Partida Rol por web

Vademécum del mal

Un extraño ejemplar - Escena de Juego

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30/03/2020, 10:49
Director

Tomás Belgrano ahora, una vez incorporado, se abalanzó contra el doctor, y ambos forcejearon en el sofá, donde habían quedado medio tendidos y dando tumbos. Acto seguido rodaron sobre el suelo, golpeando ambos la mesa de madera que allí había. Finalmente, el doctor logró darle un puñetazo que le provocó un latigazo hacia atrás.

Entonces, Ramiro Ledesma, al verse encañonado se asustó aún más (y al mismo tiempo quedó desconcertado, pues la pequeña pistola la había sacado su propia secretaria, y jamás pensó en una situación ni tan siquiera algo parecida). El caso es que Ramiro, con el cañón apuntándole a un par de metros, se cubrió el rostro con las manos, asustadísimo, y con el aspavientos de éstos golpeó el jarroncito y éste cayó en el suelo, quebrándose aquella valiosa pieza que, sin duda, debía ser una antigüedad. Claro que, tras esta amenaza, Tomás no se detuvo, ni tampoco dijo palabra.

Mientras el inspector Marro se quejaba en otra zona del comedor con el hombro sangrante, seguro que maldijo para sí a Belgrano; en ese momento, como si de una respuesta certera se tratase, Valerio apareció por detrás del sirviente y entonces lo atrapó por detrás mediante una pinza, rodeando sus muñecas. Belgrano aún tenía el cuchillo en su mano, pero Valerio logró reducirle hasta hacerle soltar el filo.

Ahora el mayordomo estaba con la manos hacia atrás, retenidas y sujetas por Valerio. El doctor estaba junto a Virginia y ésta encañonaba a don Ramiro, tumbado y acongojado en el suelo. Marro con su mano en el hombro, había vivido el segundo lance con la incredulidad del primero.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Valerio, haz una tirada de Disputa (sólo tú), contra otra de disputa de Tomás, para ver si logra zafarse. Si tú resultas vencedor, el combate se acabará; si vence él, se liberará y ... bueno. El resto podéis hacer/decir lo que queráis.

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30/03/2020, 12:39
José Alfonso Marro Gambin

Marro se acercó aun dolorido a Ramiro y le miró a los ojos. Si estaba haciendo teatro, lo estaba haciendo muy bien. Parecía que realmente su mayordomo estaba metido en el ajo y él no sabía nada. Algo que realmente le extrañaba bastante. ¿Tantas molestias por un condenado libro de brujería? Podía ser muy caro y muy antiguo, pero no parecía valer el precio que se estaba pagando por él. Al fin y al cabo, la brujería no era más que leyenda y superstición. O eso pensaba el sargento.

Tranquilo Ramio, está todo controlado. - Le dijo antes de ponerse en pie. 

Si al menos llevara mis grilletes... - Chasqueó la lengua mientras se acercaba a Valerio y al demente mayordomo por tal de tratar de ayudar al militar. Debían reducir a Tomás e interrogarle antes de ponerlo en manos de las autoridades competentes.

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30/03/2020, 13:33
Virginia Echagüe

Levanto las cejas y me muerdo el labio inferior, me encojo de hombros y guardo de nuevo la pistola en el bolso. Sonrío maliciosa.

—Siento el susto, jefe. Así hemos podido comprobar que Tomás era un infiltrado y que usted no tiene nada que ver con él.

Suspiro.

—No sabe cuánto me alegro. Me cae usted muy bien. Bastante con el chafón de nuestro camarada el mayordomo, lo siento.

Y miro a Tomás de reojo, despechada ¡Qué decepción! ¡Con la clase que tiene este hombre! ¡Libro del demonio!

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01/04/2020, 23:29
Dr. Jose Maria Rocavila

Tras el forcejeo con el mayordomo había acabado junto a Virginia y cerca de Ramiro. Por fin había vuelto a guardar la pistola en el bolso. El pobre señor Ledesma se había llevado un susto de muerte. Se acerco a él, para protegerle y que dejará de temblar.

