Partida Rol por web

"Not about to see your light
And if you wanna find hell with me
I can show you what it's like"

La Ciudad ya tiene forma, e incluso algunos habitantes, pero no deja de ser un decorado muerto hasta que ustedes los protagonistas se planten en escena.

Porque si, ésto es un juego de rol, pero un juego de rol es una historia y ustedes van a protagonizarla.

En este hilo vamos a arrastrarlos a ustedes hasta ponerles los pies bien firmes sobre las diagonales, antes de darles el último empujoncito en la espalda para que echen a andar.

Aquí vamos a:
—Realizar presentaciones: digan brevemente quienes son y cuál es su historia. Vendan su personaje a los otros jugadores. Si yo los elegí es porque ya soy su fan, pero el resto no los conoce y toda buena obra de teatro lleva un Dramatis Personae adjunto.

—Asignar deudas: cada arquetipo tiene algunas deudas predeterminadas. Por ejemplo, el veterano tiene "Estás trabajando en algo grande para alguien y lo tienes casi listo. Puedes exigirle una deuda" y "alguien no deja de salvarte el culo. tienes 2 deudas con él.
Cuando todos se hayan presentado, deberán repartirse esas deudas. Algunas podrán ir para nuevos (o viejos npcs), pero por lo menos una deberá unirlos a otro jugador, sea que le deban o éste les deba a ustedes.
Como son muy generales, una vez que sepamos con quién es la deuda, deberemos ver en qué consiste exactamente esa deuda. Si ya sabemos que el veterano le debe a Jonny el espectro, ahora hay que saber qué era ese proyecto casi listo, y que falta para completarlo.

—Realizar el movimiento de inicio de sesión y otros movimientos pertinentes: por el momento no explicaré en que consiste el movimiento de inicio, pero será una manera de generar rumores e hilos de los que yo pueda tironear. Al final de todo, si su personaje tiene algún movimiento que se activa al inicio de una sesión (como el de la Oráculo), también haremos eso.

Pero vamos paso a paso.
Por ahora: las presentaciones.

Los leo ;)

La noche anterior había sido farragosa, una de las protegidas de Donatella llevaba dos noches desaparecida y, ante la indiferencia de los bigotes, la pobre carnal me pidió ayuda. Con el gancho en el bolsillo y un cabsha deshaciéndose entre mis colmillos, inundando mi paladar con el sabor del dulce de leche y el licor, me lancé hacia la calle Matheu, el corazón de la 'zona roja' de La Plata, un sector de la ciudad que termino visitando con asiduidad debido a los quehaceres de mi casera y 'sus niños'.

Hace un mes que llegué a la ciudad desde las Tierras de la Primavera, se me había enviado como mensajero, debía entregar un pequeño recuerdo a una mestiza y esperar a su despertar para cruzar con ella la puerta de vuelta, pero la cría resultó ser una picajosa niña mimada que rechazó el presente y con ello el interés por su linaje. Al tratar de volver a mi mundo la puerta permaneció silente, y así siguió aún bajo mis puñetazos, patadas e increpaciones. Algo o alguien me había exiliado en este mundo, en esta ciudad, y ahora me tocaba sobrevivir tratando de comprender y engatusar a los carnales.

La Plata y mi pueblo cortaron lazos hace generaciones, solo unos pocos miembros de los reinos de Fae pululan por aquí, ocupados con sus comercios y pactos, pero no hay una embajada a la que recurrir. Perdido y confuso al tener que adaptarme a marchas forzadas a este mundo, me topé con el edificio en que se solía dar refugio a las hadas que se encontraban de paso en la ciudad. Una trabajadora del sexo reajustada (no entiendo cómo funcionan esas cosas aquí...) decía haber alquilado el piso pero al comprobar mi singular relación con el inmueble y ver cómo este contestaba a mis manipulaciones (No todos los días escuchas ronronear a un edificio y verle responder preguntas escribiendo en el vaho de sus ventanas) accedió a dejarme vivir aquí, atendiendo a las mismas reglas que el resto de sus protegidos: niños y niñas de la calle que no podían ni drogarse ni fornicar en este piso. Desde entonces, Donatella me ha educado en los principios de los carnales, el dinero y la ciudad. No estoy aclimatado a la ciudad y no querría quedarme anclado en ella pero mientras que no sepa cómo reabrir las puertas me tocará sobrevivir regateando chcucherías y sexo, conociendo a las otras facciones de poder de la ciudad y dando palizas a los imbéciles que tratan de propasarse con los Gatos Negros, como se hacen llamar los ahijados de mi casera.

Mi aspecto andrógino y voz cambiante parecen enfadar a los carnales, que no saben si tratarme de puto o puta, pero con tan solo ver los pliegues de la piel de sus cuellos mientras saboreo dulces hechos con canela, me permito olvidar las ansias de arrancarles la cara con el gancho que me regalo mi señora para poder mascar sus cueros hasta que estos hayan perdido todo su sabor.

Mi metro sesenta de furor asilvestrado patea una lata a lo largo de tres calles sin que esta llegue a tocar el suelo. Espero que Marita esté viva, de la misma forma en que espero poder matar con mucho dolor a quien sea que la ha apartado de nuestro nido...

