Partida Rol por web

Salís del hotel Washington y os encamináis a la dirección que Cohen os ha proporcionado en el coche de Ashley.

Tardáis como un cuarto de hora en llegar. La zona de la ciudad parece bastante pobre y os dáis cuenta de que estáis yendo al interior de un polígono industrial.

Siguiendo las indicaciones acabáis dando con el lugar y lo observáis ocultos en la lejanía:

Un almacén con las paredes pintadas de azul y varios camiones aparcados en la puerta parece ser vuestro destino. Sólo parece haber una entrada, y aunque está abierta parece vigilada por un par de tipos que esperan de pie junto a ella mirando al exterior. Varios hombres vestidos con monos de trabajo cargan y descargan cajas de los camiones y entran y salen del almacén sin que sepáis qué hacen en su interior.

Ahora tenéis que averigüar cómo crear una distracción o algo para que el resto puedan entrar.

A medida que alcanzaban el polígono industrial, la nostalgia de Baltimore se avistaba en la lejanía. Casi parecía estar acostumbrado a encontrar tanto movimiento nocturno en tal zona, en algunos casos así había sido para sus negocios. Como era habitual el SUV negro buscaba el refugio de la oscuridad algunos metros más allá de su objetivo. Ey tú, quién carajo lleva esta zona hermano. Comentaba mientras se esforzaba por recordar. En cualquier caso, atentos, quedaos aquí y vigilad. El ruido de las armas acompañaba sus palabras mientras las iba ajustando a su gabardina. Si algo sale, y veis que no cuadra, intentad retenerlo, pero no os expongáis ¿ok? Llamad a alguien, que estén preparados para refuerzo si la cosa se pone fea. Sonrió consciente de que tarde o temprano la cosa se pondría jodida. Ya sabeis, somos la polla, no nos pueden joder, yeah, pasadlo bien cabrones. Los puños se golpeaban entre sí para animarse y despedirse, ahora sólo quedaba esperar al resto. Se asomó ligeramente a la luz de la calle simulando fumar un cigarro, atento a cualquier movimiento mientras reflexionaba posibles planes de actuación que necesitara en breve.

Arrojó con desdén un cigarro consumido por sí mismo al suelo cuando llegaba a la altura del equipo. Pese a la curiosidad del mensaje que había recibido minutos antes de embarcarse al polígono, no quiso ser descortés frente a los Nosferatu, por lo que su saludo quedó en un simple ¿Todo bien?, leyéndose entre líneas su sorpresa por la demora. Luego ¿cuál es el plan? Preguntó inquieto por saber que habían estado tramando en su ausencia.

- Infiltrarnos, entrar sin que nos vean. Tenemos un par de túnicas. Yo puedo entrar oculta, tanto haciéndome pasar por uno de ellos como de tal forma que crean que no me ven, así que no las necesito. ¿Vosotros cómo andáis?- intervengo algo nerviosa. La acción, tan cerca, consigue que se me ericen los pelos de la nuca. O, bueno, quizá no.

-Ey, John.- Saludó a Weems, con un ligero cabeceo. -Lo que ha dicho el bollito, colarnos ahí. Pues ahora que se comenta, a mí me vendría bien uno de ésos si es lo que se lleva ahí dentro. Estaría bien que no nos miraran raro. ¿Alguien va a bloquear las rutas de escape? ¿Y para qué va a servir la distracción que iban a crear Ashley y Freddie? Si en teoría podemos colarnos sin problemas...- Dijo mientras echaba una ojeada a su alrededor, buscando posibles salidas de emergencia de las que podría hacer uso el tal Fuller.

—Bienvenido, señor Weems. Hemos llegado lo antes posible —digo, encogiéndome de hombros—. La Ofuscación no es infalible, señor Kipp —respondo cuando pregunta sobre la utilidad de los otros dos vástagos como distractores—. Por eso yo pensaba que Lori y yo lleváramos las túnicas, aunque si ustedes van a entrar con nosotros, tiene mucho más sentido que las lleven ustedes. 

Su mirada se enfrentó con escepticismo a aquellas túnicas. No os ralléis, creo que doy el tono. Las claras palmas de sus manos enfocaron su cuerpo de forma descendente, apreciándose que para la ocasión John llevaba ropa de colores oscuros; vaqueros, zapatillas y una camiseta lisa bajo una chaqueta larga de apariencia resistente, parecida a una gabardina. ¿Y si os hacéis con unos monos de esos? Apuesto que  nos topamos con cámaras y esas mierdas, lo mejor será arreglar ese asunto primero y luego movernos tranquilos, ya sabéis, pillar llaves, no alarmas, no contratiempos, lo de siempre. Casi parecía que saber de lo que hablaba y al mismo tiempo no decir ni la mitad.

- ¿Alguna idea de cómo entrar? - preguntó Frederick. Con todo ese ir y venir de hombres de los camiones al almacén y viceversa... veía un poco caótico el intentar la entrada.

- Podemos provocar algún accidente con la carga de alguno de los camiones... o quizá algo que les llame la atención y vayan en su mayoría a ver qué es... no sé... algo que haga mucho ruido... - pensé también en un fuego controlado pero siendo vástagos no me pareció buena idea mencionarlo.

