Partida Rol por web

El grupo, con cierta tension entre las femeninas, abandona el teatro. A un lateral, aparcado, esta un Corsa del 97, conducido por un hombre de barba, algo gordito y mayor, con el cabello extrañamente largo. Se presenta a Orlando y Sarah como Enrique Barros, profesor de la UNL. En el simple gesto de dar la mano, calida, firme, se nota que es humano. Tambien es su chofer de la noche. Queda bastante claro que sabe lo que ambos son y no le incomoda...

Con el profesor al volante, Alfredo y Javiera en el asiento del acompañante, y los demas atras emprenden viaje. La ruta a Parana resulta ligeramente familiar a Sarah. Es la misma que lleva a la casa de los tios! Salvo que en cierto punto, en vez de subir, dobla bajo un puente. Rapidamente las luces del alumbrado desaparecen, convirtiendose en una oscura via, donde sin los faros es imposible ver a dos palmos de distancia. Hay sombras de arboles a los lados, y de vez en cuando alguna lucecita indicando un ranchito perdido, nada mas...

Al cabo de 15 minutos, se perfila a la derecha la ciudad de Parana. Es al menos tan grande como Santa Fe en apariencia, aunque hay mas edificios de altura en la zona junto al rio, donde la Costanera ilumina la noche. Resulta curioso dos ciudades de este tamaño tan cerca, separadas solo por el rio y unos escasos kilometros.

Antes de llegar, hay una ultima sorpresita. En lugar de puente, hay un tunel subfluvial que une la ruta envuelta en tinieblas con la ciudad. Casi como que surge de la nada, unas luces, un puesto, y en segundos se sumergen en la claridad artificial del mismo. No es nada pequeño, al parecer cerca de 3 kilometros de paredes solidas, que conducen el trafico por debajo del rio Paraná hasta la ciudad de ese mismo nombre....

Durante el viaje Alfredo comenta en general.

-El que vamos a ver ahora es Hector Fernandez, el primogenito de mi clan en este principado. Es un hombre notable, antiguo soldado y arconte de la Camarilla. Ocupa el puesto desde la desgraciada destruccion de su sire, al cual usted conocia, don Orlando. Puedo asegurarle que ambos son muy similares en temple...

Observando la ciudad por la ventanilla, asiente al comentario, taciturno..

-Mi alegro. No le conozco al que dice, pero si e del calibre de don Jose Aguilera estara bien.... No me lo creo todavia. Tipo gaucho, buena estampa... peliaba como una fiera. Mira que morirse en un incendio... Ansi que solo quedamo Rocamora y yo de esa patriada. Sera de Dios... Le vamo a estrañar nestos tiempos. En vej de soldao tenemo... 

Mira a Javiera, lo que asoma de ella por encima de Alfredo, y de reojo a Sarah. No termina la frase, encogiendo los hombros. Probablemente suspiraria si le pasase aire por los pulmones. 

Podria contestarle ¡SI ENTENDIERA QUÉ PUÑETAS HABLA EL MALDITO PANCHITO! Ignoro la bravata del comentario de Orlando. Total, no es más que un Vástago callejero y como un perro callejero, ¿de qué me serviría contestarle a nada?

Una cosa no entiendo. La tal Javier podría ir detrás, hay sitio para tres ¿Es qué está liada con Alfonso? Vaya, pues son gays. La tipa tiene cara de travelo, por eso lo mismo usa un nombre de hombre. En serio que no los entiendo, pero Sarah, chica, mejor quédate calladita a ver si esto termina prontito y nos podemos largar a casa.

Se fue muy cerca de su sire, casi montada en sus piernas, junto con al profesor que se veía demasiado tranquilo con los vampiros, eso estaba muy bien, tranquilidad, y terminó apoyando su cabeza en la cabecera del asiento, rozando su frente con el cabello cano de su sire.

- ¿arcote? - preguntó, se notaba en su voz la distracción en la que se había sumido al contemplar el camino y la noche, ambas ciudades estaban demasiado cerca, era curioso que la conurbación no las hubiera unido - ¿son los vigilantes de las tradiciones, no? - le preguntó a su sire, en una forma de comprobar sus conocimientos, y claro que no pasó desapercibida a última palabra de su padre.

- están muy cerca ambas ciudades, en Santiago pocas cosas están a pocos minutos, - comentó al voleo - pero quiero saber una cosa, ¿que haremos con exactitud? ¿solo investigar? ¿o ya tenemos sospechosos? - les preguntó para ya poder salir de las dudas y saber a que se jugaría de esa ciudad.

-Correcto, Javiera. Arconte es eso, un guardian de las leyes vampiricas. Hector lo fue, hasta que se le reclamo ocupar el cargo de primogenito... Como sabes, no eligen a cualquiera para esos puestos, sino a personas de gran valia... Por eso, para empezar, le pondremos en aviso a el. A traves de su intermedio lo sabran los demas del clan en la region, y seguramente nos brindaran ayuda. 

