Partida Rol por web

University City [To Aru...]

[Proyecto: Propiedad]

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10/02/2010, 00:15
Nakamura Cervantes

Salimos por fin, Inu-kun sale silencioso, encorvado, alicaído, tal como él es. La chica de gafas sale silenciosa, tímida, sin querer molestar ni siquiera al propio viento, que a su vez, mece su pelo mientras su delicada mano ajusta sus lentes y se apresura con pasitos cortos hacia donde quiera que vaya, tan bella y delicada, y sin embargo vuelve a pasar de mí, ¿Porqué pasas de mí? ¿No merezco una palabra tuya? ¿No merezco estar siquiera a tu sombra? ¿Porqué huyes?
 

 ~TE ODIOOO~

Entonces veo pasar a la pequeña Baaka-Chibi-Chan, a Inu-kun ya le avisé de su futuro, a la chica de lentes ya le dije que la odiaba por ser tan bella ¿Porqué siempre sales sola? ¿Te crees muy importante? ¡Estúpida engreída!, y a Baaka-Chibi-Chan le dije que no debía estar en clase siendo tan pequeña, sin embargo, deseo repetírselo, tal vez no me oyera...

~MAtt....~

El chico de pelo verde, que recién apareció en mi linea de visión frente a Inu-kun me felicita por mi respuesta, le observo confuso y curioso, ladeo mi cabeza despacio, como un pajarillo que piensa si devorar esa miga de pan.... parecía complacido cuando pronuncie la respuesta y ahora sonrie de manera exagerada....

Debes ser Gay

Me alegro te gustara que conociera la respuesta, pero me temo que eso no hará que la conozcas tú

Te recomiendo que te pongas a estudiar, tal como haré yo, si no quieres extinguirte tal como ese chico- Digo señalando de manera descarada e inequívoca a Inu-kun-  ¿Quieres algo? Has venido a saludarme por ende debes querer algo, resultaría futil e infructuoso tan solo decirme que lo hice genial cuando unas horas antes me daban una paliza por mi genialidad, tal vez también quieras pelea, tal vez alguno de estos tipos que pasan ahora por mi lado sea un compinche que me cogerá en cualquier momento por detrás para que puedas golpearme. Como sea ¿Qué coño quieres deteniendome?

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12/02/2010, 01:10

Simplemente recibes... Sorpresa. Tanto asi los ojos del Sujeto-de-pelo-verde se abren bastante, su buena apariencia contrastando con su relajo y despreocupación, a lo que luego parece lograr responderte, aún algo impactado por la dureza, crudeza de tus palabras.

- Pues... No... ¿Gay? No... Nada de eso ^^U!

Se posa una mano en la parte trasera de la nuca, y saca levemente su lengua, como en un gesto auto-refrescatorio. Definitivamente su conducta denota lo poco enfocado y enfático que es. Pensar que... Fué uno de los que sacó 100.

- Solo mencionaba que lo hiciste bien. Sin mayor detalle. Aunque me lo has hecho cuestionarme. Y cuestionarse... No es malo...

Se pone a mirar hacia arriba, ahora en modo filosófico, contemplativo. ¿Molesto? ¿A propósito? No lo sabes, no al menos de su parte, quizá si de la tuya misma. Muchas impresiones son tomables. Al final, Joven-de-pelo-verde, te mira de nuevo, y se muestra alegre sutilmente.

- Nos veremos... Y no te preocupes, no pienso... Caer, como dices.

Por un segundo creíste ver una sonrisa... ¿Maligna? No. Quizá fué muy fugaz.

- Ja ne... Cervantes-san...

Se va, avanzando todo flacido y a la vez erguil. Mirando hacia los lados, las musarañas, la nada, y el todo.

Por otra parte, la clase ha terminado. ¿Que hacer?

Hay varias opciones.

Por ejemplo, ir a algún centro comercial, como Seventh Mist, u otros parecidos.

Otra opción son videojuegos, hay muchos, y de muchos tipos. Tecnológicos, divertidos, locos incluso.

Otra opción es pasearte por las calles, y simplemente observar G.Toshi... Pero podría ser peligroso.

Y claro, tambien estan los parques, y las multiples escuelas. Para... ¡Conocer gente!

¿Tu? ¿Conocer personas? Si, por su puesto.

Son las 5:17...

Y el tiempo no se detiene ante nadie.

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12/02/2010, 01:34
Nakamura Cervantes

Un tipo extraño, de misteriosas intenciones, de inquietas gesticulaciones y pocas palabras, ¿Tímido? Definitivamente debe ser gay. Bueno, no pasa nada, cada uno a lo suyo, al pan Pan, al vino Vino, y al gazpacho un buen Pepino. Eso decía siempre mi madre hispana, algunos recuerdos familiares me arrancan una sonrisilla, tal vez alguien crea que es dirigida, pero no, no lo es, y pronto entro en la universidad, y me dirijo a la biblioteca. Paseo por las largas estanterías, en busca de libros de física, introducciones a todos los temas, un libro de física cuantica, uno de ejercicios en física, cuestionarios y demases.

Poco a poco veo que he apilado un buen montón en la mesa, y debo pararme a leerlos para seleccionarlos, indices, sumarios, capitulos, contenidos, pequeños elementos, características, que descartan a unos, y aseguran a otros, no creo que pueda cargar demasiados, así que debo seleccionarlos. ¿Cuanto rato paso en la biblioteca? ¿Una hora? ¿Dos?

Paso las páginas con los codos clavados en la mesa, un par de horas es tan solo una diminuta inversión de tiempo a todo el beneficio que puedo obtener de conseguir los libros adecuados, los que mayor aprendizaje me den, con tal de, no caer, de aguantar en pié, ante el Gran Liquidador: Yamamoto-sensei.

Física cuántica aplicada al movimiento espacial, Rumbo vectorial en Masas Cambiantes, Física Astral y de los Cuerpos Celestes, Física atómica, Física y Química......

 

Pasa el tiempo y finalmente los tengo, o eso creo, cuatro buenos libros de física que me ayudarán a soportar la próxima embestida de Yamamoto-sensei, sus clases son odiosas, pero no imposibles, no es tan mal tipo, tan solo debo ir preparado.

Me acerco a la biblioteca con mi pila de libros, dejándolo sobre su escritorio

Etto.... me llevaré estos libros

Mientras la bibliotecaria rellena en el ordenador los datos requeridos para que yo pueda llevármelos pienso, ¿Qué hacer la tarde que me queda? ¿Debería estudiar? Sí, debería, al fin y al cabo, soy un tipo aburrido, un tipo con quien nadie desea juntarse, porque nadie desea a alguien que no aporta nada. Tal como inu-kun prefiere no hablarme, tal como la chica de gafas no desea ni siquiera mirarme, tal como el chico-100 se alejó con sonrisa maliciosa, seguramente, con perversos pensamientos.

Observo a mi alrededor, la biblioteca está prácticamente vacía, un par de personas, tal vez tres, estudiantes previsores, se encuentran ya leyendo, informándose, en vez de hacer como otros, insensatos, que andarán por GakuenToshi divirtiendose, ¿Divirtiendose? Se piensan que vinimos aquí a divertirnoS? ¿Que esto es un parque de atracciones? Algun profesor recoge libros para preparar su clase, la biblioteca está silenciosa, tal vez resultara muy productivo quedarme a estudiar

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25/03/2010, 02:38

Muchos libros son obtenidos. Fuentes de datos que aún estando en una época moderna, y en una ciudad que enfatiza ese modernismo, en al menos unos 30 años, se siguen manteniendo, perfectamente. Los libros aún no han sido removidos, o quemados, como en aquella obra literaria, lo que indica que algo de conciencia aún le queda a la Humanidad... Algo.

Una vez has escogido entre esos cuatro, y eres anotado, confirmando tu acción dentro de la legalidad de la biblioteca, puedes ver algo. O mejor dicho...

No.

Se trataba... Simplemente, de alguien. Alguien. Pero no era, a su vez, tan simple. Una vez que ya estabas, una vez mas instalado, pudiste contemplarle. ¿Que era? O mejor dicho... ¿Quién era?

Su aspecto era aparentemente normal. Se trataba de un humano, Homo Sapiens. Su estatura oscilaba entre el metro con ochenta y un poco más que eso. Su cabello era oscuro, negro, cercano a la tonalidad total de este, y desordenado, aunque no desarmónico, algo largo, pero sólo un poco. Sus ojos eran de un tono cielo, pero alterado, como un cielo oscuro, como el del mismo atardecer que había sufrido el paso del tiempo en el mismo momento, y era perceptible a través de las ventanas. Su piel era clara, no siendo albina, pero si de tonalidades diáfanas.