En otro lado de la habitación Valerio intentaba retener al mayordomo mientras el inspector acudía en su ayuda. Si eran capaces de controlar a Tomás podrían obtener información de él y sería momento de atender el hombro del inspector.

- Sujeten a ese loco. Nos tendrá que contar lo que sabe.

Miro a mi alrededor buscando algo que nos pueda ayudar para atarle o retenerle. Le pregunto a Ramiro

- Donde puedo encontrar algo para sujetarle.

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03/04/2020, 00:52
Valerio Buendía

- Donde puedo encontrar algo para sujetarle.

- ¡El cinturón! ¡Atenle con su cinturón! -digo forcejeando con esfuerzo-

- ¡Deje de hacer Fuerza, demontre! -recrimino al ahora MUY despedido mayordomo- ¡Que se va a hacer daño!

Lo digo como lo pienso: o este hombre está más fuerte de lo que parece, o yo me ha cansado demasiado los brazos para hacerle soltar el cuchillo. 

- ¡¿Es que quiere romperse la muñeca?!

La última vez que tuve que hacer algo así fue en Barcelona. Muy triste sentirse viejo a estas alturas de la vida.

- ¡¡Ayúdenme, que se suelta!!

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Ups!

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03/04/2020, 04:38
José Alfonso Marro Gambin

- ¡Joder! - Gruñó el sargento. - ¡Está usted detenido! - Le gritó Marro mientras se abalanzaba sobre él para tirarlo al suelo y tratar de inmovilizarlo. - ¿Me oye Belgrano? ¡No se resista o va a empeorar aún más las cosas!

Lo cierto era que aquel hombre, aquel fanático, se resistía con uñas y dientes. Iba a acabar detenido, pues peleaba como lo hacían todos. Pataleaba, se revolvía y lanzaba cabezazos, pero no sabía cómo acabaría aquello. Esa era la ventaja del policía, Marro si lo sabía, Belgrano acabaría amarrado en el suelo más tarde o más temprano.

- Tiradas (1)
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03/04/2020, 10:33
Ramiro Ledesma

Pese a que Valerio lo tenía retenido por la espalda, el mayordomo Belgrano logró encajarle un codazo al militar, y después se agachó y se pudo zafar. Mientras tanto, Virginia guardó su pequeña pistola mientras trataba de calmar (o al menos hablar) con su jefe don Ramiro. Por su parte, el doctor vió por allí, en medio de todo el lío, una cortina de la ventana de ese comedor arrojada en el suelo. Sobre ella estaba el lazo de la misma, y lo tomó para tratar de sujetar al mayordomo. Acto seguido, sin embargo, tras zafarse Belgranoo, el propio inspector Marro, algo herido se abalanzó sobre él para tratar de calmar esa situación.

El inspector rodó y rodó por el comedor; Belgrano estaba sobre él, a veces, y a veces debajo. Ambos se enzarzaban en una larguísima lucha de fortaleza en la que, finalmente, Tomás le precipitó un puñetazo en todo el rostro al inspector*. ¡PAAAFFF!

¡Por favor, Tomás! -gritó Ledesma, aún fuera de sí-, ¡Para ya, desgraciado!

- Tiradas (6)

Notas de juego

*Este puñetazo no lo contabilizo con daño, porque no estábamos en combate in situ.

Sigue el combate (el tipo no cesa):

Estados:

Marro: --> actúa y lanza dados (Disputa si es para atacar)
Rocavila: ileso --> actúa y lanza dados (Disputa si es para atacar)
Valerio: ileso --> actúa y lanza dados (Disputa si es para atacar)
Virginia: ilesa --> actúa y lanza dados (Disputa si es para atacar)
Tomás: ileso --> ataca a Virginia con sus puños (el cuchillo anda tirado por el suelo)

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03/04/2020, 10:51
José Alfonso Marro Gambin

El sargento volvió a abalanzarse sobre Belgrano. Aquel hombre era la clave de todo. Tenían que detenerle como fuera, no podía escapar de ningún modo y menos podían  permitirle que volviera a hacerse con un arma.  Lo primero de todo era la seguridad de todos ellos.

