Partida Rol por web

Al fin me recupero  y me dispongo a ayudar contra la última esfera, pero el análisis de la situación de ojo de Halcón es correcto, dentro nos necesitan mas

-de acuerdo, ten cuidado-

Sin perder ni un segundo me dirijo al Pentagono atravesando sus paredes en busca de nuestros compañeros

El combate había ido a buscarle y su enemigo se planto frente a él. Era La Presencia, al fin se encontraban cara a cara, el Capitán ya tenía ganas. Por eso no dudó, se lanzó hacia su oponente y le golpeó con el escudo, fue un golpe fuerte, pero no tanto como para hacerle daño. La Presencia le devolvió el ataque con velocidad y el puño consiguió impactarle, sin embargo tampoco le hizo daño, pero Steve notó el poder del golpe. Se enfrentaba a un enemigo muy poderoso que iba a requerir toda su atención. Cuando se preparaba para lanzar su siguiente golpe, observó a sus compañeros. Ninguno había conseguido dañar de forma significativa a sus oponentes y Scott y Wanda estaban dañados. Steve apretó los dientes consciente de que la decisión que iba a tomar en ese momento, le iba a doler, pero debía hacer lo mejor para el grupo.

Arqueó su brazo preparándose para un nuevo golpe, pero esta vez no lo dirigió a la presencia, lo dirigió a los terroristas que estaban disparando a sus compañeros.Lanzó su escudo sobre los terroristas buscando ayudar a sus compañeros, con suerte podría herir a más de uno. Además confiaba en la posibilidad de que La Presencia se tomara aquello como una falta de respeto y se concentrara más en él, era peligroso y podía dañar mucho a sus compañeros. Prefería ser él, el objeto de su ira.

Poco despues de acceder por la ranura de la puerta al interior de la sala de computadoras, el resto del equipo hizo su entrada sorpresa por puerta y pared. Alli dentro nos esperaba el enemigo y parece que entre ellos se encontraba la Presencia, seguramente su líder y el que manejaba todo el cotarro. Sin tiempo para respirar el combate empezó inmediatamente buscando cada uno un objetivo al que atacar. Con mi mala suerte, pense que vapulear a esos soldados sería pan comido, pero el que recibio los golpes  fui yo. Había perdido nocion de una estrategia y estaba algo perturbado por el dolor en el estomago. Me fije en el que tenia mas cerca de los dos que me atacaron, y me digne a darle un puñetazo en toda la cara.

Si puedira acceder a los ordenadores, quizas evite el hackeo. Algo podría hacer pero será dificil con estos dos.

Ya sabía yo que el robot iba a tener alguna cosa a parte del poder para dejarme sin dientes, pero bueno, al menos trataría de tenerlo entretenido hasta que alguno de mis compañeros pudiera echarme una mano. Un enemigo menos del que tenían que preocuparse por el momento ¿no?

Los láseres me hicieron saltar hacia un lado y los esquivé por los pelos, porque me había quedado delante de una pared y había perdido mi posibilidad de moverme más allá. De todas maneras volví a intentarlo, no me iba a dar por vencida tan fácilmente ¿no?

Claro que cuando iba a golpear me di cuenta de una cosa y sonreí. Aquello seguro que iba a ser como un suicidio porque les iba a hacer enfadar, pero... sí, era la mejor de las opciones si no queríamos que aquello fuera a mayores.

Volví a ponerme en marcha y salí disparada a la zona de los ordenadores y una vez llegué allí, a situarme en la que creí que era la zona donde más daño podría hacer a todos aquellos equipos informáticos, usé mis bastones, sólo que esta vez no iba a intentar golpear a nadie, sino que iba dar tal descarga a los equipos que esperaba que dejaran de funcionar.

