Partida Rol por web

Los gritos y el ruido de la motosierra os despiertan.
Alguién está usando una radial para cortarle las tetas a una chica aunque sus gritos son sofocados por la motosierra que cada vez se escucha más cercana.
Tienes las manos esposadas a unas rejas de la pared metálica de tu espalda, al igual que todos aquellos que están a tus dos lados.
Chavales, viejos, mujeres, niñas... todos desnudos por igual, aunque nada podéis ver ni de vuestro propio cuerpo. Teneis tantas capas de sangre seca encima que apenas parece que esteis desnudos.
A apenas unos pasos a tu izquierda uno de esos animales le quita a un viejo las esposas cortandole la mano con la motosierra, para luego clavarle un enorme gancho entre las costillas y dejarlo colgando como un muñeco de trapo, gritando mientras aguarda su turno. Parece que el de la radial casi a acabado con lo que antes era una chica...

La motosierra y la radial se detienen a la vez y las pocas bombillas que iluminaban la macabra escena se apagan fulminantemente. El viejo grita aún desde el techo mientras la chica da sus últimos espasmos en el suelo.
Los carniceros -porque así van vestidos, totalmente sucios de sangres y entrañas- se quedan mirando, el gigante de la motosierra deja esta en el suelo y el bajito y escuchumizado de la radial hace lo mismo.

Puto generador, vamos a ver que pasa con ese trasto.

El gigante abre la puerta del lateral del vagón y la cierra con un fuerte golpe.
Os quedais solos salvo por el pobre desgraciadao que cuelga del techo, estáis debiles pero todos esposados a la misma reja metálica soldada a la pared para hacer de protección de ventana.

Unos gritos inhumanos me despierta ¿pero que coño?por un breve segundo intento incorporarme levemente pero me doy cuenta de que estoy esposado.
Poco a poco voy enfocando la escena que cada vez me parece mas irreal.Cuando por fin consigo asimilarla comienzo a forzejear con las esposas procurando que no se me note ya que esos tipos seguro que me dejan igual que a la chica saltandose su riguroso orden de lista si me descubrieran.
-¿Shh hay alguien mas despierto? no me hagais mucho caso pero creo que tenemos que salir de aqui, me da mala espina que quizas seas por que soy negro...a los blancos a los mejor os molan este tipo de rituales digo con apenas un murmullo, sigo estando en forma, siempre lo he estado por mi trabajo por eso aun en situaciones asin sigo luchando. Y que demonios si me quedan solos unos minutos de vida prefiero consumirlos con mi sentido de humor intacto.
Se da cuenta de que de la sangre no le esta sentando nada bien a la verja empezando a oxidarla y sumando eso a su ya perjudicado aspecto les da una pequeña oportunidad de escapar.

Tios quien tenga fuertas que a la de tres empiece a tirar de la verja.digo por ultimo. Depues me callo para reunir fuerzas.

CLACK! el sonido de la puerta del vagón cerrándose despierta al Padre Ramón. ¿Dónde coño estoy? en el duermevela propio de las drogas que le habían inyectado a traición, pudo ver una serie de escenas horripilantes... un tipo serrándole las tetas a una muchacha... pensó que era un mal sueño, hasta que vio a la susodicha, boca arriba sobre una mesa.

Tras pensar esto, Ramón recobró el poco ánimo que fue capaz. Lo cierto era que el olor a podrido y a muerte y la violencia ya formaban parte de su día a día... pero que esta la ejercieran los propios humanos... era algo nuevo y aterrador. De repente, un pensamiento: ¿Me han serrado a mí también?. El ex-sacerdote, se movió, nerviosamente comprobando que estaba entero... incluidas sus pelotas (lo primero que había mirado).

- Tios quien tenga fuertas que a la de tres empiece a tirar de la verja - oyó que decía un joven que se encontraba en la habitación con él, ¡así que no era el único! sin pensarlo, hizo lo que le decía y tiró con toda la fuerza de que fue capaz de la verja...

