Partida Rol por web

Vicente

24 horas para morir

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15/12/2021, 13:00
Vicente (por TWM)

Madrid, 22 de diciembre de 2021, las 17:55

Se levantó de mal humor, como todos los putos lunes, miércoles y viernes, cuando al gordo hijo de puta del tercero le daba por creerse Louis Armstrong reencarnado. Un día se le cruzarían los cables y saldría en todos los periódicos: Informático desquiciado introduce una trompeta en el recto anal de un vecino mientras toca la carga del séptimo de caballería.. Un día, pero no ese, ese día tenía la reunión con los japoneses. Eran japonudos esos cojoneses, iban de potencias tecnológicas, de samurais del chip y los ceros y unos, pero en realidad, la verdad de la buena, es que solo eran marketing de ojos rasgados. Él sabía parte de la verdad, y la verdad era que detrás de los Sony, Nintendo y Honda habían curritos de España, India y Pakistán que eran los que hacían los inventos de verdad. Hoy era día de exposición, y si el piloto que mostraba causaba la sensación que esperaba lo iba a petar. Así, en plan político o agente de futbolista, petarlo, a lo grande, en plan vivir en las Bahamas y perder a la Angelines de vista, su castrante madre.

Había estado trabajando en un software predictivo, todo machine learning, deep thinking, capaz de predecir con un 98% de fiabilidad si un videojuego, película o el fichaje de un jugador en un equipo iba a ser un éxito. 500 millones de euros, y el se llevaba un 30% de comisión, le iba a dar para vivir como un rey, para poder empezar a vivir, y le darían por culo a los ordenadores, y tendría una vida, aunque no supiera como se vivía, por esa pasta podía contratar los coaches espirituales que le diera la gana. Hizo unos leves estiramientos y se dirigió a la ducha mientras su madre canturreaba la intro de la última telenovela turca a la que se había enganchado.

El agua caliente tardaba en salir, pero tenía tiempo, la reunión no empezaría al menos en media hora por diferencias horarias entre Tokyo, Nueva York y Madrid. Al carajo, no se iba a morir por un poco de agua fría, se metió bajo la ducha como un faquir y agarró a ciegas la botella de Johnson & Johnson y cuando se fue a enjabonar pisó uno de los rulos de su madre y resbaló, cayendo de espalda y golpeándose la cabeza. No tuvo tiempo ni que le doliera, solo le llegó un sonido a hueco y entonces nada, ni luz blanca, ni tunel, ni huries, ni valkyrias, solo una risa, una risa de alguien que se estaba descojonando de él.

Había un tío en la ducha, vestido de negro que parecía doña Rogelia después de hacer toda la ruta del bacalao sin dormir, ida y vuelta, y con una hoz de esas con palo, y el cabrón se estaba descojonando, se estaba descojonando de él, que estaba ahí, tirado en el suelo. Vicente era un tío muy correcto, pero que le vinieran a tocar las narices a su baño no.

- ¿De que coño te ries viejo? ¿A que te parto la boca?

El viejo le miró y le dijo

- Ay, jajajajajaja, que me parto, ¿Pero como se puede ser tan patán? ¿Lo puedes repetir? Ay, no, que estás muerto... es una putada, ha sido acojonante... y suelta ya la botella de champú, que no te van a picar más los ojos

¿Como? ¿Que estaba muerto? ¡Y una mierda! ¡Tenía una reunión para petarlo! Pero, ahora que lo decía, no sentía su cuerpo, ni el agua fría cayendo en la cara, pero su madre sí, su madre gritándole que no montara escándalo en el baño la oía, que le estaba jodiendo la telenovela. Si hubiera podido llorar lo hubiera hecho, todo una puta vida estudiando, posponiendo el momento de vivir, tener amigos, ¡PERDER LA VIRGINIDAD!, y ahora, allí estaba muerto. Empezó a hablar con la muerte, sobre la putada que era todo, sobre las cosas que no había vivido, y más le contaba y la muerte más se reía. Aquello era demasiado, una podía estar muerto pero tenía su corazoncito, así que le gritó

- ¡Pues te puedes ir yendo a la mierda! ¡Llévame ya, pero deja de tocarme los huevos!

La muerte lo miró, sonrió y le dijo

- Mira Vicente, me diviertes, y siendo la muerte no se tiene oportunidad de divertirse mucho. Te voy a dar un día, solo uno, para que hagas lo que te dé la gana. Vendré a por ti mañana, a la misma hora, a las 18:00.. - sonrió irónico - y no me hagas ir a buscarte, que te he visto, y sé donde vives....

Su cuerpo parecía volver a la vida, notaba el calor del agua, la sangre saliendo de su cabeza, la Angelines que le chillaba que le llevara una cervecita al sofá, y que no fuera rata, que le llevara unas patatas para poder ver la telenovela a gusto. A la vez su ordenador empezó a sonar con el sonido de una llamada de Skype, joder.... tendría que haberse ido con la muerte cuando había tenido oportunidad.

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16/12/2021, 02:02
Vicente (por Germanzorba)

Se sentó en la ducha, estaba empapado en sangre, y la cabeza le resonaba con los gritos de la madre, la risa de la muerte y el tono de llamada. Instintivamente se llevó la mano a la cabeza para palpar la herida. No había nada allí. Ni un rasguño. La sangre se fue lavando por la ducha y al rato no quedaba más rastros que el recuerdo. ¿Qué recuerdo? La risa de la muerte. ¡Nada! Qué frágil es a veces la mente. Un golpecito sin más, que ni sangre le había sacado y mira la alucinación que le monta, que hasta le parecía tener recuerdo de su sangre y la risa de la muerte. Pero la llamada de Skype seguía sonando y eso sí era real. Cogió una toalla y salió corriendo hacia la computadora y atendió. Estuvo a punto de aparecer desnudo y mojado ante los japoneses, pero se dio cuenta a tiempo como para ponerse una remera sucia y sentarse para que no se viera el resto. Y empezaron, con los saludos protocolares de siempre, presentaciones, informes comerciales... él debía esperar su turno para empezar a hablar de lo que realmente importaba: la tecnología. Pero antes de que llegara su momento: —¡La cerveza Vicente, qué coño esperas! ¡Y tráeme esas papas también! ¿Qué estás haciendo, eh? Que no me entere que andas otra vez mirando esas fotos que te dije que no veas. Desactivó el micrófono, pero ya era tarde. —¡Que estoy currando mamá! Ya voy.— Así como estaba, desnudo de ombligo abajo, bajó corriendo las escaleras, le arrojó dos latas de cerveza a su madre, un paquete de snacks, y volvió a subir a la carrera. Resbaló. Se golpeó la rodilla. Y así llegó al vano de la puerta: en bolas, sosteniéndose la rodilla con una mano, y con la risa de la muerte resonando otra vez en su mente. Y así lo vieron los japoneses. Bueno, la risa de la muerte no, pues el micrófono estaba apagado. "¿Y si fuera cierto? ¿Si estas fueran mis últimas 24 horas? ¿Me quedaría tratando de impresionar a estos japoneses cabrones?" No, no lo iba a hacer. Lo de la muerte sí había sido real, iba a vivir esas 24 horas a tope. Fue hacia la computadora donde los japoneses lo miraban azotados y minimizó la llamada. ¿Qué iba a hacer? Procedió como siempre, primero la idea, esa ya la tenía, "vivir 24 horas a tope", luego el primer borrador del PERT... ¡Pero no! ¿Qué estaba haciendo? Cerró todas las ventanas y abrió el buscador. "Quiero conocer chicas" escribió. "Solteras en Madrid. Chat Zone Madrid. Divorciadas calientes quieren follar..." le respondió Internet. Todas estafas. Estaba claro. Si las computadoras lo habían metido en esta, las computadoras no lo iban a sacar. —Nada de computadoras por 24 horas— prometió en voz alta.

