Partida Rol por web

Viaje al corazón de la Hydra

Acto 2.0

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18/04/2013, 14:53
Pierre Labit

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Recogí el papel con algo de disimulo. Lo sostuve en la mano y lo leí y releí un par de veces... mientras la celda se iba llenando de desconocidos. Mi mente se dividía con tantas cosas interesantes que investigar. Al final opté por pasar de los recién llegados unos segundos y solventar el asunto que tenía entre manos.

Busqué alrededor algo con lo que escribir. No veía nada. Dudé por un momento sobre qué hacer. Al final opté por dar una respuesta de la forma más sencilla que se me ocurría... y con disimulo, volví a pasar la nota por el hueco del que había salido. Eso me parecía una clara contestación de que sí. Luego, mientras dejaba que el interrogante interlocutor hiciese sus elucubraciones al otro lado del muro, me levanté y tendí la mano primero a uno de los nuevos y luego al otro. Saludando a ambos con la misma sonrisa y la misma frase.

- Hola, soy Pierre.

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18/04/2013, 15:33
Alpharius Tanhausser

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Farfullé al caer en la nueva celda, incómodo ante el comentario del guardia. Desde luego a alguien no le había enseñado modales de pequeño, aunque probablemente sería por eso por lo que estaba allí arrastrando a las únicas personas de peor calaña que él.

Me levanté con algo de esfuerzo, intentado ignorar la molestia que sentía en la nuca. No era lo peor que tendría que aguantar mientras estuviéramos allí, probablemente, y ya había vivido cosas peores. Poco a poco mis ojos se acostumbraron a la sutil oscuridad, haciendo recuento del grupo. Sigfried, el tal Waltz y el otro ruso. Torcí el gesto al darme cuenta de que el profesor no estaba, siendo un punto de la ecuación que no conseguía despejar. ¿Me la habría jugado también Deltoro?

- Me alegro de verte*- comenté a Sigfried, con un tono algo oscuro. Al menos estaba vivo. Y teníamos tiempo de sobra para aclarar cosas con los ursos...

Pero no había tiempo para muchos reencuentros. Un joven se acercó a saludar, presentándose con su nombre y toda la tranquilidad del mundo. Aunque al principio me sorprendió el gesto, entre divertido y sospechando que puede llevar a alguien a intentar establecer una relación cordial en medio de un ambiente carcelario, tendí mi mano enguantada al chico educadamente. Era lo menos que podía hacer.

- Alpharius Tanhausser. Hubiera dicho que un placer, pero...era difícil dadas las circunstancias.

Notas de juego

*Ario

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18/04/2013, 16:13
Waltz

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Waltz entro fijandose en sus nuevos camaradas, compartió miradas con León pero nada mas, se sentó entonces en una de las paredes, arrastrando la espalda por la paredes mientras bajaba.

- Seguro que en infiernos hay chicas mas guapas que estas guardas- dijo mas bien para si que para nadie- "Era de esperar ¿que piensas que puede ser en lo que todos tienen tanto interes?. Sus pensamientos se unieron a Claws mientras cerraba los ojos momentaneamente, hasta que entro la cafetera con patas, parece que ya no quedaban muchos fuera.

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18/04/2013, 12:02
Alkaid Sireen Damji

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

Una vez que se hubieron llevado a Meyer, suspiré un segundo pensando que cada vez quedábamos menos, y tal y como pintaba todo, no parecía seguro que volviéramos a verles... al menos próximamente.

En ésas estaba pensando cuando escuché a mi compatriota, notando los nervios en su voz le dirigí una mirada que pronto desembocó en una pequeña sonrisa, sobretodo al ver su gesto y lo apurado de su expresión. Sin embargo, apenas había abierto la boca para contestarle cuando pareció retraerse y sin pensarlo, coloqué mi mano sobre la suya - Gracias...  -, titubeé antes de seguir - te lo agradecería mucho. ¿Quieres sentarte? -.
Y apartándome un poco, me senté en uno de los bancos cercanos esperando su respuesta.

Ante nosotros, Angela parecía interrogar al midgariano pelirrojo sobre la chica que nos había acompañado al principio del viaje, y sin poder evitarlo, me reí un poco negando con la cabeza. Por lo visto no había nada que pudiera pararla de estar en el medio de todas partes, ni siquiera una celda perdida a saber dónde.

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18/04/2013, 19:12
Siegfried Straufenberg

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Aquello ya empezaba a parecer un club social, si me interesaran ese tipo de memeces estaría organizando los turnos de palabra como si de un club de debate se tratase. En su lugar fui saludando con la cabeza según iban entrando el resto de los pasajeros del infausto pecio. Tan sólo me digné a responder con algo más que un gesto a mi compañero Alpharius

-Podría ser un sitio mejor, pero bueno. ¿Qué tal fue tu interrogatorio? ¿Te tocó también con Deltoro?*-me encogí de hombros dando a entender que a no me había ido todo lo bien que habría querido.-Aquí el compañero-señalé a Pierre cambiando a Cruzado-Dice que está aquí por un error también-transmitió el resumen para todos y allá cada uno con cómo se lo tomase -¿Tú qué crees?*-volví a preguntar a su compañero escolta-¿Alguna novedad de Angela o el profesor?*-di a entender que allí no se sabía nada ni del uno ni del otro. La omisión de Meyer no fue casual.

