Partida Rol por web

Crawler admitía que si iba a haber problemas estos, al menos, serían amenizados con una música que le recordaba otros tiempos, pero era la primera vez que iba en tan buena compañía. Una vez dentro del ascensor ella habló de su hermano, o mejor dicho, habló vagamente de él. No sabía que tuviera hermanos y la forma de mencionarlo, de echar un vistazo a su gente...

-Siempre que seas tu quien me lo pide iré contigo Charlotte... a estas alturas deberías de saberlo y, si no, ya lo sabes, eres alguien importante para mí -dijo sonriéndola levemente y apretando su mano un instante, para luego parpadear asintiendo sobre las cosas no dichas- Todos tenemos nuestros secretos Charlotte... Creo que me encuentro en clara desventaja sobre ese asunto, pero cuando estes preparada hablaremos de ello si quieres, sin presiones... Tu aprendiste uno de mis secretos de una forma, cuanto menos... sorprendete. Me alegro que no te diera un ataque al corazón en su día... -dijo riéndose levemente- Pero tras esto me debes una cena -dijo guiñándole un ojo

-No te juzgare, -poniéndose levemente más serio sobre involucrarse en situaciones legales- dios me libre... pero creo que averiguaré eso al final sin que ninguno de los dos nos lo hayamos planteado, solo te pido que si es cierto eso de situaciones legales complicadas tengas mucho cuidado. Yo tengo todo el tiempo del mundo, tú no y no quiero que lo eches por la borda... y para lo que sea sabes que tienes mi apoyo y ayuda incondicionales -le comenta para luego volver la  vista hacia la mujer rubia de mal aspecto.

-¿Ese es mi futuro cuñado? -mencionó ligeramente medio en broma, en un susurro, a Charlotte al ver a Anxo, observando su reacción ante aquello para luego cambiar su rostro a uno un tanto más profesional y tender con firmeza la mano de aquel hombre, mirándolo fijamente e intentando hacerse una idea de a quien le estaba dando la mano, y es que por su experiencia ser bueno o malo era una definición simplista, la gente podían ser santos o demonios y querer a su familia por encima de esos conceptos o, todo lo contrario, ser unos verdaderos parásitos.

-Creo que no desearé dar ese paseo si realmente quieren que atiendan bien a la muchacha... soy el Doctor Crawler, amigo de Charlotte y por suerte para vosotros el que mejor puede atenderla en caso de cualquier cosa en la cabeza, ahora si me disculpa... Necesito saber su estado, donde se golpeó, contra que y sobre todo si está despierta. También agradecería algunas toallas, hielo, whisky o alguna bebida alcoholica pura... y si tiene un botiquín perfecto, me deje el mio en mi despacho para dar una vuelta más que atender urgencias que deberían verse en un hospital -y sin esperar demasiado se acuclilló cerca de la chica y empezó a examinarla antes siquiera que nadie protestara, para luego hablar hacia donde estuviera el que parecía amigo de la chica lesionada- Supongo que usted conoce a la chica... ¿sabe si sufre algún tipo de enfermedad que le provoque desvanecimientos, problemas de tensión o epilepsia? También me vendría bien saber su tipo de sangre y si tiene alguna alergia conocida... -mientras comentaba eso Charlotte pudo ver como trabajaba Crawler, era rápido, educado en sus exigencias pero en un tono de voz que indicaba a las claras que no aceptaba ser cuestionado en su trabajo. Si alguno de los presentes tenía pasado militar se daría cuenta que su comportamiento, posición y formas asemejaban a los de los médicos del ejército.

-Señorita... soy el doctor Crawler, me han comentado que ha sufrido un buen golpe en la cabeza. Necesito que me diga si recuerda en que fecha estamos y su nombre -mientras le decía aquello en un tono suave y calmado, sonriendo, palpó con cuidado no la cabeza, si no primero las vertebras de la espalda y el cuello. Muchas caidas provocaban heridas llamativas en la cabeza pero era el latigazo de las vertebras el problema, una vez subió examinó cuidadosamente la herida, pero sobre todo los ojos, su dilatación y contracción de pupilas cuando le pasó la linterna del móvil por los ojos. Tras aquello examinó la nariz, boca y oidos buscando desangramiento o pérdida de fluidos, indicadores directos de una peligrosa lesión.

