Partida Rol por web

Adrián sonríe divertido ante el cambio de dirección de la conversación.

- Vaya... -sorbe otro caracol - no me digas que ahora tienes reparos respecto a la edad. -le guiña un ojo- ¿Cuántos me echas tú?

El camarero que os ha estado sirviendo durante toda la velada. Se acerca por el gesto del chico y muy educadamente empieza a recoger los platos mientras dice:

-¿Os ha gustado? con una agradable sonrisa dibujada en su rostro continua retirando los platos dejándolos en una bandeja plateada junto a un carrito.

-¿Qué tomaran de postre los señores?-

Pues... Un sorbete de limón con vodka por favor.

Se tapa la cara con la carta y le susurra a Adrián - Porque luego vendrá el postre más grande.

Le entrega la carta al camarero y se recuesta en la silla.

No sé... Menor no serás, ¿no?

Adrián hojea brevemente la carta de postres hasta que escucha la propuesta de Liz. Sonríe distraídamente al camarero.

- Sí, tomaré lo mismo que la dama.

Le entrega la carta al camarero y se sonríe de nuevo al escuchar a Liz.

- Vaya, ¿tan inexperto me mostré en nuestro último encuentro? - se inclina hacia delante, bajando la voz - Y si fuera menor, que no digo que lo sea... apuesto a que no soy el primero con el que te acuestas

Se reclina hacia atrás, con un leve guiño picarón.

Con el sorbete en la mano, Liz le mira sin decir nada durante un buen rato a Adrián.

No te equivoces, cariño. Soy una persona muy legal.

De repente se lo bebe de un sorbo y se levanta.

Vamos.

-Excelente selección caballeros-

El camarero termina por recoger los platos y se marcha hacia otra mesa con el carrito para recoger mas platos así como atender a los clientes.

Parece que la cena ha sido apetitosa. Adrián se sorprende al ver como Liz consume su sorbote de limón, es tan sorprendente como excitante y esa forma que tiene de llevar la iniciativa a Liz le deja sin palabras.

Cómo buen caballero no hara esperar a una dama pero también tiene que demostrar su caballerosidad de pagar la cena por su cuenta.

Jajajaja, wow, wow, aquí ya no se si meterme o no ;D

Naa,

.. a ver, yo os dejo que sigáis, por que a mi no me importa tener una partida abierta mientras vosotros roléias, pero lo que no mola es que estéis una semana sin postear, si al menos me prometeis que a la semana como minimo me postéias un par de vece cada uno, o al menos una si que la dejo abierta. Eso vosotros veréis ;)

Adrián asiente con una sonrisa cuando el camarero se acerca con la cuenta. No le dedica al total ni una mirada, se limita a tomar el bolígrafo que viene en la bandejita y a escribir una nota en una de las tarjetas del restaurante.

- Ah, dile a Ramón que salude a mi padre de mi parte. - le guiña un ojo al camarero que se retira y se queda con el boli. Se queda sorprendido con las prisas de Liz. "Rápido, Adrián, piensa... tienes el miembro totalmente al aire bajo el mantel... no puedes irte sin más..."

- Estoooo.... ¿Has quedado para ir a alguna parte? Es que yo todavía no me he acabado el sorbete... y está realmente delicioso.

En cuanto Liz se sienta, Adrián tira el boli debajo de la mesa.

-¡Uy! Qué torpe estoy... - Mira a ambos lados, y luego le guiña un ojo a Liz - Enseguida estoy contigo.

Rápidamente se agacha y se mete bajo la mesa. Se guarda la verga dentro del pantalón... y entonces ve al otro lado de la mesa las piernas de Liz. "Vaya..." Sonriendo para sus adentros, se acerca hacia las piernas, cruzadas de esa forma tan sexy... y lentamente, muy despacito, posa la palma de sus manos sobre las rodillas...

