Lance mientras limpiaba la sangre de su fiel mandoble -. ¿Argalack, estás bien?

Tras revisar los mandos y controles de la nave y percatarse que no se podía hacer nada para evitar el descenso, tanto él como su compañero se dieron cuenta de la señal de mal funcionamiento en la sala de máquinas.

- Creo que poco podemos hacer aquí – dijo mirando a su compañero - ¿vamos a revisar la sala de máquinas principal? Debemos darnos prisa.

Solo es un simple rasguño, aunque he de reconocer que la pelea se alargado mas de lo esperado. Lamentablemente hemos matado a este desgraciado antes de tiempo, podríamos haberle obligado a enderezar la nave o sonsacarle algún tipo de información valiosa. Aún sigo pensando...todo esto simplemente por dinero, según tengo entendido un capitán debe ganar bastante dinero y más si se trata de un navío como este. Puede que halla sido coaccionado para llevar acabo esta acción o quien sabe...¿algún tipo de venganza personal?, no creo. Lamentablemente ya sea demasiado tarde para averiguarlo, (mira el cuerpo y suspira). Voy a ver si encuentro algo de utilidad en el cadáver. Tiro para buscar alguna llave que lleve encima Sadler.

Argalack mira a su alrededor, como si esperase algo más de aquel lugar. Bueno, supongo que no tenemos otra opción vayamos a la sala de maquinas.

¿Sabes donde esta la sala de maquinas principal? tendremos que revisar el mapa.

Argalack se dirige al cuadro de mando para ver en que posición exacta de la nave se encuentra tal sala.

Con buena previsión a Argalack se le ocurre revisar los bolsillos del finado en busca de pertenencias valiosas. Lo más llamativo que encuentras es un juego de llaves que seguramente sirvan para abrir todas, o casi todas, las puertas del zepelín.

Los dos estáis más o menos de acuerdo en cual debería ser el siguiente paso, ir en busca de la sala de máquinas, para ello Lance saca el mapa que consiguió y juntos os ponéis a escudriñarlo. Después de un rato parece que estáis de acuerdo en que se ubica en la parte trasera de la nave principal, en la que estáis.

¿iréis directamente para allá? Mientras La Dama sigue su inexorable rumbo de colisión.

Argalack medita levemente sobre la situación en la que los dos se encuentran. Es una situación critica esta claro, aunque siempre han sido sus preferidas, "De que sirve vivir si no se siente la muerte acechando". Piensa en su compañero, "Por el momento ha sido de bastante utilidad en este viaje, no tengo nada en su contra por el momento, pero claro esta la desconfianza en los demás es precisamente lo que me ha ayudado a sobrevivir durante tantos años".

-Deberíamos ir directamente a la sala de maquinas, aunque recuerda Lance la situación que nos ha llevado hasta aquí. Aún seguimos sin saber quien causo la muerte de todos esos guardias, por el número de cadáveres podrían haber sido varias personas, una con mucha habilidad en la lucha o algún tipo de criatura como la que ya hemos visto.

-Seguramente nos encontremos con alguna cosas inesperada, así que debemos mantenernos alerta. La caída del zeppelin no es el único problema al que nos enfrentamos.

- Buena idea eso de cachear al capitán, Señor Argalack, seguro que esas llaves nos van a ser de mucha utilidad – dijo Lance con una sonrisa -.

Mientras revisaban el mapa, Lance no podía dejar de pensar en la tragedia que podría ser estrellar el zeppelín, no solo por su propia vida sino por la de toda esa gente inocente, no podía permitirse ni un solo fallo.

- Déjeme ir a mi delante, como bien ha dicho el capitán no va a ser el único enemigo a bordo, tenemos estar preparados para cualquier cosa – dijo mientras agarraba con ambas manos su mandoble y lo ponía en posición de defensa -. Debemos irnos.

Marcháis con precaución pero a paso ligero hacia la sala de máquinas principal de la Dama. Al llegar al pasillo que tomasteis para llegar a la sala de mandos veis algo que se os pasó por alto la vez anterior por ir demasiado aprisa. Grabadas en la pared del zepelín veis marcas, arañazos, que casi parece de una garra más que de un arma de filo.

Pasais los camarotes del tripulación y de la sala de carga hasta llegar a una gran puerta de acero. Suerte que tenéis la llave de Sadler ya que abrirla sin ella sería complicado.

Según abrís la puerta sentís en vuestras entrañas que algo no va bien. Juraríais que hace un poco más de frío y que la intensidad de la luz ha bajado inexplicablemente, mientras avanzáis buscando el problema os movéis entre complicados engranajes. Las sombras parecen adoptar formas extrañas que huyen de vuestra mirada.

A lo lejos divisáis el problema. Hay dos vigas pesadas bloqueando los alerones de la nave. Avanzáis un poco más para tener mejor vista del problema y entonces es cuando lo véis.

