Partida Rol por web

Vaesen: A wicked Secret and Other Mysteries

Cantina local/Off topic

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15/10/2020, 00:22
Auri

Uy... jajajaja se me ha colado esa "A" XD no tengo intención de cambiarle el nombre, ¡tranquilo! jajajajaja

Vale, perfecto. Confianza plena en padre entonces. ^^ 

Sí, me refería más al trauma por el cual adquirí la visión, que doy por hecho que te lo he contado. Vamos, que salvo el Secreto Oscuro, dudo que Ebba (ahora sí XD) guarde ningún secreto contigo. Lo necesitaba para el final de mi historia. En breve la subiré.^^

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15/10/2020, 11:24
Auri

«Aquella noche había luna llen…

Ebba yacía recostada sobre su lec…

Los blandos almohadones…».

El papel, arrugado, termina en la papelera. Inspiro. Mojo la pluma de nuevo, me sujeto la mano temblorosa con la otra, cierro los ojos un instante y los vuelvo a abrir.

Vuelvo a empezar.

«No podía dormir.

La noche anterior a su séptimo cumpleaños, la pequeña Ebba no podía dormir. Con sus enormes ojos marinos completamente abiertos, aburrida de contemplar los frescos del techo a la tenue luz de un candil, dio varias vueltas completas en la cama, mientras los minutos se sucedían como si de años se tratara y la manecilla del reloj de pared que en su cuarto había sonaba cual trueno que presagia tormenta, lenta, inexorable.

Tras un par de horas en las que en el suelo acabaron las sábanas y varios de los almohadones, a sus pies, la niña finalmente se levantó. Cogió el candil cubierto que siempre daba luz en su habitación, el que su madre encendía al arroparla para que no quedara completamente a oscuras, temiendo la noche. Pasito a pasito, de puntillas, se acercó a la ventana. Con mucho cuidado, levantó la manija y la abrió, empujando los postigos.

Y entonces lo vio.

Allí, al lado de los establos de padre, en el campo trasero de la casa, había un corcel. Un maravilloso ejemplar de semental negro azabache, el cual, en función de cómo incidiese en él la luz de la luna llena, pareciera tener una capa azul perla que hacía refulgir su oscuro lomo. Su crin, ondulada y brillante como si humedecida se encontrase, se deslizaba por el poderoso lateral del animal, en cascada, saltando y agitándose a su lado a medida que el corcel avanzaba, acercándose a ella con un movimiento hipnótico.

Al llegar bajo su ventana, agitó la cabeza, relinchó y se alzó a dos patas, luego pateó el suelo, invitándola a acercarse. Maravillada la pequeña Ebba ante la visión de tan fantástica criatura, dejó el candil en un lado y asomó peligrosamente la mitad de su cuerpo, tratando de alcanzar con su diminuta manita el morro del equino, quien pareció percatarse de su intento y alzó la testa, dejando que la niña le acariciase los belfos, mientras olisqueaba la pequeña palma, haciéndole cosquillas. Como si de un humano se tratase, pareció comprender perfectamente los anhelos de la joven Björklund y se colocó de lado, posicionando el lomo justo bajo el quicio de la ventana. Entonces, moviéndose casi como si unos invisibles hilos tirasen de ella, Ebba se alzó sobre el alféizar, no sin cierto esfuerzo, y bajó de este por el otro lado, colocándose precariamente a horcajadas sobre el aterciopelado lomo del animal, remangando los bajos de su níveo camisón que en la oscuridad de la noche contrastaba con el opalescente pelaje del semental.

Al principio, el animal dio un par de vueltas por el campo trasero de la casona, en un suave trote ligero, permitiendo que la niña se hiciese a ello poco a poco. Resonaban las cristalinas carcajadas de la pequeña cual caída de agua en un virgen manantial, dejando tras de sí musicales notas en el aire nocturno. Poco a poco, casi como si caminara de puntillas, el brioso corcel se fue alejando de la casa, atravesando los terrenos en dirección a la verja trasera de la misma.

Y fue entonces, cuando ya no distinguía la pequeña lucecita de la ventana de su habitación en la fachada, cuando la pequeña Ebba comenzó a inquietarse.

―Llévame de vuelta ―pidió, con una tímida vocecilla entrecortada―. Da la vuelta y llévame a casa, no quiero ir más lejos.

Sin embargo, el corcel no pareció hacerle caso, más bien a la inversa, se giró en dirección contraria, encarando la verja, casi como si midiese su altura.

