Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.3] Estación de Nieblas - Kermorvan - FINALIZADA

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04/11/2018, 21:15
Sybilla

No pretendía ofenderos, mi señora. He sido presuntuosa al presuponer vuestras necesidades y anhelos.-dijo, inclinándose, respetuosa, a modo de disculpa- Nuestro peso es variante. La mayoría de nuestras vísceras se consumen en si mismas, y se desechan, al renacer nuestros cuerpos ante la oscuridad. -indicó- La sangre es la que rellena nuestras carcasas muertas, y ésta es cambiante. Depende de tantos elementos que... Sería difícil estimar cuál es nuestro verdadero peso en este caso.-añadió, cruzándose de brazos- Por tanto, podríamos apelar al único peso inamovible. Que es el del alma inmutable que vive anclada a nuestros cuerpos reanimados.-apuntó- De tal manera, que nuestro peso fundamental. Nuestro peso inamovible en oro sería aquel que posee nuestra alma. Y bien se dice en diversas tradiciones que el alma es eso que escapa con el último y final hálito del ser agonizante.-continuó, disertando aquello con seriedad.

Os ofrezco por tanto, Viviane du Lac, mi peso inamovible y verdadero en oro. El peso de mi alma. La misma cantidad de oro que implica una forzada exhalación de aire de mis pulmones marchitos, que debió ser similar a aquella que tuvo lugar en el momento en el que perecí para volver a nacer.-concluyó. 

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05/11/2018, 13:39
Ingvar Lundson

La reacción de Viviane, que mezclaba a partes iguales la decepción por no haber conseguido la respuesta que buscaba y la irritación de verse contravenida, sorprendió ligeramente a Ingvar. Por un instante, su comportamiento le recordó ligeramente al de mademoiselle de Abin, aunque terminó por desechar esa idea con una sonrisa. Sin duda el mero hecho de pensarlo resultaría una ofensa, aunque dudaba de quién sería la más ofendida de ambas. Lo único que sí tenía claro era quién era la más peligrosa de ambas.

Aún perdido en esos pensamientos, escuchó la respuesta que Sybilla ofreció a la misteriosa mujer. Ingeniosa, retorció el significado de las palabras de Viviane hasta que su precio quedó convertido en un simple y etéreo suspiro. En su fuero interno, se preguntó si esa trampa de retórica verbal contentaría a su anfitriona o simplemente aumentaría su irritación, sin llegar a decidirse por una respuesta a ese pensamiento.

-Dejando a un lado la cantidad exacta de ese precio del que habláis… Parecéis estar bien segura de la naturaleza de nuestra pregunta, si bien son muchas las dudas que querríamos ver resueltas.

-¿Quién está detrás de la niebla? –Comenzó a lanzar preguntas al aire, sin que éstas buscaran realmente respuesta. -¿Se trata de una miembro de la Estirpe? ¿De la antigua heredera de Ker-is? ¿Por qué ha despertado ahora? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Dónde se esconde? ¿Cómo puede ser detenida? ¿Cómo salvaguardarse de la niebla que roba la vida? ¿Supone acaso un peligro para vos misma? … en fin, podría seguir preguntando aún un buen rato, pero no estoy seguro de si pensabais dar respuesta a todo con el mismo precio.

Se encogió de hombros, como si diera por hecho que hasta no alcanzar algún acuerdo, no llegaría ninguna de las respuestas a las preguntas formuladas.

-Por otro lado… -Añadió finalmente tras fruncir el ceño. -Mucho me interesa el plazo del que disponemos para saldar esa deuda que contraeríamos. Y es que, aunque entre inmortales el tiempo es un recurso abundante, puede que no os resulte suficiente una promesa de entregároslo a largo plazo.

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06/11/2018, 18:51
Lamarr

Norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Lamarr templó su estado de ánimo, impuso el guerrero que era adquiriendo una actitud vigilante con la mano cerca del pomo de su espada. Escuchó tus palabras, asintió lentamente.

