Partida Rol por web

[Sábado, 14 de junio de 2018 - 08:30]

Hace unas horas que los Agentes forales os han sacado a todos del infierno de montaña. Después de recibir atención médica y psicológica, os habéis comido un desayuno que consiste en un batido rancio y algunos donuts resecos antes de recibir la visita de un policía que, acompañado de un hombre o mujer trajeado que lo observa con lupa, os hace preguntas sobre lo sucedido.

[Sábado, 21 de junio de 2018 - 18:30]

Es el día del Gran Baile de Fin de Curso.

A pesar de la desgraciada tragedia sucedida a los alumnos de 9º A, el mundo sigue girando y precisamente para aliviar el dolor en nuestros corazones, St. Phillips prepara una gran despedida por todo lo alto para sus graduados, con música, globos, fotos para el recuerdo... ¡hasta un par de gamberros intentando poner alcohol en el ponche!

Mientras la investigación sigue abierta, los supervivientes pueden seguir con sus vidas mientras no se alejen de la ciudad o salgan del Estado.

[Interrogatorio]

Lester es el primero en entrar a declarar, por ser el más adulto.

Físicamente Lester no tiene ninguna herida y la psicóloga, tras un buen rato hablando con él, declara que sufre un trastorno post traumático de carácter leve y que su defensa natural para esta situación es el humor.

Cuando el detective entra en la sala de interrogatorios, Lester le espera repantingado en la silla y solo cuando el oficial se sienta con múltiples informes dentro de carpetas de color beige, Lester se sienta correctamente para intentar echar un vistazo a los papeles. Le sonríe al detective.

— Todo empieza una noche de verano, cuando un hombre y una mujer sin medios de protección a mano empezaron a ponerse cariñosos y me dieron a luz. —relata, hasta que le frenan.

— Es verdad, es verdad. Es un tema serio. —recapacita Lester, asintiendo con la cabeza. — ¿Qué puedo decir? Llegamos a la cabaña el viernes por la tarde-noche y de repente alguien nos empezó a atacar y a matar a nuestros compañeros uno a uno hasta que le dimos una buena... Si hubierais llegado antes...

— ¿Qué? ¡Claro que no! Pfff, osea, ¿quién no tenía ganas de darle una patada en los huevos a Alex Dexter? Hasta usted, si le hubiera conocido, lo desearía. ¿Pero matarle? Bah.

— ¿Gordon? ¿Qué Gordon? ¡Ah! ¿Major? Se sacrificó por todos para pillar al asesino, ya que iba a por él. Sísí, nos dijo que lo atáramos como a un hippie abrazárboles.

Después de un largo interrogatorio en las que el detective se impacienta y cabrea porque Lester no dice más que estupideces, le dejan marchar con un "no se vaya demasiado lejos".

[EL INTERROGATORIO]

-Ya se lo he dicho Señor Agente. Fue el tipo grande de la máscara de payaso- contestó Victor, exasperado, por lo que le pareció enésima vez.

-Apareció de la nada, en plena noche. Primero, mató a Dawson delante de Kala y de Diana, mi novia- hizo una mueca ante la cara de escepticismo del policía. Probablemente no se acababa de creer que fuera su novia. Bueno, como todo el mundo, básicamente. Ni su primo se lo creía.

-Y luego, destripó a Nacho con un machete en el balcón. Nos cagamos encima todos.

-No. No estaba su cuerpo en el balcón porque tuvimos la decencia de cubrirle con una sábana y recoger sus… restos. Por su familia. Nadie quiere que alguien de tu familia te encuentre así…

-No, ya se lo he dicho. Fue el Asesino Payaso. Nos quería matar a todos. ¡Tenía un detonador en la mano y había escondido dinamita en la casa! Si no le hubiéramos disparado, ¡nos iba a matar a todos! - gritó, indignado.

-Fue defensa propia.

Esa fue la última declaración que hizo Victor con y sin abogado delante. Se cruzó de brazos y se negó a contestar más preguntas absurdas. Malditos monos con placas. Lo peor fueron las lágrimas de su madre. Lo mejor, las protestas de su abuelo contra el gobierno federal y su exaltación de acogerse a la segunda y a la quinta enmienda. No paraba de decir que se sentía orgulloso de sus nietos por haber sido unos buenos americanos y no unos melenudos pusilánimes.