―No… ―pidió la cría, valorando por unos instantes saltar del caballo, pero descartando la idea por completo en cuanto sus ojos aguamarina contemplaron el abismo que la separaba del suelo―. Por favor, padre y madre no me dejan ir más lejos… me castigarán. Por favor, esto ya no es divertido, ¡llévame de vuelta! ―suplicó, tironeando de las crines del animal para que este se volviese.

Empero, lejos de hacerle caso, el semental negro perla comenzó a galopar. De súbito. A paso ligero y veloz. Con un aullido de terror, la pequeña Björklund rodeó con los brazos el musculoso cuello del animal y se aferró a la crin de este lo más fuertemente posible. Con fuerza cerró los ojos, tratando de despertar de aquel sueño tornado en pesadilla, mas de aquello no se vio capaz. Al contrario, sintió cómo un enjambre de mariposas revoloteaba en la boca de su estómago cuando su improvisada montura se elevó sobre la verja, aunque los ojos no osó abrir. Percibió el chasquido de la hojarasca bajo los cascos del semental, que corría a gran velocidad a través del bosque, y el arañazo de las ramas y zarzas sintió en sus níveos brazos y piernas a medida que se adentraban en la profunda floresta. Ebba gritó, suplicó y pateó con los desnudos talones de sus pequeños piececitos los flancos del ya no tan amigable equino.

Aulló. Imploró. Lloró. Recordó las sabias palabras de su padre: “nunca aceptes una invitación de quien no se haya presentado primero”. ¿Eso también se aplicaba a los animales? Lloró de nuevo. Añoró su candil, los frescos del techo, los almohadones a sus pies; añoró el insomnio de la madrugada, los eternos segundos, el atronador avance del reloj.

Y entonces, de súbito, el corcel se detuvo tan repentinamente como hubiere iniciado su cabalgadura. Salió volando la menor de los Björklund, por encima de los lomos del animal, dando con sus huesos a parar a un húmedo y cenagoso terreno, manchándose el rostro y el desgajado camisón de cieno y lodo. Se irguió tambaleante, tiritando, los bracitos en torno al cuerpo tiñendo de carmesí los restos de su nocturna vestimenta, ahora una amalgama de barro y sangre.

―¿Por… por qué me has traído aquí? ―inquirió la niña, con un hilo de voz una octava más aguda de lo habitual, secándose las lágrimas con unas manitas que no hicieron sino embadurnar su rostro aún más―. Por… por favor… llévame de vuelta. No lo diré a nadie, yo…

Empero en sus labios murieron las palabras cuando el morro del hermoso ejemplar abrió las fauces y a ellas asomaron afilados colmillos, cual brillantes cuchillas que reflejaban el brillo de la luna. Trastabillaron los heridos pies de la pequeña Ebba al retroceder a causa del miedo, cayendo al agua de la ciénaga, enredando sus brazos y piernas las algas y los delgados tallos de las plantas acuáticas, cual si de fieles sirvientes del corcel se tratase. Los colmillos de aquel hermoso monstruo se cernieron sobre ella, decidido su destino merced a una nocturnal travesura. Entonces, en ese preciso instante, una gigantesca sombra se cernió sobre ambos. Desbocado su corazón, presa del pánico, Ebba Björklund cerró fuertemente los ojos y se sumió pronto en la más completa oscuridad…

…flotaba en el aire…

…no… no flotaba…

…algo…

…alguien… la llevaba en brazos.

En las manos, más bien. Pareciera que únicamente necesitaba de las manos para transportar la diminuta figura enroscada de la cría. Ebba abrió un ojito, miró hacia arriba, atisbó una nariz sólida, una definida mandíbula rodeada de una espesa barba argéntea, unos ojos penetrantes, recios, decididos. Conteniendo la respiración, lo cerró de nuevo, de golpe.