Me despertó la voz dolorosa de Mishka Shubaly. Me pregunté cuanto rato había dormido para que la lista de reproducción llegara hasta esa canción. Levanté la vista del celular, y miré por encima de la ventana. Era de noche. Tengo que dejar de escuchar esta música de mierda. Me incorporé en el sofá hasta quedarme sentada. Al lado del celular, en la misma mesita mugrienta, había una caja de cigarrillos. Agarré uno, y empecé a matarme lentamente. Aunque es buena idea tomar. El humo decoró el vacío polvoriento de mi apartamento.

Miré el whatsap y el mail desde el celular. Nada. Si todavía no me mandaban a matar a nadie, probablemente no me hablaría ningún cliente hasta mañana por el mediodía, y como muy pronto me lo encargarían para la noche. Encendí otro cigarro con la colilla del primero. Terminé de fumar, y apagué la música. Bajo a comprar, vuelvo, tomo, paso mañana de resaca, si no me encargan nada puedo volver a dormir directa, y así ya quemo tres días. Tengo que mear.

Fui al baño, y al salir me miré al espejo. Llevaba la misma ropa que ayer, tenía ojeras como si nunca hubiese dormido, y la cara rajada por arrugas incipientes que empezaban en los ojos. Me parecí una vieja de mierda, y ni me quise imaginar como sería cuando sumara otros 25 años. Me puse de perfil delante del espejo, y valoré el volumen de mi estómago. Todavía me salía algo de barriguita. Horrible. Me lavé las manos, y otra vez intenté sacarme la puta cadena del brazo. Ahí se quedó, como siempre. Me recogí el enjambre decadente de pelo con una goma, y me di por perdida. Apagué la luz.

Me puse la chaqueta negra para tapármelo todo, y salí de la casa. Me llevé un cigarro para el camino. El indio me miró mal al ver que lo único que pasaba por caja eran tres botellas de vino del más barato que tenía. Me miró peor cuando se dio cuenta que era la misma ropa de ayer. ¿Y a él qué le importa? ¿Y a mi que me importa? Volví a mi apartamento armada con olvido embotellado. Me senté en el sofá, descorché una botella, encendí un cigarro, y me puse música.

La voz de la entonces joven Soko me hizo pensar en el hijo de la gran puta de mi ex. Llegué a la mitad de la primera botella sin respirar. Tengo que dejar de escuchar esta mierda. Fumé, intenté no pensar, seguí bebiendo. Cuando el hígado empezó a pegarme en el cerebro, me pregunté cuantos años tendría ya mi hija. ¿Ocho? Imbécil de mi, me pareció que mirando alguna foto saldría de la duda. Ahí estaba, detrás de la pantalla, siendo feliz con sus madres. Eso me hizo pensar en mis padres, que no se parecían en nada a su nieta: eran infelices y estaban muertos. Ojalá no tenga que matar a nadie mañana.

Dormí sola, borracha, y llorando.
Yo soy Sara García Moreno.

Cualquier excusa para escapar del centro de Buenos Aires era buena, pero, en aquella oportunidad, esto era imprescindible. No era posible ignorar los designios de su amable benefactor, Øyvind Rustad, un afable noruego de aceptable español, quien, por su figura evidentemente escandinava, solía ser amo y señor de las miradas de las elegantes señoritas que pululaban en la ciudad porteña. La Plata sería pues su siguiente destino.

- La Plata... - murmuró ensimismado Isidoro, leyendo el mail por segunda vez. No había estado muchas veces allí. En realidad era mas versado en ciudades europeas que en las de su propio país, pensó no sin cierto embarazo. Y La Plata quedaba embarazosamente cerca de la capital. Al cavilar sobre aquello, fugaces imágenes de paisajes escandinavos afloraron en su mente: fiordos inconmensurables, las enigmáticas y proféticas luces del norte, montañas escabrosas, pero sobre todo, aquella montaña... Un estremecimiento le recorrió por el cuerpo.

"... Naturalmente, trasladaremos lo que estimes conveniente a tus nuevas oficinas de La Plata. Es de esperar que te instales allí por un tiempo..."

Su frente se arrugó al detenerse en la última oración. Habría deseado un encargo similar el último, o, mejor aún, como aquella vez que viajo junto a un prestigioso grupo de arqueólogos ingleses a reportar sobre los últimos descubrimientos de la Cueva de las Manos, al sur de Argentina. Para su sorpresa, incluso aquel encargo estrictamente cultural, casi académico, había suscitado consecuencias políticas. Pero bajo aquel estrellado cielo del sur - en el culo del mundo, como habría dicho un buen porteño - había sentido lo mismo que bajo las cambiantes luces de los cielos del norte; aquella intuición, un atisbo de lo sobrenatural. Volvió a sobresaltarse. Así como los habitantes del Norte de este planeta no se consideran parte del trasero de Gaia, tampoco los del Sur deberían hacerlo. Y así como La Plata no era el sur de Perito Moreno, misterios aleccionadores podrían albergarse allí.

