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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Recuerdos X.1] Una sangre especial - Sybilla - FINALIZADA

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06/01/2018, 01:43
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, dos noches después

Aquel cansancio espiritual te había dejado abatida, pero no despertaste en la negrura de un bosque, sino en la oscuridad de una sala, sobre una cómoda cama que reflejaba nobleza. Por un instante creíste haber vuelto a Concoret, que Guiscard había vuelto por ti o que tu experiencia no había sido más que una pesadilla horrible. Lo que sentías en tu cuerpo te convenció de que no era así, que aquel perverso cambio en ti persistía, que un hambre sobrenatural roía tus entrañas envenenado tu razón, y que aquel lugar no lo reconocías.

Estaba oscuro, apenas una febril vela daba luz a esa oscuridad densa, pero tranquila. Su danza dejaba entrever que había alguien más en la estancia, estaba sentada cerca de ti, se percató de que te habías despertado.

No temas. Estas a salvo, segura. Nadie te hará daño aquí —era una voz femenina firme, la de alguien acostumbrada a mandar, pero a la par sonaba dulce y amable —. Estarás sedienta, permite que te ofrezca algo, un Abrazo siempre trae consigo unas necesidades inapelables.

Pudiste escuchar como llenaba algo con un recipiente, el aroma delicioso de aquel líquido, de tu condena y tu salvación, llegaba a ti despertando tu hambre. La mujer te acercó la copa con actitud regia, ofreciéndote la copa según podías irte recuperando.

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06/01/2018, 01:59
Sybilla

La oscuridad penumbrosa volvía a recibirla, desde la oscuridad de un cómodo lecho. Sybilla parpadeó, mirando alrededor, con la vana esperanza de reconocer aquella habitación, y sin embargo, la falta de caras conocidas, y la ausencia de la fastuosa y rica decoración de las habitaciones de Guiscard terminó por producirle un nuevo acceso de tristeza, más contenido y entremezclado con el razonable temor de encontrarse frente a una extraña.

El hambre era demasiada, no obstante. Y las manos le temblaron, entumecidas y ansiosas, al tomar su ofrecimiento. Sus venas clamaron por el contenido de aquella copa, y lo ingirió, con una necesidad muy poco disimulable, percibiendo, para su desdicha, que aquello la complacía. La hacía sentir mejor.

Se sintió monstruosa y desubicada, sosteniendo la copa entre sus dedos. Miró a la mujer, con extrañeza, y con desconfianza. Las palabras se agolpaban en su garganta, en forma de preguntas. Y sin embargo su voz aún no encontraba la fuerza, la voluntad necesaria para dejarse oir. 

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06/01/2018, 02:06
Margawse Menguy

Tus ojos negros te permitieron ver con un detalle gris el rostro de tu anfitriona, su tez severa y señorial, una mirada regia, pero podías ver su gesto de preocupación por ti. No parecía sonreír y, si lo hacia, apenas podías vislumbrar un resquicio.

¿Quieres más? —te ofreció del recipiente, dispuesta a llenar de nuevo tu copa con sangre —. Debes estar confundida. Perdida. Es normal. El irresponsable de Guiscard no supo gestionar tu Abrazo, no comprendió lo que te sucedía, aunque no lo culpo. No todos los días se ven unicornios.

Llenándote o no la copa, la mujer se acomodó dejando que contemplaras bien su rostro. Pudiste apreciar mayor detalle de su mirada, aquella mujer irradiaba autoridad, pero también gentileza, una de áspera como una rosa espinada.

Me llamo Margawse Menguy, Príncipe de Rennes. Sé quien eres, criatura, pero prefiero que la voz vuelva a tu garganta, que te expreses con tus palabras —hablaba lentamente, directa, sin titubeos.

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06/01/2018, 02:27
Sybilla

Por favor...-dijo, rompiendo su silencio con voz reseca y ronca, acercando la copa a la boquilla del recipiente, notando cómo se encogían su estómago y su mismísimas venas, al mismo tiempo que una mueca llena de dolor se dibujaba en su rostro al escuchar mencionar aquel nombre.

Guardó silencio, escuchándola, notando como volvía a teñírsele la mirada en carmesí. Cómo aquellas extrañas lágrimas de sangre se derramaban, espesas, por su rostro- No... No comprendo lo que me ha ocurrido. Sólo sé... Que pensé que moría entre los brazos del hombre al que idolatraba, y que luego... El dolor lo oscureció todo. El dolor no me dejaba moverme y él... Me llevó al bosque. Me abandonó. - profirió, sintiendo de nuevo aquel dolor entumecido revolverse en lo profundo de su pecho. 

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06/01/2018, 02:38
Margawse Menguy

Margawse respiró profundamente antes de hablar, un acto reflejo y humano, pero con el objetivo de darse tiempo antes de hablar.

Te Abrazó. Te convirtió en uno de los hijos de la noche —explicó con sencillez —. Pero no vio que en ti había algo más, algo que escapaba a su arrogante control. Tu sangre, tu linaje, en algún momento se vio unido al de las hadas —su voz se volvió suave, comprensiva en aquella rudeza —. Y eso el idiota de Guiscard no supo comprenderlo y como siempre, cuando algo escapa a su control, se asustó como el niño caprichoso que siempre ha sido.

Suspiró sacando un hermoso pañuelo de seda, secó tus lágrimas de sangre sin hacer ascos a estas.

No guardes tristeza por él, criatura. Quizá ahora tu tristeza es absoluta, pero remitirá. Eres un unicornio. Tu sangre es única, tocada por las hadas, del raro linaje de los Kyasid —explicó aplicando el pañuelo como una madre dedicada.

