Partida Rol por web

Al acercarte abro las piernas para dejarte que te acomodes en mi pecho. Medio tumbados en aquella cálida agua, con mis manos, dejaba caer agua suavemente por tus hombros, notabas un aire fresco detrás de tu cuello por culpa de algunos soplidos que te daba.
Continuaba tirando agua con una mano y con la otra aparté tu cabello para que te cuello quedara al descubierto que no dudé en mordisquearlo ligeramente.
Tus palabras me congelan y mi cuerpo empieza a tomar calor cuando me llevas mis manos a tu cintura. Mis claros ojos te buscan después a cada beso que me das..

-¿Qué opino? me quedo con gesto pensativo que te dejes llevar. ¿Por qué no intentas ser actriz de verdad? Quiero decir hacer algún drama o una peli de acción. Podrías hacer la típica chica guapa de las pelis que luego es salvada por el protagonista.. entre risas y con tu ayuda busco la manera de que te pongas en frente mía..

-Solo te diré que abras bien los ojos y si de verdad quieres dejar esa oportunidad que te han ofrecido. Déjala. Vendrán mas oportunidades..- Las manos pasaban por tu cintura para atraerte a mi dejando tus piernas entre mis caderas..quedando de frente y ver tus cabellos mojados como colgaban entre tus pechos..

-Mírame a los ojos y dime de verdad que no quieres hacer esa película..- susurré.

Te miro a los ojos como me pides, apenas puedo hablar; la verdad es que desde la pelea con mi padre, jamás me planteé el dejar aquello o si me gustaba o no, se trataba de molestarle. De que sus amigos de la alta sociedad, pudieran verlo en las cenas de caridad y le dijeran: "Me tiré la última de tu hija", pero ahora las cosas eran distintas. ¿Por qué? No lo sabía de cierto, pero si sabía que ese hombre junto a mí en la bañera, tenía mucho que ver.

-No quiero ser actriz porno, no ahora que te tengo a ti... ¿Porque te tengo, no? Aún así, creo que no es precisamente lo que yo he querido en la vida, era una manera de darle en la cara al viejo-lo abrazo fuerte.-¿Sabes? Estudié arte antiguo pero nunca trabajé de ello y creo que tampoco quiero, las cámaras me llaman.

Lo beso suavemente, perdiéndome largo rato en sus labios, sintiendo su cuerpo desnudo bajo el mío.

-Dime, Clive... ¿Qué es lo que nos pasa? No niego que me encanta y sin embargo, temo al momento de la despedida-paso mi mano por su espalda en una caricia tibia.-Yo puedo dejar el cine porno que aún ni he empezado pero ¿para qué si tú no estás? Lo más divertido de mi vida, por patético que parezca, es pelear con mi padre...

Sonrío y le miro a los ojos, es sencillamente perfecto.

Estaba tan concentrado que hasta oía su voz dentro de mi cabeza. Imaginé que nada nos separaba. Michelle estaba allí conmigo, los dos juntos en una bañera, ella acariciando mi cuerpo con dulzura, dejando que el agua chorreara por ambos cuerpos desnudos..Si, Michelle estaba allí conmigo, no había nada por medio.

Sentí su mirada sincera, incluso mi rostro se reflejaba en sus ojos -Claro que me tienes tonta. Y ¿sabes? me encanta que hayas tomado esa decisión...- respondo a su entretenido beso absorbiendo cada gota de la comisura.

-Hey. No hablemos de despedidas tan pronto. No dudo que hayan momentos malos. Que pasemos juntos por momentos malos, peleas, discusiones.. pero eso es algo normal. De todas formas no quiero pensar en eso.. me acerco picaronamente a tus labios pero sin llegar a besarlos..
-¿Con tu padre?.. y porqué no te peleas conmigo. Aquí y ahora..-Susurro.

Me acerco hacia ti y te abrazo, te beso el cuello, y te acaricio los senos. A través de mi sexo te hago sentir mi excitación y deseo..

Descubro que no tengo dudas al respecto de lo que quiero en ese momento, de lo bien que me siento a su lado. Ha sido un día y parece que nos conocieramos de toda la vida. Su beso me hace estremecer y el acercamiento de nuestro cuerpos, me hace temblar como una hojilla al viento, sonrío y respondo con delicadeza a sus besos, al principio, luego voy cambiando la intensidad, hasta juntar nuestras dos lenguas con desesperación. Sus manos resbalan por mi cuerpo, provocando acciones y reacciones en él.

-Si lo que quieres es pelear...-bromeo.