No os falta razón, mi señora.. —respondió el ghoul dirigiendo la mirada hacia el mar, las campanas seguían sonando lejanas, amagó como tragaba saliva —. Si creéis que debemos entrar, lo haremos. Pero no os separéis de mi. Dios sabe qué clase de peligros nos acechan en la oscuridad.

A pesar de la actitud paternalista demostrada ahora, Lamarr estaba actuando como el guardaespaldas que era, tomó una antorcha presta a encenderla para iluminar el camino. Prendió la llama lejos de ti para no inquietarte, entonces empezasteis el descenso por la gruta.

Era un camino sencillo, un descenso por una pendiente de erosionados escalones que permitían ahuyentar cualquier traspiés. Gracias a la luz que concedía la antorcha de Lamarr no sufríais por la oscuridad, al cabo de poco os llegó el eco de una voces más adelante, una conversación. Estaban cerca.

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06/11/2018, 19:01
Viviane du Lac

Cueva al norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Viviane se movía con gracilidad sobre el suelo, fluía como agua ante vosotros según os escuchaba. La mirada de la mujer aun poseía el brillo de la curiosidad, aunque movió la mano desechando la propuesta de Sybilla.

¿El peso de tu alma? —dijo con desdén —. ¿Por quién me tomáis? ¿Por el Diablo? ¿Qué haría yo con un alma? ¿O con el peso de un alma que es nada? Muy astuta, hija de Guiscard, pero insuficiente. Mi petición es sencilla, simple y clara, como el agua de este estanque.

La intervención de Ingvar arrancó una risa cantarina a Viviane ante las preguntas del normando, una risa que se tornó en sonrisa sibilina.

Esa es la gracia. Una pregunta, una de sola, siendo generosa.. una para cada uno, pues el pago es individual —respondió con ambigüedad, gesticulaba casi teatralmente —. Que tratéis de sonsacarme una respuesta con viles audacias es casi sonrojante. Yo no pierdo nada, otros, en cambio, sí tienen mucho que perder.

¿El tiempo? Uno de justo. Cuando yo misma necesite que lo realicéis, ¿no os parece divertido? ¡No saber cuándo reclamaré mi pago! Puede que no sea nunca, puede que sea ahora mismo. Vuestro compromiso es la primera letra de tal acuerdo —unió las manos con un entusiasmo absoluto, tal como si hubiera dado con la panacea —. Pero no temáis, estimados niños, en esta función hay lugar para un actor más que llega ahora.. y tal pago puede triplicarse en breve..

Viviane alzó la mirada hacia donde veníais. Una luz se acercaba, unos pasos, Aimeric se puso en guardia, pero enseguida descansó al ver de quien se trataba.

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06/11/2018, 19:20
Viviane du Lac

Cueva al norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Leyre acompañada de Lamarr aparecieron al girar el corredor de piedra que daba a la sala donde se encontraban Sybilla, Ingvar y una hermosa mujer ante ellos. Era una estancia amplia, pero no grande, rodeada de velas encendidas y un estanque en el centro.

Sé bienvenida, Leyre de Abin, hija de Mahé Lagadec —saludó con pompa la mujer con tono afable —. Soy Viviane del Lago, por favor, únete a nosotros. ¿Ya suenan las campanas? ¿La exiliada ya se mueve? Como era de prever. Entonces todo sucede como debía suceder.

Dijo esto con una sonrisa misteriosa, pero con un tono de despreocupación absoluta. Lamarr apretó los labios tenso, miró a Aimeric que asintió y ambos ghoules se quedaron en guardia.

Y ahora que estamos todos, podemos proseguir. ¿Alguno de vosotros puede poner al corriente a vuestra malhumorada compañera? —bajó la voz con gracia soltando una risa traviesa—. No me gustaría que me mordiera..

Notas de juego

Próximo post, el viernes. Antes si posteáis antes, el fin de semana marcho de rol en vivo y puede que me retrase.

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06/11/2018, 22:42
Leyre de Abin

Caminamos durante algunos metros hacia el interior de la gruta. No puedo evitar echar inquietas miradas por encima de hombro, comprobando que aún se divise la entrada de la cueva, y calculando mentalmente cuánto tiempo podría pasar hasta tener que alimentarme del pobre Lamarr, en caso de perdernos en el interior de la tierra.