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16/12/2021, 11:07
Vicente (por TWM)

 El ordenador no le iba a sacar del apuro, eso estaba claro, si lo tuviera que hacer a esas alturas no sería virgen. Había curioseado en Tinder, con un perfil que le había hecho su madre, pero ninguna había pasado el control maternal: Caderas demasiado estrechas, sudamericana busca papeles, tetas de plástico, no tiene donde caerse muerta... Su madre siempre tenía una opinión negativa para la gente, menos para ella que era perfecta a pesar de ser borracha, castrante y adicta a los culebrones, y no, no se sonrojaba en ser una clasista, racista de mierda. El móvil sonaba, llamada de Estados Unidos, le iba a caer la del pulpo. Respondió, era su jefe, el señor Trump, que ya se estaba conectando cagando leches o podía despedirse del trabajo, que tenía una obligación moral, que si la abuela fuma porros, que si las acciones de la compañía... Vale, no se iba a pasar discutiendo con un yanqui el día que le quedaba, si no lo había soñado, aunque estaba casi seguro que no, porque puesto a soñar en la muerte lo hubiera hecho en una mujer atractiva, con lencería negra, no un tío tan feo. Le prometió a su jefe que en dos minutos se ponía algo para la reunión y se conectaba...

 Y vaya que se conectó. Se puso la camiseta de Cobra Kai, se conectó a la entrevista y cuando su jefe se hubo disculpado con los japoneses como 100 veces Vicente se levantó, se dio la vuelta para enseñarle su trasero en colores blanco informático y les dijo

 - This is my resignation, I quit.... Sayonara Baby!!

 Los japoneses se pusieron a gritar, su jefe se puso a gritar y su madre se puso a gritar, que donde coño estaban las patatas, que las quería al jamón, que estaba hecho un inútil. El puto teléfono de nuevo, el jefe, que estaba despedido, que le iba a quitar la patente, que no iba a ver un puto duro.... Se retiró el teléfono de la oreja y se fue hacia el comedor dejando que el hombre hablara, que se desahogara un rato, que sabía que el software era suyo y que no le quitaba la patente ni harto de vino. Miró a su madre, miró el teléfono y tomó una decisión. Lanzó el teléfono con toda sus fuerzas contra el televisor, esperando que dos fuerzas gritonas en sentido contrario se anularan, su jefe y el puto turco en versión original que su madre lo tenía al 30 como poco que no había quien lo entendiera. Sonrió, satisfecho, lo había hecho, era libre, era libre de verdad.

 Su madre se levantó del sofá, vio el boquete en la tele y lo miró a él. No sabía que a las madres se les podía hinchar la vena tanto, no tenía ni idea, y le estaba temblando el ojo por el síndrome de abstinencia de culebrones.

Notas de juego

Siguiente Souhiro, te dejo a la madre calentita XD

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16/12/2021, 12:21
Vicente (por Souhiro)

Entonces Vicente vio la luz. Un clavo saca a otro clavo ¿Verdad? Y si su madre, que para ser tan perfecta parece que nadie le mojó el pan desde nueve meses antes de que él viniese al mundo, era la mitad de sus problemas ¿Por que no solucionarlos ahora? ¿Por que no darle una solución final?

Vestido sólo con una chupa de cuero, unos calzoncillos de terciopelo y creyendome David Hasselhoff, Vicente se conectó por ultima vez

"Konnichi-Wa! Hello Moto!" fue la presentación
"Me he despedido, esta es mi resignación, pero ¿Sabeis que? Hay alguien que quiero que continue mi trabajo. Una señora de plena confianza y que he formado"

Los japoneses se calmaron, hablaron entre ellos

"姫騎士リリア~魔触の王城に堕つ~" 
"魔法少女アイ "
"超神伝説うろつき童子"

Como super-nerd que era, Vicente sabia lo que estaban diciendo.

 

"Má! Mira, que aqui hay unos señores que quieren verte, porque parece que te ha tocado un premio" gritó "Si, ven p'acá!"

En la pantalla, por un lado, los señores de uniforme. Por otro, el jefe, Su excelencia imperial lord von don Donald Trump
Y en otro lado, la señora madre de Vicente. A saber:

 

Así pues, sabiendo que el caos estaría servido, dejó a su madre (que no tiene si papa de inglés) a su excelencia imperial lord von don Donald Trump (Que no entiende japonés) y a los japos, que mejor no pasar por el google translator lo que dijeron antes.

 


Y Vicente decidió seguir la guia del Gran Maestro de la seducción que le inspiró en sus años jóvenes, el gran Larry Laffer, se vistió con su mejor traje de polyester, sus zapatos de plataforma (Le hacen 3cm más alto) se echó spray para disimular el mal aliento, y se peinó disimulando su incipiente calva -y la brecha, por supuesto. Eso de tener una herida que no deja de echar sangre no es muy encantador que digamos-

Y salió a la busqueda de todo lo que le diese la gana.

 

¡A por todas!

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16/12/2021, 19:42
Vicente (por MaeseHector)

19:30 horas, barrio de Chueca, Madrid centro.

 

Vestido de gigoló de los ochenta, vagaba yo por el barrio más hormonal de la capital. Paré enfrente de un establecimiento con luces de neón de diferentes colores. Me acerqué a su escaparate pensativo, preocupado. Si iba a morir nuevamente en menos de veinticuatro horas, debía de aprovecharlas. Pero claro, ¿qué haría para aprovecharlas? Nunca había tenido vida social, como aquel que dice, y no sabía muy bien qué hacer. Desde pequeño me había centrado en mis estudios y no había hecho amigos, ni siquiera durante el instituto o la universidad. ¡Y menos aún había tenido novia! Ni siquiera había estado con una chica a solas. Lo único que había hecho ininterrumpidamente desde que tengo uso de razón es matarme a pajas, una, dos o incluso tres veces al día. Me he autoimpuesto el mote del Rey del Retrete. Y aquí estoy: solo, vestido como un panoli, oliendo a marroquinería barata y a Varon Dandy, enfrente de una cristalera de un sex shop, mirando el escaparate atiborrado de nabos y vaginas de goma, látigos y juguetes de sodomía. Me llamo la atención un dildo de color negro y tamaño mueble bar que tenía una estantería para él solo. Lo vendían por sesenta euros y te regalaban un bote de popper. Las luces de neón del local parpadearon, sacándome de mi ensimismamiento.

Me veo reflejado en el cristal y no me gusta lo que veo. Había pensado en emborracharme y después irme de putas con dos o tres lumis, pero es lo típico. ¡Y yo no quiero lo típico si voy a morir! También había pensado en pasarme toda la noche en el bingo, pero enseguida lo descarté. ¿Irme al Caribe? Llegaría muerto. ¿Parque de atracciones y zoo? Demasiado infantil. ¿Pajearme en un parque público? Moriría entre rejas... ¡No podía ser tan difícil pensar en algo en qué ocupar mis últimas horas! ¿O sí? Por eso estaba aquí, en Chueca. ¿Qué mejor sitio para encontrar a alguien de ambos sexos y disfrutar de las mayores bacanales de la capital? Había oído hablar del CHEMSEX y decían que era el último grito, lo que mucha gente buscaba. Y estaba en el sitio idóneo, en el barrio arcoíris por excelencia. Andé unos pasos, hasta acercarme a un garito que estaba petado de gente. Locos, locas y loces entraban y salían del pub El Tigre y el Oso Live Music. En la puerta, un gorila de tres por tres vigilaba a los viandantes. Tragué saliva y decidí entrar. Un tipo que salió de la nada, vestido de mujer y con una boa rosa que le llegaba al suelo, me agarró del brazo y se presentó. Un gran bigotón, como el de Pancho Villa, asomaba en su afeitado rostro.