Durante unos instantes de corto vuelo, sintió una vez más las mariposas en el estómago. De cuánto tiempo llevaban moviéndose, no tenía idea alguna. Había perdido la noción del mismo. No sabía qué había sido del hermosamente monstruoso equino, mas nada más supo. Y de pronto, las gigantescas manos pasaron con ella bajo el dintel de una ventana junto a cuyo alféizar reposaba un apagado candil. Con una delicadeza impropia, a la par que sorprendente,  la posaron sobre el lecho, introduciendo por el hueco de la ventana medio cuerpo. Después, tratando de que la simulada durmiente no despertase, retiraron las grandes manos los restos del camisón, por completo cubriendo el cuerpo de Ebba con las palmas extendidas, durante unos segundos en los que ella no osó moverse, de no ser por el débil temblor de sus miembros causado por el miedo. Sin embargo, aquellas manos calentaron su congelado cuerpo, limpiaron su suciedad, desenredaron sus tirabuzones, recuperando su color del coral, y sanaron sus heridas por completo. Cuando se retiraron, la cubrieron con la sábana, haciendo gala de una ternura inusitada en unos miembros tan toscos y recios. Y entonces se apartaron.

Cuando Ebba abrió los ojos, un difuso rostro sonriente observaba desde lo alto. Alzó un dedo, lo posó delicadamente sobre unos gruesos labios. Después desapareció. Se arrebujó entonces la pequeña Björklund entre las mantas, cansada, sumiéndose irremediablemente en un profundo y reconfortante sueño».

Ebba Björklund

~Memorias del Silencio

 

Y sin embargo, no fue aquello lo que sucedió. Así es. Nada tan sobrenatural ni tan fantástico. Aquella noche, la víspera de mi séptimo cumpleaños, tan sólo fui una cría desobediente que quiso montar el caballo de su padre, el bello corcel en el que padre me tenía prohibido subir, por ser demasiado grande en incontrolable para mí. La montura se desbocó y se internó en el bosque, donde caí al suelo cuando las fuerzas me fallaron y ya no pude aferrarme a él mucho más. Fue el mismo padre quien, al ver que no me hallaba en mi cuarto, hubo de venir a buscarme. Padre me encontró, me llevó a mi habitación, me lavó, curó mis arañazos y me volvió a arropar, deshaciéndose del camisón roto para que madre no me regañara. Mi travesura, nuestro secreto. Nadie mencionó nunca el incidente. Nadie dijo nada más. La realidad, como pueden ver, es mucho más sencilla y lógica que el relato. Porque la imaginación de los niños contempla siempre las cosas desde una perspectiva diferente, irreal.

Porque la imaginación de los niños ve cosas que no son verdad.

No obstante, no fue hasta muchos años después que comprendí del todo aquel suceso, que entendí aquel mal sueño. Fue aquella noche. Aquella fatídica noche…

Padre no estaba. Se encontraba de servicio. Lejos. Desplazado en una misión. Madre cayó enferma y… disculpen mi trémula caligrafía, al escribir sobre ello todavía soy incapaz de mantener un trazo firme. Madre cayó enferma y con Signe a cargo de su hijo pequeño, fui yo quien estuvo a su lado, quien escuchó las perplejas excusas de los doctores, quien le puso paños fríos sobre la frente sudorosa y le acarició el rostro tratando de calmar sus dolores y sus gritos. Fui yo quien mandó enviar un telegrama a padre. No decía gran cosa acerca de su condición, dado que ni los médicos ni yo misma sabíamos qué sucedía, tan solo que la había debilitado en gran medida tanto física como mentalmente, y que nada podía hacerse por su restablecimiento… ¿o sí? En aquel momento no tenía la menor idea de las consecuencias del fugaz pensamiento que atravesó por unos instantes los más profundos recovecos de mi subconsciente.

Y sin embargo, ¿qué podía perder por intentarlo?

No sabía cuánto tardaría padre en regresar. Los dolores y los aullidos de madre se agudizaban y mi sobrino se despertaba por las noches, asustado, preguntando a mi hermana qué le sucedía a la abuela. Así que esa noche, mientras velaba a madre, mientras veía cómo se contorsionaba su rostro en una mueca de dolor y sentía la contracción de los músculos de su espalda arqueada, pedí ayuda. Pedí que acabara su sufrimiento. Pedí que cesara su dolor. Dije que daría cualquier cosa  a cambio…

…y lo dije en voz alta.

Y entonces, de pronto, sus gritos cesaron. Su cuerpo descansó suavemente sobre el colchón. Su mano, que aferraba fuertemente la mía, se relajó. Levanté la mirada, posé la vista en su rostro y vi paz. Calma, tranquilidad. Ya no respiraba, pero hacía mucho que no veía tal serenidad en sus facciones.