Sin embargo, su antorcha pronto alumbra una insólita reunión de cainitas.

Sé bienvenida, Leyre de Abin, hija de Mahé Lagadec. Soy Viviane del Lago, por favor, únete a nosotros. ¿Ya suenan las campanas? ¿La exiliada ya se mueve? Como era de prever. Entonces todo sucede como debía suceder.

Alzo levemente una ceja ante la mención a mi nombre y el de Mahé, pero el tic dura apenas medio segundo, por lo que resulta casi imperceptible en la penumbra de la cueva.

-Vivien del Lago... ¿Vivien du Lac? -Me cruzo de brazos, mirando hacia mis compañeros y luego de nuevo a ella- ¿Sois esa Malkavian con tantos hijos peregrinos? Como su Señora podríais recomendarles un baño de vez en cuando...

Qué manía tiene todo el mundo de dar por sentado que estoy malhumorada. No lo estoy. Si casi soy encantadora, por todos los santos. Pero no esperarán una sonrisa espléndida metidos en una gruta en mitad de la nada. Nadie es amable cuando el tiempo es frío, las condiciones adversas y el ánimo no es propicio.

-Las campanas repican, sí, y me gustaría saber a qué viene tanto folklore y tanta teatralidad. ¿Qué se supone que debe suceder?

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07/11/2018, 11:18
Ingvar Lundson

El normando escuchó la respuesta de la dama a la propuesta de Sybilla y a sus propias preguntas. Aun cuando no parecía especialmente molesta por la treta de su compañera, tampoco la aceptó como pago, insistiendo en la sencillez y claridad de su propia petición. En cuanto a sus preguntas, se limitó a evadir una respuesta clara. Tal vez toda la escena no tuviera tanto de juego de ingenio como había pensado.

Pero fuese de ingenio o no, comenzaba a tener la creciente sensación de que el único interés de la que se hacía llamar Viviane era el de jugar con ellos, y aunque él era el primero que disfrutaba del juego, también comprendía la enorme diferencia entre ser jugador y ser peón. Sin embargo, antes de que pudiera verbalizar cualquiera de esos pensamientos, la aparición de la menuda figura de mademoiselle de Abin escoltada por Lamarr en la entrada de la cámara lo sacó de sus cavilaciones.

Se giró hacia ellos, expectante, tratando de anticipar lo que estaba por suceder. Aunque hasta ese momento el ambiente había resultado más bien de silencioso respeto, dudaba que tal cosa pudiera mantenerse mucho tiempo con la Toreador presente.

Y al menos en ese sentido, Leyre no lo decepcionó.

Su respuesta al misticismo de Viviane fue rápida y tajante, y apenas pudo contener una carcajada cuando llegó a mencionar la higiene de sus seguidores. Sin saber muy bien cómo reaccionaría la aludida, terminó por decidirse a intervenir él mismo para, tal y como Viviane había pedido, resumir lo sucedido.

-Siendo breve… -Comenzó a hablar hacia la recién llegada. –Aquí, Viviane du Lac, que al parecer estaba notablemente mejor informada que nosotros en casi cualquier tema, tiene a bien ofrecernos la posibilidad de hacerle una pregunta por cada uno de nosotros. Sin embargo, la respuesta vale nuestro propio peso en oro. Un precio que, salvo que la generosidad de Gevrog supere nuestras expectativas, puede hacer que nuestra tarea no sea especialmente rentable. Una pregunta sencilla, sin excesiva amplitud, al parecer.

-Eso discutíamos cuando habéis aparecido. De hecho, precisamente ahora nuestra anfitriona estaba sugiriendo que el pago habremos de hacerlo tan pronto como ella lo reclame, ya sea ahora mismo o dentro de diez vidas mortales. Al parecer, resulta más interesante así. Sin embargo, aún no ha mencionado las consecuencias que tendría no hacerlo… aunque supongo que es un buen momento para aclararlo. –Se giró hacia Viviane al pronunciar esas últimas palabras, dejando en el aire su pregunta implícita.