Me pierdo en su cuello mientras mis caderas acercan mi sexo al suyo, buscándolo, encontrándolo y rodeándolo con mis piernas, aprovechando la liviandad que nos da el agua y poco a poco comienzo a sentirlo más cerca de mí, lo miro a los ojos para decirle que está bien, aunque él sabe cuánto lo deseo; se lo digo con los ojos y con el cuerpo, la tibieza de este que es cada vez más cercana a su virilidad. Mordisqueo el lóbulo de su oreja izquierda y mis pechos se repegan al suyo, el deseo es ya incontenible, las respiraciones se confunden, mientras lo miro, dejo de detener mis caderas, siento sus manos posarse en ellas y sólo espero por ese movimiento final.

Cierro los ojos al sentir cómo se abre paso en mi cuerpo, me siento en el cielo y suavemente, sin abrir los ojos, arqueo mi espalda y empiezo a moverme suavemente en vaivén, colgada de su cuello, aferrada a su cintura.

Comienzo a frotar mis dos manos para lograr espuma y al respirar, invade un exquisito olor a melocotones todo el ambiente, ¿lo sientes?.
Mis manos acarician lentamente su cuello, bajando un poco al pecho, sintiendo como el agua va cayendo desde mi cabeza deslizándose por mi piel. Continuo bajando, llegando a tus pechos, te imagino mirando, quieta, callada y comienzo a acariciar tus pechos, de manera circular, sintiendo como el agua baja por ellos...

-Soy todo tuyo-

Las acaricio, lentamente pero fuerte, pienso en cuanto me gusta que me mires, aunque deseando que estuvieras mas cerca, ese pensamiento me excita aun mas, vuelve el olor a melocotones a llenar el ambiente. Separo un poco las piernas, poso las manos en su cintura y ese pequeño gemido que sale sin querer nada mas notar su sexo como aprieta el mio..cada vez las contracciones son mas fuertes, el agua no deja de bajar por mi cuerpo. Mis manos se escurren por su espalda apretando mis dedos suavemente contra ella, los labios buscan los suyos hasta llegar a su mentón entre gemidos..siento su vagina contraerse, de manera cada vez mas fuerte, anunciando un próximo orgasmo, es así como siento esta contracción que se apodera de mi, fuertemente, maravillosamente, liberando la tensión de mi cuerpo..

-.................- las palabras sobraban.

Noto todo mi cuerpo contraerse en torno a su virilidad, los gemidos y quejidos abundan de manera tal que ni siquiera puedo escuchar mis pensamientos, ni siquiera lo intento. Me entrego por completo a esa sensaciòn de ser suya, de sentirme por complento inundada de èl. Mis caderas van deteniendo sus movimientos al tiempo que intento no volverme loca, no perder la cordura ante la sensaciòn de ser la mujer de ese hombre que es mi hombre.

-Clive...

Murmuro suavemente su nombre luego de lo màs fuerte, de las sensaciones de nuestros rìos desbordàndose sin que nada podamos hacer y acabo rendida en sus brazos, besàndolo suavemente. Intentando que no se me escape un te amo de los labios. Luego al fin podemos terminar de bañarnos y alistarnos para salir.

-Espero que no sea tarde para ese paseo...-digo aùn desnuda y en el agua junto a èl pero lista para secarme y vestirme.

-Ding... Dong...-

De repente sonó el timbre y rápidamente Clive salió del baño, se colocó el albornoz como pudo y corrió a abrir la puerta pensando en quién podría ser..

Todo el tiempo que paso con ella, cada segundo, cada minuto me parece que estoy encima de una nube. Estoy sentado esperando que salgas de la ducha... Me gusta sentirte desnuda sobre mi cuerpo y observar como te secas lentamente el cuerpo...

-Nos vestimos y nos vamos ¿vale?..- hago un movimiento para que seas tu la que salgas primera de la ducha y ambos nos vistamos y nos preparamos para salir hacia el paseo marítimo. Nada mas salir, escucho el timbre y te miro con gesto pensativo, pues no se quien puede ser a estas horas.

-Espera un segundo. Ves preparándote. Voy a ver quien es y enseguida subo a vestirme..- Te doy un beso y bajo rápidamente tras ponerme el albornoz para ver quien es..

Desde el baño puedes escuchar como Clive abre la puerta y escuchas su voz tanto como la de otra persona (una mujer quizás) un tanto distorsionada por lo que no llegas a saber que es lo que están diciendo...

Recibo su beso y lo observo marcharse, quizás un tanto preocupado, quizás es mi idea o simplemente esta cansado pero mientras termino de secarme escucho las voces llegar hasta a mí, no son claras pero estoy segura que la otra persona es una mujer. Durante unos segundos me debato entre asomarme y ver quién es o quedarme donde estoy.

