Partida Rol por web

Viaje al corazón de la Hydra

Acto 4.0

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27/11/2013, 18:29
Angela Gabriella Della Nocte

Ah, la tecnología y sus maravillas. Esbocé una sonrisa entre seductora y enigmática mientras enviaba un mensaje a Sigfried para preguntarle qué quería el tipo rubio con el pelo mojado. 

>> ¿Quién era el rubio que se te ha acercado y qué quería? ¿Tiene algo que ver con Solis?<<

Un mensaje breve, pero que cumplía su función. 

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27/11/2013, 18:39
Angela Gabriella Della Nocte

Después sin alterar el gesto, grabé de forma discreta cómo el rubio se metía en el ascensor* y a Sigfried jugando al Blackjack con Solis. Y si, hice un primer plano de ella porque era guapa y, con un poco de suerte, el asunto tendría que ver con ella. Una chica guapa siempre vendía y distraía la atención, claro que sí. 

Después, me excusé brevemente para ir al servicio, indicando que si venía el contable o el jefe de seguridad, regresaría en un momento. 

Necesitaba un nombre y, si, también imágenes mías y de Sigfried llegando al casino. Aquello era ligeramente ególatra, pero llamaría demasiado la atención que no hablase jamás de Angela Della Nocte. Particularmente porque mi vestido rojo no era en absoluto discreto, ni pretendía serlo. 

Notas de juego

*Si llega a tiempo, si no, recogerá las imágenes que pueda. 

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27/11/2013, 19:07
Director

[Lucky Roger]

Esteban Castillo, o mejor dicho, el Señor Castillo, ascendió los escalones de marmol blanco del Lucky Roger egalanados con la alfombra roja de rigor. Durante todo el paseo fue escoltado por dos preciosas coristas holográficas colgadas cada una de un brazo, mientras los flashes inundaron la entrada como una lluvia celestial de luz blanca.  

Desde luego, Benedict no se estaba de nada con tal de llenar sus arcas. Semejante despliegue no solo hacía que hasta la rata más ruin y miserable de la Perla se sintiera como una verdadera estrella, si no que además te invitaba de una manera nada sutil a dejarte llevar por la euforia, olvidando realmente el autentico valor del propio dinero. 

Mirara a donde mirara veía carteles luminosos, reflectantes, bañados en oro o todo a la vez. El complejo era un enorme despropósito de cemento que haría las delicias de arquitecto más acomplejado del mundo. Recargado, brillante y vibrante. Te hacía sentir pequeño y grande al mismo tiempo.

Una vez dentro la cosa no dejaba de mejorar en cuestión de ostentación, lujo y horterez superlativa. Todo estaba dispuesto para no dejar a nadie indiferente, especialmente aquella noche donde el marketing parecía centralizarse en la tan esperada exhibición de la Santa María.

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27/11/2013, 18:47
Tesla

Poco a poco y como una suerte de efecto dominó, la gente empezó a sacar sus respectivos dispositivos móviles para consultar la pantalla. Incluso aquí, en el rincón más recóndito de la galaxia, la aplicación gratuita de Tesla ocupaba el primer puesto en descargas. Ya podías estar perdido en mitad de un puñetero pedrusco desértico, no importaba, uno no era nadie si no tenía acceso a los cotilleos, escandalos o eventos del año. Tesla era omnipresente y como no podía ser de otra manera también estaba aquí, en el Lucky Roger. Después de todo, alguien tenía que dejar costancia de las crónicas del acontecimiento cuya publicidad había inundado de spam la galaxia: La exposición en primicia de la Santa María.

Vistos ¿Dos hombres y un destino?  Diría que no. 

¿Y quienes son esos hombres? Empecemos por el rubio en cuero negro. Se hace llamar Jack "Black" Shepard. ¿Por qué si es de padre ario y madre cruzada? Todo un clásico, desavenencias paterno-filiales. Pero a la mayoría de vosotros os sonará más si os digo que es uno de los múltiples Ex de Aurora, la activista más popular de la universidad Dogma. 

Una imagen de ella en una protesta en sus últimos años en el campus me hace pensar que nunca le hechó demasiado de menos. 

Pero aquí, en el casino Lucky Roger, parece que ha estado relacionándose con una sexy croupier. Y esa croupier se parece tanto a Aurora... ¡Oh, mi corazón! Hay amores que no se olvidan. ¿Pero estamos seguros de que es solo una croupier? Os responderé a eso en otro momento, aunque con esas curvas seguro que se os hará larga la espera. 

El hombre del smoking impecable, además de alguien que sabe apreciar los clásicos, era alguien muy bien acompañado. ¿Quién es la mujer de rojo? A algunos ya os sonará, pero de momento parece que la ha dejado por nuestra adorable croupier.