¡Virgina, agarre el cuchillo! - Le pidió con premura. 

Marro trataría de tirar al suelo a aquel demente y una vez allí inmovilizarle con las manos a la espalda. Esperaba que Valerio también se tirars encima. Entre los dos sería mucho mas sencillo.

- Tiradas (1)
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03/04/2020, 11:31
Virginia Echagüe

Arrepentida de haber guardado el arma iba a volver a sacarla del bolso cuando la orden de Marro me mueve como un resorte.

Me lanzo a por el cuchillo con idea de blandirlo y clavárselo en una pierna si hiciera falta. Algo me empieza a decir que esta gente lucha a muerte, y eso, además de darme cierto repelús, me hace pensar que Tomás no hablará así como así.

- Tiradas (1)
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03/04/2020, 13:49
Valerio Buendía

Tan pronto como me recupero del codazo intento repetir la maniobra, esta vez combinándola con un buen puntapié en la canilla para ayudar a derribarlo. Los rifeños se dejan coger con menos aspavientos. Intento aplicar toda la fuerza posible para reducir el esfuerzo del inspector: me preocupa que se desangre si hace demasiada fuerza o se excita de mas. El lazo de la cortina también valdrá. 

- ¡He dicho que se esté quieto, desgraciado! ¡Ha perdido la sorpresa y somos más! ¡Se acabó!

Se sigue revolviendo

- ¡Deje de hacer el animal!

- Tiradas (1)
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03/04/2020, 17:51
Dr. Jose Maria Rocavila

Tras recoger el lazo de la cortina el doctor se dirigió de nuevo hacia Tomás para ayudar a sus compañeros a neutralizarle. Este bastardo se estaba resistiendo y vio como Virginia empuñando el puñal se lanzaba contra el mayordomo. En ese momento grito:

— Cálmese Tomás o saldremos todos heridos o algo peor. Usted tiene las peores cartas en esta partida.

Mientras forcejeaban el doctor miro a Tomás intentando averiguar si podía estar bajo el influjo de alguna sustancia. Su resistencia y estado actual no podía ser normal.

- Tiradas (1)
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05/04/2020, 11:03
Tomás Belgrano

Tomás se abalanzó ahora contra la joven Virginia, con el puño cerrado en la corta carrera. La joven, sin embargo, tal vez impulsada por las palabras del inspector Marro, se abalanzó sobre el cuchillo arrojado en el suelo, y en el mismo instante en que Belgrano estaba sobre ella, rodando en el suelo, la hoja del arma se incrustó en el pecho del mayordomo, sujeta por las manos de la secretaria.

¡Uuuggghhh! -gritó secamente Belgrano-.

Acto seguido, el doctor trató de echar el guante al mayordomo, pero éste, aún habiéndosele clavado el cuchillo en el costado, le propinó un pequeño codazo para retirarle, sin apenas daño. Eso sí, Valerio y Marro se abalanzaron contra él, y el primero de éstos llevaba la cinta de la cortina del comedor en sus manos. El peso de los dos, finalmente, fue sufuciente como para hacer desistir al malhumorado mayordomo.

¡Soltadme, bastardos! -gritó entonces-. En su costado sangraba, aunque la herida no le haría perder la vida, y Virginia aún tenía el cuchillo entre sus manos. Finalmente Tomás se detuvo: ahora estaba sujeto con las manos a la espalda, atadas. A un lado seguía don Ramiro, aterrorizado por lo que estaba contemplando, pues no conocía a su mayordomo por su actitud.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Fin del combate.