La sala de ordenadores pronto se convirtió en un estrecho campo de batalla. Quizá el poco margen de maniobra influyó en que Steve fallara su ataque, pero también Scott había errado, a pesar de tener proporcionalmente mucho más espacio. La Bruja Escarlata, sin embargo, arrojó un haz de fuerza hacia uno de los hombres, que saltó por los aires y se estrelló contra la pared. Su cuerpo cayó al suelo y no llegó a desaparecer.

Natasha hizo una maniobra que nunca antes habíais visto. Cruzando sus bastones, lanzó una descarga eléctrica esférica que sacudió todos los ordenadores de la sala, dejándolos inoperativos y abortando así los intentos de crackeo. Inmediatamente, los hombres que había sentados se apartaron de las máquinas, acercándose a las paredes tratando de evitar problemas.

Sergei Petrov había levantando su propia silla y la estrelló contra el robot de procedencia desconocida, pero este no sufrió daño alguno y de hecho le ignoró. Aquello posiblemente le estaba salvando la vida.

- ¡No puedo hacer nada!

Exclamó el hombre, ya mayor, quien ahora trató de levantar uno de los monitores, mirando ahora si había algún terrorista cerca.

En el otro lado de la sala, Presencia agarró al Capitán América y le propinó un rotundo rodillazo en el estómago. El supersoldado empujó a su rival, pues el escudo aún estaba por venir. Con un ágil movimiento lo cogió al vuelo, sintiendo aún el dolor del recién recibido golpe. El hombre de amarillo miró alrededor y se fijó más de la cuenta en el terrorista caído, pero volvió la atención en cuanto pudo al Capitán.

El robot allí presente lanzó nuevamente sus rayos hacia la Viuda, pero esta saltó hacia delante, pasando entre sus piernas.

- Serás castigada por esto, humana.

En ese momento una figura etérea atravesó la pared. La Visión echó un vistazo a su alrededor, sopesando lo que ocurría.

Clint había pedido enfrentarse a la última de las esferas, de modo que Tony fue en dirección a la sala donde parecían estar los demás. Visión atravesó inmediatamente el techo, pero Iron Man no era tan sutil. ¿Qué podría hacer?

Visión había echado a volar en busca de la sala donde se encontraba el resto. Atravesando las recias paredes del Pentágono, llegó enseguida hasta su destino. La sala no era muy grande, pero allí había un gran caos en este momento.

Habían cinco terroristas, tres enfrentándose a Ant-Man y dos a la Bruja Escarlata. Viuda Negra estaba esquivando los rayos láser que emitía un extraño robot.

El Capitán América acababa de recuperar su escudo y estaba frente a un enemigo embutido en una armadura negra y amarilla.

Además, había un grupo de civiles, de aspecto ruso. La mayoría trataba de apartarse del combate, pero uno de ellos, mayor, intentaba levantar un monitor. Ahora mismo, los monitores estaban todos apagados.

Iron Man y Visión abandonaron el lugar, dirigiéndose hacia uno de los edificios. Clint había quedado él sólo contra una de las esferas, creyendo que podría eliminarla sin la ayuda de los demás.

Sus disparos no lograron su objetivo y la esfera respondió con un nuevo rayo que impactó la nave y la sacudió. Se perdió momentáneamente al control, pero aferrando firmemente los mandos impusiste tu voluntad y lograste estabilizarla.

Según aparezco en la sala atravesando la pared identifico como la mayor amenaza aparente al robot que parece mantener en jaque a la viuda y me lanzo sobre el golpeandolo con los puños

-disculpad la tardanza, Iron Man y Ojo de Halcon no tardarán-

-Entendido, ten cuidado, pajarito, como te pase algo Viuda me mata por dejar jugar solo al nene... 

Sin embargo, con media sonrisa esbozada en el rostro, salió disparado tras Visión... Hasta que éste atravesó limpiamente el techo. 

-¡Maldito sintozoide! J.A.R.V.I.S., ¿cuál es la ruta más rápida?

Se quedó callado unos segundos hasta que el sistema le respondió. 