Aunque le soltaron al final de tenerle declarando durante lo que parecieron horas (laaargas y aburridas e inútiles), Victor no las tenía todas consigo. Por lo que sabía, habrían interrogado a todos los presentes vivos en aquella cabaña. El DILEMA DEL PRISIONERO. Si uno confesaba, Diana y él mismo estarían perdidos para siempre: cárcel, o peor, Arkham Asylum (bueno, el equivalente en la VR). La única manera de superar eso es mantener el control sobre la narrativa, pero:

1. Si ambos confesaban, cárcel.
2. Si confesaba alguien, cárcel
3. Si nadie confesaba, todos libres

Y era muy fácil, a su entender, que algún idiota, como Denis, se sintiera tentado a delatarles, en especial por lo pasado con Carlyle. Aunque lo hizo en defensa propia, bueno, igual se extralimitó un poco. Y aunque no le condenaran, la duda quedaría siempre ahí y le arruinaría la vida y su futura brillante carrera en la MIT y en Silicon Valley. Nunca llegaría a trabajar en la NASA.

Así que, de nuevo, ¿cuantas probabilidades había de que nadie se fuera de la lengua?

NULAS.

[EL BAILE DE GRADUACIÓN/PROMBALL]

Se puso el traje de chaqueta oscuro que había elegido para el baile de graduación. Su madre tuvo que enseñarle como hacerse el nudo de la corbata. Optó por un traje elegante normal porque el esmoquin le pareció exagerado. No era su boda (qué más quisiera), sólo un estúpido baile, que ahora con la distancia de lo pasado, aún le parecía más absurdo. Cogió la cajita de plástico con una de esas flores para la muñeca para Diana. Se supone que tenía que hacer eso (o eso le insistió su primo Lex, que era la cosa correcta de hacer en esos casos). Así que eligió la menos hortera que encontró, una en plan élfica que le hizo gracia porque era muy digna de Galadriel (si fuera a ese tipo de eventos, claro).

Estaba todo listo cuando salió del edificio donde vivía. Su madre había vuelto a llorar, aunque esta vez de emoción. Le hizo un montón de fotos. No entendió muy bien para qué, pero le dejó tener ese pequeño placer. Probablemente, sería la última vez que le viera en mucho tiempo. O vivo. Si iba la cárcel, no duraría mucho con vida allí. Y si le mandaban a un psiquiátrico de máxima seguridad, bueno, no vería nunca más la calle, ni a su familia.

Emprendió el camino hacia la casa de su primo. Le recogió y luego fueron a por las chicas: Diana y Kala. Por lo visto, Lester había conseguido, de algún modo bizarro, que la mayor lesbiana de la escuela, accediera a ser su pareja de baile.

-Lo siento, Di, no soy bueno en esto. Si es convulsionarme como un epiléptico aún, pero esto de los pasos de baile concertados no es lo mío. Pero prometo intentar no pisarte mucho- sonrió como buenamente pudo. El gimnasio estaba cambiado, al menos le pareció menos agreste y pesadillesco, que cuando le obligaban a subir por una maldita cuerda que, de entrada, todos sabían que no iba a poder escalar. Si es imposible. ¿Hola? ¡Ley de la Gravedad!

-No te ofendas, pero esta música apesta, Di- le dice medio en broma, mientras baila agarrado con ella.

-¿Estás preparada?- le pregunta éste.

Con la excusa de ir al baño, se fugó del baile con Diana. Cogió el coche de Lester y carretera y manta. En el maletero llevaban todo lo necesario. Lo había preparado con detalle. Pasaportes falsos incluidos. Se había despedido de su mejor amigo, Corn y de su primo Lester, aquella misma tarde. Avanzaron por carreteras secundarias, viajando toda la noche hasta alcanzar la frontera con México. Y de ahí, un avión a Belice, donde no hay tratado de extradición con USA.

Victor lo dejó todo atrás y rezó porque no les atrapasen antes de llegar a su destino final. Su futuro brillante se había esfumado delante de sus narices, pero bueno, siempre podría ganarse la vida como mecánico. Se le daba bien. Su abu se aseguró de que su primo Lester y él, aunque fueran unos empollones, fueran capaces de sobrevivir por sí mismos. Y eso iba a hacer. SOBREVIVIR.

