Partida Rol por web

[Jueves 12 de junio de 2018 — 12:45]

Uno a uno, los alumnos y alumnas de la clase A de noveno grado del Instituto St. Phillip terminan el último examen del curso y no hace falta ser una Jackie Pickle de la vida para apresurarse a salir de esa maldita prisión juvenil y gritar al viento: ¡¡SOY LIBREEEEE!!

Después de tan gloriosa liberación, más celebrada por unos que por otros, como si hubiera estado todo apalabrado o simplemente por rutina, los compañeros de clase se van reuniendo a la salida del centro escolar para celebrar el fin de la vida de instituto.

Frente a todos, se alza el glorioso mañana y una nueva vida como universitario o, quizá, como un competente trabajador profesional.

Kala sale muy convencida de su clase, segura de haber clavado el último examen. Está de muy buen humor y llena de energías: de hecho ha sacado su altavoz Bluetooth de la mochila, lo ha colgado con un mosquetón al asa superior y ha conectado el iPhone para ambientar la salida de todos al glorioso sol. En realidad es que lleva un tiempo enganchada a la dichosa canción y le da igual si no es tan cañera como algunos querrían.

La animadora estira los brazos e inspira, empezando a contonearse al ritmo de la música, como si estuviera ya en un bar musical. Luego se sienta en las escaleras, curiosea los mensajes en su móvil y con el pie marca el ritmo del animado beat que produce su altavoz. Los grupitos poco a poco se van reuniendo en el patio frontal o en el aparcamiento; ella no tiene apuro. Va saludando y respondiendo a aquellos que preguntan cómo le ha ido que "facilísimo".

Victor se toma con calma el recoger sus cosas. Ha entregado a regañadientes su examen de física. Consideraba que aquello había sido total y absolutamente decepcionante e insuficiente. Aburriiiiidooooo sería la palabra que lo definiría mejor. Bufa, exasperado, mientras mete todo en su mochila vieja llena de parches y chapas frikis que tapan los agujeros y rotos por el paso del tiempo y el uso.

-Ei, Cornell- le dice a su amigo que se sienta en el pupitre de al lado –Tirado- sonríe maliciosamente. Su mejor amigo de la infancia hace un símbolo de la victoria con su mano derecha mientras mantiene su rostro imperturbable. Casi se diría que no tiene sangre en las venas. Si no le conociera, lo pensaría, pero le conoce y sabe que su entusiasmo va por dentro. Victor escanea el aula con su mirada, buscando a Diana. Vuelve a sonreír, pero esta vez ya no con malicia. Oye, de fondo, como su amigo se queja, en su tono átono de siempre, de su sonrisa de bobalicón.

-Eh, cuando salgas con un pibón lo hablamos…- se burla. Detrás de él oye a Wu diciendo alguna guarrada a la que no presta atención.  El nerd megalómano “favorito” de los profes cierra la cremallera de su mochila y se la cuelga del hombro.

-Nos vemos en un rato. ¿En nuestra guarida? Hay que repasar nuestra estrategia de entrada en ese estúpido baile…- vuelve a sonreír maliciosamente.  Si no fuera por Diana, ni de coña iría a esa fiesta y menos a ese resort liderado por la jauría de hienas de la escuela. Joe hizo la señal de ok con la mano y Cornell afirmó con indiferencia con la cabeza y Wu puso los ojos en blanco y soltó una de las suyas.

-Celos, Tang, a eso se le llama celos- sonríe torcidamente. Abandona a sus amigos y su pupitre para acercarse a donde se sienta Diana.

-Ei, Diana Troy. ¿Nos vamos?- sonríe ampliamente a su novia, Diana. Tres meses saliendo y aún no se cree que salga con él. Cada mañana se despierta pensando que en cualquier momento alguien vendrá y le dirá que todo ha sido un sueño, o peor, una broma de mal gusto. Pero luego llegaba a la escuela y la veía y la ansiedad se acababa disipando.

Diana ha tenido que hacer realmente un esfuerzo durante los últimos meses de curso. A pesar de que tenía la beca asegurada, gracias al atletismo, quería al menos tener una media semidecente así que había empleado energía extra en entrenarse y estudiar por igual. Eso le robaba muchas horas de sueño y eso que, por suerte, ahora tenía a Victor, que era su cerebrito y la había ayudado mucho con los exámenes finales.

Cuando el mencionado aparece, ella aún estaba recostada en su silla, sin prisa; ¿qué prisa iba a tener ahora que ya no tenía que irse a estudiar? 

— Hola, chico sexy — le sonríe antes de separar la espalda de la silla para levantarse, cogerle de la camiseta y plantarle un buen beso en los morros — Nos vamos — confirma después, soltando a su chico para guardar las cosas en la mochila — ¿Ya te has preparado la mochila para mañana? Ya sé que no te hace demasiada gracia, y que vas por mi, pero nos lo pasaremos bien y...bueno, es todo un fin de semana para estar juntos. Y Gordon es un capullo, pero seguro que el refugio del que tanto presume es una puta pasada — termina de recoger y se coloca la mochila.

