Partida Rol por web

Vigilancia, victoria, sacrificio

6. En busca de los Aplastarrocas

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24/05/2017, 15:02
Enansal

Enansal vio cómo los engendros tenebrosos supervivientes huían. Incluso aquellas criaturas retorcidas poseían el instinto de supervivencia que les era propio a los seres vivos concebidos por medios naturales. Ni siquiera la corrupción era capaz de arrancarles lo que arraigaba más profundamente en su sangre.

Plegó los brazos. Se cerró al Velo, interrumpiendo la invocación. Que marcharan. Volverían a encontrarse.

¿Queremos? replicó al comentario de Damien. Acabar con los engendros tenebrosos era el llamado de los guardas grises, su único propósito. Qué otra razón tenían para haberse unido a ellos. Pero no era aquella su misión, en aquella ocasión. Otro día, dijo, cuando demos con los enanos.

Vio las manchas en las placas de metal, todavía húmedas. Caminó hasta él y sujetó su rostro, la única parte de su cuerpo que no cubría su armadura, entre sus manos. Hundió las puntas de los dedos en sus mejillas con firmeza, sin atisbo de delicadeza.

Curaré tus heridas, le dijo simplemente, mientras sus uñas brillaban con tenue luz verde y la carne rota se cerraba.

Vigor menor (+15 pg) a Damien.

pc: 27/34

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24/05/2017, 23:02
Calíope

- ¡Eso, corred y no volváis!

Los engendros retrocedieron y huyeron, quizá por la superioridad numérica, quizá porque el enano se había cargado al líder de las criaturas de un plumazo, quizá porque no tenían nada mejor que hacer. En cualquier caso, Calíope al ver tal decisión salió de su escondite con una sonrisa de oreja a oreja, moviendo sus brazos de un lado a otro, no para componer un hechizo, sino para realizar la brazada de la victoria.

- ¿Has visto? Seguimos de una pieza y estoy segura de que así continuará la cosa.- dijo animada y en voz alta. La espalda y la cabeza se unieron al baile iniciado por sus manos. Sus piernas, al contrario, no dieron muestra de compartir semejante alegría y siguieron a la guardia senior.

Sin embargo y contra todo pronóstico, toda su actividad cesó cuando se acercó al enano y escuchó la pregunta sobre su estado.

-Por supuesto que lo está, es un enano, un guerrero curtido en miles de batallas. ¿Esas heridas? Bah, meras cicatrices cuando sanen. Convencida estoy de que tiene muchas más en sitios inimaginables ¿Verdad que no me equivoco?- Calíope miró ilusionada al enano.

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24/05/2017, 23:12
Damien

-Posiblemente-Respondió a la maga desquiciada-Pero eso no significa que queramos que nuestra vanguardia de ataque quede en este estado-Estaba aún algo enfadado porque el enano se hubiese dejado llevar por esa furia cegadora. No iba a negar que lo hacía más fuerte e implacable. Pero a su vez lo hacía descuidado y vulnerable, y los magos del grupo dependían de la vanguardia. No se podía negar que no tenían fama de ser más blandos que la mierda de un pavo-Trata de calcular mejor el momento en el que vas a hacer... eso-Le dijo, tratando de ser formal, y dejando sus opiniones personales fuera de su discurso. Era un adulto, y lo que le dijera no iba a cambiar su manera de ver las cosas. O, al menos, nunca lo había conseguido antes. Y no pretendía seguir intentándolo hasta que diera resultado.

El antiguo Templario se concentró. No le gustaba tener que ser la niñera de nadie y tener que usar sus poderes para sanar a los demás por haber sido lo suficientemente idiotas de exponerse. Pero no podía negar que el valor del grupo era importante, y que no podía sobrevivir solo allí abajo. Demasiados eran los peligros. Y el enano, uno de los pocos con el suficiente poder para poder mantenerlos a raya.

-Ahora, no te muevas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lanzo curar Heridas moderadas sobre Paexter.