En mitad de la sala de máquina hay un círculo dibujado con algo parecido a tiza y sangre. Alrededor de él hay runas y símbolos cabalísticos. Sobre él hay un hombre, o lo que antaño fue un hombre. Parece de estatura más bien baja y se le ve algo atocinado por su parte media, sin embargo sus rasgos denotan que es algo más que humano. Sus manos parecen casi garras, su tono de piel tiene un tono azulado mortecino, y sus ojos son rojos como carbón al fuego vivo.

Cuando llegáis no parece prestaros atención ya que está inmerso en un oscuro cántico.

Parece que habéis encontrado al responsable de gran parte de la tragedia, ¿qué haréis con el?

Sorprendido se dirige a la criatura, absorto por tantos eventos mágicos en tan poco tiempo, se plantea que nada de esto es causalidad. 

-Al parecer este ser esta invocando alguna criatura, (parece que nos hemos topado con el causante de las masacres anteriores) creo que deberíamos acabar con él antes de que acabe su siniestro ritual, ¿que me dices Lance?... si no lo interrumpimos tendremos mas problemas.

- Decide acercarse sigilosamente para poder sorprenderle y sacarle cierta ventaja (tirada de sigilo), no antes sin mirar alrededor. Quizás pueda situarme encima de él sobre algún tipo de engranaje y abalanzarme en el momento adecuado (tirada de Acrobacias)

- No sé qué estará haciendo, pero no parece nada bueno, debemos detenerlo - dijo Lance susurrando, ya que parecía que aquella extraña criatura no se había percatado de su presencia -. 

Tras unos segundos de observación, Lance vio que bajo la criatura había unos símbolos dibujados:

- Señor Argalack, no sé muy bien cómo funciona la magia, pero deduzco que los garabatos que tiene pintados son necesarios para lo que está tratando de llevar a cabo, tal vez si los borramos de alguna forma lo detengamos antes de que termine y podamos encargarnos de él después. ¿Cree que puede llegar hasta él sin hacer ruido? Si me muevo yo se dará cuenta de nuestra presencia, sé que no soy precisamente sigiloso, trataré de acercarme a él lo máximo posible sin llamar su atención para atacar en cuanto podamos.

-Creo que no será un problema. Quédate atrás y no hagas ruido mientras lo intento.

No muy convencido Argalack se dispone a ir sigilosamente hasta las marcas del suelo con la esperanza de poder borrarlas con un poco de saliva y frotando la zona. 

Mientras Argalack se dirigía hacia el desconocido con sigilo, Lance decidió acercarse lo justo para que en cuanto se detuviera ese extraño ritual pudiera atacar sin darle posibilidad al enemigo de defenderse. Con su mandoble preparado, se quedó acechando detrás de una cobertura.

Aprovechando la distracción de vuestro enemigo os aproximáis a el con sigilo y habiendo ideado un plan.

Argalack intenta un salto que no termina bien, sin embargo su primera lección fue aprender a caer, y consigue hacerlo sin hacer demasiado ruido, después dirigió su mirada a Lance que le señaló los glifos en el suelo, Argalack entendió lo que su compañero le decía.

Frotas en el extraño círculo para borrar las marcas, la sustancia que creeis que podría ser tiza sí que parece dispersarse, sin embargo, por debajo de ésta hay una energía crepitante que mantiene la energía del círculo por sí mismo, es como si el conjuro se alimentara por si mismo llegados a estas alturas.

Viendo que el plan A falló, Lance decidió saltar al plan de contingencia, es decir, descargar todo el acero sobre aquel desgraciado. Cuando el metal esta a solo unos centímetros de impactar la criatura se movió con una agilidad inusitada que sorprendió incluso al sombra.

-¿Qué pretendeis mis niños? Da igual, ya es demasiado tarde, tengo todo el miedo que necesito, y la puerta se me abrirá.- dice esbozando una inquietante sonrisa.

Molesto por haber sido detectado y con ello eliminar el factor sorpresa, mira al ser, situando sus dos piernas en posición defensiva, con las armas en las manos, aparentando una inusitada calma aunque dentro de él recorre por todo su cuerpo una inquietud difícil de disimular. Sabía que intentar quitar las marcas del suelo no era una buena idea, ahora he descubierto mi posición, era estúpido pensar que la magia fuera tan fácil de anular.

-¿Cual es tu propósito? Dice Argalacka a la criatura mientras piensa en sus palabras "tengo todo el miedo que necesito, y la puerta se me abrirá" ...hizo caer el zeppelin para infundir miedo a los pasajeros y así obtener energía con la que abrir una especie de portal, quizás quiera traer algo aquí o irse. No saldrá nada bueno de esto. Solo nos queda hacerle frente con todo lo que tenemos, la pregunta que debemos hacernos es: ¿A que nos estamos enfrentando?.

-Supongo que no tenemos mas remedio que cargar contra él... Lastima que no haya podido curarme, las heridas serán una carga para el combate que se avecina, evitare que me toque o se acerque a mi.

