Partida Rol por web

Amaris suspiró. 

—No creo que puedas hacerme más daño que el que ya me hice yo —y añadió en un susurro, solo para Dayana: —En Transformaciones, fui a consultar a la profesora McGonagall y, delante de sus ojos, transformé mis manos en garras de rata. Fue horrible. Y doloroso. Pese a que la profesora revirtió el hechizo, estuve todo el fin de semana con aquella horrible sensación. Y no quieras saber lo de la biblioteca —dijo e hizo una mueca de resignación al tiempo que se encogía de hombros. 

Definitivamente, Amaris no creía que podía irle peor de lo que ya lo había pasado. 

—Entonces ¿empiezo yo?

Amaris se preparó para el encantamiento. 

—¡Flipendo! 

Y otra vez,  otro mediocre intento que apenas tuvo la fuerza de despeinar a Dayana.

—Tu turno —dijo, y se preparó para recibir el impacto. 

Una vez mas, Tomas se adentro en la clase de Defensa contra las Artes Oscura. El Profesor Quirell empezo a dar su leccion sobre  El Encanto Verdimillious y el Enacanto Revelador.

Tomas tomo nota de la tarea y empezo a practicar.

Verdimillius!! El encantamiento parecia haber fallado.

Aparicium!! El segundo encantamiento funciono, revelo un mensaje oculto.

Bien!! me ha salido.

Miró a Amaris preocupada pornhaerle daño pero ella se había ofrecido amablemente y resultaría descortés no aceptar su propuesta. Mientras le contaba aquello, la pequeña hizo rodar los ojos diciéndole que en su caso fueron brazos y piernas... Pero más que doloroso fue humillante para Dayana quien sabía cómo moverse y pronunciar y aún así fracasó en alguna ocasión.

- Flipendo - dijo algo asustada para ver cómo era una mesa la que se volcaba a su lado cerca de golpearle. Ella se cubrió la cabeza por si acaso aunque si la mesa les hubiera golpeado de poco serviría cubrirse superficialmente.

Primera clase

Cuando el profesor salió de su despacho en lo alto de las escaleras, Eduardo ya estaba preparado en la primera fila. Era el mejor sitio para atender a la clase sin tener que hacer movimientos excesivos por su brazo. Después de todo, era la asignatura más interesante por el momento, no solo por aprender a batirse en duelo, sino por la amabilidad del profesor. Era el que mejor le caía de todos, una pena que no fuese su tutor de casa.

—Ahí lo llevo, profesor, lo estoy recuperando. Puedo usar el otro brazo —dijo, levantando la varita con la otra mano.

A la hora de intentar los nuevos hechizos, tuvo una ligera esperanza de que esta vez funcionaría porque había estado practicando los de la anterior clase y creía que esta vez lo lograba. Como de costumbre, no fue así. El primero de ellos, verdimillious, intentó la versión de iluminación para no hacer daño a nadie y, no sabe si es que estaba demasiado iluminado o no había objetos ocultos porque de ahí no salió nada. En cuanto a aparecium, por más que tocaba el papel mientras decía las palabras mágicas no conseguía ver el mensaje oculto.

En aquella clase tenía todos los hechizos pendientes, desde Flipendo hasta Verdimilius y Apareceum, iba siendo hora de enfrentarse al hecho de que aquellos conjuros se usaban para defenderse, si; mal utilizados podian ser peligrosos pero eso dependería de ella, era su deber ser responsable y utilizarlos con cabeza. Debía intentarlo sin miedo pues este era el que le frenaba.

Se encaró a un pobre muñeco de prácticas y concentró su Flipendo esperando que esté reaccionara, pero no quería ser utilizado al menos no por Dayana quien vio desperdiciado todo su día y quedó un poco frustrada.

Segunda clase

Jonh atendió la clase con interés, aunque desde su habitual posición al fondo de la clase. Miró con curiosidad a Eduardo, que había cambiado de lugar, pero no hizo mayor comentario. Luego intentó lanzar los conjuros. Con el verdimillious notó como estaba cerca... muy cerca... por un segundo... Pero no.

Con el aparecium nada que se le pareciera remotamente a un posible éxito siquiera se insinuó.

[Martes, primera semana, mañana. Intentando nuevamente el conjuro flipendo]

Tal como les había ordenado el profesor Quirrel Jonh se quedó en la clase, tras terminar la lección, intentado nuevamente lanzar el conjuro flipendo, que tanto se le había resistido, a él como al resto, en la primera de las clases que habían realizado. Como en otras ocasiones notó el éxito ahí, en la punta de los dedos... Pero aun no era suficiente.

         Tras practicar Flippeando en la clase anterior con su gemela Loxias, Daisy lo vuelve a practicar con ambos antes de que el maestro de DCAO llegue al salón para comenzar su clase.

           Tras conseguir poder realizar el hechizo La pequeña Fergusson no tuvo tiempo para festejar su pequeño éxito pues se acomodó en el asiento junto a su gemela en la segunda fila. 

            - Buenos días Profesor Quirrel!   Ya me salió Flipendo!  -     Tras saludar y poner atención a la teoría, Daisy se concentra para hacer la evaluación y trata seguir lo aprendido para probar ambos hechizos con s se gemela y Loxias, fallando de nuevo... Molesta ante su dolido orgullo por la falla

Por una extraña razón mi varita parecía no querer funcionar en esta clase. Ya era el segundo día y las cosas parecian complicarse por momentos!!

La segunda semana empezaba a pesar en mí a medida que la unica magia que parecia ser capaz de hacer era la de apagar luces como si fuese un interruptor xD

[Miércoles, primera semana, mañana. Intentando nuevamente el conjuro flipendo]

Y seguía intentándolo. Era algo peculiar porque, por la insistencia de John, pareciera casi algo personal. Así que ahí seguía, incansable, intentando que el conjuro saliera. Y nuevamente quedándose ahí, a las puertas, casi consiguiéndolo. Aunque casi no fuera suficiente.

[Lunes, segunda semana, tarde. Intentando nuevamente el conjuro flipendo]

... Y, entonces, de pura frustración...

[Martes, segunda semana, tarde. Intentando nuevamente el conjuro flipendo]

Y otra vez. Y otra. Y otra. Y otra.

[Miércoles, segunda semana, mañana. Intentando nuevamente el conjuro flipendo]

No. No lo lograba