Malcolm escuchó atentamente a Anxo y se preguntó si lo de su hermana era una treta para que confiase en él y así se quedase a hablar o realmente era cierto y quería ayudar a su compañera. Era posible que el tiempo jugase en su contra y sabía que si o si Lexi tenía que ser atendida por un doctor, además de que Anxo tenía razón cuando le preguntó a Malcolm si no tenía curiosidad por saber quién era y cómo sabía tantas cosas sobre él mismo. Ayudó a que se decidiera a quedarse él que ordenara a Killer dejar a Lexi allí con ellos y así pudiese vigilar que no le hacían nada malo - Ok, 15 minutos. Y en cuanto llegue su hermana querré una prueba verídica de que realmente se trata de una doctora.
La situación le estaba superando y sentía que no estaba pensando con claridad. Por una parte, deseaba saber quién era ese tipo y si tenía algo que ver con las carreras ilegales, pero otra parte de sí mismo se preocupaba por Lexi ¿Por qué cojones me preocupo de esta tía? Apenas la conozco y estoy dejando que me joda la investigación. . Malcolm no se daba cuenta de que lo que pensaba ni siquiera era cierto ya que esa gente sabía quién era él realmente y no Lexi no tenía nada que ver con que su actuación se hubiese descubierto, ¿O quizá sí? ¿Qué sabía realmente de Lexi? ¡Quizá ella estuviese untada! ¿Y si todo era parte de un plan elaborado para joderle o para atraparle por lo que tenía en el interior? Todas esas locas ideas comenzaron a golpear en la mente del detective y este comenzó a pensar que le iba a estallar la cabeza. Quería una copa, necesitaba una copa, pero no era el lugar ni el momento - Un whisky doble Se oyó decir cómo si otra persona manejase su cuerpo ¡Puto idiota! ¿Estas en mitad de una investigación y has pedido un Whisky? ¿Que cojones te pasa?
Vencido por sus demonios, Malcolm se sentó y comenzó a beber su Whisky sin perder de vista a su compañera. 15 minutos después aparecieron en el hotel la supuesta hermana junto con otro tipo que aseguró que también era médico. El detective dejó la copa y se acercó a la pareja para preguntarles si era verdad que eran médicos, aunque el chico se adelantó preguntándole si conocía a Lexi - Si la conozco ¿La conozco? -Bueno, un poco. Es mi compañera. No tengo ni idea si se suele caer, aunque en esta ocasión se cayó debido a un... accidente. No tengo ni idea de su grupo sanguíneo ni si tiene problemas médicos. ¡Joder, ni siquiera se su edad! Por cierto, ¿Quién es usted? ¿De verdad es médico? ¿Puedo ver alguna acreditación? No era el mejor momento para pedir acreditaciones, pero necesitaba saber si realmente era doctor o un yonki como la conductora contratado por Anxo.

La conversación de Charlotte con Crawler parecía estar tomando un camino cada vez más íntimo, y es que se veía a la legua de que ambos tenían una complicidad muy marcada, aunque no lo suficiente como para romper la distancia física y considerarse pareja. Pero eso sí, el atractivo Jacob no veía problema alguno en nada que concerniese a la joven doctora, siendo extremadamente comprensivo en todo cuanto ella le contara, y las miradas femeninas se intensificaban cuando él solicitaba respuestas y algunas de ellas eran particularmente complicadas y no por no saber elegir las palabras, si no por lo que conllevaría sus comentarios.

- Tú también eres importante para mi..., por eso me da miedo que me juzgues... - susurra ella y sonríe levemente al escuchar la invitación de la cena -... Tenlo por seguro, Jacob..., solo espero que no pongas kilómetros de por medio cuando hablemos... - y se calló al notar la presencia de Sarah, la rubia mujer de mal aspecto que le llevaba directamente hacia Anxo -... Sí, es tu futuro cuñado..., pero recuerda que yo no elegí tenerlo de hermano.... - Charlotte suspira tras mirarle a los ojos, parecía que el comentario de Crawler ella lo había encajado hasta como si fuera una posible realidad, no sorprendiéndose, tan solo lamentando que Anxo fuera quien fuese.

Anxo sonrió ampliamente cuando Kabulski pidió un whisky doble, levantando a la par la mano hacia el camarero, duplicando el pedido para no dejarle solo en el bello proceso de la ingestión de alcohol.

- Le acompañaré..., es lícito desconfiar de las personas que no beben absolutamente nada cuando uno mismo lo hace..., ¿no le pasa a usted lo mismo?.... - cuando le sirvieron el vaso miró el contenido con una sonrisa ligera y paladeó el líquido despacio, con placer incluso -...Delicioso, Chivas Regal, 18 años..., bastante bueno para ser tomado fuera de casa..., algún día le invitaré a que tome conmigo uno de 25 años..., fue un regalo que me hicieron no hace mucho y aún no he tenido el placer de testarlo... - comenta como inicio de conversación.

- Confíe en mi..., mi hermana es doctora..., bueno..., a decir verdad su especialidad es algo necrológica..., pero eso es casi mejor..., si no cumple su amiga o pareja, o lo que sea que ella sea para usted, las condiciones típicas post mortem implicará que está sana como una manzana... - había cierto deje de sarcasmo en el comentario, estaba claro de que a ese hombre la salud de Lexi le importaba más bien poco -... Para serle sincero Kabulski, le conozco desde hace cierto tiempo... ¿sabe?... Un día fui a comisaría a recoger a una persona importante para mi..., y le vi..., tenía mal aspecto, como de no haber dormido muy bien y haber bebido medio río Hudson en alcohol... Una persona de mi confianza le marcó por su "habilidad especial" y desde entonces he deseado tener una entrevista con usted..., aunque ya hablaremos más tarde de eso..., viene mi hermana... -  dijo observando a la recién llegada y al tipo que le acompañaba. Blacket sonreía por fuera pero su mirada escrutaba a Crawler como si de una máquina de rayos X se tratase.

- Encantado de conocerle, doctor... - dijo Anxo mirando con reprobación a Charlotte, la cual levantó el mentón de manera valiente, como si no temiera enfrentarse a su hermano, algo que no muchos harían -... El estado de la mujer es ese... - señaló a Lexi, la cual estaba sentada en uno de los sillones observando todo a su alrededor -... Sarah ve a la recepción del hotel y pide un botiquín, están obligados a tener uno en caso de emergencias, tráelo... - ordenó Anxo mientras la mujer rubia se retiraba

El médico le preguntaba a Kabulski por la joven y por fin se demostró de que realmente no era su esposa, como inicialmente quiso hacer creer a los presentes.