Parecía ser de los pocos que ahí estaba, estudiando, como un estudiante decente, aunque sus aspectos eran simplemente informales. Llevaba sólo una camisa, blanca, marmórea, y unos pantalones oscuros, aparte de unas zapatillas que se asemejaban a zapatos. Por lo demás, nada, excepto una mochila atrás, negra, con algunas marcas blancas, y pequeños dibujos irreconocibles. Había pasado desde el fondo, en el que no había sido notado, hasta cerca de donde estaba la bibliotecaria que acababa de atenderte.

Ahí, por un segundo, su movimiento pausó. Al parecer algo la atención le llamó. Mantenía su mochila en un solo costado del cuerpo, sujetándola con un solo brazo, dejando el otro libre, desequilibrado. Miraba, y buscaba, sin encontrar...

Y pudiste sentirlo, ahí, cuando se detuvo.

Una oscuridad... No definible.

O sí. Sí. Había una forma.

Una esencia muy parecida a la... Tuya propia. Una distancia, una lejanía con los demás, o incluso consigo mismo, como es en tu caso. Una semejanza, profunda, que podías notar, de alguna manera, insabible cómo.

Y después...

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25/03/2010, 03:07
Kamijyo Senshi

Al parecer, habló. Pronunció palabras en tono muy bajo, mucho, mientras algunos mechones de su aleatorio cabello cubrían sus ojos, sin poderse ver nada, excepto el movimiento de sus labios, a la distancia, no amplia, pero tampoco corta a la que estaba de tí. ¿Que decía su existencia? No era una... Persona normal. No lo era. No podía serlo.

Y luego, avanzó. Siguió avanzando. Hasta ir saliendo poco a poco hacia la salida... Pero se detenía ocasional. ¿O lo hacía? Parecía dudar, ¿O por el contrario, prepararse? ¿A que?

Nakamura no lo sabía. Nakamura estaba listo. Nakamura, al extraño ser oscuro, ¿Afín? salir, lentamente, veía.

Aquel era... Un Sujeto Desconocido...

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25/03/2010, 20:24
Nakamura Cervantes

Al pasar cerca mío debo inclinarme hacia atrás, es muy alto, y necesito levantar el rostro para poder hacer uso de mi percepción, para poder verle, para poder su propia cara escrutar sin ser advertido, pues no parece notar mi presencia de tal manera como yo noto la suya - Te creerás que soy un mosquito a tu lado Larguirucho ¿Ne? - Digo en tono enfadado

La librera me devuelve los libros que he cogido chistandome violentamente, indicandome un cartel de Prohibido Hablar

Ya me iba de todos modos, tranquilícese ud. también - Digo en tono molesto, no me importaba un carajo los carteles, no había nada que me importara lo más mínimo, ni siquiera la guapísima y odiada chica de las lentes cuyo cerebro amenazaba con hacerme sombra, ni siquiera inu-kun quien creería haber hecho algo por mí, algo que no pedí, algo que apenas agradecí.

Me toco la mejilla amoratada del más violento de los golpes recibidos, pienso en Chibi-Baka-Chan, hacia quien tan solo siento una enorme curiosidad por saber qué rayos hace una chica tan pequeña atreviéndose a codearse con los más grandes, pienso entonces en el misterioso chico de pelo verde que me saludó antes de entrar en la biblioteca, y pienso en el grupo de envidiosos analfabetos que me propinaron la paliza durante el descanso.

Miro mi brazo y veo como en uno de las rozaduras del brazo, causada seguramente en una caída durante la reyerta, ha crecido ya la costra aferrando la piel entorno al proceso de cicatrización, preservando así, la vida en su interior. Tal vez la próxima vez debiera.... ¿Defenderme? , viene a mi mente entonces la idea que no debe quedar mucho para testear a los Espers, y que probablemente debería revelar mi poder en este test, seguramente lo averigüen, las ondas de mi campo AIM seguramente recorran día y noche mi médula espinal esperando recibir la orden de clonación.

Ah mi mente, siempre inquieta, rememorando cosas de hace un par de horas como si se trataran de anécdotas de una juventud aún por vivir. Salgo tras el Sujeto Desconocido, no le he visto por clase, no creo haberle visto, tampoco vi los libros que llevaba, poco me importa, su despeinado cabello oculta parte de su rostro, es suficientemente molesto como para que su presencia me resulte del todo incómoda. Salimos de la biblioteca y el ocaso está ya cayendo sobre GakuenToshi, observo como va en mi dirección y de manera discreta, toqueteando curioso las páginas de mis libros, pongo rumbo a mi apartamento, a mi Loft, de sospechar seria que le anduviera siguiendo, y sin embargo no es así, no compartimos manera de ser, no compartimos físico, no compartimos siquiera manera de caminar, simplemente, compartimos el camino.

Larguirucho-kun

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02/04/2010, 11:45

Siguiendo el camino...

Procedes a avanzar, casualmente, coincidencialmene, por la misma dirección en la que se dirije el Larguirucho Desconocido.

No sabes donde va, pero parece ir "Justo por donde tú también vas".

Curiosamente.

Sencillamente. Su caminar es algo agitado, de pasos largos, acorde con el tamaño de sus piernas y su cuerpo en general. Sus manos van en los bolsillos, y su cabello se mueve parcialmente a medida que todo su ser lo hace.

Y al fondo, el atardecer... Poco a poco el sol va cayendo, reflejándose por detrás, sobre, y a los costados de los edificios de Gakuen Toshi, causando ese tono naranjuzco que tiene este tiempo del día, este momento del día.

Sombras empiezan a existir, producto del reflejo contra la luz, y ese sentimiento... Taciturno se puede percibir, uno que no ocurre cuando el sol aún es de color amarillo, y genera una clara intensidad sobre el "Escenario universal".

Teatro de la vida.

Teatro en el que el personaje "Nakamura Cervantes", hijo de María y Hiro, sigue a "Larguirucho", desconocido para sí en varios sentidos, excepto por su ominosa, y molesta presencia.

Por unos segundos el Jovencito "Perseguidor" recuerda el momento en que le "Habló" a Larguirucho. En aquel momento el mismo pareció mirarlo de vuelta, pero no se notó realmente. Fué como un momento en que el tiempo se hizo tosco, se interrumpió, no deteniéndose necesariamente, sino mas bien enfocándose en aquel instante.

Quizá porque otros no se habrían atrevido a siquiera hablarse a tal persona, pensando que podría ser un delincuente, o alguien muy temible, muy imponente. Pero no, Cervan-kun tenía que hablar.

Porque él siempre habla.

Y ahora mismo, estaba pasando varias calles, y en algún momento, el típico río que tiene una ladera en bajada hacia el mismo, con un sector de pasto entremedio del final de dicha ladera y el río mismo. Quizá con algún puente entremedio, perpendicular a la direccion del cauce.

Y después, siguieron avanzando. Pero Cervantes claramente estaba en la paradoja de "Ya no es la dirección en la que yo originalmente estaba tomando". Mentirle a la realidad nunca funciona.

Ni siquiera a los Espers, que utilizan el concepto de la Caja de Schrodinger para poder Recrear la Realidad, y tener sus poderes.

Paradoja de Schrodinger, fué llamado en una que otra clase.

Si sacas un dulce de una caja de chocolates... O cualquier cosa de otro sector donde no sepas que hay...

Ahí estás creando tu mundo. Personal Reality. Jubuun no Genjitsu.

Ahí fué cuando Nakamura-kun creó a... Otro Nakamura-kun.

Mitosis.

Mitosis multicelular.

¿¿¿¡¡¡Qué!!!???

Sï. Así era. Una creación completa, genérica, vegetativa de su propio ser.

Completo.

Sin fallos.

Como la Oveja Dolly.

No, mejor que la Oveja Dolly.

Sin la demora que tomaría clonar a un humano desde bebé, y esperar.

O forzarlo a crecer, con medicamentos turbios creados, o encontrados en la misma Gakuen Toshi.

No, simplemente, en la edad exacta del momento en que se Clona al Ser Objetivo.

Telosomas medidos, células replicadas. Todas. Neuronas, Hepatocitos, Glóbulos, Adipocitos.

Demasiada exactitud... Quizá negativa?