El tiroteo en el vagon, mis compañeros cayendo y dejandome solo conra ellos, intento un ultimo movimiento desesperado lanzando una botella y disparando con mi recortada, pero un fallo hace que me disparen un dardo somnifero, despues...

Me despierto echandome bruscamente hacia adelante, pero las esposas me retienen contra la verja.

-¿Pero que coño?

Echo un vistazo a mi alrededor, un viejo colgado y una tia descuartizada.

-Asi que siguen descuartizando gente.

Susurro y luego veo dos tipos intentando escapar.

-Esperad, os ayudare.

Keira abre los ojos, ve todo bastante más oscuro de lo que en realidad es, aunque solo es habituarse a la oscuridad después de haber permanecido inconsciente un tiempo. Los sonidos no eran nada agradables, una chica llorando, gritando... una radial, todo eso le producía dolor de cabeza aunque la verdad es que estaba acostumbrada a ese tipo de sonidos en su trabajo, como lo hecho de menos... piensa melancólica.

Al poco tiempo cae en la cuenta de que tiene a más gente al lado y están haciendo el intento de arrancar la vaya metálica que los tiene sujetos con unas esposas, su "libertad" podría estar muy cerca o que viniesen los locos esos y no volver a ver la luz de un nuevo día.

Miró hacia abajo por si veía algo de utilidad para abrir la cerradura de sus grilletes, pero se dio cuenta de otra realidad, estaba desnuda y su cuerpo estaba bañado en sangre - no, no puede ser mía - murmura para sí bastante confusa y asustada.

Tenía que salir de allí, así que ayudaría en lo que pudiese a esos tres - por favor, no mireis... - dice un poco avergonzada, eres tonta Keira, eso no debe de preocuparte ahora, es lo menos importante... se reprocha, si hubiese podido se hubiese golpeado la cabeza con la mano, pero por el momento le era imposible - intentaré ayudar, pero estoy algo débil...

Con gesto cansado los cuatro que aún conservais la cordura y la conciencia os mirais, contais por lo bajo:

un,dos,¡tres!

Y tiráis con toda la fuerza que vuestros castigados músculos os dejan, un enorme KLANG!!! metálico resuena en toda la estancia cuando la barra se desprende del lateral quedando en vuestras manos como una enorme lanza que os unía como una bizarra palanca de fubolin en la que los jugadores habían sido sustituidos por gente torturada y moribunda.

Seguís esposados y abrazados a aquella barra mientras aún retumba en la habitación el sonido de la barra al ser arrancada. No creéis que tarden mucho en volver.

En el suelo veis la motosierra que funciona con gasolina y a fe podeis jurar que funciona a la perfección. No demasiado lejos veis la radial que funcionaba con un cable que le proporcionaba corriente por lo cual en esos momentos parece inutil.
En el techo aún resuella moribundo el pobre viejo mientras que la chica a la que acababan de cortar pechos y parte de la cara y los muslo ha tenido mejor suerte que todos y ya ha dejado este horrible mundo.

¿Que haceis?

¡Coño Ramón, sigues en forma! pensó el cura cuando lograron zafarse de la verja, pero no era momento de pensar gilipolleces sino de actuar.

- Debemos intentar quitarnos esta pinche barra, ¡tú, grandullón! ¿puedes alcanzar la sierra mecánica? - comenta señalando a Kyle, con un marcado acento mexicano - esos pendejos no tardarán mucho en venir...

Acto seguido, intentó inclinarse para dejar caer la barra que le unía a los otros cautivos. Le debía a sus chicos el intentar sobrevivir donde ellos cayeron y, sobre todo, les debía una venganza... una venganza lo más sangrienta posible...

-Muy bien.

Tras decir esto, me deslizo hacia el final de la barra y suelto las esposas, me acerco a la sierra, pero antes de cogerla echo un vistazo a la radial y la desenchufo, luego cojo la sierra y me dirijo a los demas.