Notas de juego

* En ario

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18/04/2013, 21:21
Alpharius Tanhausser

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

- Si. Hemos tenido suerte de que al menos nos tocase alguien dispuesto a escucharnos*. Respondí a Sigfried. Mi tono no era lo más coherente con la frase, pues había poco de entusiasmo o consuelo, pero estaba claro que dada la situación no nos quedaba más que conformarnos. Angela está bien, pero me temo que su interrogatorio será bastante duro...hay muchas pruebas falsas en su contra*. Le informé, poco consciente de si Deltoro había compartido esa información con él o no. Tampoco quería hablar demasiado del tema: las paredes oyen, y nunca sabes si son políglotas. Solo esperaba que no se aprovechasen de tener a una joven sola y maniatada en la celda... La ausencia del profesor sin embargo me resulta muy...incómoda.*Sobretodo por no poder preguntarle porqué había renunciado a su plaza...para ir en una nave como el Halcón.

Pero basta de hablar de nosotros. No tardaría en hacer un par de preguntas a los ursos...aunque por como había hablado Straufenberg, quizás había algo que sacar de nuestro nuevo acompañante antes de eso.

- Temo que coincidamos con casualidades tan desafortunadas. dije, una frase tan cargada de significado como cualquier otra, pero bastante cierta a su manera. ¿Que ocurrió para que acabases aquí? No me salía el tratamiento de usted con alguien tan joven y tan...dicharachero.

Notas de juego

*Ario

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19/04/2013, 01:54
Director

[Celda de confinamiento, modulo 2]

Mientras los prisioneros celebraban su "entrañable" reencuentro, unos gritos provinientes de alguna parte del fondo del pasillo llamaron su atención:

- ¡¡No podeis encerrarme maderos de mierda!! - la voz era joven y euforica, casi como la de alguien colocado. - ¡¡Malamadre me sacará de aquí y se hará un collar con vuestras tripas!! -

- Calla escoria - Le espetó otra voz la ya conocida voz del considerado agente encargado de escoltarles de una celda a otra. - Serás... ¡ese tío me ha mordido! -volvió a exclamar. 

Lo siguiente solo fueron golpes de porra amortiguados seguidos de algunos quejidos y más gritos. -Pronto se os acabará la fiesta, Malamadre va a quemar cada puto agujero, ¿que vais a hacer cuando no tengais donde meternos?. -rió antes de que les llegara el estruendo metálico de unas puertas al cerrarse.

Y en ese momento, bajo la rendija de la pared del solitario rincón que hacía unos momentos ocupaba Pierre, apareció nuevamente otro pedacito de papel de vater enrollado.

 

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19/04/2013, 02:59
Claws

La voz de Claws le llegó como un afilado arañazo. -No lo se...- Repuso de forma pausada, pensativo. -Pero tiene que ver con ese Profesor Flint y si tiene que ver con él, tiene que ver con las ruinas de La Perla...-

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19/04/2013, 03:26
Nasiq Alhadin

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

El muchacho alzó la mirada hasta Alkaid, aún con su zarrapastrosa capa entre las manos. Por un segundo parecía contrariado y vaciló antes de que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios. 

- No hay porque. - repuso, algo más tranquilo, mientras se aventuraba a extenderla y pasarla sobre los hombros de la chica. con cuidado. Después, asintiendo agradecido, tomó asiento junto a ella en su banco. - vos... - volvió a mirarla con aire soñador. - os pareceis tanto a ella...- murmuró.

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19/04/2013, 03:33
H. Deltoro

[Sala de interrogatorios]

Meyer Adam vs Investigador Deltoro

Meyer:

-Es curioso, por alguna razón, me esperaba esto más llena de camillas y agujas.- Comenté de repente, examinando con cuidado la sala, el agente, y por supuesto, las esposas. Aunque sin intención de escaparme, aun. Lo cierto, es que me sentía estúpido y lunático por siquiera creer la palabra de un viejo borracho, y aun por avergonzarme delante de todos, con mis actos.

Pero sobre todo, me arrepentía de haber dejado sola a Angela, aun enfadada conmigo, era su guardaespaldas, y tendría que haber exigido que me acompañara, aunque eso significara un interrogatorio doble. Si al menos, estuviera junto ella, aquel Urso pelirrojo, sería un pequeño alivio.