[Interrogatorio]

El siguiente en desfilar por la sala de interrogatorio es Cornell, que se mira las manos ante la fuerte presión psicológica a la que le somete la jovencísima detective de sugerente atractivo físico. Algunas de las preguntas las responde con una sacudida de cabeza y, en las que no tiene muy claro qué responder, hace un sonido con la boca sin abrir la boca:

— Hmmm...

Un fuerte golpe en la mesa le hace sobresaltarse, pero incluso adoptando una postura más agresiva, todas las respuestas de Cornell son demasiado ambiguas como para probar nada. Incluso la persona que se encarga de revisar todos los interrogatorios no sabe qué pensar acerca de Cornell: ¿es sólo un tontito?

— Yo... no sé nada... pasé toda la noche descansando por la patada que me había dado Major, de verdad...

En un interrogatorio que dura menos de lo normal, Cornell acaba siendo despachado, engañando totalmente a la detective igual que a la psicóloga que había hecho el informe preeliminar. Cornell esboza una diminuta sonrisa mientras va a reunirse con sus amigos.

Diana fue una de esas que necesitó tanto atención médica como psicológica así que tuvo tiempo de meditar qué iba a decirle a la policía respecto a lo ocurrido. Sabía que aunque alguno de sus compañeros no la delatarían, seguramente otros lo hicieran así que tuvo que enfríar la mente para estar lo más tranquila posible a la hora de hacer su declaración.

Contó como todo comenzó con la muerte de Dawson, asesinado por un personaje sin identificar rondando la cabaña principal donde se desarrollaba la fiesta. Y luego fue relatando las muertes posteriores. Respecto a Álex, dijo que su muerte fue fruto de la mala suerte al ser él el que lideraba la comitiva a través del pasillo del sótano y que el asesino le atrapó a él mientras ella y Kala huían. Así como también fue cosa de la mala suerte que Steve no pudiera escapar a tiempo de la otra cabaña junto a ella y Major, antes de que la dinamita estallara, explicando que había sido una trampa para intentar acabar con el Payaso asesino. Del primo Carlyle aseguró no saber nada (cosa cierta, pues ella no estaba cuando se desarrolló) y respecto a MJ, alegó que no recordaba nada, aprovechando ese shock traumático en el que claramente estaba inmersa.

Con la segunda trampa tendida al asesino, explicó que fue una idea común y que incluso se votó, pero que no era la idea principal que Gordon muriera en el proceso, sino que creyeron que podrían matar al asesino antes de que llegara a él.

[EL BAILE DE GRADUACIÓN/PROMBALL]

De todas las veces que Diana se había imaginado su baile de graduación, ninguna se acercaba tan siquiera a la que realmente es. Y no porque el sólo hecho de ir con alguien como Victor ya era algo raro en sí, sino porque ella se esperaba un día feliz y bonito, y no con esos nervios e incertidumbre que generaba en ella el hecho de que ella y su chico iban a fugarse aquella noche. Pero no les quedaba de otra, ¿no? Tenían que intentarlo.

Le dio pena por su madre, a la que dejó una nota sin especificar por qué lo hacía o dónde se iba. Y por Kala, que al fin y al cabo seguía siendo su mejor amiga. De esta última se despidió durante el baile, sin decir “adiós” directamente, claro, porque nadie podía saber (salvo Lex, al que pidieron ayuda) lo que iba a pasar concretamente. Incluso se disculpó con Yui por su comportamiento, y con June.

No le importó que Victor no supiera bailar y estaba mentalmente preparada cuando llegó el momento de subirse al coche para no volver jamás. Ella tampoco necesitaba mucho, y una vez en el destino ya vería a qué se dedicaba, quizás pudiera dedicarse a la construcción o a la carga y descarga de camiones; era una chica fuerte y tenía que explotarlo. Al fin y al cabo, ya no podría ir a los Juegos Olímpicos y ganar una medalla.

Durante el viaje en coche, pusieron música para evadir pensamientos. Y se sintió tremendamente aliviada cuando se subió en el avión directo a Belice, aprovechando para dormir un poco apoyada en el hombro de su chico.

Al menos tenía una certeza innegable en su vida y es que por muchas cosas que hiciera mal, nunca nada se acercaría a lo sucedido en el Blackwood Pines Resort, así que Vic ya había visto su peor parte y a pesar de todo, se había quedado con ella.

[El Baile]

Lester va elegantemente vestido con un traje oscuro, camisa blanca y pajarita negra. Al principio también quería llevar un sombrero, pero lo descarta después de que su primo se burlara. No entiendes nada, Vic... pero vale. La family ha hablado.