-"Hola guapo, veo que vienes solo. Y se te nota a la legua que no sueles frecuentar estos sitios, estás algo pálido. Pero tranquilo, que Juanita Golosina te va a cuidar. ¿Oká? Vas a ver lo bien que lo vamos a pasar juntos. Entremos y mientras me pides una copa, te presento a mis amigas. ¿Oká?" Me soltó de golpe.

Se me paró el corazón del susto, pero enseguida se me pasó. Me fijé que llevaba sujetador y marcaba escote, pero lo único que se le veía era su torso enormemente peludo. Miré al de seguridad, después al rótulo del garito... ¿El Tigre y el Oso? ... ¡Qué narices! Asentí al chico, bueno... a la chica, y me dejé arrastrar al interior del antro. El portero nos abrió la puerta y unas volutas de humo o niebla salieron de allí. La música sonaba alta y las luces de los láseres se veían formar extrañas siluetas, bailando al son del DJ. Di unos pasos y entré a un nuevo y fascinante mundo...

Notas de juego

Bueno, a ver qué tal se da...

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17/12/2021, 02:35
Vicente (por Germanzorba)

Música electrónica, luces parpadeantes, figuras fantasmales que lo rodeaban. De pronto se había convertido en el Pac Man. Sólo faltaba llegar la gragea para después comerse a uno o dos fantasmas. Y el momento no tardó en llegar. Juanita se le aproximó por detrás y le habló al oído con su voz en falsete y algo nasal. Los bigotes le hicieron cosquillas y un escalofrío le recorrió desde la nuca hasta donde la mano de su guía hurgaba en busca de dinero.

—Si tienes algo de dinero mi amigo puede darnos una pastillita que te curará la timidez. Venga, anímate, vamos a gozar como si no existiera un mañana.— Los 20 euros que sacó del bolsillo de Vicente se los alcanzó a un hombre, quien los canjeó por dos pastillas y una botella de agua. —Gracias Clotilde. Y ahora tú, cosita preciosa, vas a aprender lo que es el placer.— Una de las pastillas voló a la boca de Juanita, y la otra penetró en la boca de nuestro héroe empujada por un grueso dedo rematado en una uña muy larga. Un trago de agua para ella, un trago de agua para él, y así, con la botella como biberón, guiado por una mano en su nuca y un cuerpo contoneante e inverosímil empujándolo fue que Víctor fue llegando al centro de la pista de baile.

El Pac Man se convirtió en Plasma Pong. Pero él era la pelota, tironeado por dos reinas de la noche. No estaba seguro de si lo estaba disfrutando, pero ya no importaba.

Imposible saber si había pasado tiempo. ¿Recién había llegado? ¿O ya era su hora de morir? No importaba, pues una de las chicas se le acercó al oído y le gritó con voz áspera

—Si tienes una tarjeta dorada tienes suerte y no deberás elegir entre mi amiga Verónica y yo. Puedes tenernas a ambas.— ¿La que hablaba seguía siendo Juanita? Ya no importaba, pues sin dudarlo sacó la tarjeta del bolsillo y se la dio. Y allí fue Vicente guiado por dos personas, una de cada mano rumbo a uno de los más grandes misterios de su vida. ¿Qué iba a pasar?

Muchas cosas pasaron. Para empezar se sorprendió de que el cuerpo de Verónica era de mujer, lo mirase por donde lo mirase. El de la otra (¿era Juanita?), el de la otra tenía grandes ambigüedades. Y el resto de la aventura se mezcló en su memoria sin saber qué era realidad, qué imaginación, y qué fue lo que más le gustó. Todos sus deseos fueron explorados, incluso aquellos que juraría nunca haber deseado.

La muerte ya podía venir a buscarlo. Estaba hecho. Aún no era medianoche, le quedaban poco menos de 20 horas de vida y no tenía nada importante por hacer.

Notas de juego

A mí me la pasas allá arriba y yo te la devuelvo por el suelo :P

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17/12/2021, 11:03
Vicente (por TWM)

Aquello tendría que estar encantándole pero no sentía nada. Chungo, aquello le daba chungo, porque Verónica le estaba zarandeando, y Juanita estaba chillando desquiciada a su amiga Clotilde sobre que mierda les había dado, y que si se moría ella también su chulo la iba a poner mirando para Cuenca. Clotilde se defendía diciendo que era buena mercancía, aunque admitía que la había cortado un poco con avecrem por el tema del sabor y que era muy flojita, que aquello no podía haberte matado, por muy mingafloja que fueras.

Alguien se volvía a reír de él, otra vez. Abrió los ojos y allí la vió de nuevo. La muerte se estaba partiendo de risa, secándose las lágrimas con su túnica mientras te decía

- ¡¡¡Joder tío, eres la bomba!!! ¡¡¡Eres el Usain Bolt de diñarla!!!

¿Cómo? ¿Que se había muerto otra vez? ¿Por una pastillita floja en forma de pacman? Ahora que lo pensaba tenía sentido. Lo más fuerte que se solía tomar era la aspirina infantil, y a veces le sentaba mal, así que el avecrem ese de la Clotilde había sido demasiado para él. Se quedó mirando a la muerte, esperando que terminara de descojonarse y le dijo

- Bueno, vale, ya está, ¿Me llevas ya para que deje de sufrir?. No he vivido, pero visto lo visto no sé si quiero vivir...

La muerte se quedó mirándole, descojonada de la risa y le dijo

- ¡Y una mierda! ¡Con lo bien que me lo estoy pasando! ¡Te jodes y vives! Venga hombre, que solo es un día, aguanta, no me seas calzonazos.

Aquello si que le encendió la sangre. No era un calzonazos, era solo que su madre.... ¡¡pero la culpa era de ella!!. Empezó a cobrar constancia de su cuerpo, alguien le estaba bajando los pantalones diciendo que a los heteros si se les metía un dedo por ahí resucitaban del susto, y que el panoli tenía pinta de hetero que tiraba para atrás.

¿Panoli? ¿Really George? Abrió los ojos para ver un bigote que como le diera un beso le podría cepillar el traje. Se quedó mirando a la señorita detrás del bigote y le dijo

- ¿A quien coño llamas panoli, eh?

Clotilde, Juanita y Verónica se pusieron histéricas, huyendo despavoridas mientras decían

- Nos atacan los zombies, nos atacan los zombies...

Se miro para abajo, le habían bajado los pantalones, y los calzoncillos los tenía a la mitad.. No le habían "resucitado" de milagro, pero si que le habían levantado la cartera las desgraciadas, y una cosa era morirse, 2 veces, y la otra morirse pobre. Se iban a cagar.

¡¡¡Ey, dj, pon música de persecución!!!

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17/12/2021, 12:54
Vicente (por Souhiro)

Es en eso que en el bareto, disco, o la mierda donde sea que estas (En serio ¿Que clase de disco abre a las 11 DE LA MAÑANA? ¡A esa hora la gente de mal vivir está durmiendo!) la peña empieza a huir despavoridamente.

Pero por tu parte, entre esto del Mareo de Invocación, tener los calzoncillos a la altura del tobillo, y que te han puesto esposas de peluche en cada parte de tu cuerpo, digamos que tardas en salir.