-¿Mi versión de los hechos? Si, por supuesto, se lo daré, si así lo requiere.- Acepte sin ofrecer resistencia, después de todo, no es como que tuviera nada que ocultar, y prefería hacer esto lo más rápido posible.- Cómo sabrá, mi nombre es Meyer Adam, y sirvo como guardaespaldas personal de lady Angela, la cual acompañe durante el viaje de estudios, junto el profesor Errol Flint, pero debido que estaba indispuesto, no estuve atento de mis alrededores, hasta el “incidente”.- Omiti el hecho de estar dormido, no sonaba muy profesional, ni propio de un protector.- Al principio, todo era confuso, la alarma estaba sonando por todas partes, y era obvio que la nave no solo estaba siendo atacada, sino que además, al borde de colapsarse, enviando a sus tripulantes a una muerte segura. Nuestra primera opción, fue usar las cápsulas de salvamento, pero alguien se nos adelanto. Una de las pasajeras, creo.- La cual, ahora estará de camino a los Fiordos, recalque reconroso, dentro de mi mente.- Después de eso, nos dividimos, Angela y sus guardaespaldas, fueron a arreglar el motor de la nave, antes de que nos estrellaramos, yo me quede protegiendo lady Alkaid, el resto fue a luchar contra los “invasores”. Si, ya lo se, fue una estupida idea, pero estabamos asustados, confusos, y según dijo la capitana por los altavoces, luchar era la única opción. Éramos inocentes, pero somos extranjeros en tierras extrañas y arrinconados contra la pared, no es difícil pensar en situaciones de muerte, o acabar en un calabozo el resto de nuestras vidas.- Me excuse, y al resto también, recordando la sensación de tener toda una flota Cruzada, al otro lado de la ventana, de aquella lata de sardinas.- Luego me uni a la lucha, minutos despues de que empezara, con intención de amenazar y tomar como rehén al lider del peloton, capitan Cortez, creo recordar, para obligarle a bajar las armas, sea dicho todo, debo admirar su talento en el duelo, pues no dejo que ni siquiera le rozara. Mas tarde, Alpharius entro en la sala, pidió rendición y clemencia, yo le segui. El resto, ya lo conoce.- Y parecía que iba a terminar, cuando tome aire, y continue, mirando inquisitivo al investigador.- No voy a mentir, use la fuerza y me opuse a la justicia local, y si tengo que pagar por mis crímenes, bien, aunque recuerdo que Lady Angela no es responsable de mis actos, ni actuo contra las fuerzas cruzadas. Pero quiero añadir una cosa, esto no es normal. Se reconocer una redada policial, cuando la veo, y cuando una operación militar, y no se lo que buscan, o quieren saber de nosotros, pero se que es lo suficientemente importante, para mover un ejército entero, para detener una pequeña nave turística ¿Estoy en lo cierto?

H.Deltoro: El investigador encendió su puro con toda parsimonia ante las divagaciones de Meyer. No parecía tener ninguna prisa. Consultó por encima su tableta.

- Nave... turistica- repitió, pensativo, antes de dejar la tableta a un lado para mirar al ario a la cara.- Lo que usted llama nave turistica es una nave de contrabandistas cuyo robo fue denunciado hace algunas horas- apuntó.- Por no hablar de que no hay ni rastro de esta “tripulación” a la que tanta prisa tiene por culpar...- añadió.

- Pero no malgaste su saliva contandome mentiras que no llevan a ninguna parte, hableme de algo interesante,- exigió Deltoro, soltando el apestoso humo de su puro, pasando un dedo sobre la tableta como quien pasa una página.- Antes de verse relegado a ocuparse de las necesidades de la señorita Della Noctte sirvió en las filas del ejercito del Reich, ¿me equivoco? -Comentó como quien no quiere la cosa. -Después de dejarse la piel por su país, el verse reducido a ser la niñera de la rica señorita Della Noctte debió de ser... bueno, molesto para alguien de su conocido temperamento- Hizo una pequeña pausa para estudiar su reacción -¿Se sentía usted molesto señor Adam? - Preguntó con tranquilidad. -¿Hace cuanto que trabaja para la familia Della Noctte?-

Meyer:

-No mucho, hará menos de medio año,  y que me moleste o no, no es de importancia. Soy un soldado, no un mercenario, actúo por deber, y no conveniencia.- Replique, poniéndome de brazos cruzados, o intentandolo con aquellas malditas esposas.- Y déjeme decirle, que no veo qué relación tiene este caso, con mi oficio.

“Esta buscando un motivo, eso es lo que tiene que ver.” Reflexione en silencio, algo inquieto, quizás no tenia fama de contrabandista, pero me imaginaba, que no seria dificil plasmar en el informe “Veterano de guerra, se le va la cabeza, y torna al crimen, para suplir sus tendencias homicidas”.

-¿La nave, era de contrabando, antes o después del robo?¿Y qué clase de contrabando?- Pregunte, algo que no solo hacia que me sintiera con el mando de la situación, sino además, me permitía distraerlo, mientras lubricaba donde podía estar la verdadera tripulación.- Culpable o no, tengo derecho a saber de que se me acusa ¿O es que borrasteis esa línea, en vuestra constitución?- Pregunte con un deje de sarcasmo cargado.

