Partida Rol por web

Peculiar... el chico apenas habla tras el ataque con harina. Sus ojos serios parecen evaluarte y lo único que hace cuando lo embadurna es sonreir. Tocando en su sien con el dedo indice y anular, hace un gesto algo militar para alejarse hacia su estancia.

Observo al chico y dejo que se marche.

No es hasta las primeras horas de la noche, tras la celebración de los marineros, con todo en quietud, apenas unas horas lejos de puerto, hasta que toco tres veces en la puerta de su habitación.

Cuando tocas a su puerta ésta está entreabierta escuchas algo de ruido en el interior al parecer alguien ociosamente ocupado en algo, desde la entrada atisbas que hay apenas solo la luz de un candil mientras el chico parece practicar con una espada de esgrima en la mano diestra y una maingauche en la zurda. Al escuchar tus golpes para mientras con una manga se seca el sudor de la frente, parecía realizar algún peculiar estilo de lucha. 

- Adelante está abiegto.- le escuchas decir con voy suave.

Entro con calma, una botella en la diestra y la abro con la zurda, se la tiendo para que beba.

Debegíais gelajagos un poco más, acabamos de pagtig.

Sonrío mientras observo sus gestos, atento.

Parece que no lo esperabas, pues quizás ningún tripulante ha tenido jamás la osadía... nada más abrir la puerta, puedes observar, como de encima de la puerta cae un enorme saco de harina. El chico sonríe socarrón y, guarda sus armas divertido mientras te observa.

- Al contgagio capitán, me ha enseñado que siempge hay que estag alegta. ¿Deseaba algo?

Comienzo a reírme abiertamente, a carcajada limpia, como si realmente me hubiese gustado el hecho de que me tirasen encima un saco de harina. Me quito la harina de los ojos.

¿Bebéis?

Extiendo mi mano con una sonrisa amable.

Él te tiende un trapo grande y te guiña el ojo mientras extiende la mesita de su habitación con dos pequeños taburetes invitando a sentarte.

- Nunca dudo de beber con un viejo amigo.

No soy tan viejo, y os apresuráis en llamarme amigo, no obstante... Decidme, ¿de qué me conocéis...?

Me limpio mientras me siento con tranquilidad y espero a que beba de la botella.

Sus ojos se vuelven como rendijas mientras se sienta y parpadea un par de veces.
- Es cierto que tu memoria se vuelve débil con el tiempo viejo truhan, ¿ya te has olvidado de los amigos de la infancia? Cuando la luna de plata alcance el círculo de fuego, el mar nos engullirá.- recita finalmente como parte de algún viejo poema o canción.

Debéis de confundigme con otro...

Mi sonrisa se amplía y le arrebato la botella para darle mi jarra.

Un trago.

Mis ojos se entornan igual que los suyos, como evaluándole.

Los cígculos de fuego son sólo paga niños... Y viejos fantasmas del pasado.

Mi sonrisa se amplía.

Bebed primego, y luego me contáis. No hay opción a lo contragio, amigo mío.

Bebe tranquilo y hasta el fondo un buen trago y tras ello baja la jarra sonriente, te mira divertido y niega con la cabeza.
- No hay equivocación, reconozco quien luchó a mi lado espalda con espalda en la Isla Aullante.

Una enorme carcajada.

Lo sé... Pego quien luchó de mi lado pretendía seg un hégoe, un Caballego de la Gosa y de la Cruz, no un lobo de mag. 

- Dentro de la mar hay muchos entuertos que desfacer... además para ser rosacruz hacía falta ser noble y que te invitaran.- Dice el chico algo apenado y le da un nuevo trago al ron.

Jean...

Replico.

Odio las mentigas...

Advierto con un tono de peligro, no sé si realmente miente o no, pero hace muchos años que no nos vemos, y aunque somos amigos, sé que alguien como él tenía el potencial para pegarle una paliza a un rosacruz y obligarle a aceptarle.

Jean... ¿Me estás diciendo que essos mequetrefes con un palo en donde deben de sentagse no te admitiegon? ¡Ignorantes!

Me pongo en pie y recupero mi jarra para beber un trago.

¡Pagdiez, te hagé noble aunque sea lo último que haga y te aceptagán... o comegán cañón de pigata dugante años!

- Ellos no hacen las geglas...- pero sin que lo esperes aun embadurnado de harina te abraza y te da de golpes en la espalda.- Sin embaggo, ello me ha pegmitido volveg a estag con mi mejog amigo, y no bajo las ógdenes de un empegadog que solo le impogta su pgopio tgasero.

¿Los Gossacruz están al segvicio del empegadog?

Pregunto como si ello me resultase sorprendente, la verdad que es que sé poco de política, pero eso sí que no me lo esperaba.

¡Pog las amistades que sobreviven a los anillos de fuego!

Alzo mi jarra para brindar y beber.