Y es en esas que escuchas unos pasos entrar

 

"[Censurado] siempre que salimos contigo, so pedazo de [Censurado] pasa lo mismo, ¡Ya hay que ser [Censurado]!" empieza diciendo un tipo con una pinta de macarra heavy-punk que no puede con ella
"¿Y que le hago yo? ¡No es culpa mia de que se asusten tanto cuando me ven el careto!" dice un tipo feo cual zombi
"¡Tu [Censurado] careto es culpa tuya!"

"Oh, Troile no seas tan cruel con nuestro hermanito." dice otro tipo con pinta de loco
"¿Que sea cruel? ¡Nos hemos tirado medio siglo preparando esta crema solar factor 2500, y quiero salir a liarla!" responde Troile de los Brujah
"Y me llamabais loco cuando se me ocurrió la idea ¿Quien es genial? ¿Quien es genial? ¡Pues yo, y el señor Pato Invisible que no podeis ver pero que me dio la idea!"

"Lo que no entiendo" dice el más feo "¿Por que demonios a mi me miran raro, pero la gente se fascina al verte a ti, Ennoia de los Gangrel?"
"Hombre, es que los Furrys estan de moda" dice una tipa "¿No te gustaría que te arreglase la cara Tzim... tzeeem... timich..."
"Ahora podeis llamarme Ralph" 
dice Tzimische Ralph entrando en la escena "Tras 3000 años me di cuenta: nadie sabe ni pronunciar ni escribir mi nombre, así que me he cambiado el nombre a Ralph"

 

"Pueeees... oye ¿Que es esto?" dice una tipa con pinta de pija, con una camiseta en la que pone "Yo soy Arikel de los Toreador ", señalandote con el dedo de forma muy, pero que MUY descarada

"Hummm... pues parece un informático. Y a mi me gustan los informáticos"   dice Tremeré, metido en el cuerpo de Goratrix
"A mi me parece un tipo que se ha escapado de The Rocky Horror Picture Show, y me encanta T.R.H.P.S." dice Saulot, en el cuerpo de Tremeré
"Y a mi me fascina eso de que tenga a la muerte a su lado, haciendo gestitos" dice Capadocius, en el cuerpo de Saulot

 

"¡Oye! ¿No se supone que debias estar muerto?" le protestas a Capadocius
"Naaaah, Giovanni era cutre hasta para matarme, encanto. Pero dime ¿Que tenemos aquí?"

 

 

Vale, Vicente. Pasas del fuego a estar en las brasas ¡OLE TU!

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17/12/2021, 18:04
Vicente (por MaeseHector)

22:57 horas, habitación privada del garito El Tigre y el Oso Live Music, barrio de Chueca, Madrid centro.

 

¿Esos tipos quién coño eran? Iban disfrazados de Nosferatus o de frikadas de esas del rol, aunque siempre me habían dicho que Vampiro no era rol. No se parecían a los típicos frikazos gordos, olorosos, antisociales y con granos pajeros que había conocido en el instituto; pero sí hablaban igual, diciendo memeces. No tenía bastante con haber muerto dos veces, que me vacilara la muerte, que me robara e intentara profanar mi ano un transexual con bigotazo, que me muriera por una droga chunga... que encima aparecía una panda de toláis para verme medio en bolas. Me incorporé como pude y me subí los gayumbos y los patalones de campana de color arcoíris con flecos. ¿Pero qué cojones? Me habían birlado la pasta y puesto unos pantalones hortera, de esos que se ponían los tipos que salían en espectáculos porno. ¡Hasta tenía el culo al aire! Dos enormes agujeros hacían que se me salieran los cachetes al aire, y la tira que quedaba en medio se me metía por el ojete, haciéndome daño. ¡Espera! ¡Mi ojete! Me palpé y respiré aliviado... no habían profundizado en la excavación de la tumba, el orto seguía intacto. Volví a mirar a esos tipos.

-"¿Qué mierda miráis, joder? ¿Nunca habéis visto a un tío con las nalgas peludas al aire?" Dije aún cabreado, furioso.

Estaba aún mareado y me tuve que apoyar en la pared. Los tipos se fueron por donde habían venido. Miré la habitación y no recordaba cómo había llegado hasta ella. ¿Seguiría en el local? Lo último que recordaba era la niebla y la música al entrar... y los bigotes morenos de Juanita Golosina. Tambaleándome un poco, llegué al quicio de la puerta y me asomé al pasillo. Era largo y oscuro, con alguna luz de neón aquí y allá. Había gente que se dirigía hacia uno de los extremos, por donde estaban marchándose esos tipos. En el otro extremo se escuchaba música electrónica y bastante jaleo. ¡Estaba en alguna parte del local de la perdición! Decidí seguir a los vampipunky y a la demás gente; peña que también era muy rara, ya que iban disfrazados. Al principio no me había dado cuenta, pero alguno iba de Harry Potter, otros de animales (¿furrys?), superhéroes, de Gollum, de enfermera sexy superbuena, personas con orejas puntiagudas... había de todo. Al parecer había fiesta también de COLDPLAY o como se llamara. Me introduje en esta sala para buscar una salida e irme de este antro de locos. Mirando, mirando, fui a posar la vista en una persona que me sonaba un montón. Me fui acercando, ya que no me lo podía creer. No podía ser cierto, claro que no. Me puse justo a su lado y mi cara de asombro se reflejó en los iris de la persona que había delante mía, disfrazada de pokemon, concretamente de Pikachu.

-"¿Mamá?" Dije totalmente asombrado y perplejo.

Notas de juego

Bueno, espero que os guste...

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18/12/2021, 00:19
Vicente (por Germanzorba)

—Mamá. ¿Pero qué haces aquí?

—¡Chst! ¿Cuántas veces te dije que no me llames así en público? — La madre le pellizcó el brazo y lo acercó hacia ella para poder gritarle en voz baja — Angelines. An-ge-li-nes. ¿No ves que si me llamas mamá me haces ver vieja? Si preguntan, soy tu prima, ¿vale?

»¿Pero qué haces tú aquí, no debías estar hablando con los japoneses para conseguir algo de pasta? Bueno, no importa. Me vienes bien, por una vez me serás útil. Antes de volver para planchar la ropa necesito que te ocupes de algo. ¿Ves aquel chaval rubio de allí?

—¿El que va disfrazado de hobbit?

—Si, ese. Me lo quiero ligar.

—Pero ma... Pero Angelines. Si apenas ha de tener 20 y pocos años.

—Ay, sí. Es un caramelito. Se me hace agua la boca. Pero el problema es que no vino solo. Lo trajo la hermana mayor, una nerd aburrida e insoportable, que ya la conozco yo. Ahí entras tú. Quiero que la entretengas. 15 minutos nomás, hasta que yo me lleve al hermano y luego la dejas.— Le metió un billete de 50 en el bolsillo de la camisa —¿Y tú, de qué vas...? ¿De dónde sacaste ese traje? Creí que los tenía todos bien escondidos. Bah no importa. Ve y llevala a tomar un refresco o algo así. Luego a casa. Yo volveré a eso de las 6, que ese niño tiene pinta de aguantador.

La quijada de Vicente colgaba por es suelo. Su madre no era la vieja seca que él imaginaba. Resultó ser una friki de las que más, y para colmo andaba con niñajos.

Estaba por espetarle todo lo que pensaba, que lo había censurado a él todo el tiempo mientras ella vivía la vida loca con pendejos menores que él, que la doble moral que cultivaba había destruido su vida, que daba vergüenza que corrompiera todo lo que tocaba sólo para satisfacer su burdo placer, que las telenovelas turcas le quedaban las neuronas... Todas estas ideas se condensaron en cinco palabras.

—Está bien Angelines, ¿cuál es?