Paexter recupera 19 PG.

PC:23/28.

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25/05/2017, 15:18
Aydriss

Aydriss titubeó durante un breve instante, mientras los engendros se perdían en la oscuridad de los túneles. ¿Cuáles habían sido las órdenes? La hechicera le había pedido que los asesinase, pero Velanna había insistido en que debían cruzar el lugar lo más rápido posible. Lo lógico era que el mandato de la humana pesase más que el de la esta, pero era la última quién ostentaba el cargo de más autoridad dentro aquel grupo de Guardas Grises... Era confuso. Confuso y sin demasiado sentido.

Finalmente, decidió darse media vuelta y acercarse al grupo, mientras su cuerpo comenzaba a hacerse visible de nuevo a medida que la magia de su señor se disipaba. Sus heridas le escocían ligeramente, pero no eran nada comparado con las que había recibido en otras ocasiones, especialmente mientras había viajado con Garon. Podía soportarlas sin quejarse. Sin embargo, tenía que asegurarse de vendarlas una vez se detuvieran: no era urgente, pero si se infectaban o comenzaba a desangrarse dejaría de resultar eficiente. Y si no era eficiente, no tenía razones para estar viva.

Envainó sus dagas de nuevo, escuchando lo que parecía ser el comienzo de otra discusión. El pelirrojo parecía encontrar siempre razones para gruñir fueran cuales fueran las circunstancias: no habría tenido mucho futuro como esclavo en Tevinter, por muy bien que luchara. Tenía que aprender a controlar su temperamento, pero no entraba dentro de sus funciones el señalárselo. Por el contrario, se volvió hacia la mujer y agachó la cabeza para disculparse -Lo lamento, pero no he podido acabar con las criaturas antes de que huyeran.

Tras ello, se volvió hacia Velanna y preguntó -Puedo ser sigilosa. ¿Desea que me adelante a comprobar si aguardan más enemigos en algún túnel?- Se encontraba lo suficientemente bien como para seguir avanzando y quería continuar siendo de utilidad. Además, temía que el resto de sus compañeros volvieran a enzarzarse en una pelea improductiva. Tenían una misión por delante: mientras fuera posible, ella quería seguir cumpliendo su papel.

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28/05/2017, 01:26
Paexter RockHead

Algo golpeó de nuevo contra su coraza de mágico acero, pero el enano, imbuído de aquella rabia que le hacía, simplemente, superar los límites de su propia fuerza, sin notar apenas el daño que iba recibiendo, apenas lo notó. Un reguero de espesa sangré empezó a manar del agujero, empapando el astil y las negras plumas, tan negras como el corazón de aquel que las había lanzado, y empezó a gotear sobre el suelo, reseco por la cercanía de las corrientes de lava. Apretando los dientes, Paexter se arrancó el proyectil, empeorando quizá la hemorragia, pero mejorando en algo su movilidad:

- Al Diablo!! Cuando el momento pase, tendré que echar rodilla en tierra como un gorrino extenuado!! He de terminar lo que he empezado!!

Golpeandose el lateral del yelmo con la rodela con la que se protegía mientras utilizaba el temible hacha, gruñó como un animal herido de muerte, y se dispuso a descargar su filo contra el craneo de la escoria que tenia delante, solo unos metros en frente suya. Pero cuando centró de nuevo la vista en el engendro, vió que este huía, ya casi desapareciendo por el tunel:

- Noooo!!!, gritó, con voz ronca, mientras hacía el ademán de intentar seguirla, pero, tras unos pasos, incluso él, que no tenía demasiadas luces, pudo darse cuenta de que era inutil: con aquellas cortas piernas, y embutido en aquella pesada armadura, no se acercaría ni lo mas mínimo a aquella rastrera y cobarde escoria nacida de una mala noche de pesadilla. Durante unos segundos, quedó allí, resoplando, con el arma presta, por si todo se trataba de una estratagema. Pero no, la condendada criatura se había esfumado, así como otra, en la parte oeste de la sala. Bajando el pesado hacha, apoyó su no menos compacto cuerpo sobre ella,  e inhaló profundamente, mientras la consabida (y odiosa) sensación de debilidad y mareo le embargaban, hasta la última fibra de su ser.