- La víctima es Lexi Taylor, detective, 28 años de edad. Deduzco que no tiene problemas de salud porque está en activo y porque ha soportado más golpes en casa de los que pueda recibir una prostituta en el Bronx.... - dice Anxo cogiendo su copa y bebiendo de nuevo, determinando que sabía claramente quien era la muchacha -... Sabe usted poco de su compañera, Malcolm....

El detective insistía en que se le mostrase una acreditación, así que Charlotte sacó la suya y se la enseñó, pero su tarjeta fue interceptada por su supuesto hermano, quitándola de la trayectoria visual del hombre, que si tenía buena vista comprobaría que la joven tenía una tarjeta de hospital donde ponía su nombre, Charlotte Blacket, aunque no podría corroborar que fuera o no auténtica, pero eso sí, Anxo, estaba molesto por aquel hecho, parecía que deseaba salvaguardar, en la medida de lo posible, a la joven.

- Bien Malcolm, no le queda mucha más opción que creernos, somos al fin y al cabo la mejor posibilidad que ahora mismo tiene delante de sí..., beba su copa..., beba.... y relájese..., la noche va a ser larga... - miró a Sarah que llegaba con el botiquín, éste lo recibió Anxo y él se lo dio a Crawler -... Charlotte, la familia está en el Gustavino´s...., cuando acabemos aquí irás y te dejarás ver..., Ámber ya está en la fiesta y aún no sabemos nada de Siena, pero no creo que tarde en llegar.

La joven doctora asintió a las palabras de su hermano, al fin y al cabo el local estaba cruzando la calle, tan cerca que no había excusa plausible para negarse.

Lexi apenas había hablado tras el golpe en la cabeza. Observaba en silencio la situación. Los allí presentes podrían pensar que estaba rota, malherida, pero la realidad era más bien distinta. La joven no se encontraba mal, ejecutaba su rol para obtener mayor información sobre aquel particular grupo, y sobre todo porque, mientras ellos la olvidaban en las esquinas de las salas, ella tenía acceso a su teléfono móvil, grabando las conversaciones que se estaban realizando, aunque ninguna había sido tan particularmente interesante como para realizar acusaciones legales.

Cuando el supuesto médico se acercó a su persona la mujer le observó por unos instantes, escuchando de fondo muchas informaciones concretas y privadas sobre ella misma. Miró con sorpresa a Anxo, había estado siendo investigada sin ni siquiera saberlo y daba sus datos sin dilación alguna.

- Soy A+ y no tengo antecedentes de enfermedades familiares. Mi única alergia es a los gilipollas, y creo que en breve voy a entrar en crisis.... - y su mirada fue directamente hacia Anxo, aquel tipo no le gustaba, a pesar de que Crawler era el hombre más próximo a Lexi -... Me encuentro bien, doctor..., estoy bien..., ¿quién es usted?.... - le mira a los ojos.

Lexi posteriormente buscó con la mirada a Malcolm, ella no entendía cómo habían acabado en aquella situación, pero algo estaba claro, no era casual el golpe que se había dado, ni haber despertado en medio de desconocidos, y lo peor de todo, su compañero detective bebía con aquel hombre que sabía exactamente quien era ella. Kabulski era un agente infiltrado y si estaba en problemas en ese momento era precisamente por él. Sentía como la traición por dentro le rompía, estaba claro algo, hasta la policía de Nueva York estaba corrupta, por eso le pusieron de compañero a ese tipo, seguramente sabría de su secreto, y si así era, tendría que usarlo.

Ámber asiente cuando Matt se presenta, escuchando sus palabras con atención, curiosa en parte por saber quien demonios era ese tipo que se colaba incluso en una fiesta para ir a por una niña excesivamente joven como para estar en ese lugar, pero habían límites que desde hacía tiempo, habían sido traspasados.

- Siento si te ofendo con mis comentarios, Matt...., pero peores cosas he visto..., aunque no voy a mentirte, tampoco es lo más natural del mundo que un tipo de tu edad pudiera estar con una niña como ella... - la muchacha parece relajarse al escuchar la relación que unía a Lily con el músico, sintiéndose mucho más cómoda y relajada casi al instante, Ámber era mayor de edad pero también muy joven y sus experiencias de vida aún dejaban mucho que desear -...Vaya..., eres un buen tipo..., ayudar a tu pareja con su hija..., aunque vas a necesitar armarte de paciencia... - rió ella con suavidad antes de escuchar de que no sabía cómo iba a hacerlo-...Mira tienes dos opciones, o hacerlo por las buenas o por las malas... Por las buenas no van a ser veinte minutos, la fiesta acaba de comenzar..., y por las malas, puedes liarla parda, coger a la chica, que el novio se te enfrente y que protagonicéis la mejor pelea de los últimos días, ¿sabes de que la mitad de la gente de aquí es irlandesa?... Familia... Nada les gusta más que zanjar un conflicto a puñetazos...

Cuando Matt llamó al camarero y pidió cerveza de verdad muchos de los presentes le miraron con una sonrisa. Estaba claro algo, las personas más pijas ingerían aquel bebedizo que parecía meados de gato mientras que otros muchos tenían una bebida de tono oscuro en jarras, esas personas eran quienes levantaron sus copas con un claro brindis hacia Lomenzo.