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05/04/2020, 11:38
José Alfonso Marro Gambin

Marro ayudado por Valerio, sentó a Tomás en un sillón  con la corre de su cinturón junto con la del propio Valerio anclaron a aquel hombre a la silla. El sargento estaba dolorido. La herida que le había producido aquel hombre durante el forcejeo no era poca cosa. Dolía y sangraba y tendría que pasar por un hospital a que le cosieran el corte. Marro estaba cabreado y no dudó en abofetear a aquel bastardo un par de veces.

- ¿Qué coño ha sido eso? - Le gritó. - ¡Vas a acabar en un puto calabozo! - Le soltó un nuevo guantazo. - ¿Me oyes, imbécil? 

Alguien agarró a Marro separándole de Belgrano. El agente estaba muy alterado, algo que era normal, tras haber sido apuñalado. Internamente agradeció que le apartaran del detenido, pues no quería seguir golpeándole, o más bien, no quería que uno de aquellos golpes se le fuera de las manos. Resopló y trató de calmarse. Entonces volvió a la carga.

Está usted detenido... - Le dijo. - Por intento de homicidio y lesiones. 

Se acercó a Ramiro y le ayudó a levantarse del suelo. Él todavía estaba perplejo con lo que acababa de acontecer. Éste le acompañó hasta la cocina, donde tenía un pequeño botiquín y con una compresa estéril y un poco de esparadrapo taponó la herida que le había producido el mayordomo.

Vamos a tener que avisar a las autoridades. - Le dijo a Ramiro. - ¿Lo entiende, verdad? - Le preguntó. - ¿Puede llamar usted? Mientras tanto, trataremos de sacarle algo de información al imbécil de su mayordomo. ¿Cuanto hace que trabaja para usted? ¿No se dio cuenta de nada? ¡Ese hombre está loco!

Notas de juego

Licencia con lo del botiquín.

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05/04/2020, 13:02
Valerio Buendía

Valerio apartó al policía. Había costado dos heridos coger a aquel tipo vivo como para que ahora lo moliesen a palos. (No es que él mismo no tuviera ganas, pero cuando te han disparado y amenazado con un pelotón, un codazo en las costillas no duele tanto). 

- Vamos a calmarnos. Y si, en efecto: va a haber que llamar a la policía pero dudo que nuestro anfitrión haya tenido tiempo de reponer el teléfono destruido. Vamos a aclararnos un momento antes de involucrar al vecino o al portero ¿de acuerdo?.

Se volvió hacia los asistentes: 

- ¡Doctor! Échele un vistazo a los heridos. ¡Virginia! Por favor, usted que sabrá donde está: busque una botella y unas copas. Sobre todo para el señor Ledesma. 

Y otra vez al mayordomo:

- En cuanto a usted... vamos a ver genio: ha intentado usted apuñalar a cinco personas, dos de ellas armadas. De lo que deduzco que algún condicionante externo le ha llevado a tomar una decisión estúpida. En manos de la jurisdicción civil, tendrá suerte si llega a juicio porque la policía se toma muy a mal a los asesinos de compañeros. Pero si tiene verdadera mala suerte, puede acabar en manos de la administración de justicia militar por agredir a un oficial del ejército, y terminar esperando el garrote vil mientras hace trabajos forzados hasta desfallecer en el penal de Ceuta. Rodeado de prisioneros de guerra rifeños que sacan ojos y se comen* a los trabajadores de cuello blanco como usted. Así que... o empieza a ganarse mi buena voluntad y la del inspector inmediatamente o se acabó para usted.

Pausa de efecto

- ¡¿Me entiende?! 

Notas de juego

* Modo prejuicios de Europeo de los años 20 ON. Supongo que si de verdad se comieran a la gente en el penal de Ceuta yo lo sabría. Pero el mayordomo a lo mejor no XD. Además lo de comer puede ser también metafórico

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05/04/2020, 20:31
Virginia Echagüe

Asiento con cara de profesional y levanto una ceja. Miro al puñal que tengo en la mano y luego a Valerio. Me encojo de hombros y lo dejo sobre una mesita.

