Partida Rol por web

- Me cago en mi puta suerte - Se lamenta cuando termina de escuchar al camionero - Qué cojones hago aquí, coño, si le cambie el turno de noche al cabrón de Oscar porque es más tranquilo...

Se da la vuelta y encara de nuevo a los zombies, que se han acercado más deprisa de lo que él pensaba. Frunce el ceño y agarra el cañón del arma con fuerza, preparado para golpear al primero que esté a la distancia suficiente.

- Venid con papá, asquerosos hijos de puta...

¡Ya los tenían encima! Tendrían que encargarse de los zombies antes que de Tom. Solo esperaba que no se transformase justo ahora, para atacarles por la espalda mientras estaban ocupados con los zombies. Al menos Jim parecía vigilarlo. Aunque no es que se fiase mucho de el, claro.

Wilmor agarra con fuerza la recortada, y dando un par de pasos, arremete contra el zombie más cercano. Aprieta los dientes con rabia, casi hasta hacerse daño en la mandíbula, justo antes de golpear.

A pesar de que Jeremías parece ser el más violento, es Wilmor el primero que lanza la ofensiva contra los primeros zombies que se acercan. Son unos seis, pero dos de ellos están más adelantados.

El vigilante orono carga con todas sus fuerzas y propina un culatazo salvaje contra el primero de ellos. La culata de la recortada se hunde en el estómago del no-muerto atravesándolo de parte a parte. El golpe ha sido brutal. El zombie ahoga un grito de pánico ropio de sus últimos vestigios como ser vivo antes de caer desplomado. Wilmor hace un movimiento rápido para sacar el arma del interior del cuerpo antes de que la caída del mismo arrastre también a su recortada. El otro zombie en avanzadilla e lanza una mano con la intención de atraparlo, pero es demasiado lento y no atina. El ex-plicía está metido en un combate cuerpo a cuerpo con un muerto viviente; pero lo peor es que cuatro más se le acercan peligrosamente!

Conrad se ha dado cuenta del problema y lucha por apartarse al loco y poder puentear el vehículo para salir de allí a toda prisa.

El superviviente no parece inmutarse, ni siquiera mira la acción. Jim piensa de manera clara como acabar con el.

Estás enfrascado, por enésima vez en esta aciaga noche, en una lucha sin cuartel contra unos muertos vivientes salidos de a saber donde para salvar tu vida y la vida de tus compañeros.

A psar de la tensión y la violencia de la pelea, tus sentidos agudizados por la formación en los cuerpos de seguridad te aertan de un nuevo estímulo.

A lo lejos, confundido con los sonidos de la tormenta que sigue castigando a Rotville, escuchas el claro clamor de motores en el cielo... Alguien o algo se acerca por el aire. Un avión de hélice o muy probablemente... helicópteros!

Cuando parece preparado para golpear al primero de los zombies, el segurata se adelanta atrevasando a uno de ellos con su arma. Jeremías alza las cejas sorprendido, y sonríe satisfecho ante el espectáculo que le brinda Wilmor.

- ¡Bien hecho, viejo!

Los demás zombies se acercan peligrosamente y uno de ellos intenta agarrar al encargado de la seguidad de la facultad. El pizzero tarda un poco en reaccionar, pero finalmente recorre los pasos que le faltan hasta colocarse junto a Wilmor. Sin pensarlo dos veces, balancea la recortada intentando golpear al que está más cerca.

Jeremías entra al trapo atacando al zombie que amenaza a Wilmor. Le lanza un porrazo a la altura de la cabeza buscando arrancársela desde la base de la columna vertebral pero falla por los pelos. La recortada zumba al cortar el aire. El no-muerto busca de nuevo agarrar al igilante, fallando de nuevo la presa.

Tres zombies más están a poco más de un metro de distancia. Un cuatro contra dos es mucho más complicado que el actual uno contra dos. Hay que actuar de manera efectiva.

- Esta bien, de acuerdo...- respondió Franky haciendo un gesto con las manos a Oliver para que se tranquilizara. No entendía porque tenía que tomarse siempre todo tan a la tremenda.- Te llamaré Tom entonces...
Le alegraba que aquel estudiante rebelde estuviera confiando en él. Había llegado a decirle su nombre verdadero y suponía que eso era una forma de acercamiento...un acercamiento después de todo necesario pues, en este momento,dependian uno del otro, estaban juntos para bien o para mal.

De repente, un sonido hizo que Franky frunciera el ceño. Bajó hasta la mitad el cristal de su ventanilla y agudizó su oído...un avión? un helicoptero? Asomó su cabeza mirando hacía el cielo, en la dirección de la que provenía aquellos ruidos. Sonaba demasiado cercano como para que fuera un avión comercial, seguramente estarían patrullando desde el aire...la policia o quizas hasta puede que se tratara del ejercito!!! En las peliculas el ejercito siempre acababa tomando el control en estas situaciones tan extraordinarias. Tenían que hacerse ver, estarían buscando supervivientes?