Al menos le daba una oportunidad de reencontrarse con aquel estimado viejo profesor. Con una sonrisa levemente torcida hacia la izquierda, recordó un consejo que impartía frecuentemente en sus clases de periodismo: "Ustedes no escogen la historia, recuerdenlo. La Historia los escoge a ustedes, y, cuando lo haga, mas les vale desentrañar  sus misterios". Se preguntó si aquel viejo refunfuñón sabría cuan proféticas habían resultado aquellas palabras en su caso particular.

Dispuso su inseparable laptop y una buena provisión de bloc de notas y lapiceras en su maleta, así como una Beretta de 9 mm. Un súbito destello a sus espaldas cautivó su atención. El pequeño espejo de negro obsidiana se encontraba sobre un escritorio, tallado con lo que parecían ser antiguas runas. Lo tomó casi con reverencia, y lo alojó en uno de los bolsillos internos de su maletín,  mientras murmuraba para sí

- Por supuesto, vos venís conmigo...

¿Que de dónde he salido? ¿De dónde salimos todos los desgraciados que moramos esta ciudad?

Si te refieres a cómo me convertí en lo que llaman un “Oráculo”, aún no sé cómo comenzó todo esto. Intuyo que fue aquella noche, esa en la que la poca inocencia que me quedaba me fue arrebatada como si me arrancaran las entrañas, viendo cómo abrían a mi padre en canal y sus tripas terminaban desparramdas en aquel oscuro callejón. Presencié en primera persona la maldad de la ciudad, y creo que esta consideró por algún motivo que debía ser testigo de su Destino.

¿Por qué yo? No tengo ni la más remota idea. Siempre fui algo rara. Pero no, no te confundas, me gustaba serlo. ¿Quién quiere ser un borrego más? Sigo al rebaño cuando me conviene, y el resto del tiempo me limito a ser yo misma. Desde muy pequeña me gustaba pintar, y pasaba mucho tiempo a solas por ello, a solas, o ignorando a quien tuviera cerca. Creo que nadie reparó en ello hasta que mi hermano tuvo suficiente edad como para darse cuenta. Mi padre pasaba mucho tiempo fuera de casa, tratando de conseguir el dinero suficiente para que saliéramos adelante, y mi madre... O estaba colocada, o más pendiente de conseguir una próxima dosis que de nosotros. Todo fue de mal en peor, y cuando nos amenazaron con desahuciarnos por no pagar el alquiler, mi padre tuvo que pedir dinero prestado... Craso error. No pudo devolverlo a tiempo, y sucedió el desastre.

Con la muerte de mi padre, mi hermano Nicolás y yo terminamos en un centro de acogida en cuanto alguien denunció a mi madre. Yo estuve poco tiempo allí, pero Nico sigue dentro. Le veo todo lo que puedo, pero las normas del centro son bastante restrictivas. Nuestra madre solía aparecer cada cierto tiempo para prometernos mantenerse limpia y recuperar así nuestra custodia, pero eso nunca sucedió. Hace más de un año que no sabemos nada de ella.

Desde que murió mi padre comenzaron a pasarme cosas extrañas, al principo de forma muy esporádica, episodios que siempre justificaba con el estrés, el cansancio, o el consumo de drogas. Pero el tiempo que pasaba entre estos sucesos fue siendo cada vez más corto, y las experiencias más envolventes e inquietantes. Terminé determinando y aceptando que lo que me pasaba era que tenía visiones. Visiones de muchos tipos. Soy capaz de ver cosas que otra gente no sería nunca capaz de ver, y de soportar lo que estas implican, al menos a mi manera. Las visiones a menudo te muerden el cerebro o el corazón, y no lo sueltan, aprietan hasta que sangra.

Voy aprendiendo a controlar mis capacidades, aunque a veces siento el deseo de ignorarlas, pero no puedo. Si soy capaz de ver algo, tengo que prestarle atención. Si puedo hacer algo por que una visión se cumpla o no, tengo que actuar. ¿Has visto alguna vez pintadas de advertencia en la Plaza Moreno u otros lugares significativos? Adivina.

¿Quién iba a pensar que alguien como yo iba a adquirir semejantes capacidades? Yo desde luego que no. No era más que una chica rebelde, curiosa e inquieta con cierto talento para la pintura y el graffiti; pero con cero oportunidades de medrar en la vida. Las cosas no han cambiado mucho a ese respecto, y no es poco con lo que ahora tengo que lidiar, pero la vida se ha vuelto un poco más interesante.

Ya es momentos de ponernos a asignar deudas.

Cada uno de ustedes tiene ciertas deudas predefinidas, pero un tanto amplias. Deben especificar con quién es esa deuda, y puntualizar un poco más en qué ha consistido. Las deudas pueden tenerlas con un jugador o con un npc sea nuevo o ya establecido, pero al menos una debe unirlos a otro de ustedes.

Todos verán las deudas predefinidas del resto porque dados los tiempos del rol por web, manejarán no solo las deudas de su personaje, sino que pueden proponer a otro jugador relacionarse con las deudas que le tocaran. La palabra final siempre la tiene el personaje en cuya lista esté la deuda, pero los otros podrán realizar sugerencias para agilizarlo si la idea le gustara.

Ahora, A lo que vinimos:

Sara García Moreno, La Cazadora

Sicaria y cazadora como el tradicional negocio familiar lo establecía, con problemas de adicciones y una hija a la que dio en adopción. Cazará aquello por lo que le pagues, pero su especialidad son las fatas.