H. Deltoro: Deltoro clavó su mirada de halcón en las pupilas del ario con tal intensidad que casi podría haberla notado incrustarse en su nuca. - Para ser un soldado, y no un mercenario como afirma, no parece tener muy claro como funciona un interrogatorio. - Repuso con tranquilidad dirigiendo su atención nuevamente a la tableta. - Veamos... - Empezó ladeando el puro.- contrabando, detención ilegal, resistencia armada, trafico de armas, viajar con intención de cometer un delito, trafico de personas, delito contra la salud pública... ¿Quiere que siga?. - Volvió a mirarle sin asomo de espectación. - Ya me parecía...-

Dejando a un lado la tableta se sacó el puro de la boca para sostenerlo entre sus gruesos y curtidos dedos. - ¿Que puede decirme sobre los dos ursos que les acompañan? -

Meyer:

-No, por favor, no se detenga por mi. Tengo todo el tiempo del mundo.- Insiste, con falsa cortesía, mientras sonreía de oreja a oreja.- No es como que vaya a ir a ningún sitio pronto, teniendo en cuenta, la insistencia que usted y sus compañeros, tienen por meterme en una cárcel, por el resto de mi vida ¿O aquí, lo hacéis mediante sogas? Es un verdadero incordio, recordar el sistema penal, entre sistema y sistema.

“Armas, personas ¿y drogas? Quizás, es posible que la nave contuviera en su alijo, todo un tesoro contrabandista, lleno de señoritas de la noche, con un porro y una pistola láser en cada mano. Pero la otra posibilidad, y la que más sospechaba, es que hubieran manipulado el informe, es más, aun tenia mis dudas, de que esa lata de sardinas, pudiera llamarse nave contrabandista. La impresión que me dio, era la de un cubo, unido a un cohete, a base de chicle y clips.” Reflexione unos segundos en silencio, apartando la mirada del investigador, que a estas alturas, habría notado mis dudas en mi rostro.

-¿Los ursos? No se mucho de ellos, el único con el que he hablado personalmente, ha sido el pelirrojo, y solo por unos instantes.- Confesé, cruzandome de piernas, para acomodarme mejor.- Se ve de lejos, que es alguien pendenciero, tiene esa mirada de ambición, que lucen la gente hambrienta de la buena vida, dinero, bebida y mujeres, ya sabe, como criminales, políticos, abogados, e investigadores policiales.- Una vez más, luci mis perlas blanca, adornando aquel comentario burlón y sarcástico.- Pero, cuido de Angela cuando se desmayo, y detrás de esa mirada, se oculta alguien amable y que siente simpatía por los más débiles... Eso, o sabía que Angela estaba forrada, y lo vio una oportunidad, para pedir favores más adelante.- Me recliné en el asiento, moviendo y crujiendo el cuello de un lado a otro.- Dígame, toda esa enorme lista de crímenes impuestos ¿La tenemos cada uno de los tripulantes? Porque no soy experto en políticas, pero juraría, que incriminar y arrestar a una princesa, es una de esas cosas, por la que pueden empezar guerras entre sistemas.

H. Deltoro: A pesar del poco acertado insulto Deltoro no varió un ápice su expresión ceñuda. No es como si fuera la primera vez que trataba con esa clase de ... elementos.

- Veo que está versado en sistemas penales... - Comentó dándole una nueva y larga calada a su puro omitiendo el detalle obvio: solo hay dos tipos de personas que suelen estarlo, los abogados y los criminales y el señor Adam, bueno, no es como si tuviera mucha pinta de estudioso letrado. - Pero vayamos a lo nuestro señor Adam, deje los posibles incidentes diplomáticos del reino en, bueno, en los diplomáticos del reino  ...- Continuó exhalando el humo de tabaco.

- ¿Qué hay del otro?, el señor Waltz, ¿trabajaba para alguno de los pasajeros?. - Hizo una pequeña pausa para apoyar la espalda más cómodamente sobre el respaldo de su silla. - Es interesante que se denomine a sí mismo como tripulante... Dígame, ¿Que rumbo llevaba el Halcón Millonario? -

Meyer:

-Eso no cuenta, ha sido un desliz, queria decir pasajeros. Si uno repite una palabra, hasta la saciedad, hasta un pigmeo diria “frigorifico”, sin saber que es.- Argumente a la defensiva, sudando un poco, el hecho de que hubiera cometido aquel fallo, me habia tocado un poco la confianza.- Esto es solo una encerrona, para presionar la culpa a nosotros, debido a que no encuentran los verdaderos responsables. Es evidente a simple vista, que casi todos los pasajeros de la nave, no tienen ningun pasado juntos o conexion que los una, aun menos, la capacidad, contactos  y experiencia, para ser contrabandistas.- Espero, desvie la vista, dudando eso del todo, quizas muchos no, pero algunos, como Sigfried, no tenian el historial limpio del todo.

-No lo se, ya se lo he dicho, nunca he mantenido una conversacion con el señor Waltz, no que yo recuerde.- Insiste, molesto por repetirme.- Y la nave iba en direccion a un viaje de estudios liderados por Errol Flint, para estudiar la cultura Shii, creo que La Perla, se llamaba la zona donde el profesor iba hacer su investigación, y el puerto de salto, si mi memoria no me falla, Empereur 93.

