Partida Rol por web

Primera noche desde que he empezado a contarlas…

Al llegar a los Pirineos, había decidido no seguir, me parecían infranqueables incluso para mí, esos picos eran altísimos y estaba sola, no era sensato. Así que fui hacia el oeste, llegando al Reino de Navarra, otro reino más de la Península Ibérica, uno que cada vez veía reducido más su poder y tal vez fuera por no poder atacar a los territorios musulmanes, ese fue uno de los pensamientos que tuve, los cristianos vivían de sus guerras con los musulmanes, sino quedaban encerrados sin apenas capacidad de expansión.

Lo cierto es que me aburría bastante, así que había decidido escribir un poco, nunca pensé que fuera tan complicado encontrar los materiales para hacerlo, cuando estaba estudiando siempre me lo habían dado. Papiros… Imposibles de encontrar, pero finalmente había encontrado pergaminos, eran parecidos, olían distintos. No sabía si sería capaz de contar una buena historia, tiempo tenía y así, hacía algo diferente a lo que estaba habituada. Me senté junto al río, había encontrado una buena piedra en la que apoyar mis cosas, la empuñadura de mi daga se marcaba por debajo de la tela raída con la que me cubría.

La acaricié, prefería no llamar la atención más de lo que ya lo hacía mi rostro, pero sin duda si algunas de mis armas fueran vistas, muchos más se pararían a contemplarme.

El viaje de Selin.

Nací en

Realmente no sabía si había nacido en El Cairo, quería creerlo, pero no podía asegurarlo.

El Cairo. A los cinco años me puse mi propio nombre, Selin. Porque elegí este, no lo sé, sonaba bien.

El agua que fluye.

Mi infancia y juventud, la pasé cultivando la mente. He aprendido leyes, religiones, idiomas, filosofía, medicina e incontables cosas más, no soy una experta, pero el mundo es oscuro, la gente apenas tiene cultura, yo sí.

No iba a escribir las cosas que me avergonzaban, aunque sería importante poner que era una rata callejera y que durante unos años vivía de lo que robaba. Quizás si conseguía más pergaminos.

Pero lo más importante, es que he aprendido todo sobre Haqim, sus preceptos son necesarios para este mundo, sin su aplicación estaría condenado.

Guardé mis útiles de escritura en un saco y continué mi camino siguiendo el cauce del río, uno de cauce muy estrecho, aunque a decir verdad, era de los más grandes que había visto por aquí, era sorprendente, estás tierras eran más verdes pero sus ríos eran más pequeños. Curioso nunca llegaría a comprenderlo, el agua hacía crecer las plantas…

Cuarta noche desde que he empezado a contarlas…

Solo veía la oscura madera de la posada en la que me habían dejado quedarme, pese a las reticencias que se habían marcado en el rostro del posadero al dejar quedarme, lo había conseguido. Aprovecharía el principio de la noche para seguir escribiendo un poco, empezaba a ser entretenido recordar algunas cosas.

Que podía poner… Tampoco tenía mucho pergamino. Lo estiré un poco sobre el suelo y saque la pluma que ya se me había roto un poco, en solo cuatro días, no creía que durara mucho más. Debía poner lo importante.

Mojé la pluma en la poca tinta que me quedaba, en unos días quizás tenía que escribir con sangre si quería continuar, por supuesto eso me parecía una aberración.

La búsqueda de la Justicia es fundamental en el buen hacer de los Assamitas, así que después de dos décadas de entrenamiento, me enviaron a Al-Ándalus. Ahí solo encontré mentiras y traiciones.

Dejé caer la pluma, recordar las partes desagradables de una historia no era tan divertido como había pensado en un principio. Debía partir.

Cuatro semanas después de que empezara a contarlas… Ahí me aburrí de seguir contando.

El aroma del pescado embadurnaba el aire, los gritos de marineros en lenguas que desconocía, me daban a entender que pronto tendrían que salir, se notaba impaciencia en todos ellos, la de aquellos que están deseosos de comenzar algo.

Tal vez podría aprender algo de lo que llamaban castellano, a fuerza de escucharlo, me senté en un barril y simplemente escuché a lo largo de varias noches, suficientes para que un hombre empezara a saludarme. Estaba casi segura que esa lengua era diferente, pero tenía tiempo para aprender mientras me dedicaba a pensar como continuar mis escritos. Una vida sin propósitos no es vida.

