Partida Rol por web

El barrio que es tu refugio recibe la designacion de "Las Lomas". En particular, lograste esconderte de la policia (de momento) en la comunidad toba dentro de ese caserio. Estos descendientes de los indigenas nativos te dan que pensar... Anidando hacinados entre la basura de la ciudad, en casas de ladrillo cocido y chapas de metal oxidadas (si hay suerte), de cartón, madera y barro si no, alimentandose de lo que pueden y de la caridad de algunas organizaciones, no se puede decir que vivan. Sobreviven, ese es el termino mas apropiado. 

La enfermedad, la pobreza y el hambre, son sus compañeros habituales. El trabajo de la mayoria de ellos consiste en mendigar, reciclar basura, o bien hacer artesanias que venden a precios infimos en los barrios mas centricos. La educacion, que a ti se te brindara con grandes alharacas al comienzo del experimento, aqui es un lujo que solo los mas jovenes tienen. Nadie les da trabajo, ni siquiera los mas humildes. Los tobas son victimas del desprecio y discriminacion de la cultura "blanca", que les ha quitado todo... No es de extrañarse que muchos se dediquen al robo en sus ratos libres, no por maldad, sino por la simple y llana desesperacion, en su afan de obtener un sustento, a medida que sus espiritus y cuerpos se hunden en la miseria.

Lunes 16 de marzo, 6am

Amanece, caluroso. El cielo apenas se esta iluminando, pero el hedor del barrio ya sube, alentado por la temperatura. Despiertas en tu refugio, entre los fragmentos de lo que ahora es tu vida. Afuera, un carrito a caballo pasa lentamente, lo sabes porque escuchas el repicar de los cascos del animal en el duro suelo de tierra arcillosa. Algun recolector, empezando su ronda. Tu jornada tambien debe comenzar.

El guerrero tribal se movió en su lecho. Si algo no dejaba de sorprenderle el era el flujo de desperdicios que llegaban a aquel lugar. De donde provenia aquellos desperdicios eran lujos, y alli estaban por todas partes. Abrir y recoger lo que habia dentro de una bolsa de basura resultaba igual que apurar las ultimas frutas de un arbol sobrexplotado. La dificultad para encontrar algo interesante contrastaba con el valor de los exitos, y sin embargo los tobas no parecian tan contentos por vivir entre la basura.

Su educación le habia permitido conocer en cierto modo las riquezas del mundo civilizado, pero nunca dejarian de sorprenderle, y a el le restultaban tan alienigenas como le resultaria a alguien del primer mundo una ciudad de oro, de cuyas fuentes brota vino y miel.

Así pues se sentia más afortunado que los tobas, y a pesar de todo era mucho más belicoso que ellos pues su naturaleza interna reclamaba caza y guerra.

Vestido con un pantalon raido y desnudo de cintura para arriba, dejó parte de sus pertenencias en el interior del caserio, y armado con un machete, salió al exterior a saludar el nuevo día.

Algazapado como un guepardo, se movio entre las esquinas de las casas. Sabia que los tobas no interferirian en su caceria, por lo que se permitio que lo vieran. Era dificil atrapar a los animales callejeros, pero si algun animal tenia la etiqueta de Rocky, y un numero de telefono para llamar en caso de que se perdiera de su dueño, entonces el perro podia darse por muerto. Muchas veces podria llamarlos y vendrian a morir a sus manos, pero eso estropearia lo que le aficionaba como un deporte.

Tu camino entre la barriada encuentra pocos obstaculos mas alla del ocasional monton de bolsas de desechos tirado donde no deberia, como ser en medio de la calle. Hay ya gente levantada. Mujeres de rostros tristes calentando agua para el desayuno, e incluso alguna madrugadora trabajando en un cesto de mimbre con paciente lentitud. Niños, unos pocos, que se alistan para ir a la escuela con guardapolvos ajados. Ningún hombre, dado que estos duermen algo mas. Despues saldran hasta la noche larga a trabajar.