—Aquella, la morena de allí que va de Sailor Moon. ¡Hola Mariela! ¿Dónde está tu hermano? Ah, Alejo, aquí estás. Les presento a mi primo, Vicente. Vicente, ¿por qué no llevas a Mariela a por un refresco?

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18/12/2021, 08:58
Vicente (por TWM)

Mariela, Mariela, joder, el nombre le sonaba de mucho y no era un nombre demasiado común, pero aquello era Madrid las posibilidades de que fuera aquella chica del instituto eran minúsculas. Hacia allá se fue Vicente, con una misión, entretener a la gachí para que su madre pudiera hacer su pasión de gavilanes con el hobbit. La madre que le había parido, aquello no se lo esperaba, pensaba que cuando su madre decía que se iba al bingo  se emborrachara, se jugara sus cartoncitos y para casa, como cualquier madre normal y decente, pero no, su madre era una degenerada que se vestía de cosas y se acostaba con jóvenes.... deprimente, su madre tenía sexo y él, casi lo estrenan de la peor manera.

La chica estaba de espaldas, así que se acercó a ella con seguridad repasando sus dotes de seducción.

A ver, ¿Estudias o trabajas?, No, seguro que no trabaja que es friki... ¿Eres religiosa? Porque la virgen, mira que estás buena... No, tampoco... ¿Que hace una chica como tú en un lugar como este? Menos, lo que hace es el ridículo..

Carraspeó y la chica se giró y se quedó sin palabras. Podía ser friki pero era preciosa, ojos grandes, labios carnosos, larga melena... bueno, estaba un poco seca, pero era como una inversión de futuro, unos cuantos potajes de su madre e iba a ser una top model. Le sonaba, la chica le sonaba, pero no sabía de qué. Intentó hacer memoria mientras la chica le sonreía en plan, ¿Te gusta lo que ves, eh?. Vicente solo acertó a decirle

- Quiero ser tu guerrero del antifaz...

Y entonces la ubicó. Joder, ¡¡Era Marilela!!! Una compañera de instituto, una que cuando era joven tenía tantos hierros en la boca que hacía saltar el arco de seguridad desde el parking del aeropuerto, aparte de los granos, las gafas, lo peor es que ella si lo había reconocido, así que igual esa mirada no era de si le gustaba lo que veía, sino de haber cuando tiempo tardas en reconocerme. Tierra, trágame...

- ¿Mariela? ¿Eres tú? Vaya, no esperaba encontrarme a una conocida por aquí....¿Vienes mucho?

La chica lo miró de arriba a abajo y sonrió de esa forma que hacían las guapas que se saben guapas, capaces de derretir los casquetes polares y le dijo

- Sí, Marilela... -sonrisa guasona - Por lo que veo parece que ya no hay Un troll en las mazmorras,¿verdad? - Le hizo una caída de ojos que valían un imperio y le dijo - A veces, solo a veces, nunca se sabe donde va a estar mi guerrero del antifaz... y tú ¿De que vas vestido? ¿De pequeño Pony humano?

En el insti no se había portado mal con ella, o no peor que el resto, pero se acordaba de él, y de que en la clase la llamaban troll, quien sabía, igual era una oportunidad y tenía 50 euros y eso abría puertas.

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18/12/2021, 16:50
Vicente (por Souhiro)

Dentro de ti aparece el diablillo de la conciencia malvada
— Recuerdalo, recuerda que a ella le ponian a mil todas las cosas sobrenaturales, eventos para-anormales y mierdas ocultistas ¡Cuentale tu situación ¡y seguro que si me haces la pones a cien!

Pero por otro lado aparece el angelito de la conciencia buena
— Vicente, hijo mio. Recuerda que Mariella es una buena mujer. En vez de eso cuentale tu situación, pues con lo que ha estudiado, lo mismo te puede ayudar con tu problema ¡Y de seguro que si me haces caso la pones a mil!

 

Miras a tus dos ángeles de la conciencia, extrañado
— Esto... señores ángeles ¿No tendríais que decirme cosas distintas?
— Es que a veces,  tirarle la caña a un pivón cosplayer sexy es la única respuesta
— Exacto, es como la violencia: Nunca es la respuesta. Es la PREGUNTA, y la respuesta a 'Violencia' es siembre '¡SI!'

 


Así que con una Coronita en mano -en este mundo alternativo no hubo Covid-19, ya que cierto informático español se lo cargó con un inventito suyo, sacado de EL HANGAR SIETE. Y por ello la cerveza Coronita sigue siendo de la mejor.

 

Conforme se lo cuentas todo, ella se va quedando ojiplática, patidifusica, braguimojadica y algo asustada

— Vicente ¿por un casual la Muerte no se parece a un señor rubio, enjuto, de 65 años y que parece haber pasado por lo peor de Madrid?
— Justamente, si

— Es que está ahi detrás, se ha ligado a mis amigas. Y ya se ha cargado a seis.

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18/12/2021, 20:34
Vicente (por MaeseHector)

23:31 horas, sala cosplay del garito El Tigre y el Oso Live Music, barrio de Chueca, Madrid centro.

No quise ni mirar para atrás, no fuera a partirse el culo de mi La Muerte otra vez. ¿Qué narices hacía matando jovencitas cosplayer en el garito? Miré a los ojos de mi amiga buenorra del instituto y la agarré del antebrazo.

-"¿Sabes cómo se sale de aquí?" Le dije como si en ello me fuera la vida.

-"Sí, claro." Me respondió algo perpleja.

-"Sácame de aquí, por favor." Le medio supliqué.

Ella pasó a agarrarme de la mano y me llevó hacia uno de los laterales de la sala, esquivando a hobbits, furbys y hasta uno vestido de condón gigante. No miré atrás, solo me dejé guiar. Después de algún empujón que otro, llegamos a una puerta de emergencia, que Mariela abrió sin pensárselo. El frío aire de la calle golpeó mi cara... y mis peludas nalgas, haciendo que tiritara un instante de frío. Descendimos unas escaleras de metal que bajaban a un callejón. Detrás mía escuché el sonido de la puerta al cerrarse y puso fin a la música. Ahora solo se oía el sonido del tráfico esporádico y de algunos borrachos que deambulaban por el callejón. Al llegar abajo, Mariela no frenó, si no que siguió andando a toda velocidad hasta salir a una calle principal. Giramos y avanzamos por ella hasta llegar a la entrada del mercado de San Antón. La gente nos miraba extrañados por las pintas, y algún que otro cachete me llevé en el trasero que llevaba al descubierto. Nos metimos sin dilación en el mercado y la chica me guió hasta subir al bar que había en la segunda planta y que daba a Augusto Figueroa. Tenía una terraza al aire libre y se veía el contaminado aire nocturno de Madrid. Ni una estrella asomaba por allí arriba, solo las luces de farolas y pisos aledaños. Nos sentamos en una mesa con taburetes y pedimos unos pelotazos: Kutty Sark cola para mi y Gin tónica de color rosa, con mil especias, para ella. Tenía cincuenta pavazos que me había dado la vieja. De aperitivo, nos pusieron unos frutos secos y unas patatas fritas. Quedaba solo unos minutos para la medianoche y había luna llena. Si no fuera porque iba a morirme de nuevo mañana, este momento sería muy especial.

-"¿Por qué me has traído aquí?" Le pregunté pensativo.

-"¿No querías salir de allí? Este es un buen sitio para charlar tranquilamente. Además, así le damos tiempo a tu vieja prima para que le de un repaso a mi hermano. No creas que no me he dado cuenta de cómo le miraba. ¿Y bien? ¿De verdad todo eso que me has contado es verdad? ¿O te lo has inventado para ligar conmigo?" Me dijo sonriendo cálidamente.

