Partida Rol por web

Owari da.

Se acabó.

Un momento de calvario y tormento, que comenzó como una de las redadas típicas que se te hacían, debido a tu popularidad, para pedirte lecturas, y que terminó siendo un "Poco" mas grande que las normales, quizá siendo la más grande hasta la fecha, sin contar la primera de todas, hace tiempo ya.

Y entonces, ves aparecer a Aquel. A tu hermano. Aniki. Onii-sama. Hermano. Simplemente. Hijo mayor de Padre y Madre. Aquel que siempre fué el "Poste" a tu lado, en más de un sentido, físicamente, y también como otorgador de sombra, de luz, y de protección, así como soporte. Más bien un farol, o un pilar. Flaco, y matemático.

Al oir tu broma, hace un gesto bastante contenido, pero que parece ser de gracia, y que si no fueses su hermana, así como una observadora experta, no notarías ni por si acaso.

- No... Aún no he alcanzado el nivel de cálculo cuántico de pensamiento. No he liberado el noveno cósmos...

Su broma, es tan, tan, tan secamente dicha, y con un tono de seriedad tan absoluto, que prácticamente es para estallar en risa. Sin embargo, esa misma seriedad, hace que dudes. Solíais ver Saint Seiya de pequeños, así que recuerdas, después de todo. Tiempos donde aún no existían responsabilidades, no demasiadas.

Ante tus siguientes preguntas y afirmaciones, responde con calma.

- Sí. Se podría decir que, al estar en mi tiempo de Tesis, tengo más "Tiempo", o más bien, espacios aislados de posibilidades aprovechables...

Tras decir eso, como si nada, sabiendo que lo entenderás, suspira.

- Tu migraña...

Sin embargo, parece aliviado, ya que has mencionado estar bien.

- Yokatta... Pero aún así, ten cuidado, Suzumi...

Mira hacia los lados, vigilante, como siempre su porte le ha permitido verse, y luego te mira, sonriendo levemente, lo mucho que puede, siendo en este caso posible, por ser tú.

- Te acompañaré...

Y sin más, se dispone a acompañarte.

Ahora estás segura, lo notas. Nadie quiere acercarse. Quizá por el "Aura", o "Área psicológica" que produce tu hermano.

Por ahora... No hay problema.

No lo habrá, al lado de tu poste, seguro, frío, y siempre vigilante.

Respiro con calma, al final todos han desaparecido, el gentío se ha disuelto del todo. Onii-sama siempre me traía suerte para estas cosas, no hay que él no pudiera conseguir.
-Oh, qué lástima y yo que creía que a estas alturas ya habrias alcanzado el nivel superior y tu cuerpo se convertiría en energía pura...- vuelvo a bromear, como respuesta a la suya -Y que ya dominarías la técnica del Choque Rodante de Pegaso!- me burlo, acordandome de cuando eramos niños. Recordaba como a él le gustaba Seiya mientras que a mi me gustaba Shun y la chica de la máscara, Marin.

Asiento ante su respuesta acerca de su nuevo horario y la tesis.

-No te preocupes, lo tendré- vuelvo a sonreir. Le cojo del brazo e inclino mi cabeza hasta apoyarla en éste, mientras continuamos caminando hacia mi residencia. A pesar de que se le ve tenso, expectante, yo consigo relajarme. Ya vigila él por mí, "aunque tampoco es para tanto... sólo son gente con inseguridades, no es que sean delincuentes...".

-Gracias por acompañarme, Onii-chan- sigo caminando aferrada a mi hermano mayor, aunque no puedo dejar de notar que el mundo parece apartarse a nuestro paso, como si fuera un rompehielos en el Ártico...

-Pasa algo, Onii-chan?- muevo la cabeza haciar arriba, sin despegarla de su brazo, y le miro directamente.

Onii-san sonríe levemente al oir tus palabras sobre Saint Seiya. Ante el ojo normal, no se vería como una sonrisa, pero ante el tuyo, es suficiente para demostrar verdadera calidez con la familia, directamente. Avanzáis sin problemas, a medida que, inevitablemente, te fijas en aquello que hace a tu hermano así, de forma que otros le eviten. No sabrías decir si es mas fácil debido a que es familia, y por ende lo has conocido, o más difícil por lo mismo. Después de todo, siempre fué tu "Modelo observacional", siendo la segunda persona mas cercana con la que prácticar aparte de Padre mismo, que era el mentor directo. Su frialdad, desde joven, sirvió como un "Peso extra" para hacer tus habilidades mejores, hasta lo que han llegado a ser el día de hoy.

