Partida Rol por web

Y entonces llegaron ellos.

Camuflados con sus trajes de chaqueta, distorsionados con sus gafas de sol

Identificados como personajes normales

Ocultando un secreto aún por revelar

Iniciando un futuro que era inevitable...

Era una mañana normal, Corey despertó en su desordenado departamento, poco a poco planifico su día en su cabeza. Levantarse, ir al baño, cambiarse, leer algo rápido, desayunar e irse al trabajo. La estación de policía no quedaba lejos, así que se dio el gusto de quedarse un rato más dando vueltas en la cama.

Como era ya usual, la hora se le fue de las manos y era tarde, todo el plan a la basura "Otra vez tarde! a lo mejor si me apuro todavía puedo estar en buen horario!" pensó dandose animos

Se levantó velozmente de la cama con un salto, corrió a cambiarse, desayunó lo primero que pudo encontrar. Finalmente salió del departamento. Vivía en un séptimo piso, así que esperó el ascensor. "Es tarde, pero este es un lujo que puedo darme" bromeó en sus pensamientos.

Cuando al fin el ascensor abrió sus puertas, Corey se encontró con dos hombres enchaquetados con gafas de sol, a quienes jamás había visto antes en el edificio.

-Buenos días ¿A qué piso van? - preguntó el joven policía, aunque ninguno de los dos hombres respondió.

Qué raro... pensó a la vez que presionó el botón para ir a la planta baja y se acomodó justo enfrente de ellos, dandole la espalda y mirando la salida.

A penas habían bajado dos pisos, cuando el hombre a su derecha presionó el botón de emergencia. El cual detenía el ascensor por completo en donde estaba

-Qué? Por qué hiciste eso?! -

rápidamente uno de los hombres a su espalda lo tomó por el cuello. Corey intentó forcejear pero era tarde. Antes de que quisiera intentar nada, sintió un pinchazo, y poco a poco su visión se tornó oscura  quedando finalmente inconsciente.

En una mañana como otroa dia cualquiera, Ryo, desperto calmadamente despues de que la ruidosa alarma lo quitara de su sueño al sonar. Ryo era una joven promesa de la Hosteleria con su innovadora cocina, con diversas recetas y deliciosos postres capaces de hacer sentir flotar a sus clientes. El, que apenas sin llegar a los 20 años, ya era dueño de su propio restaurante llamado "Restaurant Aldini" era famoso y en poco tiempo se empezaba a oir entre famosos del futbol y la televisión, el establecimiento fue abierto en una de las calles de Roma, pues Ryo, viene de familia cocinera y por parte de madre italiana, el joven queria tanto a su madre, que cumplio lo que una vez le prometio antes de que ella muriese en Japon, dejando Ryo esas tierras y a su padre para comenzar su vida "solo". 

Despues de levantarse y salir de ducha, se preparo un cafe solo para terminar de espabilar. De fisionomia delgado pesando 59 kilos y con 1.70 de altura, le hacia pasar desapercibido por lo que se hablaba de que los asiaticos eran "Muy bajitos".  Mientras salio con un pantalon negro de traje, cojuntando con una camisa blanca elegante con botones, metiendo los bordes de su prenda superior dentro del pantalon colocando un cinto de cuero negro con unos zapatos igual de tendencia, camino hasta su auto con la extraña sorpresa, que al revisar su telefono movil, tenia 1 llamada perdida de un numero desconocido, eso le alarmo pero continuo arrancando su coche, un Audi TT, en color rojo. 

Una vez que llego a su Restaurant, algo le parecio peculiar, todo estaba demasiado tranquilo, era muy sospechoso y las cerraduras parecian forzadas, Ryo comenzo a caminar despues de aparcar su auto entrando en el establecimiento cuando armado de valor, ve su Restaurant, totalmente destrozado, en ese momentos la ira recorrio su cuerpo, apesar de ser una persona callada y silenciosa, en realidad se contiene de su fuerte caracter que lo vuelve loco. Comenzo a romper sillas, mesas para desahogar su ira hasta que se calmo y su movil comenzo a sonar, era muy casual pero de nuevo era un numero privado, Ryo temia si tomarlo o no pero lo hizo con coraje

Quien es?!! !Que quiere!! 

En aquel justo momento, ve a 2 hombres entrar al Restaurant, ivan vestidos de un traje negro, con gafas de sol y una bonita corbata negra que iva compaginada con el fondo blanco de una camisa blanca. Ambos con seriedad se acercaban mientras Ryo dejaba de estar de rodillas en el suelo para ponerse de pie. 1 de los hombres, que tenia una coleta de caballo, tomo con fuerza el brazo derecho del joven, a lo que se sorprendio pensando Ryo, que venian a ayudarle, en ese segundo, el joven, tratra de golpear con su puño izquierdo al que  lo sujeta, cuando el 2 hombre, coloca algo fuerte en la nariz del pelinegro con una gasa que lo deja sin fuerzas, apagando su vista dejandolo todo oscuro

Llevaba ya 28 horas en urgencias, un accidente nos había traído varios pacientes de extrema gravedad, había pensado que mi turno seria agitado, pero esto, era un caos, por lo menos ya estaban estabilizados, pero habíamos perdido a un niña pequeña, me sentía frustrada, como le explicaría a los padres cuando despertara que su hija había muerto, sería terrible, si no fuera por Lola, la Psicóloga tendríamos más estrés sobre nuestros hombros.