No supe qué decirle, solo podía mirar sus labios, sus preciosos ojos y sobre todo, su profunda mirada. Empecé a tener una erección. Su sonrisa era tan cautivadora, que hasta la gente de alrededor se fijaba en ella. Era como una diosa griega, una adonis, Venus para los romanos, la musa de cualquier artista que quisiera plasmar la belleza terrenal y efímera de la juventud... Era Mariela la lela, la troll del instituto, convertida ahora en Afrodita. Cuando iba a abrir la boca para decirla que sí, que era todo verdad y que solo me quedaban dieciocho horas de vida, apareció de repente un armario ropero de cuatro por cinco, con unos bíceps que iban a explotar las mangas de la camiseta ajustada que llevaba. Subí la mirada despacio, desde el torso hasta la cabeza rapada, pasando por el inexistente cuello. Un bestiajo de los que te meten un capón y te hunden tres metros bajo tierra. El tipo habló, con ese tono tipo Terminator.

-"Hola Mariela. Creía que esta noche no ibas a salir, como me dijiste, pero ya veo que era todo mentira. ¿Quién es este gilipollas que está contigo? ¿Me estás poniendo los cuernos con un maricón?" Dijo el tipo muy, pero que muy serio y furioso, mientras me observaba con desprecio y odio.

Lo único que pude hacer fue tragar saliva.

-"GLUP."

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19/12/2021, 02:26
Vicente (por Germanzorba)

Instintivamente quiso salvar a su amiga, la troll, de ese troglodita celoso.

—Ay, pero no bombón, cómo crees. Mariela y yo somos amigas desde el instituto. Me llamo Vicenta, digo Vicente—extendió su mano flojita para saludar al ropero ese.—Llamé a Mariela para que me ayude en un problemilla que tengo, y estábamos charlando de eso.

—Vicente, no hace falta que finjas—intervino Mariela.—Este es mi novio, Ricardo, licenciado en ciencias paranormales. Sabes que siempre me atrajeron esos temas, así que cuando lo conocí me aferré a él como una garrapata. Cuéntale. Cuéntale de tu encuentro con la muerte. Si alguien puede aconsejarte es él.

—¿Realmente te has encarado con la muerte? Eso es muy interesante.— El mastodonte tragó un puñado de patatas fritas mientras esperaba el asentimiento de Vicente, que llegó con un gesto de la cabeza.—¿Y qué versión de la muerte has visto? Asrael, la Parca, Tánatos, la Catrina...

—No lo sé. Se veía como un viejo de negro, con una guadaña.

—JUAAA. ¡Viste al Viejito Vaciador! Menudo lío te has armado. ¿Cuán ridícula ha sido tu vida para que venga él a ocuparse de tu muerte?—casi no podía hablar de cómo reía—¿Qué tiempo te ha dado para seguir burlándose de ti?—Mientras su cara se desfiguraba de tanta risa, tragó un puñado de maníes, pero con tan mala suerte que uno de los frutos confundió el caño de ingreso. Y de pronto el tiempo parecía ir a otro ritmo, como en cámara lenta. La cara de Ricardo se estaba poniendo morada. Vicente lo cogió por detrás practicando esa maniobra que había visto en algunas películas de abrazarlo y apretarle el abdomen para que salga el maldito maní. Mariela gritaba desconsolada. Y entre los curiosos apareció Él. Sí, nada menos que la muerte en forma de Viejito Vaciador, descojonándose.

—Parad. Parad, por favor. Qué me vais a matar. Ahora resulta que tengo dos al precio de uno.—Soltó una risotada como si hubiera hecho un buen chiste.—El gay reprimido que liga con la más guapa sólo para disimular, y el bobalicón que se querría ligar a cualquiera pero no tiene con qué.

—Ey, que tengo 50 eurazos justo aquí—corrigió Vicente.

—¡JUAA! Que me matas. Casi que dan ganas de extenderte el plazo Vicente. Pero no puedo, el plazo ya fue acordado. Te quedan 18 horas. Y a ti, Ricardo... también 18 horas para ti. Vamos a ver cuál de los dos me hace reír más.

Y así como había aparecido el Viejito Vacilador desapareció y Vicente cayó encima de Ricardo y la mesa, derramando las bebidas sobre Mariela al tiempo que el maní volaba hasta un vaso de una mesa cercana.

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19/12/2021, 10:15
Vicente (por TWM)

Joder, aquello si que era fuerte, Vicente parecía ser un extracto de gato negro, sal en la mesa, espejo roto y pasar por debajo de una escalera reconcentrado. Por donde pasaba había muerte y destrucción y en esa ola de desgracias había arrastrado a Ricardo y las cosplayers.

Ricardo tenía sudores fríos, pero el color había mejorado bastante, pasando del berenjena al pollo de corral inmediatamente. Ricardo le miraba, compartiendo un cruel destino con Vicente, pero él sabía a lo que se enfrentaba por lo que le transmitió sus valiosos conocimientos académicos obtenidos como fiel espectador de cuarto milenio. No se podía hacer nada, la sentencia estaba dictada, pero si se separaban al menos la muerte no podría descojonarse de los dos. Era una regla cósmica, el viejito vaciador solo podía estar en un lugar, así que al menos uno de los dos se quedaría tranquilo.

Mariela los miraba ojiplática, parpadeando varias veces hasta que atinó a decir - ¿Eres gay? Pero, si no dejabas que se me acercara nadie....

Ricardo se recompuso, poniendo su pose de machito y le dijo - Que sea gay no quiere decir que no seas mía, solo eres una mujer, yo soy un hombre y me debes obediencia. Planchar, limpiar y dejar que me vaya al bar a ver el fútbol, para eso existes... Marilela.

La chica empezó a llorar y eso le hizo arder la sangre a Vicente, le iba a dar una tunda al puto machista. El tipo era una montaña de músculos, ¿Pero que podía hacerle? ¿Matarle?. Se fue hacia él, nadie llamaba Marilela a Marilela, no yendo vestida de Sailor Moon, no con esos ojazos y esos labios. Le tocó a Ricardo en el hombro para que se girara y le soltó un puñetazo como en las películas. Notó el dolor en sus nudillos y vio como el tipo ni se inmutaba, le miraba con una sonrisa de suficiencia y le decía

- Mi abuela pega más fuerte, normal que haya venido a por ti el viejo vaciador. Hazte un favor y llévate a Marillantos contigo, que ya que va a ser la última noche la voy a pasar con quien sabe darme lo que quiero. - Ni la vio venir, le soltó una bofetada a match 1 que hizo que Vicente volara, estampándose con unas mesas.

Aquello fue demasiado, Mariela se fue hacia él, y como guerrera de la luz empoderada que era le soltó una patada en el bajo vientre, sí, allí abajo, que lo iba a imposibilitar al menos durante 2 días. Se acercó junto a Vicente, le ayudó a levantarse y le dijo

- Si te quedan solo 18 horas yo te ayudaré a vivirlas a tope, empecemos con esto - y así, por el morro, lo besó, dándole lengua, sin preguntarle si quería o no, que quería, pero que eso hay que preguntarlo. Le cogió de la mano antes de que llegara la seguridad del garito y le dijo - Vamos al casino, mañana por la mañana paracaidismo, comer en un vegano, lo que quieras, para eso están las amigas.

Notas de juego

Utilizo mi token: Vicente va al casino a jugarse los 50 euros... a ver que le sale XDDD

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19/12/2021, 16:37
Vicente (por Souhiro)

Wow.
Oye, parece que es verdad que alguien vela por tí. Parece que la cosa está por primera vez yendo bien.

