Partida Rol por web

Los refuerzos habían llegado en el mejor momento, cuando el combate comenzaba a ser duro. Algunos de sus compañeros parecían estar heridos y eso no eran bueno, los enemigos aún no habían sufrido bajas significativas y él estaba demasiado ocupado en su combate como para poder ayudarles, todo lo que le hubiera gustado. Pero con la llegada de Iron Man y La Visión, todo eso cambiaba. Tanto era así que hasta sus oponentes se habían dado cuenta y se preparaban para emprender la huida. No había que ser un genio para observar que había problemas internos entre sus enemigos y eso les beneficiaba. En mitad de todo aquello recibió un balazo en la pierna y gruñó, más por lo que esa herida significaba que por el dolor que le podía causar. La Presencia trataba de escapar a la carrera y herido en la pierna quizás no pudiera perseguirlo, tenía que tumbarlo en ese momento. Scott, Wanda y Natasha deberían esperar, estaban bien entrenados y aunque estuvieran sufriendo, serían capaces de soportar la situación, mientras él se encargaba de aquel tipo mejorado.

- Stark, Visión, no dejéis que se escape. - Quería prevenirlos por si él fallaba, ellos podían volar e interceptarle. Tras esas órdenes Steve intentó placar y tumbar a su oponente. podían sacar mucha información de él y necesitaban de una maldita vez información. Ignorando el dolor de sus heridas Steve se concentró para emplear las viejas maniobras de derribo que había aprendido años atrás y que tan útiles le habían sido en el pasado.

No costó nada detener el Quinjet sobre el tejado. El acceso al interior del Pentágono era sencillo,pues Iron Man había allanado el camino, o más bien arrasado el camino. Había agujereado un par de muros a su paso.

No habías recibido ninguna señal de la Viuda Negra, pero tampoco se apreciaban sonidos fuera de lugar una vez tomaste tierra. Ahora estabas sobre el edificio y tendrías que descolgarte para volver junto al resto.

Presencia parecía optar por cargar de frente hacia los soldados. El equipo especial reaccionó apuntando al hombre y habría intentado abrir fuego de no ser por Steve. Éste se impulsó con energía, atrapando el cuerpo del otro supersoldado y derribándolo.

Los militares entonces usaron sus armas contra los terroristas, por lo que se desató una lluvia cruzada de proyectiles de un lado hacia otro. Los intrusos bien sabían que sería más sencillo acabar con el ejército que con los Vengadores.

Ant-Man escuchó varios silbidos a su alrededor. Las hormigas no le habían obedecido segundos antes, pero ahora parecía haber restablecido el contacto con ellas.

La Bruja Escarlata seguía rodeada de su energía vibrante, la cual la protegía. Asistía como espectadora.

Viuda Negra había logrado apartar a los rusos civiles, quienes prefirieron tirarse al suelo ahora.

Mientras, el Capitán América había tumbado al que se hacía llamar La Presencia, pero este se debatió y aún tenía la opción de luchar. El individuo no lanzó ningún golpe, sino que su mano fue hacia el lateral de su máscara y soltó el cerramiento, dejándola caer.

La Presencia tenía el rostro desfigurado. Abrasado. Por un momento semejaba tan sólo a alguien abrasado por las llamas, pero pronto un destello verde fue emergiendo de su piel, a la vez que su cuerpo despedía calor. Su máscara había caído al suelo.

- Todos moriréis. La radiación os consumirá...

Rodó fuera del fuego de las armas y se incorporó, presentando aún batalla.

El robot es otro agente de Kang, y mantiene la propuesta de este, sin aportar mas argumentos para nuestra sumisión frente a estas supuestas amenazas exteriores que su palabra y su poder

Computar esto me ha costado unos precioso segundos en que la situación vuelve a descontrolarse

-perdona capitán, pero tendremos que considerar lo que dice este agente de Kang mas adelante-

La amenaza de la presencia es inmediata y palpable, así que a el le dirijo todo el poder de la gema de la mente

A Clint le preocupó un poco que Natasha no repondiera. O estaba ocupada infiltrada y no se podía delatar, o estaba ocupada peleando. Esperaba que fuera lo primero.
No obstante no podía quedarse allí, sus compañeros le necesitaban. Aunque empezó a reirse lo que acababa de pensar. Iban a necesitarle a él. Un tipo con un arco y flechas. Sí, claro.

Jarvis. Te dejo al mando. Cierra cuando salga y vigila que no nos roben el vehículo.

Ojo de Halcón dejó caer un cable y se deslizó por el hasta llegar al hueco que creó Iron Man. Esperaba llegar hasta los demás por él. Aunque pretendía realizarlo de manera algo más sutil. Por lo que se adentró cual cazador al acecho atentó a cualquier peligro.