H. Deltoro: Deltoro entrecerró los ojos, sin duda se había dado cuenta de que Meyer estaba empezando a ponerse nervioso. - Lo que es evidente a simple vista señor Adam es que, un grupo de individuos de dudosa reputación partieron en una nave de contrabando robada con uno de los mayores expertos de la galaxia en las Ruinas de los Eones. La mayoría de perfil exmilitar o con claras falsas credenciales. Digame, señor Adam... -Hizo una pequeña pausa para sacarse el puro. - ¿Cree usted en las casualidades?. - La pregunta sonaba claramente a retórica por lo que ni siquiera le dio opción a responder. - El mes pasado, este mismo departamento efectuó una redada en una casa de subastas clandestina en la que se incautaron varias piezas de una de las colecciones de restos arqueológicos más grandes pertenecientes a las excavaciones de La Perla. Estas piezas iban a ser vendidas por un valor superior a 100 millones de Gremiales a un comprador anónimo. Casualmente, una semana más tarde, una de las piezas incautadas, que junto con otras tres hermanas forman la conocida colección de las Damas de la Trinidad, desaparece sin dejar rastro de la sala de pruebas. - Levantó la mirada para clavarla en su pupila. -Pero las casualidades no acaban aquí, señor Adam, hace dos semanas otra de las piezas, esta vez, la expuesta en el Museo Historia Natural de Royal, desaparece también sin dejar rastro. - Volvió a mirarle. - Y hoy, resulta que uno de los pocos hombres vivos de la galaxia capaces de arrojar algo de luz a todo este asunto no se presenta en el crucero de lujo que tenía programado para viajar hasta la Hydra, si no que lo hace en una nave robada, acompañado de unos pasajeros de dudosa reputación con la única compañía conocida de su “alumna”, la señorita Della Noctte, quien según su padre está ahora mismo disfrutando de unas vacaciones en un lujoso Spa en Versalles. - finalizó dándole otra larga calada a su puro.

- Llegados a este punto señor Adam, ¿cree usted que debería creer en las casualidades? - Concluyó con engañosa tranquilidad.

Meyer:

-...No, no creo en las casualidades.- Respondí al investigador, de manera sobria.- Creo en el destino, y que uno tiene que cargar con su deber, quiera o no quiera.

Me incline sobre la mesa, mirando con mi único ojo al investigador, de manera sombría, como evaluando, sus puntos débiles, y cuanto había dicho, que pudiera usar en su contra. Hasta que, re-examinado palabra por palabra, me fije en algo contradictorio.

-No, eso no puede ser. El padre de Angela sabía perfectamente, de su viaje de estudios. Recibi una llamada de el mismo, me hizo prometer que cuidará de su ...- El rostro se me puso en blanco, mirando al investigador, como si algo fuera, no mal, fatal.- Tengo entre mis objetos personales, el comunicador, pueden comprobar la hora de la llamada. El mismo patrón, comentó su disgusto a la idea de Angela viajando hasta Hydra, e incluso hay papeles que demuestran que esta se inscribio en el viaje. Es imposible, que no sepa donde esta su hija.

H. Deltoro: El hombre se mesó el mentón taciturno, sopesando las palabras de Meyer. No parecía convencido del todo pero al menos si que daba la impresión de que le había dado algo en lo que pensar.

- Comprobaremos su comunicador. - Repuso de forma pausada.

- Mire, - comenzó con paciencia. - Está claro que todo este asunto le viene grande y si colabora, el fiscal estaría dispuesto a hacer un trato. Díganos nombres, deme algo con lo que pueda negociar a su favor. Sabemos que hay gente en esta nave que no es quien dice ser, pero necesitamos pruebas más consistentes. -

Hizo una pausa para tocar algún punto de la tableta que tenía delante. Tras ello, se la acercó para que pudiera mirar la pantalla. En ella podía verse una imagen de Angela, o alguien inquitantemente similar, en la recepción de un hotel de lujo. La hora marcada en la esquina inferior derecha indicaba que había sido tomada a las dos de la tarde de ese mismo día, hacía solo tres horas.

- No existe documento alguno en la matriz que confirme ningún viaje universitario programado para la señorita Della Noctte. - Informó esperando su reacción.

Meyer:

-Dios, y yo creyendo que Lady Angela no podría sorprenderme mas, va y descubre, física cuántica aplicada a la teleportacion.- Bromee, aunque maldita la gracia, que me hacia todo el asunto, si creía que Angela usando su robot personal, para disfrazarse de ella, era de mal gusto, esto lo superaba con creces.- Déjeme que piense, por un momento, quizás se me ocurra algo.- Pensé, colocandome la mano en el mentón.

“¿Así que por esto habían robado la memoria, al robot personal de Angela? Para invalidar que era esta, pero aun asi, el que su padre testifique que este en el Spa ¿Como?¿Y quien de los pasajeros, no es quien dice ser?” Me tome unos segundos bastante largos, recordando la conversaciones de estos, desde que nos levantamos en el calabozo.

