Partida Rol por web

El camarero ajustó mentalmente la cuenta.

3 Coronas.

María se sorprendió, aunque se esperaba tal actitud. Siempre le pasaba lo mismo a todos los hombres.

Esta bien, te dejo que me invites a la cerveza. Pero esta noche, pagamos a medias la cena.

Y sonrió.

De acuerdo. Asintiendo con la cabeza.
A las 9:15 iré a recogerte.
Saco de mi bolsillo 3 coronas y se las dejo al camarero.
Muchas gracias. Agradeciendo al barman su buena actitud mientras dejo las coronas.
Tras una pausa, me dirijo a Liz y le doy un beso en la mejilla; entonces, me dirijo a salir del bar.

Cuando Liz va a recibir el beso de Bell, se aparta levente y sin decir nada, termina su bebida de un trago.

Parate, te acompaño hacia la puerta, tengo el coche aparcado en los aparcamientos.

Entonces vayamos. Lanzando de nuevo esa sonrisa que me facilitaba siempre la conquista de mujeres.
Me sitúo a la derecha de ella, y con mi brazo izquierdo por detrás de su espalda, le tomo del hombro.

Liz se asombra al notar el brazo sobre su hombro.

Vaya. Comenta algo incomoda. No está acostumbrada a que le pongan el brazo encima y se incomoda muy rápido.

Aún así, sigue andando y sale del aeropuerto, cruza la parada de taxis y la estación de cercanías y llega hasta el aparcamiento P 3 por debajo de las vías.

Allí tengo el vehículo. Señala a uno rojo y pequeño, casi redondo.

Busco con la mirada el mio y lo señalo.
Aquel es el mio.

Una mirada suspicaz se le escapa a Liz.

Veo que tu trabajo deporta buenos beneficios... Y yo que pensaba que la gente como tu tenía que pasar desapercivida... Jajaja

Desde luego se ha quedado asombrada por el vehículo.

Bueno, me tengo que ir. Esta noche nos vemos.

Y se acerca para dar dos besos en las mejillas a Bell.

Me despido de ella, y tomo el vehículo en dirección al hotel.

Tras aprovechar la poca afluencia de trafico, Bell llega al Hotel, aparca su coche en el aparcamiento que tiene asignado, en la primera planta de éste y sube hasta recepción por los ascensores que hay dispuestos para ello.

Miro la hora, y tomo el dinero que allí estaba, y me prometieron para la misión.

Efectivamente, en uno de los cajones del armario, se encontraba un manojo de billetes envuelto en un sobre y bien sujeto por un par de gomas elasticas. Bell lo contó y encontró exactametne 3.200 coronas. Seguidamente miró la hora y eran exactamente 21:30 horas.

Salgo entonces corriendo del hotel a coger el coche y me dirijo a la dirección que me dio.
Vaya mierda...¿De qué demonios hablaremos?

Por suerte el Hospital se encuentra a tan solo 40 minutos del Hotel y Bell llega con la hora un poco pasada de la cita. Liz se encuentra al pie de un bloque de pisos adornado con un jardin muy bien cuidado.

Aparco el coche, y saliendo, me acerco a ella para darle dos besos.
Buenas noches. Saludándole cortesmente.

Buenas contesta Liz.

Creía que no ibas a venir. Y sonrie un poco cortada. ¿Vamos andando? Está a unos 15 o 20 minutos, asi damos un paseo.

De acuerdo. Digo mientras comienzo a caminar.
¿Llevas mucho tiempo trabajando en el aeropuerto? Pregunto para romper el hielo.

No mucho, la verdad. Esoy sustituyendo a una mujer embarazada, estoy allí desde hace 4 meses, pero me queda un mes y medio para que mi contrato termine. Aunque me han dicho que me van a renovar, no quiero hacerme con las esperanzas de que eso ocurra. Simpre pasa lo mismo, luego no sigues.

¿Siempre has soñado con trabajar allí?¿En el aeropuerto como recepcionista?

No. La verdad es que siempre he querido trabajar para la Hermandad.

Pero no como miembro de ella, sino para ella. Ya sabes, sueldo grande y fijo, un mes y medio de vacaciones, horario flexible y sólo 7 horas, seguidas por supuesto. No se, todo un lujo.

¿Tu sueño era trabajar de detective?