- Te gusta liarla.... ¿verdad?.... - rió la joven abiertamente -... trae una Murphy´s de las que guardáis para mi padre y sus amigos... - le dice la joven al camarero -... Son de importación, no las encontrarás a la venta en ninguna licorería de Nueva York, se fabrican en Cork..., donde nació mi abuela... - comenta la joven abriéndose un poco más a Lomenzo -...El bandido va a echarte cara, eso es seguro, si quieres recuperar a Lily quizás debas de partirle la boca, aunque cuidado, pega bastante bien... Aunque lo ideal sería que ella te acompañase por las buenas... En cualquier caso mi padre podría interceder para que no hubiera conflicto alguno, pero no pongo la mano en el fuego porque desee hacerlo... la relación que tiene con la hija de Miracle es... particular..., como si fuera su propia hija... De hecho tan solo una vez me he enfrentado a Lily y el resultado ha sido llevarme un bofetón, desde entonces no suelo meterme mucho en sus asuntos..., pero no voy a engañarte..., me jode tenerla cerca... - Ámber evidenciaba cierto grado de celos, algo natural si las atenciones de su progenitor habían variado de ella a la otra adolescente, lo que sí sorprendía era que la joven lo dijera sin pudor alguno, denotando algo, era alguien que no solía cortarse en lo que pensaba, exceso de sinceridad se llamaba.

Kaya se cruzó de brazos mientras Samuel hablaba por teléfono, paseando la mirada por su alrededor, viendo como algunos coches de policía seguían su camino y otros paraban para hablar con algunas personas, estaban en un pequeño apuro, más les valía actuar de forma normal o de seguro les asociarían con la carrera. Pero la modelo estaba acostumbrada a actuar, no debía ser ningún problema… eso esperaba al menos…

La voz del tal Bruno al otro lado y sus palabras hicieron que la bonita mujer volviese su rostro hacia el de Samuel, enarcando una ceja, ¿divertida? ¿sorprendida? Bueno, lo que si que estaba claro es que lo había escuchado todo, negó con la cabeza en silencio con un leve suspiro, con forme el latino iba hablando, más le desagradaba.

Samuel colgó por fin, al menos parecía que iban a ir a recogerlos. Luego él cogió su mano cuando ella se la tendió y seguidamente acarició su mejilla y la besó sin previo aviso. Vale, estaba claro que había que ser natural y todo eso pero… y ya no pudo seguir pensando. Los labios de Samuel acariciaban los suyos de forma suave y ella, que en otra situación se hubiese apartado y abofeteado al aprovechado, no lo hizo, sino que casi aguantando el aliento, siguió el beso del joven, sin pensar que la policía estaba allí, que solo estaban disimulando que…

Los dos se separaron, cuando aquel hombre los interrumpió, y Kaya miró solo un par de segundos a Samuel, entre confusa y sorprendida por su dulce osadía.

-Vaya gracias. – Le dijo al policía con su voz más dulce cuando este apuntó que tenía la cazadora al revés, se la quitó y la dobló en su brazo, sin darle mayor importancia, - ¿Ha sucedido algo señor? Estábamos aquí tan bien, - acarició el brazo de Samuel, a quien miró un instante y sonrió, - cuando de repente esto ha comenzado a llenarse de coches patrulla, - Kaya miró a su alrededor con una expresión preocupada, y luego al policía, manifestando así su temor de encontrarse en medio de algún altercado en el que la joven pareja pudiera correr peligro.

Crawler alucinaba realmente con lo que sucedía ahí, un detective que no sabía nada de su compañera... Si la herían en un tiroteo, tenía un ataque o algo esos detalles eran primordiales. O eran compañeros muy recientes y descuidados o a saber como formaban a la policía de hoy en día.

-¿En serio no sabe esos detalles? Joder... hasta en el ejército llevan plaquitas y los compañeros saben esos detalles por si acaso. En fin... sí, soy médico, de los de verdad. Sobre la acreditación no llevo ninguna, esto me ha pillado de refilon y, la verdad sea dicha, ni me importa ni quiero saber porque necesitan un médico, lo único que me importa ahora es mi actual paciente -dice con una seguridad pasmosa, para luego.

-Gustavino's... suena a restaurante italiano -comenta como quien no quiere la cosa- Que esté en activo y haya recibido golpes solo me indica que puede tener fracturas y lesiones en espera de saltarle. Los jugadores de fútbol americano suelen tener, con el tiempo, problemas graves por los golpes recibidos, pero no se dan cuenta hasta que uno de ellos provoca un derrame que llevaba gestándose tiempo. Con esto... -dice mirando a la detective- no quiero alarmarla, pero tampoco quiero que se relaje, manténgase despierta y en cuanto termine mi revisión le aconsejaré que se haga un TAC para descartar completamente cualquier lesión.

Al escuchar lo de alérgica a los gilipollas no pudo evitar reirse por lo bajo, inclinándose para poder tantear de nuevo el cuello y moviéndole la cabeza para comprobar cualquier sintoma de latigazo alguno.

-Veo que está de humor para el sarcasmo... eso es buena señal, indica que sus procesos cognitivos funcionan adecuadamente. Y ya lo dije antes, doctor Crawler -y sin que lo vieran el resto mostró por unos instantes el tatuaje de médico del ejército- Tenga por seguro que no voy a desatenderla. Si me permite también un consejo... evitemos el lenguaje soez hasta que haya salido de aquí. ¿Recuerda como se golpeó la cabeza o donde? Y por el amor de dios... -dijo girándose hacia el hombre que parecía tener la voz cantante sobre la situación- se que puede tardar en que le den un botiquín, ¿pero no puede pasarme alguien una bolsa de hielo? Dudo que tengan el minibar con botellas de whisky caro y no haya algo de hielo...