Y es lo que lo cierto era que, a pesar de que no lo dejaba traslucir, Ingvar comenzaba a sentirse algo irritado. La sensación de que estaban perdiendo el tiempo en aquella cueva comenzaba a crecer con fuerza en el normando, y ni siquiera estaba seguro de si Viviane planeaba darles alguna respuesta o sólo mataba el tiempo con ellos. Casi como si los entretuviera.

O tal vez, es que fuera eso lo que estuviera haciendo exactamente.

Porque si en efecto, así era, la gruta era un lugar perfecto para hacerlo. No parecía tener otra salida salvo la que daba al mar por la que habían entrado. Al mar… y a la niebla. Las fauces del dragón de agua. Los ojos brillantes de Ingvar se entrecerraron mientras buscaba en la voluble expresión de Viviane una respuesta a sus inquietudes.

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07/11/2018, 19:29
Sybilla
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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08/11/2018, 00:56
Narrador

Aunque el comportamiento de Viviane podías verlo inconstante y, hasta cierto punto, infantil, no te es complicado discernir que en él reside una lógica casi burda. No te cabe duda de que os está poniendo a prueba, aunque la naturaleza de la prueba se te escapa.

Atinas a deducir que Viviane tiene un comportamiento tradicionalmente asociado a las entidades féericas, un comportamiento fácilmente subestimable y terrible si se falta al respeto. Cuando habla del precio, casi es un juego para ella. Aunque no parece bromear con lo que pide, simplemente es una certeza que, lo que quiere a cambio, es vuestro peso en oro.

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08/11/2018, 22:08
Sybilla

Sybilla apretó los labios en una fina línea, al volver a escuchar aquel nombre. Se cruzó de brazos, despacio, y observó detenidamente a Viviane du Lac, reflexiva, antes de girarse, mirando hacia el origen de los pasos y la luz que se acercaban, sin saber muy bien si se debía sentir más tranquila o de hecho inquietarse, al pensar que algo debía haber hecho que Leyre y su ghoul, Lamarr, se aventurasen al interior de la cueva.

¿Qué ha ocurrido?- preguntó, una vez tuvo a la cainita lo suficientemente cerca, dejando que Ingvar diese las explicaciones pertinentes, y frunciendo levemente el ceño al escuchar cómo la chiquilla de Mahé no perdía el tiempo, y se lanzaba a proferir uno de sus improperios, ante el cual Sybilla no encontró oportuno decir nada, prefiriendo considerar que cada uno era responsable de sus propias palabras. 

Trataba de mostrar inventiva. Me disculpo si os he malinterpretado, dama del Lago. No pretendía ofenderos. -indicó, tratando de mostrarse respetuosa- En tal caso, el único peso en oro que os puedo ofrecer es el del oro que llevo encima. Si no lo encontráis de vuestro agrado, me temo que deberé renunciar a mi propia pregunta. 

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14/11/2018, 00:24
Viviane du Lac

Cueva al norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


La irrupción de Leyre se ganó una mirada fulminante por parte de Viviane, una mirada peligrosa que hasta ese momento no la habíais visto que contrastaba con su actitud despreocupada. Su voz reverberó siniestra, y casi pareció evocó una oscuridad que engullía las velas que iluminaban tenuemente la caverna.

Tu ignominiosa actitud me enoja, hija de Mahé. No tolero las faltas de respeto ni a mi, ni a mis niños. ¡Respeto! Algo de lo que tú careces —movió la mano con desdén en un peligroso gesto —. Pregúntate cual es la razón de tu despreciable actitud, eso es, te conmino a hacerlo. Piensa, Leyre de Abin, piensa porque pagas cortesía con falta de respeto, porque la bilis de tu amargura engulle tu educación. Ese es mi mandato.

Un mero gesto fue suficiente para sumir a Leyre en un aparente trance, Lamarr reaccionó como un resorte para proteger a su señora del hipotético ataque. Pero antes de que pudiera actuar contra, la furiosa Viviane respondió con sequedad.