Analizas, y comprendes, prácticamente en totalidad, la situación, mientras vais alejando a todos, cual "Tumbaburros". Se trata de un "Área de Quiebre", una especie de campo magnético fisiopsicológico que produce Satori de manera pasiva, dicho en términos de Madre, y de Padre, en parte. Su frialdad emocional, desde pequeño, se ha desarrollado, logrando este peculiar fenómeno. A pesar de todo, a Padres no les parece un error, más bien algo curioso, científicamente, como mucho, pero nada anormal. No es como Zombie, por otro lado, que no deja rastro alguno de nada, sino que mas bién, es como un campo de fuerza externo, circular dirías, uno que impide que cualquier le busque dañar, o acercársele, a menos que poséa la voluntad, temeridad, o incluso demencia necesaria para poder ir directamente a por él, mucho menos atacarle, o buscar perjuriarle. Lo tiene en lo que dirías un nivel medio, mayor a una simple capa, posiblemente debido a su edad, y madurez.

Pasos dáis, y entonces, respuestas te otorga, como si el tiempo hubiese vuelto tras hacer tus observaciones, rápidamente, pero obteniendo muchos resultados, que otros asimilarían lentamente.

- No hay problema, Suzumi... Soy tu hermano mayor después de todo. Se encuentra en mí protegerte...

Miró hacia abajo y luego hacia adelante, tras haber confirmado su respuesta a tus dos enunciaciones posteriores. Fué entonces, cuando ya salían del área del parque, y divisaban, un tanto a lo lejos, pero divisaban, el área de las residencias. Tu última enunciación, o más bien interrogación, fué la que despertó algo distinto en tu hermano.Su rostro giró hacia tí, los ángulos necesarios, para luego, responder, directamente.

- Sí. Hay algo que me preocupa...

Su voz fué fría, más de lo normal, o más bien quemante, como lo que haría el hielo al "Quemar", por un fenómeno que Madre explicaría como únicamente neurosensorial, dopamínico. No es algo malo hacia tí, sino que es la genuina preocupación y seriedad de tu hermano, por sobre su seriedad promedio, en el asunto. Agregó a su anterior frase, de modo que te explicaría lo que le preocupaba.

- Dime, tú... ¿Tienes un... Poder?

Te preguntó, directamente. Ya se podían ver como paisaje más nítido, las construcciones que correspondían a tu residencia. No faltaría mucho para que llegárais. Ya no había nadie cerca, nadie que tuviese la voluntad, esferas, o locura como para atreverse a ir cerca de Satori. Espero a que respondieras, si lo hacías, y luego, agregó el motivo, la razón de su pregunta, como buen matemático, y lógico que es.

- Ocurre que... Últimamente he notado demasiado agitamiento respecto a los Poderes. Más incluso que antes, y me preocupa. No he sabido mucho de tí, directamente de tí, así que por eso, deséo saberlo... Nee-chan.

Por primera vez, te dice así, como queriendo suavizar la situación... Un poco. Tu por otra parte, sabes que tienes tu Poder, tu Telepatía, tu Transpaso Sináptico de hace no mucho. No más de un año. No, más bien menos. Desde un poco antes que empezaran las clases. Alrededor del comienzo de año, o un poco antes. Además, Gakuen Toshi fué formada en base, centralmente, en pos de los Poderes. Fueron los Poderes los que llevaron a Gakuen Toshi a su existencia, y el mayor interés, razón por la que se permiten tan libremente. Si antes, que eran la razón principal, eran importantes, entonces ahora deben estar produciendo algo. Algo que sospechas importante, y que, según te informa tu hermano, debe estar alborotando a la población, general, y sobretodo juvenil, que es la que suele portar los Poderes.

Ya se encuentran a un lado de las escaleras que dan entrada a los departamentos, mientras has cavilado todo esto. Poco a poco suben, ya que tu habitación se encuentra en un segundo piso del edificio general. Una vez llegan a la puerta de tu departamento, oyes un sonido, el del reloj de Satori, que indica son las 9:00 exactas, de la mañana. Tienes tiempo aún para poder bañarte, y ponerte el uniforme, para luego llegar a la escuela, cosa que puedes hacer, dado que corres bien, mientras, en el tiempo,  hablas con Satori. Todo está a tu opción...

Realmente me pilla por sorpresa la pregunta de mi hermano, desde luego debía ser de las pocas personas que conseguía dejarme fuera de juego con mayor probabilidad. Por mucho que pudiese leer su lenguaje gestual, sus silencios, siempre habia pequeñas cosas que se me escapaban, que no era capaz de leer en él y esta era una de ellas.

-Poderes? Bueno, estamos en la Capital de los sobrenatural, de las realidades propias... todos tenemos un nivel 0 de inicio no?o eso nos recuerdan los senseis de la escuela constantemente... - contesto sonriendo dubitativa, no tengo muy claro a qué viene esa pregunta. Entiendo que es preocupación por su parte, especialmente por mis migrañas, siempre han sido algo preocupantes. Habría hablado con Padre?
-Agitamiento entre los poderes? a qué te refieres?- le miro con el ceño fruncido.