-El Midgardiano pelirrojo, Aladino, o como se llame, estaba hablando con una de las putas, digo cortesanas del calabozo, este no parecía conocerla, pero ella si.- ¿Vale, quien mas? Pense, dando golpecitos al suelo.- Había un pintor, un tío extraño, hablando con Angela, lo raro de su mirada, es que mostraba nostalgia al mirar a Lady Alkaid, como esa mirada que tienes, después de encontrarte a un viejo amigo, o tu primera novia. Se pasaba todo el rato mirándola, y dibujándola. No es uno de los pasajeros, pero quizás...- ¿Que más? Golpeteo los dedos contra la mesa, inquieto ¿Si Lady Angela es Lady Angela? O eso espero, como se explica, que no haya papeles, y que Errol Flint y ella hayan acabado en la nave de los contrabandistas. Mis dedos paran, y una idea aparece ante mi.- Errol Flint, el era encargado del viaje y coger la nave ¿Y si es él, quien dice no ser?- Levanté la vista al investigador.- Se que esto no es habitual, pero, como concesión a mi ayuda ¿Puede decirme, que testifico el profesor, en esta mesa?

H. Deltoro: El hombre negó con la cabeza, como si quisiera armarse de una paciencia muy pero que muy escasa. - En primer lugar, señor Adam, sería el peor investigador del mundo si fuera contando por ahí las declaraciones de los imputados. - Empezó. - Y en segundo lugar, ¿está diciendo que alguien como el profesor contrató a unos matones incapaces de cuadrar una simple declaración para robar una nave que se cae a pedazos y fingir su propio secuestro? eso no tiene ningún sentido... - Volvió a negar con la cabeza y su expresión que por un momento había podido considerarse afable, tornó a endurecerse como el acero. - Pensaba que estaba dispuesto a colaborar señor Adam y sin embargo se empeña en continuar haciendo la cosa que más me irrita en este mundo: Que me tomen por idiota. - Terminó fulminandole con la mirada.

- ¡Acabemos con esto de una vez! - Espetó, ahora sí, cabreado, dando un sonoro golpe con el puño en la mesa. - ¡¿Quien es esa mujer que tengo encerrada en la celda que dice ser la hija del señor Della Noctte y que es lo que quiere del Profesor Flint?! -

Meyer:

Deberia estar asustado o agitado, pero por fin, encajo la ultima pieza, que no encajaba. Errol Flint, profesor, viaja en una nave de parias, con solo una alumna, y no se da cuenta de nada, por lo menos, no hasta aqui.

-Es eso lo que Flint le ha dicho, ha testificado ser secuestrado.- Ni me moleste en preguntar, solo mire al peor del investigador del mundo, mientras este miraba al peor espia del mundo. En otro lugar y tiempo, le habría invitado a una copa y una partida de poker.- En la nave, descubrieron un robot de uso personal, llamada Minerva, a quien le han arrancado la memoria, pero aun deberia esta la marca de serie, si hacen una comprobacion, veran que es el mismo modelo que compro la famlia Della Noctte. Nunca se separa de ella, casia la trata como una hermana, asi que me pregunto ¿Porque la Lady Angela del Spa, esta sin su querida sirviente personal? Eso es todo lo que puede decirle .- Conclui, sabiendo que soltar otra palabra mas, seria caer en balde.- Ahora si me disculpa, demos concluido este testimonio, para que pueda darle un puñetazo en la cara, a un “cuatro ojos” charlatan.

H. Deltoro: El hombre se masajeó el puente de la nariz mientras soltaba un suspiro hastiado. -Claro, señor Adam, porque voy a abrir una investigación sobre los bienes de un influyente noble de otro sistema para verificar la historia con escaso sentido de un presunto criminal, cuando este mismo noble no sólo ha confirmado el paradero de su hija sino que este ha quedado confirmado más allá de toda duda razonable por pruebas forenses. - le recordó señalando con el dedo a la tableta que yacía sobre la mesa. - Si ha terminado de jugar al detective aficionado, ¿podría limitarse a responder a mis preguntas?. - Volvió a coger aire. - ¿Quien es esa mujer y que quiere del profesor?, Si usted no puede contestar a eso deme a alguien que pueda hacerlo. -

Meyer:

-¡Por ultima vez, es Lady Angela Grabielle Della noctte!- Respondi dando un golpetazo a la mesa y levantandome de la silla, sin ceder.- ¡He vivido y servido, durante meses en esa casa, las 24 horas¡!Y puedo decir, que esa mujer, que llama impostora, actua, piensa, siente, y huele como lo haria Angela¡!O acaso ahora me va decir, que mis memorias son falsas, o que soy el guardaespaldas de un fantasma!- Me sente en la silla de nuevo, agitado, y peinandome el pelo para atras. Tenia que ser Errol Flint, no habia otra opcion, o acaso... No, pero eso no tenia sentido ¿Como podia imitar a la Lady Angela de mis recuerdos, tan perfectamente, si no era ella?- Una noche, la acompañe a un baile, recuerdo que no queria ir porque su pretendiente, Fabio, a quien odiaba, iba a bailar con el, y se escapo con un noviete, llamado Luca, y tambien me acuerdo de una locura... “¿Por qué habría de ayudar una dama a que se cumpla con un deber que la daña?”- Pregunte criptico, mirando a la pared, y viejos recuerdos.- “¿Porque nos enamoramos, de aquellos que más daño nos pueden hacer?”, esa es la respuesta que le dije en su momento. No se lo que diran las pruebas forenses, o si acaso me he vuelto loco, pero se con seguridad, que si responde a esa pregunta, entonces, falsa o no, esa es la Lady Angela que he servido hasta ahora.

