Partida Rol por web

Os habeis separado, pero habeis acordado reuniros en esa habitacion si algo sale mal.

Gregory y Layla habian salido por la puerta doble de aquella habitacion. Esta daba a un ancho pasillo. Habia cinco puertas en un lateral del pasillo y una gran puerta metalica al final del mismo. Parecia una puerta muy segura.
Sobre el marco superior de las cinco puertas podian leerse los siguientes letreros -de mas cerca a mas lejos-.
Informacion.
Vestuarios.
Aseos.
Estudio Palogias.
Virulogia.

Y sobre la puerta metalica del final del pasillo se podia leer.
Ensayos MNA (Maximo de Nivel de Alerta).

Tu eres el medico. dijo Laureen levantando los hombros.

Abres la puerta simple y te adentras en un Hall. La puerta de lo que deberia ser la verdadera entrada (evidentemetne la entrada entre las maquinas expendedoras era "improvisada") era enorme, de cuatro por cuatro metros, de metal y en varios lugares tililaban lets rojos que indicaban que estaba cerrada.
Si cruzaras la habitacion en linea recta desde la puerta en la que te encuentras, toparias con otra puerta como por la que acabas de entrar.
Enfrente de la puerta de 4x4m de la entrada hay una recepcion con un ordenador que rocia de azul la pared. A la izquierda de la recepcion hay un ascensor y a la derecha una puerta sobre la cual se ve el dibujito de una escalera.
Todo esta limpio y silencioso. Las luces funcionan a la perfeccion.

Un poco solitario me siento algo mas tranquilo ya que si toca correr no debo preocuparme por nadie en especial y eso me gusta, con el arma lista para destrozarle el cerebro a cualquier osado que intente atacarme.

continuo andando y no empieza a gustarme tanta tranquilidad, me impacienta y me pone demasiado nervioso

Lo que falta es que aparezcan medicos y enfermeras zombies jajajajaRio para mi mismo decidiendo que camino tomar para finalmente decidirme por la inmensa puerta 4x4

Las cosas pueden ponerse muy feas a partie de éste punto, más vale andarse con cuidado. Dejo correr algunos segundos devanándome los sesos para elegir a dónde ir.

Por un lado me hago pis, pero nada que no pueda aguantar un tiempo más, y, en un momento de necesidad, creo que mearme encima incluso me limpiaría.

Lo de MNA es muy atrayente, pero si le dieron ese nivel es por algo, y todo brote suele producirse en esa clase de circunstancias...

- No sé si ir a Información y revisar algunos informes, aunque bien podría ser una pérdida de tiempo - le susurro a Lauren -, o pasar por los vestuarios a ver si tienen alguna máscara de gas, de las de verdad, no esa mierda de los chinos, y entrar a Virulogía...

De todos modos, todos mis sentidos están apuntados a la sala de MNA. Hay algo... atrayente...

Te pones a examinar la puerta y no solo es evidente que está cerrada, sino que tampoco las vas a poder abrir por tus propios medios. Al lado mismo de la gran puerta metálica hay un panel numérico para introducir un código.

No es el tipo de puerta que se puede abrir por la fuerza.

Laureen levanta los ojos, está algo asombrada ante un lugar como aquel, con luz, límpio.
Desde que tenía uso de razón que el mundo era un completo vertedero.

No se, tu decides.

- Maldita sea, los dos sabemos dónde vamos a acabar...

Agarro la beretta con ambas manos, me cerciono de tener la navaja en el bolsillo, y avanzo, cubriendo con mi cuerpo a Lauren, hacia la puerta del MNA.

Intento captar algo sospechoso, algo que me diga que estoy loco, pero conforme mi mano avanza hacia el picaporte el corazón se me desboca en el pecho.

Cuando gregory gira la cruceta que hace de pomo varias veces la puerta se abre con un sonido a aire.
Cuando se adentran en el pasillo que sigue, ven a ambos lados ropa puesta en perchas, sobretodo alguna que otra chaqueta... de genteque entró y no salió. La puertase cierra automáticamente mientras del techo brota una especie de líquiedo en gotas tan finas que apenas mojan.
Al final del pasillo hay otra puerta circular, casi como la de las naves espaciales. Arriba se puede leer "descontaminación".

No, no se como voy a acabar y tu tampoco, mierda no seas así y se un hombre al menos durante un momento. Dame algo al menos para pensar que no me he equivocado al poner mi vida en tus manos. negó con la cabeza para si misma, ella podría huir de los zombies con relativa facilidad pues no la infectaban, pero en un lugar cerrado como aquel podían acabar hechos pedazos al menor descuido, y a la muerte nadie es inmune.

- Eh, chica, si quien ha fabricado esta sala de descontaminación ha seguido las reglas de homologación internacionales, sólo se puede abrur esa puerta desde aquí dentro, o desde la cabina de control -olfateo a mi alrededor, buscando el característico olor químico de los descontaminantes -, y los podridos no saben meter códigos de acceso, ¿vale?

No sé por qué me molesta tanto que la niña se meta conmigo. Si hasta hace cinco minutos estaba haciendo esos mismo comentarios sobre mí mismo... ¿Estaré perdiendo la chaveta?