Paseas una hora, sin recibir mas que alguna mirada ocasional, una lenta inclinacion de cabeza a modo de saludo, o la total indiferencia de los habitantes de la villa. Hoy no hay suerte en la caceria. Los perros te esquivan o bien no son callejeros, sino propiedad de algun toba, y estan a su lado defensivos, ladradores...  Tus pasos sin rumbo pronto se aproximan a la zona frontal del barrio. Es una division innombrada, pero visible. De un lado, el basural de los indios. Del otro, casas de material prefabricado, la parte bien, con los vecinos "normales". 7 calles mas alla se encuentra una via llamada Blas Parera.  Ese es tu limite. Desde ahi, la fuerza de la ciudad vuelve, la presencia policial se renueva, y la persecucion continua. 

A tu derecha, ves uno de los 3 unicos edificios del barrio. Es rectangular, de ladrillo pintado de blanco, enrejado aunque de puertas abiertas. Arriba dice "Iglesia evangelista Nuestra Señora del Rosario". Una mujer en la puerta tiene un caldero a su lado, y vasos descartables. Algunos niños estan ahi, bebiendo lo de los vasos.

El guerrero contempló la escena en la Iglesia con condescendiente desprecio. Pensaba que la caridad era algo impropio de tribus astutas, pues en su mente no entraba la idea de dar algo sin recibir nada a cambio. Los regalos siempre debian recibir su contraparte o entonces se habria desperdiciado un bien valioso.

Con su gesto despectivo se acercó a la evangelista, la cual por su parte debia pensar que era un rasgo cultural esa actitud distante e incomoda. Delante de ella hizo un gesto hacia el caldero acompañado de un sonido ronco, pues aunque hablase el idioma no sentía comodo haciendolo y suponia que el gesto quedaba claro de por si.

El pecho desnudo de Magocto lleno de tatuajes sobre la guerra y el dios oscuro, y los colgantes de piel de algun animal indeterminado colgando desde su cuello aportaban la sensación de que no fuese un extraño allí, sino que la misma mujer estuviese en misiones de tierras lejanas. Esa absoluta negación a la integración suponía una marca tan dispar con el entorno que en si parecía que por su naturalidad transformase la percepción de lo común y lo extraño.

-Buenos dias. Si desea un vaaso de mate cocido, solo debe pedirla educadamente, señor. +indica la mujer, una cuarentona de aspecto regio y sereno. Tras los lentes, sus ojos recorren tus pinturas rituales con severidad. Su mirada te recuerda un poco a la de algunos profesores de la universidad, la de los que parecen que estudian un animal curioso al que hay que amaestrar.+ Incluso, si lo solicita, tambien podemos facilitarle nuestras instalaciones sanitarias, alli podra bañarse tranquilamente.

La iglesia detras es modesta en medidas por lo que alcanzas a ver, quizas con lugar para unos 50 fieles, pero tambien cuenta con un salon anexo que es donde la mujer señala al mencionar el tema del baño...

Magocto se aprovechó de los recursos que le habia otorgado la educación recibida para tratar de conseguir algo gratuito. Con tono ronco y la mirada perdida como si supusiese un esfuerzo grande el buscar las palabras dijo .-Gracias-. Aquella palabra no tenia ningun sentido para el, pero sabia que facilitaba las cosas.-¿Puedo tomar un vaso?-. La forma en la que coordinaba las palabras era buena pues no era estupido, y cuando entendio que su tribu dependia del exito del doctor en su proyecto no dudo en emplearse al maximo.

Entonces se hizo de rogar para ver si ademas conseguía una comida gratis .-No puedo quedarme-. Señaló hacia donde la mujer habia indicado .-Tengo que buscar comida-.

Despues de pedirlo mejor, la mujer asiente, sirviendote un vaso lleno del liquido. Este tiene un color verde oscuro y esta caliente. Su sabor es dulce no obstante, y deja un ligero regusto seco en el paladar que invita a beber mas.