Entonces, fue consciente de que Velana, aquella elfa seria y estirada, le estaba preguntando algo:

—¿Estás bien?

Tardó unos segundos en entenderla, en los que parpadeó, mientras se esforzaba en llevar aire a sus pulmones. Paso un dedo por las muchas heridas recibidas en aquel combate: - Demasiadas..., musitó, casi para sí, sintiéndose en verdad estenuado. Pero entonces levantó la cabeza, recordando aquellos que habían dejado este mundo bajo su hacha, y simplemente sonrió:

- Aun en pie. Otros no pueden decir lo mismo!!, dijo, con menos impetu del que solía. A la vista estaba que se encontraba malherido, pero él nunca se quejaría de eso: esa era su misión, destruir enemigos, y si para eso tenía que recibir un puñado de nuevas cicatrices, como decía la humana morena con pinta de tarada, pues bienvenidas fueran!!

Despues, asintió, imperterrito, a las palabras del pelirrojo, el matasanos, a juzgar por sus habilidades, que empezó a utilizar sobre sus heridas, ajeno a sus miradas y al tono de su voz, y solo centró su atención en ellas mas tarde, cuando de nuevo, gracias a sus curaciones, el riego volvió a llegar, potente, a su cerebro:

- Eso??, le dijo, enarcando una sucia ceja, a que te refieres, muchacho?? A acabar con su lider, aguantando su embite, o a descabezar a una de esas criaturas de un solo golpe??, continuó, en un tono mas áspero, señalando el despojo que le había atacado con el arco, antes de caer bajo su hacha. Te agradezco tu ayuda, matasanos, pero no creo que debas cuestionar mis métodos..., acabó, cuidando sus palabras, al final, mientras palmeaba el hombro del hombre que le acababa de hacerle recuperar parte de sus fuerzas, y volvia a cargar el hacha hasta su arnes,en su espalda. Miró a Velanna, y le preguntó, directo:

- Y bien?? Dejarás que la chica se inmole tunel adelante??, antes de girarse a hacia la aparentemente frágil Aydriis, y decirla: - Ya saben que estamos aquí, muchacha. Una vez esos dos hijos de puta lleguen a los suyos, mas de ellos vendrán. Si te agarran sola, en el tunel... Calló. Las implicaciones le parecían mas que evidentes.

Para entonces, el cansancio tras la Furia había desaparecido, y pese a estar debil por las heridas recibidas, hizo un gesto, como aceptando el seguir, pues detenerse en aquella sala preñada de muerte solo podía significar la suya propia, a no mucho tardar...

Notas de juego

Bueno, pues vuelve el enano mas "entrañable" por sus fueros!! xDD

Con la curación de Damien, y tras perder los extras por la Furia, me quedo en 41/65. Mas que digno, diría yo!! Juas!!