Y ni siquiera la invitación de Jack ha logrado que se levante de la mesa. Está claro que nuestro tipo duro no se inclina hacia ese lado. 

¡Qué pena! Parece que Jack se ha ido solo a su ascensor. 

Parece que esta vez, No one hit the Jackpot. 

¿O tal vez si? Porque en este casino hay un hombre por el que todos los maromos se pelean. Uff, ¡si incluso se arrancan la ropa y se tiran a sus pies! ¿No queréis saber más de él? Seguro que si. Nadie que con esa sonrisa debería pasar desapercibido. 

¿Y qué me decís de ese hombre misterioso cuyo nombre se susurra entre suspiros? ¿Quién es Diego de la Vega? Sin duda, alguien que hace acelerar el pulso y emocionar al más frío de los corazones. No lo dudéis, decidme todo lo que sepáis de él. 

Notas de juego

Esta información es accesible para todo aquel que lleve encima un móvil.

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27/11/2013, 20:01
Debrah Anne Drake
Sólo para el director

[En alguna habitación de hotel...]

-Por el balcón, Derpy- levanté mi obra maestra número uno, "explosión cósmica de perturbación e ira" y la estampé contra el bulto de las sábanas como muy bien había avisado ...o me sonaba haberlo hecho y después me levanté saliendo a toda prisa del lugar pero no por el balcón si no por el pasillo donde había un tigre.

Owww, gatitooooos, son amor....- y me colé dentro de una habitación en la que parecía haber también borrachos. ¡Qué bieeeen!

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27/11/2013, 20:07
Director

Además de lo publicado por Tesla, el teléfono de Dustin bullía de actividad respecto al misterioso trajeado. La policía cruzada había hecho sus deberes y los anuncios de "Se busca" junto a una nada despreciable recompensa de 500 Gremiales por la entrega de aquel hombre, Siegfried Strauffemberg, campaban a sus anchas por la red. Sin embargo, lo que más le llamó la atención no fue que el mentado "criminal" engrosara la larga lista de enemigos del Reino de la Cruz, si no que las noticias le relacionaban con el propio Alpharius como cómplice y algunos nombres más, los cuales fuentes policiales apuntaban como "una peligrosa banda de despiadados contrabandistas".

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27/11/2013, 20:41
Alpharius Tanhausser

[Lucky Roger - Salón principal]

Lo bueno siempre se hace esperar, dicen, y Diego de la Vega era de lo mejor que había en esta Luna y parte del sistema. Por eso me había mantenido apartado del grupo, dejando que la enrevesada pantomima de Angela tuviera tiempo para fluir libremente, para hincharse poco a poco como un delicioso bizcocho en el horno. Con una sonrisa de satisfacción contemplé nuestros resultados en la pantalla del móvil: Tesla ya había mordido el anzuelo con la infinita curiosidad del cotilla, y la gente se encogería de hombros preguntándose por ese nombre que se susurra por corazones de bellas damas anhelantes.

El postre ya estaba listo. Y yo era la guinda del plato. Señoritas, pueden servirse.

Las puertas se abrieron y, con un paso seguro propio de un conquistador entrando en sus nuevas tierras, Diego de la Vega se abrió paso al interior del Casino. El mundo era suyo, si, pero en su mirada se atisbaba un sentimiento de pérdida, una necesidad que nada ni nadie había sido capaz aún de subsanar, un agujero insondable. Ah, Diego… Que personaje más magnífico. Dios bendiga el teatro.

Con fingido desinterés, analicé la escena que se abría ante mis ojos, los colores brillantes y los soniquetes reverberando de las máquinas, saludando con cortesía las miradas curiosas de alguna dama aburrida. Pero para nuestros ojos ahora solo había una luz. Diego, como yo, buscaba a Eva Love, pero al menos yo no tenía ninguna prisa por encontrarla. El encanto del amor son esas esperas difíciles, esas miradas furtivas y esos roces de hombros a escondidas de un marido que bien podría hundirme en la miseria. Ahí estaba parte de su verdadero atractivo: un amor desesperado, tan pasional como suicida.

Por un momento me planteé buscar a Angela, pero aún era demasiado pronto para desvelar nuestros ases en la manga. Por mucho que desease hacerme con el foco del escenario sería mejor seguir el plan con relajada tranquilidad. ¿Mi misión? Pavonearme como un caballero encantador que toda mujer anhela. Tan gratificante como, en apariencia, sencillo. Inclinaciones de cabeza, saludos con el sombrero, besos en la mano y palabras cargadas de ronco caramelo. En el fondo, tan doloroso  y cruel como ponerle un buffet libre de dulces a una mujer a dieta. La seducción tiene el placer de la emoción por la caza y, lamentablemente, tenía la más absoluta certeza de que nada iba a caer en este plato: el fuego se había encargado de dejarlo bien claro grabando en mis carnes su voluntad.