-Se que no tardaran mucho, soltaros cuanto antes.

Me doy la vuelta para vigilar la puerta y hablo por encima de mi hombro.

-Por cierto, me llamo Kyle

un,dos,¡tres!
Y conseguimos soltarnos uf ya estaba viendo como hacían Kenya decostruido de mi al mas puro estilo Ferran Adria.
Pero la barra sigue unida a nosotros haciendo que formemos un ridículo grupo lo mas parecido posible a unos muñequitos de futbolín.
Escucho la conversación entre el tipo del bigote que esta a mi lado y el tipo que parece estar libre.
-Eso colega libéranos de esta ridícula situación, soy demasiado negro para no sentir vergüenza cuando me convierto en un pinchito andante si te portas bien prometo comprarte una camiseta de tu talla cunado salgamos de esta...seguro que la anterior te la cargarse al agacharte por coger un Boli.
Intento librarme de la barra escurriéndome y tanteando la barra con las manos.
-Vamos guapote sabes que estoy hablando en broma. Ayúdanos, cuantos mas seamos mas posibilidades tendremos de sobrevivir a esto que no se como diablos hemos llegado.
Joder estamos viendo jodido...en el caso de que nos liberemos nos quedaremos completamente desnudos y en un edificio que no conocemos y a merced de esos tipos de las sierras.

Entre el Padre Ramón y Nairobi arrancan de entre vuestros brazos la barra como si sacaran una lanza del vientre de un dragón. Mientras Kyle se había hecho con la sierra y Keira -una vez ya libre- intentaba buscar algo con lo que taparse.

En ese momento ois el ruido de chapa metálica arrastrándose y miráis hacia la puerta... pero esta no se ha abierto.
Un cuadro de luz en el techo os hace ver que alguien ha abierto una trampilla en el mismo y os lanza una cuerda.
Veis el rostro de una chica por la trampilla, habla vuestro idioma con un fuerte acento oriental.
Joder, a que esperais? Subid

Aún estáis esposados y eso os impide moveros con total naturalidad... a vuestra espalda escuchais hablar a los dos carniceros a la otra parte de la puerta del vagón. Están a punto de abrirla.

¿Escapareis,plantareis cara?

Observa nerviosa desde alli arriba cosas que solo ella puede ver.

Venga venga ya vienen

Mientras busca algo con lo que taparse ve como los "carniceros" intentan penetrar en el vagón y como una chica, que no los conoce lanza una cuerda, es peligroso confiar en ella... pero prefiero tener una posibilidad... piensa Keira mirando las dos posibilidades, pero ve más factible ir con la chica.

Yo voy con ella, ¿qué hareis vosotros? - dice mientras que se agarra bien a la cuerda para trepar por ella. Pensaba que le iba a costar, entre las esposasa y que tiene las manos sin nada que se las proteja, pero ahora no es el momento de ponerse delicada.

Al subir, sonríe a la chica - me llamo Keira, ¿y tu? Por cierto, muchas gracias por la ayuda... - dice con alegría aunque sigue con su mosca detrás la oreja, no me fio de esta tía.

Nairobi por fin consigue liberarse de la trampa mortal que era estar encadenado a una verja junto con otras dos personas.
Se acerca a un rincón y con unos trapos se fabrica un improvisado taba-rabos la mar de mono.
-Si es que a los negros nos queda todo bien...
Y viendo la cuerda que les tiran desde arriba no duda ni por un segundo en trepar por ella.
-Tíos nos vemos arriba. Espero que no haya ninguno que se crea Rambo y se quede aquí.

