Partida Rol por web

La prisa te hace actuar mal. Estás acelerado, a pesar de que estás medio a salvo tras la puerta cerrada del despacho. Hay algo que te incita a correr y a salir de ahí a la mayor brevedad posible.

Esto no me gusta un pelo...

Para colmo de males, la linterna lleva encendida ya más de una hora, y empieza a alumbrar con menos intensidad. La disminución de la potencia es paulatina, y da tiempo a tus ojos a acostumbrarse y a casi no darte cuenta, pero tilila por momentos y temes lo peor.

Quedarse a oscuras ahora podría ser fatal. Realmente no sabes si la zona en la que estás es segura o no...

El encargado de mantenimiento arranca de manera inesperada, casi suicida y maníaca, a acabar con los zombies que le rodean. El acto es peligroso, porque en la endeble barricada se agolpan tres zombies y no hay capacidad humana para contener a los tres. Aún así, Conrad Sanders se lanza con el odio y la sed de sangre en su mirada, clavando la motosierra en el pecho del zombie más adelantado.

Acelera la maquinaria en el interior del cuerpo. El muerto viviente se contorsiona por las vibraciones de la carga, pero no cae. Trozos de ser muerto salpican la escena y el pañuelo que Sanders tiene al cuello.

El mp3 de Óliver podría estar escupiendo una sinfonía extrema de muerte y destrucción...

Puñetero psicópata

Meneo la pistola dudando y, tras un par de segundos, decido que prefiero ver al encargado morir de un tiro en la espalda que devorado vivo por tres zombis.

Apunto y disparo.

Lo que faltaba…- Wilmor observa como la linterna amenaza con apagarse. Con el ceño fruncido, agita la linterna dándole un par de golpecitos contra la palma de la mano.
Vamos, no me falles ahora…
Decide que ya ha buscado suficiente, por lo que únicamente con la cinta adhesiva, Wilmor se prepara para salir de allí y reunirse con Jim.

El encargado de mantenimiento hace un gesto rápida en mitad de la oscuridad, sacando con vehemencia la sierra mecánica del pecho del muerto viviente y esquivando por los pelos el intento torpe de agarre de dos zombies. Un tercer zombie imita al resto, pero antes de darle oportunidad a actuar, es derribado por un nuevo y certero disparo del joven pistolero llamado Óliver. La bala da en el pecho de la endeble bestia, que cae de rodillas y posteriormente de bruces sobre la barricada, moviendo peligrosamente las mesas y demás material que la confeccionan.

En todo el edificio se escucha el bramar violento y sin piedad de la motosierra empuñada por Conrad Sanders, que debe estar cortando zombies por doquier.

Un nuevo disparo resuena en el recinto. Es evidente que no muy lejos, agunos están luchando a vida o muerte con esas bestias, salvando sus vidas y también las de los demás...

Proteger y Servir.

Eso lo tienes grabado a fuego en tu cabeza. Tus años de policía fueron muchos y fructuosos, y aunque ahora estás de segurita en este asqueroso y derruido edificio, no olvidas tus principios...

Corniack te vuelve a la mente de repente. Tienes ya lo necesario para irte, pero varias ideas se agolpan en tu cabeza...

La primera, Ese idiota de Corniack seguro que ha entrado al departamento... Él es así. Un enterado!!!

Y la segunda, Mierda! Si ha entrado, y las ratas tienen algo que ver... estará desprotegido...

Algo te dice que el pasillo que tienes que atrevasar tendrá seguro roedores merodeando. Esto no te gusta nada... Tu vida corre serio peligro. Y también la de Jim.

Jack estaba eufórico, estaba a punto de escapar de aquellos zombis. Podría rescatar al superviviente y... huir. Huir o ayudar a los otros. Pero aquella mano había frenado su avance, incluso el curso de su vida.

Noooo, noooo-empieza a gritar el Loco, forcejeando, mirando con los ojos casi inyectados en sangre del esfuerzo y todos los músculos tensados. Ayudándose de brazos, piernas y todo lo posible para salir de aquella situación.