Los civiles fueron bastante rápidos saliendo de allí, pero claro, en su situación yo también lo hubiera sido, más que nada por mantener mi cabeza sobre los hombros y esas cosas. Eso sí, se echaron al suelo en cuanto la cosa se complicó y bueno, yo lo hice con ellos porque eso de las balas cruzadas por todas partes era algo que prefería no probar.

- ¡Joder cómo está el patio!

Estaba levantando un poco la cabeza para ver si podía incorporarme ya cuando escuché aquel sonido que se repetía en el comunicador.

- ¿Qué demonios...? - Unos instantes después me estaba dando cuenta de que aquello era un mensaje en morse. - ¿En serio? - No tenía ni idea de quién estaba mandando aquel mensaje ni por qué, pero estaba claro que había que avisar a los demás.

Me incorporé y busqué un lugar en el que no fuera a acabar como un colador antes de decir nada. 

- Chicos, me está llegando un mensaje en morse por el comunicador. Una de las esferas no está en su sitio, de esas que había fuera, ha desaparecido.

No tenía ni idea de lo que podía significar aquello, pero era mejor que estuviéramos atentos no fuera a aparecer por ahí y tuviéramos aún más problemas.

De todas maneras, la escena ahora estaba complicada. Militares apuntando sus armas, Presencia amenazando con radiarnos a todos...

- Esto es como un chiste.

No iba a acercarme a pegar a nadie, pero saqué la pistola y apunté al desfigurado, con un poco de suerte le daba en un ojo o algo así y eso hacía que mis compañeros tuvieran más opciones. Todo fuera por ayudar.

-Sólo quedaba una de la que se estaba encargando el pajarito -le respondí a Viuda- por eso nos hemos venido VIsión y yo. Capi, voy en seguida. 

Entonces me moví hasta donde el Capitán América trataba de detener la huida de quien por lo visto era la Presencia y traté de ayudarlo a cortarle el paso, apuntándolo con los repulsores. 

La llegada de los militares fue oportuna para cambiar en parte el curso de la pelea. Al menos con ello los terroristas dejaron de enfocarse en mi y sus disparos se dirigieron hacia el ejercito. Ello me permitio un ligero descanso, al menos para sosegarme. En esos momentos mi mente plasmo la imagen de otra persona:

Estara bien Hope? Ojala me estuviera acompañando en la pelea. Espero la base vengadora no resulte atacada.

Mi preocupacion era notable por ella, pero no me podía permitir el lujo de divagar cuando a mi alrdedor era todo un silbido de disparos en todas direcciones. Suerte de ser pequeño.

Cuando hablo la tal presencia, no sabía a quien se refería como Kang. Pensaba que podría ser su jefe, o el que estaba detrás de todo esto. La sorpresa para mi fue cuando la máscara metalica cayó al suelo dejando entrever una cara quemada. Me dio impacto, pero aun estando sometido por el Capitan, ese tipo parecía tener planes.

No pretenderá inmolarse aqui mismo? Sea maquina o lo que sea tendra que tener un inmenso explosivo consigo mismo.

Como emergencia llamo a Herby, cansado de corretear y me dirijo volando hacia la Presencia.

Todo cambiaba en muy poco tiempo, tan poco que le resultaba muy complicado no dar órdenes contradictorias. Tenía claro lo que quería hacer y como debía hacerlo, había placado a La Presencia y por primera vez desde que había comenzado a combatir con él, había conseguido sobreponerse. Sus compañeros estaban allí y él había derribado al enemigo más peligroso, nada podía salir mal. Pero nada era una palabra que debería borrar de su diccionario.

La máscara de su oponente se cayó al suelo y dejó ver un rostro horrible y deformado que no podía significar nada bueno, pero sus palabras fueron lo que más preocuparon a Steve. La radiación, eso podía infectarlos y matarlos. Apretó los dientes molesto mientras agarraba con fuerza su escudo, no podía dejarle escapar, pero tampoco podía llevarles a la muerte y menos a una muerte tan horrible como esa.

- Salid, si os quedáis la radiación os matará. Natasha tiene a los civiles y hemos frustrado el ataque, les quedan pocos soldados, han perdido ahora toca ponerse a salvo. -

Nada más decir eso Steve tomó su escudo y lo lanzó con fuerza hacia La Presencia, tenía información, de eso estaba seguro. Una información que ellos necesitaban, tenía que sacársela aunque fuera a golpes.

- Te han vendido y traicionado, estás solo y no eres lo suficientemente inteligente como para montar esto tú ¿para quién trabajas? ¡Habla! -

¿Qué haría Pietro?

Le echo tanto de menos...

¡No! ¡Ya basta!

Debía sobreponerse. Desde hace un rato que se había quedado bloqueada y eso no le compensaba a nadie. Tenía que hacer algo, aunque estuviera herida, aunque le faltara parte de ella. Pietro. Había vidas en juego … ¡eso es!

