Partida Rol por web

E... esta bien, ahi voy. Me subo encima de el, cogo su miembro con mi mano y lo dirijo hacia mi hueco, una vez encontrado el punto, bajo poco a poco introduciendo su miembro hasta que llegue al final, tras lo cual suelto un pequeño gemido y me muerdo el labio inferior. Oh... oh... va... ahi va... A continuacion hago unos suaves movimientos de cadera poco a poco y con un ritmo bajo al principio, apoyandome con las manos sobre la cama a la altura de su torso.

(En cuanto nota como tus labios cercan a su pene este se lleva las manos a la cabeza seguido de un suave gemido)-Ese calor es tan...humedo...¿que notas tu?, yo siento que me aprieta con fuerza, pero me gusta que lo haga...

Si... yo noto lo mismo, es... algo incomodo, pero a la vez agradable y... Me tumbo sobre el apoyando mis pechos fuertemente sobre su torso y besandole. Voy a seguir Leo... Le abrazo y me pongo a ello, movimientos hacia arriba y hacia abajo lentamente.

(Sujetó con sus manos tus nalgas, y también realizaba algún leve movimiento de cadera)-¿Y cuando se termina?...¿es tan caliente como lo de afuera...tan calentito?

No hablo, en su lugar suelto unos gemidos y pego dos fuertes pellizcos con las manos a la manta, sabana o similar que hubiese en la cama, acto seguido, acelero un poco el ritmo.

(Tras acabar el coito, busca tu mejilla para besarte y se retrae en las sabanas quedandose relajado y casi dormido por el cansancio).

Me tumbo de la misma forma que la noche anterior para dormir, cogo las sabanas y la uso para taparnos. Tras esto le susurro: Buenas noches. Y acabo frotando un poco mi mejilla contra su pecho un poco antes de acomodarme y dormir con el.

(Al día siguiente te levantas con un poco de dolor de cabeza, y un cierto malestar en el estómago, no son nauseas, pero no te encuentras demasiado bien, Leo aún se halla dormido en la cama, y el sol aún no ha terminado de salir).

Ufffff... Me pongo una mano en la cabeza y me aseguro de que la gema no se me haya caido del cuello. Bueno... al menos se que duermes bien... Me levanto de la cama y me visto, para a continuación, asomarme un poco por la ventana para que me de un poco de aire, de paso observo el panorama que depara a las afueras.
 

(El colgante esta en su sitio perfectamente, y no esta roto, ni dañado, te notas un poco fatigada y algo de mareo leve que se te pasa enseguida, acompañado de una sensación extraña en las caderas, parece que tienes las menstruación).
 

Me tumbo junto a Leo y me tapo de nuevo a la espera para ver que despertar tiene. Mientras tanto, tarareo levemente la misma canción que canté aquella vez en la tienda de campaña.
 

-Buenos días...(dijo Leo enroscando su brazo a tu pqueña cintura, al hacerlo notas otro dolor en los bajos y notas un extraña sensación desagradable de calor)...estás un poco pálida, ¿que te pasa?.

Oh... hola Leo, buenos dias... Aparto su brazo de mi cintura para intentar desahogarme un poco y continuo. Estoy bien Leo, solo es que estoy en esos dias del mes. Me giro para poder mirarle a la cara. Necesito salir a comprar cosas, creo que algo ahi abajo no va bien y me temo saber que es lo que esta pasando. A continuacion me levanto de la cama y recogo mis cosas. ¿Vienes conmigo?. Digo mientras intento esbozar una sonrisa.

-Claro, espera...(Leo se levantó para vestirse, y tras un par de minutos terminó de recolocarse la armadura y las armas)...¿que necesitas?, creó que más o menos si sabes lo que necesitas podemos buscar la tienda más adecuada.

Basicamente algo para mantener esto bajo control y no mancharme continuamente ademas de algo de ropa interior que creo... que me hace falta. Miro hacia abajo para ver si tengo manchado algo y continuo. Espero poder encontrar todo lo necesario por aqui cerca.

Tras preparar mis cosas y esperar a que Leo terminase, salgo con el a comprar lo necesario, algodón prensado y alisado con un poco de tercê asi como 2 o 3 mudas de ropa interior para tener recambios, si Leo sabe sobre las tiendas de la zona le pediria consejo de adonde ir ademas de saber de los precios que tengan por aqui para saber cuanto necesito gastarme.

(Al salir de la posada, compraron todo lo que Mónica requería, pasarón una tarde bastante candia pesé al problemilla de Mónica, al volver por uno de los caminos, dos hombres bastante altos os cierran el paso).

-Hola...(dijo uno de ellos con voz tétrica)...nos manda nuestra señora, esta muy interesada en vos...

(Leo por instinto cogió por la cadera a Mónica y dió media vuelta, pero allí habia tres más de ellos)-No se quien es vuestra señora ni me importa, si es asunto de realezas mi Rey parlamentará con ella cuanto sea necesario, pero nada más...

No digo nada, en su lugar me pego al comandante y presto atención a los misteriosos hombres, sobre todo a los que hemos dejado a nuestras espaldas.