Cuando Liz siente el tacto de Adrián en sus rodillas, se sobresalta pero sólo por dentro, consigue guardar la compostura. Eso sí que no se lo esperaba. Su idea era llevarlo a otro sitio. Mira a su alrededor. El restaurante no está muy lleno. Los camareros no asoman las narices. De repente siente cómo el calor le sube. Y casi inconscientemente descruza las piernas.

- ¿No encuentras el boli?

Adrián sonríe para sus adentros cuando escucha la pregunta de Liz, sin responder. Sus manos siguen el movimiento de sus rodillas al descruzarse, dejando que sus dedos se deslicen hacia abajo trazando una red de caricias por las pantorrillas mientras acerca la cabeza aún más.

"Ojalá los manteles fueran más finos" refunfuña, aguzando la vista para observar lo que ocultan los muslos de Liz sin conseguirlo. Sigue con delicadeza el contorno de los gemelos... luego de los tobillos... y antes de llegar a los zapatos invierte el movimiento y vuelve a subir...

- Me encanta la suavidad de tu piel, preciosa... - murmura, esperando haberlo dicho lo suficientemente alto como para que lo oiga Liz, y lo suficientemente bajo como para que no lo escuchen los de las mesas de al lado.

Sigue subiendo, subiendo... sin dejar de acariciar, de disfrutar del tacto calentito y suave de la piel bajo la yema de sus dedos... hasta pasar por encima de las rodillas y comenzar a recorrer la cara interna de los muslos, tan cálidos y excitantes...

Al sentir el tacto de Adrián en su piel desnuda, a Liz se le erizan los vellos. Un escalofrío recorre su nuca. Le entran ganas de reírse a carcajada. Realmente era una situación divertida. Vaya, el chico no es tonto. Su cuerpo sube de temperatura; Adrián lo tiene que notar.

Disimuladamente aparta el mantel un poco hacia ella para que sus piernas estuvieran totalmente a merced de Adrián. El mantel es bastante grueso y largo, no había ninguna posibilidad de que alguien viera a Adrián por debajo de la mesa. Pero la cara de ella. Se apoya en la mesa con los brazos concentrándose en su copa de sorbete. Aparentemente, claro.

Atrae la silla más hacia la mesa para poder respaldarse sin que sospeche nadie de su postura algo... rara en una mesa. Abre un poco más las piernas. Adrián puede ver la entrepierna de Liz, y por un momento piensa que no lleva ropa interior. Liz sube un poco más el vestido, y Adrián puede ver que lleva un tanguita, de hilo y transparente, que casi no parece llevarlo.

¿No encuentras lo que buscas?

Susurra Liz audible sólo para Adrián.

- Sí, creo que ya veo algo... - dice Adrián, reprimiendo una risita. Sus manos siguen surcando las piernas de Liz hasta casi tocar lo que hay entre ellas... para entonces bordearlos y seguir acariciando su cara externa.

Al mismo tiempo aprovecha la nueva postura de Liz para acercar su cara más aún... sus mejillas rozando los muslos a medida que el tanga aparece más y más claramente, enmarcando con su tela transparente lo que hay detrás... tan apetecible... tan sexy...

No puede evitar apoyar sus labios sobre los de Liz y decir contra ellos - Creo que ya lo he encontrado...

Liz intenta disimular el estremecimiento tras sentir contacto de los labios de Adrián. La temperatura de su cuerpo sobrepasa el estándar.

Su ninfomanía vuelve a despertarse con más fuerza. Una sonrisa pícara que Adrián no puede ver aparece en su rostro. Ahora volvían a estar solos. No hay nadie más en la estancia. No existe nada más.

Liz baja las manos por debajo de la mesa y alcanza la cabeza de Adrián. Con una leve caricia lo empuja hacia ella rápidamente sin darle tiempo a reaccionar. Siente cómo su cabeza se hunde completamente entre sus piernas, y un sentimiento de júbilo recorre su cuerpo. Siente como si su coño fuera a arder.

Vamos... Saca la lengua. - dice ansiosa Liz.