Partida Rol por web

Illescas (Toledo)

Con casi una jornada de viaje a vuestras espaldas, habiendo dormido plácidamente en una posada, llegásteis a Illescas. Contempláis que la localidad es tierra de olivos y viñedos, y deducís, por tanto, que el vino es bueno. Delante de vuestras narices se os presenta una taberna tranquila hecha de piedra y paja.

La verdad es que pocos detalles os dio Fray Tomás con respecto al sicario que buscáis ¿quizá sepan en este pueblo algo más sobre él?

Me presto a entrar en la taberna, en busca de información.

Acompaño a Ambrosio en su excursión a la taberna.

Otra vaz en una taberna... Ummm... No está mal, aunque no tenía entendido que fuese algo tan usual.

A la taberna pues, tiempo hace que no disfruto de un manjar -dice aunque antes de salir comieron a costa de fray tomás-

Era de mañana y poca gente había en la taberna (más bien nadie). Tan sólo estaban a esas horas el tabernero y un mozo que servía mesas, por lo cual éste os atendió a vosotros con sobrado tiempo.

¿Y qué hacen ustedes aquí, hermanos? -preguntó el dueño. No suelen verse fráteres en estos tiempo de tanta tensión por los caminos...

Parecía que quería conversación (el tipo estaba algo aburrido tras la barra) y tras serviros algunas calderetas y líquidos se os quedó mirando y esperando una buena historia que escuchar.

Mientras  recogía su vaso con su mano diestra, Teófanes lanzó una mirada de pocos amigos al tabernero y susurró:

- Nuestros motivos sobre  que hacemos  de viaje  no son de vuestra incumbencia, sin embargo...- miró a ambos lados donde sus compañeros fráteres se deleitaban  con las viandas recién servidas, aguardando su consentimiento; - ... quizás si podéis responder algunas preguntas...-

Le volvió a   apuñalar con la mirada   mientras  se acercaba el vaso para humedecer su seca garganta. 

El tabernero puso cara de pocos amigos ante la respuesta de Teófanes. Desde luego aquella contestación no venía al caso. Tan sólo intentaba ser amable con sus nuevos clientes.

¿Preguntas? ¿de qué tipo? -respondió con un evidente resquemor-.

¿Y ahora soy yo el que tenga que responder a estos fulanos? -pensaba para sí. ¿Qué se han creído?

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Ahora, quien vaya a preguntarle tendrá que pasar una tirada de Elocuencia (COM) (o puede que Tortura (HAB) si de verdad queréis saber algo).

Inicencio mira a su compañero frater Teofanes, esperando otra pregunta.

-Señor tabernero, disculpe a mi compañero, ha tenido un viaje duro y resulta algo brusco a la hora de hablar. Sepa que le guardamos el máximo respeto a usted y a su casa. Estamos interesados en los asuntos de los judíos de Illescas. Estamos buscando a uno con el que hay un delicado negocio de por medio y puede causar daño y perjuicio a la santa iglesia católica.

La intervención de Ambrosio de Lucea no se hizo esperar, tal y como Teófanes aguardaba. Aunque   su gesto se torció de manera cómica cuando escuchó  la "breve" descripción de su forma de actuar. -Quizás he sido demasiado brusco..- pensó durante unos segundos, antes de volver a lanzar una mirada inquisitiva al tabernero esperando la respuesta a la  petición de su compañero.

- ¿ que sabéis al respecto?...- consiguió decir mientras  agarraba con seguridad su jarra.

Fuera como fuera, la elocuencia de Ambrosio había calmado los ánimos tras oir las palabras de Teófanes, haciendo hablar al tabernero.

Si, si, si... -dijo asintiendo y mirando al vacío-, hay un judío que dicen que es un poderoso hechicero, no hay duda que vuesas mercedes se refieren a él, el cual tiene la piel requemada y oscura como si se hubiera asado en el Infierno... Vamos a ver...

El tipo se sirvió un vino a sí mismo mientras relataba.