- Tom- esta vez usó el nombre que acababa de decirle- tenemos que hacer que nos vean, llamar su atención para que cuando pasen sobre nosotros reparen en nuestra presencia. Evita las calles estrechas, no importa si tenemos que dar algún rodeo más hasta llegar hasta la comisaria y pon las luces de emergencia o lo que sea, no se...- el informático se movía agitado. Parecía un naufrago que veía pasar un barco frente a su isla perdida mientras rebuscaba por toda la playa una bengala para mandarles una señal- y dale voz a la radio, a ver que dicen en el boletin de las cuatro!

Las 4 de la mañana en la costa oeste.

La temible tormenta que afecta a la mitad del país y que ha cogido desprevenido a las autoridades, está lejos de remitir. La lluvia seguirá cayendo con fuerza, y será el viento el que tome el relevo. Recomendamos a los que nos escuchen que permanezcan en sus casas tranquilos. Estad atentos a la radio, ya que la electricidad está ausente en más de una docena de grandes ciudades del país, y un sin número de ciudades pequeñas y pueblos.

El pillaje ha hecho acto de presencia en algunos lugares de la zona, y la policía se ha visto involucrada en diversos incidentes con indeseables de aspecto extraño. El número de detenidos es desconocido y la falta de información es total a este respecto. Si observan un acto de pillaje de este tipo rogamos contacte con la policía y no intervenga directamente.

En otro orden de cosas, Los Ángeles Lakers se colocan 3-1 en las finales de la NBA, al ganar esta noche a domicilio a los Celtic de Boston en un partido apasionante que bla bla bla bla bla bla ... ... ...

¡Vamos, daros prisa con ese puente!- comenta Wilmor mientras esquiva a uno de los zombies. La cosa se estaba poniendo fea, y cada vez tenían a los otros cuatro zombies más cerca. De repente algo parece llamar la atención del segurata.

¡Eh! ¿Habéis odio eso?- comenta Wilmor sin dejar de prestar atención al zombie que tiene junto a el, preparándose para arrear un nuevo golpe-. Es el sonido de un helicóptero, joder! Al final llegan los refuerzos!- Wilmor remata esas palabras lanzando un fuerte golpe contra el zombie. Refuerzos o no, lo primero era encargarse de los zombies que tenían encima.

El boletín de noticias acaba dando paso a un viejo rock and roll de Perkins.

Nada de nada respecto a los zombies...

Quedais pensativos ante lo que acabais de oir. El sonido del cielo se hace ahora claro y os devuelve a la realidad, aunque está aún lejano. Definitivamente son helicópteros.

- Tenemos que hacer que nos vean, llamar su atención para que cuando pasen sobre nosotros reparen en nuestra presencia-. La idea de Franky resuena en la cabeza de Óliver.

La salvación definitiva puede depender de este teórico rescate.

Corniack pone la mano sobre el hombro del superviviente y acerca su boca al oído del interfecto.

Un trueno suena a lo lejos y el relámpago ilumina la escena. Corniack le susurra algo. Sus gestos muestran una mezcla de repulsión y hastío.
Tras el par de frases que le dice, le da un par de palmadas y señala a Anne Marie. Luego hace un gesto de asentimiento y habla en voz alta.

Hazlo por ella si no eres capaz de hacerlo por nosotros.

Corniack le dice al oído:

Si eres tan religioso, ¿por qué sabiendo que vas a pagar por tus pecados nos pones en peligro a todos nosotros? ¿Por qué no asumes tu fin y haces un acto altruísta que te redima corriendo entre ese montón de pecadores y alejándolos de nosotros consiguiendo que así podamos salir de aquí en el vehículo?

Conrad pega un empujón al Loco y le señala con el dedo índice a la cara.

¡Quieto cojones!

Sin más, vuelve a sumergirse entre el barullo de cables que afloran desde la caja de los fusibles. Los dedos resbaladizos por la lluvia y la sangre tantean un cable tras otro.

Vamos, es cuestión de tiempo, pero no tengo tiempo. Cagon la mar...

El mecánico se lamenta pero sigue al lío, liando todo más.

¿Helicópteros?... parezco pensarmelo un largo momento para finalmente reaccionar a las palabras de Franky. Sin embargo me topo con la primera dificultad al mirar el complicado cuadro de mandos, para mi tan complejo como el de uno de esos cacharros que resuenan ahora por encima nuestro. Mis conocimientos son meramente prácticos y, aunque sé que llevo las luces encendidas (no habríamos llegado muy lejos sin ellas) y eso ya nos hace bastante visibles, busco la manera de encender las luces largas o las de emergencia que menciona el informático.
Mientras, ante la duda, doy un par de toques al claxon.