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28/05/2017, 03:43
Jarlath

Jarlath suspiró, aliviado al comprobar que ninguno de sus compañeros había resultado herido de gravedad. Paexter, sin embargo, era el que más cerca había estado de ello; la sangre goteaba de sus muchas heridas mientras el enano caminaba, regando el polvoriento suelo de piedra. El trovador lo contempló, admirado. En aquel momento, no pudo evitar ver al bersérker como un guerrero divino, una hermosa herramienta de la voluntad del Hacedor, o de los paragones, pues en efecto había belleza en su locura de guerra, que parecía trascender lo mundano para ejecutar un plan superior y transformar al enano en una máquina sin miedo, sin duda, sin freno. La pureza de aquel trance descarnado era algo difícil de hallar, solo comparable con el dolor de una madre al dar a luz, el frenesí salvaje del ayuntamiento carnal o la funesta euforia que se experimenta al dar muerte a quien más se odia. Se dio cuenta de que nunca había pensado en su compañero en aquellos términos, y se sintió agradecido por el hecho de que aquel valeroso luchador derramase su propia sangre y su vida a galones por ellos, únicamente por… ¿Por qué? Después del tiempo que llevaban viajando juntos, Jarlath aún no conocía los motivos por los que Paexter había renunciado a todo para unirse a los Guardas Grises. Demonios, ni siquiera era capaz de señalar con precisión por qué lo había hecho él; la única leña que ardía en la hoguera del bardo era un odio irracional e implacable hacia los engendros tenebrosos. Con todo, carecía de la determinación del enano, de su vehemencia por renunciar a su propia vida en cada batalla y brillar con la ferocidad de una estrella errante antes de apagarse para siempre.

Era algo de una poesía innegable.

Ven, amigo —murmuró, acercándose a Paexter después de que Damien hiciese gala de sus capacidades sanadoras—. Parece que aún podría venirte bien un segundo remiendo.

Y, cerrando los ojos, aferró fuertemente los antebrazos del enano, efectuando una rápida y sutil vocalización que pareció crecer y disminuir en el aire cálido de la cueva.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lanzo curar heridas leves sobre Paexter. Le devuelvo 13 puntos de golpe.

• Pc: 11/13.

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28/05/2017, 23:56
Paexter RockHead

Con el desvanecimiento del velo rojizo que había dotado de aquella tonalidad carmesí a todo lo que había visto tras los orificios de su yelmo, Paexter empezó, mas y mas, a pensar con claridad, pese al agotamiento que le embargaba. Jarlath. El calvo trovador había permanecido casi inmutable, como desprovito de la vida que desbordaba con cada palabra que emitía, desde su vuelta de las funestas salas de la Tumba de la Novia Roja. Por eso, ahora que escuchaba de nuevo su voz, se alegró de hacerlo, como si con ella, junto al triunfo en el combate, pudiera empujar al agujero mas hondo e inaccesible de su mente el terrible precio que habían pagado por subestimar al espectro conocido como Nirasha.

- Demonios, amigo, me alegro de escuchar tu voz de nuevo firme como el sonido de un cuerno!! Y mis heridas también lo hacen!!, agregó con una sincera sonrisa, respondiendo igualmente a la presión sobre sus antebrazos por parte del orlesiano.

Notas de juego

Bien, pues ya me quedo con 54/65PG.

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31/05/2017, 23:17
Calíope

Calíope se rascó la barbilla, mientras asentía. Se quedó mirando fijamente la nada, observando algún punto no concreto de la inmensidad del espacio que separaban sus ojos de las heridas sangrientas del enano. ¿Qué era aquello que le fascinaba? ¿Por qué le producía curiosidad una bañera llena de sangre con gente bañándose en ella? ¿y por qué demonios…?

- ¿Eh? ¿Qué?- ¿quién se había atrevido a perturbarla mientras estaba pensando?  Al ver que había sido una compañera, sus ganas de fulminar con la mirada se rebajaron.- ¿Por qué pides perdón? Más lo lamentarán ellos por no haberse quedado a recibir su merecido.

La maga se sintió desorientada. ¿Todavía seguían bajo tierra? ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Y por qué le picaba tanto el cuerpo? Un baño de agua caliente, decidió. Eso sería lo primero que haría cuando regresase.

De pronto algo estuvo a punto de quebrar su delicado equilibrio mental. Una voz. Un largo escalofrío. Sabía muy bien de dónde procedía. No hacía falta ser un lince para averiguarlo, al ver cómo el hombre aferraba los antebrazos del enano, la maga abrió los ojos. Por un momento, pensó que escaparían de las cuencas. Rápidamente se llevó ambas manos a la cara, tapándose los ojos. Dios dos pasos hacia atrás y se giró.