Le frota el brazo levemente.

-Mas tarde visitaremos a los Gangrel, y examinaremos lugares sospechosos... Eso sera más de su ambito, don Orlando. ¿Cree que podamos reunirnos pronto con sus colegas? Se que son de habitos mas... errantes.

-Ig... no va a tar facil...+gruñe+... La unica que anda maomeno asentaa e la Natalia, pero ta en el Palmar, en laj otra punta... El resto e como ute dice, erante. Van de aca paya, eso vago. Igua el que tenemo que encontra e el Javier. Ese puede que ande entre Parana y Diamante. No hace mucho jue el festival vio, y le gusta rumbia por esa zona. Si hasta se ha hecho pasa po el fantasma guitarrero... Endema, pal sur e donde sabia estar ese luga, ansi que igua tenemo que dir....+añade con un tono mas bajo, hosco, serio.

-Si, tengo entendido que junto al rio Parana, no es verdad? Sera el primer lugar que revisemos.

Al ver el rostro de Javiera, se explica.

-A fines de siglo XIX, uno grupo del Sabbat  se asento en esa zona, liderados por un poderoso vampiro. Le llamaban el conde Bratovich... un Tzimisce, con habitos y gustos muy similares al Dracula de la literatura, si no es que peores. El y su progenie del Sabbat hicieron mucho daño en la region, hasta la decada del 20. Entonces, fue derrotado en batalla por un grupo de la Camarilla, del cual sobrevivieron 4. Como recompensa a su ardua labor, ascendieron a primogenitos. Uno fue don Justo Blanco de los Toreador, que ademas se convirtio en principe de Santa Fe. Otro, Jose Aguilera de los Brujah, anterior primogenito de Parana. Ambos estan ya fallecidos, como sabes. Armando Rocamora de los Ventrue, fue el tercero, y ahora gobierna Rosario. El ultimo esta aqui en el auto, don Orlando de los Gangrel. Aunque nunca participo formalmente, se le reconoce el dominio del Delta. Los sospechosos de todo esto son la progenie de ese conde, sirvientes que quizas sobrevivieran...

Y de pronto la idea de que se enfrentaría a vampiros de hace más de un siglo escapó a su lógica, pero  Alfredo era parte de esta premisa, aunque no llevase demasiado tiempo como vampiro, si había vivido por lo menos un siglo, calculando su edad física, pasó su mano por su mentón y  luego se fijó en el camino.

- ¿entonces no podríamos estar enfrentando a vampiros Tzimisce? - preguntó, puesto que así se podría determinar las habilidades de quienes se enfrentarían posiblemente,  y aunque quisiera ver al vampiro que estaba atrás, para echarle un ojo extra, la posición se lo impedía, "entonces el vampiro de atrás debe ser poderoso como pocos, para tener tales reconocimientos" ahora comprendía el porqué le había dicho "dama", a lo que se enfrentarían las dotes de diplomacia no servirían de mucho.

- una pregunta.. la muerte de Justo Blanco y Jose Aguilera ¿en que circunstancias ocurrieron? - al no tener las distancias temporales, no sabe en que comento erradican a los sabbat de las provincias, y si murieron por la mano de aquellos o de otras amenazas más internas.

-Eso, u otros sabbat renegados, si. +confirma lentamente. Luego piensa un poco.+ Mmm... respecto a tu otra pregunta, don Justo murio en 1946, aunque desconozco los detalles de ese lamentable hecho. Don José perecio mucho despues, justo antes de la ofensiva Sabbat del 76'... Recuerdo que todos pensamos era obra de ellos, quemar a un peligroso enemigo antes del verdadero enfrentamiento, pero no hubo muchas pistas que sustentaran esa historia. 

- entonces eso deja abierta la posibilidad de que no hubiera sido el sabbat.. ¿no? - le pregunta a su sire, y pone un gesto de intriga, como abogada su trabajo era hacer las preguntas adecuadas, armar un caso, que el juez lo compre y ganar... pero en ese lugar, no había un juez, solo pistas sueltas.

Asiente lentamente.

-Eso es lo que cree don Hector, y la razón por la que no va a los consejos... Desgraciadamente, tampoco hay evidencias para sustentar esa teoria, tan solo la "intuicion de arconte", podriamos llamarle. Me temo que la verdad ardió en esa finca...

Abraza a Javiera, estrechandola contra si.

-... Sea como fuere, hoy ya no contamos con la fuerza de esas personas. Vamos por nuestra cuenta. Es lo que debemos tener muy presente en nuestras mentes...