Miro el final del pasillo inquisitivamente, protego la beretta con mi cuerpo, no vaya a ser que se estropee justo ahora... Todo parece sacado de algún viejo episodio de Star Trek.

- Quédate aquí - le digo con tono paternalista - Si me oyes gritar, pon tu pequeño y molesto trasero a salvo tan lejos como puedas de aquí.

Y avanzo...

Maldita puerta... Pienso mientras escupo hacia un lado y doy media vuelta y miro dos cosas, el ascensor y las escaleras...el ascensor y las escaleras...el ascensor....me ire por las escaleras..con el rifle en alto me preparo para abrir de una patada la puerta y volarle los cesos a lo que aparezca por ese lado

Chico....afina tu punteria Susurro y le doy la patada a la puerta con un poco de adrenalina recorriendo mis venas

Abres la puerta de una patada apuntando hacia arriba con la escopeta y durante un momento alto ge desconcierta... las escaleras van hacia abajo. Observas por el hueco del pasamanos y ves que almenos hay unos diez pisos hacia abajo. Las escaleras son metálicas y las paredes de un marmol tan límpio y claro que te devuelve tu mirada, reflejándote en el mismo. Todo está perfecamente iluminado, en el momento que empiezas a bajar hacia la planta menos uno, dicha puerta se abre. Por suerte aún no habías girado el tramo de la escalera y de la misma manera que tu no ves quien o que sale d la puerta, tampoco pueden verte.

Ni hablar, no pienso arrisgarme a que te maten ahora. dijo la niña mientras ambos seguíais adelante.
El pasillo en el que estabais daba a otro que, nada más cerrarse la puerta tras vosotros su luz se tiñió de rojo, pareció presurizarse y llenó la estancia de un gas casi invisible de olor dulzón a la vez que una batería de aspersores de las paredes, techo y suelo se activaba. Tras dos minutos la luz se volvió verde y se abrió la puerta a una habitación cuyo blancura os hizo dudar si estabais en el cielo. Os costó adaptar vuestra vista a tanta luz. La habitación era alargada, tanto como un tren de viajeros y se desarrollaba a derecha e izquierda. A ambos lados había infinidad de vidrieras, todas con pequeñas pantallas táctiles incrustadas en uno de los lados y con dos pequeños circulos que daban a guantes con los que tratar lo que sea que hubiera dentro. Había un número igual de ventanas en ambos lados, dispuestas unas enfrente de otras y solo separadas por unos depósitos circulares dispuestos a lo largo de la habitación. Hacía tanto frio que os castañeteaban los dientes.

Disteis apenas unos pasos cuando visteis que, varios metros a la izquierda habían dos personas vestidas con los pesados trajes de anticontaminación, parecían trajes de los primeros buzos. Ambos miraban una pantalla y charlaban de algo que no podeis escuchar. Los depósitos del centro de la habitación os tapaban.
Escuchasteis un sonido

Poso la mano suavemente sobre la cinturita de Lauren y la obligo a ponerse detrás mío, afianzo los pies en el suelo, relajado por preparado, y escondo la mano con la pistola a mi espalda, de manera que sea imposible ver que la empuño, y a la vez que tampoco le resultaría difícil a Lauren tomarla y, en caso de necesidad, usarla.

Intento adoptar una postura relajada, fingiendo que mi mano oculta no tiene un arma en ella, sino que está manteniendo a raya a una inocente niña. Pongo la otra abierta, con la palma apoyada en mi pecho, como quien se rasca un picor ocasional, y practico mi mejor y más estúpida sonrisa.

- Ejem... Hola - les digo a los dos tipos disfrazados de agentes de I.M.A.

El ruido me sobresalta, pero si están tranquilos, deben de tenerlo todo bajo control.

¿No?

Maldicion...!!!! Pienso al momento que me quedo totalmente inmovil con mi rifle pegado al cuerpo pero listo a usarlo como arma cuerpo a cuerpo si es necesario, estoy en una mala situacion, demasiado alto para mi gusto y angosto para moverme

Dejate ver..dejate ver Pienso intentando usar las paredes para ver quien es o quieres son

Algunos depósitos situados a lo largo de la estancia habían empezado a zumbar todos, como si en su interior hubiera algun motor haciéndolos girar a velocidades increbiles.

Las dos figuras se quedan mirandoos.
¿Que... que haceis aqui?
Dicen una de las voces nerviosamente.

Un hombre sale por la puerta y empieza a bajar, lleva unos pantalones anchos azules, como de mecánico, va sin camisa y es de color. Sus movimientos son tan ágils como los de cualquier humano, pero su piel parece tan seca como la de un desierto sin arena, llena de cicatrices y de un color un tanto grisáceo.

Desde mi ubicacion puedo ver al tipo o lo que sea salir por esa puerta y me aferro con fuerza al rifle mientras que en mi mente me hago mil preguntas acerca de si es humano o no, lentamente y casi por instinto preparo mi rifle intentando apuntarle a la maldita cabeza, solo un tiro y chao. No puedo fallar o me arriesgo a ser descubierto inutilmente.

Lentamente muevo el gatillo y el balazo retumba por todo el lugar como si de un trueno se tratara