H. Deltoro: El investigador dio una larga calada a su puro dejando pasar unos angustiosos segundos después del exabrupto de Meyer, en un incómodo silencio interrumpido únicamente por sonido del humo al escapar de entre sus fauces, como si fuera un dragón.

- Si esto es todo lo que tiene que decir firme aquí, con su huella bastará. - Añadió inexpresivo, extendiendo nuevamente la tableta frente a él. Era su declaración. - Le deseo una larga y próspera existencia a la sombra, en las cálidas minas de Inferno... - Terminó mientras se levantaba, esperando a que Meyer plantara el dedo en la condenada tableta.

Meyer: Mire inexpresivo a la tableta, y el texto en ella, como en el calabozo, sentia que me habia esforzado tanto, para nada. Quizas, poner punto final a esto, no era tan malo.

-Que demonios, siempre me han gustado los sitios calidos, como lugar de vacaciones.- Dije, apretando el pulgar, y dando validez a toda la verborrea que habia dicho.- ¿Señor investigador? Usted ha visto a muchos criminales, y tambien lunaticos, digame una cosa antes de mandarme de vuelta ¿Cree que se me ha ido la puta olla?

H. Deltoro: El hombre recogió la tableta con gran parsimonia y tal y como había entrado en un primer momento, se dirigió hacia la puerta. - Creo que es un hombre de convicciónes señor Adam, pero si yo fuera a dar mi vida por algo o por alguien, me aseguraria de que fuera lo correcto. - Concluyó no sin cierto aire idealista, antes de abandonar definitivamente el despacho.

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19/04/2013, 03:52
Director

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Dos oficiales trasladaron a Meyer desde la sala de interrogatorios hasta la celda que empezaban a llenar los demás. Parecían de mal humor y no del tipo de personas simpáticas con los presos.

- ¡Al agujero!- rugió uno de ellos, mientras le metía en el cuarto de un empujón. La puerta metálica se cerró con un sonoro portazo tras él. Dentro empezaba a haber bastante gente, un muchacho aniñado y sus compañeros de viaje... salvo el profesor, que no parecía estar allí.

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19/04/2013, 10:31
Alkaid Sireen Damji

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

- Gracias. - me apresuré a decir mientras se sentaba a mi lado y le echaba una mirada evaluadora. Todavía no conseguía acertar dónde le había visto antes, y dado que parecía que, de momento, tenía todo el tiempo del mundo, estaba dispuesta a averiguarlo.

- ¿Parecerme? ¿a quién? - dije antes de bajar la voz y decir en tono juguetón - ¿os habéis dejado en casa a alguien especial?  -.

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19/04/2013, 10:43
Angela Gabriella Della Nocte

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

Alkaid flirteaba con el pintor y el midgariano parecía pensarse su respuesta. Imaginé que ahora entendía el dilema del prisionero. Claro que la teoría de juegos decía que tendrían que habernos aislado también antes. Así como que los resultados cambiaban si se repetía el juego varias veces con los mismos jugadores. 

No parecía que fuera a contarme nada más de Drake. Pese a todo esperé, puede que contase alguna otra cosa. O puede que la interacción de Alkaid con el pintor llegase a algo. No tenía prisa y, desde luego, no pensaba dejar que usaran la espera como forma de presión. 

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22/04/2013, 00:53
Nasiq Alhadin

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

El chico sonrió con aire soñador. -A una princesa. -Respondió sin dudar clavando esa mirada de cristalinos ojos azules en la de Alkaid

Después, mucho más tranquilo, apoyó la espalda contra la fría pared de la celda. - ¿y vos? ¿como habéis acabado en un sitio como este?. - Preguntó casi sin pensar, cosa de la que, como había hecho anteriormente, pareció arrepentirse al instante. - Lo... lo siento, no pretendía ser indiscreto...- Se disculpó rápidamente.

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22/04/2013, 01:06
Director

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

La puerta de la celda volvió a abrirse y los dos guardias de siempre, que ya empezaban a ser conocidos, asomaron de nuevo.

- ¡Eh tu!- gritó, dirigiendose a Ángela,- ¡Andando, princesita! ¡Mueve el culo!

Con bastantes malos modos la sacaron de la celda y se la llevaron a través del pasillo.