El tunel termina mientras hablan, y la claridad aumenta, propiciada por las luces de Paraná. En pocos minutos, transitan el barrio centrico, donde la guia de Alfredo les lleva frente a una elegante casona, rodeada por un predio amplio y altos muros perimetrales de concreto, que le dan un aspecto fortificado.

Soltó un poco de aire con un aire de cierta frustración, la verdad siempre era aparente, pocos podían acceder a una verdad autentica en todas sus partes, sólo se podía acceder a pequeñas fracciones de la verdad, como un rompecabezas al que siempre le faltaran piezas, pero las reglas de la lógicas son claras, una verdad es en sí cierta y verdadera, si tiene partes falsas, toda esta será falsa, el todo es la suma de sus partes. Su padre la abrazó, y ella como una niña se acurrucó  en ss brazos mientras las luces de la ciudad comenzaban a bañar sus  vestido azul que se abría y mostraba parte de su muslo y la pequeña cicatriz en su rodilla que se ganó aquella vez, que siendo niña, se subió por primera vez a unos patines. 

- la mera sombra de la duda es suficiente para hacer dudar...¿no? pero entonces... ¿por qué nos ayudaría si no confía en quién nos dio las órdenes?- estaba curiosa, por eso se había transformado en lo que ahora era, pero la única forma de poder acceder a una verdad era reuniendo sus piezas, una a una, como un retazo a medio armar.

Puso su mano en el pecho de su maestro, y su cabeza se perdió en sus meditaciones que iban de un lado a otro, incluso en una nueva decisión de donde estar viva y no esperar en un buen lugar para ver el amanecer. Y una banalidad asomó.

- Alfonso, ¿en nos podremos cambiar de ropa? no creo que estos tacos y este vestido sea lo mejor para investigar - se ríe, pero se nota sin ganas, aquello era una forma de distraer sus cavilaciones que prefería mantener en silencio hasta poder estar más en privado con Alfonso.

-Por eso es que venimos nosotros, querida... Es obvio que el no ayudaria a don Diego. Pero a mi y a ti, si logramos hacerselo ver de la forma correcta... es otra cuestion. Ademas, como minimo, el aviso debe darse. Es una cuestión de clan, no solo de secta. Por ende, algo que atañe directamente a un primogenito, un lider regional. Un hombre cabal como el lo entenderá de inmediato.

Al llegar y mirar la casa, sonrie levemente. Con cierta dificultad salen, Javiera primera desde luego y el detras. 

-En verdad no, no es lo ideal internarse en el descampado con ese vestido. Veremos si nos puede proporcionar atuendos mas acordes...+se toca el traje+ Lo mismo puedo decir por mi, no te quepa duda. 

Se vuelve hacia el resto, mientras termina de acomodarse la ropa igualmente, desarreglada durante el viaje.

-Profesor, guarde el auto por favor. Don Orlando, señorita Dalmassi, ¿nos acompañan o prefieren aguardar? 

Bajó primero, estaba doblada, era una chica de por sí alta, así que no fue un viaje tan cómodo, quizás el haber sido mimada por su padre. Ya fuera del auto, arregló su vestido, y esperó al resto que bajara y decidiera que hacer, miró la hora, aún quedaban horas de la noche para poder trabajar.

-¿Eh? Sorry? I wasn´t pay atention - dice tras bajar y elevar una ceja quizás con desaprobación por algo - What happens? - saliendo de algún pensamiento, sacudiendo la cabeza.

Me encantaba dormir en los viajes. Y eso hice, cerrar los ojos y pensar en las aguas de la casa de tía Mercedes en California. Allí siempre hacía buen tiempo.

-Le via dentra... +dice, mirando el caserón con aprobación+ Tengo que presenta mij rispeto, y ve si ejte hombre e como uste dice, a lo don José.

Sale del auto, pisando firme y sereno, pero al oir a Sarah de nuevo hablando en ingles, se le crispan los puños.

-Ejta otra si queda, noj va'se pasa verguenza. +gruñe, cerrando su lado con un tanto mas de fuerza de lo necesario.

-Es su derecho.+asiente, conciliador+ Señorita Dalmassi, temo que tendra que permanecer aqui. El profesor Barros le hara compania. Por cierto, dado que mas tarde iremos a examinar ciertas zonas rurales, usted tambien desea algo de ropa mas acorde para moverse alli, imagino... 

-Yes please! +casi exclama. No le importaba quedarse, un rato sin la compania del paleto y la otra le haria bien. Pero conseguir ropas nuevas...+ Algo... cualquier cosa apropiada estara bien, si. 

Se acaricia el pecho. Librarse de aquellos trapos... No importaba como, realmente, mientras pudiera vestirse como una persona y no como una mendiga...

Entonces, el trio compuesto por Alfredo, Javiera y Orlando ingreso a la mansion, mientras Sarah se quedaba en el auto, junto al profesor Barros, quien tranquilamente sacaba un cigarrillo...