Viendo que varios de sus compañeros ya se estaban ocupando de La Presencia, decidió proteger a los civiles intentando que su escudo defensivo los envolviera el suficiente tiempo como para que pudieran levantarse y escapar de la radiación sin que las balas tampoco fueran un problema. Ella misma no estaba en su mejor momento, pero tenía que intentar hacer algo, por su hermano, y salvar a estas personas era igual de importante como parar a La Presencia.

Además, Sergei Petrov estaba entre ellos y era una persona querida para La Viuda Negra y no quería que nadie cercano sufriera más, ya habían tenido la dosis para todo el mes o el año. Así que se acercó a ellos y mientras se concentraba para ampliar su escudo, les dice:

Vamos, arrriba, debéis marrcharr. Yo les prrotegerré.

Aunque tenía dudas de que fuera a salir bien, no se veía con fuerzas de poder hacer otra cosa.

Podíais notar el calor aumentando en aquella sala de computadoras. Steve había dado una orden a los soldados, pero estos no obedecieron. En su lugar, parecieron pedir permiso a sus superiores para abandonar la sala. Enseguida, dos de ellos perdieron fuerzas, a punto de desmayarse.

Wanda había levantado un escudo de energía roja, la cual estaba protegiendo a los rusos.

- ¡Ese hombre está loco! ¡Nos va a matar!

Todos los presentes, con la salvedad de Visión e Iron Man, notásteis cómo vuestra piel se quemaba. El Capitán América se llevó la peor parte, notando un dolor in crescendo, que amenazaba con dejarlo inconsciente.  Incluso Wanda, que era la mejor protegida, notaba los terribles efectos de aquella exposición.

Los peor afectados fueron los insectos presentes. Herby, la hormiga de Ant-Man, desfalleció y comenzó a caer...

Vuestros ataques a La Presencia hicieron mella en él, pero era excesivamente duro y aguantó con estoicidad. Presencia se levantó pero cuando iba a actuar, el robot se había colocado a su lado.

- Teleportación.

Comentó la máquina y el supersoldado soviético radiactivo se esfumó. Desapareciendo de la sala.

Clint llegó al interior de la habitación, donde había sucedido el combate, aprovechando para ello los agujeros abiertos por Iron Man. Allí dentro, la Bruja Escarlata mantenía un campo de fuerza que protegía a unos civiles de aspecto ruso. Unos militares de USA trataban de sobreponerse de algo. Steve y Scott parecían malheridos. No había rastro de la esfera naranja desaparecida.

Un robot escarlata de estética vagamente humanoide se mantenía en el centro de la sala.

- Hemos teleportado a Presencia para evitar daños innecesarios. Mi Amo, Lord Kang, quiere que le reconozcan como un aliado, no como un enemigo. Según nuevas informaciones, Presencia no quería defender su planeta de las amenazas alienígenas, sino convertirlo en un lugar radiactivo para crear más cómo él. Quiso engañar a Lord Kang y pagará tal afrenta.

La máquina de múltiples ojos parecía observarlo todo.

- Lord Kang desea comenzar de nuevo sus acercamientos con los terrestres. Desea establecer comunicación con las autoridades de su país: Los Estados Unidos de América.

El robot, que hasta hace poco os estaba combatiendo, ahora parecía haber cambiado su discurso.

Los terroristas que quedaban en la sala se mostraban confusos y no sabían cómo actuar. Uno de ellos hizo una señal hacia los demás y trataron de salir corriendo en dirección a donde estaba ahora Clint. Parecía la única opción viable de escapar.

Al parecer Clint llegó cuando la acción ya había acabado. Lo cual no le parecia del todo mal, pero el hecho de que La Presencia hubiese sido rescatada por Kang, por mucho que su sirviente dijera que la tenían presa, no le gustaba lo más mínimo.

Oh. Por favor. Está este tipo todavía aquí. ¿De cuantas maneras hay que decirle que se vaya a freir monas?

Estuvo tentando de dispararle al robot, pero a los que parecian ser los malos mirar hacia él les apuntó a ellos.

Ah, ah, ah. Ni lo intentéis siquiera. Puedo acabar con todos vosotros de un solo flechazo. No me pongáis a prueba.

Cuando me dirigia volando hacia la Presencia, el calor producido por su radiacion se hizo insoportable. Herby empezó a hacer eses por el aire y sentirme en una montaña rusa descontrolada. Intente comunicarme con ella para controlarla, pero el vaiben hizo que saliera despedida de ella cayendo al suelo de forma estrepitosa. Por suerte no me hice demasiado daño al caer, pero aun asi, mi cuerpo ya estaba lleno de moratones y entumecido por el combate terrorista. Escuche varias veces el nombre de Kang, pero ni entendia realmente que sucedía, ni quienes eran esos personajes.