Kipp miró una vez más a su alrededor, lanzando pequeñas y rápidas miradas por encima del hombro hacia los trabajadores que pululaban por el lugar.

-¿Te refieres a robarle la ropa a alguno de los que trabajan aquí? ¿Y para qué querría cámaras o alarmas Fuller? ¿Tan bien montado lo tiene todo? Creía que acababa de encontrar este sitio después de que la noche anterior le fastidiaran el que usaba siempre...

- Puedo llamar a un contacto mío y conseguir falsos permisos en menos de un minuto. Podemos decirles que venimos a hacer una inspección, y que todos los trabajadores tienen que presentarse ahora mismo ante nosotros en la puerta principal. - sugiera Ashley mientras su mente trabaja a toda velocidad. - Vendrán todos o casi todos; y sino al menos los jefes estarán discutiendo con nosotros y acapararemos la atención de la mayoría. Los nosferatu y el resto tendrán una oportunidad para colarse en el almacén... ¿qué te parece? -

La normalmente pícara sonrisa de Ashley se ha convertido en una sonrisa maliciosa... Parece disfrutar con este tipo de juegos.

Perfecto. - Dije hablando con suavidad, y voz pausada.

Eché un rápido vistazo al cielo, y me subí la gabardina, preparado para salir del coche. En cuanto Ashlet obtuviera los permisos, tendría que conseguir hacerme pasar por una persona normal. Quizá sea algo difícil... Pero no había más alternativa.

Ashley cogió el teléfono y realizó un par de llamadas. Al cabo de dos minutos recibió un sms como respuesta, se giró y te sonrió:

- Bueno Fred, hora de entrar en acción. -

Bajó con movimientos sensuales y elegantes del coche y se dirigió al más cercano de los obreros. Antes de que Fred bajara del vehículo el capataz ya estaba acercándose a Ashley:

- ¿Qué desea? - preguntó con voz ruda mirando a la mujer, sus ojos recorrieron el cuerpo de Ashley de arriba a abajo y luego se distrajo un instante mirando al extraño tipo que la acompañaba... - ¿Quién es el raro? -

- Hola, somos de sanidad, soy la inspectora Craighton, y él es el inspector Van Denholm. - dije con aire totalmente serio.

El teléfono del capataz comenzó a sonar. Sonreí:

- Creo que es su jefe. Tenemos que revisar ahora mismo que todo el personal cumple con las normativas de seguridad e higiene, así como revisar después las instalaciones. ¿Hay algún problema? -

El hombre respondió a la llamada, puso cara de sorpresa al principio y luego sólo dijo un par de monosílabos. Al colgar sus ojos miraban a Ashley con cierto deje de ira y miedo.

- Todos, ¡a formar! - bramó con una increíble potencia de voz. - Tom - dijo mirando a uno de los trabajadores. - Entra dentro y avisa a todo el mundo, que se presenten para la inspección, no queremos problemas con el ayuntamiento. - finalizó sonriendo.

El tipo llamado Tomo entró corriendo en el almacén y al cabo de 3 ó 4 minutos empezaron a salir el resto de trabajadores presentes. Mientras los que estaban fuera ya habían formado dos hileras esperando que les preguntárais cualquier cosa, o vuestra exahustiva y concienzuda revisión del material y equipo técnico.

Mientras discutís el plan de acción veis cómo Ashley se acerca a uno de los trabajadores. Al poco aparece también el extraño tipo que se hace llamar Van Denholm, al que Kipp suele llamar Fred. Y al cabo de 5 minutos aparentemente todos los trabajadores del almacén han ido saliendo fuera y están formando en dos filas delante de vuestros compañeros.

Parece que la distracción ha funcionado, no tiene pinta de que nadie vigile las entradas y salidas del almacén, y ninguno está mirando en vuestra dirección.

Hice una leve señal a Ashley, que aunque aparentemente solo pareció una mera organización entre colegas de trabajo, confié e que ella entendiera que debía avisar a los demás, por si acaso, añadí:

- Revisa los archivos en tu teléfono, las licencias y registros deben estar en órden, y comprueba que todo este personal ha sido contratado. - Dije tratando de organizar la situación y esforzándome expresamente porque mi voz sonara natural y autoritaria. - Yo iré encargándome de inspeccionar el lugar y el material.

Por otro lado me temo que ese tal Tom pudiera estar de algún modo compinchado con Fuller, así que decido seguirle.

- Si no le importa, en lo que mi compañera va revisando el papeleo, me gustaría ir con Tom. - Digo al que parece dirigir al personal. - Debo revisar el lugar de inmediato, sino no sería una inspección sorpresa.

En cuanto vea que el hombre no va darme problemas, me encamino hacia Tom dispuesto a ir con él.

Efectivamente el hombre te mira un poco mal... pero afirma con la cabeza sin poner objeciones. Tom espera a que le acompañes y entráis juntos en el almacén.

Para tu sorpresa lo único sospechoso que hace es darle una voz a un par de hombres que estaban sentados holgazaneando, y estos a su vez van haciendo correr la voz. Casi enseguida tenéis a todo el personal fuera.

Tom espera que le indiques si quieres que permanezca contigo o si puede salir fuera con los demás... pero notas que permanecer contigo le incomoda, parece que le pones nervioso.

Echas un vistazo a tu alrededor y ves montones de cajas y pasillos, el lugar parece muy grande.