Resulta que Mariella. LA MARIELLA, está colgada de tu brazo, está colgada por tí, está vestida de cosplayer exhibiscionista (Tu de exhibiscionista, a secas) y te propone ir a un casino
¿Se puede pedir más?


Al cabo de un par de horas, estais ahí, en el Casino Eurovegas IV. En esta realidad SI que se construyó €urovegas, y €urovegas ][, y €urovegas ]|[    (El que las construyó era un fan de la Amiga II, y ahi los numerales los escribian de esa forma)

Mariella deslumbra

Tu deslumbras. Y por algún motivo,estais sacandolo bastante bien en el casino. A veces ganais, a veces perdeis. A veces desplumais a un jeque árabe, a veces conseguiis sacarle los cuartos a J.R. Erwing, de Dallas.

Y en eso, podeis ver ambos una cosa en las TVs de todo el recinto

"Esto es MEDIABREAK, concedanos dos minutos, y le ofreceremos el mundo"

"Por culpa de un fiasco en un programa de Deep Learning de una empresa Japonuda, el principal sistema de defensa de los USA ha fallado, y ahora sólo tira confetti"

"En otro orden de cosas, nadie sabe por qué, pero los sistemas de defensa de todos los paises Europeos están tirando confetti, y son capaces de detener incluso a un niño haciendo grafittis. Se culpa al pitareo informático"

"Finalmente, hemos recibido una comunicación de parte del espacio exterior ¡El primer contacto"

 

En la pantalla se ve... bueno. Se ve lo que se ve.

Mariella reacciona de una forma un tanto peculiar "¿Tentáculos? ¿¿¿EN SERIO??? Yo quiero ¡Oye Vicente! ¿Puedes ponerte tentáculos? Me haría ilusion si tu, tus tentáculos y yo..."

Pero el Emperador del cosmos habla

 

"Saludos, terrestres. Soy el Rey Galáctico. Como nos hemos enterado de que por culpa de un español vuestro sistema de defensa ha fallado, vamos a invadiros. Hala"

"¡Pulpianos! ¡Invadid, Invadid!"

 

"Nosotros, los Pulpianos, damos gracias al español ese que prefirió salir a emborracharse en un bar de ambiente, a liarse con una cosplayer exhibiscionista, machacar culturistas y apostar en Eurovegas IV. Sin él, nada de esto sería posible"

 

Curiosamente, la gente se lo toma bastante normal, algunos apuestan a que nos salvará Will Smith, otros que será Tony Stark y otros que será Chuck Norris ¡Pero tu no lo tienes tan seguro!

Notas de juego

Recuerdo: Los aliens usan tecnología ¡No magia!
¡100% permitido!

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19/12/2021, 23:23
Vicente (por MaeseHector)

01:16 horas, parte de atrás de un coche Uber, A-42 autovía de Toledo, dirección Leganés.

Me despierta Mariela con un golpecito en la mejilla. Me duele la cara del mamporro que me dio Ricardo y que me dejó sin sentido. No recuerdo muy bien cómo he llegado al taxi y qué ha pasado desde que me quedé grogui. Solo retazos de imágenes, mezcladas con extraños sueños, son lo que me viene a la memoria de vez en cuando. Me despierto con la sensación de que hemos estado en un casino que se iba a hacer en Alcorcón, pero que no se hizo por lo evidente: era un pelotazo de los del PP madrileño para forrarse. Allí estábamos los dos, Mariela y yo, medio en bolas, tomando daikiris y jugando a la ruleta. ¡Era todo tan real! Un extraterrestre pulpiano salía en la televisión diciendo que por mi culpa iba a invadir La Tierra, ya que había hecho no se qué de convertir las defensas de los países en confeti y serpentinas. ¡Era todo tan extraño! Me senté bien y miré a mi acompañante. Ella sí era real, notaba su calor, su energía. Estaba radiante con ese disfraz de lo que fuera.

-"¿Te encuentras mejor Vicente?" Me preguntó seria. Se le notaba en la voz que estaba preocupada.

-"Sí, solo estoy un poco desorientado. Aún me retumban los oídos y la mandíbula la tengo muy dolorida. No sabía que te podían doler hasta las pestañas. Tu novio es un animal." Comenté.

-"Exnovio. Ya no tengo nada con él. No quiero verle en mi vida." Dijo triste, mirando por la ventanilla.

Las luces de las farolas entraban intermitentemente por el cristal y nos alumbraban en la penumbra del asiento de atrás. El conductor no hablaba, solo se limitaba a conducir. De fondo, bajito, se escuchaba por los altavoces la Loca FM, con DJ Neal a los platos. Música electrónica de nuevo, pero esta vez de una época pretérita a la actual.

-"Lo siento mucho, no quería..." Dije para consolarla.

-"No te preocupes, estoy bien." Me miró y vi amor en sus ojos húmedos. "Yo... Yo..."

La rodeé con mis brazos y la besé con pasión, derramando todo mi amor contenido en aquel morreo. Al terminar, nos quedamos mirándonos fijamente, sonriendo como dos colegiales cuando se dan su primer beso.

-"Por cierto, no recuerdo ni cómo salimos del mercado de San Antón y hemos cogido el Uber. ¿A dónde vamos? No identifico la zona." Le dije animado.

-"Vamos a un concierto en la plaza de toros de Leganés, La Cubierta. Ya ha empezado, pero tengo una amiga que nos puede colar. No sé si te gustarán los grupos, pero molan mil: Metallica, tocando todos los temas del Black Album, Within Temptation, Evanescence, Prodigy, los Red Hot... Vamos, un cartelón que flipas. No fui porque tenía que cuidar de mi hermano, pero ahora ya hay otra persona cuidando de él. Jijijijiji." Se rió con cara pillina.

Agarrados de la mano, disfrutamos del viaje hasta el sitio referido. Nunca había estado en Leganés, pero decían que tenía alguna cosa chula: La Cubierta, el centro comercial Parquesur, un tío estupendo llamado Héctor (Maese), la universidad, el equipo de fútbol, el sanatorio... Pagué con el billete de cincuenta euros y me guardé el cambio. Fuimos agarrados de la mano hasta una de las puertas laterales, donde Mariela habló con el de seguridad. Éste, que tenía un pinganillo, nos dio el visto bueno. Supongo que pensaría que seríamos parte del espectáculo, dadas las pintas que llevábamos: yo enseñando las nalgas y Mariola con el disfraz de Sailor Moon. De fondo se escuchaba, potente, la música.

Avanzamos por un pasillo lleno de gente bebiendo minis de cerveza y calimocho. Al fondo se veía la pista y a un lado el escenario. Eran la una y algo de la madrugada y aún me quedaba mucha noche para disfrutar. Estaba pensando que NO quería morirme, ¡ahora no! Había encontrado al amor de mi vida y no la iba a abandonar tan rápidamente. Tenía que pensar en algo, pero no ahora, primero había que disfrutar del concierto con la persona que me había encendido el corazón con una llama que ni la antorcha olímpica.

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20/12/2021, 03:57
Vicente (por Germanzorba)

La vida se había vuelto hermosa. Su novia era la mujer más bella con la que alguna vez se hubiera cruzado y además conocedora de los mejores lugares a donde ir y con increíbles contactos. Lo llevó a los camerinos, le consiguió un pantalón y una camisa decentes (ella por algún motivo prefirió seguir en su disfraz, que por cierto le sentaba muy bien). Y luego a la platea VIP. Allí pasó los mejores minutos de toda su vida, que justificaban los más de treinta años pasados inútilmente.

Confusion
All sanity is now beyond me
Delusion
All sanity is but a memory
My life, the war that never ends

Mientras coreaba este estribillo una idea disonante invadió su mente. En las últimas nueve horas de su vida, las transcurridas luego de su primera muerte, ¿qué había sido verdad y qué mentira?