-¿Y la opción C? ¿Por qué nunca hay opción C? Bien... Opción A, entonces, espero que no me lo tengan en cuenta...

Y se preparó para atravesar paredes. Por el momento, se abstuvo de utilizar el Uni-Beam, no quería herir por error a sus compañeros o a alguno de los rehenes. 

Clint notó el impacto en el Quinjet, y por un momento temió perder el control del mismo. Afortunadamente pudo recuperarlo, pero sabía que estaba dañado y que seguramente no podría aguantar mucho más.
Dejó que los sistemas se recalibrasen mientras trataba de hacer algunos giros y rizos para que fuera más dificil de acertarle hasta que las armas estuvieran de nuevo a punto.

Venga pajarito. Sigue volando. Que justo ahora le he dicho a los demás que se fueran. No me vayas a hacer quedar mal. Además, si me muero aquí Nat nunca me lo perdonaría. Por no hablar de que mi mujer me mataria.

Habia vuelto a sentir el dolor de la batalla. Otro terrorista mas se habia apuntado a tenerme como sparring y recibir mas golpes. Por suerte La Vision entro atravesando paredes y nos apoyaría en combate, a pesar de que no fui el afortunado del momento. Por ello decido cambiar de estrategia, dado que en el intercambio de golpes salía perdiendo. Me vuelvo al tamaño pequeño e invoco a las hormigas para que ataquen a los terroristas que en mi area de control.

Sus compañeros estaban llegando, habían superado sus problemas exteriores y habían llegado hasta su posición, eso les iba a dar una ventaja crucial. Con la llegada de La Visión, el Capitán América, pudo centrar todos sus esfuerzos en el enemigo que tenía frente a él. Era duro y sabía lo que hacía, podía ser un enemigo realmente peligroso para algunos de sus compañeros a juzgar por la potencia de su pegada. Steve aferró con fuerza el escudo y se preparó para descargar un golpe contra su oponente, que le hiciera ser consciente de su lugar.

Se me escapó una sonrisa ante la amenaza del robot, no porque no me diera miedo que ahora la tomara conmigo, no, sino porque le había dado donde le dolía a pesar de no poder enfrentarme a él.

- Cuando no puedes enfrentarte a tu enemigo de cara, tienes que buscar sus puntos débiles... - Pensé aunque no lo dije, a fin de cuentas, muchos de los que estaban conmigo en aquella habitación no compartirían mi punto de vista.

No tardé demasiado en sentirme una diana andante y me puse a esquivar aquellos láseres con toda la celeridad que pude, aunque estaba claro que no podría seguir haciendo aquello eternamente.

Al ver aparecer a Visión e ir directamente a por el robot se lo agradecí, aunque me aparté del medio y decidí seguir haciendo algo útil y no quedarme de brazos cruzados viendo cómo se desarrollaba la lucha. Así que sin pensármelo me acerqué a las personas a las que habían tenido allí retenidas.

- Vamos. Tenemos que salir de aquí. - Me parecía que lo mejor sería ponerlos a salvo, no se fueran a complicar las cosas de alguna manera.

Visión llegó hasta vosotros y de inmediato tomó como objetivo al extraño robot presente. Volando hasta él de un modo fantasmagórico, como era habitual en él, trató de golpearlo con los puños, pero su oponente se apartó.

Una fuerte explosión causó una gran grieta en uno de los muros, y se escucharon diversos golpes después. Algo trataba de entrar en la sala. Cuando los primeros bloques cayeron, se pudo ver la figura roja y amarilla de Iron Man.

El robot retrocedió algunos pasos. Viuda se había apartado también y estaba tratando de apartar a los civiles, los cuales no tenían mucho problema en hacerlo, salgo Sergei, que se había obstinado en luchar hasta que ella, Natasha, le miró y supo que quería que se alejara del peligro.