No es de tu incumbencia, Michelle.

Pero no puedo apartar mi atención de la conversación que se sucede escaleras abajo, así que me enrollo en la toalla y salgo del baño descalza, despacio, tratanto de entender lo que se habla allá abajo; respiro profundo y me quedo a buena distancia de ellos sin bajar del todo la escalera, temblando levemente de frío.

Sales del baño con la toalla sobre tu cuerpo y con algunas gotas resbalando sobre tu piel.

Intentas se discreta y te paras en un borde de la pared donde puedes apreciar la puerta que abrió Clive y observas a una mujer* que le da dos besos en la cara a modo de saludo y ves como Clive le sonríe.

No puedes apreciar demasiado la conversación, pero esto es lo que escuchas:

(Clive)

-Menuda sorpresa, no esperaba verte por aquí..- fue lo que dijo tras darle dos besos.

(Mujer)

-Sí. Vaya, no estoy acostumbrada a que me reciban en toalla..- se muerde el labio inferior mientras le mira tontamente.
-Me han dicho que tus manos son de oro, y que estabas interesado en buscar trabajo como fotógrafo.. se lleva las manos al bolsillo trasero y saca una pequeña tarjeta que se la tiende a Clive. Si te interesa llámame- le dice al tiempo que le guiña el ojo.

(Clive)

-Claro. Te llamaré...- Una sonrisa, un adiós y cierra la puerta mientras ojea la tarjeta. La deja tirada en la mesita y se dispone a subir las escaleras con gesto pensativo..

Escuché perfectamente toda la conversación y todo fue normal hasta que me reacomodé y pude ver como ella le miraba, le echaba esas miradas que nosotras las mujeres conocemos a la perfección. Cuando la besó, reconocí enseguida la sensación de desasosiego y confusión en mí, también pensé que él le daba alas pero luego, mientras la puerta se cerraba, yo intentaba volver al baño tratando de tranquilizarme, respirando profundo y obligándome a no pensar mal de Clive.

Me detuve en el umbral de la puerta y cuando lo vi aparecer, lo miré a los ojos y en verdad entendía las palabras de la guapa mujer con la que acababa de hablar: estaba especialmente sexy.

-¿Una amiga?-pregunté intentando que el tono no fuera de rencor en mi voz.-Parecía contenta de verte...

Sí, le estaba diciendo que la había visto pero tampoco es que fuera algo que le iba a ocultar; aprendería a que yo era demasiado curiosa. Me volví hacia el baño sin esperar a que respondiera pero dejándole la puerta abierta, terminé de secarme y mientras me ponía la ropa interior, me volví a él.

-Tus amigas son guapas...-me calcé el vaquero.-Y si tiene una buena oferta de trabajo, quizás debiste invitarla a cenar.

Le sonreí y me volví para ponerme la blusa frente al espejo.

-Tengo frío, iré por mi chaqueta mientras te vistes...-salí descalza del baño en busca de mis cosas en su habitación.

¿Estaba furiosa? Sí, pero sabía que no debía ponerme así con él, ni con nadie en realidad. Me estaba volviendo loca, temiendo que me lo robaran cuando ni siquiera sabía si era mío de verdad.

-Debe ser tu día de suerte..- Pienso inevitablemente mientras no puedo reprimir un escalofrío.

Miro hacia las escaleras al tiempo que dejo caer la tarjeta sobre la mesa y observo como Michelle me está esperando allá arriba. Me pregunta si es una amiga;

-No. Bueno.. no del todo. Me la encontré esta mañana en el Coffee, el que está al lado de los estudios donde hicimos el casting y hablando hablando me comentó que trabajaba como fotógrafa para una revista. Me tomo los datos, y le dije que cuando tuviera algo que ofrecerme que se pasase por mi casa...-Mientras hablo tú te acercas al espejo y te empiezas a poner la ropa interior..

-¿Crees que debí invitarla? Aún estamos a tiempo. Tengo su tarjeta.. señalo con el pulgar hacia tras como si señalase la tarjeta que descansa en el piso de abajo sobre la mesa. Sonrío después de mi comentario con un claro toque de broma. Venga, no te sientas celosa. Es solo trabajo. Y esto no es lo mismo que te estén follando varios tíos a la vez..-

Mi tono de voz no era amenazante ni mucho menos, pero si preocupante por tu reacción. Era normal este tipo de discusiones, aunque quizá llegaron demasiado pronto..
Cuando sales del baño descalza, permanecía apoyado en el marco de la puerta dejándote paso para que salgas a por tu chaqueta.