Tras aquello miró a Charlotte unos instantes y le indicó que se acercara con un gesto.

-Tómale la presión arterial, por ahora todo parece correcto y en su sitio, pero tiene una ligera inflamación subcutanea, probablemente debida al golpe. Es probable que sea un hematoma capilar sin importancia pero hasta que no esté en un hospital le echaremos el ojo -comenta para luego quedarse pensativo y con una sonrisa algo socarrona agregó- ¿Como crees que le caeré a tu familia Charlotte? Lo digo porque no estamos muy formalizados, nunca me has hablado mucho de ellos y ahora tengo los nervios de la primera vez -la pregunta tenía sus segundas, pero quería comprobar algo en las reacciones de su compañera y en las de su hermano si terciaba. Aun así hizo un gesto dandole una suave palmada en la mano a Charlotte para tranquilizar sus nervios. Tenía debilidad por ella y no podía evitarlo.

Me sentía agusto junto a la joven Amber, el trato era fácil, hablaba con claridad y sinceridad, decía cosas, es decir... es fácil hablar, bla bla bla, pero hay quien se tira mucho rato hablando pero no dice nada. En cambio Amber, pese a no ser especialmente locuaz, tenía mucho contendio...

Cork... si, bonito lugar. Estuve una vez, su iglesia es chula y todo eso, y pese a recorrerme en plan mochilero la mitad sur de la isla, me gusta más el norte... no me mires así... ¿te extraña que conozca Irlanda? ¿O te extraña que prefiera el norte? Unos colegas eran segunda generación de inmigrantes irlandeses, de Limerick, aunque tenían unas tierras en Donegal. Cuando estuvimos, pasamos la mayor parte por esa zona, Galway y la costa oeste, Sligo, etc. Y luego Derry... grandiosa... y los pubs... si no has estado deberías ir, creeme...

Las palabras comenzaron a fluir con facilidad, la Murphy ayudaba, claro, más si estábamos entre irlandeses del sur... hubiese preferido que fuesen más pegados a Dublin... prefería la Guinness, aunque no lo diría abiertamente...

Era una charla intrascendente... necesitaba algo así mientras pensaba que hacer para tratar de sacar a Lily de ahí. Una pelea tendría que descartarlo. No era cobarde, me había metido en más de una pelea, pegaba y sabía encajar lo que me pegaban, eran las reglas del juego, pero eso no gustaría ni a Lily ni a Miracle. Podía intentar controlar al bandido, pero visto el exito que tuve con la chavala de antes... casi que mejor ni intentarlo, y menos sin saber si había algún otro friqui aquí. No, esa opción también quedaba descartada. ¿El padre de Amber? Esa parecía ser la opción más viable... todo era probar, al fin y al cabo, no perdía nada.

Amber, ¿podrías hablar con tu padre por lo de Lily? ¿O decirme quien es para hablar yo con él? Me gustaría poder salir con Lily de aquí... a ser posible sin la cara reventada, aun tengo esperanzas de poder ... mmm... intimar con mi chica esta noche. 

Apuré la cerveza, levantando la jarra vacia mientras sonreia a un tipo de unos sesenta años con bigote que me miraba con interés desde una mesa cercana.

Otro día que no tuviera... “obligaciones” me gustaría echar unas birras... si me invitas, claro...

Malcolm no dijo nada cuando Anxo se ofreció a acompañarle con la bebida y la verdad le impostaba muy poco, no habría sido la primera vez que bebía sólo ni la última. Lo que no podía negar era la calidad del whiskey, aunque cualquier cosa que la mierda que bebía normalmente era un lujo para su paladar Tendré que empezar a pedirle esto a Lucius. La oferta de probar un whisky mejor era tentadora, pero no viniendo de parte de un tío que no conocía de nada, que tenía pinta de traficante de armas y que conocía tantos datos de su vida privada -¿Me invitas a tu casa? Te llevare unas flores No sabía por que le había dicho aquello sin sentido, aunque quizá quería descolocarle, descubrir hasta donde llegaba su paciencia y sus buenos modales.
Cuando los doctores se centraron en Lexi, Malcolm se olvidó un poco de Anxo y se acercó a su compañera. Aceptó la acreditación de la hermana de Anxo, más por deseo de que realmente fuese una doctora que por confianza en alguien del entorno de aquel personaje. El hombre que afirmaba ser doctor no llevaba acreditación, pero al verle actuar observó que sabía lo que hacía. Lo que no le gustó nada fueron sus comentarios sobre lo poco que conocía a su compañera, y no se cayó cuando mencionó que en el ejército llevaban placas con toda la información -No hace falta que me cuentes lo de las chapas de perro Dijo llamándolas por su nombre informal y con ganas de soltarle a la cara que él mismo las había llevado años atrás. - Pero en la policía no las llevamos* y por razones que no vienen al caso, nunca se lo he preguntado Nadie tenía por que saber que sólo la conocía desde hacía un par de días, así que no daría explicaciones a unos desconcidos.
Viendo que aquel médico se estaba ocupando bien de su compañera, Malcolm se volvió a acercar a Anxo apurando su copa de un trago y posando el vaso con fuerza contra la mesa - Muy bien, ahora habla Dijo con rabia aunque bajando la voz para que el resto de presentes no le oyeran. -¿Quién coño es usted? ¿Cómo sabe tanto de mí y de mi compañera? ¿Que mierda es eso de habilidades especiales? Ya estaba cansado de aquel jueguecito y quería respuestas ya.