La policía entraba y salía tomando los reportes médicos, otros del FBI también, al parecer el bus había chocado con una camioneta que se daba a la fuga por temas de drogas, menudo embrollo, termino de firmar la última ficha para tomarme un descanso, por fin una taza de café y un bollo de la cafetería.

Finalmente en la sala de residentes podía sentarme con mi café, tome un sorbo y me apoye con la cabeza hacia atrás mirando el techo, tan solo un instante en que mis ojos se cerraron, cuando abrieron la puerta.

-¿Doctora Havelling?...- sin abrir los ojos levante la mano y dije... -un momento por favor...- sus voces no eran familiares, entonces oí que se movían y acercaban, la taza de café se quebró en el suelo y dos hombres enchaquetados y con gafas de sol, cubrían mi nariz y boca con un pañuelo...clorof-

Mas no supe nada, apenas había logrado verles y menos reaccionar, de pronto la niña que había fallecido me miraba desde la puerta y sonriente podía entender que gesticulaba un "gracias"...

Han pasado varios días desde que dejasteis de lado la vida en libertad en vuestras respectivas localidades. Estáis confusos sobre vuestro paradero, pero solo hay una cosa clara: ya no estáis a salvo.

Encerrados en celdas especiales que impiden cualquier tipo de escapatoria, os sentís sucios, observados y con un gusto en la boca a productos químicos; perfectamente habéis podido recordar que os han estado examinando en otras salas pero... ¿qué es lo que quieren realmente de vosotros?.

Hace tan solo unos minutos os han llevado a una sala más amplia, veréis como han ido llegando otras personas que van vestidas con el mismo uniforme que ustedes: unos pantalones y camisa blanca, dejando caer la posibilidad de que son otras personas con capacidades "especiales".

Al ingresar a la sala, el joven policía no pudo más que empezar a caminar por ella, dando vueltas y vueltas, pensando.

¿Porque nos examinaron?¿Que quieren de nosotros?¿Quiénes son estas personas en la habitación? Nunca había visto a ninguno de ellos ¿Será que tal vez todos nosotros tenemos algo en común? Sea como sea, Tengo que encontrar una manera de escapar pero por ahora tendré que esperar y ver que sigue... Lo último que recuerdo es aquel ascensor, y esos dos hombres... me inyectaron algo. ¿Será una broma pesada? Nah! nadie iría tan lejos... Pensó, a la vez que comenzó a caminar de lado a lado en la habitación, observando todo, como buscando algo que le diera una pista aunque sin suerte.

¿Conocerán mi don y ese es el motivo? De ser así, estas personas también tienen dones..esto sin dudas no fue un secuestro al azar... No hay muebles, nada que me dé una pista.

Al ver que ingresó un nuevo compañero a la habitación, Corey dijo en voz alta -"Bienvenido al club!" casi que instintivamente, buscando un humor en la situación que claramente no existe.

Lo mejor será ser invisible... no volveré a llamar la atención de esa forma.

Luego ingresó una persona más a la habitación.  ¿Vendrán más? Odio esta sensación, nos estan observando. ¿Alguien aquí sabrá más que yo sobre la situación?... se preguntó a sí mismo, mientras se ubicaba en una de las esquinas de la sala buscando respuestas y repasando lo sucedido en los últimos días.

Después de unos días donde la confusión, el agobio la desesperación y el lamento se cubrían por completo haciendo que tu propio cuerpo y mente se ebtumecieran  quedando Sin respuestas ni vida, pasando por pruebas y exámenes costando donde no te daban ni alimento para incrementar la falta de energía,  a base de sedantes y calmantes dejando el cuerpo y la mente colapsados, Ryo que era una persona de mente fuerte, ni si quiera se reconocía a el mismo, con un uniforme blanco como un pijama de enfermo de hospital, lo trasladaban dos fuertes hombres que lo cargaban con las manos atadas

Es chino de verdad?  

-jaja si lo es tío 

Cosas como esas tuvo que escuchar, pues Ryo era de un color bronceado de tez y sus ojos grandes y labios carnosos le hacían ser muy atractivo y con frecuencia se dudaba si era asiático,  pero eso no le molesto tanto como cuando tuvo que oír el sarcasmo de uno de los presos donde lo ivan a encerrar , Lo  miro sin palabras pues no entendió aquel gesto de gracia cuando ni si quiera podía relamer sus labios por tanto sedante. Quedándose en el suelo después de lo que lo lanzarán con fuerza,  apoyo su espalda a la pared y juntando sus piernas llevando su rostro entre ellas, se abrazo de brazos  y quedo en silencio sin decir nada .