• Alguien te ha reclutado para que le protejas de algo muy peligroso. Puedes exigirle una Deuda.

• Hay alguien que te mantiene bien equipado y abastecido. Tienes 2 Deudas con él.

• Hay alguien a quien consideras un amigo, aunque esa amistad no deja de crearte problemas. Puedes exigirle una Deuda.

Nestor Larralde, El Corrompido

Un agente de la policía de inusual rectitud que perdió a su familia en un tiroteo, y luego perdió su alma en un intento de recuperar la paz. De a ratos agente del infierno, de a ratos antiheroe que busca a los criminales allí donde las Fuerzas no van a hacerlo.

• Estás protegiendo a alguien de un poder oscuro. Puedes exigirle 2 Deudas. 

 

• Alguien está intentando salvarte y no deja de sufrir por ello. Tienes 2 Deudas con él.

 

• Tienes un jefe demoníaco que tiene un contrato sobre tu alma. Tienes 3 Deudas con él.

Daniela Gutierrez, La Despertada

Una homeless que por idas y venidas de la vida terminó en todo este desaguisado normalmente oculto a los mortales. Está más fascinada que aterrada por aquello que se ocultaba en las sombras, y conoce en profundidad a La Ciudad dado que ha vagado años enteros por sus calles. Hace changas* aquí y allá, y actualmente hace de seguridad en un edificio de oficinas.

• Alguien te confió sus secretos y aún no se los has contado a nadie. Puedes exigirle 2 Deudas.

 

• Alguien piensa que te está protegiendo, pero en realidad eres más bien tú quien le protege a él. Cada uno tiene una Deuda con el otro.

 

• Estás usando los trapos sucios de alguien como influencia para conseguir su ayuda con algo. Tienes una Deuda con él.

 Román, El Fata

Un recién llegado de Arcadia. Había venido con la intención de reclamar a una mestiza, una changelling, para llevarla nuevamente a Las Cortes, pero se ha quedado atrapado de éste lado del velo. De cuando en cuando vende su cuerpo para salir al paso de los gastos corrientes.

• Alguien rompió una promesa importante que te había hecho y te juró que te compensaría. Puedes exigirle 2 Deudas.

• Le estás escondiendo algo a alguien. Puedes exigirle una Deuda.

• Le encomendaste a alguien una tarea peligrosa. Pregúntale si consiguió cumplirla o fracasó. Si consiguió cumplirla, tienes una Deuda con él. Si fracasó, puedes exigirle 2 Deudas.

 Mia Escudero, La Oráculo

Joven de sectores vulnerables que ve más allá del aquí y el ahora. Oscila entre los estupefacientes y el "arte urbano" (pintadas de graffiti para los abuelos amargados) para lidiar con sus visiones.

• Hay alguien que te ayuda a comprender tus sueños y visiones. Tienes 2 Deudas con él.

• Has tenido una profecía funesta sobre alguien, pero no sabes cómo ayudarle... todavía. Tienes una Deuda con él.

• Estás ayudando a alguien a desarrollar su verdadero potencial con tus visiones. Puedes exigirle una Deuda.

Isidoro Tedesco, El Veterano

Un periodista e investigador de leyendas y folklore de renombre que hace algunos años había llevado a cabo investigaciones que ponían patas arriba tanto al mundo mortal como el sobrenatural. Mucha gente perdió su trabajo, mucha gente se ganó ascensos inesperados. 
El último tiempo estuvo en una suerte de pequeño retiro, donde seguía activo pero sin grandes proyectos. Ahora ha retornado a La Plata y anda buscando alguna nueva y jugosa historia con la que revitalizar un poco su carrera como periodista.

• Alguien depende de ti para que lo entrenes o instruyas. Puedes exigirle 2 Deudas.

• Estás trabajando en algo grande para alguien y lo tienes casi listo. Puedes exigirle una Deuda.

• Hay alguien que no deja de salvarte el culo. Tienes 2 Deudas con él.

• Alguien rompió una promesa importante que te había hecho y te juró que te compensaría. Puedes exigirle 2 Deudas.

Tras verme desterrado y abandonado, en la calle, antes de conseguir ser admitido en el piso de Donatella, me topé con una vampira recién transformada en los barrios bajos, Ali (Alucarda). Su creador la había dejado tirada, cuando un cazador estaba tras sus talones. Tras ayudarla a alimentarse por primera vez (cazando a la víctima y prácticamente separando el pelo de la cría para que no se le manchase, como hacen las buenas amigas al vomitar) ella juró y perjuró que encontraría un refugio y un juramento para que las sanguijuelas de la Plata no fuesen tras mi culo (Pues había oído que la sangre de Fae es apreciada como una droga por los vampiros) cuando volviese  a dar con su creador. Como novato ingenuo que era, creí en su palabra, sin saber si tales pactos eran posibles con las criaturas de la noche, peor ella desapareció. Hace una semana volví a dar con ella, había dado con su sire en otra ciudad y habían vuelto a la Plata, pero este le dijo que no podía ayudarme con lo mío. Ella, culpable, sigue prometiendo deberme ayuda.

• Le estás escondiendo algo a alguien. Puedes exigirle una Deuda.