Ir a la escuela ya no me parece tan prioritario esta mañana.

A pesar de tu habilidad excepcional, Satori fué, después de todo, aquel que se entrenó contigo, directamente, y que tenía tanto talento como tú, desde que erais jovenes. Si no se cuenta su edad como un factor "Menor", dirías que, efectivamente, es un oponente formidable, y que se encuentra a tu nivel directamente. Te mira fijo, a lo que te responde, de manera directa, sin ninguna alteración audible en su voz.

- Sí, Nee-san... Pero algunos, especiales, que logran descubrir su Realidad Personal se consideran Nivel 1, capaces de poder ir avanzando...

Aún diciéndote algo que ya sabes, lo afirma de forma audible, para que sea tomado en cuenta dentro de la conversación. Mira hacia otro lado, preocupado. Tu pregunta resuena en su mente, lo que lo preocupa más, visiblemente, haciendo que, tras un rato, un minuto más o menos, te responda.

- Me refiero a que ha habido mucho alboroto entre los jovenes, y en general en la población de Gakuen Toshi respecto a los poderes. Ayer ví una noticia donde se mencionaba cómo un Esper que Producía Calor asaltó un banco sin problemas, ayudado de un hombre que era hábil con las máquinas, y que rearmó un robot de aquellos que se usan para defensa con sus propias manos. He leído incontables mensajes de móvil y de portales en internet que hablan una y otra vez sobre los poderes, y el caos que producen en Gakuen Toshi. Pienso que esto se está volviendo algo... Agitado, como dije, y por eso deseo saber...

Te miró entonces, y te diste cuenta. Se había fijado en que ocultabas algo. Padre tenía una vaga idea, pero aparte de él, nadie sabía. No, más bien, nadie sabía, excepto por los científicos que descubrieron tu poder, los cuales dejaron todo en clara privacidad, como corresponde con el proceso de "Descubrimiento de Realidad Propia", de tu Telepatía. Satori descubrió que algo ocultabas.

- Suzumi... Me preocupo. Si eres parte de los "Psíquicos", aquellos que poséen poderes... Me gustaría poder ayudarte para que pudieses moverte mejor en dicho... Mundo...

A pesar de ser severo, está realmente preocupado. Supones que podrías usar un método psicosocial para decirle sutilmente que prefieres tu privacidad, por buena que sea su intención. Su nivel, es, como ya sabes, el de un rival igual, aunque después de todo, tus peleas, siempre son estas, las psíquicas, las sociales, las mentales. Aún no sabe, concretamente, de todos modos, que tienes un Poder...

¿Y debería acaso saberlo?

A pesar de la gran habilidad de onii-chan por ocultar sus pensamientos, parece estar comportándose de un modo muy extraño, casi como si le espiaran o le estuvieran obligando a interrogarme. No puedo dejar de pensar que me parece sospechoso que mi hermano se comporte así conmigo o que esté tan ansioso con el tema de si soy Esper o no.

-Oh te refieres a ese atraco al banco? No estuvo el Judgemente implicado en ello y esa chica tan famosa..- me quedo pensativa unos segundos, tratando de recordar aquella noticia -Railgun! eso es, una de las 5 Esper de nivel 5 que hay en toda Ciudad Académica. No veo que tiene que ver eso con mi vida -le lanzo una mirada extrañada.

-Si te refieres a esos rumores que corren por ahi de que leo el futuro en las cartas... ya sabes que siempre me ha gustado el Esoterismo y todo lo sobrenatural, pero te puedo asegurar que no soy vidente ni nada parecido, sólo les leo las cartas y les doy consejos útiles, nada más- me río frívolamente -De hecho, no sé como ha podido correr tanto ese bulo, yo sólo le leí las cartas a mis amigas de la escuela, por jugar y pasar el rato, aún no comprendo como se extendió tanto la cosa -más risas frívolas.

"Porque de repente onii-chan se me antoja tan alejado de mí? tan distante y tan extraño? Porque parece una burda imitación de mi hermano para sonsacarme algo? Uhm... creo que me estoy poniendo demasiado paranoica... aunque sólo hay un modo de salir de dudas."

Mientras sigo riendo tontamente, me concentro mentalmente en intentar "escuchar" los pensamientos, emociones, sensaciones, algo que emanara de mi hermano y me diera una pista del origen de su nerviosismo. No me gusta la idea de hurgar en la mente de mi hermano pero tanta miradita para los lados me está poniendo realmente nerviosa.

Aquel que era tu Hermano, Onii-san, respondió con parsimonia, recordándote la realidad ocurrida anteriormente.