Torrance quería salir de aquella situación pero notaba como su fin se acercaba, si aquellas otras dos figuras se acercaban estaría todo perdido. Jack lo sabía y se resistía a su inminente futuro, no quería acabar así. ¡Tenía que salir con vida!
¡Malditos bastardos!-continuaba gritando con la mandíbula apretada.

Tenía que salir de allí cuanto antes. Sus compañeros debían de estar en apuros, por los ruidos que podía escuchar. ¿Habrían conseguido los zombies pasar tan rápido la barricada? ¿Todo el trabajo había sido en vano?

Wilmor agarra la escopeta y se dispone a salir del despacho. Abre la puerta con cuidado, y asoma la cabeza hacia el pasillo, intentando ver si hay alguna rata en el camino. Si es así tendrá que despejarlo con un buen disparo. Eso seguro que las asusta.
Ya estoy saliendo, Jim!
Wilmor echa a correr por el pasillo hacia la salida, esperando que Corniack no haya cometido la estupidez de entrar.

¡Ya estoy saliendo, Jim!

Estoy entrando Wilmor. Te voy a iluminar la zona por si tienes algún problema.

Abres la puerta con valentía. De repente has decubierto que las ratas te caen especialmente mal... Sales al pasillo y ves claramente un haz de luz en el pasillo que debe corersponder a la linterna de Jim...

Mierda! Estúpido!

Algunas ratas corretean por el pasillo.

Un pensamiento fugaz pasa por tu mente,

Se comportarán de manera diferente las ratas infectadas de la sno infectadas? Realmente las ratas tienen algo que ver?

En el pasillo hay un par de ratas, que corretean de un lado a otro como huyendo... Sus pequeños chillidos te ponen los pelos de punta. Haces acopio de compostura para no gritar y evitar el pánico, que amenaza con hacerte presa de un momento a otro.

Entras en el departamento. La pared de la izquierda tiene una puerta con un cristal en la mitad superior que aparece roto.

La pared de la derecha gira en dirección norte por un pasillo que no alcanzas a ver...

¿Dónde estará ese gordo?

Iluminas la zona, y ves pequeñas sombras que corretean rápidas en el suelo. No has acertado a ver exactamente lo que son... pero algo pequeño y ágil se ha movido por el suelo. Y ese algo eran varios...

Te revuelves como puedes pero el zombie parece decidido a tomarte como comida...

Recibes un impresionante golpe en la cabeza que no sabes ni de donde ha llegado. Tus ojos se ponen en blanco y después todo es oscuridad...

Franky sale corriendo por la pasrela dejando en la retaguardia a Jeremías y a Ann Marie.

Jack corre un peligro mortal... Le han agarrado!!!

El informático llega a la verja, propinando gritos casi sobrehumanos justo en el momento en que el zombie que lo tenía agarrado le propina un violentísimo golpe en un lateral del cráneo. El golpe es acentuado por la acción de un terrorífico relápago que ilumina durante una décima de segundo como los ojos de "El Loco" se quedan en blanco antes de desplomarse como un trapo al suelo.

Jack está perdido.

Los gritos de Franky solo consiguen atraer a dos zombies que erraban cerca d ela verja. Los tres zombies involucrados en el ataque a Jack han visto claro que la comida está cerca...

Jack yace en el suelo, de lado, sangrando profusamente por un oído y por la nariz...

Solo hay unos segundos antes de que se abalancen sobre él y se lo coman...

No has llegado a perder el conocimiento de milagro... Esquivas la negrura justo al dar contra el suelo... Tus ojos se abren milagrosamente cuando estás de costado contra el asfalto. Uno de tus oídos zumba provocándote un mareo impresionante, y notas como de tu nariz mana sangre. Su sabor metálico te produce arcadas y ganas de vomitar.

Te encuentras desorientado pero entiendes la situación al instante: estñas a punto de morir.

Un zombie está a menos de un metro de tu cara, agachándose sobre ti con la boca abierta y la mirada siempre perdida. Dos muertos vivientes más te rodean, prestos a dar parte de tu carne fresca...

El mundo parece pararse eternamente.