Si Kabulski deseaba despistar y descolocar a Anxo, lo había conseguido, pedirle una invitación y ofrecerle flores hizo que el varón entornase los ojos y tras unos segundos buscando la respuesta adecuada, comentó.

- Casi prefiero que me invite a su apartamento, así me enseña el desastre que ha causado la marcha de Sophia en su vida... - comenta con cierta dosis de maldad, y es que estaba claro de que aquel tipo, se había documentado muy bien sobre él conociendo la información sobre su ex esposa -... Hablar..., bien..., hablaremos..., mi nombre es Anxo Blacket y sé que tiene poderes especiales, pero eso es algo que usted ya sabe...¿cuándo las manifestó por primera vez? ¿Con 15? ¿Con 30?.... Cada persona es un mundo... - comenta el tipo bebiendo de su copa -... La culpa lo tuvo el año 1963... aunque en realidad fue una gran vendimia.... - sonreía para sí, consciente de que el detective no sabía de qué le hablaba -...Venga Kabulski, tendrá todas sus respuestas, solo le diré algo..., no es casual que a usted le hayan asignado la investigación de la carrera de motos, James Lee nos debía algunos favores y cuando me interesé en usted solo tuve que mover unos pocos hilos para llevarle justo donde quería... y aquí estamos..., curaremos a la atractiva Lexi y después nos iremos todos a la fiesta, en el Guastavino´s hay algo que no puede perderse, amigo mío... Respuestas, todas cuantas quiera...., pero deberá ser paciente y venir conmigo, con nosotros.... Va a conocer el origen de su esencia y quizás eso le haga encontrarse a sí mismo....

A pesar de que Kabulski y Blacket se habían retirado a un lado para hablar con privacidad, la joven estaba atenta a lo que se decían, tanto que Jacob tuvo que repetirle un par de veces que le tomase la presión arterial a la paciente. Charlotte obedeció, aunque tenía las mejillas encendidas y se la notaba literalmente incómoda, mirando a Crawler casi de reojo.

- La tiene correcta... - responde ella tras hacer la medición -...Yo creo que ella..., está bien..., aunque la recomendación es no dormirse... como bien has comentado, Jacob... - dice la forense arriesgándose a dar el diagnóstico, sintiendo calor al escuchar la pregunta de su amigo -...A mi familia..., seguro que les encantas.... - dijo la joven aunque no con un tono de voz alegre, como se esperaría, y tras conocer a Anxo sólo podía determinar Crawler dos cosas, o bien que mentía abiertamente o que su familia ciertamente querría conocerle, pero a ella eso no le hacía ilusión -....¿Formalizados?....¿De qué? ¿De qué estamos hablando?.... Me tienes..., confundida... - dice la joven, cayéndole el esfigmomanómetro al suelo, parecía nerviosa -...Jacob..., no te sientas obligado a venir conmigo a... al... local donde mi hermano me ha dicho que vaya... Ve a casa, casi mejor... - indica ella sin atreverse a mirarle a los ojos, mientras su hermano vigilaba desde su posición los gestos que entre la pareja emergían.

Lexi se dejaba manipular por el médico, intentando cumplir la parte de no usar un lenguaje soez delante del facultativo, aunque deseaba maldecir en varios idiomas, lástima que solo conociera su lenguaje natal. El dolor de cabeza le había remitido, y la atención de la muchacha estaba puesta en Kabulski... ¿de verdad aquello había sido una encerrona de su compañero?... Aquellos desconocidos lo sabían todo de ella, que era detective, su edad y hasta su grupo sanguíneo, estaba en peligro, quizás fueran narcotraficantes de un caso anterior, o puede que algún familiar de alguien que llevase a la cárcel, si era así, podía darse por muerta, aunque lo raro era que le curaran.

Mientras le tomaban el pulso la joven permaneció en silencio, escuchando la conversación de Blacket con Malcolm, abriendo mucho los ojos en el proceso. Aquello no podía ser cierto ni estar pasando, y sin embargo..., sus oídos lo habían escuchado.

- ¿Cómo que poderes? ¿De qué habla?.... - dijo de repente la joven mirando a Anxo y luego a su compañero -...Tú..., tú... - miró a Malcolm de nuevo, no sabía qué decirle, era la primera vez que no tenía palabras ni para discutir -...¿qué significa 1963?.... ¿por qué esa fecha?...

- Yo he recorrido también la zona sur de la isla..., las vacaciones familiares dan mucho de sí...y sí, me sorprende que conozcas Irlanda, no todo el mundo ha ido allí y quienes lo han hecho algunos ni la valoran, no han conocido la magia de los leprechauns y las hadas... - ríe la joven haciendo un comentario jocoso, era evidente de que tenía los pies en la tierra y no creía en esas cosas -...Una vez fui a un pub... pero salí rápido..., tengo 22 años y en muchos locales la edad mínima es 21..., conocían a mi padre, le llamaron y se me quitaron las ganas de intentarlo dos veces.... - se encoge de hombros, estaba claro por sus palabras que su padre era un tipo que no tenía miramientos en golpearla y ella lo asumía como algo natural.