-Mi ropa la tengo en mi cuarto...-
Pasé detrás tuya a mi cuarto y mientras te daba la espalda me vestía totalmente callado y sin decir ninguna palabra. Me baje la toalla quedando completamente desnudo y me puse unos boxers ajustados. Dirijo mis manos hasta donde está mi camisa guardada en el armario y después hasta mis vaqueros donde me los calzo y comienzo a abrocharme los botones..

Escucharlo decir que es trabajo y que no se asemeja a que te follen varios tìo al mismo tiempo, me termino de poner la cazadora, me volteo y lo miro mientras se termina de vestir. Sè bien lo que quiso decir, aunque sus palabras parecieran no tener esa intenciòn, es obvio que nos està molestando algo. Pienso que ya no sè si es tan buena idea salir pero aùn asì no digo nada y continuo terminando de arreglarme el cabello.

-Supongo que debo ponerme feliz de que tenga algo para ti...-digo miràndome al espejo de su habitaciòn.

Me arreglo el cabello, busco en mi bolso y me pongo un poco de perfume en las muñecas, tras las orejas y en el nacimiento del busto, miro a Clive de reojo de vez en cuando. Una vez que estuve lista, me sentè en la orilla de su cama a esperarle.

-No quise molestarte-dije de pronto.-Tù sabes lo que haces y con quièn, no soy tu madre, por suerte. Si invitarla a venir con nosotros, te ayuda con el trabajo, adelante... O mejor, si quieres puedo quedarme aquì y esperarè a que vuelvas.

¿Yo habìa dicho eso? Sî, lo habìa dicho y lo pensaba de verdad, despuès de todo, yo no querìa que echara su vida a perder con una tìa que seguramente terminarìa frente a las camaras con màs de un tìo. Me reacomodè la chaqueta naranja sobre el vaquero y ni siquiera me atrevì a respirar, si a mirarlo fijamente a los ojos.

-Estoy hablando en serio, Clive...

"Sus labios... Su piel... Su calor... Si esto es un sueño, no me despiertes jamás..."

Cuando ella estaba sentada, ya estaba completamente vestido, pase mi mano por detrás de mi cabeza y me sentía muy mal. Lo último que quiero es verla así...

-Oye, lo siento, ¿vale? Ya ha pasado todo. Ahora estás conmigo y no quiero verte mal..- Me acerco hacia ti fríamente, busco tus manos para sobarlas muy suavemente..

-Hey. No estés tan triste.. con uno de mis dedos te levanto la barbilla para que me mires a los ojos. Yo solo quiero estar contigo, y te juro que mientras esté contigo. Jamás voy a tocar a otra chica, por muy guapa que sea.. No soy capaz de hacer eso y me sentiría apuñalado por mi mismo..-

-¡Pero ya la mañana acabó! comienzo a girar lentamente sobre mí mismo, al tiempo que te levanto y que se queden tus piernas rodeando mi cintura. Ese mal trago ya quedó atrás... Ahora sólo se nos plantea un problema- hago una pausa dramática al tiempo que dejo de girarte -¿Donde cenamos?- bromea...

Sí, él tenía razón no era para tanto; yo era quien estaba con él en esa cama, alrededor de él, con él y me gustaba. No lo iba a echar a perder por una tontería. Sonreí y lo besé suavemente en los labios, lo deseaba a todas horas, suerte que teníamos planes, así que asentí.

-Vayamos a cenar, será lo mejor o terminaremos demasiado flacos-le guiñé un ojo.

Me sentía tan bien a su lado que todo el malestar respecto de la mujer que había entrado en su casa, desapareció por completo. Teníamos un montón de cosas por hacer y me descubrí pensando en él a futuro; nunca me había importado no casarme, no ser la mujer de alguien en definitiva, nunca había querido una boda fastuosa como les habría encantado a mis padres pero con Clive, empezaba a desear compartir toda una vida con él al precio que fuera, me sonrojé antes de pararme en el umbral de la puerta y tenderle la mano para salir de su habitación.

-Estás guapo-sonreí y lo sujeté de la mano volviéndolo a besar antes de salir.

Tras un largo baño, fundiéndose con el aroma de melocotón que invidía el cuarto de baño. Michelle y Clive tienen una pequeña discusión que quizás les lleve al punto de la confusión de estar juntos. Por su parte Clive dice que solo quiere estar con ella y tiene pinta de ser así. Michelle le responde con un beso y quizá piense que debe de probar y ver si es realmente el hombre de su vida..