- No me quedaré a luchar. Ya no hay opciones de victoria. - Dijo el robot. - La Presencia ha fracasado. Pero os conmino a escuchar a mi señor Kang y unir vuestro planeta a su imperio, para establecer una defensa común ante las amenazas galácticas.

La máquina no llegó a atacar y ahora parecía dispuesta a hablar.

- Es la opción lógica para no tener que enfrentaros a todo el universo, vosotros sólos.

El Capitán América trataba de luchar contra el hombre de la armadura amarilla. Su golpe con el escudo fue sencillo de anticipar y fue esquivado. Pero el hombre había escuchado también al robot y no tardó en gritar.

- ¡Maldito traidor, yo no he fracasado! ¡Salgamos de aquí ahora mismo! ¡Activad la teleportación!

Quedaban cinco terroristas en pie, los cuales detuvieron también sus ataques y se dedicaron a tocar sus cinturones, pero nada ocurría.

En ese momento, un grupo de marines de los EEUU hacían acto de aparición, apuntando con sus rifles a todos los presentes.

- ¡Tiren las armas! ¡Todos al suelo, con las manos en la nuca!

Se produjo un momento de confusión.

- ¡He dicho que nos teleportes!

Gritó Presencia hacia el robot, pero nada ocurría. Finalmente, Presencia dió media vuelta y echó a correr en dirección a los soldados. Parecía que iba a marcharse. Los terroristas, aún sin tener claras las ideas, habían perdido unos segundos valiosos, pero tomaron sus armas y volvieron a apuntar a los presentes, preparándose de nuevo para abrir fuego. Apretando los gatillos, las balas volaron tomando por sorpresa a Ant-Man, que fue golpeado por una de ellas, y por Steve, el cual recibió un balazo en la pierna. Bruja Escarlata recibió otra bala de pleno, pero el campo de fuerza impidió que fuera una herida grave.

Trataste de evitar los ataques de la esfera anaranjada, la cual trató de impactar el Quinjet, pero lo maniobraste de tal manera que le resultó imposible.

Parecía que el combate se te había complicado, pero algo cambió, pues la esfera perdió interés en perseguir el Quinjet y con un suave destello de luz, desapareció de la escena. Te había dejado sólo...

A pesar de los daños sufridos, Clint pudo maniobrar lo suficiente con el Quinjet para evitar la esfera. Pero cuando se dispuso a disparar de nuevo  esta desapareció.

Pero qué narices...

Hizo un barrido con los sensores pero no encontró nada.

Mierda. Espero que no vaya a por los demás. O no la verán venir.

En un principio pensó en comentarselo a los demás, pero se detuvo antes de hacerlo. No podía estar seguro que no estuvieran escuchando sus comunicaciones. De hecho lo más provable es que fuera así. Pero tenía que avisarles.  Al final se decantó por una idea absurda, pero que lo mismo funcionaba.
Mientras maniobraba la nave para acercarla al Pentagono y poder entrar por el hueco que había hecho Iron Man, mandó una señal a Natasha. Unos pitidos que sólo aparecerían en el comuncador de ella, era Morse. En el mensaje le avisaba de que una esfera había desaparecido y que quizás podría atacarles, que estuvieran atentos.

Después se dispuso a dejar el Quinjet estacionario en el aire para poder bajar.
 

Tu comunicador pareció recibir una señal sonora que reconociste como morse...

La batalla fue un desastre y me sobrepaso en estrategia.

Ser pequeño? Quizas tuviera muchas ventajas, pero de nada servia cuando no prestabas atencion y te centrabas en otras cosas. El usar las hormigas pudo haber servido, pero de nada cuando tres enemigos te tenian localizado y enfocado en todo momento. No me perdieron de vista, y me acribillaron mientras centre en llamar a mis amigas.

Mi cabeza empezo a divagar pensamientos inocuos y en formas de pelear. Sin ideas claras me digne a corretear por el suelo en una actitud defensiva esquivando los ataques que se me venian encima.