- No pienses en lo que acabas de ver, no lo hagas…- pero ya era demasiado tarde. Su mente ya había iniciado el proceso y nuevas imágenes acudieron a su mente…

Bajó la cabeza y quitó sus manos de la cara. Luego y con cara de gran inquietud, se dirigió a la guardia senior.

- Vaiana, ¿qué nos toca hacer ahora? ¿cuál es nuestro siguiente paso?

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02/06/2017, 14:58
Velanna

Velanna escuchó la conversación entre Damien y Paexter con una expresión indescifrable en el rostro, aunque no expresó lo que ella pensaba en voz alta. Quizá porque poner de manifiesto con quién estaba de acuerdo sólo generaría más discusión.

—Sí, ya saben que estamos aquí. Pero si continuamos gritando nos encontrarán aún más rápido—le recordó al enano que parecía incómodo ante la perspectiva de mandar a Aydriss sola—. El sonido viaja muy lejos aquí abajo así que bajad un poco la voz.

No obstante, negó con la cabeza antes de mirar a la pícara.

No, no tengo intención de arriesgar a nadie, los genlock también soy muy sigilosos y dados a las emboscadas. Pero por Mythal, muchacha, ve sacando de tu cabecita toda esa nefasta costumbre tevinterana de que les debes obediencia a los demás; no eres inferior a nadie sólo por tener las orejas de punta—dijo alzando la barbilla orgullosamente antes de dirigirse al resto—. Vayamos juntos y no bajéis la guardia porque de seguro encontraremos más problemas antes de salir del nido; la cuestión es cruzarlo lo más deprisa posible. ¿Necesitais sanaros más? Si no, deberíamos seguir.

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04/06/2017, 03:48
Paexter RockHead

Podía ser vociferante, incluso maleducado, o molesto a veces, pero no se le podía echar en cara al enano que no siguiese órdenes, al menos las de aquel líder que hiciese aquello que pedía a los soldados a su cargo, y Velanna, pese a parecer frágil, como casi todos los orejas puntiagudas, no había dudado en avanzar e intervenir en la pelea. A su modo, si, pero son dejar que otros se enfrentaran solos al peligro.

Paexter asintió, con mirada grave sobre las comandante, y respondió: - Apenas unos rasguños ya...

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04/06/2017, 11:47
Enansal

Mientras los demás hablaban, un lobo de pelaje pardo merodeaba entre las columnas y salientes esculpidos en la roca viva por los enanos de otras era. Era escaso lo que sabía de los de aquella especie, pero le extrañaba que quienes aseguraban adorar a la misma tierra, hicieran de ella su voluntad. Los suyos tallaban la madera, pero nunca habían pretendido más que vivir en cierta armonía con su entorno.

Sus sentidos eran muy superiores a los de nadie que hubiera conocido, salvo su propia maestra. Era en esos momentos, mientras pegaba el hocico húmedo a la tierra, cuando menos se sentía en comunión con las criaturas cuyo poder había absorbido. Podía correr sobre músculos que hacían palidecer a los de una elfa, y atravesar los cielos, pero no era capaz de sentir el mundo como lo hacían los mamíferos y aves cuya forma adoptaba. Por mucho que tratara de convencerse, no era una con ellos, y era esa, estaba convencida, la razón por la que no había renunciado a la forma con la que nació.

De nuevo en su cuerpo élfico, se acercó a Velanna.

Puedo ver las huellas de los engendros, dijo, llevaros por los caminos donde no hay rastros de sus pasos o sus pestes. Rodiar sus nidos.

Si se acepta la propuesta, uso supervivencia para rastrear. Tomo 10 (para 26), pues no estamos en peligro inminente.