—Claro, claro, una copa nos vendrá bien a todos.

Agarro la botella y las copas del mueble bar. Suspiro hondo.Todavía siento el sabor de la perdiz en la boca de mi estómago, como si dudara si digerirla o vomitar. Menos mal que Tomás no ha optado por el veneno. Hay que ver que simple ha sido este hombre atacando así, sin ton ni son.

Le lleno una copa de su licor favorito a mi jefe. Le miro tratando de poner cara de niña buena.

—Tenga jefe, un pequeño refrigerio.

Luego le ofrezco a los demás, al doctor, a Marro, y por último a Valerio, que parece un militar apuesto de folletín, manejando tan bien la situación, aunque diciendo barbaridades. Por lo menos no menciona la sodomía.

A él le sonrío y pongo cara tonta, como diciendo "menuda se ha liao", espero no parecer demasiado frívola, o estúpida. Frunzo un poco el ceño contrariada y trato de parecer seria, apoyuándome donde sea, con los brazos cruzados, a ver qué dice Tomás.

Notas de juego

Edito: he cambiado la primera línea.

Edito II: he corregido alguna errata.

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06/04/2020, 08:55
Dr. Jose Maria Rocavila

Me levanto del suelo y recompongo un poco tras la refriega. Miro a mi alrededor cuando el inspector esta abofeteando a Tomás, por suerte Valerio interviene rápidamente. En ese momento busco mi maletín que ha quedado junto a la silla donde me había sentado.

— Señores creo que antes de avisar a la policía deberíamos ver si podemos obtener información de este sujeto. Ya tendremos tiempo de dejarlo en manos de las autoridades mas adelante.

Veo que José Alfonso se dirige a la cocina con Ledsema para curarse el hombro y decido acercarme al mayordomo para echar un ojo a la puñalada en el pecho. Luego echare una ojeada al hombro del inspector.

— ¿Que ha echo usted? ¿Se ha vuelto loco? Mire la que ha liado. — Le digo a l mayordomo, mientras exploro la herida. — Con lo bien que se ha ocupado de usted Ramiro y le traiciona de esta forma. ¿Quién esta involucrado en el robo del libro? ¿A quien se lo ha contado?

Mientras le atiendo y lanzo preguntas al mayordomo también esta Valerio haciéndole preguntas. Echo un vistazo hacia la cocina y veo como Marro sigue con sus curas en el hombro y Ledesma empieza a tranquilizarse. Vuelvo a mirar a nuestro atacante y le digo muy serio.

— Cuéntenos lo que sabe, hombre. Si vuelve el inspector no respondo por sus actos.

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06/04/2020, 10:45
Ramiro Ledesma

El tipo fue atado y sentado en una silla. Recibió las bofetadas del inspector, pero nada dijo salvo escupir un poco tras los golpes.

U... unos años -dijo Ramiro, aún asustando y retraído en una esquina-. No entiendo... cómo... ¡Tomás! -vuestro amigo aún seguía sin creerse cómo Belgrano, su fiel y dócil mayordomo, había intentado matar a sus amigos en su propia casa. ¡Qué diantres es ésto...! -luego suspiró profundamente- Como bien dice Valerio, no hay teléfono -Ramiró se levantó y se acercó hasta el teléfono, que ahora estaba en el suelo, en una esquina, pero tenía el cable cortado de cuajo.

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06/04/2020, 10:46
Tomás Belgrano

Las palabras de Marro no amilanaron al tipo, pero las de Valerio tampoco, aunque cabe reconocer que su atención a las del militar le hicieoron que prestara más atención a éste. Virginia regresó con copas y el licor favorito de su jefe, tomado de su propia biblioteca. Al ser ofrecido, Ramiro negó con la cabeza, y tenía el rostro compungido. La verdad es que no tenía ningunas ganas de beber (y el almuerzo de mediodía, desde luego, se le debía haber agriado en el estómago). Luego marchó con Marro. Su voz aún se oía en el comedor.