- No me gusta nada cómo ha sonado eso de “la puerta se me abrirá” – pensó Lance mientras soltaba su mandoble del suelo que había quedado profundamente clavado del impacto fallido -.

Echó una mirada a su compañero prácticamente sin saber qué hacer, no sabía qué era aquella criatura y no sabía de qué era capaz. Un sudor frío recorrió todo su cuerpo, había enfrentado un sinfín de enemigos, pero ninguno de ellos había estado en el plano sobrenatural, todo lo que conocía de aquello eran viejas leyendas y cuentos que contaban sus antepasados. Por un instante sintió miedo. Sonrió. Hacía tiempo que no lo sentía, aquellas historias a las que apenas prestó atención de pequeño al final parecía que tenían algo de cierto.

- ¿Qué eres y qué quieres? – dijo en un tono firme mientras interponía su espada entre su enemigo y él para utilizarla a modo de escudo.

-¿Cual es tu propósito?- pregunta Argalack dejando relucir más inquietud de la que le gustaría.

Con una voz que contiene solo unas últimas notas de humanidad la criatura responde:

-Solo soy un instrumento de mi señor, mi misión es girar la llave y abrir la puerta. Pero vosotros pequeños no tenéis necesidad de tales conocimientos, y mucho menos ahora. En cuestión de segundos estaréis muertos.

Notáis que el zepelín parece descender a mayor velocidad.

Pensativo, le da vueltas al asunto: "Su amo podría llegar aquí por el portal o cualquier otro ser, pero claro esta, que sentido tiene invocarlo justo cuando la nave va a desaparecer con todos sus pasajeros dentro""no parece tener mucho sentido...quizás sea por mi desconocimiento de la magia".A parte de esto esta el hecho que ha dicho... estareis muertos, no estaremos muertos...lo que significa que...

Se le ocurre una idea...

Susurra a Lance para que la criatura no lo escuche: Bueno parece que al zeppelin no le queda mucho ..solo tenemos una opción posible para sobrevivir...quizás podremos cruzar el portal que ha abierto, si es que lo encontramos...no creo que él se quede mirando como ocurre el desastre a no ser que su idea sea sacrificarse por su señor, algo que dudo, por sus palabras . Es posible que el portal al menos sea de entrada.

Sé que no te convence la idea de dejar a todos los pasajeros a su suerte, pero piensa que opciones tenemos, o lo intentamos matar y solucionamos el desvío de la nave, cosa que no veo probable o salimos de aquí por una vía alternativa.

Hay algo que aún así inquieta a Argalack, la criatura que tienen delante parece en cierta forma humana...Puede haber sido objeto de una transformación y esclavizado por un ente superior y todo ello debe haber ocurrido durante el viaje, no creo que le hayan permitido pasar teniendo este aspecto habiendo solo una entrada y teniendo las ventanas tan selladas...

Tal vez su compañero tenía razón. Todos estaban condenados y era demasiado tarde. Tal vez debería dejar de pensar en nadie más que ellos mismos y salvar la vida. No, se repetía una y otra vez a sí mismo, siempre hay una manera, sonaba una y otra vez en su cabeza.

Con solo haber visto la esquiva de su enemigo fue consciente de que era muy superior a ellos, no tenía ningún sentido enfrentarlo. Por ello, echó una última mirada de complicidad a su compañero, sabía que era una tarea imposible, pero rendirse no entraba en sus planes.

- Lo siento – susurró a su compañero -. Necesito agotar todas las posibilidades antes de que esa puerta se abra. Salva la vida en cuanto puedas, por favor.

Y nada más terminar, salió corriendo hacia las vigas, tenía que tratar de moverlas o destruirlas de cualquier manera. Sabía que eso le dejaría en una situación muy vulnerable, pero en este momento solo podía pensar en que “su familia” estaba en peligro.

Argalack empezó a buscar frenéticamente cualquier señal de algún "portal", pero solo encontró sombras funestas que presagiaban un violento final.

Por su parte Lance, que se negaba a dar por perdida a La Dama, intentó quitar las vigas que bloqueaban los alerones. Gracias a sus fantásticas proezas de fuerza empezó a mover lentamente una, casi parece que esta apunto de quitarla completamente cuando escucháis:

-¡No! ¡No es posible!

El iracundo grito de la criatura reverbera en vuestro interior hablandoos en el mismísimo lenguaje del miedo.

Entonces es cuando los ojos se os van hacia una de las ventanas y contempláis el mar.

El choque es tan brusco que solo percibís vuestros cuerpos siendo empujados hasta la otra parte de la gran sala, luego un fortísimo impacto. 

Y solo quedó el silencio.

Despertáis. Lo primero que veis al abrir los ojos es mar, y arena. A vuestro alrededor veis tablones destrozados de madera. 

Parece que estáis en algún tipo de playa. Estáis desorientados sin embargo Argalack ya no ninguna herida.