Partida Rol por web

Miro a Gino tranquilamente y de vez en cuando paso mi mirada a Cohen. Me siento un poco consternada por las opiniones vertidas de la señorita Teresa, por lo que intento no volver a prender la llama del debate callándome.

Teresa si le presta atención al comentario de Ashley y le contesta con respeto, la respuesta aunque la puedan oír todos, es en voz baja para no interrumpir más de la reunión no se trata de quien dependa de nosotros o no, es cuestión que la tradición lo prohíbe… sea quien sea… igualmente hay miles de maneras para hacer que un humano dependa de un vástago… rituales… vínculos… disciplinas… además ¿Por qué tienen que ser humanos? Tras decir esto Teresa parece dolida y no precisamente por las palabras de Ashley…

Las palabras de Cohen eran precisas y analizadas, pero lo que más admiraba era la tranquilidad con la que habían tratado a la Inquisición en su propio territorio. Washington comenzaba a mostrar sus patologías, para nada era una ciudad sana.

Sus labios se acentuaron al escuchar las palabras de Ashley, quien había ofrecido un dato que le pareció tan curioso como arriesgado. Naah, en serio un Gangrel rompiendo la tradición por un grupo de sectarios, ja, esto cada vez se pone más interesante. Una retorcida sonrisa marcaba la desconfianza que comenzaba a generar el caso que estaban tratando. Vamos... ¿Qué es lo próximo? Aunque diera pie a continuar el discurso a aquella figura, mostraba cierta incredulidad.

Lo que sabes sobre Joseph Fuller:

Es un gangrel alto y desgarbado. Tiene la piel bronceada y el pelo rizado y castaño que le llega más debajo de los hombros. Le gusta exhibir su cuerpo, especialmente su pecho, y normalmente lleva largas túnicas de seda negra. Tiene moratones en los brazos y la espalda, producidos por arrancarse plumas, para ocultar sus rasgos animales (algo que sólo un par de gangrels en la ciudad conocen, tu sire incluido). No es un típico gangrel, muy reservado pero si se le habla es amistoso aunque escoge sus palabras muy cuidadosamente. Es un tipo listo y astuto. Apenas le has visto en una ocasión, no se deja ver por prácticamente nadie y menos de la estirpe.

Sin embargo sí te llevas bien con su chiquilla: Tabitha Prester. Es la pupila más aventajada de tu sire: Art Morgan, y sabes que Art la aprecia como si realmente fuera su chiquilla, tanto como a ti. Tabitha y tú habéis compartido alguna noche de entrenamiento con Art. Sabes que no se lleva con su sire desde el día en que él la abrazó. Probablemente Tabitha no sepa nada de las andanzas de Fuller.

Vitel retoma las riendas de la conversación cuando parece que las palabras de Gino se han asentado en vosotros:

- Ahora bien. Aquí empieza la parte verdaderamente importante así que escuchad mis palabras. Hay alguien además de Fuller, a quien quiero que traigáis a mi presencia. No puede sufrir ningún tipo de daño, absolutamente ninguno. Si le pasa algo responderéis con vuestras no vidas. - el volumen de su voz parece elevarse, al menos en vuestras mentes y corazones, y eso que hace tiempo que dejaron de latir. En estos momentos lo único que os inspira es respeto universal, devoción o quizá miedo. Más seguramente una combinación de todo.

- Responde al nombre de Nathan Scott, y en estos momentos nuestro primogénito el Doctor Walker se encuentra entreteniéndole en el hospital del campus de la Universidad de Georgetown. No entra dentro de los límites prohibidos, pero por poco. - el brillo de los ojos de Vitel parece acentuarse. Las luces de la habitación parpadean un instante y el Príncipe parece tener de nuevo un aire depredador... todos vuestros instintos y alarmas de supervivencia se activan al unísono. - Debéis saber que es un Sangre Débil, y el objetivo prioritario de vuestra misión. - Gino comienza a pasaros a todos y cada uno un dosier con el nombre de Nathan Scott escrito en la portada.

- Mucha gente mataría por encontrar al señor Scott y usarlo como un objetivo político en mi contra. Otros en cambio usarán su mera existencia como un presagio... Heraldo de la Gehena lo llamarán. - Vitel parece perdido en sus ensoñaciones. - No pienso permitir que pase ni una cosa ni la otra. Traédmelo. Vivo e ileso. No toleraré fallos ni justificaciones. -

El Príncipe se detiene de manera majestuosa junto a la puerta de entrada a la sala. Parece aguzar el oído durante unos segundos y luego prosigue: - Tengo que justificar de alguna manera el permitir la existencia de gente como alguno de vosotros en la ciudad. Mientras cumpláis las normas de la Camarilla no hay problema pero muchos antiguos se quejan… dicen que sois espías del Sabbat, y quién sabe qué barbaridades más. Una vez cumpláis esta misión  habréis demostrado vuestro compromiso con la Camarilla, y vuestra disposición a vivir en paz y colaborar con nosotros. -

Sonríe, suspira y finaliza su discurso: - Por supuesto, del verdadero objetivo de vuestra misión no deberéis decir nada a nadie. Sólo lo sabéis vosotros, Gino y yo. En cuanto salgáis de aquí si alguien os pregunta lo único que se ha hablado son detalles acerca de Fuller. Así que si algo de la información real se filtra, sabré a quién culpar. Yo os diría que colaborarais entre vosotros, pero comprendo vuestra naturaleza mejor que vosotros mismos, y sé que no lo haréis. Juntos tendréis más posibilidades, pero es sólo una opinión. -

Teresa ya ha escuchado todo lo que quería y le hecha un vistazo al dossier.