“¿Ma… madre?” mi intención era decirlo, pero no fui capaz. De mi garganta no salió voz alguna. “Madre…” vocalicé de nuevo, de nuevo en silencio… “¿Qué… por qué…?”. Silencio. Nada más que silencio. Intenté gritar. Intenté hablar. Intenté vocalizar una mísera sílaba. Nada. Mis cuerdas vocales no albergaban recuerdo sobre cómo producir sonido alguno. Nada. Ningún tono escapó de mis labios. Sólo silencio. Palabras de silencio. Memorias de silencio.

¿Qué podía perder por intentarlo? En ese momento lo comprendí. Pedí que acabara su sufrimiento. Acabó. Madre descansó al fin. Dije que daría cualquier cosa a cambio. Y lo di.

Fue en ese instante, el instante en que me percaté de lo que había hecho, cuando alcé la mirada. Allí, entre la oscuridad, me recibieron unos ojos ambarinos y una siniestra sonrisa, que desaparecieron de súbito en la oscuridad de aquella noche de luna nueva.

Padre llegó al día siguiente. Nada fui capaz de decirle. Ni una palabra alcancé a pronunciar. Mas no hizo falta. Bastó una mirada para que comprendiera que ya era tarde. Su Lisbeth había muerto entre grandes padecimientos, aunque al final había encontrado la paz. Lo único que él podía hacer era velar su cuerpo ya frío y preparar el funeral que tendría lugar al día siguiente. Así que lo dejé con madre y él pasó allí toda la noche, sentado junto a ella, hasta que el dolor y el cansancio agotaron sus fuerzas.

Y cuando llegué a mi habitación y me dejé caer, desfallecida, sobre la cama, las lágrimas empaparon la almohada en un agotador llanto silente.

 

Aquel día entendí el mundo. Supe que existen muchas más cosas de las que la mayoría de los humanos alcanzamos siquiera a imaginar. Comencé a verlos. Caminando entre nosotros. Viviendo a nuestro alrededor. Causando sucesos antes inexplicables. Unos buenos, otros malvados. De todos los tipos y especies… Uno de ellos había hecho un trato conmigo aquel día. Porque existían. Eran reales. Y eso sólo podía significar que…

Unos meses después, visité a padre en su estudio. Debía… necesitaba hacerle una pregunta. Esa pregunta. ¿Había sido un mal sueño? ¿O todo fue real? Y, de ser así, ¿realmente había sido él? ¿O…? En el fondo sabía la respuesta, pero necesitaba preguntarlo. Mediante los símbolos que ambos habíamos aprendido, yo a formar, él a interpretar, hice la pregunta.

“Padre” dijeron mis manos, vocalizaron mis labios. “Cuando cumplí siete años, la víspera de mi cumpleaños… ¿Recuerdas esa noche? ¿Recuerdas cuando me trajiste del bosque en el que me perdí por escaparme en aquel gran caballo negro que me habías prohibido montar?”.

Padre me miró, sorprendido. Lo vi en su expresión, aquella pregunta lo había extrañado.

―¿…cuando te escapaste en…? ―me miró sin entender y entonces me dijo, muy seriamente―: Ebba, nunca he tenido ningún caballo que te haya prohibido montar.

Y yo aún quería creer que aquella no había sido la verdad. Que debió de haber sucedido algo que supusiera una explicación más lógica. Un sueño lúcido. Una pesadilla que para un niño puede llegar a ser, desde su perspectiva, demasiado real…

...porque la imaginación de los niños ve cosas que… no… son…

¿…verdad?

Notas de juego

Bueno, pues por aquí os la dejo primero a vosotros. A ti, padre, por la parte que te toca :P, por si quieres cambiar algo o hay algo que tú hayas pensado que pueda no haber tenido en cuenta. Por cierto, ¿tienes a madre en la cabeza, físicamente? Puedo haber salido pelirroja como ella? De ti tengo los ojos ;P

Y a ti, dire, lo mismo, por si ves algo que no te cuadra o que no pueda ser así. ;)

En cuando me deis el visto bueno, lo pongo público.^^

Me pongo con la ficha (y con el photoshop XD). Por lo que veo, entonces, ¿habéis decidido imágenes reales de momento?