Que sencillo era ocultar ese brillo de misterio y dolor tan propio de Diego. En el fondo, no eramos tan distintos.

- Tiradas (1)
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28/11/2013, 00:18
Director

[Lucky Roger, Ring]

La puerta doble que daba al pasillo que llevaba al estadio se cerró tras él mientras Frank contemplaba el gigantesco estádio. Los ojos se le abrieron de par en par. Cien mil personas cabían y no había sitio para ni uno más, tubo que quedarse de pie. En medio del gigantesco teatro cricular había una pequeña jaula, pequeña desde la distáncia, claro, pero una serie de monitores gigantes se encargaban de que fuera imposible perderse detalle de lo que ocurría dentro.

Tres hombres vestidos en trajes ridículos se enfrentaban a un lagarto kiwiano de más de dos metros. Frank no había visto nunca uno tan grande, normalmente no crecían más que un perro, pero ese era un ejemplar impresionante. Les bufaba y lanzaba dentelladas. La jaula parecía tener un techo magnetizado en el que se habían pegado las armas de los luchadores, que intentaban llegar a ellas saltando y trepando por las paredes al tiempo que distraían al lagarto cómo podían. La multitud, por supuesto, lo encontraba de lo más gracioso.

- ¡Hagan sus apuestas, señores! ¡Hagan sus apuestas!- vociferó un hombre cerca de él.- ¡Sólo quedan treinta segundos para que se cierren! - Advirtió,- ¡10 a 1 a favor de Machacasaurio!

Comprobó de un vistazo las cómo iban las apuestas, había visto muchas tablas cómo aquella en Inferno, dónde ni las apuestas ni las peleas eran algo raro, por muy ilegales que fueran, y se quedó impresionado con las enormes cantidades que manejaba el contador electrónico, que no dejaba de subir a toda velocidad. ¡Joder que cantidad de dinero! Como ganaran los novatos, alguien iba a estar muy cabreado, pero alguien se iba a hacer de puto oro...

Comprobó el localizador una vez más, incredulo. No había duda, señalaba hacía el mismo centro del ring. O bien el novato había mutado en un lagarto desde que el viejo Smith lo había enrolado, o bien uno de esos tres tipos disfrazados de forma rara era su compañero. ¿Suerte o desgrácia?

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28/11/2013, 01:27
Esteban Castillo

[Lucky Roger - De la entrada a la barra más próxima]

Me dejé escoltar, escaleras arriba, por las coristas holográficas. Cerré los ojos para soportar el destello de los flashes y entré por fin en el casino, sintiendo el sabor de la bilis en la garganta. Si la bienvenida era un indicio de lo que iba a encontrarme, Benedict no había reparado en gastos para que su garito fuera la reina del baile; al menos esa noche.  

Pero tal derroche de artificio no servía para camuflar la naturaleza del lugar, mundana y superficial, sino que la resaltaba. Algo que resonaba desagradablemente conmigo. El exceso transformaba la falsedad en una retorcida forma de honestidad.

Rechacé con un gesto a la señorita que me ofrecía la posibilidad de adquirir una de las decenas de fotografías que me habían tomado a la entrada, acompañado por las dos imposibles bellezas de humo y espejos. Más fotografías no eran lo que necesitaba en mi vida.

El móvil vibró un instante entre mis dedos. Un vistazo me confirmó que no era más que la aplicación de Tesla, la chismosa más popular de la Galaxia. Una de muchas que instalabas un día y olvidabas que seguía ahí. Sin dedicarle un segundo de atención más, me acerqué a la barra más cercana.

—Un margarita helado, por favor —pedí a la camarera de bonita sonrisa que se acercó a preguntarme.

Mientras esperaba mi bebida, observé a la multitud que disfrutaba de lo que ofrecía el casino. Juegos, música en vivo, bailarinas de piernas torneadas y bailarines de torsos musculosos, bebidas y aperitivos.

¿Pero por dónde empezar? A regañadientes, abrí de nuevo la aplicación y sufrí la cháchara intrascendente de Tesla. Como era de esperar, una de las entradas se dedicaba a tocar las primeras notas de la sinfonía de cotilleos —y pronto escándalos, para regocijo de quienes se ocultaran tras ese alias y sus lectores ávidos de rumores— que se estaba componiendo en el Lucky Roger. La ambigüedad de la entrada, diseñada para despertar la curiosidad, pero nunca saciarla, me resultaba irritante.

La radiante sonrisa regresó, rodeada de una camarera que depositó la copa en la barra, frente a mí.

—Maravilloso —la felicité sinceramente, tras paladear el primer trago de la bebida, enardecedora y refrescante al mismo tiempo—. He llegado muerto a La Perla y me has devuelto a la vida, encanto.