No. No para él. Porque él era en el fondo un ser exacto, que expresaba entropía hacía afuera.

Pero concentraba rencor adentro. Concentraba orden envuelto en odio, pero en el fondo orden.

Verdad. Deber. O al menos... Preguntas propias. Ideas claras. Conocimientos.

Toda esa información se repetía. Como un "Copy/Paste" en una computadora.

Así mismo.

Se Clonaba.

Asombroso.

Quizá unos... Cuantos más pudiesen hacerlo también. Pero él no lo sabía. Ni tampoco se sabía mucho.

Tal vez era un poder poco habitual. O poco practicado.

¿Que de malo podría tener Clonarse?

Divertido es. Lo es.

O quizá no pueden verlo.

Pero él si podía.

Él si sabía. Aprovecharía su don. Multiplicaria los Talentos otorgados por Dios.

¿O no?

Nadie, excepto él, lo sabía.

Hasta que finalmente, ya había llegado demasiado lejos, o al menos en un punto que, triangulándolo, se encontraba demasiado lejos de su propia casa, su propio loft, su propio hogar, su propio refugio, su propia madriguera, su propia guarida. Larguirucho Unknown-san se dirigía hacia el otro lado.

Pero... No podía costar tanto seguirlo, ¿O sí?

Lo único que alcanzaba a ver Nakamura-kun, era...

Un extraño lugar, a una buena distancia, mirando ya hasta donde podía alcanzar su vista al Larguirucho.

Se trataba de una especie de... Amplio espacio, parecido a un vertedero, o a una serie de edificios abandonados, o escombros de dichos, aparentemente ordenados, o apilados. Un lugar que se veía lo suficientemente ignorable para no tomarlo en cuenta, y lo suficientemente poco molesto como para hacer algo respecto a dicho.

Algo había con ese lugar.

Y Nakamura lo sabía.

¿De que se trataría?

Sólo podría saber si el gato estaba muerto...

Abriendo la caja.

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03/04/2010, 02:37
Nakamura Cervantes

Dejo la mochila en el suelo y me miro de arriba a abajo, yo y yo nos sacudíamos una membrana semiplacentaria que cubría nuestra piel y ropa, la de los dos, ¿Quien es copia y quien es el original? ¿Quien es el primigenio? ¿Quien es real? ¿Donde comienza la realidad percibida? ¿Porqué hablamos del comienzo de la realidad cuando en ningún momento comenzamos a hablar de ficción? No sé si habia sido buena idea clonarse, algo en mí me lo había pedido, el clon había sentido la necesidad de salir, resultaba un clon real, que ni mi propia conciencia habia podido detener su existencia, y ahora ambos nos mirábamos a la luz del parpadeante farol observando el callejón oscuro.

 

 

Ambos pensábamos lo mismo, ambos teníamos ganas de seguirle, y ambos sabíamos que esto no se podía solucionar. Saco una moneda de mi bolsillo y digo, sentencio, a sabiendas que él escogería lo mismo, así que, simplemente, decidiendo, no podía adivinar el futuro, por tanto poco importaba lo que pudiera suceder :  Cruz

La moneda gira en el aire y cae sobre el dorso húmedo de mi mano, que da la vuelta sobre mi palma mostrando la cara moneda, esa cara del actual emperador de japón, él sonríe y yo rechistando le pongo la moneda en su mano y cogiendo la mochila sigo mi camino, no miro atrás, sus pasos vuelven a caminar y en el cruce de calles tan solo quedó una mancha húmeda.

Tengo mucho que estudiar, y a la vez mucho que averiguar y saber, ¿Nunca has escuchado : No puedo estar en dos sitios a la vez? Yo sí, y por ello me tocó ir a estudiar, la derecha de mi cerebro, y del suyo, de aquél Cervantes que por la calle había marchado, ambos cerebros, pedían una dosis de estudio, pedían leer los libros de física que tan meticulosamente habíamos escogido, y yo, cumplía las órdenes de mi derecha... Cara o Cruz

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03/04/2010, 02:46
Nakamura Cervantes

La moneda gira en el aire, ¿Porqué él escogió Cruz antes que yo? Facil, somos idénticos, los dos hubieramos escogido cruz, sin embargo no lo dijimos al tiempo, sin embargo él sacó la moneda mientras yo me seguía quitando babas ¿Porqué? Facil, facil para una mente ávida y despierta.

Desde el momento en el que nos separamos, hace apenas 20 segundos, multitud de factores ambientales comenzaron a separarnos como dos formas de vida distintas, una serie de sucesos casi imperceptibles nos separaron, yo quedé bajo la penumbra del foco, y él quedó más a la sombra. Ese poco de luz que sobre mí incidía junto a la humedad postclónica de mi piel me provocaba un incómodo escalofrío, la piel estaba de gallina y necesitaba sacarme la baba de encima. Él, osea yo, en la sombra, tan solo tenía frío y su mente ya estaba acomodada para sacar la moneda. Es así, como minúsculos factores, dividen a la gente.

Me dividen

La moneda gira y cae sobre su mano, me echo encima para poder verla mejor y la Cara me da la victoria, el derecho a elegir, y él sabe que elijo responder al más estimulante de nuestro hemisferio cerebral, el morbo, la curiosidad, el afán de descubrir, él, resignado coge la mochila y para por mi lado dandome una palmada, me esperará toda la noche, procuraré traerle algo... estimulante.

Siguiendo al misterioso chico, liberado de los incómodos libros por los que debía velar, continúo por el callejón, en pos suyo, en pos de saciar mi curiosidad, y, aprender, conocer, saber, vivir, maldito sea, maldito estirado, tal vez robó algo en la biblioteca, tal vez piensa hacer algo malo, si es así, no será tan molesto, sin embargo, si resultará curioso, digno, seguro, hay algo en él...

Que suerte que salió cara, el vertedero se presenta oscuro y siniestro, estrechas calles llenas de bolsas de porquería y tierra removida, una bolsa y las latas de su interior suenan escandalosamente al paso de un gato que huye despavorido al vernos antes siquiera que nuestra percepción alcanzara a sentirlo, ¿A donde se dirige larguirucho-kun?

La moneda baila entre mis dedos... ¿Cara o Cruz?

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09/04/2010, 08:43

Ahora Cervantes ya no es sólo simplemente Cervantes.

Ahora es Omega Cervantes, el Orígen, y Alpha Cervantes, el Primero y Único Clon sintetizado desde sí mismo.

Algo interesante es que por lo súbito de la Clonación, ni el mismo Nakamura supo cual de los dos es cual.

Y vive con la incertidumbre, Schrodingérica. No hay cara, no hay cruz. No no hay cara. No no hay cruz. No no no...

Y así. Pudiendo en esto formarse una especie de bucle cósmico.

Por ende, dividirían caminos.

 

[...]

 

Nakamura Cervantes caminaba por las calles de Gakuen Toshi.

Una ciudad tranquila, y avanzada tecnológicamente.

Suave, y divertida. Lo suficiente para un lugar con un nombre tan ñoño como "Ciudad Universidad"

Llena de variados edificios, árboles, variedad, subidas y bajadas de calle, y todo lo que haría a esta ciudad arquitectónicamente agradable.

También tenía videojuegos, tiendas, y lugares de todo tipo, donde la gente "Normal" pudiese entretenerse, bibliotecas incluso para los mas cultos, y todo lo que se pudiese necesitar, o desear... Al menos dentro de lo legal.

No había nada que faltase en esa ciudad, que le tuviese a otras que envidiar. Quizá no tenía las construcciones más conocidas de ciudades anteriormente existentes... Pero tenía un encanto propio, una unicidad.

Única en su especie. Sin réplica, ni dúplica alguna.

Y por esa ciudad, era que Nakamura caminaba.

Hasta llegar a su hogar.

Hogar dulce hogar...

Aunque algo solitario.

No, en su caso... Muy solitario.

Pero ese era el caso. Solitario... No sólo, que no significan lo mismo.

No estaba sólo, abandonado, sino que lo estaba por su cuenta. Por su propia voluntad.

O al menos... Eso era de lo que estaba mejor convencido. A veces la respuesta mas simple es la correcta.

Navaja de Occam.

Y ahí estaba, su casa, intacta. No se habían metido a robar, ni le habían llegado aliens cabezones, ni cobradores.

Sólo... Soledad. Un lugar entrópicamente ordenado por sus propios modos.

Alrededor de las 6 de la tarde eran... Un poco pasado dichas.