Ambos salen de la casa tras llamar a un taxi por teléfono. Al cabo de escasos minutos espera en su puerta y salís hacia una de las mejores playa nocturnas de toda la Isla.

El conductor os deja en el paseo marítimo, Clive paga y ayuda de la mano a Michelle para que salga del taxi.

Os dejó al lado de uno de los bares-discoteca mejores de toda la Isla. El local Touch; uno de las mas famosos.

Al entrar un camarero os da las buenas noches. Clive levanta el dedo señalando el número dos y sin esperar os ofrecen una mesa con ventanal en el piso de arriba donde puede observarse todo la playa y gran parte de la Isla maravillosamente iluminada;

El restaurante está formado por dos pisos y una discoteca, es bastante lujosos y la parte de arriba parece algo mas intimo ya que la intensidad de las luces es menos constante.
La gente va vestida formalmente no llegando al extremo de gala pero si adecuadamente, así que ambos os sentís bastante cómodos.

-Dos por favor- le dije al camarero en un susurro para que no se escuchara demasiado. Disimuladamente le lleve un billete cogido con dos dedos al bolsillo del chaleco para que nos sirviese una buena mesa.

Al llegar acomodé a Michelle como un buen caballero, aunque se notaba mas que era por hacer reír que por sentirse un caballero.
-Princesa..- aleje un poco la silla hacia tras para que se sentase.
Me lleve la chaqueta al tiempo que iba hacia mi silla y la dejaba apoyada en el respaldo de esta..

-Uff. Esto está de muerte ¿no?.. me desabrocho los botones de las mangas de la camisa y me las arremango hasta los codos. Qué te parece el sitio. ¿Te gusta?- pregunte mientras lo hacía..

El lugar era perfecto sin duda alguna, me encantaban aquel tipo de lugares y él lo había elegido sin apenas conocerme. Se senté cuando me abrió la silla y sonreí satisfecha, no cabía duda de que a Loreta le encantaría Clive si le conociera un poco más aparte de lo que ya había visto en casa. No podía evitar que se notara en mi cara lo muy a gusto que estaba con él allí. Desde los grandes ventanales podíamos ver toda la bahía, veíamos moverse las palmeras con la brisa tropical y la iluminación de toda la isla le daba una especie de penumbra a nuestro rincón en aquel lujoso restaurant.

Sobre la mesa había un típico adorno tropical, bajito que no me tapaba la vista frente a Clive y un par de velas de olor a coco que se antojaban de lo bien que olían. Pasé mi mano por encima de la mesa y tomé la suya sin disimulo. Jugueteé un largo rato con sus dedos, lo miré a los ojos y le respondí que el lugar me encantaba, que era perfecto y estaba por levantarme a besarlo cuando apareció el camarero con la carta y solté la mano de Clive para tomarla.

-Deja que pida yo...-sonreí y poco me costó decidir.-Ensalada de mariscos, crema de zanahoria y de plato fuerte, pescado al horno. Él pedirá la bebida.

El camarero asintió y espero con calma por Clive, mientras me quité el zapato derecho y metí el pie en la botamanga de su pantalón, acariciando suavemente su espinilla, sin llegar a tocarle mucho, sonriendo traviesa mientras él respondía al camarero.

Bueno al menos me sentía tranquilo. Se notaba con toda sinceridad que le gustaba este sitio, y yo se la transmitía con la caricia de mis manos. Nunca he estado con una mujer aquí y me encanta que ella ha sido la primera.. y en cierto modo espero que la única.

Me separo hacia tras cuando nos recibe el camarero y mientras ella pedía la comida le eche un vistazo a la carta de vinos. No se me daba bien pedir la comida, además de que ella es la invitada y no quiero dejarla en mal lugar. Ella termina de pedir y al final me he decido pero parece que no tienen el que busco..

-Eh.. mi voz se entrecorta al sentir los cálidos pies de Michelle, la miro y sonrío aunque intento disimular que nada de esto se note. Con una sonrisa en mi rostro continuo hacia el camarero.. no he visto en esta carta ningún rosado español. Quiero entender con eso que no tenéis ninguno mi tono suena en broma pero inesperablemente el camarero afirma que si que tienen vinos españoles. Vaya. Perfecto. Pues sácanos una botella de Vicaro Petit Verdot y dos coktails mientras esperamos ...sin demasiado alcohol- Susurra por lo bajo.

El camarero se marcha y me giro hacia la hermosa chica que tengo enfrente, la cogo de las manos y suelto..

-¿Por qué has echo eso?..- con una sonrisa en mi rostro por la caricia del pie, que ni mucho menos me había molestado.