»¿Puedo hacerte una pregunta? —la retuve con unas palabras, antes de que volviera a atender al resto de clientes—. ¿Es verdad que van a exponer la Santa María esta noche? Es decir, ¿la de verdad? He leído que se ha armado un revuelo enorme con esos anillos. Veo que hay bastante seguridad, ¿pero crees que será suficiente si alguien...? No quiero ni decirlo, es como convocar a la mala suerte.

Hice la señal de la cruz con los dedos, como si estuviera alejando malos augurios.

- Tiradas (1)
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28/11/2013, 02:24
Esteban Castillo

El plan de Piraña no era más que un bosquejo garabateado en una servilleta. Dar el soplo a Benedict, confiando en que su desconfianza le hiciera guardárselo, y provocar una distracción para que yo tuviera la oportunidad los bolsillos al viejo. Había tanto que podía salir mal, que no era difícil imaginarme una conclusión en la que ni siquiera llegara a tener a mi alcance el anillo. No conseguir mi objetivo actual era aceptable, siempre que mi popósito final quedara fortalecido. Perder esa oportunidad era inconcebible. Si era necesario... haría lo que tuviera que hacer cuando llegase el momento.

Y aunque me las había arreglado hasta el momento, no era un profesional. Así que, para empezar, solo podía contar con mi capacidad de improvisación, y todo lo que pudiera exprimir a mi contacto.

Entré al Lucky Roger con el móvil entre los dedos. La cámara encendida, grabando discretamente a las personas que pasaban cerca de mí y transmitiendo directamente al teléfono de Piraña.

¡Atento!, rezaba el mensaje que le mandé antes de la retransmisión, ¿Alguien a quien conozcas?

- Tiradas (1)
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28/11/2013, 09:06
Siegfried Straufenberg

Iba a responder a Angela entre rondas, mientras los presentes hacían sus apuestas y cuchicheaban por las cifras que empezaban a moverse. Alguno incluso hizo ademán de retirarse, pero no por el momento. Entonces fue cuando recibí la actualización de Tesla, ¿en qué momento dejé que Alpharius me instalase eso?, pero echando un vistazo rápido a aquel nido de cotilleos algo sí saqué en claro y corregí la respuesta

>>Es ese tal Jack Black. No sabe quién es Solís, de hecho va de cabeza a problemas gracias a ella. Nos conoce, por lo que existe la posibilidad que nos salpique. No le ha gustado que no le respondiera.<<

Por todo lo que era sagrado, aquellos dispositivos no estaban hechos para mi, ¿por qué la gente ya no se llamaba? Era mucho más cómodo y cálido.

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28/11/2013, 10:28
Angela Gabriella Della Nocte

[Lucky Roger - La ruleta]

Sonreí ligeramente divertida, Tesla hablaba de nosotros. Bien, no podía ser de otro modo y no sería quien se quejase. Especialmente de la parte en la que preguntaba por Diego de la Vega. Caminé entre las máquinas tragaperras y las distintas mesas, dejando tras de mi una rastro de miradas curiosas, algunas cargadas de deseo y otras de compasión. Era natural y fingí no notarlas.

Me instalé junto a la mesa de la ruleta, aún esperando con mi caja a que viniera el tipo de seguridad o el contable para poder relajarme. Deseaba poder ir al spa del hotel o, tal vez, a la sala de baile. 

Decliné otra invitación más aunque me quedé una de las rosas de la media docena que acompañaban la copa. Sonreí de forma misteriosa y con gesto discreto grabé la entrada de Diego de la Vega. Había cosas que debían compartirse después de todo. 

Una mujer madura se me acercó, puede que fuera una viuda, tal vez, una esposa aburrida. La forma en la que me miró y puso su mano de forma afectuosa sobre la mía me hizo comprender que sería un público entregado. Sonreí y, esta vez sí, acepté su invitación de amiga. No es que pensase probar el champagne de todos modos, pero acepté la copa. 

Me acomodé con la caja en mi regazo y una mano sobre ella en todo momento. Dirigí una mirada hacia Diego, que paseaba entre las mesas como alma en pena, buscando un alma afín que pudiese salvarle de su tormento, de la soledad terrible que nos golpea especialmente cuando estamos rodeados de gente. 

- Es todo un héroe ¿verdad? - suspiré con una mano sobre el corazón. 

La mujer me dirigió una mirada interrogante, a ella se había unido otro curioso que, aún cuando no compartía nuestra mesa, escuchaba igualmente la conversación. Bajé la mirada, con mis largas pestañas aleteando. 

