Partida Rol por web

Uve alza ambas cejas para luego inflar los mofletes ante la mención de que los demás críos la han querido dejar tirada ahí. Qué hipocresía, ¿no? Tantas buenas migas con el fantasma y la rana y ahora van y dejan a sus compañeros humanos atrás.

-No me lo puedo creer... ¿y qué será lo siguiente?- Con las manos en la espalda resopla negando, con gesto de desagrado. La verdad es que le han hecho bastante el feo a Uve. -Esto es como los abusones, Liv. Si nos hacen daño tenemos que defendernos, ¿a que si? ¿estoy contigo en esto?- Parece animada al ver que la chica piensa de forma similar a la suya, agarrándole la mano como gesto de confianza.-Si se van ya, no tendremos más remedio que seguirles, ju. Yo quería pedirle explicaciones a esa rana boba, que lo que hizo está muy mal. Sigo enfadada.

-¡Pero no podrá ser! Así que vamos con los demás, si.

El grupo que se está internando lentamente en el tunel escucha las voces de sus dos compañeras que vuelven por fin. Parece que Liv no ha tenido ningún problema para encontrar a Uve. Las chicas bajan las escaleras y ven, dificultosamente por la escasa luz, al resto de sus amigos avanzando.

La pregunta ahora es obvia... ¿seguir hasta el final o no?

- bien, ahora que estamos todos, ya no hace falta esperar a nadie, veamos si hay baño o no en esta entrada tan rara... - Miki empezó a caminar con calma, la oscuridad no le asustaba, pero esconder tanto un baño le pareció exagerado.

Suzi saca la pistola, y enciende la lamparita que tienen las pistolas modernas

"A ver... espero no asustar a nadie con el arma, pero mejor eso que ir a oscuras ¿No os parece?"

Viendo que sus compañeros se animaban Fancoz se vino arriba.
-¡Vamos chicos, sin miedo!- decía mientras señalaba el punto luminoso con su sartén.

Liv apretó la manita de Uve. Al menos las habían esperado antes de avanzar.

- Vamos, sí - dijo, dejándose llevar por la motivación general. 

Bostezó, algo soñolienta. Le habría gustado poder dormir en esas camas tan mullidas que les había ofrecido Toriel. Pero si resultaba que era una bruja mala que los quería engordar para comérselos... más le valía irse de allí.

Uve mantiene agarrada la mano de Liv con la mirada apartada y un moflete inflado, como si estuviera un poco mosqueada o reticente, pero empieza a caminar cuando el resto lo hace de forma algo desganada. -Chi, vámonos... No tenemos por qué seguir aquí.- Dice simplemente en esa voz baja y poca cosa que caracteriza a la practicante de ballet.

Los niños se percatan de que la luz viene del final del pasillo a la izquierda. Parece que este hace un recodo y después de este hay algo qu ilumina, a saber qué.

Sin embargo algo preocupante ocurre. Mientras los chicos avanzan con reticencia y, por qué no decirlo, algo de miedo, escuchan unos pasos detrás que deben venir de las escaleras que bajaron antes de cruzar la puerta de madera que daba al pasillo. Son unos pasos pesados y acolchados que ya conocen de antes... Y para confirmarlo, la voz de Toriel les llega desde allí:

- ¿Niños? Pequeños, si estáis ahí tenéis que volver - dice en tono imperativo y preocupado - Lo que hay por ahí es peligroso... volved, vamos, venid, es hora de dormir, no de estar jugando...

Su voz viene acompañada de más pasos y se escucha acercándose.

- Vamos, venid, no me enfadaré - añade en tono maternal.

Hay que tomar una decisión... ¡si los niños no van a querer volver con ella van a tener que correr!

Miki frenó, confiaba en Toriel, pero la curiosidad no era una excepción para él, era un niño después de todo, se giro a mirar hacia Toriel y sonrió antes de hablar - ¿y si nos acompañas? Si vamos contigo no debería ser peligroso ¿no? La verdad es que yo solo buscaba el baño, pero tanto misterio, despierta mi curiosidad Toriel... - dijo alzando un poco su tono para que le escuchara.