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07/01/2018, 19:42
Sybilla

Sybilla se dejó secar las lágrimas, cohibida y profundamente entristecida, y a su vez confusa, pero en cierta manera, sintiéndose reconfortada, posando sobre Margawse su mirada oscura y perdida- No entiendo... ¿Tocada por las hadas? ¿Kiasyd? Yo... A penas entiendo cosas sobre vos... O sobre... Guiscard. -dijo, pronunciando aquel nombre, casi con dolor- ¿Soy como.... Vos y como él ahora? ¿Tendré que evadir los días y el sol, e incluso la luz de la luna?- preguntó, horrorizada. 

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07/01/2018, 20:00
Margawse Menguy

Tu pesar no pareció conmover a Margawse, esta te contemplaba como un mar en calma, pero esa frialdad tampoco hería. Su tono de voz, aun así, era calmado y comprensivo, bien parecía dispuesta a darte tregua en ese dramático momento para ti.

Así es. Ahora eres una de los condenados, una vampiresa —dijo con sencillez en el planteamiento —. Guiscard te Abrazó, te transformó con la esperanza de que fueras como él, pero no fue así.

Dejó el pañuelo ensangrentado sobre una mesita acompañando el gesto con la mirada, luego volvió a ti.

Entre los nuestros hay muchos linajes distintos, y el tuyo es especial. Algo único, algo que la mayoría rechaza, algo que yo entiendo —te miraba a los ojos mientras hablaba, tuvo el gesto de parpadear ocasionalmente, para que esa mirada no resultara del todo inhumana —. Pero hay tiempo. Aprenderás y te enseñaré. Guiscard te rechazó, yo te acogeré. No es un mal cambio. Puede que mi sangre no fluya en ti, pero seré más eficaz que él enseñándote a vivir tu nueva vida.

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07/01/2018, 20:20
Sybilla

La observó, turbada, en silencio, durante unos instantes, suspirando entrecortadamente, tan solo para encontrar aquel gesto absolutamente artificioso- ¿Me acogeréis? ¿Por qué haríais tal cosa?- preguntó, encontrando aquella pregunta lógica en aquella circunstancia en la que se sentía como un ente aberrante, en la que no comprendía por qué aquella mujer deseaba ayudarla, sin terminar de comprender quién era ella o cuál era su papel. 

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07/01/2018, 20:26
Margawse Menguy

No es por caridad, desde luego —aventuró en primera instancia sin dejar de mirarte, ella misma se sirvió una copa de sangre degustándola como si fuera vino —. En nuestra sociedad, así como en la mortal, si uno es útil recibe recompensas. De lo contrario su futuro no suele ser muy halagüeño ni dichoso. Tú tienes el potencial para ser muy útil, y si demuestras esa utilidad que espero de ti. Yo sé cuidar de los míos, ¿entiendes lo que quiero decir?

Te miró de soslayo tras beber un sorbo de sangre, con tranquilidad.

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07/01/2018, 20:45
Sybilla

Entiendo...-dijo, observándola, sintiendo un paradójico alivio al encontrar en los labios de aquella mujer palabras sinceras. En una situación en la que no podía aferrarse a nada, recibir la verdad era cuanto menos... Apaciguador- Aunque la verdad no sea hermosa, ni posea vestidos de seda azul, ni tampoco contenga música o poesía- pensó, notando cómo se le encogía el estómago, tomando, con el permiso tácito de la mujer, el pañuelo de seda manchado que descansaba sobre la mesita, para proceder a secar ella misma sus lágrimas, aclarándose la garganta para deshacer el nudo que oprimía su voz- Os agradezco vuestra sinceridad. -apuntó, con honestidad.

 

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07/01/2018, 20:59
Narrador

Desde ese momento Margawse Menguy se convirtió en tu mentora, te enseñó cuanto debías saber de la sociedad cainita e instruyó para convertirte en alguien capaz de valerse por si misma. El castillo de Fougères se convirtió en tu hogar, la duquesa te cedió la torre Melusina para ti que convertiste en tu refugio, la Corte de las Gaitas fue tu dominio al que fuiste adaptándote con soltura con el paso del tiempo. Pudiste presenciar las numerosas maniobras políticas que llevaron a Margawse de ser la Príncipe de Rennes a ser la Príncipe de Bretaña, y tu estabas junto a ella con el rol de consejera. Tus disciplinas sanguíneas dotaron a tu mentora de una ventaja secreta que ninguno de sus rivales era capaz de prever, pero a la par te sentías protegida y apreciada por la duquesa como una más de su familia.

Tu relación con sus chiquillos fue siempre compleja, pero Margawse se preocupó siempre de distinguir estos de ti. Gevrog siempre trató de engatusarte y seducirte, algo que lograría en alguna ocasión. Con Elaine fue la cosa algo más compleja, la chiquilla sentía celos por ti, pero siempre supo mantener la compostura ante su Sire y evitaba relacionarse demasiado contigo.

No volviste a ver a Guiscard, lo último que supiste de él es que se enclaustró en su castillo y rara vez salía de este. Si sabía que seguías viva te era una incógnita, pero Margawse nunca invitó a tu Sire a Fougères ni te mandó a recepciones donde él podía estar presente. Quizá algunas noches te preguntabas sobre él, el porque de tantas cosas, lo odiabas o lo añorabas, pero los años pasaron y aquellas heridas se volvieron cicatrices.

Medio siglo después Bretaña había cambiado enormemente. Francia había reclamado recientemente los territorios bretones en manos de Inglaterra, se abría una nueva etapa para la región, pero para los vampiros el equilibrio persistía, ahora dirigido por Margawse Menguy como Príncipe de Bretaña.

Notas de juego

Fin del recuerdo.