- Aquello que mencionas ocurrió hace varios años... Pero sí, el caso fué parecido... Además, Mikoto Misaka-san ya no se encuentra en esta ciudad...

Así, te cuenta sobre eso, y sobre el incidente que viste de más joven, parecido mucho al asunto que te estaba contando Satori. Por lo demás, vuelven ambos al tema inicial, e importante.

- Lo sé, Suzumi... Sé que tus cartas son sólo para deleite de otros...

Caminó entonces hacia un lado, mirando preocupado.

- Pero no... No me refiero a eso, a tu psicología, sino a si tienes un poder...

Al parecer no quería rendirse. Sin duda era bueno. Tu tenías un poder. Eso era un hecho. Y él, sin dudar de tí como Hermana, sabía que estabas mintiéndole, o al menos, no mintiéndole, pero si ocultándole la realidad. Aquello, tu Telepatía, era algo muy propio, que sólo los Científicos que te hicieron la Activación saben, y nadie más. Camina de nuevo, volviendo a mirarte, y su rostro sigue preocupado.

- Aquello que se extendió fué la importancia por los poderes, Suzumi. Ya no es sólo de parte de los altos mandos, o científicos, sino por todos, es como si los Poderes...

Y no dice más. No sabe que decir, pero sabes que quiere decir algo más, hacerlo saber. Para que Satori no conozca las palabras apropiadas, debe ser algo preocupante. Te acuerdas de contadas veces en el pasado en que no supo que decir, cuando era niño, o en momentos muy específicos, cuando rompió con su primera novia, que lo dejó por otro tipo, momento en el que ahí estuviste para apoyarle. Momentos escasos de quiebe, aún para él, alguien de tal porte, y tan sereno, tan magno.

Fué ahí, cuando decidiste Meterte en su Mente.

Toda una Metomentodo, como dirían algunos. Pero esta vez no es por eso, sino por preocupación. ¿Que le ocurre para estar así?

Ahora lo sabrías.

"Nee-san... Yo... He visto aquellos estudiantes, usando sus poderes de forma exagerada... Al parecer se preocupan cada vez más de eso... Yo no quiero que te pase nada... Pero no puedo hacer algo, ya que carezco de poderes... Por eso he buscado, investigado... Y quiero saber si formarías o no... Parte de esto..."

Así, oíste los pensamientos de tu Hermano, perfectamente, sin problemas, con claridad, poco menos que oyendo su Corriente de Consciencia como un Monólogo pronunciado en un Teatro. Claro, y audible, sin ruidos externos, ni nada. Una vez terminas, no escuchas nada más, sólo ves la mirada de tu HermanOniichan observándote, aunque ahora menos "Severo", por decirlo de algún modo.

- Necesito que me digas...

Su vista baja, entonces, sus mechones cubren su cabello, su voz torna mas... Leve, Protectora.

- Necesito... Protegerte...

Pronuncia en una voz bajísima, pero audible, en un tono más... Solemne.

Dirías que incluso... Triste.

Ahora que has Leído su Mente... ¿Que harías, ante esta situación?

Miro a onii-san a los ojos, pendiente de sus palabras y tratando de concentrarme tanto en sus palabras, como en las entrelineas como en captar los retazos de pensamiento que pueda haber en su cabeza. Me iba a costar un duro precio después, iba a acabar agotada y con una migraña horrible, pero era necesario hacer esto.

"Está preocupado por si abuso de mis poderes, tiene bastante claro que los tengo, por algún motivo. Quizás haya conseguido hackear de algún modo el servidor central y meterse en los archivos médico-cientificos donde queda constancia de todo lo relacionado con los Esper que hay actualmente en la ciudad, habrá mirado mi ficha...?"

Me lo quedo mirando directamente a los ojos y le cojo de las manos, con suavidad, como todas las veces que siendo más niña le pedía ayuda, especialmente en la escuela, para que me protegiera de algún bestiajo.

-Ya lo estás haciendo, Onii-san y seguirás haciéndolo- le sonrío infantilmente.

"Pero no tienes poderes, no puedes protegerme de absolutamente nada, en cambio yo a ti sí...". Pero algo en su mirada me hace dudar, esa tristeza en sus ojos, esa impotencia ante los eventos que nos puedan rodear...

-No te preocupes, Padre nos educó bien, nunca abusaría de algo así, en caso de tenerlo. Ya sabes lo que dicen "Un gran poder entraña una gran responsabilidad!".

Al final, resignada, suspiro y tiro de la mano de mi hermano, arrastrándole hacia la residencia donde vivo.
-Anda ven, aún tengo que cambiarme para ir a la escuela, acompañame a mi cuarto y continuamos hablando, te parece?