¡Ni de broma la bruja iba a acabar con su aventura! Si los otros querían ser agasajados y devorados, allá ellos en su tontuna. Uve agarra la mano de Liv con algo más de fuerza y la mira asintiendo varias veces, como preguntándole si cuenta con su apoyo. ¡Y qué dices que no tiene ni medio pensamiento para salir por piernas de ese lugar infernal! ¿Quizá delante no haya nada? ¿Quizá simplemente queden atrapados? Bueno, pues habrá que arreglárselas una vez se descubra. ¡A la aventura!

Los zapatitos de Uve no están hechos para correr, pero parece que hacen bastante bien su trabajo sumado a que es una niñita veloz. Qué menos que su intención vislumbrar la luz que hay al final del túnel.

Los pasos acolchados no hicieron sino asustar a Liv. Después de la historia de la bruja que se comía a los niños y las malas experiencias que había tenido con los monstruos... No tenía ni la más mínima intención de quedarse allí. 

Asintió ante los gestos de Uve. ¡Estaban juntas en esto!

Apretó con fuerza la mano de Uve y corrió junto a ella hacia adelante. Confiaba en que los otros hicieran lo mismo, pero no miró atrás. El futuro estaba al frente.

Me parecia que aun nos quedaba mucho por explorar, y cosas por descubrir en la casita de Toriel... si es que era de Toriel.

Pero desde luego, ni ella es mi madre, ni yo voy a dejarme encerrar... Aparte de que en todo caso, ella bien podría haber bajado con una lámpara para ayudarnos ò_ó
No, esto es... raro

"Vamos hasta el fondo de esto!" dice Suzi acelerando el paso.

Fancoz ni se enteró de que había llegado Toriel, de tan emocionado que estaba.

Seguía con su sartén en alto cuando oyó hablar a Miki y acto seguido vió pasar a Liv y Uve a toda mecha.

-Yo tambien sigo, no me quiero quedar aquí. Sayonara baby- dijo haciendo un gesto de despedida a la mujer monstruo.

Miki vio un poco incorrecta la reacción de los demás, no costaba nada esperar un instante a Toriel, podía admitir que era todo muy raro, pero precisamente por que era raro, era importante no correr por sitios desconocidos sin permiso. Tenía ganas de preguntar a Toriel sobre ese lugar, y quería confiar en ella, por que desconfiar de todo era lo que hacían los mayores, y el quería crecer sin desconfiar de todo, dudar era bueno, permite avanzar, pero desconfiar solo le llevaría por una mala dirección.

- ¡Niños! ¡Parad! - exclama Toriel en tono suplicante. Miki ve como la mujer-monstruo pasa a su lado veloz con sus grandes patas retumbando contra el suelo, y le dedica una mirada de... ¿agradecimiento? durante un momento solo.

Los niños que corren tienen tiempo suficiente para ver lo que hay al girar a la izquierda, y ¡sorpresa! No parece ser un cuarto de baño. Al contrario, el pasillo sigue un poco más... hasta llegar a una enorme puerta de piedra que está casi, casi cerrada. Y por grande se debe entender GRANDE, más grande que Toriel, casi el doble que ella.

Antes de que los niños tengan tiempo de llegar a ella Toriel salta por encima de ellos con sus fuertes patas... interponiéndose entre los niños y la puerta con los brazos abiertos.

- Niños... no podéis venir por aquí. Lo siento. Es demasiado peligroso. Se supone que no debíais pasar por la puerta de madera... - dice con tono severo pero aún amable, casi preocupado. - Tenéis que quedaros arriba, conmigo...

Su voz y su gesto anuncian que sus palabras son definitivas, no hay posible diálogo en la materia. Así que o bien los niños obedecen  suben las escaleras, volviendo a sus camas o...

[Volver] [Pelear]

Quizá seamos niños.

Pero no somos SUS niños. Al menos nos mereceríamos una explicación de que pasa. O al menos es así lo que SUZI piensa.

Recuerda. Recuerda los moratones. Recuerda el llanto de su madre en su habitación. Recuerda el horrible pasado en su casa. Con Pá.