P.D.: perdón por el tocho... XD

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15/10/2020, 12:37
Belgeval

Auri… Madre mía. MADRE MÍA. A todos les estoy diciendo lo mismo: que si menudo nivelón, que si qué bien todos, que si tal, que si cual… Pero tú has superado todas mis expectativas. Es decir, ya sabía que escribías bien, pero lo que hay aquí es una lección magistral de escritura: la manera en que vuelves atrás al suceso de la noche del séptimo cumpleaños de Ebba, cómo cambias de registros cuando estás escribiendo los párrafos del libro Memorias del silencio y cuando Ebba habla de una manera más directa con el lector… Me ha gustado también mucho que reproduzcas tal cual algunas de las frases de mi biografía, haciendo que ambas suenen mucho más la una a la otra y que se sientan completamente entrelazadas. Y ni siquiera he entrado a hablar todavía del objeto del relato, de lo que cuentas, porque madre mía… MENUDA HISTORIA. Estoy muy impresionado. Mucho. Y lamento si no soy capaz de expresarlo de un modo más elocuente, pero me he quedado literalmente sin palabras.

Estoy convencido de que el dire se estará alegrando muchísimo ahora mismo por haber decidido incluirte en la partida, porque vas a dar una calidad increíble a la historia. Enamorado de tu relato, de cómo has tomado un personaje del trasfondo de mi PJ y lo has hecho totalmente tuyo, de tus apuntes personales… Encantado con todo. Mis más sinceras felicitaciones.

No creo tener nada que añadir; si acaso una referencia al «regreso» de Lisbeth y cómo le rebajé la altura en una cabeza XD. Pero ni siquiera eso es necesario; Ebba podría haber estado durmiendo cuando Alvar tuvo el enfrentamiento con su «mujer», así que no hace falta que lo comentes. De hecho, así es más interesante leer tanto tu historia como la mía, porque ambas se completan.

Por mi parte, yo tampoco veo necesario incluir nada más en mi historia. Podría decir, «y resulta que mi hija Ebba también ve a los monstruos», pero me parece del todo innecesario y además una obviedad; a fin de cuentas, tú también eres un personaje jugador XD.

En cuanto a la apariencia de Ebba, tienes carta blanca total (sí, finalmente por consenso general estamos empleando fotos para los avatares). De hecho, te vas a reír, pero antes de que decidieras jugar con ella, yo había pensado que Signe fuese rubia (Sarah Gadon en Un método peligroso) y Ebba pelirroja, aunque no tenía tan clara la imagen concreta de la peque (¿quizá un vago parecido con Lucy Westenra en Drácula de Coppola? XD). Y sí, mami era pelirroja, aunque cuando murió tendría ya el pelo gris, o como mínimo rojo canoso; tenía tres o cuatro años menos que Alvar, que tiene entre cincuenta y uno y cincuenta y tres años al comienzo de la partida, y todo lo de su enfermedad y muerte sucedió hace unos meses, un año como mucho, o al menos así lo había pensado.

Esta es tu hermana mayor, Signe, que tiene veinticinco años (la actriz tenía veintitrés durante el rodaje de la peli, así que ni tan mal):

           

Me parece GENIAL lo de la mudez de Ebba. Me encanta la idea de Alvar aprendiendo lenguaje de signos para entender mejor a su hija, apenándose por lo que aquella noche les arrebató a ambos. WAAAAAH, HYYYYYPEEEEEE.

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15/10/2020, 12:49
Rodian

Jajaja, totalmente de acuerdo con todo lo que mencionas. ¡Ya quiero comenzar! :D

Ok, entonces quedamos en que nuestros personajes comienzan la partida con una relación como la descripta, bastante buena con pequeños matices.

Voy a ver si me pongo con la ficha en estos días. Muero por seguir leyendo los capítulos del manual dedicados al director, pero bueno, por ahora me estoy conteniendo así se mantiene la sorpresa, aunque el capítulo de los Vaesen me tienta mucho XD

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15/10/2020, 12:55
Belgeval

Si necesitas ayuda para crear a tu PJ, pregunta sin problemas. Aunque es fácil, seguro que no tendrás ninguna dificultad :).

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15/10/2020, 12:59
Rodian

 De modo que tendría una relación profesional buena con Øystein y algo más personal con Reidar que, al fin y al cabo, es un espíritu nómada como Leo.

@Seibei: algo de lo que mencionas en la historia de Leo creo que puede ser un punto de partida interesante para la relación con el detective. Me refiero a:

[...] pero no le hago ascos a los ducados de cualquier ricachona crédula que piensa que los ruidos de su casona los provoca el fantasma de su difunto en venganza por ciertos deslices...