Al parecer la tele se le había quedado prendida a Nakamura-chan.

¿Que era lo que estaban dando?

A medida que entraba, y la puerta cerraba, podía oir lo que salía de aquel aparato mágico.

 

'~Voz de la tele~ Hace no mucho se reportó el trágico incidente sobre la muerte del conocido científico Tsukeda Meiyu. Sin embargo, no se trata de una ocurrencia tan simple como podría pensarse. Detalles indican que el cuerpo fué encontrado en la pared de una calle aislada en el Sector 18, dejado cual muñeco de trapo sentado, con lo que indicaría ser un corte a nivel del cráneo, como si hubiesen tallado su cabeza con una sierra. Según las investigaciones, todo concuerda en que Meiyu era parte de los experimentos aplicados en los laboratorios Kaiser, de los cuales ningún otro miembro ha sido afectado de ninguna manera sospechosa. Pudo tratarse de un trato de venganza aplicado por alguno de los miembros de la compañía, o quizá de la competencia. Todo esto sucedió el día Martes a las 17:35 aproximadamente, momento en el que la mayor parte de los estudiantes de la zona saldría de clases, o estaría ya listo con sus horarios. Se sospecha de algún antiguo Psíquico, o alguien experimentado en tecnología portable y dañina. Meiyu era...'

 

Lo que después menciona son algunos de los trabajos del científico Tsukeda, como asuntos en bioquímica y biofísica, estudios en especímenes In Vivo, y soporte a otros proyectos como anexo. No era un tipo destacable, pero tampoco ignorable, sólamente un científico de reputación decente, que acabó mal, quizá demasiado. Después de la noticia, pasan a otras cosas. No pudiste ver imágenes porque no estabas cerca de la tele, ni en el ángulo preciso.

Ah, y lo bueno que confirmas, después de todo, y al final de todo tu llegar, es que...

Tus plantas están bien.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Something casual?
Resultado: 11

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09/04/2010, 09:09

Nakamura Cervantes.

¿Quién era Nakamura Cervantes?

Quizá era difícil definirlo. Ya que un nombre no era más que una etiqueta puesta imaginariamente por las personas. Por las demás personas, como parte de un colectivo. Sólo registros en papel, un poco menos efímero que la mente, hacen sapiencia de esto, de la existencia de un nombre.

Tal vez no era más que un montón de células, una masa informe re-formada en el aspecto coincidente de un humano. Y así tenían que serlo todos.

Pero ahora, Nakamura Cervantes se estaba definiendo. Especializando. Como las células genéricas se convierten en neuronas, o cosas específicas.

Así mismo, N.C. estaba tomando un camino diferente, desviándose de la generalidad. Avanzóse él, siguiendo al "Larguirucho", a Unknown Subject, al Tipo que vió en la biblioteca.

Pasó por los variados senderos de Gakuen Toshi, separóse de aquella banca de río por la que estaba paralelizado, para dirigirse hasta un sector urbano, con una idea de soledad bastante atractiva, difícil de describir en detalle para cada uno de sus elementos específicos.

Y ahí se encontró, por fin.

Aquella especie de... Fortaleza. Si, parecía una fortaleza hecha fortuitamente, por varios trozos de edificios, y objetos que se encontraban ahí, abandonados. Todo el lugar daba la sensación de estar apartado del resto, como un sector especial de Gakuen Toshi.

De hecho, Nakamura-kun había caminado tanto que ya no sabía si se encontraba en el mismo Sector donde vivía, o en el que se encontraba su Universidad... U otro. No tenía idea.

Se sentía súbitamente... Ominoso.

Así como si el cielo se oscureciese sólo en el lugar del enorme "Constructo", pero sin hacerlo realmente, siendo todo sólo una idea mental, infundada por la cabeza de Cervantes.

Larguirucho se detuvo unos momentos a mirar la fortaleza, manos en los bolsillos, de alguna forma logrando mirar a través de su cabello desordenado y largo. Después de aquel momento de ¿Pensatividad?, siguió avanzando.

Hasta adentrarse.

Y entonces, Nakamura también podría hacerlo...

Hasta que... Algo sucedio.

 

¿Qué?

 

¿Cómo?

 

¿Donde?

 

...

 

No. No andaba bien.

 

Súbitamente su caminar se hizo...

 

Lento.

 

Muy lento. Pero no se sentía lento, estaba moviéndose de manera normal, al menos propioceptiva, internamente.

 

Pero por alguna razón sentía como si su entorno estuviese más... Viscoso.

 

Sin sentir necesariamente la viscosidad en absoluto.

 

Algo estaba pasando, y le impedía pasar hacia adelante.

 

Pero no era como para detenerlo... Sino más bien, como para... Probarlo.

 

O quizá... Para testearlo, para decirle... ¿Puedes entrar aquí?

 

¿Se puede, realmente?

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10/04/2010, 17:21
Nakamura Cervantes

Subo las escaleras, el paseo a disipado mi mente, llevandome a sentir el peso del asa de la mochila, cerciorandome así de cual era mi deber, una llave sudada encaja en la cerradura de la puerta para girar el sencillo mecanismo que me permite la entrada a mi habitación, voy hacia el escritorio, frente a un ventanal desde donde solo puedo ver otras residencias de alumnos, otras fachadas desde donde cualquier enfermo poseído podría espiar a las chicas de mi residencia, observo mi cama, y la cama vacía, y sonrio ante la ironía de que, aún sin compañero de cuarto, esta noche dormirán dos.

Dejo la mochila sobre el escritorio y mi mano recoge un vaso de plástico azul, que lleno bajo el grifo de agua, y reparto no-equitativamente entre las plantas de mi habitación, hay plantas que consumen más, otras consumen menos, resultaría dañino dar agua de más o de menos, cada una debe recibir la que le toca. Que triste vida la de las plantas, que aquí encerradas, confinadas en sus tiestos, deben aguardar a mi decisión para recibir sustrato, agua, luz, o el permiso de crecer.

Yo tampoco podía multiplicarme continuamente, ¿quien tendría mi propia maceta entre sus manos?  ¿Donde estarían mis límites y como salir de ellos? No es este el momento, ahora toca pensar en física cuántica.

Abro un primer libro introductorio, a fin de contrastar y comprender lo dado en clase y con el lapiz jugando entre mis dedos, leo muy despacio cada capítulo a fin de mañana, estar más preparado que hoy, mañana tal vez no haya física, tal vez no venga Yamamoto-sensei, tal vez sea una nueva asignatura, en cualquier caso, cuando ese profesor vuelva, estaré preparado.

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10/04/2010, 17:27
Nakamura Cervantes

Pasamos por calles residenciales, donde los empleados de Gakuen se reunen en un mismo distrito, y salen muchisimos medios de transporte para distribuirlos a sus puestos de trabajo, me estaba alejando de mi barriada, aún pasamos por los puentes de dos canales, a un barrio más bajero, que ni siquiera parece Gakuen Toshi, una ventana de una casa está rota, inconcebible un desorden tal en una ciudad como esta. Internandome llegamos a casas que ya no tienen ni ventana, si seguimos en Gakuen, esto debe encontrarse en algún limite, y la gente marchó a vivir a los siempre crecientes y cambiantes edificios del centro.

Gakuen Toshi no está tan poblado como menciona la prensa internacional, este lugar es prueba de ello, las calles con mugre y porquería, bolsas enteras amontonadas a los lados de la calle reflejan que ni los robots limpiadores pasean ya por este distrito, -si tuviera un ordenador, buscaría donde estoy.... Cervantes, si me oyes, busca algo en el ordenador

Sí ... te oigo - me autorespondo divertido

El chico al que sigo alza la vista, oliendo el entorno, pidiendo permiso

Sabes que te sigo, ¿Porqué no te preocupa? ¿Porqué me permites pasar ignorado?

El larguirucho se interna en esa fortaleza en medio de una oscuridad creciente en la que estoy dispuesto a entrar tambien, en el momento en el que algo comienza a aplastarme esa tenacidad con la que antes avanzaba, aprietos los dientes y termino de arrastrar el pie en un paso que se habia quedado a medias, fijo mi posición y aprieto los puños pensando que , sea lo que sea terminará, pero no termina, y lo más lógico sería apartarme del lugar para estudiarlo mejor antes de arriesgarme, pero no he venido aquí empujado por lo que es lógico, soy el Nakamura Cervantes que sigue a su hemisferio izquierdo, y éste, se siente atraído, enamorado, de algo tan paranormal.