Al oír a Diana llamar "chico sexy" a su primo Victor, se le escapa una risotada que Lester disimula con un evidente falso ataque de tos. Mierda, ya se ha despistado y se le ha olvidado la respuesta de la última pregunta.

...¡Bah!

Recoge rápido y sale persiguiendo a los tortolitos para no dejarles ni un segundo de paz. Adora a su primo, pero aún piensa que algo está mal con esta relación.

— ¡¡ME VAIS A COMER EL RABOOOOOOOO!! —grita a pleno pulmón desde la puerta de salida, sacudiendo los brazos al aire.

Él no ha completado todas las preguntas, pero al ser uno de los mejores del equipo está convencido de que se graduará aún suspendiendo una o dos o tres asignaturas.

Kala pone los ojos en blanco y sube el volumen de la música al escuchar el berrido de Alex Dexter, que ahora emite algo más fiestero. No le va a callar ya, pero le sale del alma hacerlo.

A Victor se le queda una sonrisilla puesta tras el beso de Diana en medio de la clase.

-Ehm… supoooongo- arrastra la palabra, intentando escurrir el bulto a la pregunta –Tampoco tengo mucho que meter en ella, más allá de mi portátil y puede que un par de cosas entretenidas- hace una mueca con la boca. En realidad, no miente, ropa tiene poca, así que la acabará llenando de “cosas” útiles.

-No. Está bien. Estaremos juntos. Es lo que cuenta, ¿no?- responde algo inseguro. Madre mía, le ha quedado muy cursi eso. Reza porque no le hayan oído sus amigos –Prometo intentar portarme… ¿bien?- levanta la mano –¿Palabra de Sith?- pone cara de no decirlo con mucha convicción. En realidad, le preocupaba más el haber convencido a sus amigos de ir a la maldita excursión que el tener que ir él mismo. Se sentía como que estaba llevando las gacelas hasta la entrada de la cueva de los leones para ser asaltados y devorados.

“Nah. Nosotros somos los peligrosos, no ellos. Son una panda de descerebrados. No va a pasar nada”, trata de calmar su mente. Coge de la mano disimuladamente a Diana para marcharse. Cuando ya están dispuestos a salir del aula, Lester se les une.

-Ei Lex. El examen trillado ehh- sonríe –¿Tu coche sigue haciendo ese ruido? Si quieres lo reviso antes de la fiesta…

Diana iba a responderle a unas cosas a Victor, pero al unírserles su primo decide callarse; ya hablará con él después. Claro que tiene que apuntárselas bien en la mente para que no se le olviden, y las repasa mientras Victor y su primo charlan por el pasillo hacia la salida de a saber qué, pues no les está prestando demasiada atención.

No va a dejar que su chico se lleve el portátil al finde en Canadá, ni de coña. Tal vez algún juego de mesa o de rol, eso pase, pero ya. También le gustaría haberle dicho que más bien se ocupe de meter condones en su mochila, que los va a necesitar más que su estúpido ordenador, pero ya lo hará después.

A la salida, los de la clase se arremolinan así que está a punto de chocarse con Kala, sentada en las escaleras. Lleva meses queriendo hablar con ella, desde que lo dejó con Alex pero no ha encontrado el momento adecuado...o tal vez es que le cueste la idea de disculparse. Aunque sabe que debe hacerlo.

- Vic, ¿por qué no charlas un rato con Lex mientras...? Bueno, que vengo ahora - le abraza con un brazo por el cuello y le deja un beso en la mejilla.

Se acerca y se sienta al lado de Kala en la escalera, casual. La mira un momento de reojo.

- ¿Qué tal los exámenes? - se interesa.

Kala da un diminuto respingo en el escalón cuando distingue la voz de Diana entre el bum-bum del altavoz. Por ella sí que pausa la música de inmediato, aunque es por la sorpresa.

— ¿Es a mí? —claro que es a ella, porque se ha sentado a su lado, pero todavía no se lo cree. Ah claro, ahí van Victor y Lexter, así que ha tenido que salir Diana con ellos. ¿Pero por qué le habla ahora, de repente? Es que no lo procesa. Parpadea deprisa y separa los labios. No le cuesta ser amable... — Bien, bien... —lo que no le sale es vacilar, como con los demás. — ¿Y a ti?

Awkward...

— ¡¡ME VAIS A COMER TO LO GORDO!! —grita el mejor amigo de Alex. Se nota que son iguales y los dos lo celebran como orangutanes: riéndose y chocando esos cinco.

Pasa un brazo por detrás de los hombros de su primo Victor y va a pedirle permiso a la Diosa Diana para llevárselo, pero ella parece desviarse después de que Lester llegara. "Sniff, sniff, ¿por qué?"