Cuando Lester ve aparecer a Diana y a Kala vestidas, no puede ocultar su cara de asombro y sí, ¡evidentemente que mira los escotes! No se queda mirando, le basta un simple vistazo para tener recuerdo para tiempo. Le dice un piropo a Kala y después le ofrece el mejor lugar del coche: el asiento del copiloto. "Los otros dos que vayan atrás". Lester es todo un caballero.

Aparca el coche en el párking del instituto y deja disimuladamente las llaves de contacto en el suelo del asiento del piloto. Cuando se baja, no dice nada, pero le da unas palmaditas al chásis, despidiéndose de su querido "cacharro de mierda". Para animarse, aprovecha su estatus como acompañante del baile para entrar al instituto con su mano agarrando la cintura de Kala y sonriendo alegremente a pesar de las circunstancias y las caras largas de algunos. "En serio, ¿quién se ha muerto? Ah, sí. Ups".

A diferencia del esperpento baile de Victor, Lester lleva meses preparándose y ha aprendido dos o tres pases de baile para no decepcionar a la animadora.

— Vamos, dilo. Molo un montón. —le vacila a Kala mientras bailan, aprovechando para arrimarse tanto como puede pero sin tocar de más. Todo un caballero.

Cade se acerca para hablar con Kala, momento en que Lester aprovecha para retirarse a tiempo. Se despide con una excusa barata y las anima a que bailen juntas, y se va fuera del instituto para esperar a Victor y Diana con Cornell.

Al verles venir se enciende un cigarrillo aunque no fuma, pero queda perfecto con el momento, ¿verdad? Falta música de despedidas, pero mejor no, que a Lester no le gusta llorar en público.

— Que la Fuerza Os Acompañe —es todo lo que dice en su despedida.

Después se va por ahí, perdiéndose en la oscuridad de la noche. ¿Sobrevivirá cuando se lo cuente a la tía? Esperemos que sí.

[El Baile]

Cornell no consigue acompañante para el Baile, por desgracia. Aun así él se viste de punto en blanco, con un pantalón de traje y un chaleco gris. Además su madre no le ha dejado salir de casa sin ponerle gomina y los pelos de punta, así que por primera vez en todos los años de instituto, Cornell está peinado. Al final, un poco animado, él mismo decide ponerse un poco de colonia.

— ¿Huelo varonil, mamá? —le pregunta tímidamente a su madre, que evidentemente le pone como al hombre más guapo del mundo. "Ya, eso dices siempre"

A pesar de no tener compañera, Cornell no va al Baile desanimado porque se reúne con sus amigos Wu y Jackie Pickles.

Durante el Baile observa desde un lado cómo casi todo el mundo "disfruta" y se aburre un poco, así que saca su móvil y se pone a jugar hasta que Lester se le acerca y se van juntos afuera.

Cornell no lo puede evitar y cuando ve llegar a Victor y a Diana corriendo empieza a llorar como una madre que despide al hijo que se acaba de casar. Su abrazo con Victor es mucho más largo que el de Lester y apenas se le entiende cuando se despide debido al sofoco de tanto llorar. Suerte que Lester le ofrece un pañuelo...

Después vuelve al baile y, sorprendentemente, una chica de otra clase se le acerca y le pide para bailar juntos.

[BAILE]

La verdad era que no tenía ninguna gana de ir al baile. A pesar de haber sobrevivido, no creía que hubiese nada que celebrar porque habíamos vivido algo que aún me parecía imposible de creer.

Aún así, puse mi mejor cara y me dejé engalanar por mi madre que estaba muchísimo más emocionada que yo de que fuera al baile. No paró de repetir varias veces lo increíble que le parecía que no tuviese pareja cuando estaba claro que era todo un partidazo. "Ellos se lo pierden". Yo puse los ojos en blanco. Sabía que la frase correcta sería "ellas", pero prefería hacer como que no recordaba mis gustos.

Con mi vestido azul claro y mis tacones (minúsculos pero más que de sobra para mi) de color plateado, monté en el coche de mi padre, que me dejó a la entrada del instituto. Le sonreí agradecida, y él se limito a hacer lo mismo. Evitó darme ninguna charla porque él, a diferencia de mi madre, estaba bastante contento con mi estatus de bollera, así ningún "sinvergüenza" le haría cosas poco apropiadas a su niña.