Los camareros habían traído las cervezas especiales y la joven bebió con ganas, le gustaba su fuerte sabor. Ámber asintió la petición del músico con un par de afirmaciones de cabeza, el carácter mostrado hasta el momento determinaba que era una muchacha afable, de las que siempre están dispuestas a ayudar de una u otra manera.

- Mi padre se llama Arthur Wright.... Ven por aquí, sígueme... - le comenta al hombre, cogiéndole de la mano y guiándole por medio de la fiesta, bajo la mirada atenta de muchos de los presentes que miraban a Matt con seria expresión, estaba claro de que la joven era alguien importante y su cercanía a Matt, impropia.

La muchacha se dirigió a una de las mesas principales del evento, donde habían personas particularmente elegantes. La mirada de uno de ellos indicó a Lomenzo que era a quien estaba buscando. El hombre tenía buen porte, era elegante y atractivo, pero duro en su mirar, y ver a su hija de la mano de aquel tipo no le hacía ni puta gracia.

- Papá...., te presento a Matt Lomenzo..., quiere hablar contigo sobre un asunto de... Lily... - parecía que nombrar a la joven pelirroja le daba algo de miedo, pero ese nombre provocó el efecto deseado en el varón, puesto que con una disculpa abandonó la mesa donde estaban sus acompañantes y le hizo una señal al músico para que le siguiera hasta un rincón y permitirle seguidamente que hablase. Era el momento de hacer sus peticiones.

Definitivamente Bruno era Bruno, y en sus formas al hablar muy bruto anuque en realidad fuese un buen tipo. Sus palabras a través del móvil provocaron que Samuel se avergonzara, y no era para más con la sarta de guarradas que profería a cada frase, por lo que el joven trató de finiquitar rápidamente la conversación. 

- Si, estoy con Kaya. La recogí nada más separarnos en el Army... - y es que a Samuel no se le iba a olvidar ese nombre desde el primer instante que la había visto antes de la carrera, desorientada y sin tener claro dónde dirigirse - Venga ya, no seas cabronazo y ven en 20 minutos con la gasofa. Cuento contigo bro. Y tío, recuerda que la pasta que has ganado de la carrera es para abrir tu nuevo taller. No vayas a gastar tu parte de forma absurda arrastrado por el ambiente,... mereces un nuevo comienzo, que te lo has ganado después de tantas y tantas horas de curro. - y aquello era una verdad como un templo. Bruno Evans se había dedicado en cuerpo y alma a ser un gran mecánico, y el verdadero fin de la carrera había sido ganar la suficiente pasta para mejorar las condiciones y trasladarse a un taller de mayor tamaño, donde poder ejercer su vocación. Tenía en alta estima a Evans y se lo merecía por su esfuerzo, que menos que avisarle y no se dejase arrastrar por la euforia del momento.

Tras la llamada, y con la llegada de aquel coche patrulla, Samuel había besado a Kaya de forma dulce y cálida, quedando todavía más colgado de ella. Cuando separaron sus labios, el joven casi había perdido la capacidad de razonar, y le costó centrarse ante la llegada de aquel policía. Agradeció que la joven modelo interviniese en primer lugar para logra bajar nuevamente a la tierra y centrarse, terminando por secundar sus palabras.

- Tal y como ha dicho mi chica, estábamos aquí juntos muy a gusto, cuando han empezado a pasar muchos coches patrulla por la zona. ¿Ha habido algún accidente? ¿Ha pasado algo malo en el Gran Army Plaza? Si estamos en peligro díganoslo, agente. - comentó en joven fingiendo preocupación, al tiempo que abrazaba a Kaya en un abrazo protector. Regresaremos a mi casa en breves, gracias por acercarse hasta aquí y avisarnos.

¿Cómo está, señor Wright? Disculpe que le interrumpa- dije al pez gordo ofreciéndole mi mano, sin tener la certeza de si me la estrecharía o no - Acabamos de llegar, como dice su hija, me gustaría contar con su apoyo para poder llevar a Lily de regreso con su madre. Ella, Miracle, es mi pareja, y estoy aquí tratando de echarle un mano con la pequeña... aunque cualquiera lo diría viendo lo que se cuece aquí...

No se me daban bien estos ambientes tan estirados. Arthur Wright no parecía mal tipo, pero a la vez si lo parecía, en esa extraña paradoja que rodea a este tipo de personas tan poderosas. La primera impresión que causara en el hombre sería fundamental, y pese a que pensaba que mi presentación había sido buena, mis últimas palabras fueron sin duda torpes, criticando aunque fuera levemente su “fiesta elegante”.

Mientras Arthur rumiaba una respuesta, era evidente que estaba evaluándome, me puse a pensar en lo diferente que era de su hija. No solo lo que se mostraba al exterior, que también, sino la sensación que se tenía hablando con uno o con otra. Y lo cierto es que no estaba cómodo... casi que comenzaba a ansiar una respuesta negativa del tipo para intentar hablar con Lily directamente, o al menos, liar un pollo y ver que carajo ocurría después.

Al fondo vi lo que parecía ser un escenario pequeñito tapado con un telón... ¡¡vaya!! - pensé - ¿Será una de esas fiestas pijas en que toca un cuarteto de viento piezas que nadie sabe de quien son pero que simulan ser entendidos? Malditos snobs... si es así ya tengo la manera de reventar el cotarro... - seguí pensando, fantaseando ya con un futuro practicamente imposible...