¿Cuantos días han pasado?, una respuesta poco clara, había perdido por completo la noción del tiempo, si era de día o de noche, nada, sometida a múltiples pruebas que buscaban comprobar no se que cosa, me mantuve en silencio soportando a no dar mas, dejando de usar ese don que hace unos meses despertó en mi; aun lo recuerdo, si, el llanto de un bebe, una quemadura en su bracito, lloraba con desesperación, abandonado en la calle, pobre criatura, mis manos tocaron su brazo queriendo quitarle esa angustia, un fulgor dorado y la ampolla había desaparecido, el bebe de hermosos ojos azules me miraba como dando las gracias...sonriendo...no debo olvidarlo...sonriendo.

Mi mente vagaba en mis recuerdos buscando la forma de escapar a todo lo que estaba viviendo, múltiples fármacos que no lograba identificar me obligaban a ingerir, pacientes de una tortura sin explicación, cuando de pronto me llevaban nuevamente a aquella sala, no mas por favor, no mas...

Pero esta vez me lanzan a una sala donde otras personas están ahi, uno de los chicos parece bastante animado, el otro tan perturbado como yo, apoyo mi espalda contra la pared y doy gracias por no haber ido a ese cuarto.

El ambiente estaba convirtiéndose en una trampa de por sí.

Las personas de vuestro alrededor estaban nerviosas, tenían pánico.

A pesar de que vuestro principal sentimiento es el desconcierto, se puede ver que para otros estar meramente confundidos o desorientados era una bendición en comparación con sufrir el miedo a lo desconocido.

De repente sonó un megáfono, dijeron un nombre que no pertenecía a ninguno de vosotros y una de las muchachas que había allí en la sala se dirigió a la puerta donde unos hombres con traje de aislamiento se la llevaron.

En cuanto desapareció la mujer algunos comenzaron a llorar presas de sus emociones.

Se recuerda a todo el personal que cualquier intento de fuga, violencia o disturbio podrá desencadenar medidas protocolarias de contención máxima

Pasaron las horas cuando algo hizo que Ryo dejará la postura con la que estaba, un sonido diferente a los lamentos y reprimendas sonó con fuerza como un megafono", fue extraño pero mencionaron un nombre femenino que provocó un asombro pues la joven se levantó algo decaida al punto que sus párpados estaban hinchados y su era pálida casi sin vida, unos guardias la esperaban con una livianos sonrisa mientras Ryo recordaba, el momento en que le desnudaron y bromear on con sus ropas. Dando un leve suspiro después de que con el megáfono dieran una amenaza como advertencia, miro al joven que estaba a su lado, mirando a la chica que acabo de entrar y dijo:

Uhm..me niego a morir aquí. .. sin hacer nada, ustedes que dicen?

Miro a los presentes mientras su mirada era seria y segura, con su tomo de voz claro pero bajito casi susurrando

Perdón,  solo sugerí con mi personaje algo pero puedes decirme que no tranquilamente jefe, disculpame

Al ver que se llevaban a aquella mujer de la sala, Corey solo pudo encontrar más y más preguntas. ¿Por qué están haciendo esto? Ponernos a todos en una sala, luego ir sacándonos de a uno... no es de sorprenderse que estas personas estén tan atemorizadas. He visto cosas horribles en mis años con la policía pero nada como esto. Debo encontrar una forma de salir, de nada sirve hundirse en el miedo a lo desconocido.

Al escuchar a Ryo, el policía lo mira - Al fin alguien dice algo con sentido en este lugar! - exclamó, teniendo cuidado de no elevar su tono de voz -Pero... seamos realistas. De momento no se me ocurre nada que hacer, no sabemos dónde estamos ni quienes son estas personas... ¿Alguna idea?. - preguntó mientras recorría a los presentes con su mirada y continuó hablando- estoy seguro de que no queremos activar esas "medidas protocolarias de contención máxima" por un movimiento en falso - hizo una breve pausa y continuó -   Mi nombre es Corey, por cierto. Dijo el joven, que comenzó una vez más a caminar despacio por la habitación, ya no buscando respuestas, esta vez lo que buscaba era no caer en el temor para así mantener su mente clara y enfocada en buscar una salida.

Si encuentro una salida, puedo usar mi don para escabullirme y buscar ayuda... Es lo único que se me ocurre. Si estas personas también tienen dones seguramente podremos salir. Algo es seguro, no lograrémos nada si no trabajamos en equipo. pensó.

Lo decía yo jaja 

No diga eso jefe jeje, Me gusta mucho la trama