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04/06/2017, 23:08
Aydriss

Aydriss no tenía demasiadas certezas acerca del funcionamiento del mundo y de sus criaturas a causa de su precaria educación, pero una de las cosas de las que se encontraba prácticamente segura era de que ninguna criatura deseaba su propia muerte. Por ello, tenía serias dudas de que los engendros tenebrosos lamentaran haber escapado de allí con vida tal y como afirmaba la extraña hechicera: sin embargo, no estaba en su naturaleza replicar o señalar los errores de un superior y simplemente permaneció en silencio alegrándose al menos de no haber recibido una crítica.

Por el contrario, cuando el enano se volvió hacia ella, casi gritando, no pudo por menos que intentar señalar, mirando al suelo y tratando de no resultar impertinente -No pretendo... eh, "inmolare";- no estaba segura de que palabra había usado, pero por contexto se lo imaginaba -pero puedo avanzar sin llamar la atención.- Insistió: si se ocultaba en las sombras, no podrían atraparla y así les resultaría útil. 

Cuando Velanna zanjó la discusión, sin embargo, cejó obedientemente en su empeño, un tanto avergonzada además porque hubieran tenido que llamarle la atención respecto a su comportamiento. Estuvo a punto de añadir un "lo siento, ama, no volverá a ocurrir" pero se dio cuenta de que eso era exactamente lo que no debía hacer: pero es que no sabía como podía obedecerse una orden que consistía precisamente en desobedecer. En Tevinter su amo nunca la ponía en semejantes compromisos.

-Yo puedo seguir...- Afirmó, un tanto incómoda, deseando ponerse en acción cuanto antes.

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06/06/2017, 02:08
Damien

-Usemos toda ventaja que nuestras habilidades nos puedan proporcionar-Dijo el pelirrojo fereldeno con una voz sobria y una mueca de desagrado en el rostro. Seguía pensando en los engendros que habían huido. Pero habían perdido ya demasiado tiempo como para seguir discutiendo-Si todos estáis bien, vamos ya. Tratemos de mantener la formación, e ir atentos para que no nos pillen por sorpresa.

El guarda emitió un suspiro. Acababa de hacerse consciente de que, de repente había empezado a imponerse, y eso no le gustaba en absoluto. Hacerse notar era peligroso, sobre todo cuando los que te rodeaban empezaban a seguirte, a creer en ti. Eso sólo conseguiría que, en el futuro, sus compañeros acudieran a él para solucionar los problemas.

Reprimió un gruñido. De ningún modo iba a aceptar aquello. Se dijo a sí mismo que no volvería a hablar en voz alta hasta que volviera a Weisshaupt. Avanzó un par de pasos, guardó su lanza a la espalda y se cruzó de brazos. No pretendía esperar a sus compañeros mucho más. Se quedó mirando a la maga calva para que hiciera gala de sus habilidades para sacarles de allí de una pieza.

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07/06/2017, 19:04
Jarlath

Jarlath sonrió, con los ojos brevemente iluminados como las ascuas de una fogata a punto de consumirse. No sabía por qué, las palabras del enano habían despertado en él una inesperada pincelada de buen humor.

Solo es para hacerme oír entre el caudaloso torrente de tu voz, amigo mío —respondió con ironía bienintencionada.

Pero había que continuar. Los demás se encargaron de recordárselo con su sucesión de observaciones, sugerencias y solicitudes. La elfa llamada Aydriss continuaba con su denodado empeño de situarse un peldaño por debajo de los demás, algo que naturalmente no era del agrado de Velanna. Ni del de Jarlath, todo fuese dicho. No pudo evitar recordar a Elietta, la valerosa mujer de la elfería que logró escapar de su destino para morir trágica y prematuramente. De algún modo, el hombre sentía que las palabras de Aydriss, aunque inconscientes y carentes de mala intención, empañaban en cierto modo los esfuerzos que todos los elfos debían realizar para liberarse de su yugo. ¿Por qué aceptaría alguien la esclavitud de tan buen grado? Y sin embargo, se negaba a juzgarla. No sabía qué clase de vida habría llevado y que la habría conducido a tal condicionamiento, pero Jarlath no podía entender la idea de que alguien eligiera rodearse de barrotes. Se dijo a sí mismo que desde aquel momento se esforzaría por que Aydriss se sintiera un miembro valioso del grupo, y no solo eso, sino que reconociese su valor personal.