Hace ocho años, cuando estas tierras pasaron a depender del arzobispo de Toledo -continúó sorbiendo-, todos los vecinos nos alegramos, pues pensamos que vendrían santos padres que expulsarían a las malas gentes de este pueblo. En lugar de ello, el delegado del Obispo afincado en Illescas se trajo a ese judío por el que preguntan. El tipo consulta los negocios del delegado y nos sangra a todos con impuestos y cargas injustas... ¿ven ustedes alguien en este bar? ¡Los vecinos ya no tienen dinero ni para vinos! He escuchado muchas cosas... que está hechizado incluso, y los que han ido al arzobispado a quejarse de él han vuelto siempre con las manos vacías... ¡Ay, Señor! ¿¡Dónde vamos a llegar!?

Y se llevó la mano a la frente, negando y mordiéndose los labios como con rabia.

—Entonces será buena idea que hagamos una visita a ese judío. ¿Tiene una dirección? ¿Cuál es su nombre? ¿Le suena un judío llamado Pero Gil?

Habrá que llevar cuidado sobre si es nuestro hombre o sólo un burócrata con enemigos entre el populacho. No tengo problemas de llevar a la hoguera a otro hereje para que purifique su carne y espíritu, pero me gustaría que fuera el correcto.

No se preocupe buen hombre, el Altísimo nos pone a prueba en esta tierra y todos los que le siguen encontrarán refugio en su reino. Podemos aliviar su carga, si nos ayuda. Además, estamos hambrientos del viaje y bien podríamos hacer un alto en su posada y comer algo para seguir con nuestro camino -dice esto último mirando al frater Ambrosio y esperando su aprovación mientras sus tripas se retraen emitiendo el sonido característico del hambriento-.

Por supuesto, apruebo la idea del hermano Olivares con un gesto afirmativo. Todos tenemos hambre.

El tabernero os pidió 2 monedas a cada uno mientras os ponía un suculento plato de viandas y más bebida, básicamente vinos. Os comentó que lo que podíais hacer era visitar al arzobispado a ver al delegado.

Asi que -dijo-, si vais allí puede que ayude a vuesas mercedes a encontrar a aquel que os ha traído aquí. ¿Pero Gil? Ni idea señores; aunque si es judío como decís, no puede ser "trigo limpio"...

PNJOTIZADO.

Y bien fráteres -dijo susurrando una vez que el tabernero les dejó un poco de intimidad- ¿Qué haremos? Ese delegado del que habla tiene tan mala pinta como el judío al que buscamos... Lo curioso es que parecen íntimos según las palabras del tabernero ¿qué hacemos?

Y acabé mi plato de comida.

-Seguro que el hermano Campillo sabe razonar de buenos modos con ese delegado afincado aquí y llegamos a un acuerdo -digo con una parsimonia digna de encomio, con una frialdad que amedrentaría a un predicador dominico.

Con el permiso del dj, vuelvo a ser yo. 

Pareceme juicioso, localizar al tal judio,seguirlo con tiento, et saber su guarida, palacio o choza, más lo primero que lo último.  Con ese conocimiento, rezar a Dios et esperar el momento divino para asaltarla et   conseguir con el suyo permiso, o no, et con tormento,  lo que andamos buscando.

¿ que sus parecen mis razones?

Mientras entona estas palabras en voz baja pero clara , otea el reto de la taberna por si alguien que no debiere ollera algo que no debiere o ve lo que no debiere.

Rebañando con gusto el plato de viandas que le había ofrecido el tabernero, Teófanes  escuchaba atentamente las palabras de sus compañeros. Una cosa quedaba clara: dar con el  judío y "obligarle" a  indicar donde escondía tal  extraño amuleto  mágico. Al oír el comentario de Ambrosio, Teófanes levanto la vista de su plato y con la boca llena de pan , palmeo su recién comprada espada que se mantenía firmemente sujeta a su cinturón. Con un largo trago a su  vaso consiguió engullir y con algún que otro golpe de voz  susurró:

- ...Coof...Coof..  Vuestras razones son las mismas que las mias- dijo aclarando la voz ,prosiguió:- ... Tanto mi espada como mis habilidades están al servicio de Nuestro Señor Padre y sus humildes servidores- Mirando al hermano Ambrosio de Lucea, le espetó con cierta sorna;.- Y descuidad, mi buen frater, que si no bien mis palabras logran convencer al infiel, mi acero cumplirá con creces.-

Tornando su gesto mas sombrío que el de costumbre , se acercó mas a la mesa y susurró:- Lo primordial ahora es encontrar el escondrijo de esa rata infiel y obligarle a salir de el.- 

Cuando penséis qué hacéis/donde váis decidme.