-El Señor siempre provee, a aquellos que ponen de su parte para lograr las metas que se proponen. +te asevera+ Un hombre fuerte y sano como usted, debe buscar un trabajo donde aprovechar sus capacidades, y entonces su mesa sera bendecida. ¿Que sabe hacer?

Sin entender mucho lo que quiere decir con la primera frase pero entendiendo que no iba a conseguir llenar el estomago a cambio de nada respondio a la mujer .-Se un poco de caza-. Le habian dicho una y mil veces que sus habilidades guerreras ya no servian como profesión, y por ello omitio el dato, pero el mismo sabia que no era el mejor cazador de su tribu.

-Caza?... mmm eso es... un tanto anticuado. +contesta, con cierta vacilacion y extrañeza. Piensa unos instantes...+ Pero los padres de algunos de estos niños pescan, luego venden lo que consiguen o lo consumen. Supongo que podrían enseñarle, no debe ser muy distinto. +apunta.+ Un hombre que sabe pescar comerá toda la vida, ya lo dijo nuestro Señor.

.-Nunca he pescado-. Dijo pensativo el hombre tribal. Recordó su primer contacto con los peces directamente en el proyecto del doctor, ya que era algo que desconocía anteriormente por vivir en una zona donde el agua se extraia de pozos y no había amistad con tribus cercanas a ningun río. Si conseguia algun producto para la venta como el pescado, tambien podría mejorar su armamento y decoración corporal.-¿Querran enseñarme?-.

-No creo que halla inconveniente en eso. Si lo desea puede preguntarles mañana mismo.

Te entrega un folleto de unas 10 paginas, titulado "Abre los ojos". En la tapa un hombre blanco, vestido con alguna ropa que cubre todo el cuerpo y rodeado de un aura de luz, esta sentado en una roca, junto a un grupo de gente que le presta atencion a lo que dice. 

-Mañana por la noche, a las 20, tendremos una reunion con los padres y otros fieles de la zona. De paso, puede venir y ofrecerse para la tarea. Atras del folleto esta el horario, para que no se le olvide. Si tambien desea leerlo estaria bien, podria serle inspirador. 

.-Gracias. Intentare venir-. Dijo tomando con extrañeza el folleto que le habia dado la mujer. Estaba claro que aquella mujer no le iba a dejar en paz con su "Señor"; pero pensaba que sacaria lo que necesitara de ella sin importar mucho lo que le dijera. El ya tenia un Dios y lo consideraba bastante poderoso como para cambiarlo por otro.-Adios-. Se despidió con intención de regresar a la zona donde el vivia. Quizas encontrase algo interesante entre la basura.

-Vaya con Dios.. +te despide la mujer. 

Con la pancita algo mejor luego del trago caliente, podes aguantar un tiempo. El barrio empieza a moverse. Los trabajadores salen hacia la ciudad, andando o en carritos, con las miradas apagadas, cabizbajos. No hay mas risas que las de algunos niños todavia inocentes...

De mañana, ademas de la iglesia evangelista, no hay mucho donde acogerse mas que el centro de CAMCO, una ong de caridad donde tienen comedor para mujeres y niños así como actividades varias. No obstante, la chamana te ha prevenido de acercarte. Los blancos que les suministran las cosas vienen sin avisar, y si te ven es indudable que traeran a la policia. No tienen la tolerancia de los religiosos.

Cerca de tu casa, por otro lado, estan pasando los camiones de la Municipalidad. Los operarios ni se molestan en entrar al barrio o bajarse de sus vehiculos. Usan una ruta mas larga, por la avenida que rodea la ciudad, para ir directamente a la cava donde tiran todo. Cientos de bolsas negras se amontonan, esperando ser revisadas...