Damien, por su parte, volvió a confundirlo. Después de tratar de atajar el incipiente debate que se estaba formando con un par de afirmaciones bastante sensatas, suspiró, interrumpiéndose abruptamente a sí mismo. Solo le habría faltado morderse la lengua. ¿Qué le sucedía? Tan malhumorado, hosco y tenso… Era como si no fuese él mismo, como si estuviese permanentemente observándose desde fuera. Le producía curiosidad, pero al mismo tiempo sentía que debía ser cuidadoso si no quería ser víctima de su antipatía.

Decidido, entonces —secundó al caballero rojo—. ¿Vamos?

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08/06/2017, 00:39
Calíope

Calíope suspiró, aburrida. Hacía ya varios minutos que estaban quietos sin apenas moverse. El no generar movimiento la incomodaba y más sabiendo que como cielo tenía una pared de roca que parecía no querer resquebrajarse para dejar paso a la luz natural. Si al rocoso techo se le ocurría caerse encima de ellos, presentaría una queja al creador o creadores de aquellos túneles subterráneos ya fuese en carne y hueso o en forma espectral.

- Sólo algunos rasguños, nada que no me haya hecho ya en la intimidad.- dijo, mientras se observaba brazos, piernas y cuerpo. La herida no era demasiado fea, pero tampoco se podía permitir seguir encajando golpes, así como así.- Como pille a otro igual… te juro que te lo enviaré y te hará cosas peores que las que a mi se me ocurrirían…- refunfuñó entre dientes, imaginándose algunas perversidades.

Después de escuchar a sus compañeros y preguntarse si bajo tierra las palabras se las llevaba el viento o se las tragaba la pared, sonrió. Ya era hora de ponerse en marcha.

- ¡Venga, vamos! ¡Cuanto antes empecemos, antes saldremos de donde quiera que estemos!

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13/06/2017, 20:04
Narrador

Por el camino corroboras que, en efecto, hay tránsito de engendros por la zona. Te llama la atención especialmente las pequeñas grietas que detectas en algunos lugares, como si algo muy pesado hubiera pasado por ahí, posiblemente un ogro.

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13/06/2017, 20:07
Velanna

Reemprendisteis la marcha por aquella ruta alternativa que os habíais visto obligados a tomar ante la aparición de la sima. Todos pareciais coincidir en que nadie se alejase del grupo en solitario pero los rastros podían detectarse sin necesidad de alejarse.

Tras avanzar durante varios minutos, Velanna levantó ligeramente una mano para captar vuestra atención.

—Andan cerca—dijo. De nuevo, antes de que vosotros sintierais nada, aunque supusisteis que era algo normal en Guardas que llevaban más tiempo poniendo en práctica ese sexto sentido que compartían todos los miembros de la orden. Luego se volvió hacia la otra dalishana—. ¿Encontraste algun indicio relevante?

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16/06/2017, 10:59
Enansal

Enansal avanzaba en vanguardia, unos metros por delante de los demás guardias grises, en la piel de un lince, una visión más extraña incluso que la de un grupo de hombres y mujeres vagabundeando por aquellos túneles enterrados. Con el hocico tan cerca del suelo, los indicios del paso de los engendros estaban justo frente a sus ojos, lo bastante como para moverse con rapidez. Cada pocos minutos, tenía que detenerse a esperar a sus compañeros.

Durante un trecho, pudieron evitar a los engendros. Más adelante, en las entrañas de lo que debía ser el nido, iba a ser una tarea imposible. Demasiados grupos, caminando de un lugar para otro.