-¿Cuánto tenemos de plazo? ¿Y cuál deberíamos traer antes? O... bueno...- Va decelerando su ritmo de conversación para dirigirse a los demás. -...quizá... podríamos separarnos y así...- Termina posando la vista en Ashley. -...terminar antes...- Para rematar haciéndole un guiño rápido y sutil.

Pienso un segundo mirando el dossier y a Kipp. 

- No tengo la determinación de ir solo o acompañado, puedo hacer como gustéis. Tampoco podría decir con total certeza qué será lo mejor para la campaña, asi que lo dejo al criterio de los demás, o de Kipp, no tengo inconveniente alguno.

Sonrio coqueta ante la mirada de Kipp, abro el dossier y lo ojeo por encima mientras el resto discute sobre la conveniencia de separse en grupos.

-Creo que debariamos estudiar detenidamente la información que tenemos en estos documentos y luego decidir el rumbo de actuacion que creamos mas conveniente - levanto la mirada de la carpeta y miro a Kipp sonriendole tranquila - No es necesario precipitarse, no podemos arriesgarnos a dar un paso en falso. - mis dedos acarician las hojas del dossier y tras exponer mi opinion vuelvo a estudiar la informacion que traen esos documentos.

Cogió el dossier observando el nombre del Sangre Débil, Nathan Scott, sin interesarse por su contenido, mientras reflexionaba sobre las peticiones del Príncipe. El Heraldo de la Gehena ¿eh?... dulce… Ya estamos fuera de plazo tío… y esto para la segunda pregunta, Walker nos está esperando ¿no? contestó con escasa seriedad a Kipp mientras agitaba la carpeta. Su voz cogió fuerza para que el Príncipe se diera por aludido. Vivo e ileso, ok, ¿qué pasa entonces si… las cosas se ponen feas? Puedo dejarle escapar, fácil… pero pienso defenderme si la situación lo requiere, ¿de acuerdo? La seriedad inundó su rostro para pronunciar aquellas atrevidas palabras, quizás hubiera estado bien añadir un “prometo no acabar con él”, pero teniendo en cuenta de quien se trataba, el interés era demasiado obvio.

Mientras revisais el dosier Vitel responde a John:

- Dudo que el señor Scott pueda ponerle en los más mínimos apuros, señor Weems. Defiendase si lo ve necesario o su no vida está en peligro, pero si no es así y alguien lastima lo más mínimo al chaval... tomaré represalias. -

Da un par de pasos alrededor de la mesa y se acerca a la señorita Craighton. - No se precipiten, pero es un asunto altamente importante y urgente. Si alguien se nos adelanta... - deja la cuestión en el aire - Además ahora mismo le tenemos localizado, pero no sabemos cuanto tiempo podrá retenerle Edward. -

Teresa estaba dispuesta a no hacer mas preguntas, no tenia otra elección que aceptar, así que dejaría que fuesen sus nuevos compañeros los que preguntasen lo que quisieran.

-Yo iría sin perder más tiempo a por el muchacho. A fin de cuentas, la muchacha del hospital va a estar allí una buena temporada. Sólo tengo una pregunta... ¿Quién más ha dado muestras de tener interés por este chupón? Es decir, sin hacer suposiciones, ¿sabemos con certeza quién más quiere tener a este chaval? Más que nada por si se nos aparece de camino pegando tiros o lo que sea...- Dice Kipp, mostrando estar preocupado por el hecho de que haya más antiguos interesados.

-Aparte de eso... ¿alguno de vosotros tiene coche? Porque yo no...- Pregunta al resto de los presentes, sonriendo mientras se encoge exageradamente de hombros para quitar hierro al asunto.

Abro el dossier. Interesante. 

Escucho las palabra de Kipp, y pienso un segundo en el coche... Luego vuelvo a pensar en el sangre débil e intento hablar con cautela. 

- Creo que yo podría disponer de algún medio de transporte si fuera necesario. Respecto a los posibles interesados, no sé si soy yo quién debería decir esto, pero... supongo que todo el mundo. No deja de ser un sujeto extraño o especial, será el núcleo de todas las miradas e intereses, por no decir que de todos los clanes. Algunos podrían querer destruirlo, otros solo estudiarlo... Pero todos tendrán algún tipo de interés. Opino como Kipp, que deberíamos partir cuando antes. 

Luego guardo silencio, a la espera de lo que digan los demás. 

Tras estudiar durante un momento el dossier y leer detenidamente la informacion que contiene cierro la carpeta y levanto la cabeza.

-Esta bien, partamos cuanto antes, por lo que parece tenemos ahora ventaja respecto a que tenemos localizado al Sr. Scott - me levanto y pongo mi dossier bajo mi brazo - En cuanto al vehiculo no hay ningun problema, mi chofer esta esperandome fuera, quien lo desee puede venir conmigo - ofrezco con una sonrisa franca.