Arrastrando los pies, a gatas si hace falta, sigo a Larguirucho-kun, a fin de saber, a qué ha venido, donde estoy, y porqué esta sensación - Matte... -  Susurro

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20/04/2010, 07:48

Mecánica Cuántica

Introducción

Hasta donde todos sabemos, el mundo que conocemos, tiene una forma definida, tiene un perímetro definido, y tiene todo lo que necesita para que se contemple, se conozca, y nunca se pueda dudar. Aún si exista algo que no conozcamos, contamos con la certeza de que podremos, eventualmente, descubrirlo. Así es como nos podemos considerar "Científicos", miembros de una selecta comunidad capaz de pensar, capaz de analizar, razonar, observar, y finalmente, teorizar. Una tras otra idea, confirmada posteriormente, y finalmente puesta en los anales de la creación. Así es como nos volvemos seres racionales, verdaderos. Seres humanos.

¿Pero qué pasa, cuando todo lo que conocemos, se pierde súbitamente, sin dejar rastro alguno? He ahí lo que ocurre, cuando aparece la... Mecánica Cuántica. O Física Cuántica, como también es conocida. ¿Que significa esto? ¿Cómo es que ocurre esta pérdida mencionada? Simplemente cuando nada tiene sentido. Cuando todo lo que pensábamos correcto, toma la súbita propiedad para dejar de serlo. Cuando todas las verdades se vuelven mentiras ponzoñozas, cuando la realidad se vuelve una paradoja, sencilla, pura, e impredecible.

Ahí es cuando comienza, la Física Cuántica. Ahí es cuando comienza, por fin, a entenderse, el verdadero mundo, en toda su esencia. Por fin es en ese momento, en el que se empieza a estudiar la física cuántica, en el que se empieza, recién, a desvelar la "Naturaleza" del mundo, su esencia, la realidad de todo el universo, y del mundo en el que vivimos, o creemos vivir. A continuación, este libro hablará sobre la forma en que la física cuántica afecta nuestras vidas, en más formas de las que pudieramos siquiera vislumbrar.

Primer Capítulo: "De la ciencia y lo mundano"

Aquí donde el hombre nace, es el planeta conocido como "Terra", o Tierra. Tercer cuerpo celeste en relacion orbital con el sol utilizando medida y morfologia referencialmente ovalada a términos espaciales macroscópicos. Único planeta en el que se crée que existe el fenómeno de "Sustancias orgánicas auto-impulsantes y requirientes de nutrición en pos de avance y desarrollo", o lo que conocemos coloquialmente como "Vida". ¿Hay vida en otros planetas? Muchos créen que sí. Pero nadie tiene una comprobación. Con esa idea, comenzamos ls primeras nociones de la física cuántica.

¿Que es lo que no conozco? Muchas cosas, como los años de juventud de mi abuelo, o la cantidad de personas que conoce aquel hombre de la esquina que está parado cerca de donde venden periódicos. No conozco cuanto dinero tiene aquella joven que cruza despistada a través de la orbe, ni conozco que me pasará el día de mañana, temporalmente refiriéndome al sistema sintáctico de 24 horas por unidad diaria. Todas las cosas que no conozco son las que se encuentran en el área de la física cuántica. Todo lo que se encuentra a oscuras de mi conocimiento, de mi percepción, o de mi memoria, son los elementos "A descubrir".

Pero si no los conozco, ¿Existen? Si yo miro un edificio que se encuentra detrás de otro, y luego veo únicamente el edificio del frente, ¿Cómo sé que el que está atrás existe? ¿Sólo porque lo ví anteriormente? ¿Y si no lo soñé? He ahí la primera interrogante. Saber o no si es que existe un factor real para cada cosa que hay en pos de la repartición de la realidad en la que se puede encontrar. Si algo no está ahí, no tiene porqué existir. Si existe, o no, jamás podrá ser comprobado, hasta que lo vea, o lo toque. Y aún si es que lo haga, si vuelvo a dejar de verlo, o tocarlo, dejará de existir. Nunca se acabará la incertidumbre.

Todos estos factores mundanos, son los aspectos a conocer, a buscar, a descubrir, a saber reales. Mientras que la Ciencia, es el acto de saber, de conocer, de analizar en pos de descubrir verdaderamente. Hacer verdad algo, es el acto de la física cuántica. Todos los aspectos, mínimamente posibles, sin que rompan su esencia primordial, se conocen como Cuantos, o Quantums. Una vez que un cuanto existe, comienza la aventura de la Física, o Mecánica Cuántica.

Si una mujer sospecha que su esposo la engaña, y busca investigar, pero no averigua nada, y al final sucede que dicho esposo nunca la engañó en realidad, ¿Cual es el cuanto? La existencia del esposo, y su probabilidad de que haya cometido el engaño mencionado, ocurrente únicamente segun la teoría de la mujer. Ahí los objetos, los mundanos, y la ciencia, el acto de buscar la verdad, se conflagran. Al final, el cuanto, el valor mínimo, es la existencia, y la voluntad del esposo en cuestión para poder o no hacer cosas, pudiendo así convertir las ideas de su esposa en reales, o no.

Una caja de chocolates puede haber estado llena, y una vez abierta, se le sacase un chocolate. Si después se abre, se verán los chocolates que tiene, pero si no se abre, no se puede saber cuantos chocolates posée. Por mucho que uno conozca todas las variables, siempre habrá un pequeño factor de incertidumbre. Incertidumbre que explica la posibilidad o no de que haya menos, o incluso más chocolates.

Nunca existe algo que no exista. Si algo no existe, es porque no es proyectable, aún por la misma idea de la imaginación. Si algo es imaginable, puede existir, pero no significa que tenga que hacerlo, o que lo haga en un espacio determinado y/o conocido. Si algo puede existir, entonces su existencia no ha de ser negada hasta que llegue a existir, o se conozca que puede existir, como es el caso de los Cisnes Negros, o los Cuervos Blancos.

 

 

Así, te lées el primer libro, el cual cuenta de 6 capítulos, siendo el primero el que utiliza lo "Mundano" para explicar la Física Cuántica. Montones de ejemplos de cosas conocidas son utilizadas, una y otra vez, de distintas, o semejantes formas, para darte a entender la idea. Se te pega en la cabeza, es de esos libros hechos por pedagogos más que por científicos, o quizá de ambos, con tendencia hacia el primero. Luego, el Segundo Capítulo: "De lo irreal y lo real", introduce ideas mas filosóficas, rozando peligrosamente el tedio, pero sin llegar a dicho, siempre cambiando de tema astutamente. Hace referencia a corriente como el Materialismo, o su contrario exacto, el Idealismo. Compara ambos con la idea de Física Cuántica, y los hace caber de una forma casi perfectamente exacta.

Luego, el Tercer Capítulo: "De lo puro y lo impuro", hace referencia a la precisión con la que se observan los objetos, las personas, y todos los elementos de la realidad. Explica como siempre hay un factor infinitesimal en el que hay algo que no vemos, o que nos falta por conocer, haciendo que ningún objeto exista tal como lo creemos que existe, haciéndolo "Impuro", y definiendo que lo único puro, es la teoría. Hace referencia a la limitación, así como las extensiones de los sentidos, y fundamenta en que todo está unido, o todo puede estar unido. Siempre habrá algo donde nadie lo espera, o nadie lo conoce, o puede conocer. Si alguien pudiese verlo todo, sería teóricamente... "Dios".

Cuarto Capítulo: "De lo simple y complejo". Aquí ya se pone algo mas denso, tomándote un buen rato asimilar con detalle y precisión. Si el capítulo uno era, por decirlo de algún modo, entretenido, e incluso didáctico, este empieza a irse en mezclas de filosofía, conceptualismo, ciencia cruda, y muchas, muchas ideas, tantas que te hace dudar de la "Mentalidad" de quién haya sido su autor. "Básicamente", el capítulo trata sobre como nunca hay nada, pero nada, que es lo que parece. Que el vacío real existe, y que no es comprensible excepto cuando uno se convierte en dicho (?), que los estados cambian de manera consciente, que los objetos tienen vida propia, y que los seres vivos tomaron esa vida, y saltaron un paso, logrando el fenómeno conocido como consciencia. Explica que la Evolución puede revertirse, en forma de Devolución, y que cada célula tiene una voluntad propia, que a su vez tiene átomos con voluntad propia. Lo peor es que todo está explicado con tal detallismo empírico que casi parece ilógico, o capaz de cambiar ideas preconcebidas...