Tal vez Øystein ha sido asignado a un caso de éstos donde tu PJ "estafó" a una cliente, y ahora te considera medio charlatán, aunque al mismo tiempo le intriga comprobar si realmente tienes el don de la visión (no es tenga demasiados problemas con la estafa en sí, no es la clase de tipo que juzga en demasía). No sé, creo que puede dar lugar a dinámicas divertidas, pero por supuesto que lo de tener una buena relación profesional con el detective también tiene mucho sentido; es posible que nuestros caminos se hayan cruzado con antelación al atacar algún caso!

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15/10/2020, 13:06
Ñam-Ñam

Alvar: «Los de sobre la piedra son los que, habiendo oído, reciben la Palabra con gozo; pero no tienen raíz profunda... creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.» (Lucas 8:13)

Apóstata, engreído y ególatra. No lo soporto. Sin embargo, mi deber es salvar su espíritu haciéndole recuperar la Fe en el Señor...

Notas de juego

Ahí tienes lo que piensa mi personaje del tuyo, xD

He dado por hecho que mi personaje sospecha de que eres religioso, pero has perdido la fe en algún momento. Si me he pasado, avísame y lo cambio sin problemas.

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15/10/2020, 13:09
Belgeval

Jajajajaja. No, no cambies nada, ¡me parece genial! Voy a tener que soportar un buen chorro de sermones, me da a mí XD. También voy a tener que dormir con un ojo abierto, no sea que te dé por entrar en mi cuarto tal como se te ve en el avatar XDDDDD.

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15/10/2020, 13:12
Ñam-Ñam

no sea que te dé por entrar en mi cuarto tal como se te ve en el avatar XDDDDD.

Jajajaja, eso lo reservaré para cuando Agnetha se canse y vea que tu alma no tiene salvación de dios, xD

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15/10/2020, 13:24
Belgeval

Jajajaja, eso lo reservaré para cuando Agnetha se canse y vea que tu alma no tiene salvación de dios, xD

Nota mental: mantener la pistola siempre cargada y el sable al alcance de la mano XDDD.

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15/10/2020, 14:14
metalson

Bueno pues estoy flipando mucho con las historias y las curradas que os estáis metiendo para que esta sea la partida del año.¡¡¡ Señores Vips, cojan sus palomitas y a disfrutar de la peli !!!. Con tanto Hype ( que hasta se me ha ofrecido más gente a jugar) creo que voy a intentar forzar la maquinaria y anticipar el inicio de la partida en la medida de lo posible. Qué ganazas!!

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15/10/2020, 14:38
Seibei

@Rodian, por mí estupendo. Le da mayor juego a la relación. Es posible que tu personaje vea a Leo más como charlatán que como médium y vidente, porque no han coincidido en un caso real y porque tampoco va mostrando su talento abiertamente. Pero quizás el último caso fue diferente y ahí si se mostró la auténtica profesionalidad de ambos.

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15/10/2020, 17:17
metalson

Creo que nunca, y digo NUNCA, un jugador se lo había currado tantísimo para meterse en unas de mis partidas. Sí, 8 jugadores...se me va de las manos...ya veré como lo hago....pero hay que ver lo que me he reido con sus privados con sus razones para entrar a la partida.

Algunos no lo conocéis, otros sí, y a partir de ahora vais a ver a Dewei Finn por aquí como El Mayordomo.

Auri, vía libre con tu historia. Vaya forma de escribir amiga!!!!

Viendo lo que os estais currando las fichas y las historias, no voy a ser yo el que se interpoonga con vuestros secretos. Elegid el que más os convega para encajarlo con vuestro personaje. Bien de la lista o bien uno inventado. Sorprendedme como hasta ahora!!

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15/10/2020, 17:21
Rodian

¡¡¡Dewey!!! ¡Qué alegría coincidir contigo como jugador!

Jefe, te aseguro que has tomado la decisión correcta, Dewey es un crack total :D

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15/10/2020, 17:32
metalson

Dewei tienes ya todo lo básico en creación de personajes para que te puedas hcer la ficha. Cualquier duda no te cortes en preguntar.

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15/10/2020, 17:38
Dewey Finn

Hola a todos.

Finn. Dewey Finn.

Como METHALSON bien sabe, he querido entrar aquí a jugar por tres razones, a las que añado una cuarta:

La primera se llama Rodian, alias La Manopla del Rey.

La segunda se llama Belgevaldi, alias CACHO OSO COOOOOOOOOOOOOOOONNNNNNTRAAAAAAAAATEEEENOOOOOOOR (in slow motion).