¿Y el perro de la vil Leyre ataca? ¡Cálmate, perro! ¡Te lo ordeno! —al acto, la mística influencia de Viviane se impuso al ghoul y cualquier arrebato hostil por parte se diluyó cual espuma en el mar, asintió y se retiró. Satisfecha, la cainita volvió la mirada hacia Sybilla e Ingvar con toda esa actitud furiosa desaparecida.

Castigados los impertinentes, resolvamos el asunto en ciernes. Ambos sois tremendamente aburridos, tan faltos de inventiva —bostezó hastiada, aunque lanzó una mirada significativa a Sybilla dando una palmada —. Al fin una respuesta sencilla, sin faltar a la verdad, arriesgada. Sí. Interesante. Sí.

Aunque antes de responder, Viviane miró hacia la entrada de la galería por donde habíais llegado, una sonrisa enigmática se dibujó en sus labios.

Suenan las viejas campanas. Eso es que la bruja se mueve, ¿y qué otra bruja hay, sino Morgaine? Eso es, muchachitos, pero no es de ella de quien os hablaré. No. Tenéis mi dádiva. Me aburrís, pero aun sois útiles a mis propósitos, llevar un mensaje a uno de mis niños. Al buen Bohort du Lac, ¿eso lo podréis hacer? ¿Sí? —os miró alternativamente con algo en mente, pero sin dejaros intervenir, añadió —. Una pregunta es el precio, una para cada una. Pero no preguntéis por Morgaine, es de mal gusto hablar de la gente a sus espaldas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Próximo post, el viernes.

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14/11/2018, 00:54
Narrador

Te ves atrapada bajo un potente influjo lanzado por Viviane, te ves impelida a responder la extraña pregunta que te ha formulado cuya respuesta es tan ambigua como complicada de resolver. Mientras no la resuelvas te mantendrás ausente de lo que sucede a tu alrededor, centrada en hallar la respuesta, ningún estímulo te afectará siendo tu obsesión responder la cuestión.

Notas de juego

Para resolver el acertijo, debes acumular 12 éxitos en una prueba de Astucia + Ocultismo (Dif. 8), teniendo una tirada por hora. Si fracasas en alguna tirada, recibirás un daño de nivel letal y perderás todos los éxitos acumulados.

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15/11/2018, 08:56
Leyre de Abin

Hija de Satán.

"No es impertinencia, es desidia". 

Pienso para mí misma, mientras clavo la mirada en la bruja enloquecida que tenemos delante.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿12 Éxitos a dificultad 8?

Ok, esta es la noche que muero.

Por cierto, ¿los tiro todos de una o voy alargando el suplicio poco a poco?

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15/11/2018, 16:55
Ingvar Lundson

-Tengo que aprender a hacer eso. –Murmuró Ignvar, mientras observaba con una media sonrisa cómo mademoiselle de Abin enmudecía bruscamente a una orden de la extraña aristócrata que tenían ante ellos. Sólo cuando Lamarr comenzó a actuar tuvo el gangrel un atisbo de temor por lo que podría suceder, pero el amago del ghoul se vio interrumpido antes incluso de que pudiera dar un paso.

La situación, si bien algo más tensa que antes, había regresado a su estado inicial, y la furia de Viviane se desvaneció como si nunca hubiera existido. Cuando se dirigió a ellos, sus palabras ya habían recuperado la frivolidad casual que habían mostrado desde el inicio.

-Si he de sincero con vos, había comenzado a creer que nada en este mundo sería capaz de hacer que se callara. Habéis ganado aún más de mi respeto si cabe, Viviane. –Dijo Ingvar, señalando a la inmóvil Toreador. –Confío en que podrá volver a casa por su propio pie, ¿verdad?

Después escuchó las nuevas condiciones de su anfitriona. La respuesta de Sybilla parecía haber satisfecho su necesidad de juego, pero no su necesidad de pago. El nuevo precio no era sino el ejercer de mensajeros para con Bohort. Desde luego, resultaba notablemente más sencillo encontrar al Malkavian que la petición anterior. Y a cambio… dos preguntas.