Volví a mi nuevo refugio, con la intención de ponerme a ello.

Juzgar es una tarea difícil, no se deben tener en cuenta los sentimientos, se debe ser imparcial o sino, quizás no sea Justicia, sino Venganza. ¿Cómo juzgar los diferentes crímenes?

Abusar de los poderes que nos otorga nuestra sangre para alcanzar el poder manipulando a mortales. Muerte. Justicia.

Traicionar a la sangre. Muerte. Justicia.

Asesinar. Muerte. Justicia.

Las consecuencias siempre eran las mismas, tal vez no debiera hacerse así. En Roma…

Tras la búsqueda de la verdadera justicia.

Por un mundo feliz mejor.

Estuve pensando durante horas, pero alcanzar ese concepto era complicado, me faltaba muchísima sabiduría para poder elaborar algo que los demás pudieran decir que era justicia y que era justa y no solo que me movía por unos ideales completamente desconocidos.

Volví al puerto y otra vez el hombre llamado Jean Pierre me habló, casi no le entendía, pero era amable, tal vez pudiera servir, para ir en barco. Pero necesitaba asegurarme su confianza, aunque no me gustaba, otros lo habían hecho ya tiempo atrás, de la misma forma había llegado a hasta este continente.

La sangre genera un falso amor y unas necesidades totalmente falsas, pero solo a mis ojos pues sus sentimientos serán más reales que cualquier otra cosa que hayan podido sentir. En cambio, yo simplemente habría adquirido una deuda con ese marinero, una que no podría pagar nunca.

Con un poco de dedicación, conseguí aprender un poco más de la lengua que llamaban francés, no era la que se hablaba por aquí, al menos de una forma más generalizada, no era muy útil pero tampoco lo eran otras lenguas que conocía, tendría que acostumbrarme. Así empecé a frecuentar la compañía de los pescadores que acompañaban a Jean en su embarcación, era un barco de un tamaño considerable, incluso tenía espacio para resguardarme de la luminosa luz y podía alejarse bastante de la costa.

La conversaciones de pescadores eran simples, el vocabulario no era complicado, aunque me costó entender que era un caladero, al final acabé comprendiéndolo. Este pequeño grupo con el que había contactado, tenía miedo de volver a Bretaña, por lo que contaban unas extrañas nieblas mataban a la gente dejándolos secos.

No era una experta en ocultismo, pero tenía bien claro que una posible causa es que hubiera algo parecido a mí que hiciera eso, un ser cruel y desalmado. Mi camino sería el mismo que ellos durante un tiempo.

Pensaba poner algo así en la historia pública, mucho más escueta. Lo pongo por aquí para poder conocer tus recomendaciones antes.

Esta curiosa la historia, me parece bien. Ningún comentario al respecto, ya tienes todo bastante claro ;)

Un solo detalle, el rumor de la niebla aun no habría llegado. Te enterarás en tu escena de prólogo.

Otro detalle es que quizás tendría que elegir especialidades para destreza y pelea con armas ¿No?

Había pensado en Pelea con armas poner Armas de filo (espadas y dagas) si es muy genérico pues simplemente Espadas.

Destreza pensaba  en la especialidad de Gracia Felina que son reflejos, pero es más bonito el otro nombre :P

 En el caso de la especialidad, debes poner Espadas o Dagas, son armas lo suficientemente distintas como para distinguir su maestría.

Lo de la Gracia Felina me parece bien ;)

¡Haber avisado que estabas pendiente! Que se me pasó xD

Es que cuando te iba a avisar coincidió que dijiste que habías tenido unos días complicados y no habías podido actualizar, así que asumí que era mejor esperar hasta que estuvieras más libre, lo siento, la próxima vez te aviso antes si se da el caso ;)

No hay problema, que con tanta escena y que dirijo otra partida es fácil que se me pueda pasar ;)

Así que sin miedo, recuérdamelo si alguna vez me despisto xD

Buenas noches.

Desde este viernes hasta el martes voy a estar ausente por un viaje, aunque podré mirar el móvil, no sé si podré escribir en la partida, si veo que tengo tiempo y me están esperando lo intentaré, pero no puedo prometer nada. 

Disculpa las molestias.

Gracias.

No hay problema, que vaya bien el viaje ;)

Gracias ^^