Desde el suelo, por instinto me volvi a mi tamaño normal, de rodillas y viendo alli delante a mi amiga Herby, la cual estaba casi muerta por el insufrible calor. Solo podia ver como sufria la pobre, pero la radiacion fue bajando de repente. Fije mi mirada en la presencia como venganza, pero esta desparecio de alli teleportada por alguien. En mi interior sentia un ardor, un escozor por haberme notado inutil.

Vencido por tres musulmanes maniaticos. Pensaba en lograr algo contra presencia, pero esta desaperecio. Estoy hecho para ser un vengador? Tan limitados son mis poderes?

Cuando la Presencia desencadena su poder poco puedo hacer para proteger a los demás aparte de preparar otro ataque contra el enloquecido superhumano, pero entonces desaparece teleportado por le androide de Kang, que una vez mas vuelve a lo mismo, desde luego es persistente y tiene recursos

-Kang tendrá que dar alguna prueba de esa amenaza alienigena aparte de su palabra- Supongo que estando en una instalación del gobierno como es el pentágono las autoridades militares querrán hacerse cargo de esto y hablar con el androide de la oferta de Kang, auqnue supongo que no tendrá mucho mas éxito, la cuestión es que ya no es asunto nuestro y que la mayoría de mis compañeros Vengadores están heridos.

Voy hasta donde está Wanda y le doy la mano ayudandola a levantarse -¿te encuentras bien?-

Después de aquel día tan movidito iba a necesitar descansar alguno, pues me parecía que iba a tener unos cuantos moratones por el cuerpo, por no decir que seguramente algunas agujetas de hacer un poco el indio por ahí. Es que había que seguir el ritmo a la gente.

- Hombre Clint... - Dije con cierto tonillo de " apareces cuando la fiesta ya ha terminado". Imaginaba que habría estado ocupado por ahí fuera, pero eso no quería decir que no pudiera meterme un poco con él ¿no?

En cuanto los hombres se movieron con intención de largarse Clint los amenazó y bueno, yo levanté al arma apuntándolos también, la verdad es que estaba lo suficientemente K.O. en aquel momento como para que evitar moverme demasiado fuera una opción, aunque en caso de ser necesario haría el esfuerzo.

- Después de dar toda esta guerra ahora queremos negociar... - Negué con la cabeza como si no pudiera creerme aquello, pero en fin, era mejor eso que no que intentara volar el planeta. - Seguro que encontramos a alguien que quiera hablar con tu jefe. - No sabía dónde se había quedado ya eso de que los Estados Unidos no negocian con terroristas.

Sentía el dolor, era profundo, más de lo que había esperado. Había ordenado que se retiraran, pero no le hicieron caso y ni el Capitán América podía proteger a los que se negaban a ser protegidos. ¿Había fallado? Quizás, La Presencia era realmente poderosa y parecía que iba a matar a mucha gente hasta que ¿desapareció? De la nada su enemigo se había evaporado y ante él había aparecido un emisario que decía ir en son de paz. Muchas cosas cambiaban en muy poco tiempo y tenía que enfrentarse a todas ellas.

Steve era un hombre meticuloso y para combatir un problema, debía desmantelar los otros. Sus compañeros estaban heridos, incluso él mismo estaba herido. Prolongar aquella batalla podía ser fatal, habían vencido por el momento. El objetivo principal de la misión era repeler el ataque contra el Pentágono y lo habían logrado, aquello era otro posible éxito de los Vengadores. Sin embargo la historia no había terminado. Los terroristas seguían en pie y trataban de huir, quizás era hora de probar otra vía diferente a la confrontación.

- ¡Terroristas! Vuestra misión ha fracasado, vuestros líderes no están y la mayoría de vuestros compañeros se encuentran fuera de combate. Vosotros os encontráis superados en número y rodeados. Entregad las armas de forma pacífica y se os dispensará un trato justo. Si os negáis os obligaremos a entregarlas. -Mientras les hablaba, les señaló con el dedo índice de su mano izquierda extendido, mientras con la derecha enarbolaba el escudo como manifestación física de las dos opciones que les había ofrecido.

Dicho eso, el Capitán América se giró para hablar con el robot que parecía querer ejercer de emisario.

- Soy el Capitán América y por el momento tanto tú como Lord Kang sois considerados hostiles, habéis atacado el Pentágono y puesto en riesgo la seguridad nacional. Tened eso en cuenta, cuando comencéis a hablar.

Tras aquella puntualización el Capitán América usó su comunicador para hablar con J.A.R.V.I.S.

- Retransmite este mensaje al Coronel Ross. Hay un emisario de los atacantes que desea hablar con un representante de los Estados Unidos.