— Bah, estábamos equivocados, era el cigüeñal que se había roto por culpa de la fatiga. Nada que no se solucione con toda una tarde echándole cuentas. Te llamé, pero estabas muy ocupado, ¿verdad? —sonrío muy amablemente, pero el brazo que agarra a Victor empieza a apretar y a hacer daño.

— En serio, eres un puto bastardo con suerte.

Ahora es ella la que pone los ojos en blanco al escuchar ahora a Gordon, que obviamente enseguida se junta a Alex. No disimula para nada una evidente cara de asco, y realmente eso la empuja un poco a seguir hablando.

- Tenías razón, ¿sabes? Es un idiota - dice, aunque ahora mira a Alex desde su posición. Por suerte, está tan distraído haciendo de imbécil frente a un grupo de populares - Y le odio por separarnos, pero a ratos me odio más a mi por permitir que eso pasara, ¡y durante tanto tiempo! - bufa, al fin y al cabo estuvo casi un año con ese idiota - Pero he abierto los ojos, de verdad... Y tenías razón, en todo. ¿Me perdonas? No quiero acabar mi vida antes de la universidad sin hablarme con mi mejor amiga. Hay un verano por medio en el que podemos recuperar tiempo perdido - ahora sí gira la cabeza para sonreírle - ¿Qué me dices?

¡Uy, pues claro que tenía razón en todo! Pero no esperaba oírlo jamás de labios de Diana, ni siquiera después de romper con Alex. No, porque se dijeron cosas feísimas y Kala todavía tiene cicatrices en el corazón de aquella discusión. Cierra fuerte los ojos cuando Major empieza a berrear con Alex: para ella esos son los peores sonidos de la tierra.

— ¿No estarás muy liada con tu nuevo novio? Lleváis poco, ¿verdad? —mira de reojo hacia Victor y su primo. Lo intenta, pero se le escapa sonreír a Diana. Si ella sonríe, Kala también.

-Ehm… vaaale- hace una mueca y luego sonríe torcidamente. Dios, como puede estar tan buena, en serio. Parpadea varias veces y sacude la cabeza para recuperar el riego cerebral. Y casi se queda sin hombro porque su primo intenta matarle (o algo).

-Dude. Relax. Estaba arreglando nuestro IronmanIV para la competición del mes que viene. Aún falla el mecanismo de la sierra… - responde Victor, que enarca una ceja cuando oye la última frase de Lester.

-Aaaahhhh- suspira levemente -Lo sé.

Victor a veces sospecha que a su primo le mola Diana, aunque claro, no podría culparle por ello, ¿a quién no? Y de vez en cuando, le da miedo de que ella no le deje por su primo. Es el guapo de la familia. Claramente. Pero, rezaba a Sauron porque eso nunca pasara.

- Tres meses - responde - Pero es un friki así que necesita tiempo "para sí mismo"; vamos, para jugar a rol con sus amigos, también frikis y a los que conoces muy bien, o para hacer explotar algún invento en el sótano o en el garaje - ríe - Echo de menos salir contigo, además. No me hagas arrastrarme demasiado, por favor... Sabes que lo odio. Sólo...¿por qué no te lo piensas? 

Kala se la mira como si estuviera intentando discernir entre la Diana que tiene delante y la Diana que ella cree que conoce; ¿será un clon? ¿Una broma? Ella se muere de ganas de retomar su relación con su mejor amiga de toda la vida, por supuestísimo, pero se arriesga a salir herida otra vez. Seguro, porque ya tiene novio. Pero... vamos a ver, ¡es uno de los más frikazos de la clase! A lo mejor no duran. Ellas son amigas para siempre.

Exhala, rascándose entre ceja y ceja.
— Tenemos que hablarlo más en serio que esto, Diana. Podemos... intentarlo este fin de semana, ¿te parece? Yo... —baja la voz— también te echo de menos.

Wu Tang sale en silencio, como siempre. Evita a los dos simios mientras va murmurando por lo bajo:

— 白痴

Se reúne con sus amigos del Club de Rol, aunque falta Victor que es un traidor.

— 白痴 Víctor.

Pues ni tan mal. Puse una mueca de conformidad y me levanté con el examen en mano para entregarlo.

Al final había echado más tiempo de la cuenta en el examen porque aquí y allí aparecían pensamientos sobre los planes que tenían de ir al resort aquel. No tenía muy claro ni dónde estaba concretamente ni nada, pero a mi la palabra resort me hacía pensar en algo rodeado de naturaleza. Y si era así solo podía significar una cosa: bici.

Salgo del aula y lo primero que oigo son los berridos de Alex y Major, así que camino deprisa para dejarlos atrás, mientras no puedo evitar poner los ojos en blanco y voy directa a Diana y Kala.

- Si que está desesperado por un poco de rabo.

Uff menos mal, una distracción. Kala se pone en pie deprisa al acercarse Yui, y le pone la mano en alto (bien alto, que es bajita y Yui otra monstrenca) para que se la choque como saludo.

— Ya les conoces: la auto-homofobia es poderosa entre esos dos —bromea cínicamente. — ¿Qué tal el examen, guapa?