Por otro lado, el Quinto Capítulo: "De números y palabras", se suaviza un poco, por decirlo de algún modo, haciendo explicaciones del concepto que son los Módulos y los Vectores. Además, incluye el área de muchos ejercicios, en el que básicamente explica los factores cuánticos mas básicos. Prácticamente hay de todo, Torques, Mecánica, Ondas, y etc etc. Viene con explicación de cada ejercicio a un nivel técnico, para resolverlos, así como su razonamiento real, es decir porqué X=4 y así sucesivamente.

Finalmente, el Sexto Capítulo: "Del comienzo y el final", hace un apartado sobre la idea del... Tiempo. Una idea que casi no mencionó en todo el resto del libro, contabilizando sus casi 100 páginas. Principalmente el capítulo se refiere a que todo ocurre en el mismo lapso eventual. Muchas ecuaciones han confirmado que el "Tiempo no existe", pero no es exactamente eso, sino más bien se trata de que no existe como lo creemos. No es necesariamente un círculo, ni una espiral, o una onda, sino mas bien es un fenómeno que se relaciona directamente con todo lo que nos pasa, con los Cuantos mismos. Además, hace una autoreferencia a la idea del comienzo del libro, y del final del mismo, abierto como una Caja de Schrodinger, experimento que fué explicado durante todos los capítulos en varias partes, segmentadamente.

Al final no hay conclusión, así, de súbito.

No... Al parecer... Alguien removió las páginas.

No, eso es muy paranoico... Quizá el autor no alcanzó a terminar el libro?

No, eso es algo tonto.

Quizá... No se le permitió la conclusión que puso, o fué editada.

Aquí hay... Neko encerrado.

Muy retórico, irónico, sin duda, para el mismo tema tratado.

Ha caído ya, el sol...

 

Tal como dijo ella... Aquel día...

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: Observation
Resultado: 10(+2)=12

Tirada oculta

Tirada: 1d10
Motivo: ¿?
Resultado: 10

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20/04/2010, 08:57

Se detiene el flujo...

Literalmente...

Poco a poco crées alucinar, pero estás viendo así como si todo el fondo, como si todo el entorno, el sector cuadriculado que consiste enel área de entrada, estuviese cubierto por una especie de color calipso, plomizo, ajeno a la realidad, como un sector dimensional de realidad virtual. Pero lo peor es que no existe, tu imaginación lo está creando, a raíz del fenómeno que te está afectando, impidiendo entrar, reduciendo tu Momentum Dinámico a 0. Claramente es un Poder de Esper. Chonoryoku...

A pesar de todo, tu propia voluntad era la que parecía impulsarte hacia adelante, aún si se sintiera como si no recorrieras distancia real alguna, así como si fuese la mismísima Paradoja de Zenón ilustrada en la situación que te encontrabas. A cada paso dado, más cerca encontrándote de la meta, pero nunca llegando a dicha. Ni siquiera has cruzado la entrada, la cual Larguirucho ya pasó hace mucho, y en la cual no respondió a tu pregunta, como si no te hubiese escuchado.

Además, tu propio Poder no te servía de nada, no al menos en las maneras que lo conocías, quizá como un reemplazo, o un "Kawarimi", o algo así. Aquello era fantasía, y no había forma de que se lograra pragmáticamente. Al final quizá te tocaría rendirte, cuando...

Finalmente, pareces dar un paso. Tal como si hubieses sido apretado, tu susurro, termina por saltarse a un espirar agitado, como si te hubiesen apretado incontables litros y litros de aire, en aquel mero uso de tu tracto aereo para pronunciar esa palabra. Medio caído hacia adelante, y agotado por la sensación de "Cambio de Fase", te ves a ti mismo dentro de la "Fortaleza", del lugar hecho por otros lugares, de esta Aparente Tierra de Nadie. Ahora se ve mas oscuro, y ya no sufres las "Alucinaciones", como si el Psíquico que te detenía, te hubiese soltado muy súbitamente, innotoriamente por lo demás. Sientes el silencio, y la sensación algo tétrica, de incertidumbre, de silencio súbito y paradójicamene estruendoso. No llega demasiado el sol aquí, además de que el mismo está bajando progresivamente, como recuerdas a medida que entrabas al lugar.

Sientes algo más.

Presencias.

Se encuentran cerca, pero no alcanzables, como si estuviesen triquinosamente escondidos, o atentos, al tanto, preparados... Conscientes.

Y hacia el frente, muy lejos, Larguirucho.

Oyes una voz desde un lado, que dice algo súbitamente.

 

- Kamijyo-chan~!

 

Suena como la voz de un joven, hombre, al parecer, de una edad semejante... No, quizá hasta menor que la tuya, y de alguna manera poco seria, no necesariamente bromista, como si fuese alguien que se preocupase poco o nada por todo, y que hubiese dicho eso únicamente por el afán de hacerlo, o por distorsionar el ambiente, ya más de lo distorsionado que es, y está para tí.

Kamijyo-chan...

Miras a Larguirucho... Y sospechas.

Hilas, unes, atás.

¿Será su nombre, o su apellido familiar?

Lo que si sabes, es que se está alejando, adentrándose cada vez mas profundo en este... Lugar.

Lugar al que con... ¿Suerte? o ¿Voluntad? 

Pudiste entrar.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Subtleties
Resultado: 65

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20/04/2010, 11:52
Nakamura Cervantes

Me desperezo en la silla, ha sido una tarde larga de estudio, mi mandíbula casi se desencaja en un bostezo que trata de ser disimulado sin éxito, cierro los libros y prohibo el paso a la luz ocre por mi ventana dejando caer media persiana. Me tumbo en la cama y mi mano acaricia las grandes hojas de una planta de cabecera. La planta deja ir su aliento y fragancia envolviendome en pensamientos inconcebibles, inconcebibles hasta que son creados.

 

Maldita sea, ahora empiezo a pensar en física cuántica, con lo poco que me gusta la física, sin embargo, una vez le dedicas un poco de tiempo, no resulta tan compleja como Yamamoto-sensei nos la quería hacer creer, una vez más, nos encerramos en el paradigma cuántico, acuciado por la psicología de ese piscótico.

Señalándonos un campo conceptual que no conocíamos, abatía nuestros ánimos con tal de no querer conocer algo que iba a resultar, supuestamente, extremadamente dificil, pero hasta que no abres el libro, hasta que uno no se pone a hacer las cosas por sí mismo, no puede decidir cuan dificil puede esto llegar a ser.

Me doy la vuelta de lado en la cama, cansado, mi cerebro vibra y un libro cae de mi barriga a mi movimiento rotatorio. Mi mano baja a recogerlo y lo pone delante de mi perezosa vista. El libro inacabado, Mecánica Cuántica, ojeo de nuevo la primera página sin encontrar nombre de autor, arrancado su derecho a ser recordado por un libro que tan bien me ha ilustrado, ¿Quien pudiera haber sido el escritor? Tal vez un cuervo blanco.

Aún quedaban algunas dudas acerca de la mecánica cuantica, ¿Cuan real pudiera ser para el propio sujeto lo que otros han afirmado? Siempre se ha afirmado, NO, jamás se ha dudado, jamás siquiera se ha planteado, que las plantas pudieran hablar, porque jamás hemos oido una planta hablando. Pero tal como dice este libro, ¿Hasta donde ha sido demostrado? Tan solo un estudio cuya ingente cantidad de muestras ha llegado a una conclusión por saturación de datos. Ese es el método cientifico, tal vez la ciencia, no sea tan acertada como presume ser.

Debe existir otro campo de conocimiento, otro aún ni siquiera planteado, que pueda resolver las dudas de la mecánica cuántica.

Estiro los dedos rozando las hojas de la planta - ¿Qué opinas de todo esto?

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20/04/2010, 12:09
Nakamura Cervantes

¿¿Quien eres??

Trato de decir, inútil, mis dos manos atenazan mi pecho, en un gesto desgarrante, como si el dolor por desgarramiento de mi cuerpo me pudiera quitar la horrible sensación de presión y ahogo que poco a poco ya desaparece

¡¡¿¿Quien eres??!!