La tercera se llama Queenzie, alias Downtown Abbey Grrrrrl.

Y la cuarta es que casi la palmo de la risa escribiéndole al señor Director xDDDDDDDD. Ná, que me ha caído de lujo el colega y he pasado la tirada de Persuasión in extremis ;D

A los demás no os conozco de nada aún, pero sólo tenéis que saber una cosa: Aquí, un amigo.

A pasarlo bien ^^

Notas de juego

Y sí. Jugaré al mayordomo del señor Wergeland. Así. De buenro. Porque todo detective necesita un colega. Y ya saben: No hay mejor colega que un mayordomo británico ciego.

Por cierto, su señora madre le envía recuerdos, señorito Oystein. ¡JAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

@Boss: Iré bicheando y te consulto dudas dudosas. Abrazo.

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15/10/2020, 18:19
Queen_of_spades

DEWEYYYYYYY THE MAAAAAANNNN

JAJAJ, es un jugador genial dire!! Qué bueno tenerte entre nosotros!

La primera se llama Rodian, alias La Manopla del Rey.

La segunda se llama Belgevaldi, alias CACHO OSO TENOR.

La tercera se llama Queenzie, alias Downtown Abbey Grrrrrl.

JEJEJE ;-)

No hay mejor colega que un mayordomo británico ciego.

JAJAJ, ya estás mostrando la hilacha XD

Con Lady Swedenborg quizás le una también una relación meramente profesional. Es posible que colaborara con ella en algún trabajo que implicara a la alta sociedad, de esos que conviene mantener en silencio sea cual sea la causa y el resultado del mismo. Leo se habría mostrado leal a la palabra dada y, a cambio, habría obtenido alguna pequeña recompesa que invirtió en su fondo de armario.

Lady Swedenborg es muy posible que le haya pasado trabajillos para que estafara a aquellas viejas de la alta sociedad que le caen mal, pero implícitamente, cosa de quedar libre de culpa y cargo frente a la señora de casa, aunque ayudando con alguna coartada necesaria a Leopoldo frente a alguna autoridad, ¿Quién va a cuestionar a una noble? Es para líos claramente. *cof cof*

@Auri, nuestros PJs tiene que ser amiguetas!! (¿O prefieres que no?) >:-D

Con Reidar me gustaría que Lovisa pudiera tener conversaciones filosóficas y que los dos disfruten de las salidas por los parajes a caminar, si Maivelaer está de acuerdo :-)

Con tanto Hype ( que hasta se me ha ofrecido más gente a jugar) creo que voy a intentar forzar la maquinaria y anticipar el inicio de la partida en la medida de lo posible. Qué ganazas!!

Dire, por fa tenme un poco de paciencia T_T hasta el domingo que es el día de la madre no creo que pueda ponerme con la ficha. Estas semanas vienen cargaditas!! Gracias! 

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15/10/2020, 18:23
Belgeval

¡DEWEEEEEY! ¡Menuda sorpresa! Jo, con este equipo, me da a mí que va a ser mejor que los vaesen saquen bandera blanca nada más vernos :D

... Pero te has equivocado en una cosa. Soy contratenor, no tenor. ¡Hazme bien la publi :P!

En serio, por si no lo sabía ya antes, ¡ahora estoy 2000% convencido de que esta va a ser LA partida!

P.D.: Dire, una cosa relativa al cuartel general/castillo Gyllencreutz. ¿No te parece mejor crearlo como PJ y asignárnoslo a todos como segundo personaje? De esa forma, todos tendríamos acceso a él y podríamos modificarlo cuando ganásemos puntos de mejora y tal. Es solo una sugerencia (pido perdón si a veces parece que quiera hacer algo de intrusismo masteril, ¡de verdad que no es la intención!), pero creo que sería más práctico ^^.

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15/10/2020, 18:33
Maivelaer

Bienvenido sr mayordomo!

Queen, !acepto tu propuesta! 

XD

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15/10/2020, 18:34
metalson

Dire, por fa tenme un poco de paciencia T_T hasta el domingo que es el día de la madre no creo que pueda ponerme con la ficha. Estas semanas vienen cargaditas!! Gracias! 

Tranqui tranqui, que por anticipar me refiero a que en vez de ser el 8-10 sea el 1, justo la semana antes. Así todavía tengo tiempo para meter lo que falta del sistema de juego, Wiki-monsters conocidos y revisar fichas