Magocto descendio a la cava por donde la basura estaba en su punto más alto y así pudo bajar sin hacer gran esfuerzo. Una vez sobre toda aquella basura respiró el aire que expulsaba toda aquella materia en descomposición. No era lo mismo que una comida recien hecha, pero podia servir como sustento lo que allí encontrase. Se agachó, para ver más de cerca y decantarse por que bolsas debía abrir. Movío bolsas de uno a otro lado y finalmente se decantó por una de ellas para comenzar su busqueda.

Nada... la primer bolsa solo contiene desechos de plastico, botellas vacias, pañales y envases que olian a comida, pero no llevaban ni una miga.

Algunos tobas van llegando, para hacer lo mismo que tu. En su mayoria son niños o jovenes, pero tambien algunas mujeres mayores, con cestos o bolsos al hombro. No se molestan en seleccionar ni abrir, sino que con las manos y la ayuda de alguna cosa afilada rompen las mismas, desparramando su contenido. De no tener nada bueno siguen con otras, caminando sobre los restos sin preocuparse por la suciedad ni el olor. 

El hombre tribal miro con pena el procedimiento que seguian los tobas. A sus ojos, podian desperdiciar cosas interesantes por seguir un procedimiento tan destructivo. A pesar de ello, no se incomodo por saber que habia un numero incontable de bolsas que revisar y no suponia una gran perdida. El siguio con su metodo más delicado, casi como un arqueologo que buscase tesoros entre las impurezas.

La fortuna es mas favorable en las siguientes. Encontras una lechuga algo quemada en las puntas pero aprovechable, varios panes redondos duros, y hasta un par de hamburguesas con solo alguna mordedura... Tambien hay unas mondas de naranjas mal comidas, asi que hasta postre tienes. 

Los tobas tambien encuentran comida desde luego, e incluso algunos la consumen alli mismo... a saber que sera. Los mas desesperados son los niños. Los adultos se aguantan, llenando sus bolsos. Pero ellos no solo buscan alimento, sino tambien ropas y objetos que les sirvan, de ahi que continuan incesantes. El sol de la mañana empieza a calentar más, fermentando rapido las bolsas de inmundicias, elevando la peste del lugar si es que eso fuera aun posible. Pero a ellos no les importa...

Magocto recogio sus hallazgos y se dispuso a salir de alli a dejar su comida al caserio que habitaba. Estaba contento y recordaba los tiempos dificiles en los que buscar sustento era de una gran complicación y para nada aquella comida era peor que la carroña que en los tiempos de hambruna era fundamental para la supervivencia de su tribu. La luz del sol brillaba dandole más belleza al día, y tan pronto como dejase la cava incluso el mal olor daria paso al aire puro haciendole sentir casi en perfecta con el mundo. Solo necesitaba una esposa para sentirse completamente realizado, y habia llegado el momento de pensar tambien en satisfacer esa necesidad.

Cuando dejase las cosas en el caserio iria a tratar ese tema con la chamana.

La vieja mujer no es dificil de encontrar. Tiene su choza casi en el centro de la barriada, quiza algo ironicamente para alguien como ella, junto a un transformador electrico. Esta sentada en la puerta, tomando mate sola, mientras vigila a media docena de pequeños de escasa edad que juegan en la calle, y acuna con el pie a un recien nacido. 

Se protege del excesivo calor con un pañuelo atado sobre la cabeza, y viste una camisa a cuadros masculina grande, asi como una falda amplia, ropas abultadas pero frescas. Sus pies estan descalzos como los de los niños, acariciando el suelo arcilloso con uno, la cuna con el otro. Al verte te hace una clara inclinacion con la cabeza a modo de saludo, sorbiendo su bebida en silencio. 

Magocto respondio a la inclinación de cabeza con una imitación refleja.-Hola-. Directo y sin ninguna clase de verguenza dijo .-Quiero una mujer-. Para el no habria mejor momento. Con el vertedero que daba alimentos ilimitados podía permitirse tener más de seis hijos incluso sin miedo a las hambrunas. Tambien esperaba que los tobas tuviersen unas costumbres de emparejamiento más acordes con las suyas que las que le fueron enseñadas durante su formación.