Y una respuesta gratuita, en forma de nombre. Mograine… la bruja Mograine. Ingvar frunció el ceño, tratando de buscar entre sus recuerdos algo que pudiera corresponderse con ese nombre. Desde luego, guardaba escaso parecido con Dahut.

-Llevaremos tu mensaje a tu caballero. –Aceptó Ingvar sin pensarlo demasiado. Comenzaba a quedarle claro que, con Viviane, lo mejor era el no pensar demasiado las cosas.

-Dos preguntas… -Murmuró el normando, volviendo su propia mirada hacia los insondables ojos de cainita, sintiendo el ligero vértigo de observar sus profundidades. Probablemente, al igual que él, sus pensamientos estaban tratando de obtener la mejor ventaja de la oferta que se les había hecho. -¿Qué es lo que más te intriga de toda este leyenda en la que nos hemos perdido, Sybilla?

Notas de juego

Marco a Leyre?

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16/11/2018, 21:30
Sybilla

Sybilla observó, con cierta impresión, cómo la dama del lago volvía mudos a los impertinentes, asintiendo ante las palabras de Ingvar- Yo también.-apuntó, antes de escuchar la nueva propuesta de aquella mujer extraña y hermosa, ahora más coherente.

Ingvar se encargaba de dar una razonable respuesta afirmativa a aquella exigencia, y la dama oscura quedó pensativa, planteándose cómo, en base a qué, formular su pregunta- Es difícil escoger una sola pregunta. Está la niebla, de la cual no sabemos su verdadero efecto ni qué la origina. Está Dahut. Está Ker'is. Y esa cabalgata de caballeros endemoniados que pudimos presenciar antes de que amaneciese. -indicó- Y estoy segura de que olvido algún detalle. -apuntó, llevándose una mano enguatada a la barbilla, mesándosela, despacio.

Yo preguntaré por la niebla.-decidió- Mi señora, ésta es mi pregunta: ¿Cuál es el verdadero efecto y origen de la niebla que aparentemente se llevó al chiquillo de Gevrog? 

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17/11/2018, 16:58
Ingvar Lundson

Ingvar escuchó a su compañera enumerar varias de las opciones que podrían escoger como preguntas para la misteriosa y voluble criatura que se alzaba frente a ellos. Finalmente, la cainita de ojos negros tomó una decisión. La niebla.

-La niebla es nuestro riesgo más inmediato. Una buena pregunta... -Dijo al escuchar la elección final de Sybilla. Teniendo en cuenta que en cualquier momento habrían de hacer frente al riesgo de esa bruma, parecía una elección bastante sensata. Pero el normando, meditabundo, no terminaba de decidirse. Eran mil los detalles que podrían investigarse, casi infinitas las preguntas que formular. Pero, inmersos en el cuento de leyenda en el que habían caído, tal vez fuera mejor apuntar hacia la fuente y no hacia el efecto.

-No obstante, dejad que la mía sea algo menos concreta. -Finalmente había terminado de dar forma a sus pensamientos y condensarlos en una pregunta. -Decidme, Viviane... ¿Por qué está sucediendo esto ahora? ¿Qué es lo que ha provocado que suenen las campanas y la bruja se alce ahora, y no en cualquier otra generación de los mortales?

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18/11/2018, 18:54
Viviane du Lac

Cueva al norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Leyre estaba ausente a cualquier estímulo exterior, la toreador parecía sumergida en un profundo trance al que Viviane la había condenado. Pero como había anunciado, la cainita no prestó más atención a Leyre y centró su interés en los que restaban lúcidos ante su presencia. Aunque de algún modo, una mirada admonitoria se dirigió a Ingvar cuando pretendió hacer chanza de la situación de Leyre. No dijo nada al respecto, pero la gravedad de la mirada de Viviane fue más que suficiente para entender que no le había agradado el comentario. Escuchó vuestras preguntas y respondió con incólume rostro.