Más que escondiendo algo a alguien, estoy escondiendo a alguien. Uno de los protegidos de Donatella (Nuno) con dotes para la magia, había huido de su casa, donde su padre abusaba del mismo. Aún teniendo poder, la sombra de la figura paterna sobre el mismo era demasiado alargada y poderosa, no podía usar sus dotes contra una figura consanguínea, y aún así no quería matarlo, pues realmente amaba y cuidaba de su desvalida madre, así que usé uno de los pocos dones que traje de Fae, un Nudo de Olvido. Al cortarlo junto al joven, su padre lo olvidó, al igual que su madre, lo que ha dado alas a Nuno.

• Le encomendaste a alguien una tarea peligrosa. Pregúntale si consiguió cumplirla o fracasó. Si consiguió cumplirla, tienes una Deuda con él. Si fracasó, puedes exigirle 2 Deudas.

Ummmmmmmmmmmmm... ¿Alguien quiere haber hecho algún tipo de trabajillo para un hada? Le debería un favor pero ahora mismo no sé cómo puede ser la cosa...

Pues a ver que voy a ver si me aclaro con lo de las deudas...

• Alguien te ha reclutado para que le protejas de algo muy peligroso. Puedes exigirle una Deuda.
Me vienen dos ideas:
1. Fusionar el tercer punto de Roman. Véase: me encomendaste una tarea peligrosa, que es casi lo mismo que reclutarme para protegerte de algo muy peligroso. En principio no tengo muy buena fama entre hadas porque de normal las mato y eso... pero por eso mismo podrías saber de mi existencia :D . Sabías que alguien iba a por ti, quizá alguien de tu misma especie/familia/grupo/lo que sea, y me pediste que te protegiera de la amenaza así muy discretamente, que no parezca que tuvo nada que ver contigo. Como quien contrata a un sicario para matar a un político. También podría ser alguien que quería cerrarle el local a Donatella, por ejemplo. No sé exactamente como habríamos llegado a contactarnos... pero bueno, ya se nos ocurriría algo. 
2. Mia Escudero ha visto que se le viene un problema muy gordo, y ha contactado conmigo. Como eres una persona así mágica y eso, podrías conocer a alguien de la familia Rueda (familia de magos) que te haya pasado mi contacto o algo. En todo caso, sabes que algo peligroso (y matable, si es algún tipo de mal abstracto nada que ver conmigo) te quiere hacer daño, y contactaste conmigo para que me encargue. ¿Hay algún tipo de ser que te pueda querer matar por algo? Si no, qué te parece... un hada con muchos perros? Por decir algo, luego ya le saldrá trasfondo. Un ada con muchos perros suena muy peligrosa.

• Hay alguien que te mantiene bien equipado y abastecido. Tienes 2 Deudas con él.
Esta creo que tiene que ser Laura Rueda. Me ha fabricado el rifle, y además supongo que necesito que mi munición también sea de hierro frío para que funcione del todo contra mis víctimas. A cambio de municiones y con el chantaje de "sin mi no tendrías ese rifle tan bonito", me podría pedir que le vaya a buscar algún material especialmente difícil de conseguir, tipo que tenga que robárselo a alguien. O arrancárselo a alguien *_* . ¿Qué tal si le tengo que conseguir colmillos de vampiro y pelo de hada? Algo así. Además me ha puesto un ultimátum, creo que está enfadada porque no la llamo o algo así... tengo un mes para conseguir las dos cosas, o se queda mi rifle.

• Hay alguien a quien consideras un amigo, aunque esa amistad no deja de crearte problemas. Puedes exigirle una Deuda.
Isidoro Tedesco, ¿quieres ser mi amigo :D? Básicamente, hay varias cosas que hacen que cuadres para este punto: de entrada, teniendo en cuenta que investigas lo sobrenatural y todo eso, es posible que sepas de mi familia, porque nos dedicamos a matar cosas sobrenaturales desde hace generaciones. Además, planteé a Sara como una tipa realmente solitaria, y en la presentación Isidoro decía que no había estado mucho en La Plata, de manera que podría considerarte un amigo a la vez que mantener la idea de que Sara no se relaciona con casi nadie. Podrías haber sido amigo o conocido de mis padres, o de alguien más de mi familia, o de la familia Rueda. Y suponiendo que Isidoro es al menos un poco mayor que Sara (Sara tiene 25 años), durante infancia-adolescencia podría haberte visto como el tío/hermano mayor/primo cool, que viaja, es independiente y hace lo que quiere y tal. Pero ahora que has vuelto, para empezar te has perdido todo lo importante de mi vida, y además cuando nos vemos (desde la perspectiva de Sara) lo único que haces es jugar al detective y buscar juguetes antiguos que para mi valen mierda. Básicamente, que a Sara no le compensa, porque no le interesan ni le divierten tus aventuras. Además, tienes que deberle 2 deudas a alguien que no deja de salvarte el culo... desde que estás en La Plata, ese alguien podría ser yo y todo cuadrado :D .

• Alguien depende de ti para que lo entrenes o instruyas. Puedes exigirle 2 Deudas.