- No sé que habría sido de mi si no me hubiera rescatado - Mi labio tembló ligeramente mientras mi mente rememoraba el destino sin duda cruel que me tenían deparado. Mi vista seguía en la caja, que sostenía con cuidado entre las dos manos, en una postura recatada. 

Los gestos de consuelo, destinados a que continuase mi historia no se hicieron esperar. Mi audiencia había aumentado y ya había unas seis personas que habían abandonado toda pretensión de disimulo y escuchaban abiertamente. Levanté la mirada, en aquel instante era como si estuviera sola con mis recuerdos y ninguno de los presentes importase. 

- Yo... - mi voz bajó de volumen, quebrándose, obligando a los espectadores a acercarse - Los arios me habrían...

Mi labio tembló y me llevé la mano de forma protectora al pecho, donde mi colgante quedaba escondido tras la tela del vestido. No hacía falta decir más, todo el mundo sabía lo que hacían los arios a los que no cumplían con sus estándares raciales. 

- Pero Diego - mi voz recobró algo de fuerza, como si sólo su nombre tuviera la capacidad de volverme a infundir de esperanza - Ese hombre lleno de coraje y de corazón generoso. Él se enfrentó a ellos y arriesgó su vida por salvarme. 

Esta vez sí les miré a todos porque si, quería que todos supieran lo gran hombre que era Diego de la Vega y lo agradecida que estaba. 

- Sólo un gran hombre es capaz de enfrentarse a la muerte sin esperar ningún tipo de recompensa. - concluí

Como un reloj, las piezas iban encajando poco a poco en su lugar y de fondo la música sonaba marcando el ritmo de aquella historia. 

Notas de juego

Era muy necesario poner a Elvis XD

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28/11/2013, 17:05
Dustin Eberhard

[Lucky Roger - piano-Bar hasta la mesa de BlackJack]

El mensaje de Tesla... habia sido bastante interesante, mi mirada recorrio discretamente el lugar mientras mojaba mis labios en el whisky... uno estaba bien, mas no. Dirijo mi mirada primero a Siegfried, se mueve muy bien en el ambiente e interpreta su papel de maravilla... la manera de desembarazarse del tal Jack, sublime. Despues tenemos al hombre que ya me habia señalado la camarera... rodeado de hombres y con la atencion de la seguridad alrededor suyo, no es el mejor lugar ni momento a donde acercarse, al menos aun no.

Despues tenemos a la mujer de rojo como reza el blog de Tesla, niña pija... acompañada de Siegfried, el cual es buscado por la suma nada despreciable de 500G, al igual que el resto de su banda... demasiado obvio y aun asi, interesante, para que esconderse si ya saben que andas por la zona. Escondete a la vista de todos y asi nadie sospechara, pero Piraña fue claro y si la niña pija y Siegfried estan aqui, estoy seguro de que el resto no tardaran en hacer su aparicion... mas bien, de que Alpharius no tardara en aparecer. Aun no entiendo a que esta jugando... sobretodo con estos individuos, pero lo que si tengo claro es que si han planeado robar los anillos, estan llevando el plan como si fuera una obra de arte... manteniendo y controlando los ritmos, tanto los suyos como poco a poco los del casino. El nombre de un tal Diego de la Vega ya ha sido susurrado varias veces por las camareras, viendo como se agrupan alrededor de ella, estoy casi seguro de que forma parte del plan... de que ella tiene que haber empezado los rumores pues estos han hecho su aparicion casi al mismo tiempo que la pareja... y mientras ella distrae a su publico, Siegfried se mantiene en su sitio centrado y listo... casi como si estuviera esperando algo.

Suspiro levemente mientras devuelvo mi mirada a uno de los carteles de la exposicion, ya tenemos a dos... dos que no son de mi interes pero que podrian ayudarme a acercarme. La mujer no me atrae en demasia, demasiada atencion... y la posicion de Siegfried es interesante. Me levanto y sin mas dilacion me dirijo hacia la zona de juego, lo hago pausadamente, estudiando las diferentes mesas, como si no estuviera seguro de si entrar a jugar o no... cuando una de las sillas al lado de Siegfried queda libre, me acerco hasta ella sin demasiada prisa... como si realmente no estuviera muy seguro de todo esto.

Una vez al lado de Siegfried. -Buenas noches señor... ¿esta libre esta silla? - Lo digo en cruzado pero con un leve acento ario, como alguien que intenta evitar que se conozca de donde viene sin que le salga muy bien.

Notas de juego

Si acabo sentandome hare una apuesta de 5G, aunque no tengo muy claro como va el dinero por aqui.

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28/11/2013, 17:56
Director

[Ascensores - Pasillo subterraneo]

Jack cruzó la sala sin inmutarse en dirección al ascensor, incluso se permitió el lujo de saludar con la cabeza al guardia de seguridad de al lado de la puerta automática.