Aún me falta el aliento, trato de ponerme en pie pero me fallan las fuerzas, pienso en crear un clon que me ayude, pero no, sería inútil, en mi estado, aparecería tan dolorido y agotado como yo. Miro a mi alrededor pues, noto presencias, exhalaciones, gente, gente en las sombras, ¿Mirándome? Una voz llama al larguirucho, y busco el origen de la voz, de nuevo sin resultados. Cierro fuerte los ojos dejando que se humedezca mi córnea dejando que mis pupilas se adapten a la envolvente oscuridad, más aún solo noto, sin ver, sin oir, sin oler.

Me pongo en pie y dandome impulso en la pared echo a andar, los primeros pasos resultan mano de santo, sanandome la incómoda sensación casi por completo. Miro a un lado, a esos ojos que me miran y pienso en esputar alguna maldición sin embargo, algo atemoriza mi mente.

¿Qué Esper puede crear tal efecto? ¿Como pueden existir Espers tan poderosos? ¿Qué esconden las entrañas de Gakuen-Toshi?

Observo la silueta de Kamijyo... ¿Habrá sido él? Ni siquiera necesitó moverse, ni siquiera necesitó mirarme. Pienso en, acercarme a las sombras y sacar uno de los sujetos con tal de hablar con él, pero no hay tiempo, hay otras alternativas, puedo conseguir lo que deseo saber por mí mismo, puedo abrir la caja yo mismo sin necesidad de intermediarios que me digan lo que ellos han visto, con sus sentidos obnuvilados, engañados, si debía ver una realidad distorsionada, lo haría con mis propios ojos.

Respiro con fuerza y mi pecho nota un aguijonazo, demasiado esfuerzo, demasiada resistencia, debo recuperarme, pero no pienso perderle de vista, por lo que sigo a Kamijyo. Sigo a Kamijyo hasta donde quiera llegar. Sí, dejé de pensar en él como Larguirucho-kun, era un nombre extrañamente familiar, y tal vez, repitiendolo en mi pensamiento lograra ubicar donde lo he escuchado antes, además, tengo miedo, tengo miedo de esa sensación de plomo que hace un momento me había anclado a una realidad eterna y me hubiera podido dejar por siempre en la misma baldosa, no he sido yo quien ha entrado, me han dejado entrar, y eso me hacia tener miedo, eso me hacia ser prudente, más prudente de lo que era en su naturaleza Nakamura Cervantes.

 

 

De nuevo, un millar de factores diferenciaban a los dos Nakamura, tal como dos gemelos criados por separado desarrollaban diferentes personalidades, ahora dos Cervantes sentían diferente debido a estar viviendo situaciones diferentes, y ahora, Nakamura Cervantes estaba tumbado en la cama, con una mano sujetando un libro contra su pecho, hablando a una planta que acariciaba con la otra. Nakamura Cervantes se sujetaba el pecho, temeroso de sentir de nuevo la agonía de la compresión, mientras su otra mano acariciaba una pared junto a la que trataba de ocultar su presencia. Ambos sentían curiosidad, y anhelos semejantes, deseos de abrir ese millar de cajas de contenido desconocido, que habían repartidas por Gakuen, se necesitarían un millar de manos, se necesitarían más Nakamuras.

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26/04/2010, 05:04

Aquel libro no tiene dueño. Ni autor ni creador aparente. Únicamente, lo que se puede encontrar en él, es la publicadora, cuyo nombre es "Shikyoku". Sale escrito curiosamente en romaji, es decir, letras occidentales. Además de eso, no sale nada, ninguna direccion que conforme, ni nada semejante. Un libro tan explicativo ha sido dejado al vacío. ¿Porqué? No tiene sentido, o quizá dicho está mucho más profundo de lo que se puede ver, requiriendo intensa investigación, quizá dificíl de lograr.

Al preguntarle a la planta, esta... No se mueve. Sólamente muestra su verdor intenso, prueba de un buen cuidado, y una nutrición propicia, además de una posición casi suertuda a un lado de la ventana, permitiéndole absorber luz del sol directa y efectivamente. ¿Que pensarán las plantas? ¿Que sentirán? ¿Se podrá saber que es ser como una? Solo la ves... Sintetizar, fotosintetizar, y existir, ahí, estática, en su pote.

 

 

"Muerte imaginaria"

 

 

Súbitamente ese pensamiento viene a tí. ¿Qué? ¿Porqué? Has sentido que llegó súbitamente, tal como todos tenemos un campo magnético que nos rodea, y absorbe "Cosas" del entorno, así mismo es como en teoría, pensamos, y proyectamos esos pensamientos hacia afuera, a su vez obteniendo datos desde el exterior, nutrición tal como la de las plantas, inconsciente, involuntaria.

Muerte Imaginaria... ¿Que puede significar? Una vez leíste algo muy relativamente asemejable en un libro. Las plantas son cortadas, árboles que son talados, no mueren directamente, siguen sintetizando y metabolizando por horas, días, y en algunos incluso meses, antes de que verdaderamente se les pueda llamar "Muertos". Algunos dicen que hasta viven tras ser madera.

"Todos los objetos estan vivos"

Dijo Yamamoto. ¿Será cierto? ¿Será que vivimos una Muerte Imaginaria?

Muchas respuestas, y tiempo que pasa.

Ya es oficialmente de tarde-noche. Atardecer concluido. Otros dos libros quedan, y cansancio mental. Además de una tele aún prendida, sonando a lo lejos, como tono ambiental.

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26/04/2010, 05:47

Kamijyo...

Kamijyo...

Kamijyo...

¿De donde lo habías oído?

No recordabas, pero venía a tu mente, claramente. No era un apellido muy común, sobretodo por la forma de escribirlo, con un kanji que se traducía a "Jyo", y no simplemente a "Jo", o "Yo", a pesar de su símil pronunciación. Un significado que iba de algo como "Dios a un lado", o "Al lado de Dios". Bastante llamativo, sin duda.

Aún habiendo sido aquel Nakamura que fué guiado por el hemisferio derecho, te enfocas en actuar de manera racional, a pesar de la locura que estás cometiendo al venir a este desconocido y ajeno lugar. Quizá el miedo enfrió tus sistemas, avisando a través del sistema nervioso autónomo que era hora de proceder mas al Ying, que al Yang. Aunque no era fácil, pero había un equilibrio, pequeños trozos de calor recorrían el cuerpo, tensándolo para que estuviese listo, en pos de cualquier tribulación a por venir.

Aquellas sombras se veían misteriosas, y engañosas. Ocultas, no alcanzables. Tu decisión de no ir a por ellas fué la correcta. Quizá no te responderían, quizá eran "Habitantes" de este lugar, que no aparecerían hasta después, y que no debías, ni podrías conocer. Apartarte de ellos, y enfocarte hacia el frente. Una buena idea. ¡Una buena idea! Decía tu mente tu consciente subcortical.

Sensación de complejidad.

Avanzaste hacia el frente, y seguiste moviéndote, tus brazos aleteando como si fuese cual marioneta, suelta, y únicamente desplazada hacia adelante, siendo movida por la parte de sus pies. Tus pies se movian toscamente, como un monigote, aún siendo el verdadero monigote Kamijyo, largo y alto, y tú el que caminaba como se esperaría de su estructura corporal. Pasos dabas, zancadas no sonoras, silenciosas con efectividad.

Hasta llegar. Ahí.

¿Que había ahí?

Fué entonces cuando lo pudiste ver.

 

 

 

Kamijyo-san.

Presente, de pie, brazos a los lados, ya no echados en los bolsillos.

Su cabello, difuso, ahora siendo movido levemente por una pequeña brisa que aparecía entre edificio y edificio de este "Pasillo", en esta "Fortaleza" que se formaba imaginariamente por la idea que otorgaba el lugar como tal. Mirando hacia el frente.

Y ahí, en dicho frente, prácticamente al final de dicha fortaleza, sin que pareciese poder pasarse mas allá de ese sector, en el fondo del pasillo, en el fin del camino.

Un hombre.

Un joven.

Un ser... ¿Humano?

Su aspecto era...

Qué forma había de decirlo...

No sólo Kamijyo no dejaba en parte verlo, haciendo que tuvieras que ladearte para hacerlo, viéndole desde lejos.

Hacía falta solo lo poco que podías verlo, para entender.

Portador de cabellos puramente blancos, completamente, brillantes, sin ser plateados, dando la idea de rocío puro, de esencia pura.

Prácticamente albino, portador de una piel clara, increíblemente, pero sin rozar los estándares de, por decir algo, un vampiro.

Sus ojos, semi-cerrados, estaban, tal como recuerdas que lo estuvieron los de Kamijyo todo este tiempo.