El viejo profesor de periodismo de Isidoro, François Caron, se ha visto cautivado desde siempre por lo sobrenatural. Isidoro le tiene en gran estima y suele comunicar varios de los casos en los que trabaja y los resultados de sus investigaciones - incluso aquellos que no son susceptibles de ser publicados a la prensa internacional -. Esto ha posibilitado al Profesor escribir un par de tomos sobre varios aspectos de lo oculto, por lo que esencialmente la relación estudiante-profesor se ha invertido, si bien el Profesor cuenta con una gran sabiduría propia y se encuentra inmerso en la sociedad sobrenatural de La Plata, poseedor de cierta influencia sobre esta.

• Estás trabajando en algo grande para alguien y lo tienes casi listo. Puedes exigirle una Deuda.

Roman, propongo lo siguiente, dado que Isidoro posee amplios contactos feéricos de gran poder e influencia y parece que ambos lo necesitan :D

En el entorno sobrenatural es un secreto a voces que poderosos aliados ayudan a Isidoro en sus peligrosas misiones, sin embargo, pocos saben de qué se trata. De alguna manera Roman adivinó que dichos patrones no eran otros que seres de su propia especie, posiblemente al detectar en Isidoro artefactos mágicos de origen feéricos. Conocedor de la influencia de Isidoro y hastiado de su permanencia en el mundo de los mortales, se acercó al detective con el fin de obtener información acerca de cómo reabrir el portal en la ciudad de La Plata, o, al menos, de emigrar a tierras donde los suyos cuenten con mayor libertad e influencia. Isidoro ha forjado su carrera básicamente trabajando para dichos seres, con quienes entabló conocimiento mientras estudiaba en los lejanos fiordos de Noruega y ha prometido ponerle en contacto con alguno de ellos, especialmente poderosos y con gran influencia incluso en el reino de los mortales.

• Hay alguien que no deja de salvarte el culo. Tienes 2 Deudas con él.

Me parece genial tu idea, encantado de ser tu amigo Sara García Moreno :D A ver que te parece lo siguiente.

Isidoro Tedesco es un viejo amigo de la familia Rueda. Su interés y experiencias sobrenaturales le acercaron naturalmente al intentar dar con un viejo tomo de interpretación de Runas que era propiedad de la familia Rueda. Desde entonces sus visitas a la vasta biblioteca de los Rueda, y sus tertulias con el padre de Sara han sido una constante. Trece años mayor que Sara, siempre sintió debilidad por ella pese a - o tal vez, precisamente gracias a - su espíritu taciturno.

Isidoro, siendo un hombre bastante ocupado y no particularmente inclinado a la acción confrontativa (aunque sabe defenderse) ha estado a punto de ser emboscado en varias ocasiones mientras realizaba sus tareas de investigación. Quizás una de las situaciones mas peligrosas ocurrió en Buenos Aires, poco antes de retirarse. En aquel entonces investigaba una compleja red de narcotráfico que financiaba a importantes figuras de la sociedad con incipientes aspiraciones políticas. Su trabajo era cortar de raíz aquellas aspiraciones. Isidoro, ya habiendo alcanzado fama internacional para aquel entonces, realizó demasiadas preguntas. Su cabeza tenía un precio tan elevado que incluso aquellos que daban crédito a los rumores sobre el poder extraordinario de sus patrones se atrevieron a darle caza. Su sorpresa fue mayúscula cuando, atado de pies y manos en un enclenque taburete de madera, vio por el rabillo de su ojo ensangrentado el rostro familiar pero inusitadamente endurecido de su vieja amiga Sara, pistola en mano y apuntando hacia el. Había sido contratada para acabar con algunos de sus informantes y terminó por enterarse de su participación en la trama, volviéndose en contra de sus empleadores. Las balas cambiaron de destino, sin embargo. Sara había asumido un gran riesgo personal además de haberle salvado el pellejo, razones por las cuales Isidoro se siente en deuda.

Al margen de aquella ocasión, Sara es una muy buena informante debido a su trabajo en la clandestinidad.

Gustar me gustan ambas ideas, pero en el caso de Sara, si a Mía le gusta tu propuesta no te sobrecargamos de deudas, que son una cosa muy seria.

Si no podría haber asido algo un poco más accidental... Por algún motivo alguien em ha traicionado dejándome aquí titado, pero puede porque aquí soy 'más mortal' que en las Tierras de Primavera. Mientras hacías un trabajillo relacionado con alguna de mi gente yo me crucé por en medio y pasmosamente me salvaste (no intencionadamente) de morir bajo las garras de hierro de un troll infiltrado. No sabía que iban tras mi pellejo, peor me salvaste la vida. No sé si habéis visto Ghost Dog, pero algo en ese plan: personaje salvado por accidente cree que le debe la vida a alguien que sólo reaccionó por su propia vida...

Y con Isidoro pues la cosa puede ser tal cual la comenta. Aún estando aislado en este mundo y teniendo solo encuentros esporádicos con comerciantes o exiliados, una noche sentí un pico de energía feerica que pude seguir como si de una Línea Ley se tratase para acabar dando con un estudio en el que Tedesco trabajaba con algún objeto de nuestras tierras sin saber muy bien de qué se trataba. Lo reconocí como carnal pero viendo que medio sabía lo que hacía, por su conocimiento de los míos y pasamos una buena noche de infusiones y charla distendida sobre las Tierras de Invierno (las que están en contacto con los Fiordos) y de más cosas de mi mundo. Isidoro estaba aquí por un viaje previo a su venida a la ciudad y estoy esperando a que se establezca aquí para intentar contactar con ese gran poder del que me ha hablado.