Ramón ve la espectacular muchacha que sube delante de él la cuerda que les lleva a la salvación y se ve obligado a rezar lo que puede en ese momento: la tentación de la carne era algo que no había tenido desde hacía MUCHO tiempo y ante lo que era difícil permanecer impasible. Entonces sacudió la cabeza y decidió seguir a la mujer. Reunió todas las fuerzas que fue capaz y subió por la cuerda tensando lo que pudo sus castigados músculos... una vez arriba, tendió la mano hacia abajo para que su compañero que aún quedaba por subir tuviera ayuda extra:

- ¡Vamos, no tenemos todo el día! ¡Grandullón! - comenta apodando a Kyle, entonces se gira hacia su rescatadora y comenta - muchas gracias muchacha, eres un puto ángel salvador...

Kyle tienes un +2 adicional a la tirada de agilidad por la ayuda del Padre Ramón

Miro hacia arriba y al intentar agarrarme a la mano del padre Ramon me resbalo y caigo.

-¡Maldita sea!

La puerta metálica del lateral se abre con un ruido chirriante, el sol enmarca dos figuras totalmente desiguales. Un grandullón que bien podría ser el primo perdido de Swatzenaguer y otro algo bajito, una especie de Tom cruise calvo y flacucho.
Ambos vestido con ropa de carnicero entran hablando...

-El transformador esta totalmente jodido, alguien nos la ha juga...

Los dos carniceros callan a la vez y observan la situación: todas las reses se han soltado y solo uno de ellas queda allí.
Ven a Kyle intentar subir con la motosierra colgando a la espalda. También ven como cuando casi había conseguido cogerse a la mano del más mayor de los presos sus pies resbalan y cae justo delante de ellos.

Empiezan a posicionarse para rodear a Kyle cuando la japonesa casi de un salto se deja caer dentro del vagón para intentar equilibrar la situación.
Los dos carniceros se sacan de su cinturón enormes ganchos puntiagudos y súcios de sangre seca.

Los que habéis conseguido subir veis la escena bajo vuestros pies, dudando si bajar a ayudar a sus dos nuevos compañeros.
Desde ahí arriba ven el techo del tren, lleno de cables, paneles solares y amatrelladoras montadas sobre paneles. Los laterales exteriores tienen enormes y puntiagudos hierros soldados, de muchas ventanillas salen otras armas de fuego fijas y apenas se ven las ruedas del tren. Están rodeadas de alambres, placas, hierros y vídrios. Es como un tren sacado de una película de Mad Max, es una fortaleza autoabastecida por un generador que parece que "alguien" ha jodido para daros una oportunidad.

Mirais alrededor del tren y solo hay vías y vías. A lo lejos hay un enorme edificio que debe ser la estación y cerca del mismo otros edificios más pequeños. La zona de vías está separada de la de edificos por una valla metálica muy alta coronada por alambres.

Venga saca esa siera y enseniemosles lo que es bieno dice la japonesa nada más tocar tierra.

Aún así, la ventaja la tienen los dos carniceros que os atacan a ambos con sus ganchos.
El bajito levanta el gancho para intentar ensartar a Kyle pero este se le queda clavado en uno de los cuerpos que cuelga del techo... quedando a merced de quien iba a ser su víctima.
El grandullón lanza su ataque y clava el gancho en las costillas de la joven japonesa que grita algo en su idioma.

¡Ramón, debes estar loco sólo por PENSAR en esto!, pensó el sacerdote... casi sin tiempo para reflexionar, el hombre vio como su joven salvadora se encontraba en apuros, de modo que bajó del techo del tren sin pensárselo dos veces...

Una vez abajo, descartó el gigante como un oponente a tener en cuenta, y aprovechó la situación del más bajito (que se encontraba enganchado) para tratar de empujarlo fuera del tren con un certero empujón.

- ¡AAAARGHHH! - gritó el padre Ramón lleno de furia asesina muy poco cristiana...

al ver como el padre Ramon se encarga del enano decido ayudar a nuestra "salvadora" con el grandullon-¡Maldita sea! ¡Sueltala!- digo lanzandome sobre el.