El aparato era más grande que algunos de los pisos en los que había vivido. No era un sitio dónde te pudieras liar con una tía, ¡Era un sitio para montarte una orgía! Inspeccionó el complicado panel de botones. Hotel, spa, piscina, pista de rollerball, planta de lencería y prendas delicadas... no parecía haber ninguna sala de poker privada, pero si había una de esas ranuras para tarjetas magnéticas. El trozo de plástico dio algunas vueltas entre sus dedos antes de, con un "je", de suficiencia, introducirla en el panel.

El ascensor se puso en marcha con un arranque casi impercepbile y empezó a moverse, casi seguro que hacía abajo. Jack empezó a mover el pie de forma inconsciente siguiendo el hilo musical. El trayecto fue considerablemente largo, teniendo en cuenta que aquel era un ascensor de alta velocidad, por lo que dedujo que debían estar bastante abajo. La puerta se abrió con un silbido dejando a la vista un aséptico y desierto pasillo blanco que se bifurcaba en dos direcciones en un cruce en forma de T.

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28/11/2013, 18:17
Hersel Jodrovsky

[Lucky Roger - Junto a la mesa de la Ruleta]

Con pinta de estresado y con aspecto de no estar nada a gusto entre tanta gente, el jefe de contabilidad de Carlisle se acercó hasta a Ángela, abriendose camino con dificultad entre el túmulto de fans, curiosos y cotillas varios que la rodeaban.

- Señorita,- empezó, carraspeando para llamar su atención.- He sido informado de que desea hacer un deposito de seguridad en nuestra bóbeda, ¿Desea discutir los detalles ahora?- la invitó, mientras, con una leve y profesional inclinación, le indicaba el ascensor con la mano.

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28/11/2013, 18:25
Angela Gabriella Della Nocte

[Lucky Roger - Junto a la mesa de la Ruleta - camino del ascensor]

Dediqué una leve sonrisa a mis acompañantes, tan amables. Tomé con delicadeza la caja, pero dejé la rosa abandonada, así como la copa de champagne.  

- Por favor - respondí al contable con voz suave. Luego me giré hacia el resto y me despedí con educación. - Si me disculpáis. 

Caminé de forma pausada, elegante, dando tiempo a que se apartasen para dejarme pasar. Sonreí ligeramente y miré a los ojos de Hersel Jodrovsky. 

- Es muy amable por atenderme. - comencé a caminar a su lado hacia el ascensor que me indicaba. El mismo por el que había desaparecido el individuo de antes. - Le agradecería que me explique las opciones disponibles y... - hice una ligera pausa, como si buscase las palabras adecuadas - las garantías disponibles a contratar. - le miré con seriedad - Nunca se puede ser demasiado cuidadosa. 

Le dediqué una mirada significativa. Luego le dediqué otra leve sonrisa, aunque formal. 

- Pero estoy segura de que ustedes son profesionales. - Los halagos, cuando eran ciertos, solían facilitar los trámites. Y también la conversación casual, por lo que continué en el mismo tono amable que había empezado - Parece cansado, espero no añadir mucha carga a sus ocupaciones. ¿Siempre esta tan lleno el casino?

Sonreí de nuevo, conversación cortés para llenar los silencios incómodos. Como había hecho antes, jugueteé de forma distraída con la cadena de mi cuello. 

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28/11/2013, 19:22
Eva Love

[Lucky Roger, Salón de Juego]

Apareció en un fogonazo de luz y emoción cuando se abrió la puerta del ascensor. Una pequeña multitud se congregó al instante a su alrededor como un autentico enjambre que escoltara a su reina fuera de la colmena. 

- Gracias Armand, eres un encanto. - Sin duda era ella, la mujer que aceptaba una copa de lo que parecía auténtico oro líquido rodeada de toda una troupe de fieles subditos, empleados y adoradores dispuestos a satisfacer cada uno de sus deseos por estrafalarios que fueran, no podía ser otra que la mítica Eva Love. 

Absolutamente fabulosa y arrebatadora bajo un sensacional diseño de seda blanca que, como agua de nácar, se deslizaba sobre su delicada piel, la "mujer del mafioso" por excelencia hizo acto de presencia como un autentico monumento andante capaz de robarle el protagonismo incluso a la propia Santa María. 

Corista, cantante, actriz, diseñadora de su propia linea de moda, escritora, tertuliana en uno de los programas más populares de la red y ahora también esposa de Carlisle Benedict, Eva Love no dejaba a nadie indiferente. Ellos la codiciaban, ellas la envidiaban. Levantaba pasión y odio por igual ahí por donde pasaba. 