Cita:

Para que yo me estuviera dedicando a proteger a alguien de un poder oscuro, tendría que darme la impresión de ser alguien desamparado y necesitado de ayuda. Al mismo tiempo, para otro jugador supone 2 deudas además de tener un poder oscuro queriendo darle por c... Si a alguien le interesa que me comente, si no me invento algún personaje no jugador.

Otra opción que se me ocurre es que yo esté protegiendo a alguien, pero que las deudas no las tenga directamente con él/ella, sino que Eduardo Manzano (ver escena La Ciudad) fuera el intermediario que me haya pedido que le proteja y quién me deba esas deudas. Otra cosa es si el protegido tiene deudas con él a cambio o el favor de conseguirle protección fuera precisamente para saldar una deuda anterior.

Cita:

Mía Escudero, se me ocurre que esto podría tener relación con tu "Has tenido una profecía funesta sobre alguien, pero no sabes cómo ayudarle... todavía. Tienes una Deuda con él". Podrías haber tenido visiones proféticas sobre mí y querer ayudarme a salvar mi alma, y sufrir por no saber cómo hacerlo. ¿Cómo lo ves?

Cita:

Obviamente, estas 3 deudas son con "el Amo".

Isidoro

Me parece bien todo lo que has dicho! Además cuadra con la personalidad de Sara arriesgarse para salvar a alguien (porque sí, mato gente, pero tengo mi corazoncito). Cosas: mi padre está muerto (y mi madre también). Lo puse en mi presentación, pero igual lo meto por aquí. Quiero tenerte resentimiento por no haber estado cuando murieron :D. Como otras cosas que puse en la presentación pero repongo aquí, también tuve una hija y la di en adopción para que no tuviera que heredar el trabajo familiar y tal. Como estoy resentida, no te lo he dicho, pero bueno, supongo que notas que algo no te estoy contando. 
Y sí, puedo ser buena informante, y te informo de lo que pueda, aunque con cara de limón agrio, tipo "otra vez vos, Isidoro...? Ahora qué...?". Muahahahahaha, cobraré mis deudas con gran resentimiento! 

Roman 

Me gusta la idea de haberte salvado la vida por accidente. No solo fue por accidente, sino que de hecho me fue muy bien que estuvieran intentando algo contra ti, fue la distracción perfecta para perforar a tamaño troll. La verdad es que me molesta un poco que creas que te salvé la vida, porque me hace sentir culpable por el tema de que de normal mato a los de tu especie... pero también me sentiría culpable diciéndote que te vayas porque de normal mato a tu gente, así que... no sé muy bien qué hacer contigo... Así como con Isidoro quiero cobrarme las deudas con gran resentimiento (truenos truenos), contigo te mandaría a hacer cualquier cosa con tal de no tener que verte más. Tipo "ves a comprar pan... muy bien, ya está, ya me devolviste el favor", pero sé que eso no bastaría... Quizás hasta interpretes como bondad mis ansias porque dejes de sentir que me debes algo, lo que me haría sentir aun más culpable. En resumen, que no quiero abusar, si puedo hasta me cobraré la deuda haciéndote hacer algo que en realidad es bueno para ti, pero que no se note, que quiero mantener mi imagen de cazadora depresiva edgy. O quizás realmente uso la deuda para mi en caso de necesidad. Ya veremos.

Mia te parece bien si nuestro enlace por deuda se queda en un universo paralelo?

(Cosnte que Roman es un bicho raro y no va a estar detrás de Sara en plan perrito faldero. Realmente le puede incluso saber a mal el tener una deuda, pero la acepta como algo forzoso con lo que tendrá que capear...  El concepto de bondad le puede ser un poco ajeno (no es malo, pero es un poco como un crío probando dónde están los límites, hay detalles de la empatía humana que puede no comprender ;P Pero todo perfecto por mi parte... Su ilusión, en tal caso, puede ser devolverte el favor en casi las mismas condiciones en que le ayudaste, por accidente y cuando puede que realmente tuvieses pensado otro uso para que pagase su deuda...)

Antes que nada, disculpad si se me pasa algo.

Vuestras Deudas

- Propuesta de Sara García Moreno: entiendo que ha quedado anulada.
- Propuesta de Néstor Larralde: Me parece bien relacionar ambas Deudas y adjudicar cada una al otro. Habrá que ir pensando en cómo desarrollamos esa idea :p
- Deuda de Román "Le encomendaste a alguien una tarea peligrosa.": Si no me equivoco, esta sigue sin adjudicar. Así a grandes rasgos, se me ocurre que podría haberte ayudado en la búsqueda de Martina, o en algún otro tipo de situación, teniendo que acceder a algún lugar peligroso o hacerme con algún objeto en concreto para obtener información por medio de mis visiones.

Mis Deudas:

• Hay alguien que te ayuda a comprender tus sueños y visiones. Tienes 2 Deudas con él.

