Partida Rol por web

Camino junto a Kipp suponiendo que ya es hora de marcharnos. Sonrío levemente. 

- La verdad es que sí, una gran suerte la mía. No te preocupes Kipp, puedes preguntarme cuanto quieras. 

Salís de la habitación del Hotel Washington y a medida que avanzáis por el pasillo hasta el ascensor os fijáis en que unos metros más adelante el pasillo no está tan desierto como debería.

Las gemelas Black se cruzan con vosotros y se dirigen ahora hacia la habitación. Mónica y Cynthia no hablan con ninguno de vosotros pero sí que os lanzan alguna mirada que otra... miradas un tanto inapropiadas.

Al fondo, en una pequeña sala junto al ascensor varias personas parecen estar esperando y haciendo tiempo. Cuando os ven salir alguna se gira y aplaude entusiasmada.

Los vástagos que permanecen "esperando" vuestra salida son:

- un hombre alto, de casi dos metros, con melena roja y bigote del mismo color: Bjorn Garrison.

- Chas Voyager: el chico rubio con cara angelical

- Cassie: mujer vestida de los años 20

- Conde Dorian Adams: el viejo murciélago de washington.

- Angelique Stravinsky: mujer muy guapa

- Pieter van Dorn: hombre que habla con acento surafricano

- Art Morgan: hippie desastrado

Según estáis llegando el gigante y el hippie (Art Morgan) se levantan, se despiden de algunos de lo otros y se montan en uno de los dos ascensores... con lo que queda uno disponible cuando llegáis.

Cuando aplaude no puedo evitar ponerme a reír ajjajaa la verdad es que a Teresa le hizo bastante gracia la chiquillada, quizás porque pensaba en otras cosas diferentes a sus compañeros.

Sin ningún tipo de remordimientos se dirige al hippie y le dice tengo que hablar contigo y sin vuelve, parece no esperar respuesta de él en este momento.

Te llega un sms al poco de que Art (el hippie/tu sire) se haya ido en el ascensor con el vikingo enorme.

El remitente es Art: "Nos vemos luego en el Purgatorio, la línea no es segura."

Miro el mensaje con naturalidad y guardo el celular.

Tan sólo procura retener sus rostros en su cabeza, pues sabe que tarde o temprano se encontrará con ellos, pero por el momento no son de su interés. Su siguiente paso está claro, encontrarse con los suyos, ir a la universidad y aprovechar el viaje para poner al día a Iris de forma discreta.

oki, salvo que los jugadores me digan algo lo único que te interrumpe hasta tu viaje en coche es el saludo del vampiro en smoking, que te da una tarjeta y te invita a cenar en su Castillo.

Asiento con la cabeza al recibir la invitación. 

- Como le dije, ha sido un placer conocerle, y podemos hablar cuando desee. Tampoco tengo reparos en visitarle, más bien al contrario, le agradezco su invitación. 

Teresa se muestra sorprendida ante tal hecho pero a la vez muy agradecida, vuelve a sacar la mejor de sus sonrisas ¡¡Gracias!! Dice inclinando un poco la cabeza y mostrándose súper feliz. Quizás es la vez que mas feliz se ha mostrado desde su llegada al hotel.

- Será un placer, espero ansioso su visita. Estoy seguro de que será muy interesante para ambos. - le comenta el Conde al señor Van Denholm.

 - No hay de qué, será un auténtico placer recibir a una dama como usted. Confío en que mañana encuentre todo de su agrado. - responde amablemente el Conde a Teresa.

- Si tengo tiempo tenga por seguro que iré a la cena, pero ya sabe... asuntos de estado, nunca se puede estar seguro de si surgirá algo urgente o no. - Cohen sonríe al conde Adams. Sería la primera vez en su vida que asistiría a una de las cenas del Conde, a pesar de llevar todos esos años en la ciudad.

- Claro, lo entiendo. Trabajar para Vitel lleva su tiempo. No se preocupe. - el Conde hace una leve inclinación de cabeza a modo de saludo y se despide de Cohen. Su mirada pasa al siguiente vástago que pase para darle la oportuna invitación.