Me despedí con la mano y tras ver cómo arrancaba con el coche, entré al instituto. No diré que la tentación de darme la vuelta fue pequeña pero ya que estaba allí...

Lester se había salido con la suya y había logrado llevar a Kala. En parte me daba pena, porque se le veía ilusionado y ahí no iba a tener nada que rascar. Les saludé a ambos con un gesto de la cabeza, al igual que a Diana y Victor, la cual según avanzó la noche se acercó para disculparse. Me pilló desprevenida y, lo cierto era que aún me costaba recordarla como la había visto en la cabaña, pero había sido una situación que nos había superado a todos y creía que era mejor dejarlo pasar.

Durante la noche me limité a pasear de aquí para allá y bailando al ritmo de alguna canción que fuese bailable en solitario.

[Con los polis]

Me había forzado a desayunar algún donut junto con el batido. No tenía mucha hambre y lo cierto era que aquello tampoco era comida como tal, ni algo que yo comiese a menudo. No tenía ningún tipo de valor nutricional. Eran todo grasas y azúcar y... ag.

La verdad es que no me apetecía nada tener que rememorarlo todo, pero esperaba que al menos me sirviera para poder desahogar y no volver a sacar el tema, enterrándolo muy hondo dentro de mi.

Las preguntas habrían sido más fáciles de responder si no tuviese que ocultar unas cosas y maquillar otras.

Relaté los asesinatos de mis compañeros a manos del payaso sin poder evitar que se me quebrase la voz en varias ocasiones, también relaté cómo habíamos huído por los pelos del asesino en la cabaña y el cómo Major había volado por los aires. No dejé claro cómo había pasado esto, porque claro "yo estaba dentro de la casa, y sólo vi que hubo una explosión junto a Major". Tampoco dije que el asesino parecía tener algo en contra de los Gordon. ¿Por qué? No lo sé, quizás yo también me sentía un poco responsable de su muerte. Era cierto que había intentado impedirla, pero también era cierto que con su sacrificio habíamos logrado capturar al asesino... y yo me había alegrado de esto último.

Aún así ya nada sería igual. Ya no podía ver a Diana del mismo modo. De hecho, intentaría mantenerme algo más alejada de ella y dejar de lado las competiciones que nos traíamos entre manos, pero tampoco podía inculparla.

Kala y June, sin embargo, se habían ganado un huequito aún más grande en mi corazón.

[INTERROGATORIO]

Todavía estoy demasiado aterrada; el miedo que había contenido para poder seguir funcionando está haciendo su trabajo sacudiéndome las entrañas. Admito que no he prestado mucha atención siquiera al psicólogo que me ha atendido, pero me ha permitido estar más alerta para cuando una mujer policía ha comenzado a hacer preguntas sobre todo lo que ha ocurrido esta noche. Una pena: en otra ocasión habría intentado ligármela.