Me parece que lo que más encajaría sería que quien me ayudara fuera un Oráculo o un Mago, pero si a alguien se le ocurre alguna cosa puede comentármelo y lo valoramos.

• Estás ayudando a alguien a desarrollar su verdadero potencial con tus visiones. Puedes exigirle una Deuda.

Se me ocurre que esto podría encajar con Daniela Gutiérrez, ayudándola a dirigir toda esa curiosidad y afán de aventuras en alguna dirección en concreto (como por ejemplo hacia la investigación sobrenatural). Si te interesa la propuesta ya concretaremos más.

Podemos decir que cuando llegué a la tierra en busca de Martina, tú fuiste una de las primeras personas con las que me topé y no fue por accidente. Ante mi confusión, por ser mi primera vez en una ciudad carnal y no saber cómo dar con la mestiza, pudiste hacer buen uso de tus dones para guiarme hasta ella, pero tras el plantón que ella me dio, empleó algo para ocultarse de mi, ya que conocía del mundo sobrenatural pero reniega de sus raíces, así que, parte de mi problema es que soy ciego a ella, y como yo, la mayoría de gente a la que podría enviar en mi lugar. Soy consciente del engaño pero no tengo manera de deshacerlo, pero confío en que con tus dotes podrías haber vuelto a dar con ella... Aún así yo te debería la deuda de ese primer encuentro. (Si te parece bien)

Me parece bien ^^

Voy haciendo un breve resumen ahora, como para que no nos perdamos entre tanto texto. Si me he equivocado en algo, señalarlo sin miedo. Las relaciones que están trazando son más profundas pero me estoy centrando puramente en los motivos de deuda.
He tachado aquellas referentes a Npcs.

Roman

—Deuda 1:Establecida con npc vampira a la que ayudó en su primera noche está en deuda con él.

—Deuda 2: Establecida con Nuno, un npc humano con talentos mágicos, le debe a Roman por ayudarlo a huir de su padre violento sin perjudicar a su madre.

—Deuda 3: Establecida con Mia, por ayudarlo con éxito a encontrar por primera vez a la Changelling. Debe una deuda a la oráculo.

Nestor

—Deuda 1: Establecida con un npc; a detallar a posteriori con el master.

—Deuda 2: Establecida con Mia en vínculo recíproco. Nestor tiene 2 deudas porque la oráculo la pasa muy mal tratando de salvarlo.

—Deuda 3: El firme agarre del infierno. Debes 3 deudas a tu jefe.

Sara

—Deuda 1: Establecida con Román por salvarle la vida en circunstancias a puntualizar. Es acreedora de una deuda con el fata. 

—Deuda 2: Establecida con npc Laura Rueda. La cazadora está en 2 deudas con ella por siempre mantener su stock de armamento sobrenatural.  Sara, no te me adelantes. Cobrar las deudas de los npcs es una tarea que me corresponderá a mi ;). No te preocupes, ya iré a zarandearte para que no estés muy tranquila.

—Deuda 3: Establecida con Isidoro. El periodista tiene mucho ceso, pero eventualmente necesita complementar sus investigaciones con algo de músculos. Sara es acreedora de una deuda.

Mia

—Deuda 1: A establecer con un npc por definir. Ofrecida al público en caso de ideas.

—Deuda 2: Establecida en vínculo recíproco con Nestor. Tiene una deuda con él por insistir en salvarlo pero aún no encontrar la forma.

—Deuda 3: Ofrecida a Daniela, quien de aceptar le deberá una a la oráculo.

Isidoro

—Deuda 1: Establecida con un npc, un viejo profesor que ahora recurre a sus conocimientos sobre lo sobrenatural. Acreedor de 2 deudas.

—Deuda 2: Establecida con Roman. Ha prometido ponerlo en contacto con la Corte del Invierno. Acreedor de una deuda con el fata.

—Deuda 3: Establecida en vínculo recíproco con Sara, que lo salvó un tanto por casualidad de ser ejecutado por narcotraficantes, obviamente poniendo su propio nombre en la lista negra del cartel. Le debe dos deudas a la cazadora. 

Daniela

—Deuda 1: Sin asignar

—Deuda 2: Sin asignar

—Deuda 3: Sin asignar

Me gusta tu idea. Eduardo Manzano te ha pedido que protejas a cierta vampira. Puntualmente a Ali, la misma endeudada con Roman. No ha clarificado motivos.

Aquello oscuro de lo que debes protegerla es la propia ciudad. Idealmente deberías mantenerte al margen y permitir que se equivoque en terreno político, pero impedir que la alcance una (segunda) muerte prematura.

El segundo favor que te debe es tu propio silencio. Nadie, pero sobre todo ella, debe enterarse de tu boca que él ha encargado su protección. Mantener la propia protección en secreto sería una forma más facil de lograrlo, pero no le molesta que Ali sepa que tiene un guardaespaldas.

¿Te gusta la idea? ¿Tienes algo diferente en mente?

Aceptada la deuda Mía. Tenía en mente que Daniela fuera hacia la investigación pues entre la calle y entre hablar hasta con las piedras se entera de cosas facil xD

Cita:

Inocente de mí, aún tenía la esperanza de que algún otro jugador estuviera interesado. Pero veo que no va a ser así, de modo que esta idea tuya me parece perfecta.