- ¿La figura de acción de Eva Love para estas navidades? - Con un gesto grácil la Señora Benedict se recolocó la esplendida cola de zorro rojo que engalanaba sus hombros desnudos. - Claro cariño, lo que sea por la sonrisa de un niño. Puedes discutir los detalles con Fiora... - Repuso agitando la mano en un gesto que dejaba claro lo mucho que le aburrían los tecnicismos y en quien recaía aquella parte del trabajo, ¡ella era una artista, una estrella!. Ella era, bueno, era Eva Love...

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28/11/2013, 19:29
Frank Muller

[Lucky Roger, Ring]

Espectacular es la siguiente pelea. Sencillamente, espectacular. Tanto como las rugientes gradas en donde el publico vibra de pura emoción ante el dantesco espectáculo que hay montado. Y entretanto, el localizador implantado en mi prótesis, vibra cada vez mas y mas agudizando su señal.

Voy aproximándome al ring extrañado. El localizador vibra, vaya si vibra. algún que otro espectador, dominado por la euforia, me mira con malos ojos cuando me cruzo en su camino. Y yo, quizás por el efecto del ron que me he metido entre pecho y espalda, sonrío mientras cierta ansia va despertando en mi cerebro. Y el caso es, que creo recordar que estábamos allí por algo.

Otra camarera espectacular pasa por mi lado, cerca ya del ring octogonal en donde el reparto de leches, es ya espectacular. Mi diestra, como s tuviera vida propia, se adelanta y agarra una birra sin poder evitar recorrer con la mirada la estilizada figura de la camarera. Y tras un par de tragos, notando la agradable combinación de ron y cerveza en mi estomago, me detengo al fin a escasos metros de una de las esquinas el octógono de combate. Y allí, justo allí, con el localizador vibrando casi a tope, se hallan es espera tres enmascarados cuya función parece ser, la de victimas inminentes del luchador escamoso que ahora ocupa el centro de la arena de combate machacando a uno de sus oponentes mientras el domo de combate, va cambiando su decoración holográfica.

El rugido de la muchedumbre es ensordecedor. Yo miro con cierta cara de asombro a mi prótesis y a los luchadores y, finalmente, he de rendirme ante lo que parece evidente. Mi compañero, es uno de los luchadores. ¡Pero como lo ha hecho para colarse en semejante fiesta! Me aproximo unos pasos mas en medio de un grupo de espectadores particularmente escandalosos o borrachos, tanto da una cosa u otra, y grito en medio de todo el asunto. ¡Alandrian!. ¿Estas por aquí hombre?. ¡Que hemos venido a hacer un trabajo o algo así hombre!

Notas de juego

¡Pedazo de Ring eh!. ¿100.000 espectadores?. ¡Impresionante! No se muy bien que hacer con los destinatarios. Te marco solo a ti, pues veo que únicamente, me has marcado a mi. Y otra cosa. ¡Ojala hubieras dicho que el luchador potente era un ogro!. Je,je,je.

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28/11/2013, 20:39
Terrence Nightingale

Su jugada de hablar en comercial no había salido tan bien como era deseable. Quizás no había considerado que, con suficiente deseo, a cualquiera le llegaba el don de lenguas. Escuchar a aquellos incultos balbuceando el comercial en sus acentos atroces había sido suficiente para que Terrence considerase el suicidio. No eran sólo sus palabras, era el aburrimiento que le producían. No tenían mucho más que ofrecer que su adoración y sus cuerpos, y por mucho que en otras circunstancias aquello hubiese sido suficiente para satisfacerle, aquella noche había demasiado en juego. Mientras flirteaba y sonreía, con el humo serpenteando desde sus labios, Terrence observaba los alrededores.

Había que admitir que aquella posición tenía sus ventajas, aunque sólo fuera porque facilitaba que estuviese al mismo tiempo prestando atención a los movimientos de la gente y manteniendo la distracción, la fachada de frivolidad. Por supuesto que, careciendo de una descripción de Angela, le hubiese sido imposible reconocerla a su llegada. Sí que fue consciente, sin embargo, de los movimientos en la masa, de la forma en que sus cabezas se giraban para recibir a la mujer con el guardaespaldas o al supuesto Diego. La masa en aquellas fiestas funcionaba como niños, abriendo los ojos capturados ante cualquier cosa brillante. Y nadie más brillante, nadie más adecuado para girar las cabezas que la mismísima Eva Love.

Por supuesto que los hombres que rodeaban a Terrence no tenían los mismos intereses que otros en observarla, pero aún ellos desviaron la atención, apartaron de él la mirada. Terrence aprovechó para quitarse las gafas, cuyas patillas empezaban a irritarle, y para dejar de lado el cigarro. Mientras tosía muy levemente, no pudo evitar pensar en la contradicción que existía entre lo horrible del sabor del tabaco y lo efectista que resultaba fumarlo. Atraer no era más que un ejercicio de teatro, y como cualquier obra requería de un escenario, de utilería. Dio un sorbo más a su bebida y disfrutó como un profesional de la manera en que aquella mujer desplegaba el encanto, los rumores, la maquinación y el deseo. Había demasiados tipos de encantamiento.

