Partida Rol por web

Todo está negro y silencioso. 

Te despiertas dentro de un lugar encerrado, estrecho, incomodo y frio. No recuerdas exactamente que pasó, teóricamente tenias que participar en una especie de proyecto extraño de criogenicación. Pasar unos años en la nevera y volver a salir como si nada hubiera pasado ...

¿Pero que paso? ¿Por que no recuerdas nada del susodicho proceso? No sabes como entraste donde estas y si realmente llegaste a iniciar el proceso de criogenicación. Almenos recuerdas tu vida, tu actos y tus experiencias ... quien sabe, quizá es un efecto secundario del proceso y en unos minutos lo recordaras todo. 

Pasan los minutos en un incomodo silencio dentro de tus paredes de hojalata, sintiéndote como una sardina enlatada.

Nada.

¿No hay nadie afuera? ¡Tienes frío joder! Intentas mover los brazos para aporrear la pared, pero te das cuenta que estas atado.

¡Mierda! - Piensas un poco mas asustado. ¿Y si se han pensado que estas muerto? Esto se parece un poco a una de esas cajas que meten en las incineradoras. ¿Y ese calorcillo que empiezas a notar en las piernas?

Empiezas a convulsionarte dentro de tu pequeño ataúd, intentando libertarte, gritando y aporreando la pared con la cabeza si es necesario ... te sientes indefenso, débil, apenas puede moverte y tus intentos son mas débiles que los de un bebe enfermo. Te falta el aire, tienes un ligero mareo ... cálmate, cálmate.

Estas a punto de desmay... ar ... t ... e ...

Pierdes la consciencia.

Un golpe te despierta.

Una voz, femenina, se escucha a lo lejos. - ¡Oye Karl! ¡Parece que lo que tocaste ha encendido esto de aqui! Seras manazas, no tienes ni puta idea de lo que tocas, no has abierto la maldita caja fuerte, eso parece un almacen de contenedores. - No parece ser alguien muy fino, su voz aunque agradable habla como escupiendo las palabras.

¡Flas!

Una bofetada y el sollozo de una mujer es la única respuesta, luego la voz de un hombre, grave y lenta habla. - Mas te vale callarte zorra, o terminaras en la cazuela de alguien. Busca si hay algún cuadro de botones por aquí, esos contenedores parece que se abren por la mitad. - Hay una ligera pausa. - Quien sabe lo que habrá dentro, con suerte es comida y hoy no tenemos que matar a ninguna zorrita.

Alguien está caminando por el exterior. Intentarías moverte, pero te sientes débil, apenas puedes escuchar las voces ... hablan ... los pierdes ... sonidos que no identificas. Te falta aire, te ahogas. 

Las voces están lejanas, muy lejanas.

Te mueres.

Un ligero temblor te despierta en tu agonía. Un movimiento suave, ronroneante.

Tienes calor, estas sudando.

¡Aire! ¡Por fin!

Te pones a respirar frenéticamente como el desafortunado nómada perdido en el desierto que encuentra un oasis de agua fresca. Incluso te atragantas con el aire y empiezas a toser violentamente, como si tus pulmones aun no funcionaran bien. 

La fuerza vuelve a tus manos, el calor se extiende por todos lados.

Y luego de repente un sonido metalico fuerte, uno detra de otro, como pestillos enormes abriendose alrededor de ti. 

La luz te deja ciego al abrirse la caja, te duelen y los cierras con todas tu fuerzas.

Mira Karl, anim ... ¿Personas? - Dice la voz femenina con incredulidad. - Donde diablos nos hemos metido, ¡joder!

Flas

Otra bofetada. - Cállate ya, no me dejas pensar.

Lentamente, todos, os vais costumbrando a la luz mientras os sentís un poco mejor ... aunque hambrientos.

Estáis en una sala muy extraña, colgados de una especie de camilla metálicas verticales, mas parecidas a ataúdes abiertos, al lado de centenares de otras cajas similares.

Os percatáis que estáis a unos 10 metros de un suelo oscuro y metálico, todo aquí es oscuro y metálico ... a excepción de los enormes focos de luz que os están enfocando a la cara. Delante vuestro hay una pasarela colgante con cables de acero que se sostienen en el techo, a un extremo hay una pequeña casita un poco oxidada con una persona dentro, en la pasarela podéis observar dos personas mas.