Siento un instintivo rechazo hacia la idea de ponerme en manos de autoridades, sean cuales sean. Poco a poco mi mente se va aclarando y me lo pienso mejor.
¿quienes pueden ser? el ejército indudablemente... en un caso asi. No es la policia y qué coño, ni siquiera ellos se preocuparían por alguien como yo en este caos.
Aun con alguna duda decido actuar, hacernos visibles puede sacarnos de todo esto de una vez. En las peliculas estas situaciones siempre acaban asi...

Wilmor descarga la culata de su recortada como si fuera un bateador de los Yankees de NY. El golpe es seco contra el pecho del no-muerto, que ahoga un grito y cae hacia atrás para no volver a levantarse.

Jeremías y el segurita tiene unos segundos de respiro antes de entrar en la lucha de nuevo.

Las cosas vuelven a precipitarse. Un nuevo sonido entra en acción. El sonido de helicópteros del que alerta el ex-policía es tapado de repente por el rugir del motor de la Chevy pick-up manipulada por Conrad. El de mantenimiento pisa el acelerador y el tubo de escape escupe una humareda negra. El vehículo está arrancado.

La alegría aparece en la cara de todos menos en la del superviviente. Éste permanece arrodillado en el suelo. Jim le ha dicho algo al oído que parece haberle afectado. Su cara etá desencajada por el dolor y llora amargamente. De rabia, de miedo, de desilusión, de culpa... quien sabe. Intena incorporase con gran esfuerzo. Nadie sabe exactamente qué se propone hacer.

En el cielo y desde el sur, veis claramente una luces, unos focos que iluminan la tierra. Son cuatro o cinco helicópteros que avanzan a media altura. En unos segundos psarán por encima de vosotros.

- ... llegan los refuerzos.-

Sin tiempo a lamentarse por el golpe fallado, se prepara para volver a intentarlo hasta que el segurata tumba al zombie de un fuerte culatazo. Joder, este tío tiene un par de cojones

Se recompone y aprovecha la minúscula pausa para echar un vistazo atrás y asegurarse de que el camionero sigue siendo humano. Acto seguido, fija la vista en el coche que está intentando puentear Conrad.

- ¡Date prisa, viejo! !Imagina que es la caldera de la facultad! - Sonríe ante su absurdo chascarrillo y de nuevo encara a los zombies que se aproximan con su característico paso.

Jack, tras el empujón, había permanecido tras Conrad, a la espera de que pudiese hacer el puente a aquel coche.
-Vamos, vamos, vamos -le apresuraba entre susurras, mirando de vez en cuando por encima del hombro hacia la posición del resto del grupo, de aquellos que retenían a los zombis.

Torrance, al oír rugir el motor, se apresura a la otra puerta y empieza a golpearla para que le abra el pestillo, en caso contrario, y sin dudar demasiado, romperá la ventana con las manos, el macuto o incluso con la cabeza. El Loco, por fin, ve su primera oportunidad para salir de aquel caos. Aquel ambiente confuso que de vez en cuando le ayudaba a recordar. No estaba seguro si podría recordar más tarde, pero si estaba muerto sabía que no lo haría.
-¡Vamos, ábreme!

El sonido de los helicopteros había llegado a los oídos de Jack, pero los había dejado de lado pronto, no lo había asociado como un posible medio de escape. Para él era coche, coche, coche.

Esto es una casquería y como siga en medio voy a ser parte del estofado.
Corniack mira al superviviente a los ojos y le dice en un tono suave.

Es tu decisión. Yo no voy a ponerte una pistola en la cabeza, pero todos sabemos cuál es la mejor opción que puedes escoger.

Corniack echa a correr hacia el coche que están puenteando. Sus pies no le fallan, sabe que si no salen en ese coche, no saldrán de aquí jamás. Morirán devorados.

Vamos tío. ¿Ya lo tienes? ¿Puedes arrancar?

Al escuchar el ruido del motor, Wilmor da un par de pasos hacia atrás, acercándose al coche, pero sin quitar ojo a los zombies que se les acercan.
¡Vamos, todos adentro!- grita con la respiración entrecortada, debido al esfuerzo del combate. El sudor se mezcla con la lluvia en su frente, mientras blande la recortada en el aire, intentando mantener a raya a los zombies, mientras los demás entran en el coche. Mira al superviviente, que justamente se levanta del suelo. Siente lastima por el, pero la suerte ya está echada.
Tu no puedes entrar, lo sabes ¿verdad?