Las criaturas merodeaban por la zona en bandas. No encontraba, sin embargo, rastro de animales. No había en las profundidades caza ni vegetación suficiente para mantener a tantos engendros en un lugar. Se preguntó, mientras olisqueaba unos jirones de tela de arpillera, si esos monstruos necesitaban comer. Quizás se alimenten de alimañas, o de la misma tierra.

Se detuvo al escuchar a Velanna. Podían estar cerca, pero no lo bastante como para oírlos.

Uno grande y pesado, dijo tras recobrar la forma de dalishiana. Señaló las marcas más visibles en el suelo, donde una baldosa hueca se había partido bajo el peso de un talón. Al menos uno, y más de los que ya hemos matado. Mejor seguir y luchar, si nos los topamos. Si damos la vuelta, podemos encontrarnos con alguna otra banda de la que no sepamos na.

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16/06/2017, 20:25
Paexter RockHead

El enano, por lo general ruidoso, se mantuvo en silencio en el centro del grupo, solo unos pasos por delante de su comandante. Bueno, al menos todo lo silencioso que podría pedirsele a un enano embutido en una armadura completa de acero: - Una armadura que, por cierto, habré de arreglar en cuanto volvamos a Weisshaupt..., iba pensando, mientras jugueteaba con un dedo enguantado con uno de los agujeros que las negras saetas de los engendros le habían obsequiado.

Lanzaba frecuentes miradas a Enasal, la extraña hechicera elfa, y a Velanna, sin perder por un instante la orientación en aquel laberinto de túneles. Se había criado en las entrañas de la tierra, y para él orientarse era tan normal como respirar. Pese a que se había ofrecido la altiva Comandante no le había tenido en cuenta para estudiar los mapas que portaba: - Error, pero que le aspen, no me importa: mi sitio está en el combate..., pensaba, mientras trataba de agudizar el oido ante el alto que ordenó Velanna, pero su oído no era tan fino como el de los orejas picudas.

Ante las quedas palabras que cruzaron las dos elfas, simplemente gruño por lo bajo, tanteando con una mano el mango del hacha. Si de él dependiera, seguirían siempre hacia delante, abatiendo a esas podridas criaturas, y liberando a Thedas de su maldita presencia.

Notas de juego

Quiero intentar no perderme. Tengo Supervivencia. Si puedo, elijo 20, para un total de 26. Si no se pudiese elegir 20, elegiría 10, para un total de 16.

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20/06/2017, 17:13
Aydriss

Aún no se habían adentrado apenas en aquel nuevo túnel cuando el grupo volvió a detenerse por orden de Velanna. A Aydriss le seguía sorprendiendo como la gente del sur siempre se detenía a debatir, incluso en las situaciones más hostiles y apremiantes. Igualmente, que la misteriosa elfa calva hubiera contemplado siquiera la posibilidad de retroceder, aunque fuera para desaconsejarla, le resultaba inexplicable. Tenían una misión que cumplir: cuando se la había encargado, era obvio que el Guarda Comandante imaginaba que sería peligrosa; si los había enviado pese a todo, quería decir que la pérdida de sus vidas era un sacrificio razonable. Y, si solo estaba disponible ese camino para llegar a su objetivo, ¿por qué iban entonces a dirigirse en dirección contraria? ¿Por qué se detenían siquiera a conversar?

Se volvió hacia la líder, pero después de su anterior reprimenda no se atrevió a preguntar por una orden, que le habría resultado lo natural. Sin embargo, alguna resolución habría que tomar al respecto de... realmente, la esclava no acababa de entender muy bien que era lo que estaban decidiendo allí. Si había más enemigos ahí delante, por muy grandes que fueran, habría que eliminarlos también. En su cabeza no se contemplaban más opciones.

Se detuvo durante unos instantes a buscar una palabra que pudiera resultar menos ofensiva para sus compañeros que aquella que utilizaba de forma inconsciente y terminó preguntando con voz monocorde -¿Hay algún "plan" para enfrentarnos a ese engendro más grande?