El padre de Amber no se decidía a darme una respuesta así que hice lo único que se me ocurrió, rascarme el culo y ponerme a tararear una canción de UFO... doctor doctor please... oh I’m going fast

Cuando el detective comento que ellos no llevaban chapas de perro y que no sabía sobre su compañera el tipo de sangre que tenia cuanto menos negó con la cabeza.

-Debería de saber al menos la sangre, los policías soléis veros involucrados en tiroteos y eso suele ser información crítica -le recuerda al policía para luego seguir atendiendo a su paciente, pareciendo perder la atención en lo que se decían entre el policía y el tal Anxo, una persona que por ahora no le caía especialmente bien.

-Tensión correcta... eso está bien... De todas maneras señorita Lexi le insistiría en hacerse un TAC, hay gente con completa ausencia de sintomatología tras golpes en la cabeza y luego aparecen los problemas horas o incluso días después -le recomienda a Lexi, para luego mirar a Charlotte y sonreir un instante- ¿Ves? Sería buen momento de conocerlos, sobre formalizados pues nuestra "relación", ¿qué si no? -comprobaba que por momentos se ponía más nerviosa ella, no sabiendo como tomárselo, pero algo parecía seguro, ella no parecía alegrarse de que les conociera- No me siento obligado, pero te dije que te acompañaría en lo que hiciera menester y, además, me debes una cena, así que no te toca más remedio que hasta ver saldada tu deuda te acompañe -le dice guiñandole un ojo para luego negar levemente más serio- Prefiero estar contigo Charlotte, salvo que me lo prohibas expresamente. Me conoces lo suficiente para saber que jamás haré algo que tu no quieras, pero entenderás mi... curiosidad y extrañeza, ¿no?

Crawler por su parte sacó del botiquín una bolsa/compresa rellena de un bloque solido azul que dobló por la mitad, escuchandose un ligero crujido, para luego agitarlo. Al poco colocó esta sobre la zona golpeada de Lexi, la cual notó el frío que calmaba el lugar y reducía cualquier posible inflamación. Al escuchar a la policía mencionar poderes enarcó una ceja extrañado, mirando a Charlotte por si había oido bien algo, pero luego fue la fecha, 1963 la que hizo que pusiera cara de poker.

-¿De qué diantres están hablando? -la pregunta bien podía ser a Lexi o bien a Charlotte, a la cual miraba de reojo- Creo que tiene algún tipo de conmoción... -eso último era, en realidad, una excusa, y es que recordaba perfectamente lo que sucedió en la carrera, pero lo que le picaba, más que eso, era aquella supuesta fecha, 1963... Contra más pensaba en ello más recordaba otros sucesos del pasado y más parecía no estar presente, algo que Charlotte, aunque pocas veces, ya había visto que le sucedía en anteriores ocasiones.

Cuando Anxo mencionó a Sophia y como su marcha había afectado negativamente en la vida de Malcolm, este deseó darle un puñetazo para mandarlo a dormir, pero sabía que si hacía eso acabaría muy mal. Anxo parecía estar por encima de las normas convencionales y no sería de extrañar que tuviera a policías y jueces en nómina y así tener vía libre para sus “negocios”. Unos instantes después, el propio Anxo afirmó tener control sobre Lee, y Malcolm no pudo evitar sonreír con resignación ¡Maldito Lee! Y yo que pensaba que era legal ¿Quién más estará untado en la comisaría? Ya no se en quién puedo confiar y en quien no... ¡Asco de mundo!
Anxo seguía hablando de poderes, y aunque Malcolm había experimentado en un par de ocasiones aquello que parecía un poder, seguía pensando que todo aquello era una locura ¿De verdad había en el mundo gente con poderes? ¿Que ocurrió en el año 63? Lo único que le venía a la mente de ese año, en el que aún no había nacido, era el asesinato de Kennedy. Él decía que en la fiesta se contestarían todas sus preguntas y que encontraría el origen de todo eso, y aunque no se fiaba ni un pelo de aquella gente, algo le decía que tenía que acudir allí. Tenía que saber a qué venía todo eso y sobre todo, quién era esa gente y qué poderes tenían. Si esa gente tenía tantos recursos como para controlar a la policía y también tenían extraños poderes que les daban ventaja sobre el resto del mundo, Malcolm tenía que descubrir que intenciones tenían y para que los usaban.
- Muy bien, iré a esa fiesta, pero con una condición Si iba a seguir adelante, Malcolm tenía que hacer las cosas bien y no tener nada por lo que preocuparse - Primero llevaré a Lexi a un hospital para que le realicen un TAC y así quedará fuera de este juego, ¿Entendido? Si Lexi no estaba comprada, Malcolm no quería que su vida corriese peligro por sus cagadas. - En cuanto sepa que está bien y que está fuera de vuestro radar, estaré a vuestra disposición al cien por cien.

Mientras hablaban, Lexi pareció escuchar la conversación y mencionó en voz alta lo de los poderes y lo de 1963. Malcolm, para quitar hierro al asunto sonrió mientras añadía - Creo que ese golpe fue más duro de lo que pareció. Esta claro que aún no estas recuperada y lo mejor será que vallamos a un hospital a que te realicen un TAC y pases la noche en observación, ¿No cree señor Balacket? Dijo mirando al hombre que manejaba todo aquel cotarro esperando que aceptase su condición.