La niebla es obra de la propia Morgaine. Un poder antiguo vinculado a esta tierra, nacido de la unión del mundo féerico y el mundo vampírico. La Magnum Innominandum, una extensión de los poderes de la bruja que oculta los movimientos de la bruja y ahuyenta a los inmortales —explicó con tono pedagógico —. Para los mortales simplemente trae confusión.. para los inmortales es sentir como si estuvieras asistiendo al amanecer con.. las habituales reacciones irracionales que acompañan a los de vuestra clase ante tal efecto.

Viviane miró a Ingvar, y la respuesta fue un encogimiento de hombros con una sonrisa ambigua, casi divertida.

¿Por qué debería saberlo? No estoy en la cabeza de la bruja, ni soy cómplice de sus actos. Quizá debáis preguntar a su hermana. Esa a quien tú fielmente sirves, niña —dirigió la mirada fugazmente a Sybilla.

Tras una breve pausa reflexionó, dirigió la mirada hacia Leyre y luego al resto.

Esas son las preguntas. Y este es vuestro pago. Decidle a mi buen Bohort que la hora ha llegado —dijo con sencillez.

Notas de juego

Próximo post, el miércoles.

Marcad a Leyre sin problema, aunque ella sigue en trance.

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18/11/2018, 19:12
Narrador

Sujeta al embrujo de Viviane, seguías rumiando la respuesta a la retorcida pregunta a la que te veías sujeta. Te perdías en los traicioneros recovecos de tu mente y perdiste el hilo de tus pensamientos para volver a empezar de nuevo. Al precipitarte al inicio sentiste una angustia que se tradujo físicamente en tu cuerpo.

Notas de juego

Cada turno ve tirando. Ahora tira de nuevo. Tranquila, no creo que mueras, salvo que tus compañeros no metan la pata xD

Recibes un daño Letal por no haber sacado ningún éxito.

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18/11/2018, 22:01
Leyre de Abin

Si no hubiese gente de los tuyos desecando gente por ahí, yo no estaría metida en esta cueva despreciable y mi humor sería el de una doncella virginal, te lo aseguro.

Aprieto los dientes al sentir la sensación de vértigo en el estómago, tan real que me crea una punzada de dolor en el centro mismo de la frente. 

- Tiradas (1)
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19/11/2018, 11:27
Ingvar Lundson

Si al normando le molestó la mirada reprobatoria de Viviane, se guardó mucho de mostrar evidencia alguna. Si bien era consciente de que el criterio de su poderosa anfitriona era más bien voluble en cuanto a qué bromas resultaban apropiadas o no, él no gustaba de fingir ser algo que no era. En ese sentido, y aunque jamás lo admitiría en voz alta, sentía un cierto respeto por Leyre por mantener su actitud sin importar las circunstancias. Aunque no estuviera del todo seguro de si se trataba de una decisión meditada, o de simple inconsciencia.

Llevándose una mano al rostro, acarició su barba con expresión meditativa mientras escuchaba las respuestas que Viviane les ofrecía. La respuesta a la cuestión de Sybilla fue la más extensa… pero quizás la menos provechosa. La niebla traía consigo el amanecer. Una advertencia, sí, y la certeza de no poder enfrentarla directamente. Pero más allá de eso… el saber que se trata de un poder nacido del mundo mágico no los ayudaría a detenerla. Al menos, no con lo que él sabía en ese momento.

La respuesta a su propia pregunta fue sin duda más breve, pero le dio mucho más motivos de reflexión. Pero el momento de hacerlo sería más adelante.

-Os agradecemos vuestra ayuda, Viviane. –Intervino, después de que la mujer les entregara el críptico mensaje para Bohort. –Vuestro mensaje será entregado tan pronto como tengamos oportunidad de hacerlo, os lo aseguro. Hasta entonces… ¿hay algo más que queráis tratar con nosotros?

Lanzó una mirada a Sybilla. Sospechaba que la audiencia comenzaba a tocar a su fin, pero no estaba seguro de si podrían aprovecharla un poco más antes de que se encontraran de nuevo solos en aquella caverna.