— Iba a ser una noche normal. Extraña, pero normal, porque ¿quién decidió que invitaría a los frikis del curso? ¡Eso sólo iba a terminar en desastre! Ni siquiera empezamos a cenar ni a beber, que... bueno, se fue la luz y empezaron a sonar ruidos creepys de una niña cantando, y tuvimos que ir a ver qué pasaba en el sótano. Fuimos Yui, Diana, Victor y yo a ver qué pasaba, pero no era nada. Entre todo pensamos que era una broma de mal gusto. Pero primero... primero fue Dawson; pobre Dawson... —me estremezco. — Me hubiera pillado a mí también si Diana no me hubiera parado. ¡Todavía creíamos que era una broma del idiota de Lester! Pero ahí ya vimos claro que teníamos que quedarnos dentro de la cabaña y prepararnos. No teníamos cobertura ni nada, ni habíamos visto al que lo había hecho. Eso fue cuando Nacho... —siento otra arcada, que sabe a batido rancio. — Nos aterramos, empezamos a pensar en armas para defendernos. Nos estancamos, discutíamos entre nosotros... Fuimos al sótano de nuevo a por herramientas para preparar esas defensas: Diana, yo, y luego se nos unió Alex. Antes habíamos visto un pasillo allí abajo que yo estaba segura de que era otro punto de acceso a la casa y decidimos explorarlo. No sé... exactamente qué era lo que había al otro lado de la puerta: enseguida vimos al asesino, el Payaso. Empezamos a correr, y Alex... Se quedó atrás; le oímos gritar, pero no podíamos parar. Salimos y cerramos por fuera la entrada del sótano para que no nos cogiera a nosotras —empiezo a llorar un poco antes de intentar seguir. — Después... Lo siento, no sé si lo recuerdo todo bien en orden... Algunos perdieron mucho los nervios: por ejemplo, Amy se intentó escapar y ella tenía una pistola. Además alguien discutió fuerte con MJ y le pegó, pero yo no... Nadie me dijo quién —no puedo delatar a Diana. Pese a todo, no soy capaz. — Yo tenía bastante con que mi hermano no aparecía, y al final, cuando me quedé de guardia con Yui mientras los demás dormían, quise salir yo corriendo a buscarle. Quería estar segura de que había conseguido volver al pie de la montaña, pero el panel de control estaba destrozado cuando llegamos, y había dos pares de huellas en la nieve. No estaba muy lúcida, de verdad, sé que Yui sí vino conmigo, pero no recuerdo ahora mismo... Sí, Major, él seguro que vino también porque recuerdo que dijo que se conocía mejor el camino a la estación del teleférico, pero... De verdad, lo siento, yo sólo estaba concentrada en encontrar a Mako... Consiguió escaparse y le encontramos escondido en la torre de vigilan... Sí, me disculpo por él: van a encontrar un cubo lleno de mierda allí. Pero entiéndale: con todo lo que corrió por su vida y tuvo luego que esperar ahí encerrado, en algún sitio tenía que cagar. Intentamos aprovechar para pedir ayuda con la radio de la torre, pero como no estábamos muy convencidos de que nos hubieras escuchado bien nos la llevamos de regreso a la cabaña para volver a... ¿Perdón? ¿Cuerpos en la cabaña? Bueno, debía estar mínimo el de Nacho, que lo metimos —ladeo la cabeza sin comprender. — No lo sé, ya le digo que yo estaba fuera, y cuando volvimos empezamos a discutir todos otra vez por algo de Major. ¡Ah sí! Habíamos oído al Payaso llamarle y queríamos explicaciones. Y Mako se trajo un rifle de una de las cabañas auxiliares, así que le pedí a Lester que me enseñase a usarlo porque nos vendría muy bien para usarlo desde las ventanas de arriba. Sí, supongo que la discusión derivó en que alguien ató a Major a un árbol fuera, pero ya estaba allí cuando yo y Lester nos pusimos con el rifle. No, no sabía que había algo explosivo donde estaba él; sé que estuvimos preparando explosivos en la cocina mucho antes, pero ahora que lo pienso, imagino que lo de atar a Major al árbol que una especie de cebo, con el explosivo y tal... —menos mal que una es animadora y sabe hacerse la tonta. — Lester fue el que disparó en la mano al Payaso con el rifle, sí, pero falló un tiro antes. ¿Puede que eso detonara el explosivo? No lo sé, tendrían que preguntarle a él si lo sabía o no... —oh dios, espero no estar metiéndole a él en un marrón. Pero Lester es mucho más bueno para el escaqueo. — Diana le golpeó  también, fue algo como conjunto. Después me puse muy mala, vomité y todo... Por fin se había acabado... —niego con la cabeza. — De hecho, no me encuentro muy bien otra vez...

[THE PROM]

Por supuesto que mi fantasía de ir al baile de graduación con Diana no incluía ni a Victor ni a Lester, pero menos da una piedra. Ella, por supuesto, estaba arrebatadora... pero el recuerdo del viaje a Canadá había matado una buena parte de esa obsesión que tenía por ella, que en frío sí podía considerarse algo parecido al miedo. Miedo hacia ella y hacia Victor, de verdad, del que me ponía demasiado nerviosa por estar tanto tiempo en el mismo coche con ellos, y sólo con el consuelo de ir de co-piloto en vez de atrás.

Mi plan tampoco había sido jamás ir con Lester, por lo que no puede decirse que me vistiera la mar de sexy por él... pero después de salvarnos de volar por los aires creo que hasta se merecería un beso. En la mejilla.

El baile en sí iba bien, entretenido, pero no dejaba de parecerme que Diana estaba rara. Muy decaída. Me dijo algo muy extraño mientras estábamos los cuatro en la pista de baile, mientras Lester intentaba que valorase su esfuerzo por bailar (y viendo a su primo Victor pues sí, acabé diciéndole que se lo había currado). Todo para que, al final, me cediera facilmente a Cade cuando ésta se acercó a hablar conmigo. ¡Ahí, delante de todo el mundo! Imbécil redomada sería si no la hubiera sacado a bailar. Y una segunda vez. Y una tercera. A la cuarta desperté de la fantasía, dándome cuenta de que Lester no había vuelto. 