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22/04/2013, 01:16
H. Deltoro

Los dos agentes condujeron a Angela a través de una galería de paredes de un color gris sucio y adornadas pobremente con una desconchada linea amarilla, hasta dejarla caer, casi literalmente, en un nuevo cubículo.

Parecía una especie de despacho, cuyo mobiliario únicamente estaba compuesto por una mesa (a la que se habían cuidado mucho de esposarla a conciencia, como si se tratara de una peligrosa criminal) y dos sillas, también metálicas, e iluminado por la aséptica y desagradable luz de un fluorescente. En la esquina superior derecha de la habitación el piloto rojo de una cámara parpadeaba en periodos intermitentes e irregulares.

- Della Nocte, Angela ...- Un hombre corpulento y de ceño permanente fruncido cerró la puerta tras de sí mientras echaba una ojeada a una tableta electrónica. -Soy el Investigador Deltoro, me han asignado su caso. -Informó sin levantar la mirada de su tableta. Sin duda leía atentamente el probablemente poco o nada favorable informe del capitán Cortez.

- Antes de hablar de la larga lista de cargos que le han asignado a su fotografía, me gustaría escuchar su versión de los hechos. -Añadió dejando a un lado la tableta para tomar asiento frente a ella. Su voz sonaba firme aunque tranquila y, a través de su mirada de sabueso, Angela casi podría ver los engranajes de su cerebro en movimiento, mientras el investigador la estudiaba cuidadosamente.

Estaba claro que aquel hombre, o bien ignoraba quien era, o lo hacía a propósito. En cualquier caso, no parecía que fueran a darle ningún de favor.

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22/04/2013, 11:35
Pierre Labit

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Las referencias a Malamadre me helaron la sangre. Saber que uno de sus hombres andaba cerca no era buen augurio. Y por lo que había gritado... pero el ruido del papel al colarse por la rendija me devolvió al mundo. Y aproveché para cogerlo justo cuando entraba por la puerta otro nuevo visitante. Al final no entraríamos en la celda. Desenrollé el papel despacio, intentando centrar la mente en leerlo.

Una vez hecho. Devolví la mirada al enmascarado.

- ¿No os enseñaron en vuestra patria que está feo hablar en otro idioma delante de los legos? Aunque si son asuntos privados, no me voy a meter.

Me encogí de hombros, tampoco quería darle más vueltas al tema.

- Lo mío es toda una injusticia. ¡Me han metido aquí por ser solenita! Sí, por supuesto que se han inventado algunos cargos más. Bueno, y al final resulta que han... - No, espera, eso no lo podía contar. - resulta que han intentado colgarme el muerto de otro. Pero por suerte cierta detective cañón mucho más comprensiva que el amigo Deltoro se ha dado cuenta de que yo no podía ser mala persona. Así que no deberían tardar en sacarme de esta pocilga.

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22/04/2013, 12:16
Siegfried Straufenberg

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

-Éramos pocos...-pensé al ver el nuevo ocupante de esa celda, ya casi teníamos para echar una partida de cartas con camarero, Meyer obviamente. Al menos por mantener las formas le saludé con un gesto de la cabeza haciendo ver que sabía de su presencia. Sin embargo la respuesta fue para el solenita

-En mi patria me enseñaron muchas cosas, una de ellas que la información es poder-me encogí de hombros después de la obviedad. Al parecer la formación solenita no incluía ese tipo de cosas -Luego se sorprende por qué está aquí-anoté mentalmente antes de seguir hablando -Lo que tenga que decir y estime que alguien con quien comparto celda se entere lo haré saber-el gesto serio dejaba claro que no lo decía de broma.

Aunque no era sólo la impertinencia de Pierre. Siegfried no estaba tras de él, pero si alguno de la banda de Malamadre estaba ahí eso iban a significar problemas. Y de los gordos. Todo el mundo sabía quién era aquel elemento y cómo se las gastaba. Pero tampoco podían hacer nada por el momento más allá de esperar a que estuvieran todos o pasara algo que les permitiera salir.

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22/04/2013, 13:16
Alandrian

[Celda de confinamiento, Modulo 1]

-Cuidado con el dilema del prisionero -le dije a la mujer mientras se la llevaban y sonreía. Por lo que parecía, yo era de los pocos acostumbrados a estar en un calabozo por diversos motivos, y parecía que le daban mucha importancia.

Así que decidí acomodarme lo que pudiera y esperar a que llegara mi turno.

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22/04/2013, 15:04
Meyer Adam

[Celda de confinamiento, Modulo 2]

Para cuando llegue al calabozo, estaba palido y la mirada perdida, como si hubiera vivido alguna clase de tortura. Me fije que teniamos como "invitado", un joven rubiales, que no recordaba estar entre los pasajeros, pero sobre todo, en la ausencia del profesor, algo que me hizo apretar el puño, de blanca rabia.

-Siegfried, Alpharius.- Salude a mis compañeros, aunque sono mas bien, como si pasara una lista.- Necesito hablar con vosotros, a solas.- Ordene seriamente a ambos, con el tono de que algo horrible habia ocurrido.