Aun no podéis discernir quienes son o que cara tienen, todo es borroso y ese maldito foco de luz os causa un terrible dolor en los ojos.

Parece que vuestros ataúdes están colgados de un raíl ... en el raíl hay unas 10 cajas, pero siguiendo la vista podéis observar que llega a un lugar donde hay centenares de cajas. No obstante de las cajas colgantes, en solo 4 de ellas (la vuestra incluida) hay alguien vivo. Las demás tienen cadáveres disecados.

Vaya, parece que llegamos a tiempo. - Dice la voz del hombre que antes se escuchaba a lo lejos y ahora suena alta y clara. - No se cuantas de estas cajas aun tienen gente viva dentro, pero lo que está claro es que cuando la instalación quedo abandonada hace tiempo, os dejaron abandonados a vuestra suerte y lentamente los soportes de as cajas han ido fallando.

Desgraciadamente para mi, no tenéis valor alguno. - Dice con la boca torcida por una mueca. - Tranquilos, tampoco me servís muertos.

El hombre se calla unos segundos.

Esto. - Hace una ligera pausa. - ¿Me entendéis?

Lentamente vuestros ojos se acostumbran, las dos personas que tenéis delante parecen ser mujeres ... una de ellas, de pelo azul y extraña conducta, con una voz familiar señala a uno de los ataúdes (John Cavil) y dice :

¡Eh! ¿Que estas mirando? - Se agarra los pechos (apenas cubiertos por unos arneses de cuero azul) y añade. - ¿Es que te gustan?

Su compañera ríe y el hombre de la caseta suspira.

A lo mejor se le ha comido la lengua un gato. - Dice la otra chica con sorna.

Si la primera mujer iba provocativa, esta lo va aun mas. O mas bien no va con nada, la única ropa que lleva son unas botas y el arma. Con lo que va mostrando sus encantos por aquí libremente, con su piel de ébano, facciones africanas y pelo corto.

Después de todo lo vivido en el interior del tanque desde que desperté, apenas puedo fijarme en las mujeres...aunque un comentario que me pareció oír antes hace que me sienta algo extrañado...algo de comerse a una de las mujeres.

Carraspeo y escupo una masa de lo que sea que aun tengo en la garganta y miro al hombre, que parece llevar la voz cantante.

Te entiendo...y tienes razón, somos mas útiles vivos que muertos. Por lo pronto, conocemos algunos secretos de este lugar, y estaremos encantados de compartirlos contigo por salvarnos la vida.Armas...munición, víveres preparados para conservarse.

Luego, algo en mi cerebro parece encajar con un chasquido.

Estooo...no hay soldados por aquí?...tan solo vosotros?

El hombre sale de la caseta y pasa por detrás de las mujeres, al pasar detrás de la morena le dedica un fuerte cachete en el culo que la hace saltar con un respingon que casi le hace perder el arma hacia el oscuro suelo inferior.

¿Estas te parecen soldados? - Suelta casi burlándose el hombre. - Tío empieza a despertarte por que creo que no sabes donde estas.

Toda esta enorme nevera de polos humanos ha sido abandonado durante muuuuuuuuuucho tiempo. - El hombre se apoya en la otra barandilla dándoos la espalda y mirando hacia abajo. - Creo que simplemente os abandonaron por temas mas urgentes.

Hay rastros de combate y toda la entrada esta destruida y casi derrumbada. - Suspira. - Hemos necesitado una buena dosis de explosivos para llegar hasta aquí ... para nada.

Dios, pague una pasta por esos explosivos.

La chica de pelo azul ríe y se lleva un culetazo bastante bestia en la cabeza que casi la hace trastabillar pozo abajo. No parece que el hombre esté de buen humor para soportar risitas.

Pienso con toda la rapidez que puedo y asiento.

Si lo que le preocupa son las armas, la munición y el explosivo, estoy seguro e que alguno de los arsenales de emergencia han de estar intactos. Solo se usaban para hacer explotar el complejo en caso de ser tomado, y como ya se ve que no a sido así, aun deben estar. Si quiere explosivos, imagine lo que haría falta para volar todo esto.