Idos al infierno, no conseguiréis nada, ¡NADA! Ellos no lo permitirán, ¡sois unos ilusos! -os dijo Belgrano como en general, sin referirse a nadie en concreto-. Tenía delante al doctor, que trataba de verles las heridas, pero el mayordomo no se dejaba, ni tan siquiera movía un músculo o hacía caso a Rocavila.

Notas de juego

Para tratar de sonsacarle algo, tenéis que hacer una tirada de intelecto. Si le aplicáis algún castigo físico, pues de físcio (pero perderá un punto de vida).

Son más o menos las 15:00 horas.

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06/04/2020, 11:25
Dr. Jose Maria Rocavila

Mientras intento que Tomás me deje mirar la herida sigo probando para que me cuente porque nos ha atacado.

— Señor este quieto, déjeme echarle un ojo a esa puñalada.

Tras unos minutos forcejeando con el mayordomo para que me deje atenderle, decido abandonar mis intentos. Me levanto y me dirijo hacia la cocina para mirar el hombro de don José Alfonso.

— Este hombre es imposible. Inspector quiere que le eche un ojo a ese hombro.

- Tiradas (1)
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06/04/2020, 12:38
Virginia Echagüe

Toda mi vida he cotilleado las notas y los libros de mi padre. Los masones van de ilustrados por la vida, en su mayoría sólo son chupatintas que quieren medrar pero los hay que se creen sus ceremonias y esas cosas. Me inspiro en las fantasías de algunos de los de la rama de los masones luciferinos, que creen que Lucifer fecundó a Eva dando lugar a los cainitas y disparates por el estilo. Las jeraquías de demonios y cosas así. Quiero marcarme un farol del copón santo, y ganar al enemigo en su terreno, que es la manipulación por el miedo y la superstición. Pero primero me tomo mi tiempo en avisar a mis compañeros, no vayan a pensar que estoy loca de atar.

Les guiño un ojo a cada uno, menos al jefe, por si acaso, que no me fío del todo de él, y luego me pongo frente a Tomás.

—A ver, Tomasito ¿Crees que esto es casualidad? ¡Nada es casualidad infeliz! ¿A quién sirves tú? Seguro que a un mequetrefe de la séptima jeraquía, ¿Abaddón? Bah, da igual. Son todos igual de patéticos, emperifollándose con su espectáculo de sombras. Pero, amigo mío, mi señor es más poderoso que el tuyo, como se demuestra que tú estás aquí atado, y yo aquí, humillándote, humillando a los papanatas que te han ordenado que te suicides, infeliz. Vamos ¿Donde están ahora esos que se te presentaron como los gallos del gallinero? Riéndose de ti, imbécil ¿O crees que esto acabará con tu muerte?

Abro más los ojos poniendo una cara de bruja loca que he ensayado frente al espejo desde los once años.

—¡Buuuuu! , les has fallado y te reservan un puesto de sufrimiento en su nicho de eternidad sufriente… Así que… te propongo, vil Tomás, que sigas siendo vil… y confieses todo lo que sabes, venderles a alguien superior es más honroso que simplemente fallarles… Y te doy mi palabra que mi señor te protegerá… Pero si no…

Agarro el cuchillo y tomo una de sus orejas entre mi índice y mi anular. Muevo el cuchillo despacio, no quiero cortarle la oreja entera pero sí, no sé, medio centímetro, me da repelús pero me debo al papel.

—Como no nos sirvas, te liquidamos y tu castigo merecido empieza hoy… Tu… cadáver… desorejado… gritando en algún… pozo… de oscuridad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Edito: he cambiado una expresión anacrónica, nada que cambie el sentido.

Edito II: añado la tirada de "Intelecto"