Ni Victor. Ni Diana.

Al salir con Cade al aparcamiento un momento me di cuenta de que ni siquiera el coche estaba.

Con una sensación de terrible vacío, acabé pidiéndole a Cade si podía irme con ella esa noche.

[Interrogatorio]

June hace mala cara, su rostro ha adquirido un tono blanco enfermizo y la vitalidad que tanto la caracteriza se ha esfumado. Se sienta en la silla con los hombros hundidos y ojos tristes, relatando todo lo sucedido con voz monótona y carente de emociones.

— Dawson... no merecía morir así... —se calla durante un buen par de minutos. — Pero luego fue peor...

— Había mucha tensión... siempre ha habido tensión... pero en la casa, todos se peleaban y se amenazaban...

June es una chica con principios y unos valores muy arraigados en su personalidad, por lo que se toma muy en serio a la Ley y la Justicia, así que les cuenta todo lo que sabe... haciendo ver que todas las muertes las causó el asesino, incluso las que ella no presenció. Al fin y al cabo, todo fue culpa suya.

— Major... ninguno queríamos que pasara eso, pero estábamos asustados y todos decidimos que él debía apañárselas con el asesino y nosotros le cubriríamos desde la distancia... pero no lo hicimos a tiempo.

Poco antes de dejarla marchar, le hacen una última pregunta:

— ¿Mary Jane...? Ah... sí... ella y Diana se pelearon... como he dicho, todos nos peleábamos... Yo también me peleé con Yui... y con Major...

Como June parece estar a punto de derrumbarse, la psicóloga la saca de la sala de interrogatorios y se la lleva para tranquilizarla.

[El Baile]

La semana ha sido muy dura para June Boothman, que no solo ha tenido que autoconvencerse de que ir al baile de graduación no es un insulto a la memoria de los que han muerto, sino que encima ha tenido que decidir cómo ir. ¡Y es por eso que le gusta tanto el deporte! Viene con uniformes claramente definidos y no pierdes el tiempo en pensar qué conjunta con qué y qué se lleva o no se lleva.

June Boothman es una chica cuyas prioridades en la vida están clara: la comodidad antes que la apariencia o el qué dirán. Sus padres están encantados y hasta su adorable hermano pequeño le dice que le queda muy bien, así que June se presenta al baile llevando un traje masculino y el pelo recogido en una simple coleta. Como nadie la ha invitado al baile, su compañera de último momento es Bonnie que está encantada de la vida y no se separa ni para ir a por bebidas.

Es a lo largo de la noche cuando June deja a Bonnie a un lado para acercarse a Yui y pedirle un baile como compensación por el hostión que le había metido.

[Interrogatorio]

Blanco como el papel y temblando como una hoja, Denis Carlyle solo entra en la Sala de Interrogatorios acompañado de su madre, después de horas de consolarle por la pérdida de su primo y el trauma que le ha causado.

— T-t-todo iba b-bien —tartamudea, jugando nerviosamente con sus manos. — I-incluso cuando llegaron los-los-los frikis, todos creíamos que... p-pensábamos que sería una gr-gran noche... q-queríamos a-asustarlos un p-p-poco, pero de golpe apareció un t-tipo disfrazado de p-payaso y...

Cuando el inspector le pregunta a Denis sobre la muerte de su primo, Denis se agarra nerviosamente el cuello y empieza a mirar a todos lados. Primero a su madre, luego al inspector, después sus manos, la mesa y... se queda en blanco.

— ¡Ah! —exclama, asustado, cuando su madre le aprieta el hombro para darle valor. — C-C-C-Clifton... F-f-fue el p-payaso... lo... apuñaló...

Denis no puede continuar, ya que siente un retortijón y acaba vomitando, así que se lo llevan y siguen con el siguiente.

[Interrogatorio]

Wu Tang está terriblemente enfadado con la policía encargada de investigar el caso, no le tratan como es debido y por eso se mantiene callado y de brazos cruzados sin contestar a ninguna pregunta. ¡Ni siquiera cuando le ha enseñado el escote de una manera tan poco sutil que casi le saltan los ojos! Y las costuras del pantalón.