Caídos, a sus lados, como cataratas, ambos cabellos, sin superar el largo del hombro, sólo tocándolo, por el lado, y por atrás. Pocas mechas por delante, distinto de Kamijyo mismo, dejando ver nítidamente su pulcro rostro.

Muy delgado, definitivamente. Infrapeso nivel 1, o quizá un Normopeso en valor mínimo.

Únicamente llevaba una camisa encima, de color blanco, como plateado, o azul, algo parecido.

Y abajo, unos pantalones grises, oscuros, con mezcla de otro color también.

Abajo, unas zapatillas que tocaban el piso, y parecían comodas, precisas para moverse.

Ahí, sentado en un... Trono. Un asiento forjado manualmente de alguna manera, estaba Él. Simplemente Él.

Y Kamijyo, le hacía frente, a unos 3 metros casi exageradamente exactos de distancia.

A punto estaba, de hablarle al Joven que en su trono estaba sentado.

Y en aquel momento, segundos antes de la ocurrencia sonora, pudiste percibir algo intensamente.

Sentiste como si hubieses estado Destinado a presenciar aquel momento, aquella situación.

 

 

 

Kamijyo - Sabes a que he venido... Primero.

Aquel Joven, sentado en tal trono, con ambos brazos sobre las posaderas del mismo, miró a Kamijyo.

Sus ojos, semi-cerrados, tal como los de Kamijyo durante todo este tiempo que le seguiste, se abrieron.

Tenían un color plomizo, y un aspecto... Puro, pulcro, severo, crudo, intacto, intenso, brillante, extraño, ajeno, complejo, ¡Difícil de describir!

Pero lo que sí se notaba en ellos, claramente, era algo de severidad, a medida que miraba a Kamijyo, para luego responder.

Joven - Agallas, sin duda has tenido... Joven Kamijyo. ¿Senshi quizá, debería llamarte...?

Kamijyo - ...

No hubo respuesta de parte de Kamijyo, solo un empuñamiento de ambas manos, que quedaron al costado de su torso, y un levantamiento de su cabeza, que siempre estuvo algo agacha.

Joven - Naruhodô. So be it...

Fluído dominio de dos idiomas, dando a entender la intención del Larguirucho... Quién súbitamente, manifestó una forma de... ¿Poder?

Algo se percibió en él, como un impulso, algo, que afectó el entorno, llegando hasta ser percibido donde estabas tú.

Y luego, un avance. Un rápido movimiento en el que pudiste notar, como algo tiltilaba en los alrededores de Kamijyo Senshi. ¿Que era? No alcanzabas a...

¡Frhrhzhghrghgzstshzthgrhgshshgsmmmmnnnntrrnnrnnnnn!

Un chirrido potentísimo resonó en toda el área. Verdaderamente una ola, visible, tangible, de poder puro, manifiesto en lo que era el Poder de Kamijyo.

Sonido.

Sonido que había cargado alrededor de sus manos, el cual además lo había potenciado para correr, y llegar al Joven en minutos. Aquel... Aún estaba sentado. Sin pararse, miró como Kamijyo se le abalanzaba.

Kamijyo - He de...

Lanzó sus dos manos hacia él.

Kamijyo - ¡...Derrotarte!

Fácilmente dos ondas de tipo supersónicas, concentradas en el área de 10 o 20 centímetros diametrales.

¿Que? ¿Que clase de mounstroso nivel poder era ese?

Uno que parecía... No asustar, ni afectar al Joven.

Apenas Kamijyo terminó de caer sobre él, sólo se alcanzó a ver estruendo, resonar, distorsión, disonancia.

Y al final de dicha, y de la polvareda levantada, así como la afección sobre el mismo aire...

Kamijyo, caído, hacia atrás, cuatro metros, completamente tumbado sobre su espalda, con la mano izquierda sangrando, pero sólo en partes específicas, y no letales para la misma extremidad, como si hubiese sido atacado con extremo cuidado y detallismo. Demasiado para parecer...

Real.

Si, ahí estaba. Aquel Joven que estaba sentado en la silla, ahora se había levantado. ¿Había movido algo, una mano? No se notaba, sólo tenía sus manos a sus costados, como Kamijyo tuvo antes. Y miraba al mismo, a Senshi, con la misma expresion pasiva del inicio, como si estuviese, o fuese de otro plano.

Kamijyo - Khk...

Joven - Tu determinación, es buena. Tu control, también es bueno. Tu proyección de imagen, es notable. Tu calculo de utilización, es decente, sin duda. Y tu cantidad de poder, abunda. Aún así...

Miró, y dió un paso hacia Kamijyo. Dicho parecía no poder moverse, en absoluto, sólo pudiendo mirar al Joven, que hacía un ademán de acercarse, pero sin hacerlo.

Joven - Nada pasa porque sí. No seré derrotado porque sí, ante tus manos. No ahora. No al menos... No.

No hablaba con arrogancia, lo sabís. Hasta se podía decir que era humildad, con consecuencialidad ¿O hasta sabiduría? Algo dificíl de comprender a simples intentos. Quizá estaba loco. Kamijyo le miraba, viendo fracasado totalmente su ataque anterior.

Pero entonces, ves de su mano derecha, salir algo. Un látigo hecho de sonido puro, a la velocidad del mismo multiplicada varias veces.

Dirigido con súbita velocidad al Joven, ataque sorpresa.

Dicho, abrió sus ojos un poco más, viéndose sorprendido.

Y luego, bajó su cara, para después elevarla.

No le pasó nada. Se ve claramente como...

Como es que el...

Sonido...

Fué disuelto.

Si. Tal como lo ridículo, descabellado e imposible que puede sonar.

Acaba de ser disuelto, el Sonido, en medio del aire.

Atacado por alguna otra fuerza...

Joven - ...O energía.

Pronuncia, conforme, viendo como logró actuar en respuesta.

Kamijyo se levanta, poco a poco, y lo mira, cansado, agotado.

Kamijyo - This doesn't end here... Owarenai...

Joven - ...

Ante eso, el Joven sólo lo miró.

Y aguardó su posible segundo ataque.

 

 

¿Donde te habías ido a meter?

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: Thinking... [Memory]
Resultado: 6(+2)=8

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: ¿?
Resultado: 6(+2)=8

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26/04/2010, 12:28
Nakamura Cervantes

Muerte imaginaria

Observo la planta y hundo el dedo en la tierra, comprobando su humedad, comprobando que tan revelador vegetal se encuentra en condiciones adecuadas.

-Muerte imaginaria, creo que, ahí puede encontrarse el secreto de mi propia caja de Schrodinger.

Los vegetales, aún talados, aún cuando su muerte ya ha sido anunciada, continúan viviendo, más aún, continúan luchando como si siguieran vivos, continúan con su día a día, a la espera de que, esa muerte anunciada se trate de una "errata" y puedan seguir creciendo.

De igual manera, cuando yo me clono, uno de nosotros se encuentra predestinado a morir, 24 h, ni más ni menos, mañana, uno de los dos al anochecer tendrá que morir, sin elección ninguna por parte de ambos, tan solo su cuerpo se verá marchitado, y esa espantosa pulpa carnosa, alquitranada, quedará en el lugar como una mancha nauseabunda durante dias.

Pero, si mi habilidad, pudiera traducirse como una manera de vivir de las plantas, mi otro yo, o yo mismo en caso de ser yo el otro yo del Cervantes-kun que fué tras Larguirucho, al morir, seguiría vivo, tal como los muebles pueden ir susurrando a sus congéneres, yo podría susurrar lo que esta tarde he estudiado, desde mi propio interior, desde el interior del otro yo, o tal vez, en caso de ser yo el yo superviviente, el otro yo podría susurrar lo que ha visto esta noche, lo que ha oido, lo que ha aprendido.-

Tal como dices planta, tras la muerte imaginaria, cuando la muerte aparentemente "verdadera" llega, y nos convertimos en... muebles, acomodados de nuevo en el interior de una caja, de nuestra alma

Aún podemos seguir hablando, susurrando, aprendiendo, podemos volver a vivir, una vida diferente.

Dejo el libro sobre la mesa, el libro que un día fué planta, y que, tras muchos años de muerte, hoy ha vuelto a revelarme muchas de las cosas que un día le susurraron

Trato de levantarme para apagar el televisor, me coloco de lado a fin de levantarme

Maldición, ahora he tomado la posición perfecta para dormir, pero debo levantarme y apagar el televisor antes

Debo... ZzZzZzZz