Suspiro y trato de parecer peor de lo que estoy.

Usted desateme y deme unos instantes para poder andar...le llevare hasta el mas cercano. Miro a mi alrededor y pongo una expresión algo perdida. En cuanto sepa exactamente donde estamos claro...la base era muy grande...

El hombre parece un poco mas interesado.

Ahora empezamos ha hablar el mismo idioma.

El hombre vuelve a entrar en la caseta y parece observar lo que tiene delante, finalmente le da a algo.

No pasa nada.

Luego le da a otra cosa.

Y por fin todos os notáis liberados y capaces de salir de vuestro ataúd personal. Os duelen las articulaciones, pero almenos las podéis mover. 

Ahora solo queda el tema de como saltáis del ataúd y llegáis a la pasarela.

Chicas poneos cerca de cada uno e intentad que no caigan hacia abajo. - A sus palabras las dos mujeres se ponen delante de Thadeus, alargando los brazos para agarrarlo cuando salte hacia ellas.

Me estiro como puedo dentro del ataúd de acero y salto hacia las dos mujeres, confiando en que me sujeten lo necesario como para no caer, o al menos para darme tiempo a agarrarme a algo.

Saltas hacia ellas, la verdad es que hay bastante distancia y tu cuerpo aun está entumecido por la criogenicación.

Pero las mujeres te agarran con presteza y te arrastran hacia la pasarela.

Vaya chico, como pesas! - Dice la morena soltando un bufido de esfuerzo. - ¿Es que has comido plomo?

Sonrío y trato de reír con cierta desgana.

Jaja...no señorita, supongo que es cosa de los litros de esa porquería que aun llevo dentro. Escupo un poco mas de la pasta pegajosa que me ahogaba antes. Gracias por su ayuda señoritas. Les agradezco con un gesto de la cabeza antes de erguirme y mirar al hombre.

Cuando ha dicho que dormimos muchísimo...a que se refería, señor?.

Cavil está muy aturdido, su cabeza no parece tener todo el control sobre su cuerpo, pero poco a poco va recuperando facultades.

Una mujer de pelo azul le está hablando, pero no entiende lo que dice.

- Me dice a mi...¿? - La confunsión en su cabeza es abismal - Donde estoy...¿? Qué me ha pasado...¿? -

- Qué estoy mirando¿? Que tias más raras... - Hasta que logra entender las palabras, que salen de la boca de la chica de pelo azul, Cavil mira fijamente hacia donde están las dos mujeres. No entiende nada de lo ocurrido, la confusión sigue siendo brutal.

- Qué ha pasado¿? Quiénes sois¿? Podéis ayudarme a salir de aquí¿? - 

Cavil intenta moverse dentro del pequeño espacio del que dispone.

Luego, cuando las mujeres parece que quieren echarles una mano para amortiguar la caida, Cavil se prepara para saltar.

Suerte que este pesa menos! - Dice la mujer azul al ayudar a John a saltar de su pequeño ataúd. - Bienvenido al mundo de los vivos guapetón.

Cuando digo que hace mucho que estáis durmiendo, me refiero a que la entrada de la base está hecha polvo y que ni tan solo quedan los cadáveres de los que murieron aquí. - Dice el hombre con una falsa sonrisa. - Hemos tenido que pasar una buena capa de mugre y corrosión para llegar hasta este punto.

Tampoco es que pueda decirte exactamente cuantos años. Ni tan solo se en que fecha estamos ahora.

Guillome despertó de forma lenta y dolorosa. La intensidad de las luces, el frío, el calor, la mujer con el pelo azul... Parecía una de las peores resacas de su vida. 

- La nuit dernière, ils m'ont empoisonné ... enculés.

Las palabras surgieron de su boca de forma incontrolable. Tardó un par de segundos en darse cuenta de que eso que oía era su propia voz. Miró a su alrededor, intentando dar coherencia a la situación. Bajó la vista y comenzó a buscar algo con la mirada, poniéndose nervioso por momentos.

- Merde...

Se dispuso a saltar.

- Confío en ustedes, señoritas.

Encogió su delgado cuerpo y saltó.