— 肮脏的法西斯主义者 (sucio fascista) —reniega Wu.

Entonces entra por la puerta un experto en chino al que han llamado, que nada más entrar le da una colleja a Wu Tang y comienzan una acalorada discusión en chino.

— Tú, maldito niño tonto y feo, ya puedes contal todo lo que sepas. ¡O legalalé toda la basula de tu habitación en el basal!—gruñe el Sr. Tang.

— ¡No! ¡Mi halcón milenalio no! ¡Mis póstels de El Señol De Los Anillos filmados pol el elenco plincipal! ¡Mi almohada de Hatsune Miko! —se horroriza Wu.

— ¡Pues no nos hagas peldel más el tiempo! ¡He tenido que dejal a tu madle sola en el bazal, estúpido! ¡No vas a salil del bazal en tleinta años!

No queda más remedio que contarlo todo e incluso Wu saca de su escondite la cinta con la grabación de lo sucedido y se lo entrega a la policía. Después se va, libre de la cárcel, pero prisionero de su familia. Por lo menos podrá dormir abrazado a Hatsune Miko.

"Ha valido la pena"

No van a la fiesta:

- Denis (está en su casa, debajo de la cama, llorando asustado)
- Wu Tang (estará trabajando hasta que su hijo se case y pueda trabajar por él)
- Jackie Pickle (tiene problemas en casa por una plantación ilegal descubierta por la policía)

[Interrogatorio]

"Joderrrr, no veas, ¿no?" piensa Joe Bunnag mientras sigue al inspector hacia la Sala de Interrogatorios. Ha visto a cierto uniformado con barba y... ¡ufff!

Se sienta en la dura y fría silla, cruzándose de piernas y sujetándose la cabeza con la mano mientras mira al inspector con ojos lascivos. No es que sea su tipo ni le parezca atractivo, pero un uniformado es un uniformado y tampoco le diría que no.

— Pues tú dirás, cariño. ¿Quieres que vayamos a algún sitio tranquilo y...? —le sonríe Joe, subiendo y bajando las cejas sugerentemente.

Joe disfruta al ver al inspector nervioso, así que cuando le piden que explique lo sucedido, Joe comienza por el principio:

— ...Y a medida que le iba comiendo la polla se le hacía más grande y ni siquiera podía evitar gemir, aunque al principio decía que no era gay y que le gustaban las chicas, ¿sabes? —sonríe, gesticulando con las manos. — Hasta que tuvieron que llegar a interrumpir. En fin.

— Las movidas empezaron poco después. Había mal rollo de antes, ¿sabes? Pero MJ no paraba de decir que... ¿eh? Ah, Mary Jane Miles, sí. Pues eso. MJ se peleó con Diana, luego el payaso matando a Nacho delante de todos... fue horrible, ¿sabes? Yo quería morir. Bueno, no, no quería morirme, ¿pero ves las canas que me han salido? ¿No soy demasiado joven y bello como para tener canas ya por culpa del estrés? Es horrible.

— ...al final, resultó que el asesino buscaba a Major y nosotros... bueno... decidimos democráticamente que lo mejor era que Major resolviera sus asuntos con él.

Cuando Joe sale del interrogatorio, ignora a sus padres y va en busca del policía.

[El Baile]

Por Dios, ¿no acudir al Baile del Fin de Curso? ¿¿Y qué sería un baile sin Joe Bunnag?? ¡Un ultraje y una aberración, eso es lo que sería!

Es evidente que nada ni nadie va a impedir que Joe vaya a perderse la oportunidad de brillar y llamar la atención. Sobretodo cuando su acompañante es un hombre de unos veintimuchos años, alto, fornido y con una barba espesa que le hace lucir aún más varonil. Por no hablar de su habilidad sexual, que entonces no acabamos nunca.

La verdad es que Joe llega, saluda a todo el mundo como si nada hubiera pasado y hasta es capaz de preguntar en un par de ocasiones que por qué todo el mundo con las caras tan largas. Después se hace la foto y... desaparece.

Es encontrado un buen rato después por las gemelas Cheung, que recorrían los oscuros pasillos del tercer piso con nostalgia y se acercan extrañadas a la clase de Biología al escuchar ruidos, descubriendo a Joe dándole la espalda a su acompañante, ambos desnudos y jadeando como si estuvieran ejercitando.