—Esto es un sueño, tú Mariela eres demasiado buena para ser real.

—Gracias Vicente, me halagas.

—¿Y lo de la Juanita? Eso ha de haber sido real. O quizá algún morbo gay que mi subconsciente coló por allí.

—¿Quién es Juanita? No hace una hora que salimos y ya me metes los cuernos.

—¿Y las apariciones del Viejito Vacilador?... Dime Mariela, ¿Ricardo está por morir?

—¿Qué? No. Ya quisieras.

—Entonces eso también fue un sueño. Fueron las ganas de matarle.

—¿De qué hablas Vicente?

—Y queda eso de la tele. Eso ha sido un delirio, es claro. ¿Pero qué quiso señalarme el subconsciente?

Repasó un segundo las posibilidades de lo que podía hacer su software. A partir del perfil armado de los agentes de seguridad podría deducir las claves de control de los sistemas de seguridad nacional de cualquier país con Internet libre. Y si alguien lograba engañar al algoritmo para darse a sí mismo el perfil de dictador global podría conseguir todas esas claves con una simple búsqueda. Horror.

—Mariela. Pronto. Debemos volver. Debo comunicarme con mi jefe para que no ponga mi software en línea. ¿Te das cuenta? Sí había algo de realidad en lo de los pulpianos.

Mariela lo mira sorprendida y extrañada

—¿Y cómo has averiguado tú lo de los purpianos?

Vicente se quedó helado.

—Pulpianos.

—PuRpianos. ¿Acaso ahora hablas como los japoneses, Vicente? Purpianos, del PURPI: Poderes Unificados de la Revolución Por Internet. Mira, no sé cómo lo dedujiste. Pero los cabrones esos me pagan una fortuna para que te haga feliz en tus últimas horas de vida. Alguna retribución por ayudarlos a extender sus tentáculos. Y hacerte feliz, eso es lo que haré. Disfruta de la música. O si prefieres arreglaré para que subas al escenario y me dediques una balada de amor. Eso sería muy romántico. ¿Qué te parece?

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20/12/2021, 09:57
Vicente (por TWM)

Vivir dentro de una jaula con barrotes de oro tiene muchas pegas. Tienes que aguantar a madres castrantes, no tienes amigos, las chicas parecen venir de otro planeta y lo más fuerte que te tomas a lo largo de tu vida es una aspirina infantil, dalsy si la cosa se pone muy chunga. Muchas pegas, pero también tiene sus ventajas, no te rompen el corazón, no te das cuenta de que la chica de la que estás completamente enamorado es en realidad una espía de alguna organización friki de internet.

El PURPI, no lo había oído en su vida, pero si había sido capaz de pagar una fortuna a Mariela debían ser importantes. Se quedó mirándola, parpadeó estúpidamente y le preguntó con un hilo de voz

- Entonces, lo del beso, la mirada acaramelada... ¿Todo era mentira?

Mariela se pasó el pelo detrás de la oreja muy seductoramente y le dijo

- A ver, que me paguen no quiere decir que no tenga porque ser placentero para los dos. No estás mal del todo Vicente, aunque me gustan con más músculos - sonrió y le dio un golpecito - No me mires así hombre, si en el fondo te estoy haciendo un favor, si no de qué ibas a pillar tú con una chica como yo, ¿eh?. Te quedan unas horas, hay un hotel discreto cerca, así que relájate, disfruta y muérete contento... ¿Que te importará a ti lo que le pase al mundo después si tú no vas a estar?

Tampoco le faltaba razón a Marilela, ¿Que había hecho el mundo por él? ¿Que más daba que fueran a utilizar su software para dominar el mundo? Para lo que le quedaba en el convento... Pero esa sonrisilla de superioridad le tocaba las narices. Sonrió, le dio un beso leve en los labios aguantándose la lagrimilla y le dijo

- Sí, quiero salir al escenario, te voy a cantar algo romántico y después iremos a ese hotelito. Ve comprando los condones...

Y subió al escenario, cogió el micro y se quedó mirando a todos esos chavales. La generación perdida les llamaban, los ninis, los sin futuro. No era nadie para dar lecciones pero aun así se llevo el micro a la boca y le dijo

- Me llamo Vicente, tengo 32 años y mi vida es una mierda. Universidad, trabajo, dinero... mola, pero no os olvidéis de vivir, solo hay una vida, ni reencarnación ni Jesucristo ni leches, una vida, así que aprovechadla, no seáis como yo... No seáis un Vicente, que el rock and roll inunde vuestras venas y que esto no pare hasta que salga el sol.

El publicó rugió aclamándolo, Vicente, Vicente, Vicente... miró hacia arriba, al palco VIP, levantó el dedo de enmedio y gritó

- Y que te jodan, Marilela.

Corrió hacia el borde del escenario y saltó, como los rockeros, esperando darse la hostia padre, pero no, el público lo cogió como si fuera un Stone. Se largaba de allí, el software tenía una puerta trasera. Podía borrarlo todo antes de que fuera tarde. Aun había una posibilidad.

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20/12/2021, 12:15
Vicente (por Souhiro)

Era el momento. Era la hora.

Vicente sería un héroe, o moriría en el intento, o tras el intento, o previo al intento ¡Que demonios! Cuando tu tiempo de vida es tan limitado ya todo te da un poco igual.

 

Así que decidió correr y parar un taxi. Sabe que puede detener el software. Sólo él podía detenerlo. Sólo él podía detener a los Pulpianos. Perdón, a los Purpianos. Pero para poder lograrlo ahora mismo sólo necesitaba una cosa.
Necesitaba un ordenador. Y con conexión a internet, a ser posible.

No puede ser tán dificil ¿No?

 


"¡Taxi!" gritó deteniendo un coche cochambroso, lleno de ronchas y de bollos. Tenia un autografo de Ruiz Mateos, de 1988 y una estampita del Real Madrid.

"Hola, usted no es de por aquí ¿Verdad?" preguntó el taxista.

"Yo soy del barrio de Las Musas, de toda la vida"

"¡Venga ya! Tu no tienes acento de Madrid. Hablas como la gente esa rara de internet, o de la tele"

Vicente se dio cuenta de eso: En sus treinta y largos años de vida, su madre apenas le habia permitido salir a la calle. Apenas conocía Madrid, apenas conocía su ciudad o la forma de hablar. Sus pulmones estaban limpios, libres de las toxinas que manchaban el aire, su piel nunca sufrió el contacto con la lluvia ácida, ni nada de eso

"Creame, soy madrileño de pura cepa. Fijese lo madrileño que soy: ¿Sabe en que se parecen nuestro equipo y el de Barcelona?"

"Venga ¿En que?"

"El Barça tiene un estadio con nombre catalán. Y el Real Madrid tiene un estadio con apellido catalán"

 

El taxista, enfurecido por la burla a su sacrosanto equipo, decide que va a darte la vuelta turística por tooooooda Madrid, meterse por todos los atascos, y si pudiera incluso lanzarse al interior de una estación de metro para perder más tiempo.

 

Sep, es el resultado más verosimil de tu plan. Que lástima.


Por suerte, a veces el demonio algun dia se pone de tu parte.

Sentado al lado tuya, en el taxi (Y ambos con el cinturón de seguridad, que no quereis tener que pagarle una multa a la Ayuso) vuelve a aparecersete la muerte.

"¿Usted?"

"Hombre Vicente. Ya ves, venia aqui a hacer mi trabajo"

"¿Me vas a llevar ahora?"

"No, a ti no. Al taxista"

Notas de juego

Hala ¡Siguiente!