De la contemplación le sacó una ligera vibración en su móvil. Odiaba llevar aquellos cacharritos, omnipresentes, conectándolo a todas horas, pero había que admitir que tenían su utilidad. Con resignación se colocó las gafas (había que mantener la ilusión hasta el final) y leyó la última actualización de Tesla con una rapidez a la que, al terminar, se había unido la sorpresa. Ni siquiera se había percatado del muchacho rubio más allá de por lo llamativo de su indumentaria, pero el bloguero parecía bien informado. Su propia aparición entre tantos cotilleos le hizo suspirar con cierto grado de exasperación. A eso quedaba reducido. Terrence podía haber ganado el Jackpot en concentración de hombres a su alrededor, pero en lo que a información se refería, estaba sin blanca.  

Quizás, para cambiar la suerte era necesario seguir apostando.

Terrence observo a los hombres que le rodeaban midiendo, seleccionando. Por supuesto que él no tenía ni un crédito disponible, pero ¿quién había dicho que el dinero tenía que ser suyo? Depositó la mirada en el que juzgó más pudiente, a decir del traje y de las bebidas que hubiese pagado, o con los bolsillos más llenos de monedas.

-¿Saben lo que no puedo evitar plantearme? –comentó con languidez a su audiencia- Que, sentados en la barra, nos estamos perdiendo una de las atracciones de la noche.

Retomó el cigarro y con lentitud, ignorando el asco que el sabor del humo le producía, dio una profunda calada. El borde ardió ligeramente ante las miradas ansiosas de varios, ardió quemando el papel, acercándose a los labios de Terrence, amenazando con abrasarlos. Quién no hubiera querido ser el fuego. Lo aplastó con un aire calculadamente distraído en el cenicero.

-Me refiero, por supuesto, –murmuró en un ronroneo mientras el humo extendía zarcillos a su alrededor- a las mesas.

Dejó escapar todo y dedicó una mirada directa a su ‘víctima’, una mirada privada y oscura, clavada en los ojos. Muy probablemente aquel hombre estaba sintiendo que el alma le daba vuelcos. Terrence colocó una mano en su hombro, suavemente. Dejó escapar el humo del todo.

-¿Qué le parece –continuó para él, sólo para él, mientras la mano se deslizaba algo más abajo, se deslizaba hasta el bíceps- si vamos a jugar?

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28/11/2013, 21:04
Vicky Banks

[Lucky Roger, Mesa de Blackjack]

La crupier sonrió de medio lado, seductora y enigmática a los piropos de Tony. - Parece que la dama fortuna le sonríe esta noche señor ...- Dejó el final de la frase en el aire, dándole la sutil (o no tan sutil) oportunidad de desvelar el apellido que debiera preceder a un hombre de la clase de Tony. Ya se sabe, uno de esos apellidos que uno no olvida, que inspira estilo, respeto, temor, juego, pasión y sobretodo, que destila poder y dinero al pronunciar cada una de sus sílabas. A saber, Falconi, Contini ...

La mujer deslizó la siguiente holocarta por el tapete de forma deliveradamente lenta, inclinándose un poco, lo justo para que el tatuaje que lucía sobre el escote fuera legible: "Do not reanimate". 

Lo suyo no era un baile, no era coqueteo, era algo más profundo, visceral y con lo que, desde luego, parecía disfrutar. Como una mística criatura del desierto prometía atraparte, devorarte y escupir tus huesos y lo peor de todo era que iba a gustarte. 

- Hagan sus apuestas... -Terminó y su voz, aunque plena de palabras asépticas, por un segundo inundó el ambiente como una lengua de fuego abrasadora.

En ese momento un nuevo jugador se aventuró a adentrarse en sus dominios. Después de que dos más abandonaran sus asientos entre sentimientos encontrados de adoración y odio ante la implacable Vicky Banks y sus ahora vacíos bolsillos, Dustin no podía dejar pasar la oportunidad de engrosar sus cuentas, o bien de contactos, o bien de gremiales contantes y sonantes. 

La mujer le dedicó una sonrisa de gato - ¿Carta? - Preguntó. Esta vez Tony no tenía opción a rechazar la compañía, a menos, claro está que se rajara en su juego. 

Pronto la última silla terminó por ocuparse por un tercer acalorado maromo trajeado. Ni siquiera había tenido una oportunidad en cuanto Terrence le puso una mano encima. Su cordura y su cartera estaban ahora a su merced. Bueno, a la de Terrence y a la de la crupier y su nueva mesa de jugadores...