Todo vuelve. Es horrible como las memorias vuelven.

"¡NO!" grita, dandole un empujón. Será grande. Será ENORME. Pero... ¡No quiero volver a acabar en otra prisión con forma de casa! ¡No otra vez!

Uve suelta un gritito de pánico cuando Toriel salta sobre ellos y tapa la única salida que tenían. ¡La única manera de volver a casa! Por un momento tiembla de miedo ante la posibilidad de que sus sospechas se confirmen... ¡Toriel es la bruja que quiere comérselos tras engordarlos! Agacha la cabeza y su mirada se ensombrece, aterrorizada. Y entonces se le marca la vena del cuello de forma prominente.

-¡NO! ¡No me lo voy a creer, bruja mala! ¡Quieres alimentarnos para comernos cuando estemos sabrosos! ¿Que nos quedemos? ¡Si solo nos han hecho daño por el camino, pegándonos porque sí! ¡Y eso hizo pupa! ¡Nos vamos a ir quieras o no!

Uh oh. Uve se ha enfadado y chilla mucho, nerviosa. ¡Parece que está dispuesta a abrirse camino!

Miki se mantiene al margen, es cierto que es difícil de entender algunas cosas, pero al igual que sus compañeros de clase no entendían por que le gustaba estudiar, ellos no necesitaban entender todo sobre ese lugar, al menos no de golpe. Era posible que tras aquella puerta se encontrara algo peligroso, o simplemente fuera como su caja de los tesoros. No seria lógico invitar a alguien a su casa y que ese alguien se metiera bajo la cama a coger la caja en la que tenía mogollón de recuerdos, como el primer dibujo que hizo a su papá y que su mamá quiso tirar, solo porque decía que el dibujo no servía para nada y que no contaba como "estudiar", o un pin que le dio su papá para uno de os cumples que a su mamá no le gustaba porque decía que hacía agujeros en la ropa.

Pero más lejos de eso, le dolió un poco esas reacciones acusatorias, sin escrúpulos, la señora Toriel, no les había hecho nada malo como para que lehablaran de ese modo. Tal vez solo perdió el interés que pudiera albergar ese sitio, la verdad era que el muchacho no estaba dispuesto a insultar ala alguien en su propia casa.

Liv se quedó boquiabierta al ver a Toriel saltar por encima de sus cabezas. Ahora la señora monstruo se interponía entre los niños y la salida de aquel lugar. 

Ella les pedía que se quedasen en su casa, que no cruzasen la puerta. Pero ya era demasiado tarde para Liv. Ella no confiaba en los monstruos, todos eran malos y querían hacerles daño. Luego, cuando tenían las de perder, hacían ver que todo había sido un malentendido y se disculpaban... ¡Y los niños les perdonaban! Pero no Liv. Ella estaba dispuesta a no confiar más en ellos.

Soltó la mano de Uve y dio un pasito al frente, con el ceño fruncido.

- Yo no me voy a quedar aquí - dijo con firmeza mientras se sacaba del bolsillo el cuchillo de juguete -. Si quieres que nos quedemos... ¡tendrás que obligarnos!

Pasado el primer impulso "braveheart", Fancoz bajó la sartén mientras avanzaba hacia el final del puente.

Justo cuando llegaban al otro lado, la mujer monstruo les cortaba el paso y les "amenazaba" con palabras amables.

Miki seguía su camino inicial de mantenerse al margen, sin duda era el más listo de todos, las chicas y Uzi se pusieron en pie de guerra. No le sorprendió la reacción del pistolero, pero cuando a Uve se le puso el cuello como un pantalón de pana y Liv entró en modo navajero se quedó de piedra.

-Bueno...- pensó -De perdidos al río...-

-Yo tampoco pienso volver. Te agradecemos que intentes "protegernos" de lo que quiera que haya al otro lado, pero es nuestra decisión. No deberías coartar nuestra libertad de elegir como equivocarnos.- sentenció.

-¡Ole! Pedazo de frase le has soltado- era lo único bueno de tener que tragarse los rollos de películas que ponía su padre.